Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Coordinador
Manuel Moreu Gamazo
Autores
Cristina Batz Colvée Paula Hernández Mateo Manuel Moreu Gamazo
Agustín Cárdenas del Carre Irene Martín Lores Carlos Pérez García
Francisco Javier Fernández Jara Santiago Rosati
Directores de la obra
Juan José Ríos Blanco
Luis Cabeza Osorio
NOTA
La medicina es una ciencia sometida a un cambio constante. A medida que la investigación y la experiencia
clínica amplían nuestros conocimientos, son necesarios cambios en los tratamientos y la farmacoterapia. Los
editores de esta obra han contrastado sus resultados con fuentes consideradas de confianza, en un esfuerzo
por proporcionar información completa y general, de acuerdo con los criterios aceptados en el momento
de la publicación. Sin embargo, debido a la posibilidad de que existan errores humanos o se produzcan
cambios en las ciencias médicas, ni los editores ni cualquier otra fuente implicada en la preparación o la
publicación de esta obra garantizan que la información contenida en la misma sea exacta y completa en
todos los aspectos, ni son responsables de los errores u omisiones ni de los resultados derivados del empleo
de dicha información. Por ello, se recomienda a los lectores que contrasten dicha información con otras
fuentes. Por ejemplo, y en particular, se aconseja revisar el prospecto informativo que acompaña a cada
medicamento que deseen administrar, para asegurarse de que la información contenida en este libro es
correcta y de que no se han producido modificaciones en la dosis recomendada o en las contraindicaciones
para la administración. Esta recomendación resulta de particular importancia en relación con fármacos
nuevos o de uso poco frecuente. Los lectores también deben consultar a su propio laboratorio para conocer
los valores normales.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión de ningún
otro formato o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro y otros medios, sin el
permiso previo de los titulares del copyright.
VI
Tórax
01 ORIENTACIÓN MIR
El capítulo de radiología torácica conviene estudiarlo en profundidad ya que es el más
preguntado en el MIR en los últimos años. Es frecuente encontrar preguntas asociadas a RX de
tórax y cada vez hay más a imágenes de TAC. Siempre debemos atender a la orientación clínica
para poder resolver las cuestiones. Incidir en los temas más preguntados (tromboembolismo
pulmonar, infecciones pulmonares y patología neoplásica) así como en imágenes típicas de
algunas patologías (sarcoidosis, neumonía organizada, histiocitosis y fibrosis pulmonar) ya que
pueden ser claves para responder a algunas preguntas. Conviene también tener claros algunos
conceptos semiológicos generales ya que pueden resultar útiles para resolver preguntas de
1.1. Generalidades radiología en cualquier ámbito.
A. Fundamentos básicos
Técnica
Tubo de Rx
1
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Densidades radiológicas
Hilios pulmonares
Particularidades anatómicas
Hilio izquerdo más Simétrica en Cóncava hacia
Mediastino alto que el derecho ambos hilios el pulmón
2
01. Tórax | RD
Ventrículo
Aurícula izquierdo
Aurícula izquierda
derecha
Se debe valorar el tamaño de ambos pulmones (deben ser simétricos), la Semiología radiológica
densidad pulmonar de forma global y la presencia de patología pulmonar
(nódulos, masas, consolidaciones o patrones intersticiales). Los signos radiológicos y la semiología constituyen un pilar fundamental en
el diagnóstico por imagen. Son herramientas sencillas que van a permitir
fundamentalmente diferenciar patologías y localizar lesiones.
Signo de la silueta
Senos
Senos costofrénicos costofrénicos
laterales posteriores
3
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A nuestra izquierda se observa que en esta radiografía de tórax PA no se Cuando en una Rx de tórax se identifica una lesión extrapulmonar, la lesión res-
aprecia todo el contorno del borde cardíaco derecho. Se dice que está pecto a la pared torácica o el mediastino suele tener márgenes bien definidos y
borrado al estar en contacto con otra estructura de densidad similar, en este ángulos obtusos, a diferencia de las intrapulmonares donde suelen ser agudos.
caso derrame pleural y una pequeña atelectasia pasiva. A nuestra derecha
se observa la correlación con la imagen de TC del mismo paciente.
