Está en la página 1de 48

CONTROL DE LA POLUCIÓN DEL AIRE

Consideraciones generales

Cada año, los países industrializados generan miles de millones de toneladas de contaminantes.
Los contaminantes atmosféricos más frecuentes y más ampliamente dispersos son el monóxido de
carbono, el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, el ozono, el dióxido de carbono y las
partículas en suspensión. El nivel suele expresarse en términos de concentración atmosférica
(microgramos de contaminantes por metro cúbico de aire) o, en el caso de los gases, en partes por
millón, es decir, el número de moléculas de contaminantes por millón de moléculas de aire.

Muchos contaminantes proceden de fuentes fácilmente identificables; el dióxido de azufre, por


ejemplo, procede de las centrales energéticas que queman carbón o petróleo. Otros se forman por
la acción de la luz solar sobre materiales reactivos previamente emitidos a la atmósfera (los
llamados precursores). Por ejemplo, el ozono, un peligroso contaminante que forma parte del
smog, se produce por la interacción de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno bajo la influencia de
la luz del sol. El ozono ha producido también graves daños en las cosechas. Por otra parte, el
descubrimiento en la década de 1980 de que algunos contaminantes atmosféricos, como los
clorofluorocarbonos (CFC), están produciendo una disminución de la capa de ozono protectora del
planeta, ha conducido a una supresión paulatina de estos productos.

La atmósfera está constituida por varias capas de aire. Las de mayor importancia para el estudio
del control de la contaminación del aire se llaman troposfera y estratosfera. La troposfera es la
capa delgada de aire relativamente denso más cercana a la superficie de la tierra. La troposfera
contiene el aire que todos los seres vivos necesitamos para respirar. La estratosfera es la capa
protectora de aire que ayuda a absorber y dispersar la energía solar.
Figura 6.1 Divisiones de la atmósfera1

Se desconoce la composición del aire no contaminado. Los seres humanos han vivido en el planeta
durante miles de años y sus numerosas actividades han influido en la composición del aire antes
de que fuese posible medir sus elementos constitutivos. El aire es una mezcla compleja de muchas
sustancias. Los principales elementos constitutivos del aire son el nitrógeno, oxígeno y vapor de
agua. Aproximadamente 78% del aire es nitrógeno y 21% oxígeno. El uno por ciento restante
incluye pequeñas cantidades de sustancias, como el dióxido de carbono, metano, hidrógeno, argón
y helio.

En teoría, el aire siempre ha tenido cierto grado de contaminación. Los fenómenos naturales tales
como la erupción de volcanes, tormentas de viento y descomposición de plantas y animales
"contaminan" el aire. Sin embargo, cuando se habla de la contaminación del aire, los
contaminantes son aquellos generados por la actividad del hombre (antropogénicos). Se puede
considerar como contaminante a la sustancia que produce un efecto perjudicial en el ambiente.
Estos efectos pueden alterar tanto la salud como el bienestar de las personas.

Tabla 6.1 Tamaños típicos de emisiones atmosféricas de partículas

1
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. ©
Tipo de partículas Fajas de diámetros Tiempo teórico para caer 1m
Polvos de carbón 100 a 1 µm 1,1 seg a 168 min
Polvos de cemento,
100 a 0,1 µm 1,1 seg a 142 horas
fragmentación de minerales
Cenizas voladoras 100 a 0,1 µm 1,1 seg a 142 horas
Humos de combustión de aceites 1 a 0,1 µm 168 min a 142 horas
Núcleos de combustión 0,1 a 0,01 µm 142 horas a 99 días
Polvos y humos metálicos 100 a 0,001 µm 1,1 seg a 3 años

Fuente: Adaptado de Ripley et al. (1978)

Hay cientos de contaminantes en el aire que se presentan en forma de partículas y gases. El material
particulado está compuesto por pequeñas partículas líquidas o sólidas de polvo, humo, niebla y
ceniza volante. Los gases incluyen sustancias como el monóxido de carbono, dióxido de azufre y
compuestos orgánicos volátiles. También se puede clasificar a los contaminantes como primarios
o secundarios.

Un contaminante primario es aquél que se emite a la atmósfera directamente de la fuente y


mantiene la misma forma química, como por ejemplo, la ceniza de la quema de residuos sólidos.
Un contaminante secundario es aquel que experimenta un cambio químico cuando llega a la
atmósfera. Un ejemplo es el ozono que surge de los vapores orgánicos y óxidos de nitrógeno que
emite una estación de gasolina o el escape de los automóviles. Los vapores orgánicos reaccionan
con los óxidos de nitrógeno en presencia de luz solar y producen el ozono, componente primario
del smog.

Los contaminantes de aire también se han clasificado como contaminantes criterio y contaminantes
no criterio. Los contaminantes criterio se han identificado como comunes y perjudiciales para la
salud y el bienestar de los seres humanos. Fueron llamados contaminantes criterio porque fueron
objetos de estudios de evaluación publicados en documentos de criterios de calidad del aire. En el
nivel internacional los contaminantes criterio son:

- Monóxido de carbono (CO)


- Óxidos de azufre (SOx)
- Óxidos de nitrógeno (NOx)
- Ozono (O3)
- Plomo(Pb)
- Material particulado (PM)

Contaminantes en el aire2

La contaminación del aire es la que se produce como consecuencia de la emisión de


sustancias tóxicas. La contaminación del aire puede causar trastornos tales como ardor en
los ojos y en la nariz, irritación y picazón de la garganta y problemas respiratorios. Bajo
determinadas circunstancias, algunas sustancias químicas que se hallan en el aire,
contaminado, pueden producir cáncer, malformaciones congénitas, daños cerebrales y
trastornos del sistema nervioso, así como lesiones pulmonares y de las vías respiratorias.
A determinado nivel de concentración y después de cierto tiempo de exposición, ciertos
contaminantes del aire son sumamente peligrosos y pueden causar serios trastornos e
incluso la muerte.

La polución del aire también provoca daños en el medio ambiente, habiendo afectado la
flora arbórea, la fauna y los lagos. La contaminación también ha reducido el espesor de la
capa de ozono. Además, produce el deterioro de edificios, monumentos, estatuas y otras
estructuras.

La contaminación del aire también es causante de neblina, la cual reduce la visibilidad en


los parques nacionales y otros lugares y, en ocasiones, constituye un obstáculo para la
aviación.

Los principales contaminantes del aire son:

- Monóxido de Carbono (CO): Es un gas inodoro e incoloro. Cuando se lo


inhala, sus moléculas ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la

2
http://www.envtox.ucdavis.edu/cehs/TOXINS/SPANISH/airpollution.htm
distribución del oxígeno. En bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y
fatiga, mientras que en concentraciones mayores puede ser fatal.

El monóxido de carbono se produce como consecuencia de la combustión


incompleta de combustibles a base de carbono, tales como la gasolina, el
petróleo y la leña, y de la de productos naturales y sintéticos, como por ejemplo
el humo de cigarrillos. Se lo halla en altas concentraciones en lugares cerrados,
como por ejemplo garajes y túneles mal ventilados, e incluso en caminos de
tránsito congestionado.

- Dióxido de Carbono (CO2): Es el principal gas causante del efecto


invernadero. Se origina a partir de la combustión de carbón, petróleo y gas
natural. Las plantas transforman el dióxido de carbono y el agua en compuestos
alimentarios, tales como glucosa y oxígeno. Este proceso se denomina
fotosíntesis.

En estado líquido o sólido produce quemaduras, congelación de tejidos y


ceguera. La inhalación es tóxica si se encuentra en altas concentraciones,
pudiendo causar incremento del ritmo respiratorio, desvanecimiento e incluso
la muerte.

- Clorofluorcarbonos (CFC): Son substancias químicas que se utilizan en gran


cantidad en la industria, en sistemas de refrigeración y aire acondicionado y en
la elaboración de bienes de consumo. Cuando son liberados a la atmósfera,
ascienden hasta la estratosfera. Una vez allí, los CFC producen reacciones
químicas que dan lugar a la reducción de la capa de ozono que protege la
superficie de la Tierra de los rayos solares. La reducción de las emisiones de
CFC y la suspensión de la producción de productos químicos que destruyen la
capa de ozono constituyen pasos fundamentales para la preservación de la
estratosfera.
- Contaminantes atmosféricos peligrosos (CAP): Son compuestos químicos
que afectan la salud y el medio ambiente. Las emanaciones masivas pueden
causar cáncer, malformaciones congénitas, trastornos del sistema nervioso y
hasta la muerte.

