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DEFINICIÓN DE CONTAMINACIÓN
Se entiende por contaminación atmosférica la presencia en el aire de
sustancias y
formas de energía que alteran la calidad del mismo, de modo que implique
riesgos, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier
naturaleza. De la definición anterior se desprende que el que una sustancia sea
considerada contaminante o no, dependerá de los efectos que produzca sobre
sus receptores.
En una primera aproximación, podemos clasificar los contaminantes
atmosféricos, atendiendo a su naturaleza, en los dos grupos siguientes:
CONTAMINANTES SECUNDARIOS
Los contaminantes atmosféricos secundarios no se vierten directamente a la
atmósfera desde los focos emisores, sino que se producen como consecuencia
de las transformaciones y reacciones químicas y fotoquímicas que sufren los
contaminantes primarios en el seno de la misma.
Las principales alteraciones atmosféricas producidas por los contaminantes
secundarios son la contaminación fotoquímica, la acidificación del medio y la
disminución del espesor de la capa de ozono.
Contaminación fotoquímica
La contaminación fotoquímica se produce como consecuencia de la aparición
en la atmósfera de oxidantes, originados al reaccionar entre sí los óxidos de
nitrógeno, los hidrocarburos y el oxígeno en presencia de la radiación solar. La
formación de los oxidantes se ve favorecida en situaciones estacionarias de
altas presiones (anticiclones) asociados a una fuerte insolación y vientos
débiles que dificultan la dispersión de los contaminantes primarios. El
mecanismo de formación de los oxidantes fotoquímicos es complejo,
realizándose por etapas a través de una serie de reacciones químicas.
El resultado final de este proceso es la producción en el seno de la atmósfera
de una mezcla de sustancias de gran poder oxidantes, siendo el ozono la más
abundante de ellas. Es por esto, junto con la facilidad con que se mide este
contaminante, por lo que se utiliza al ozono como indicador de la
contaminación fotoquímica.
Este tipo de contaminación, conocido también como “smog” fotoquímico se
presenta en grandes ciudades industrializadas y con densidades de tráfico
intensas. El estudio de las fluctuaciones horarias de las concentraciones de los
contaminantes que intervienen en el proceso de formación de los oxidantes
fotoquímicos y las de éstos pone de manifiesto la siguiente explicación del
fenómeno.
En las primeras horas de la mañana se produce una intensa emisión de
hidrocarburos (HC) y óxido nítrico (NO) al comenzar la actividad humana de las
grandes ciudades (encendido de las calefacciones y tráfico intenso). El óxido
nítrico se oxida a dióxido de nitrógeno aumentando la concentración de éste
último en la atmósfera. Las concentraciones superiores de NO2, unido a que la
radiación solar se va haciendo más intensa, ponen en marcha el ciclo fotolítico
del NO2, generando oxígeno atómico que al transformarse en ozono conduce a
un aumento de la concentración de este elemento y de radicales libres de
hidrocarburos. Éstos, al combinarse con cantidades apreciables de NO
producen una disminución de este compuesto en la atmósfera. Este descenso,
en la concentración de NO, impide que se complete el ciclo fotolítico
aumentando rápidamente la concentración de ozono. A medida que avanza la
mañana la radiación solar favorece la formación de oxidantes fotoquímicos,
aumentando su concentración en la atmósfera. Cuando disminuyen las
concentraciones de los precursores (NOx y HC) en la atmósfera, cesa la
formación de oxidantes y sus concentraciones disminuyen a primeras horas de
la tarde. De aquí que la contaminación fotoquímica se manifieste
principalmente por la mañana en el entorno del mediodía y grandes ciudades
con tráfico intenso.
Acidificación del medio ambiente (lluvias ácidas)
Entendemos por acidificación del medio ambiente la pérdida de la capacidad
neutralizante del suelo y del agua, como consecuencia del retorno a la
superficie de la tierra, en forma de ácidos, de los óxidos de azufre y nitrógeno
descargados a la atmósfera.