A B C
Este signo traduce ocupación del espacio alveolar ya sea por agua, pus, célu- Figura 15. Aspectos semiológicos generales
las, o sangre, con preservación del árbol bronquial (bronquios aireados). Lo
más habitual es que se encuentre este signo en las neumonías.
Patrones radiológicos (Figura 16):
•• Patrón alveolar: opacidades mal delimitadas que borran los vasos pul-
monares y que pueden contener estructuras aéreas tubulares (bron-
cograma aéreo).
•• Vidrio deslustrado: opacidades tenues que no impiden la visualiza-
ción de vasos a su través.
•• Patrón miliar: nódulos de muy pequeño tamaño normalmente difu-
sos en ambos pulmones. Característico de diseminación hematógena
(infecciosa o tumoral).
Figura 13. Signo del broncograma aéreo en un paciente con •• Patrón reticular: es uno de los patrones más específicos de afectación
neumonía bilateral bibasal intersticial, son líneas que se distinguen del patrón normal de los vasos
4
01. Tórax | RD
sanguíneos. Ejemplo: líneas septales o B de Kerley: líneas de menos de Una complicación grave es el neumotórax hipertensivo o a tensión,
2 cm de longitud subpleurales paralelas entre sí generalmente en los que ocurre de forma aguda, cuando por un mecanismo valvular entra
senos costofrénicos o retroesternales, y traducen engrosamiento de aire a la cavidad pleural pero no sale, condicionando colapso pulmonar
tabiques interlobulares secundario a edema o diseminación neoplásica. completo y desplazamiento del mediastino hacia el lado contralateral al
•• Patrón reticulonodular: similar al reticular, apareciendo asociados neumotórax, condicionando hipotensión. Requiere colocación de tubo
pequeños nódulos. Suele manifestarse en enfermedades intersticiales de tórax urgente.
inflamatorias o tumorales.
•• Panalización: opacidades periféricas más comunes en las bases con Edema agudo de pulmón
imágenes quísticas aéreas menores de 1 cm superpuestas en varias
capas que en la radiografía dan un aspecto reticular. Suponen la pre- Clínicamente también cursa con disnea brusca y ortopnea, por insufi-
sencia de fibrosis pulmonar. ciencia cardíaca aguda (MIR 18-19, 21; MIR 09-10, 3). Radiológicamente
cursa con infiltrados alveolares perihiliares y simétricos, y habitualmente
A B C líneas de Kerley, y puede cursar con derrame pleural bilateral en cantidad
variable. Debe distinguirse del síndrome de distrés respiratorio agudo,
cuya presión capilar pulmonar o presión de enclavamiento no está ele-
vada (< 15 mmHg). A diferencia del edema agudo de pulmón de origen
cardiogénico, el SDRA no suele cursar con derrame pleural en cantidad
significativa.
D E F
Patología
Patología aguda
Neumotórax
P. ej.: varón de 43 años con dolor brusco en hemitórax derecho (Figura 17). Tromboembolismo pulmonar
En la Rx PA de la izquierda en inspiración se visualiza un neumotórax dere-
cho, que en la proyección en espiración aumenta. Suele cursar con disnea súbita, dolor pleurítico, hipotensión y en ocasio-
nes síncope. Tiene baja sensibilidad y especificidad, siendo la Rx de tórax
normal en el 23% de los casos. Los signos típicos, aunque infrecuentes,
son:
•• Consolidación triangular periférica con base pleural por infarto pulmo-
nar o joroba de Hampton.
•• Ausencia de vasos por isquemia (amputación vascular).
•• Oligohemia pulmonar o signo de Westermark.
•• Aumento de tamaño de las arterias centrales por tromboembolismo
masivo.