Las emisiones de CAP provienen de fuentes tales como fábricas de productos


químicos, productos para limpieza en seco, imprentas y vehículos (automóviles,
camiones, autobuses y aviones).

- Plomo (Pb): Es un metal de alta toxicidad que ocasiona una diversidad de


trastornos, especialmente en niños pequeños. Puede afectar el sistema nervioso
y causar problemas digestivos. Ciertos productos químicos que contienen
plomo son cancerígenos. El plomo también ocasiona daños a la fauna y flora
silvestres.
El contenido de plomo de la gasolina se ha ido eliminando gradualmente, lo que
ha reducido considerablemente la contaminación del aire. Sin embargo, la
inhalación e ingestión de plomo puede tener lugar a partir de otras fuentes, tales
como la pintura para paredes y automóviles, los procesos de fundición, la
fabricación de baterías de plomo, los señuelos de pesca, ciertas partes de las
balas, algunos artículos de cerámica, las persianas venecianas, las cañerías de
agua y algunas tinturas para el cabello.

- Ozono (O3): Este gas es una variedad de oxígeno, que, a diferencia de éste,
contiene tres átomos de oxígeno en lugar de dos. El ozono de las capas
superiores de la atmósfera, donde se forma de manera espontánea, constituye la
llamada “capa de ozono”, la cual protege la tierra de la acción de los rayos
ultravioletas. Sin embargo, a nivel del suelo, el ozono es un contaminante de
alta toxicidad que afecta la salud, el medio ambiente, los cultivos y una amplia
diversidad de materiales naturales y sintéticos.
El ozono produce irritación del tracto respiratorio, dolor en el pecho, tos
persistente, incapacidad de respirar profundamente y un aumento de la
propensión a contraer infecciones pulmonares. A nivel de medio ambiente, es
perjudicial para los árboles y reduce la visibilidad.

El ozono que se halla a nivel del suelo proviene de la descomposición


(oxidación) de los compuestos orgánicos volátiles de los solventes, de las
reacciones entre substancias químicas resultantes de la combustión del carbón,
gasolina y otros combustibles y de las substancias componentes de las pinturas
y spray para el cabello. La oxidación se produce rápidamente a alta temperatura
ambiente. Los vehículos y la industria constituyen las principales fuentes del
ozono a nivel del suelo.

- Óxido de nitrógeno (NOx): Proviene de la combustión de la gasolina, el carbón


y otros combustibles. Es uno de las principales causas del smog y la lluvia ácida.
El primero se produce por la reacción de los óxidos de nitrógeno con
compuestos orgánicos volátiles. En altas concentraciones, el smog puede
producir dificultades respiratorias en las personas asmáticas, accesos de tos en
los niños y trastornos en general del sistema respiratorio. La lluvia ácida afecta
la vegetación y altera la composición química del agua de los lagos y ríos,
haciéndola potencialmente inhabitable para las bacterias, excepto para aquellas
que tienen tolerancia a los ácidos.

- Partículas: En esta categoría se incluye todo tipo de materia sólida en


suspensión en forma de humo, polvo y vapores. Además, de reducir la
visibilidad y la cubierta del suelo, la inhalación de estas partículas
microscópicas, que se alojan en el tejido pulmonar, es causante de diversas
enfermedades respiratorias. Las partículas en suspensión también son las
principales causantes de la neblina, la cual reduce la visibilidad.
Las partículas de la atmósfera provienen de diversos orígenes, entre los cuales
podemos mencionar la combustión de diesel en camiones y autobuses, los
combustibles fósiles, la mezcla y aplicación de fertilizantes y agroquímicos, la
construcción de caminos, la fabricación de acero, la actividad minera, la quema
de rastrojos y malezas y las chimeneas de hogar y estufas a leña.

- Dióxido de azufre (SO2): Es un gas inodoro cuando se halla en bajas


concentraciones, pero en alta concentración despide un olor muy fuerte. Se
produce por la combustión de carbón, especialmente en usinas térmicas.
También proviene de ciertos procesos industriales, tales como la fabricación de
papel y la fundición de metales. Al igual que los óxidos de nitrógeno, el dióxido
de azufre es uno de los principales causantes del smog y la lluvia ácida. Está
estrechamente relacionado con la formación del ácido sulfúrico. Puede causar
daños en la vegetación y en los metales y ocasionar trastornos pulmonares
permanentes y problemas respiratorios.

- Compuestos orgánicos volátiles (COV): Son substancias químicas orgánicas.


Todos los compuestos orgánicos contienen carbono y constituyen los
componentes básicos de la materia viviente y de todo derivado de la misma.
Muchos de los compuestos orgánicos que utilizamos no se hallan en la
naturaleza, sino que se obtienen sintéticamente. Los compuestos químicos
volátiles emiten vapores con gran facilidad. La emanación de vapores de
compuestos líquidos se produce rápidamente a temperatura ambiente.
Los COV incluyen la gasolina, compuestos industriales como el benceno,
solventes como el tolueno, xileno y percloroetileno (el solvente que más se
utiliza para la limpieza en seco). Los COV emanan de la combustión de
gasolina, leña, carbón y gas natural, y de solventes, pinturas, colas y otros
productos que se utilizan en el hogar o en la industria. Las emanaciones de los
vehículos constituyen una importante fuente de COV. Muchos compuestos
orgánicos volátiles son peligrosos contaminantes del aire. Por ejemplo, el
benceno tiene efectos cancerígenos.
Tipos de contaminantes en el aire

Los contaminantes se pueden dividir en:

- Contaminantes primarios
- Contaminantes secundarios

Contaminantes primarios

Los contaminantes primarios son aquellos que se emiten directamente de una fuente sin
que se produzca en ellos un cambio químico posterior, o bien este cambio no tiene gran
importancia clínica. Estos pueden ser los gases CO, CO 2, SO2 y NO; los metales como el
plomo, el grafito o el carbón.

Contaminantes secundarios

Son los que han estado sujetos a cambios químicos, o bien, son el producto de la reacción
de dos o más contaminantes primarios en la atmósfera. Entre ellos destacan oxidantes
fotoquímicos y algunos radicales de corta existencia como el ozono (O 3).

Estos contaminantes pueden ser causados por diferentes fuentes como:

1. Procesos industriales: que a pesar de ciertas medidas preventivas constituyen uno


de los principales focos contaminantes.
2. Combustiones domésticas e industriales: principalmente los combustibles sólidos
(carbón) que producen humos, polvo y óxido de azufre.
3. Vehículos de motor: cuya densidad en las regiones muy urbanizadas determina una
elevada contaminación atmosférica (óxido de carbono, plomo, óxido de nitrógeno,
partículas sólidas).
Los agentes contaminantes secundarios son los que se forman por reacción química de
precursores naturales o emitidos de fuentes artificiales. Estos incluyen el ozono (O 3),
HNO3, H2SO4, el peroxyacetyl nitrato y una gran cantidad de compuestos inorgánicos que
pueden existir en forma gaseosa o en forma de partículas. La fuente principal de unos y de
otros es la combustión de productos derivados del petróleo por los transportes en las
ciudades y las áreas industriales. Se considera que las micropartículas en suspensión que
provienen de los motores y calderas de Diesel inflaman las mucosas nasales, multiplicando
la respuesta alérgica. Estas partículas al ser tan pequeñas, son incapaces de sedimentarse o
desaparecer, quedando flotantes y trasladándose por el aire muchos kilómetros. También
por su tamaño son perfectamente respirables y al estar impregnadas de carbón y de
diferentes tipos de sales, como sulfato y nitrato amónico, producen la reacción de las
mucosas.

Expresiones de concentración

La concentración de una sustancia es la cantidad de la misma en un volumen determinado


de espacio o en una cantidad dada de otra materia. Las concentraciones de los gases del
aire suelen expresarse en razones o volúmenes.3

Para ver esto de una manera ilustrada, imaginemos que efectuamos una mezcla que
designaremos como "aire", consistente en 20 litros de oxígeno (O2) y 80 litros de nitrógeno
(N2). (Esta no es la misma composición que la atmósfera de la Tierra, pero es muy parecida
a ella.). Entonces la composición será de 20/100 ó 20 por 100, O2, en volumen y 80/100 ó
80 por 100 de N2, en volumen. Ver figura siguiente.

