Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 . Lenguaje, lingüística y filosofía La diferencia obvia entre filosofía del lenguaje y lingüística
parece a primera vista suficiente. Ambas toman como objeto de estudio el lenguaje, pero mientras
que la primera lo hace desde un punto de vista y con unos métodos filosóficos, la segunda lo hace
desde el punto de vista científico y por ello con los métodos científicos habituales. Con un poco
más de precisión, podríamos añadir que a la filosofía le interesan los problemas filosóficos que
plantea el lenguaje, mientras que la lingüística busca elaborar teorías —científicas— que den
cuenta de él.
Ante todo está la noción misma de lenguaje. Uno de los problemas propiamente científicos de la
lingüística consiste en elaborar teorías que nos digan qué es el lenguaje, tanto desde la óptica
puramente estructural —formal, lógica, matemática—, como apoyándose en ciencias o
subdisciplinas —semiología, psicolingüística, sociolingüística, antropología, etc.—, que ensanchen
ese marco hasta hacer justicia a la complejidad que aquél presenta.
En cuanto a la línea de Davidson, heredera de Quine, también parece que la respuesta sería
negativa. El sentido de las formas lógicas de Davidson es aproximadamente el mismo que el de las
de Russell y Quine, sólo que complementado por el aditamento tarskiano de una teoría de la
verdad en el sentido de una teoría del significado. A
Así, cualesquiera formas lógicas canónicas que se pongan en correspondencia con los enunciados
del lenguaje natural, y que permitan la introducción de una semántica, son aceptables, puesto que
las condiciones de verdad que establecen dan el significado auténtico del fragmento del lenguaje
de partida. Pero el fenómeno de la indeterminación continúa amenazando la construcción
completa, que en consecuencia no es menos holista por ello. En última instancia, la única forma de
superar esa indeterminación debería ser la conexión de los enunciados originales con sus formas
lógicas, partiendo de una gramática construida de tal modo que tuviera “realidad psicológica”
(Lycan 1984)