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38. La finalidad de la libertad es tender a escoger el bien para darle gloria a Dios
(186)
39. Modelo perfecto de libertad filial es JC, que entrega su vida cumpliendo la
voluntad del Padre (187)
40. ¿Porque existe la libertad? Porque solo viviéndola puede dar fruto (187)
41. La libertad humana es una libertad para el bien (187)
42. San Josemaría ve la libertad dotada de una esencial ordenación a Dios (189)
43. Dios ha querido correr el riesgo de nuestra libertad (189)
44. Nuestra libertad es imperfecta, porque la podemos emplear para el mal (190)
45. Porque Dios respeta nuestra libertad? porque su amor por nosotros es real
(190)
46. En donde está el paradigma de la libertad humana: en JC (191) SJEB
47. Al servicio de quien está puesta la libertad de Jesucristo: Del amor Trinitario
(192)
48. La entrega viene como consecuencia de la libertad (193)
49. El acto más propio de la libertad es la donación de sí (193)
50. Libertad para amar a Dios, y amor que mueve a la libertad (193)
58. La gracia sana y eleva a la naturaleza humana ayudándola a ser libre por amor
a Dios (203)
59. La gracia crece sólo con la cooperación de la libertad (203)
60. Libertad de elección: poder de dirigirse a sí mismo a la elección del bien (204)
61. Situación de libertad: Estado de la persona que le permite decidir con mayor
dominio de sí. (204)
62. La libertad del dominio de las pasiones y la elección son interdependientes
(205)
63. La infusión de la gracia nos hace más libres, al quitar el pecado, haciendo
acciones como hijo de Dios (206)
64. Cristo nos ha liberado del pecado como hijos de Dios (207)
65. Nos ha liberado del pecado para que seamos amigos de Dios (207)
66. Quien es más santo es más libre (207)
67. El más mínimo grado de gracia es suficiente para vencer la concupiscencia
(208)
68. Elemento esencial es la liberación del dolor por la gracia, no porque no exista
sino porque tiene sentido (208)
69. La gracia de Cristo nos libera del temor a la muerte (208)
70. La vida sobre natural nos libera del pecado y sus consecuencias (209)
1.3.2 Gracia y ejercicio de la libertad
71.Que son las gracias actuales: Mociones en la voluntad, luces claras en el
entendimiento, afectos en el corazón que nos llevan a Dios (210)
72. Cómo es la primacía de la gracia: Absoluta (210)
73. La grandeza del cristiano es secundar lo que Dios quiere hacer en él (211)
74. Dios cuenta siempre con la libertad del hombre para la justificación y la
santificación (211)
75. El ejercicio de la libertad es acoger, la gracia santificante y secundar las
gracias actuales (212)
76.La libertad se ejerce al acoger, con la ayuda de Dios, lo que Dios mismo obra
(213)
77. La libertad crece en la medida en que se ama más a Dios (213)
78. El que peca mortalmente pierde la gracia y la libertad de los hijos de Dios
(213)
79. El hombre siempre puede convertirse por medio de las gracias actuales que
Dios manda (213)
80. En cada acción libre se crece o se mengua como hijo de Dios (213)
95. Los sentimientos no son raíz en el mismo sentido que la inteligencia y voluntad
de la libertad (222)
96. El acto libre es expresión de la inteligencia y de la voluntad (222)
97. Es a la voluntad a la “que le da la gana”, es la primera raíz de la libertad (223)
98. La voluntad necesita de la guía de la inteligencia iluminada por la fe que
muestra lo bueno (223)
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99. Por la libertad damos a Dios reduplicativamente la libertad que nos ha dado
(224)
100. El amor da sentido a la libertad, no es un deseo ineficaz, sino un don de sí
(224)
101. Decidirse a entregar la vida a Dios no es una elección ciega. Hay razones
humanas y sobrenaturales (225)
102. Libertad de ejercicio: querer o no querer (225)
103. Libertad de especificación: querer esto o aquello (225)
104. Decidirse a querer lo que Dios quiera (225)
105. El núcleo de amar la voluntad de Dios es querer querer, al menos deseos de
tener deseos (225)
106. Conocemos si queremos conocer, no son facultades diferentes sino
interrelacionadas (226)
107. La vida espiritual requiere uso de la libertad, ni voluntarista, ni racionalista
(226)
108. El pecado ha herido a la doble raíz de la libertad produciendo ignorancia y
debilidad (226)
109. Experimentar la propia flaqueza no justifica dejarse llevar por ella (227)
110. La gracia sana la doble raíz de la libertad (227)
111. La libertad depende de esa doble raíz, como se coopera y fortalece, con la
verdad y el amor de Dios (227)
112. La verdad que nos hace libre es la filiación divina (227)
113. La potente luz que gobierna la libertad es el saberse hijo de Dios (228)
114. El conocimiento de la verdad es la sabiduría, conocimiento que ama lo que
conoce (228)
115. El Paráclito es el espíritu de la verdad mueve a los fieles a acoger la verdad
que nos hace libres (228)
116. El don de sabiduría es un manantial de libertad (228)
117. El don de sabiduría requiere cooperación: estudio, formación doctrinal (229)
118. La formación cuidada ayuda a la libertad pues permite moverse con ella en la
santificación del trabajo y en el apostolado (229)
119. La doble raíz de la libertad se fortalece con la formación de la voluntad (229)
120. La formación de la voluntad consiste en orientarla hacia el don de sí, a Dios y
a los demás por Dios. (230)
121. Poner límites a la entrega a Dios es poner límites a la Libertad (230)
122. Elegir no amar a Dios es debitar la libertad (230)
123. El conocimiento de la doctrina revelada y el amor son fuentes de la libertad,
pero no separados. (231)
134. Jesús vivió los sentimientos, igualmente nosotros los tenemos que vivir (235)
135. Los sentimientos contribuyen a emplear la libertad para amar a Dios y a los
demás (235)
136. tres pasiones dominantes: dar doctrina, guiar a las almas y amar la unidad
(235)
137. Coinciden con los tres “munera” de Cristo: Munus docendi, munus regalae y
munus santificandi (235)
138. Los sentimientos pueden contribuir o destruir el crecimiento de la vida
espiritual (236)
139. Contribuyen en cuanto que están bajo el dominio de la razón, iluminada por la
fe (336)
140. Por el pecado los sentimientos se independizan de la guía de la razón y
obstaculizan o destruyen la vida espiritual cfr. Surco 166 (236)
141. El sentimentalismo es una enfermedad de la vida cristiana y es una
hipertrofia de los sentimientos que se adueñan de la conducta y la voluntad (237)
142. remedio del sentimentalismo es combatir su desorden (237)
143. Los buenos sentimientos son gran ayuda para saber qué hacer y fuerza para
hacerlos (237)