La acidificación es un ejemplo claro de las interrelaciones entre los distintos
factores ambientales, atmósfera, suelo, agua y organismos vivos. Así la
contaminación atmosférica producida por los SOx y NOx afecta directa o
indirectamente al agua, al suelo y a los ecosistemas.
La amplitud e importancia de la acidificación del medio es debida,
principalmente, a las grandes cantidades de óxidos de azufre y de nitrógeno
lanzados a la atmósfera, siendo de destacar que del total de las emisiones de
SO2 en el globo terrestre, unos 200 millones de toneladas al año,
aproximadamente la mitad, son emitidas por las actividades humanas
(antropogénicas) y que la mayor parte de éstas se producen en las regiones
industrializadas del Hemisferio Norte que ocupan menos del 5 por 100 de la
superficie de la Tierra. El proceso de acidificación se origina de la siguiente
forma: ‐ El azufre se encuentra en un principio en estado elemental, fijado en
los combustibles fósiles. El nitrógeno en forma elemental se encuentra en el
aire y también en los combustibles.
‐ Durante el proceso de la combustión de los combustibles fósiles se liberan el
azufre y el nitrógeno, emitiéndose, en su mayor parte por las chimeneas, a la
atmósfera como dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx),
respectivamente.
‐ Los óxidos de azufre y nitrógeno sufren una serie de fenómenos tales como
transporte a gran distancia, reacciones químicas, precipitación y deposición.
Con el tiempo estos óxidos y los distintos compuestos a que dan lugar retornan
a la superficie de la tierra donde son absorbidos por los suelos, el agua o la
vegetación.
El proceso de retorno a la tierra puede realizarse de dos formas distintas,
dando lugar a la llamada deposición seca o a la húmeda.
a) Deposición seca: Una fracción de los óxidos vertidos a la atmósfera retornan
a la superficie de la tierra en forma gaseosa o de aerosoles. Esto puede ocurrir
cerca de las fuentes de emisión de los contaminantes o a distancia de hasta
algunos cientos de kilómetros de la misma, en función de las condiciones de
dispersión. No obstante, la deposición en seco es predominante en zonas
próximas al foco emisor.
b) Deposición húmeda: La mayor parte de los SO2 y NOx que permanecen en
el aire sufren un proceso de oxidación que da lugar a la formación de ácido
sulfúrico (SO4H2) y ácido nítrico (NO3H). Estos ácidos se disuelven en las
gotas de agua que forman las nubes y en las gotas de lluvia, retornando al
suelo con las precipitaciones. Una parte de estos ácidos queda neutralizada
por sustancias presentes en el aire, tales como el amoníaco, formando iones
de amonio (NH4 +). Los ácidos disueltos consisten en iones de sulfato (SO4 =),
iones nitrato (NO3 -) iones de hidrógeno (H+). Todos estos iones están
presentes en las gotas de lluvia, lo que da lugar a la acidificación de la misma.
Degradación de la capa de ozono Uno de los grandes problemas que tienen
lugar entre los contaminantes de la atmósfera es la disminución de la capa de
ozono estratosférica como consecuencia de la descarga de determinadas
sustancia a la atmósfera. El descubrimiento del ozono y su existencia en la
atmósfera se remonta a mediados del XIX, mientras que las primeras
variaciones sobre su cantidad y variación datan de 1930. En los años 70
comienzan los estudios científicos que ponen en evidencia la relación entre el
deterioro de la capa de ozono en la estratosfera y la emisión a la atmósfera a
nivel del suelo de determinadas sustancias químicas antropogénicas.