3
Ingeniería Ambiental, J. Glynn Henry – Gary W. Heinke, Prentice Hall, México, 1999
Figura 6.2 Concentración en porcentaje

Ahora imaginemos que mezclamos el aire con un contaminante, como el dióxido de azufre,
SO2. Las concentraciones podrán expresarse como sigue:

Figura 6.3 Concentración en ppm

En la anterior ilustración, 1 ppm significa "una parte por millón", o un volumen de SO2, en
un millón de volúmenes de aire contaminado. Al tratar con concentraciones más pequeñas
todavía, nos servimos algunas veces de la expresión "partes por 1000 millones", o ppb, lo
que significa volúmenes de contaminante por 1000 millones (o un billón de volúmenes de
aire).

En los gases a temperatura y presión constantes los volúmenes ocupados son directamente
proporcionales al número de moléculas contenidas. Por consiguiente, decir que hay 1 ppm
de SO2 en el aire significa que una molécula entre un millón es una molécula de SO 2. Pero
no basta comprender la aritmética. Hay que adquirir también algún sentido de los
volúmenes de estos números.

Efectos globales

Aunque la contaminación no es ninguna novedad en lo que va de la historia de la Tierra, ni


es exclusivamente producida por el hombre, sólo ahora y por culpa de nuestra especie se
ha llegado a poner en peligro la biosfera.

Cada vez está más admitida la necesidad de realizar estudios sobre los posibles efectos que
a largo plazo puede producir la contaminación atmosférica sobre los distintos ecosistemas,
sobre el clima y sobre la estratosfera. Tanto las modificaciones de las características de los
suelos, debidas al lavado de los elementos del mismo por las lluvias ácidas, como los
cambios producidos en las grandes masas de agua por el aumento de la concentración de
metales tóxicos, pueden tener consecuencias ecológicas irreversibles.

El aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y de otros contaminantes en la


atmósfera puede dar lugar a una elevación general de la temperatura del globo, por efecto
invernadero, que modificaría el régimen de lluvias, lo que produciría alteraciones sobre las
tierras cultivables y la extensión de los desiertos. Por otra parte, los sulfatos y las partículas
finas que disminuyen la visibilidad pueden igualmente reducir la intensidad de la radiación
solar. Los hidrocarburos halogenados y los óxidos de nitrógeno emitidos por los aviones
supersónicos pueden provocar una disminución de ozono en la estratosfera con el
consiguiente aumento de la radiación ultravioleta que llegaría a la Tierra.

Efecto invernadero

El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que permite mantener la


temperatura del planeta, al retener parte de la energía proveniente del Sol. El
aumento de la concentración de dióxido de carbono (CO 2) proveniente del uso de
combustibles fósiles ha provocado la intensificación del fenómeno y el consecuente
aumento de la temperatura global, el derretimiento de los hielos polares y el
aumento del nivel de los océanos.

El vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) y el gas metano forman una capa
natural en la atmósfera terrestre que retiene parte de la energía proveniente del Sol.
El uso de combustibles fósiles y la deforestación ha provocado el aumento de las
concentraciones de CO2 y metano, además de otros gases, como el óxido nitroso,
que aumentan el efecto invernadero. (Ver Figura 6.4)

Figura 6.4 Efecto invernadero (simulación 1)


La superficie de la Tierra es calentada por el Sol. Pero ésta no absorbe toda la
energía sino que refleja parte de ella de vuelta hacia la atmósfera. (Ver Figura 6.5)
Figura 6.5 Efecto invernadero (simulación 2)

Alrededor del 70% de la energía solar que llega a la superficie de la Tierra es


devuelta al espacio. Pero parte de la radiación infrarroja es retenida por los gases
que producen el efecto invernadero y vuelve a la superficie terrestre. (Ver Figura
6.6)

Figura 6.6 Efecto invernadero (simulación 3)


Como resultado del efecto invernadero, la Tierra se mantiene lo suficientemente
caliente como para hacer posible la vida sobre el planeta. De no existir el fenómeno,
las fluctuaciones climáticas serían intolerables. Sin embargo, una pequeña variación
en el delicado balance de la temperatura global puede causar graves estragos. En
los últimos 100 años la Tierra ha registrado un aumento de entre 0,4 y 0,8ºC en su
temperatura promedio. (Ver Figura 6.7)

Figura 6.7 Efecto invernadero (simulación 4)

Lluvia ácida4

Es la precipitación, normalmente en forma de lluvia, pero también en forma de


nieve o niebla, que presenta un pH del agua inferior a 5,65. Ésta implica la
deposición de sustancias desde la atmósfera durante la precipitación. Las sustancias
acidificantes pueden presentar un carácter directamente ácido o pueden adquirir
dicha condición por transformación química.

4
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. ©
Figura 6.8 Lluvia ácida

El problema de la lluvia ácida tuvo su origen en la Revolución Industrial, y no ha


dejado de empeorar desde entonces. Hace tiempo que se reconoce la gravedad de
sus efectos a escala local, como ejemplifican los periodos de smog ácido en áreas
muy industrializadas, así como su gran capacidad destructiva en zonas alejadas de
la fuente contaminante. Una extensa área que ha sido objeto de múltiples estudios
es el norte de Europa, donde la lluvia ácida ha erosionado estructuras, dañado los
bosques y las cosechas, y puesto en peligro o diezmado la vida en los lagos de agua
dulce.

Acidificación

La mayor parte de las sustancias acidificantes vertidas al aire son el dióxido de


azufre y los óxidos de nitrógeno. Se comenta aquí, como ejemplo, la ruta de
acidificación del azufre: una gran parte del dióxido de azufre es oxidado a trióxido
de azufre, que es muy inestable y pasa rápidamente a ácido sulfúrico. La oxidación
catalítica del dióxido de azufre es también rápida. Se cree que en las gotas de agua
se produce la oxidación implicando oxígeno molecular y, como catalizadores, sales
de hierro y manganeso procedentes de la combustión del carbón. Además, puede
producirse oxidación fotoquímica por la acción del ozono. En cualquier caso, la
consecuencia es la formación de niebla con alto contenido en ácido sulfúrico.

Daños ambientales

La lluvia ácida provoca impactos ambientales de consideración. Ciertos


ecosistemas son más susceptibles que otros a la acidificación. Típicamente, éstos
tienen normalmente suelos poco profundos, no calcáreos, formados por partículas
gruesas que yacen sobre un manto duro y poco permeable de granito, gneis o
cuarcita. En estos ecosistemas puede producirse una alteración de la capacidad de
los suelos para descomponer la materia orgánica, interfiriendo en el reciclaje de
nutrientes. En cualquier caso, además de los daños a los suelos, hay que resaltar los
producidos directamente a las plantas, ya sea a las partes subterráneas o a las aéreas,
que pueden sufrir abrasión (las hojas se amarillean). Además, la producción
primaria puede verse afectada por la toxicidad directa o por la lixiviación de
nutrientes a través de las hojas. No obstante, existen algunos casos en que se ha
aportado nitrógeno o fósforo al medio a través de la precipitación ácida en los que
la consecuencia ha sido el aumento de producción ya que ese elemento era limitante.

Hay también evidencias incontrovertibles de daños producidos en los ecosistemas


acuáticos de agua dulce, donde las comunidades vegetales y animales han sido
afectadas, hasta el punto de que las poblaciones de peces se han reducido e incluso
extinguido al caer el pH por debajo de 5. Estos efectos se atenúan en aguas duras
(alto contenido en carbonatos), que amortiguan de modo natural la acidez de la
precipitación. Así, de nuevo, los arroyos, los ríos, las lagunas y los lagos de zonas
donde la roca madre es naturalmente de carácter ácido son los más sensibles a la
acidificación. Uno de los grandes peligros de la lluvia ácida es que su efecto en un
ecosistema particular, además de poder llegar a ser grave, es altamente
impredecible.

Efectos de los contaminantes en el aire

En las siguientes secciones se examinarán algunos ejemplos de los efectos de la contaminación del
aire. Todos ellos identifican impactos locales, observables o mensurables, porque es muy difícil
establecer correlaciones directas entre contaminantes específicos y efectos de exposiciones a largo
plazo o a grandes distancias. Uno de los efectos locales más evidentes de las partículas en la
atmósfera es una reducción de la visibilidad. Hace sólo unas cuantas décadas era claramente visible
la suciedad causada por el hollín y el humo en casi todos los centros urbanos. Un ejemplo de un
costo oculto de la contaminación del aire es que la reducción de la visibilidad hace más lento el
tráfico aéreo y crea la necesidad de sistemas de aterrizaje guiados por instrumentos.