5
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Broncoaspiración
Figura 21. Rx AP de tórax en paciente con consolidaciones bilaterales
Puede ser secundaria a secreciones, alimentos o a cuerpos extraños. La clí- más extensas en pulmón izquierdo en relación con hemorragia alveolar
nica variará en función de la repercusión sobre la vía aérea, pudiendo cursar
sin síntomas o cursar con tos incoercible y disnea. Hernia diafragmática
P. ej.: varón de 57 años con carcinoma de laringe operado con tos incoercible. Las hernias diafragmáticas pueden ser congénitas (Bochdalek y Morgagni)
siendo mayoritariamente asintomáticas (MIR 15-16, 23). Sin embargo
En la Rx de tórax PA y LAT (Figura 20) se puede observar que el paciente puede producirse una hernia secundaria a un traumatismo y condicionar
porta una cánula de traqueostomía correctamente situada, pero hay un un compromiso respiratorio importante, pudiendo cursar con disnea súbita.
cuerpo extraño enclavado en el bronquio principal derecho que resultó ser
el resto de otra cánula previamente colocada. En esta Rx PA y lateral de tórax se puede observar una gran hernia diafragmática
izquierda secundaria a un traumatismo (accidente de tráfico). Existe gran despla-
zamiento de las estructuras mediastínicas hacia el lado derecho. En la Rx lateral
se observa un gran nivel hidroaéreo que posiblemente corresponde al estómago.
Figura 20. Rx PA y lateral de tórax en paciente con broncoaspiración Figura 22. Rx PA y lateral de tórax en paciente con hernia
de cánula de traqueostomía al bronquio principal derecho diafragmática traumática izquierda
Puede ser secundaria a un traumatismo torácico, a una hemoptisis masiva por Aunque no se trata de una patología de la caja torácica, la mejor técnica de
patología pulmonar previa (bronquiectasias, carcinoma pulmonar…), o una vas- radiología convencional para su detección es la radiografía de tórax PA en
culitis, cursando clínicamente con disnea súbita, hemoptisis y anemización. bipedestación, observando aire por debajo de los diafragmas (MIR 14-15, 1).
6
01. Tórax | RD
P. ej.: varón de 53 años que acude a urgencias por fiebre y tos no productiva.
En la Rx de tórax (Figura 25) se visualiza derrame pleural izquierdo de aspecto
encapsulado con un nivel hidroaéreo en su interior indicativo de empiema.
Patología infecciosa
P. ej.: mujer de 64 años con tos y expectoración. Se observa una consolida- Figura 25. Rx de tórax PA y lateral en paciente con derrame pleural
ción con broncograma aéreo en el lóbulo superior derecho (MIR 09-10, 6). loculado posterior izquierdo con aire en su interior (hidroneumotórax)
compatible con empiema
Tuberculosis
En la Rx PA de tórax observamos
una lesión cavitada en el lóbulo
superior izquierdo con el signo del
aire creciente o la semiluna (aire
que hay entre la pared de la cavi-
dad y su contenido). En la TC se
confirma la presencia de dos cavi-
dades con contenido en el interior
Tabla 1. Resumen en imagen de las diferentes manifestaciones de la tuberculosis pulmonar en RX y su correlación en TC (aspergilomas).
7
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Masas cavitadas
Patología tumoral
Masas centrales Nódulos
Masa hiliar (típico del (frecuente el
con atelectasia (signo Tumor de Pancoast (más frecuente el
carcinoma microcítico) carcinoma En la Rx de tórax la patología tumo-
de la S de Golden) adenocarcinoma)
epidermoide) ral puede manifestarse de múltiples
formas, ya sea como manifestación
de un carcinoma primario pulmo-
nar, o bien como metástasis de un
tumor extratorácico. Se resumen
las manifestaciones más frecuentes
de la patología tumoral primaria en
la Tabla 2:
Patología intersticial
8
01. Tórax | RD
Panalización
Figura 30. Sarcoidosis estadio1. Adenopatías hiliares bilaterales Figura 33. Fibrosis pulmonar idiopática
Radiológicamente cursan con una afectación pulmonar similar a otras enfer- Histiocitosis X
medades granulomatosas con un patrón pulmonar típicamente en los lóbu-
los superiores y adenopatías, muchas con calcificaciones. Pueden progresar En la histiocitosis de células de Langerhans o histiocitosis X se observa un
con el tiempo a fibrosis pulmonar. patrón intersticial reticulonodular de distribución peribroncovascular que
9
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
afecta más frecuentemente a los lóbulos superiores y campos medios, res- Tomografía axial computarizada de tórax
petando los senos costofrénicos. En su evolución aparecen pequeños nódu-
los que cavitan dando lugar a pequeños quistes aéreos. Pueden debutar con La tomografía computarizada (TC) es una de las técnicas de imagen con
neumotórax por rotura de los quistes. mayor evolución tecnológica en los últimos años, siendo un método de ima-
gen accesible y muy útil en el diagnóstico clínico. Gracias a los últimos avan-
ces se está logrando optimizar los equipos para obtener la máxima calidad
de imagen con la menor radiación posible para los pacientes.