Muchos de los gases que ya han sido incluidos como gases invernadero actúan
probablemente también en la destrucción del ozono. El ozono se produce en
niveles estratosféricos por disociación del oxígeno molecular con radiaciones
de longitudes de onda inferiores a 240 nm, radiación que no llega a la
superficie, y es eliminado en niveles más bajos de forma natural. Las
actividades humanas están aumentando la concentración de sustancias como
NOx, halógenos, hasta el punto de que por ciclos catalíticos estas sustancias
pueden estar destruyendo el ozono más rápidamente de lo que tarda en
producirse. La cantidad de reacciones posibles es muy elevada y no es seguro
que todas las amenazas potenciales se conozcan aún. Posibles causas
identificadas son los óxidos nitrosos emitidos por fertilizantes, y sobre todo, los
CFC.
Los CFC son moléculas que contienen cloro, flúor y carbono y que son
completamente de origen antropogénico. Presentan una gran estabilidad
química y unos tiempos de residencia muy elevados en la atmósfera. Los más
estudiados han sido el CFC-11 (CFCl3) y el CFC-12 (CF2Cl2). El único
mecanismo conocido para su degradación es la fotolisis mediante radiación de
baja longitud de onda, precisamente la radiación ultravioleta que llega a la
estratosfera. Cuando los CFC llegan a ésta pueden romperse soltando Cl que
actúan sobre el ozono:
CCl2F2 + hν → Cl + CClF2
el Cl desencadena una serie de reacciones que van destruyendo el ozono. Al
final el cloro vuelve a las capas bajas de la atmósfera contribuyendo a la lluvia
ácida. Los CFC se han utilizado mucho en las últimas décadas como
propelentes de aerosoles, para espumas plásticas, refrigerantes en los circuitos
de las neveras, y disolventes orgánicos.
En 1987 se firmó entre los países más desarrollados el Protocolo de Montreal
por el que se deben reducir el uso de estos compuestos. A pesar de eso e
incluso suponiendo que la reducción fuera total, la gran estabilidad de estos
compuestos haría que aún siguiera subiendo su concentración en la atmósfera
pues tienen un tiempo de residencia muy elevado.
Vehículos automóviles
Las principales contaminantes a considerar, en relación con la contaminación
atmosférica producida por los vehículos, son:
‐ Monóxido de carbono
‐ Hidrocarburos inquemados
‐ Oxidos de nitrógeno
‐ Dióxido de azufre
‐ Partículas (inquemados y metálicas)
Procesos de combustión
Los contaminantes emitidos en la combustión de combustibles fósiles y sus
derivados tienen su origen en dos tipos de focos: calefacciones domésticas y
calderas industriales de generación de calor y electricidad.
Calefacciones domésticas
Las instalaciones de calefacción domésticas son una de las principales fuentes
de contaminación atmosférica de las grandes ciudades. Este tipo de focos
puede contribuir con un 20 o un 30 por 100 a las emisiones totales a la
atmósfera en áreas urbanas. Los principales contaminantes producidos
dependen del tipo de combustible empleado.
En el caso del carbón los principales contaminantes producidos son: anhídrido
sulfuroso, cenizas volantes, hollines, metales pesados y óxidos de nitrógeno.
Cuando el combustible empleado es líquido (gasóleo o gasoil) los principales
contaminante emitidos son: SO2, SO3, NOx, hidrocarburos volátiles no
quemados y partículas carbonosas.
El gas natural es el combustible más limpio de los actualmente disponibles para
calefacción, siendo su producción de contaminantes despreciable respecto a
los otros combustibles.
La producción total de contaminantes por las calefacciones dependen de
consumo y tipos de combustibles empleados, así como de las calidades de los
mismos.
nitrógeno (NOx)
Los tres primeros son los que se emiten en mayor volumen, emitiéndose los
restantes en menor cuantía. Pequeñas cantidades de materiales radiactivos
tales como, radón y uranio presentes en los combustibles, pueden ser emitidas
por estas instalaciones.
Industria
La contaminación de origen industrial se caracteriza por la gran cantidad de
contaminantes producidos y por la diversidad de los mismos. Por otra parte en
los focos industriales se suelen combinar las emisiones puntuales, de fácil
detección y control, con emisiones difusas de difícil evaluación.
