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¿Qué es el tabaquismo?
1. Tratamiento no farmacológico
Materiales de autoayuda
Consejo breve o apoyo motivacional por parte de profesionales sanitarios
Educar para analizar motivaciones, asociaciones y situaciones de riesgo; aprender
a afrontar situaciones conflictivas y búsqueda de apoyo social
Apoyo social (entorno familiar, profesional y de amigos)
Apoyo grupal
Métodos psicoterapéuticos
2. Tratamiento farmacológico
Tratamiento con sustitutivos de la nicotina (TSN): chicles, inhalador, spray,
parches y comprimidos
Citisima
3. Otras terapias
Ejercicio físico
Acupuntura e hipnoterapia (aunque no existe evidencia científica de su eficacia)
Fumar durante el periodo de gestación exponen al feto a graves peligros como joven
fumador pasivo en desarrollo:
Riesgo superior de aborto espontáneo
Posibilidad de nacimiento prematuro
Disminución de peso del recién nacido
Malformaciones congénitas en el cráneo y el aparato urinario
Aumento del riesgo de muerte súbita del lactante, ya que las cifras demuestran
que el número de casos en madres fumadoras es tres veces mayor. En madres
que fuman más de 20 cigarrillos cada día, la incidencia puede llegar a ser siete
veces más frecuente
El 41,3% de los jóvenes de entre 14 y 18 años declara haber fumado en alguna ocasión,
mientras que el 9,8% asegura fumar a diario. Algunos factores que explican esta
temprana adicción son:
Influencias sociales
Familia y amigos fumadores
Actitudes favorables ante el consumo
Asociación de tabaco y alcohol con el placer
Los jóvenes que llegan a los 15 años sin probar el tabaco tienen muchas posibilidades de
no ser fumadores en toda su vida.
Fumadores pasivos
Anualmente mueren más de 6.200 fumadores pasivos al año, de los cuales, 5.000
fallecen por aspirar el humo en su propio hogar y el resto por hacerlo en su entorno
laboral. Según datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT),
el riesgo de padecer cáncer de pulmón es de un 20 a un 50 por ciento más elevado en
quienes conviven con personas fumadoras. Además, la exposición al aire contaminado
por el humo del tabaco supone un aumento del 30 por ciento de riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares. Si vives con alguien que consume una cajetilla diaria
es como si tú fumaras también nueve cigarrillos.
Asimismo, el tabaco puede ser mortífero para los no fumadores. La exposición al humo de
tabaco ajeno también guarda relación con resultados de salud adversos, y provoca
anualmente 1,2 millones de defunciones. Casi la mitad de todos los niños respiran aire
contaminado por humo de tabaco, y cada año mueren 65 000 niños por enfermedades
relacionadas con el humo de tabaco ajeno. El consumo de tabaco durante el embarazo
puede ocasionar algunos trastornos de salud permanentes a los bebés.
Se estima que 1300 millones de personas de todo el mundo, de las cuales el 80% viven
en países de ingresos bajos y medianos, consumen productos de tabaco. El consumo de
tabaco agrava la pobreza dado que destina al tabaco recursos necesarios para satisfacer
necesidades básicas de la familia, tales como alimentación y vivienda. Este
comportamiento dispendioso es difícil de controlar porque el tabaco es muy adictivo. Por
otra parte, provoca defunción y discapacidad prematuras entre los adultos de la familia en
edad productiva, lo que conlleva la reducción de los ingresos familiares y el aumento de
los gastos médicos.
Además de los efectos perjudiciales del tabaco en la salud, se estima que el costo
económico total del consumo de tabaco (combinados los gastos en salud y la pérdida de
productividad) asciende a unos US$ 1,4 billones por año. Casi el 40% de ese costo
corresponde a países en desarrollo, lo que pone de relieve la carga sustancial que
soportan esos países.
Los impuestos sobre el tabaco se aplican en parte para luchar contra ese efecto, y se les
considera el medio más eficaz para limitar el consumo de tabaco, especialmente entre los
jóvenes y los grupos de bajos ingresos. Un aumento de impuestos que incremente el
precio del tabaco en un 10% reduce el consumo de tabaco aproximadamente en un 4%
en los países de altos ingresos y en un 5% en los países de ingresos bajos y medianos.