A. Fundamentos básicos
Técnica
Lingangioleiomiomatosis
Tubo de Rx y detectores
Es una enfermedad rara que se presenta casi en exclusiva en muje-
res jóvenes y típicamente muestra un patrón reticular secundario a la
aparición de pequeños quistes aéreos de pared fina de distribución
bilateral, a veces con pequeños nódulos asociados. También puede
cursar con dilatación del conducto torácico y malformaciones linfáticas
pudiendo debutar con neumotórax por rotura de los quistes o quilo-
tórax.
Gantry Mesa
Lectura sistemática
10
01. Tórax | RD
Derecho Izquierdo
LÓBULO LÓBULO
MEDIO SUPERIOR
Cisura
menor
Cisura
LÓBULO mayor
SUPERIOR izquierda
Cisura
mayor LÓBULO
derecha INFERIOR
LÓBULO
INFERIOR
11
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Aumento de densidad: A B C
•• Consolidación alveolar.
•• Consolidación en vidrio deslustrado.
•• Nódulos acinares.
A B C
Patología
Hay diferentes tipos de nódulos, básicamente se pueden distinguir estos tres: La técnica gold standard empleada para la detección del tromboembolismo pul-
•• Nódulo calcificado o con calcificaciones. monar (TEP) es la angio-TC torácica con contraste. El diagnóstico se basa en la
•• Nódulo sólido: será importante valorar sus contornos (espiculados, visualización de defectos de repleción (trombos) en el interior del árbol arterial
redondeados…). pulmonar (fechas amarillas en Figura 46). En el ejemplo también visualizamos
•• Nódulo mixto: presenta un componente sólido, generalmente central, una consolidación periférica heterogénea compatible con infarto pulmonar.
y componente periférico en vidrio deslustrado.
A B C
Disminución de densidad
A B C D E
12
01. Tórax | RD
Síndrome aórtico agudo (SAA) En la disección clásica, como en este ejemplo, en la TC con contraste se
identifican dos luces aórticas, y contraste en ambas luces. En la imagen la luz
Es importante distinguir el tipo de disección, dónde se origina y finaliza en falsa corresponde a la señalada por las flechas amarillas (Figura 51). Ade-
la aorta, así como la afectación de otras ramas aórticas (troncos supraaórti- más, se observa que el origen de la disección es inmediatamente distal a la
cos, vasos viscerales, ejes ilíacos…). Para el diagnóstico del síndrome aórtico subclavia izquierda (flecha blanca en Figura 51), por lo que correspondería
agudo, la técnica de elección es el angio TC de aorta con contraste, aunque en a una disección aórtica tipo B.
primer lugar se suele hacer una adquisición basal (sin contraste) de la aorta
torácica para distinguir el tipo de síndrome aórtico (en el hematoma intra-
mural se mostrará hiperdenso respecto a la luz aórtica en esta adquisición).
A B C
Hemorragia alveolar/hemoptisis
Patología infecciosa
Empiema/absceso pulmonar
13
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
de la pleura, y es característico la presencia de aire en la cavidad pleural nocomprometidos las infecciones fúngicas son más graves, existiendo
(MIR 11-12, 12). formas invasivas de aspergilosis. Las manifestaciones radiológicas son
diferentes, aunque será de gran interés conocer el estado inmunológico
del paciente.