Existen también efectos sutiles en la salud, como irritación de ojos o nariz o dificultades para
respirar. En casos extremos los efectos alcanzan al cerebro (CO) y el estómago (varios
contaminantes solos o combinados). Los daños a la vegetación por exposición crónica a
contaminantes atmosféricos puede ser uno de los síntomas precursores más evidentes que permiten
identificar la contaminación crónica del aire. 5

6.3.1 Efectos en la salud humana

Dependiendo de exposiciones agudas o crónicas, los efectos en la salud pueden ser:

- El CO y el CO2 ocasionan dolores de cabeza, estrés, fatiga, problemas cardiovasculares,


desmayos, etc.
- Los óxidos de nitrógeno y azufre (NOx y SOx) ocasionan enfermedades bronquiales,
irritación del tracto respiratorio, cáncer, etc.
- El Plomo, el Mercurio y las dioxinas pueden generar problemas en el desarrollo mental
de los fetos. También ocasionan enfermedades ocupacionales en ciertas industrias.
- El cadmio puede generar enfermedades en la sangre.
- El debilitamiento de la capa de ozono puede ocasionar cáncer a la piel y enfermedades
a la vista.

La contaminación del aire puede irritar los ojos, la garganta y los pulmones. Los síntomas
más comunes al ser expuesto a altos niveles de contaminación son el ardor de ojos, la tos,
y la dificultad al respirar.

Pero la respuesta del cuerpo a la contaminación varía mucho de una persona a otra.
Algunas personas notan que tienen dificultad al respirar y tos, mientras otras personas no
sienten ningún síntoma. Como el ejercicio requiere respirar más rápida y profundamente,
puede hacer que estos síntomas sean más intensos. La persona con problemas en el
corazón, como angina, o con problemas pulmonares, como el asma o enfisema, puede ser
más sensible a la contaminación del aire y puede notar síntomas que otras personas no
sienten. Afortunadamente para la mayoría de las personas saludables, los síntomas por
ser expuestos a la contaminación del aire, se van tan pronto mejora la calidad del aire.

5
Ingeniería Ambiental, J. Glynn Henry – Gary W. Heinke, Prentice Hall, México, 1999
Pero, algunos grupos de gente son más sensibles a los efectos de la contaminación que
otros.

Las personas con enfermedades del corazón o pulmones reaccionan de manera más severa
a la contaminación del aire. Durante épocas de contaminación alta, sus condiciones
pueden empeorar hasta el punto en que necesiten limitar sus actividades o buscar cuidados
médicos adicionales. En el pasado el alto número de muertes ha sido asociado con niveles
de contaminación severos.

Ser expuesto a altos niveles de contaminación ambiental por largo tiempo tiene efectos en
la salud que siguen siendo estudiados:

Tabla 6.2 Efectos en la salud a causa de la contaminación del aire

Contaminante Descripción Orígenes Efectos Comentario


Ozono (O3) Contaminante Emisiones de Lesiones pulmonares.
gaseoso secundario. vehículos en Irritación de ojos.
Contaminación combinación con Problemas con el
fotoquímica otros vapores. aparato respiratorio.
Daña la vegetación
Formado de otros
contaminantes en
el aire en presencia
de luz solar

Dióxido de Compuesto gaseoso Centrales Irritación de ojos. Máximo permitido: 80 µg/m3 (0,03
azufre (SO2) constituido de termoeléctricas Lesiones pulmonares. ppm) en un año; 365 µg/m3 en 24
azufre y oxígeno Refinerías Mata la vida acuática. hr (0,14 ppm)
Forma lluvia ácida.
Daña los bosques.
Deteriora los edificios
y monumentos
Óxidos de Varios compuestos Vehículos Lesiones pulmonares. Máximo permitido: 100 µg/m3
nitrógeno gaseosos Centrales Forman lluvia ácida. (0,05 ppm) en un año para el NO 2;
(NOX) constituidos de termoeléctricas Deterioro de edificios reacciona con hidrocarburos y luz
nitrógeno y y monumentos. solar para formar oxidantes
Dañan los bosques. fotoquímicos
oxigeno
Forman contaminación
fotoquímica
Monóxido de Gas sin olor ni Vehículos que Dolores de cabeza, Máximo permitido: 10 mg/m3 (9
carbono (CO) color queman gasolina menor claridad mental. ppm) en 8 hr; 40 mg/m3 en 1 hr
Fogatas y quema Muerte. (35 ppm)
de leña, cartón, etc. Lesiones cardiacas
Partículas Partículas muy Motores diesel. Lesiones pulmonares. Máximo permitido: 75 µg/m3 en
suspendidas pequeñas de hollín, Centrales Irritación de ojos. un año; 260 µg/m3 en 24 hr;
totales y PM10 polvo u otras termoeléctricas. Daño a los cultivos. compuesto de carbón, nitratos,
materias incluso Industrias. Reduce la visibilidad. sulfatos y numerosos metales,
Tiñen edificios y como el plomo, el cobre, el hierro
gotitas minúsculas Tolvaneras monumentos y el cinc
de líquido
Plomo (Pb) Elemento metálico. Vehículos que Lesiones cerebrales y Máximo permitido: 1,5 µg/m3 en 3
queman gasolina renales. meses; la mayor parte del plomo
con plomo. Cultivos y ganado contenido en partículas en
Refinerías de metal contaminados suspensión
Dióxido de Todas las fuentes Posiblemente perjudicial para la
carbono (CO2) de combustión salud en concentraciones
superiores a 5000 ppm en 2-8 hr;
los niveles atmosféricos se han
incrementado desde unas 280 ppm
hace un siglo a más de 350 ppm en
la actualidad; probablemente esta
tendencia esté contribuyendo a la
generación del efecto invernadero

Fuente: Adaptado de Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. ©


Efectos ambientales

Deposición ácida
La deposición ácida no se caracteriza únicamente por la lluvia ácida; también puede ser
nieve y niebla o gas y polvo. La deposición ácida ocurre principalmente durante la
combustión de combustibles fósiles.

Cuando agentes acidificantes, como el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno y el


amoniaco acaban en las plantas, las aguas superficiales y los suelos, esto tiene una serie de
consecuencias:

- La disponibilidad de nutrientes y de esporas probablemente disminuirá.

- Cuando la acidez es alta, más metales se disolverán en el agua. Esto puede producir
contaminación de las aguas superficiales, lo que tiene serios efectos sobre la salud de
las plantas y animales acuáticos. Por ejemplo, altas concentraciones de aluminio (Al)
pueden complicar la toma de nutrientes por parte de las plantas. Esto hace del aluminio
una de las causas previas a la descomposición de los bosques. El mercurio puede ser
dispersado por el transporte por las aguas superficiales, haciendo que se acumule en los
peces. El mercurio se bioacumula en la cadena trófica, para finalmente acabar siendo
consumido por humanos.

- Edificios y monumentos pueden ser dañados por erosión. El dióxido de azufre rompe
la caliza al reaccionar con el carbonato de calcio, haciendo que la caliza absorba agua
cuando llueve. La caliza entonces se fragmentará.

Eutrofización

La eutrofización es causada por un incremento de nutrientes vegetales en el agua. El


aumento en la disponibilidad de nutrientes hace que ciertas plantas acuáticas, tales como
algas y lentejas de agua, crezcan tanto, que bloqueen el aporte de luz solar al agua. Las
plantas utilizan además todo el aporte de oxígeno disponible, que no será renovado, porque
las plantas heterotróficas y las bacterias necesitan luz para realizar la fotosíntesis. Debido
a la eutrofización el ecosistema se verá alterado. Los contaminantes del nitrógeno, tales
como óxidos de nitrógeno y amoniaco, contribuyen a este problema.

Smog

Es una mezcla de niebla con partículas de humo, formada cuando el grado de humedad en
la atmósfera es alto y el aire está tan quieto que el humo se acumula cerca de su fuente. El
smog reduce la visibilidad natural y, a menudo, irrita los ojos y el aparato respiratorio. En
zonas urbanas muy pobladas, la tasa de mortalidad suele aumentar de forma considerable
durante periodos prolongados de smog, en particular cuando un proceso de inversión
térmica crea una cubierta sobre la ciudad que no permite su disipación. El smog se produce
con más frecuencia en ciudades con costa o cercanas a ella, por ejemplo en Los Ángeles o
Tokyo, donde constituye un problema muy grave, pero también en grandes urbes situadas
en amplios valles, como la ciudad de México.6

El smog es una combinación de las palabras inglesas smoke (humo) y fog (niebla).
Podemos distinguir dos tipos diferentes de smog: el smog de verano y el smog de invierno.

