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Pobreza y desprendimiento
UPDATE:
No podeis servir a Dios ni al dinero. Ok
Conclusió n: hacer amigos con las ganancias inicuas? … para qué es el dinero entonces?
Lo importante es NO estar atado a las ganancias. No ser SIERVOS del dinero. El dinero sirve para
algo. Pero no puede ser lo má s importante.
Desprendimiento
No tener nada como propio; no tener nada superfluo; no lamentarse cuando falta lo
necesario; cuando se puede escoger, elegir la cosa más pobre, menos simpática; no
maltratar los objetos que usamos; hacer buen uso del tiempo" (Entrevista sobre el Fundador
del Opus Dei, cap. 11).
Desprendimiento. La misma palabra lo dice. No estar atado, no estar “prendado” a las cosas…
para qué? para tener libertad
Paseaba nuestro hombre (Só crates) en cierta ocasió n por el mercado de Atenas, pobremente
vestido, y se admiraba de la abundancia de objetos que veía en los escaparates. Acabó por
declarar:
¡Cuá ntas cosas no necesito!
No sé si esto pudiéramos decirlo nosotros. Somos así, nos apegamos a todo. Incluso a cosas
pequeñ as. Problema es que nos ata. Nos limita. Es como andar en el agua con unas pesas. Ir
cargando cosas
EVERNOTE: desprendimiento nos ayuda a ver
Los demá s. Revisar si no hay una excesiva preocupació n de mí. Solo de mí.
NO SE PUEDE servir a dos señ ores. Tenerlos como lo má s importante. Porque solo uno puede
ser lo má s importante. Y solo uno vale la pena.
Los tesoros de la tierra ahora son y mañ ana dejan de ser. No así los del cielo.
Confianza en el Señ or
Mandamiento de la ley de Dios. Sobre todo la dependencia de Dios. Justo clama a Dios. El pobre
tiene en él su esperanza.
NUNCA perder esta actitud. Apego a bienes materiales nos puede hacer pensar que ya no
necesito a Dios. Que lo tengo todo.
Que valgo por lo que tengo.
Usar los bienes para el bien. No nos toca la pobreza del franciscano o religioso.
“Y yo os digo: Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en
las moradas eternas”...
Estamos llamados a administrar los bienes para bien.
Cuentan que un filó sofo griego fue llamado a servir en como consejero. Y al recibir el primer
pago, lo despreció diciendo: no quiero dinero, solo vivo para la sabiduría.
Y fue despedido. porque le dijeron: la riqueza es para compartir con tus amigos, Si no quieres
riqueza, no tienes amigos. Por tanto, no nos sirve tu consejo.
Vivimos en medio del mundo, y somos cuerpo y alma. Necesitamos de los bienes materiales.
Alguien tiene que hacerse cargo del mundo. No hemos de despreciarlos, pero, como siempre,
darles su justo valor.
A veces hay que gastar para que algo quede bien. O no siempre significa elegir lo má s barato
(que a veces sale caro).
NO es cuestió n de CANTIDAD, sino de desprendimiento. De prudencia.
No servir a dos señ ores
No se trata de tener o no tener. No se trata de cantidades. Se trata de servir a un solo Señ or y al
que vale la pena.
San Marcos (Mc 5, 1-20) que llegó Jesú s a la regió n de los gadarenos, una tierra de gentiles, al
otro lado del lago de Genesaret. Allí, nada má s dejar la barca, le salió al encuentro un
endemoniado que, postrado ante É l, gritaba: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, hijo de Dios
Altísimo? Te pido por Dios que no me atormentes. Porque Jesú s le estaba diciendo: "espíritu
inmundo, sal de este hombre". Jesú s le preguntó por su nombre, y él respondió : "Me llamo Legión,
porque somos muchos. Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella región". Cerca
del lugar donde ellos se encontraban pacía una gran piara de cerdos.
2 mil. Se tiran. La gente se asusta. Le piden a Jesú s que se vaya.
NO SE DAN Cuenta del milagro. Se preocupan por sus cerdos. No ven que tienen a Dios delante.
Que É l es el Señ or de la Creació n.
((no vendas tu fe, en labor social en Axtla. Sectas que ofrecían dó lares))
Quizá no nos pase esto, pero sí que a veces podemos ceder a cosas del ambiente, de placer, de
sensualidad, de poder… y sacrificar nuestra fe. No toda, pero así se empieza.
ética profesional.
Quien no viva el desprendimiento, no podrá evidentemente mantenerse fiel a un solo Señ or.
De que le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo?
EVIDENTE! pero los hombres somos así. Cambiamos a veces la primogenitura por un plato de
lentejas. Nos vamos con los “espejitos”. Lo que brilla. Aparente.
Seguro que sí, si se lo pedimos al Señ or. Ahora. Un solo Señ or. que no te perdamos nunca Señ or.
Siempre podemos y debemos ser parcos en las necesidades personales, frenando los gastos
superfluos, no cediendo a los caprichos, venciendo la tendencia a crearse falsas necesidades,
siendo generosos en la limosna…
PER: Pedir a Dios tener un solo Señ or. Que estemos dispuestos a perderlo todo con tal de no
perder lo ú nico que vale la pena, Dios, el cielo, la vida eterna, nuestra alma en gracia.
S María. Pobreza de Nazareth pero no faltaría lo necesario. Alegría, limpieza.