Aspergiloma/ABPA/Aspergilosis invasiva
A B C
Engrosamiento
y realce pleural
Aire
Tuberculosis
14
01. Tórax | RD
Patología mediastínica
Anterior
Posterior
Patología tumoral
15
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B C
Patología intersticial
Preguntas
MIR MIR 18-19, 21, 22, 24
MIR 15-16, 23
MIR 14-15, 1
MIR 11-12, 12
Figura 63. Gran bocio endotorácico, A: Rx; B: TC plano sagital MIR 09-10, 3, 6
16
01. Tórax | RD
Ideas
C l ave
El neumotórax cursa con dolor agudo a punta de costado y disnea sú- fecciones (embolismos sépticos, micobacterias, hongos...) o en tumores
bita, cuya repercusión clínica variará en función de la repercusión he- (primarios como el carcinoma epidermoide pulmonar o metastásicos).
modinámica que condicione. Si el neumotórax es a tensión, en la RX de
tórax se observará desviación de las estructuras mediastínicas hacia el Ante un paciente con un cuadro constitucional y antecedente de expo-
lado contralateral. sición a asbesto, derrame pleural con engrosamiento de la pleura y/o
nódulos pleurales siempre hay que pensar en mesotelioma como causa
En el tromboembolismo pulmonar la imagen típica en RX es una con- más probable.
solidación periférica de base pleural (infarto) y el derrame pleural. En el
angio-TC se verán defectos de repleción (trombos) en el árbol arterial La imagen típica de la sarcoidosis pulmonar son las adenopatías hiliares
pulmonar. bilaterales y simétricas. Puede haber o no afectación pulmonar asociada
que suele ser reticulonodular.
En la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es típica la presencia de quistes
de panal agrupados de predominio basal y periféricos en el pulmón. Ante enfermedades pulmonares con predominio en los lóbulos su-
Además se asocian bronquiectasias cilíndricas de tracción y desestruc- periores se debe pensar en patologías secundarias a exposición de
turación del parénquima pulmonar. partículas (neumoconiosis, histiocitosis X, neumonitis por hipersen-
sibilidad, etc.) y siempre en la tuberculosis, cuyas manifestaciones
Ante lesiones cavitadas en una imagen radiológica de tórax (RX o TC) son muy diversas en función de la edad y estado inmunológico del
se debe pensar en procesos con tendencia a la cavitación, ya sean in- huésped.
Casos
C l í n i co s
Un hombre fumador activo de 47 años con historia de abuso de drogas por ocasiones pequeños quistes o neumatoceles que predominan en los vérti-
vía parenteral acude a urgencias por un cuadro de dos horas de evolución ces pulmonares, incrementando el riesgo de neumotórax. Si atendemos a
de dolor costal izquierdo pleurítico de inicio agudo y disnea progresiva hasta las respuestas, la primera podríamos descartarla ya que nos dicen que el
hacerse de reposo. En las dos semanas previas había presentado febrícula, paciente ha tenido clínica de infección respiratoria las semanas previas, por
malestar general y tos seca. A la exploración el paciente impresiona de gra- tanto la respuesta debe ser una patología infecciosa. Entre las tres opciones
vedad, está taquipneico a 36 rpm, con tiraje supraclavicular, saturación de que quedan, debemos centrarnos en los CD4 que nos indican y en la ima-
oxígeno por pulsioximetría del 81%, cianosis, sudoración, taquicardia a 135 gen. Típicamente el Pneumocystis aparece con < 200 CD4/µl. La tuberculo-
lpm y PA 75/47 mmHg. La tráquea está desviada al lado derecho y a la aus- sis suele aparecer con recuentos mayores de alrededor de 300 CD4/µl y la
cultación presenta ausencia de murmullo vesicular en hemitórax izquierdo. imagen puede ser variable, siendo más frecuente la diseminación miliar que
Se realiza una serología VIH que resulta positiva y presenta un recuento de en pacientes seronegativos. La neumonía necrotizante puede aparecer con
linfocitos CD4 de 176 cel/ml. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? recuentos mayores de CD4 de los mencionados, y aunque podría producir
neumotórax, el cuadro clínico generalmente es más florido y en imagen ve-
1) Rotura de bulla enfisematosa subpleural. ríamos una consolidación cavitada. Por tanto, en esta pregunta es clave tan-
2) Neumonía bacteriana necrotizante adquirida en la comunidad. to la imagen como el análisis del recuento celular de CD4 que nos indican.