El smog fotoquímico, o smog de verano, consta principalmente de ozono. Es una niebla


marrón y oxidante. Las causas del smog fotoquímico son los óxidos de nitrógeno y los
COV, que resultan del tráfico y las industrias. El ozono se forma de acuerdo con las
siguientes reacciones químicas:

NO2 + UV → NO + O

O + O2 → O3

6
Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. ©
La reacción inversa es:

NO + O3 → NO2 + O2

Foto 6.1 Smog fotoquímico

Las circunstancias más propicias para la formación de altas concentraciones de ozono son
las temperaturas de verano, la luz solar directa y una capa de aire estable, lo que permite la
dilución de los contaminantes. Es por ello que el smog fotoquímico también es llamado
smog de verano. Los efectos del smog sobre la salud dependen mucho de la concentración
de ozono y de otros oxidantes fotoquímicos. Estos contaminantes provocan irritaciones
oculares y respiratorias. Las plantas son extremadamente vulnerables al ozono. Incluso en
bajas concentraciones puede causar serios daños a las plantas.

Aparte del smog de verano, también hay smog de invierno. Al smog de invierno se le suele
llamar smog ácido; está formado principalmente por elementos nubosos. El smog de
invierno se encuentra en áreas donde la dispersión vertical de los contaminantes del aire no
es posible. Normalmente las temperaturas disminuyen durante el día en las capas de aire
superiores.

Las capas de aire calentadas cercanas a la superficie terrestre ascenderán, provocando la


dispersión vertical de los contaminantes del aire, y su dilución. En invierno la temperatura
del suelo es a veces inferior que la de las capas altas de la atmósfera, haciendo que el aire
permanezca cerca del suelo, de forma que los contaminantes no se extenderán. Este efecto
es lo que provoca el smog de invierno.

Pérdida del ozono

El ozono es creado por todas partes en la atmósfera a través de reacciones químicas bajo la
influencia de luz UV. El ozono es roto otra vez bajo la influencia de luz visible y de luz
UV-A. Cuando el ozono se descompone, se libera una molécula pobre en oxígeno, que
contribuye a la descomposición del ozono. Hay una serie de compuestos que catalizan la
descomposición del ozono. Algunos ejemplos son el ión hidroxilo (OH -), los óxidos de
nitrógeno, cloro (Cl) y bromo (Br). El cloro contribuye principalmente a la descomposición
del ozono cuando forma parte de los CFCs (Clorofluorocarbonos). Estos compuestos no se
pierden durante la reacción química, produciendo la descomposición del ozono múltiples
veces.

La descomposición y producción de ozono es un proceso natural. Sin embargo, las


actividades humanas han provocado que grandes concentraciones de productos químicos
entraran a la atmósfera, alterando el equilibrio natural.

EL ozono es muy importante para toda la vida en La Tierra, porque absorbe la dañina
radiación UV-B del sol. Las mayores concentraciones de ozono están localizadas en la capa
atmosférica entre veinte y cuarenta kilómetros sobre La Tierra. Cuando la concentración
de ozono en esta capa disminuye, la radiación UV-B puede alcanzar La Tierra. Esta
radiación daña el ADN y provoca cáncer de piel. Esta radiación también puede dañar el
sistema inmunitario de los humanos, haciéndonos más susceptibles a infecciones. La
radiación UV-B también provoca cataratas y miopía. La radiación puede disminuir el
crecimiento y la actividad fotosintética en una serie de plantas. Los cultivos primarios, tales
como el arroz, el maíz y los girasoles son muy susceptibles a esto. Los árboles también son
susceptibles a la radiación.

La radiación UV-B puede afectar a la vida acuática hasta los veinte metros por debajo de
la superficie del agua. Es perjudicial para especies de plancton, larvas de peces, cangrejos
y algas.

El fitoplancton es la base de la cadena trófica acuática. Cuando la radiación hace disminuir


la cantidad de fitoplancton esto afectará a todo el ecosistema.

Efecto invernadero (Ver 6.2.4.1)

En la siguiente tabla podemos ver qué contaminantes del aire intervienen en varios
problemas ambientales.

Tabla 6.3 Problemas ambientales y sus contaminantes

Problemas atmosféricos
Contaminantes del aire
SO2 NOX NH3 COV CO CH4
Smog fotoquímico + + + +
Smog de invierno +
Acidificación + + + +
Eutrofización + +
Cambio climático + + + +

Fuente: Elaboración propia en base a bibliografía consultada.

La dispersión de los contaminantes del aire depende principalmente en los procesos físicos
del aire: viento y tiempo atmosférico. La lejanía a la cual los contaminantes del aire sean
transportados depende principalmente del tamaño de partícula de los componentes y de la
altura a la cual la polución fue emitida al aire. Los gases emitidos al aire a través de altas
chimeneas se mezclarán con el aire de forma que las concentraciones de la zona no serán
muy altas. Sin embargo, el viento transportará los compuestos y la contaminación se
volverá muy dispersa.

La lluvia puede retirar contaminantes del aire. Ésta hará que precipiten y acaben en el suelo
o en el agua.

Para las agencias medioambientales es muy importante la determinación exacta de cómo


se extiende un contaminante. El aire no es un medio demasiado complejo. Esto nos permite
predecir la dispersión de los contaminantes del aire con modelos de ordenador. En un
modelo de ordenador la dispersión se calcula por medio de diferentes parámetros, tales
como velocidad del viento, dirección del viento, temperatura, humedad del aire y
nubosidad. Estas predicciones son de gran importancia cuando estamos tratando con nubes
tóxicas o radiación radiactiva, porque éstos son un peligro para la salud humana y porque
los habitantes de las áreas contaminadas deben ser advertidos.

Efectos estéticos

Los contaminantes acidificadores son los causantes de muchos efectos perjudiciales, tales
como la corrosión de metales y el debilitamiento o la desintegración de textiles, papel y
mármol. El sulfuro de hidrógeno, H2S, empaña la plata y ennegrece las pinturas a base de
plomo de los interiores. El ozono, produce grietas en el caucho. Los contaminantes en
partículas, arrastrados a grandes velocidades por el viento, producen una erosión
destructiva de las superficies de las construcciones.

Efectos económicos

Los óxidos de azufre y de nitrógeno reaccionan en la atmósfera para formar compuestos


ácidos que atacan las superficies metálicas, un problema que se ha agudizado en especial
para las industrias de comunicaciones, dispositivos de control y computadoras. El flúor es
particularmente reactivo, y a concentraciones atmosféricas altas se ha observado corrosión
en vidrios. Estos efectos se toman en cuenta en el diseño de componentes sensibles, y las
medidas de protección o modificaciones al diseño que se requieren aumentan el costo del
artículo producido.

El ácido sulfhídrico presente en la atmósfera reacciona con el óxido de plomo de la pintura


blanca para formar sulfuro de plomo, por lo cual se han observado casas pintadas de blanco
que adquieren un tinte pardo de un día para otro. Ya se ha señalado el envejecimiento
acelerado de los materiales sintéticos y el caucho por exposición a los oxidantes
atmosféricos. (Se altera tanto la resistencia como el color de los materiales.) Las partículas
que contienen sustancias químicas conductoras se depositan en el material aislante de los
postes y producen fugas de corriente en cables eléctricos de alto voltaje.

Es muy difícil estimar el valor monetario del deterioro acelerado de los materiales y los
objetos estéticos como edificios, estatuas o plantaciones hortícolas, o el costo de las
pérdidas de materiales o servicios.

Fuentes principales de contaminación atmosférica

Los vehículos constituyen la principal de fuente de contaminantes del aire, circulan miles de ellos
por día en todas las áreas metropolitanas, el tránsito es uno de los principales problemas de la
ciudad. Los principales problemas para mejorar el tránsito son la gran cantidad de taxis sin
pasajeros en las avenidas y calles, el mal estado y desarrollo del transporte público y la falta de
educación vial.

La cogestión de tránsito y el lento movimiento de los vehículos automotores en calles


congestionadas provocan un consumo más elevado y deficiente del combustible y por lo tanto
mayores emisiones de contaminantes.

El tránsito vehicular genera diariamente varios cientos de toneladas de gases y diminutas partículas
que se incorporan a la atmósfera. Debido a las desfavorables características geográficas y
meteorológicas, los niveles de contaminación revisten características tan dramáticas como ocurre
en otras urbes latinoamericanas.