Las grandes tabacaleras, junto con todos los fabricantes de productos de tabaco, tratan
de disimular los peligros de sus productos, pero en contrataque: en 2003, los Estados
Miembros de la OMS adoptaron por unanimidad el Convenio Marco de la OMS para el
Control del Tabaco (CMCT de la OMS), el único tratado de salud pública concertado con los
auspicios de la OMS. Ese instrumento entró en vigor en 2005 y hasta el presente cuenta
con 182 países que lo han aceptado.
Con el fin de ayudar a los países a aplicar el CMCT de la OMS, la Organización estableció
al conjunto de medidas y recursos técnicos MPOWER, cada uno de los cuales está
relacionado con, al menos, una disposición del CMCT de la OMS. MPOWER desarrolla la
capacidad de los países para aplicar seis medidas orientadas a reducir la demanda de
productos de tabaco:
1. vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención;
2. proteger a la población contra el consumo de tabaco;
3. ofrecer ayuda para el abandono del tabaco;
4. advertir de los peligros del tabaco;
5. hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio; y
6. aumentar los impuestos al tabaco.
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer entre ambos hombres y
mujeres, y uno de los cánceres más difíciles de tratar.
Fumar no aumenta solamente el riesgo de cáncer de pulmón, sino que también es un
factor de riesgo para los cánceres de:
Boca Riñón Páncreas
Laringe Cuello uterino Estómago
Faringe (garganta) Hígado Colon y recto
Esófago Vejiga Leucemia mieloide
Bronquitis crónica
No hay cura para la bronquitis crónica, pero dejar de fumar puede ayudar a mantener los
síntomas bajo control. Dejar de fumar también ayuda a evitar que el daño ocasionado por
la enfermedad empeore.
Enfisema
El enfisema es otro tipo de EPOC que poco a poco destruye la capacidad de una persona
para respirar. Normalmente, los pulmones contienen millones de diminutos sacos que
ayudan a que el oxígeno llegue a la sangre. En un enfisema, las paredes entre los sacos
se desintegran y crean sacos más grandes, pero en menor número, por lo que la cantidad
de oxígeno que llega a la sangre disminuye. Con el tiempo, estos sacos se afectan tanto
que una persona con enfisema debe esforzarse demasiado para poder obtener suficiente
oxígeno, incluso al no estar haciendo actividad alguna.
Las personas que tienen enfisema presentan riesgo de muchos problemas que causan
una función pulmonar deficiente, incluyendo pulmonía. En las etapas más avanzadas de
la enfermedad, los pacientes sólo pueden respirar sin malestar mediante la ayuda de un
tubo de oxígeno. El enfisema no es curable ni reversible, pero puede ser tratado y aliviado
si la persona deja de fumar.
El humo del tabaco contiene muchas sustancias químicas y partículas que irritan las vías
respiratorias y los pulmones. Cuando un fumador inhala estas sustancias, el cuerpo trata
de eliminarlas al producir mucosidad y al toser.
El fumar puede causar o empeorar la pobre circulación de la sangre en los brazos y las
piernas (enfermedad vascular periférica o PVD). Esto puede causar dolor en las piernas
cuando camina, y pueda ocasionar llagas abiertas que no sanan. La cirugía para mejorar
la circulación sanguínea a menudo no es eficaz en las personas que siguen fumando. Por
esta razón, muchos médicos que hacen cirugías en los vasos sanguíneos (cirujanos
vasculares) se niegan a realizar operaciones en pacientes con PVD a menos que ellos
dejen de fumar.
Mujeres
El consumo de tabaco puede afectar la salud del sistema reproductor femenino. Las
mujeres que fuman tienen una probabilidad mayor de confrontar problemas para quedar
embarazadas. Cuando están embarazadas también suelen tener problemas que pueden
perjudicar tanto a ellas como a sus bebés, por ejemplo:
Las fumadoras son más propensas a tener un embarazo ectópico (donde el
embrión se implanta por fuera del útero), lo cual puede poner en riesgo la vida de
la madre.