3) Tuberculosis pulmonar.
4) Neumonía por pneumocystis jirovecii.
RC: 4
17
Abdomen
02 ORIENTACIÓN MIR
Abdomen es el tema de imagen más amplio de la preparación del MIR, debido a
esto recomendamos que su estudio esté basado en las asignaturas que comprenden
esta zona anatómica. Es más fácil estudiar la imagen del páncreas después de haber
repasado las principales patologías en digestivo o cirugía general, igual que con el
riñón y la urología.
Por tanto recomendamos que cuando estudies este capítulo lo intentes conectar
en tu mente con las distintas asignaturas del manual lo que te facilitará mucho su
2.1. Técnicas de imagen estudio.
No existe ningún apartado que sea más preguntado que otros, quizá por importancia incidir
mucho en el hígado, el páncreas y el colon.
Radiología simple de abdomen Intenta utilizar todas las pistas posibles que te de la información clínica de la pregunta y
aplicarlo para encontrar la mejor respuesta.
La radiografía simple es tradicionalmente la primera técnica empleada
en el estudio de la patología abdominal urgente de pacientes adultos. -- Radiografía lateral en decúbito supino con rayo horizontal: para
Con el desarrollo de la tomografía computarizada (TC) y su rápida dis- pacientes que no se pueden movilizar con las mismas indicacio-
ponibilidad, cada vez más extendida en los servicios de Urgencias, las nes que la proyección anterior.
indicaciones de la radiografía simple de abdomen están cambiando.
Sin embargo, sigue siendo una de las exploraciones más solicitadas de A. Lectura sistemática de una radiografía
urgencia ya que aporta una información muy valiosa si estamos habitua- de abdomen
dos a su lectura.
Es imprescindible una lectura sistemática de las radiografías simples
Es importante conocer las indicaciones de una radiografía simple abdo- de abdomen para reconocer los hallazgos y signos radiológicos más
minal para evitar radiación ionizante innecesaria a los pacientes, por importantes de cara al diagnóstico de la patología abdominal y deci-
lo que el clínico deberá indicar la sospecha diagnóstica para que así, dir qué prueba complementaria es la más rentable en función de los
tanto el técnico como el radiólogo, puedan realizar una exploración hallazgos.
adecuada. •• Visión global de la placa.
•• Valoración de las estructuras óseas.
Las indicaciones de radiografía simple de abdomen aceptadas son: •• Valoración de las líneas grasas / siluetas viscerales.
•• Obstrucción intestinal. •• Análisis del patrón de gas intraluminal.
•• Perforación de víscera hueca. •• Análisis del patrón de gas extraluminal.
•• Cólico renoureteral. •• Calcificaciones.
•• Patología inflamatoria en paciente con abdomen agudo/irritación •• Cuerpos extraños.
peritoneal.
•• Isquemia mesentérica. Visión global de la placa
•• Detección de cuerpos extraños radiopacos.
Se basa en la búsqueda de catéteres, vías venosas/arteriales, drenajes,
También es importante el conocimiento de las distintas proyecciones ya que sondas nasogástrica, vesical o rectal, clips quirúrgicos, material de fijación
cada una puede aportar información útil según la sospecha clínica: lumbar.
•• Proyección estándar:
-- Radiografía anteroposterior (AP) de abdomen en decúbito Valoración de las estructuras óseas
supino: no debe ser sustituida por ninguna otra proyección. Esto
se debe a que al estar el paciente en decúbito supino, las vísceras Se valorarán las costillas, la columna vertebral, el sacro y las porciones del
abdominales tendrán la misma distribución que cuando el clínico hueso coxal y cabezas femorales incluidas en el estudio.
realiza la exploración física.