La situación es preocupante, ya que el individuo que trabaja o circula por áreas altamente
congestionadas de la ciudad recibe el impacto directo de los tóxicos emitidos. Los vientos se
encargan además de dispersar los contaminantes, de modo que el efecto de los tóxicos emitidos se
extiende hacia otras áreas. Allí, la contaminación se suma a la producida por las fuentes locales.

Como ya habíamos dicho la contaminación de la atmósfera provoca serios daños a nuestra salud.
La exposición continua a niveles de contaminación moderadamente elevados puede producir
efectos crónicos.

Pero estos efectos se multiplican cuando el estado del parque automotor es deficiente y con altos
niveles de obsolescencia o cuando la congestión del tránsito provoca paradas reiteradas de los
vehículos, puesto que entonces la cantidad de contaminantes emitidos aumenta considerablemente.

También alcanza a percibirse cierta contaminación (humos y gases de escape de vehículos) cuando
se transitan algunas calles céntricas de la ciudad.

La medición de contaminantes gaseosos en forma continua permite conocer la contaminación en


tiempo útil, reconocer situaciones de alarma y tomar las medidas correspondientes por parte de la
autoridad en casos de contingencia. Con el análisis de los datos colectados es posible identificar
las fuentes responsables y establecer una política de prevención.
Fuentes naturales

Las emisiones de contaminantes naturales varían de un lugar a otro, con las condiciones
estacionales, geológicas y meteorológicas y con el tipo de vegetación. Las actividades
humanas también pueden contribuir a crear condiciones que aumentan la proporción de
contaminantes de fuentes naturales.
Las erupciones volcánicas presentan una fuente natural concentrada y localizada de todo
tipo de gases y partículas.

La radiactividad natural de fondo que se tiene de la atmósfera es consecuencia del


bombardeo de las moléculas gaseosas de las capas superiores de la atmósfera por la
radiación cósmica ionizante del Sol y de las emisiones del Radón y el Torón de la corteza
la terrestre.

El polvo y las partículas de arena que se arrastran durante los períodos de mucho viento
pueden ser transportadas a grandes distancias y dan origen a concentraciones muy altas de
partículas durante periodos breves en localidades remotas. Los incendios forestales son
fuentes fenomenales de partículas, CO, CO2, y los bosques vivos lo son de COV muy
reactivos.

Erupción de un volcán

En los últimos 10000 años, 1415 volcanes han sido activos en el mundo. Algunos
de ellos entran en erupción muy frecuentemente como los de Hawaii (isla situada
al sureste del estado de Hawaii, en el océano Pacífico central), Etna (volcán del sur
de Italia situado en la costa oriental de Sicilia) y Stromboli (isla volcánica situada
al sur de Italia, una de las islas Eolias, en el mar Tirreno), mientras otros
permanecen en reposo durante muchos años, pero sería un error pensar que están
extinguidos. La historia enseña que hay muchas erupciones catastróficas de
volcanes que se pensaba que ya no eran activos porque había pasado mucho tiempo
desde su última explosión como, por ejemplo, el de Pinatubo en Filipinas que entró
en actividad en 1991. Millones de personas viven en la proximidad de volcanes
peligrosos.

Una erupción volcánica de intensidad media o alta libera una energía similar a la de
un terremoto de magnitud 6,5 a 8,5 de la escala de Richter. La explosión del volcán
es más peligrosa cuanto más bruscamente se libera la energía, lo que depende de la
viscosidad del magma y de la cantidad de gases que libere. Hay distintos tipos de
erupciones:

a) Erupciones explosivas. Si el magma es viscoso y muy rico en sustancias


volátiles, cuando va ascendiendo a la superficie los gases que estaban
disueltos en profundidad debido a las elevadas presiones, pasan a formar
burbujas dentro de la masa de magma y en un determinado momento
explotan, lanzando a la atmósfera, a gran velocidad, masas de lava
incandescente y fragmentos de roca de la chimenea del volcán. La violencia
de las explosiones de un volcán aumenta cuando el magma se pone en
contacto con masas de agua (lagos, acuíferos, etc.) a las que vaporiza
violentamente.

La nube ardiente acompañada de fragmentos incandescentes y sólidos que


se forma en una erupción explosiva se desplaza a unos 100 Km./h con una
gran capacidad destructiva. La que se formó en la explosión de la Montagne
Pelée (Montaña Pelada) en Martinica (Antillas francesas), el año 1902,
alcanzó los 150 Km./h y produjo 30000 muertes. La columna eruptiva puede
alcanzar 40 o 50 Km. de altura.

b) Erupciones efusivas. Si el magma es fluido y con pocos gases fluye en


forma de colada de lava líquida causando muchos menos daños. La
velocidad de la colada no suele ser muy alta, aunque en la erupción del
Niragongo (Zaire) en 1977 alcanzó una velocidad media de 30 Km./h
causando 72 víctimas en un pueblo situado a 10 Km. del volcán. Los daños
materiales pueden ser altos porque las coladas llegan a extenderse hasta
decenas e incluso centenares de Km. desde la boca del volcán destruyendo
campos de cultivo y asentamientos humanos.

Vigilancia y previsión de las erupciones


Para proteger a las personas de los daños que puede originar un volcán, dos son las
tareas principales a realizar:

1. Mantener un sistema de vigilancia del volcán que permita prever


cuando una erupción está próxima a suceder.
2. Elaborar un buen plan de evacuación de la población.

Cuando el volcán pasa de una situación de reposo a otra de erupción tiene que
recorrer una serie de fases que se pueden vigilar. El magma debe ascender a la
superficie y en esa subida, empuja las rocas hacia arriba, levantando el suelo, se
forman grietas por las que salen humos y vapores y aumentan las sacudidas sísmicas
y el calor en la superficie. Los sistemas de vigilancia se fijan en estos síntomas para
detectar cuando hay que dar la alarma. Pero es difícil hacer estas previsiones y no
hay todavía capacidad científica de anticipar con seguridad las erupciones
volcánicas.

Erupciones como la del Monte St. Helens, en EEUU, en 1980, han sucedido sin que
se hayan podido predecir.

La situación se hace más difícil en los casos en los que hay que evacuar grandes
poblaciones. Se calcula, por ejemplo, que una erupción del Vesubio pondría en
peligro de muerte a 600000 personas y que para evacuar ordenadamente a toda esa
población se necesitan tres semanas.
Foto 6.2 Erupción del volcán Saint Helens (Washington – Estados Unidos)

Efecto de las erupciones en el medio natural

Una erupción de lava poco viscosa, cambia la forma del terreno y puede llegar a
modificar todo el aspecto del lugar. También se van originando elevaciones
montañosas.

Otro efecto de las erupciones son los incendios forestales que provocan la
desaparición de bosques enteros.

El terreno ocupado por una colada de lava enfriada comienza como un desierto sin
nada de vida en sus comienzos. Con el tiempo se va formando suelo y se produce
todo un proceso de sucesión de ecosistemas.

Los gases y cenizas emitidos por el volcán producen contaminación natural y lluvias
ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden alterar el clima mundial. La
erupción del volcán filipino Pinatubo, por ejemplo, es responsable de un
enfriamiento global en los meses siguientes a su explosión.

Foto 6.3 La lava calentada al rojo fluye en un volcán de Reunión, isla africana del océano Índico.

Foto 6.4 Terreno después de haberse solidificado la lava


(Campos de lava pahoehoe – Hawaii)
Descomposición de la materia orgánica

En el pasado, la quema de hojas, los incineradores de patio y los tiraderos al aire


libre eran fuentes comunes de emisiones de partículas y gases. En la actualidad estas
actividades o fuentes están prohibidas en la mayor parte de las comunidades, y los
residuos sólidos se eliminan en operaciones de relleno sanitario o por combustión
en incineradores municipales grandes y eficientes.

En los rellenos sanitarios antiguos la descomposición de los desperdicios a lo largo


de muchos años libera metano gaseoso (un hidrocarburo) en la atmósfera, y el ácido
sulfhídrico que liberan los materiales orgánicos y de otro tipo en descomposición
también suele ser detectable por el olfato en las cercanías de rellenos antiguos. Hoy
en día, los gases que se generan en muchas operaciones de relleno sanitario se
recogen para recuperar el metano, el cual se utiliza como combustible.

Fuentes de generación artificiales7

Fuentes móviles

Las fuentes móviles son todos aquellos elementos de uso diario del hombre que
generan contaminantes atmosféricos durante su funcionamiento o locomoción,
como por ejemplo: los automóviles, los trenes, los barcos, los aviones.