Los tipos de contaminantes producidos por los focos industriales dependen
fundamentalmente de las calidades de los combustibles y materias primas
empleadas, del tipo de proceso y de la tecnología utilizada.
TÉCNICAS DE MUESTREO
Cualquier técnica de medida que base su funcionamiento en la captación de
una muestra material debe cuidar de manera especial la fase del muestreo
porque se trata de un paso limitante. En el caso concreto de la medida de
contaminantes atmosféricos, el diseño de las técnicas de muestreo depende
fuertemente de: la naturaleza de los contaminantes que se pretendan medir
(compuestos gaseosos o partículas materiales), de las técnicas analíticas que
se vayan aplicar posteriormente sobre la muestra, y del ámbito (emisión /
inmisión) en el que se desee realizar la medida.
Los sistemas de muestreo de contaminantes se pueden agrupar en dos
grandes categorías: Sistemas de Muestro Activo (SMA) y Sistemas de
Muestreo Pasivo (SMP).
Sistemas de Muestreo Activo
Las técnicas de muestreo activo se pueden emplear tanto en medidas de
emisión como de inmisión. En ellas se utiliza algún elemento (bomba, etc.) para
aspirar un cierto flujo del aire o de los humos a caracterizar, haciendo que ese
flujo pase a través de un sistema de retención del contaminante de interés
(solución captadora, sustancia adsorbente, filtro, superficie de impacto, etc.) al
objeto de captar sobre ella suficiente cantidad de materia como poder realizar
con éxito el correspondiente análisis posterior. En estos SMA se puede
controlar y conocer perfectamente el volumen de aire o de humos muestreado,
aspecto fundamental, y existen numerosas Normas técnicas que los describen
en gran detalle. En estas Normas, además de recoger pormenorizadamente la
fase de obtención de muestras de gases o partículas, se especifican también
los procedimientos de manipulación, conservación y acondicionamiento de
muestras, al objeto de evitar alteraciones y contaminaciones de las mismas
antes del correspondiente análisis.
Muestreos activos en inmisión
Desde un punto de vista técnico, la realización de muestreos activos en
inmisión es relativamente sencilla, especialmente en el caso de los gases,
porque básicamente sólo se requiere un sistema de aspiración de aire y un
conjunto de canalizaciones inertes (tubos de teflón, etc.) para llevar los
caudales de muestra hasta los sistemas de captación o medida continua. Sin
embargo, pese a esta aparente simplicidad técnica, conseguir muestreos
suficientemente representativos de las concentraciones ambientales existentes
en el emplazamiento de interés puede llegar a ser un objetivo bastante
complejo. En el ámbito del control de la calidad del aire, el Real Decreto
102/2011 recoge los criterios de selección de los puntos de muestreo y todas
las condiciones que éstos deben reunir en cuanto a ubicación y características.
En este sentido, es fundamental evitar muestrear en microambientes con
escasa representatividad, salvo que ese sea precisamente el objetivo. En
consecuencia, siguiendo las recomendaciones del citado RD, es crucial buscar
emplazamientos representativos de las diferentes circunstancias ambientales
existentes en el área de estudio, sea esta una zona urbana, industrial, o de
fondo, de forma que a través de esos muestreos y medidas se obtenga una
visión completa y realista de la calidad del aire en la zona completa.
Obviamente, cuando se trata de localizar emplazamientos para estaciones de
fondo planetario en redes de medida de carácter científico los requerimientos
son bastante especiales y la sofisticación técnica puede resultar muy grande.
En la figura 1 se muestran dos ejemplos claramente diferenciados de
estaciones.
Figura 1. a) Estación urbana típica de calidad del aire. b) Estación GAW de
Izaña (Tenerife).