•• Proyecciones complementarias: Valoración de las líneas grasas/siluetas viscerales
-- Radiografía AP en bipedestación: en sospecha de obstrucción
intestinal. También puede ser útil en la sospecha de perforación, •• Líneas musculares: se pueden identificar las líneas que conforman el
sin embargo la radiografía AP de tórax es más sensible al neu- margen externo de los músculos psoas con la grasa retroperitoneal. El
moperitoneo. borramiento de estas líneas puede indicar patología retroperitoneal
-- Radiografía en decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal: (masas, hematomas, abscesos, etc.).
para pacientes que no puedan ponerse en pie. Se realiza des- •• Líneas viscerales: se aprecian el hígado, el bazo, las siluetas renales y
pués de 10 minutos en esa posición para visualizar neumope- la vejiga (sobre todo si está llena). Además de permitir localizar estos
ritoneo en escasa cuantía o niveles hidroaéreos en obstrucción órganos, también se puede valorar organomegalias, masas o globo
intestinal. vesical (Figura 1).
18
02. Abdomen | RD
19
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
-- Vólvulo de sigma: es el más frecuente. Se identifica una dilata- •• Neumatosis intestinal: es la presencia de gas en la pared de las
ción de un asa que supera los 6 cm y se localiza en hipocondrio asas intestinales. Hay muchas causas benignas que lo producen, sin
derecho apuntando hacia la pelvis. No presenta haustras coló- embargo en un contexto clínico adecuado podría indicar necrosis
nicas (signo del grano de café). En bipedestación se identifican intestinal (Figura 7).
varios niveles hidroaéreos (Figura 5).
Calcificaciones
20
02. Abdomen | RD
de los uréteres o en la vejiga). También permite hacer seguimiento de Estudios baritados del tubo digestivo
las litiasis y servir de guía para las técnicas de litotricia (Figura 10).
•• Vasculares: arteriales, aneurismas de aorta abdominal o flebolitos La radiología digestiva, si se realiza bien, sigue siendo una técnica diagnós-
(calcificaciones venosas generalmente localizadas en pelvis y se distin- tica en vigor, es barata y aporta suficiente información al clínico y al cirujano.
guen de las litiasis ureterales por la presencia de un centro radiolúcio). Sin embargo, la aparición de la endoscopia y nuevas técnicas de imagen
como la ecografía, TC o RM, han ido disminuyendo el número de indicacio-
nes de estas pruebas.
Los tipos de contraste endoluminal utilizados para estas pruebas son funda-
mentalmente dos:
-- Sulfato de bario: contraste inerte que no se absorbe por vía ente-
ral. No debe usarse si hay sospecha de perforación ya que puede
provocar peritonitis plástica.
-- Contrastes yodados hidrosolubles: se usan en controles posope-
ratorios, en fístulas o si se sospecha perforación. Existe el riesgo
de alergia al contener yodo. No debe usarse si hay riesgo de aspi-
ración ya que puede provocar edema de pulmón.
A. Indicaciones
Figura 10. Litiasis renales izquierdas 2. Esofagograma: está indicado con el fin de descartar hernia hiatal,
trastornos motores, sospecha de neoplasia esofágica, de perforación
Cuerpos extraños o valoración de coloplastia/gastroplastia tras resección esofágica.
3. Seriada gastroduodenal: se realiza conjuntamente con el estudio eso-
•• Metálicos: dispositivo intrauterino, objetos ingeridos por el paciente fágico. Debido a la masiva utilización de la gastroscopia su uso es cada
(psiquiátricos, en prisión). vez menor. Sus principales indicaciones son la imposibilidad de pasar
•• Drogas: hachís, cocaína. el píloro en la endoscopia o controles posquirúrgicos precoces (sobre
•• Restos de contraste baritado. todo en cirugía bariátrica).