Fuentes fijas

Las fuentes fijas de la contaminación atmosférica la constituyen las industrias, las


plantas de energía nuclear, las plantas químico-petroleras.

Técnicas de control de gases, vapores y emanaciones tóxicas

7
Enciclopedia del Medio Ambiente, Smiraskov Garyd
Control de las emisiones de los vehículos

Los motores de camiones y automóviles son fuente muy importante de varios contaminantes. Para
reducir las emisiones conviene emplear medidas tanto de prevención como de limpieza de los
gases emitidos por el motor antes de que salgan a la atmósfera.

Entre las medidas de prevención tenemos:

- Utilizar más los transportes públicos, la bicicleta o ir caminando.


- Usar motores con tecnologías poco contaminantes, por ejemplo, motores que funcionan con
hidrógeno, o eléctricos.
- Sustituir los combustibles actuales por combustibles menos contaminantes, por ejemplo, gas
natural, alcoholes, hidrógeno, etc.
- Mejorar la eficiencia de los motores para que se puedan hacer más kilómetros con menos litros
de combustible. Existen ya prototipos que hacen entre 25 y 50 Km. (y algunos más) por litro
de combustible y que podrían suponer un gran ahorro. Estos automóviles tienen unas
prestaciones de velocidad, aceleración, potencia, etc. suficientes para una utilización normal,
pero criterios comerciales y falta de decisión por parte de los gobiernos para apoyar este tipo
de tecnologías frenan su implantación.
- Modificar el motor para que se reduzcan sus emisiones. En los motores actuales las emisiones
de monóxido de nitrógeno e hidrocarburos se reducen a base de usar una mezcla de gasolina
con exceso de aire, pero con la contrapartida de que con este tipo de mezcla aumentan las
emisiones de óxidos de nitrógeno. Se está trabajando en el desarrollo de un nuevo motor que
queme una mezcla pobre (con exceso de aire en relación a la gasolina) pero que reduzca las
emisiones de óxidos de nitrógeno en un 70% u 80%
- Aumentar las tarifas e impuestos que deben pagar los coches más contaminantes o incentivar
su cambio por otros nuevos.
- Poner impuestos a los automóviles nuevos proporcionales a los contaminantes que emitan.
Esto impulsaría a los fabricantes de automóviles a reducir las emisiones y animaría a los
compradores a adquirir vehículos menos contaminantes. También se podría dar incentivos
económicos a los fabricantes de coches que contaminen poco y consuman poca gasolina,
mientras se grava más a los muy contaminadores o consumidores de gasolina.
- Crear zonas peatonales en el centro de las ciudades y, en general, restringir la circulación de
vehículos particulares en algunas zonas de las ciudades.

Entre las medidas de limpieza de los gases que expulsa el motor la más usual es el filtro catalítico.
Es un mecanismo que se coloca en la zona de escape de los gases que emite el motor de un coche.
A través de reacciones catalizadas por platino u otras substancias, disminuye las emisiones de estos
gases y las hace menos peligrosas. Para que mantenga su eficacia el motor debe tener una buena
puesta a punto y hay que observar una serie de normas que especifican los fabricantes para no
envenenar el filtro e inutilizarlo.

Emisión de óxidos de nitrógeno en la industria

Los óxidos de nitrógeno que contaminan la atmósfera proceden, casi exclusivamente, de la quema
de combustibles fósiles, en los vehículos de transporte y en las instalaciones industriales (centrales
térmicas y combustiones industriales).

Para reducir las emisiones de estos gases en las instalaciones industriales se suelen tomar medidas
como las siguientes:

- Quemar el carbón en sistemas de lecho fluido. En este proceso el carbón pulverizado se


introduce en la caldera en la que se va a quemar mezclado con caliza triturada. Durante su
combustión esta mezcla se mantiene en suspensión gracias a una corriente de aire caliente que
se insufla por la parte baja de la caldera. De esta forma se elimina una alta proporción de los
óxidos de azufre y nitrógeno que en los sistemas de combustión tradicionales se producen y la
eficiencia energética es mayor.
- Eliminación de gases producidos en la combustión del carbón a base de inyectar caliza triturada
a baja temperatura. La caliza reacciona con los gases obteniéndose yeso y otros productos que
se retiran periódicamente de la caldera.
- Usar técnicas de que rebajan la temperatura de combustión. Así se consigue eliminar entre el
50% al 60% de los gases producidos con las técnicas normales.
- Las chimeneas altas no reducen la cantidad de gas emitida pero la dispersan en una zona más
grande y la alejan del foco de producción.
- Se están desarrollando tecnologías, todavía en fase de estudio, para recoger los gases
producidos en la combustión a base de quemas repetidas, o haciéndolos reaccionar con ácido
isociánico, o por la adición de fósforo, etc.
- Para impulsar la implantación de nuevas tecnologías mas limpias que sustituyan a las muy
contaminantes se propone el uso de impuestos o de ayudas, según sea el caso, de forma que a
las empresas les compense invertir en la implantación de los procesos más limpios.

Instalación de artefactos

La reducción de las emisiones del punto de descarga en la atmósfera no es más que uno de diversos
métodos alternativos.

Hay dos clases generales de métodos para controlar la contaminación en el punto de origen, a
saber: separar los contaminantes de los gases inofensivos y eliminarlos en alguna otra forma que
la de descarga en la atmósfera; o bien, los contaminantes se convierten en alguna forma en
productos inocuos que puedan descargarse en la atmósfera.

Sustitución (separación)

Antes de examinar métodos concretos, debemos percatarnos de que la separación de los


contaminantes de una corriente de gas no puede representar el procedimiento definitivo en
la acción de reducción de aquellos ya que el material reunido no desaparece y, por
consiguiente, ha de tratarse en alguna forma. Y si la eliminación de este residuo no se toma
en cuenta, la solución de un problema de contaminación de aire podrá crear acaso un
problema de desechos sólidos o de contaminación de agua. Sin embargo, semejante
conversión alivia, al menos, la situación, porque resulta mucho más cómodo tratar un
pequeño volumen de materia sólida que un volumen grande de aire. (Típicamente, el
volumen de la materia contaminada en una corriente de aire es del orden de 1/1000 a
1/10000 del volumen total.)

La materia en partículas se deja retener en medios porosos (filtros) que dejan pasar el gas.
Tales separaciones son posibles, porque las partículas son mucho más grandes que las
moléculas de gas. Para tratar grandes corrientes de gas, los filtros son a menudo en forma
de bolsas cilíndricas, parecidas a calcetines gigantes, de las que la materia en partículas
recogida se vacía periódicamente por sacudida.

Hay varios aparatos mecánicos de recolección basados en el hecho de que las partículas
son más pesadas que las moléculas de gas. Como consecuencia, las partículas se depositan
con mayor rapidez y pueden recogerse en una cámara que les deje tiempo suficiente para
depositarse. Sin embargo, estos métodos sólo son practicables en el caso de partículas muy
grandes. Más importante que su velocidad de depósito es el hecho de que las partículas más
pesadas poseen más inercia. Por consiguiente, si una corriente de gas que contiene
contaminantes en partículas se hace girar en remolino, las partículas podrán ser expulsadas
a lugares de donde se las pueda eliminar cómodamente. Un dispositivo de esta clase,
llamado ciclón, se muestra en la Figura 6.9.
Figura 6.9 Filtro típico de bolsa que combina el flujo inverso y el sacudimiento mecánico
para la depuración.
Figura 6.10 Colector básico de ciclón.

Las partículas pueden también estar cargadas eléctricamente, y una superficie colectora que
lleve una carga de signo contrario las atraerá. Dispositivos de esta clase, llamados
precipitadores electrostáticos, se utilizan en gran escala, sobre todo para reducir el humo
de las plantas de energía que queman combustibles fósiles.

Los gases contaminantes no pueden recogerse fácilmente por medios mecánicos, porque
sus moléculas no son lo bastante más grandes o más pesadas que las del aire. Sin embargo,
algunos gases contaminantes podrán ser acaso más solubles en un líquido determinado (por
regla general, el agua) de lo que es el aire; se los podrá recoger, por consiguiente, por un
proceso que los lleve a un contacto íntimo con el líquido. Los aparatos que realizan
semejante separación se designan como depuradores. Los medios de establecer contacto
entre el gas y el líquido incluyen el rociado del líquido en el gas y el burbujeo del gas a
través del líquido. El amoniaco, NH3, constituye un ejemplo de gas soluble en agua que se
deja extraer de una corriente de aire.
Figura 6.11 Esbozo esquemático de un colector de rociado o depurador.
Figura 6.12 Elementos básicos de un precipitador electrostático.