Con independencia del tipo de estación ambiental de que se trate, el muestreo
de partículas ambientales, a diferencia del de gases ya mencionado, requiere
algunos elementos específicos, especialmente cuando que desea limitar el
tamaño de las partículas a colectar. Los elementos que permiten ese muestreo
selectivo de partículas según tamaños son los denominados cabezales de corte
que evitan la entrada de partículas con tamaño (diámetro aerodinámico)
superior al límite previamente establecido. Por ejemplo, cuando se desea
muestrear partículas PM10 o PM2,5 es preciso utilizar a la entrada de los
captadores unos cabezales de corte homologados para ello. Su uso garantiza
una elevada eficiencia en la colección de partículas con diámetros
aerodinámicos equivalente iguales o inferiores a 10 µm o a 2,5 µm,
respectivamente, quedando retenidas a la entrada las de tamaño superior
evitando que lleguen al filtro de muestreo. En la figura 2 se muestran algunos
ejemplos de este tipo de cabezales.
TEMA 41
Variabilidad natural y cambio climático antropogénico. El
efecto invernadero. Fuentes y sumideros de los principales
gases de efecto invernadero. La observación de la evolución de
la temperatura del planeta. Métodos directos e indirectos. El V
informe del IPCC.
Variabilidad natural y cambio climático antropogénico
Son consideradas como causas naturales aquellas que no son producidas por
la actividad humana, entre las que se cuentan las siguientes:
c) Precesión:
2. Variabilidad solar.
El Sol es una estrella variable y la energía por él emitida varía con el tiempo.
Su efecto es claro: un aumento (disminución) de la energía recibida del Sol
produce un calentamiento (enfriamiento) en el sistema tierra - atmósfera. Los
resultados de los modelos climáticos indican que un aumento del 2% de la
energía entrante debería producir el mismo cambio climático que una
duplicación del dióxido de carbono en la misma cantidad de tiempo, aunque
cabe destacar que mientras la energía solar se concentra en los trópicos, el
efecto invernadero afectaría más a las altas que a las bajas latitudes. Si la
radiación solar se incrementa en el futuro, tal como ha ocurrido en los últimos
50 años, entonces se reforzará el efecto invernadero, de lo contrario podría
haber una pequeña atenuación del mismo.
3. Tectónica de placas.
4. Actividad volcánica.
Efecto invernadero
La retención del calor en el planeta es un fenómeno que se manifiesta a través
de la temperatura media del mismo. Para el cálculo de dicha temperatura se
consideran modelos climáticos complejos o bien modelos sencillos basados en
balances de la energía de radiación del sol. Para explicar el significado del
Efecto Invernadero es necesario primero establecer estos balances.
Posteriormente se evaluará la influencia de la contaminación atmosférica sobre
este efecto natural.
En una primera aproximación al problema podría considerarse a la Tierra como
un cuerpo negro donde se absorbe toda la radiación recibida del sol, radiación
que se caracteriza por una intensidad definida mediante la constante solar S,
cuyo valor es 1372 W/m2. Una manera sencilla de calcular la velocidad con
que es absorbida esta intensidad de radiación es referirla a un plano
perpendicular a la misma y con el mismo radio de la Tierra.
Sumideros de carbono
Forestación
Reforestación
Deforestación
Las Partes tienen la obligación de informar de las emisiones por las fuentes y
absorciones por los sumideros de CO2 y otros gases de efecto invernadero
debidas a actividades LULUCF bajo el artículo 3.3. Estas actividades deben de
haberse realizado con posterioridad al 31 de diciembre de 1989 y con
anterioridad al 31 de diciembre del último año del período de compromiso.
Las actividades recogidas bajo el artículo 3.4. son adicionales a las anteriores y
opcionales. Pueden elegirse varias, una o ninguna. Estas actividades
adicionales son:
Definiciones
Las definiciones más relacionadas con los sumideros y las actividades de uso
de la tierra, cambio de uso de la tierra y selvicultura son las siguientes:
A. Definición de bosque