También tienen una probabilidad mayor de ruptura de membrana prematura y
placentas que se separan del útero muy prematuramente.
Esto puede traer como consecuencias hemorragia grave, parto prematuro y una
cesárea de emergencia.
Las mujeres que fuman son más propensas a tener un aborto natural, partos de
bebés fallecidos, bebés con labio o paladar leporino y bebés por debajo de un
peso sano.
Fumar durante el embarazo también se ha relacionado con un mayor riesgo de
defectos de nacimiento y síndrome de muerte súbita infantil.
Las mujeres que fuman tienden a ser más jóvenes al comienzo de la menopausia que las
no fumadoras y puede que presenten más síntomas molestos mientras pasen por esta
etapa.
Es importante saber que los cigarrillos electrónicos (como los vapes y los cigarrillos
electrónicos tipo bolígrafo) contienen nicotina.
Hombres
Fumar daña las arterias y el flujo de sangre es una parte clave para que se produzcan las
erecciones. Los hombres fumadores tienen un mayor riesgo de llegar a tener impotencia
sexual (disfunción eréctil) mientras más fumen y cuánto más tiempo lo hagan. Al menos
un estudio ha vinculado también fumar cigarro a la impotencia sexual en los hombres.
Fumar también puede afectar el semen (lo que reduce la fertilidad) y aumentan el riesgo
de aborto espontáneo y defectos de nacimiento.
Muchos de los problemas relacionados con el fumar pueden robar la calidad de vida a una
persona mucho antes de que muera. Las enfermedades relacionadas con el hábito de
fumar pueden hacer que sea más difícil respirar, desplazarse, trabajar o divertirse. Dejar
de fumar, especialmente a edades más tempranas, puede reducir la discapacidad
relacionada con el fumar.
Los niños que fuman tienen problemas de salud relacionados con el hábito
Fumar cigarrillos y usar productos de tabaco causa graves problemas de salud en niños y
adolescentes. Con el tiempo, los fumadores entonces presentan los problemas de salud
discutidos anteriormente y a menudo a edades más tempranas.
Uno de los problemas más graves es la adicción a la nicotina, que conduce al uso de
tabaco a largo plazo a medida que los niños avanzan en edad. Hay evidencia que indica
que la nicotina causa daño al desarrollo cerebral de los adolescentes. Es importante saber
que la mayoría de los cigarrillos electrónicos (como los vapes y los cigarrillos electrónicos
tipo bolígrafo) también contienen nicotina.
Los niños y adolescentes que fuman con regularidad suelen tener más problemas de
salud que los niños que no lo hacen, tales como:
Episodios de tos
Falta de aliento, incluso cuando no se está haciendo ejercicio
Respiración sibilante o jadeante
Dolores de cabeza más frecuentes
Aumento en la producción de flema (mucosidad)
Enfermedades respiratorias de mayor gravedad y que ocurren con más frecuencia
Síntomas de resfriado y gripe más fuertes
Deterioro de la condición física
Deficiencia de la función y del crecimiento pulmonar, que aumenta el riesgo de
EPOC
El consumo de tabaco está relacionado con otras conductas perjudiciales en los
adolescentes
La investigación ha mostrado que los adolescentes que consumen tabaco son más
propensos a consumir alcohol y drogas ilegales que los que no consumen tabaco. Los
fumadores son más propensos también a estar involucrados en peleas, portar armas,
tener intentos de suicidio, padecer de problemas de tipo emocional como la depresión, y a
tener conductas sexuales de alto riesgo. Esto no significa necesariamente que el
consumo de tabaco causó estos comportamientos, pero son más comunes en los
adolescentes que usan tabaco.
Además, los estudios han demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos (también
conocido como vaporear) de los jóvenes está fuertemente ligado al uso posterior de los
cigarrillos regulares y otros productos de tabaco. El uso de cigarrillos electrónicos puede
desempeñar un papel en un niño o adolescente que desee experimentar con otros
productos de tabaco más dañinos.