Las moléculas gaseosas se adhieren a superficies sólidas. Inclusive una superficie


aparentemente limpia, como la de una pieza brillante de plata, está cubierta con una capa
de moléculas de todo gas con la que esté en contacto. Se dice que el gas está adsorbido en
el sólido. "Adsorbido" significa "retenido sobre la superficie de una sustancia, y es distinto
de "absorbido", que significa "retenido en el interior de una sustancia. La cantidad de gas
que puede ser adsorbida sobre una pieza ordinaria de materia no porosa, como una moneda,
es demasiado pequeña para poder servir prácticamente como medio de recolección de
contaminantes. Sin embargo, si un sólido es perforado por una red de finos poros, el área
de su superficie total, que comprende las superficies interiores de los poros, podrá aumentar
a tal punto que su capacidad para la recolección de gas se haga significativa.

Un sólido de esta clase es el carbón activado, que puede tener varios miles de metros
cuadrados de superficie por Kg. El carbón activado se hace a partir de elementos naturales
que contienen carbono, preferentemente duros, tales como las cáscaras de coco o huesos
de durazno, carbonizándolos y haciéndoles reaccionar con vapor a temperaturas muy altas.
El material resultante es capaz de retener aproximadamente, en muchas aplicaciones de
purificación de aire, el 10 por 100 de su peso de materia adsorbida. Por otra parte, la materia
adsorbida puede recuperarse del carbón y, si es valiosa, puede hacerse circular nuevamente
en el proceso o producto de lo que había escapado.

Conversión

La conversión más importante, con mucho, de los contaminantes es la oxidación en el aire.


La oxidación se aplica la mayoría de las veces a los gases y vapores contaminantes
orgánicos, y rara vez a la materia en partículas. Cuando las sustancias orgánicas, que sólo
contienen carbono, hidrógeno y oxígeno, se oxidan por completo, los únicos productos son
dióxido de carbono y agua, inofensivos ambos. Sin embargo el proceso es a menudo muy
dispendioso, porque se necesita utilizar una cantidad de energía considerable para mantener
la totalidad de la corriente de gas suficientemente caliente (aproximadamente a 700ºC) para
que tenga lugar la oxidación completa.

Si el contaminante está suficientemente concentrado, su propio valor de combustible podrá


proporcionar acaso una gran parte de esta energía. Además, la temperatura necesaria para
la combustión podrá reducirse utilizando un catalizador.

Hay cierto número de conversiones químicas de contaminantes posibles, aparte de la


combustión en el aire. Éstas comprenden la neutralización química de un ácido o una base
y la oxidación de contaminantes por agentes distintos del aire.
Tecnología de control de contaminantes atmosféricos

Control de emisiones de chimeneas

Todos los países industrializados, y un creciente número de países en vías de desarrollo, han creado
normas que controlan y limitan la cantidad de emisiones provenientes de sus industrias. Debido al
aumento del compromiso de la industria con el medio ambiente y a la legislación vigente, el
monitoreo de sus emisiones y la verificación de que cumplen con las normas nacionales resulta de
crucial importancia.

Son cinco los principales contaminantes que se descargan en el aire: el monóxido de carbono, los
óxidos de azufre, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno y el material particulado (polvo,
ceniza). Las emisiones pueden provenir de una amplia variedad de procesos industriales. El
monóxido de carbono (CO) es descargado al aire como resultado de procesos industriales y la
combustión incompleta de la madera, el aceite, el gas y el carbón; el dióxido de carbono (CO 2), el
dióxido de azufre (SO2), y los óxidos nítricos (NO y NO2), como resultado de la combustión del
gas, el aceite y el carbón; el sulfuro de hidrógeno (H2S) y el metilmercaptano (CH3SH), como
resultado de los procesos utilizados en las fábricas de papel entre otras industrias.

Son muchas y diferentes las técnicas analíticas que requieren el uso de gases especiales o mezclas,
como, por ejemplo la cromatografía de gas, la espectroscopia e ICP que se utilizan para monitorear
y regular los niveles de emisión y los parámetros de combustión o para detectar la presencia de
contaminantes peligrosos en los escapes de humo.

Las mezclas de gases especiales se utilizan para la calibración y la auditoría de analizadores y


equipos ambientales utilizados en el monitoreo continuo de emisiones.
Control de emisiones de vapores

El objeto del control de emisión de vapores es similar al del control de emisiones de las chimeneas,
sólo que, en este caso, la emisión es de vapor y no de gas, por ejemplo, la emisión de un proceso
que involucra el uso directo o indirecto de compuestos orgánicos volátiles (COV's). Una vez más,
las mezclas se utilizan para calibrar equipos para el monitoreo de procesos de producción, de
manera tal de controlar que las emisiones no violen las normas nacionales o superen las cuotas
asignadas.

Control ambiental

Los gobiernos de todo el mundo están cada vez más interesados en limitar y controlar la cantidad
de descargas peligrosas en el medio ambiente. A fin de determinar la calidad del aire en una zona
geográfica específica, las autoridades se dedican a monitorear el tipo y la concentración de los
contaminantes encontrados. Generalmente existen ciertos límites que no se deberían superar ya
que representan un riesgo para la salud. El monitoreo constante ayuda a los gobiernos a decidir si,
por ejemplo, se debe detener temporalmente el tráfico o cierta producción industrial en una zona
específica.

Para calibrar los equipos que intervienen en los procesos arriba mencionados, se necesitan mezclas
de gases especiales. Las sustancias probadas aquí son las mismas que las que se encuentran en el
control de emisiones de chimeneas (monóxido de carbono, óxidos de azufre, hidrocarburos, óxidos
de nitrógeno y partículas), pero en un grado mucho más bajo (ppb – partes por billón) posibilitando
así, la detección de contenidos muy bajos de contaminantes.

Control de emisiones vehiculares

El control y la limitación de la contaminación del aire que resulta de las emisiones de los motores,
como por ejemplo el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos
constituyen una de las preocupaciones ambientales más importantes. Por lo tanto, los gobiernos de
todo el mundo han creado disposiciones y normas de calidad y llevan a cabo inspecciones para
controlar la emisión de gases nocivos.

En la industria automotriz, estas disposiciones implican la verificación y ensayo de las emisiones


en la producción de vehículos nuevos, así como la realización de inspecciones periódicas de
vehículos como parte de programas de inspección y mantenimiento locales. Los fabricantes de
autos utilizan mezclas de gases especiales preparadas con gran precisión para calibrar los equipos
para desarrollar nuevos motores así como para la realización de ensayos de aprobación. La mezcla
de calibración adecuada se elige de acuerdo con el tipo de emisión que se debe medir. Por ejemplo,
para detectar el contenido de hidrocarburos, se utiliza un cromatógrafo de gas equipado con un
detector de ionización por llama y se calibra con gas propano o con una mezcla de gas propano y
aire sintético.

La verificación de emisiones también afecta a las demás industrias que producen motores como,
por ejemplo, la industria de la aviación y la navegación, incluyendo a los fabricantes de motores
diesel y hasta a los productos al consumidor, como por ejemplo, las sierras o las cortadoras de
césped que funcionan con combustible. Todos ellos necesitan mezclas de gases especiales para
calibrar los equipos de ensayo o verificar la lectura correcta de los analizadores.

Recolección seca

La recolección seca de partículas se basa en la acción de precipitar dichas partículas por


gravedad alejadas de ambientes líquidos.8

Recolección húmeda

Es una técnica totalmente contraria a la recolección seca pues ella sugiere el uso de
elementos líquidos para la filtración de partículas.9
Filtración de partículas

Los principales mecanismos de filtración consideran el paso de las partículas en las


corrientes de aire, y estos son:

- Mecanismo de captura por intercepción: Las partículas no desvían su trayectoria.


- Mecanismo de captura por impacto: Sucede cuando la dirección del flujo de una
partícula con la inercia suficiente sufre una modificación brusca.

8
Enciclopedia del Medio Ambiente, Garyd Smiraskov
9
Ob. Cite [8]
- Mecanismo de captura por difusión: Se basa principalmente en el acarreo de partículas
pequeñas y de poco peso.
- Mecanismo de captura electrostática: Se vale de la carga electrostática para precipitar
y atraer a las partículas.

Precipitación hidrostática

Es una técnica que utiliza el propio peso de las partículas en suspensión al colocarlas en
ambientes líquidos.

También podría gustarte