21
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
4. Estudios del intestino delgado: su utilización es escasa debido a la Para el estudio de las estructuras intraabdominales se usan transductores
mayor eficacia de la cápsula endoscópica o técnicas de imagen. Sus convexos con frecuencias medias-bajas para una mayor penetrancia. Sin
principales indicaciones son la malabsorción, sospechas de obstruc- embargo, para el estudio de la pared abdominal o para una mayor reso-
ción crónica o recurrente y en el estudio previo a la cirugía bariátrica. lución de estructuras superficiales (por ejemplo, búsqueda del apéndice
Se dividen en dos grupos: vermiano en un paciente delgado) se usan transductores lineales con fre-
-- Tránsito intestinal: se administra el bario por vía oral y se realizan cuencias altas.
radiografías cada 30 minutos hasta que el contraste llega al íleon
terminal (Figura 12). A. Indicaciones
22
02. Abdomen | RD
A B
A. Técnicas de estudio
23
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• Necesaria colaboración del paciente ya que deberá hacer apneas. 3. RM de glándulas adrenales: también se usa la secuencia fase-fase opuesta.
•• El contraste de la RM (gadolinio) no está exento de riesgos, asociado a 4. Entero-RM: dirigido al estudio del intestino delgado. La indicación
fibrosis sistémica nefrogénica. principal es el diagnóstico, evaluación, seguimiento y valoración de
•• No es útil en la detección de gas o calcificaciones en cantidades complicaciones de la enfermedad de Crohn.
pequeñas. 5. Urografía-RM: se emplea para caracterizar lesiones quísticas com-
plejas renales y permite también una buena visualización de las vías
A. Técnicas de estudio excretoras.
6. Angio-RM: presenta una menor resolución espacial que la angiografía
1. RM de hígado: se realizan múltiples secuencias, potenciadas en T1, en convencional o el angio-TC.
T2, etc. Cabe destacar la secuencia ‘fase-fase opuesta’ que permite la 7. RM de recto y perirrectal: es la mejor prueba para la estadificación
detección de grasa, pero no en lesiones completamente compuestas regional del cáncer de recto. También es útil en el estudio de las fístu-
de grasa, sino una combinación agua-grasa con una proporción entre las perianales.
30-70%. 8. RM de próstata: se utiliza para la detección, estadificación locorregio-
2. Colangio-RM: se realizan secuencias muy potenciadas en T2 en las nal, vigilancia y recaídas del carcinoma de próstata.
que se delimitan muy bien los conductos o estructuras rellenas por
líquidos estáticos o que se mueven poco, en este caso conductos bilia-
res y pancreáticos. Está indicado en el diagnóstico de coledocolitiasis, 2.2. Patología del tubo digestivo
tumores quísticos pancreáticos, obstrucciones pancreáticas o pan-
creatitis crónica. Puede realizarse colangio-RM dinámica con adminis-
superior
tración de secretina (Figura 17).
Esófago
Disminución de los ganglios •• Etiología indeterminada Enfermedad multisistemática del •• Edad avanzada Destrucción de células
mientéricos del plexo de •• Puede ocasionar dolor de colágeno •• Trastorno motor no ganglionares por neurotoxina de
Auerbach tipo anginoso específico Trypanosoma cruzi
•• Ausencia de peristalsis •• Ausencia de peristalsis •• Motilidad normal por •• Peristalsis primaria Aspecto radiológico idéntico al
primaria primaria encima del arco aórtico (ms disminuída de la acalasia primaria
•• Puede haber ondas terciarias •• Imagen en “tirabuzón” o estriado) •• Ondas terciarias
(comienzo) “sacacorchos” •• Dilatación 2/3 inferiores
•• Esófago dilatado terminado •• EEI distendido (precoz)
en “pico de pájaro”
24
02. Abdomen | RD
2. Acalasia primaria: el esofagograma constata la ausencia de peristalsis, 2. Anillo de Schatzki: se define como una constricción del anillo “B”. En
un esófago dilatado, con ondas terciarias en estadios iniciales y falta los estudios baritados, los márgenes del anillo de Schatzki se muestran
de apertura del esfínter esofágico inferior visible como una estenosis transversos, finos, simétricos y fijos con las contracciones esofágicas,
lisa en cola de ratón. Se diferencia del cáncer de la unión esofagogás- inmediatamente por encima de una hernia de hiato. Se asocia a reflujo
trica en que en éste la estenosis es abrupta, irregular. gastroesofágico y a esofagitis péptica, pudiendo causar disfagia si el
3. Espasmo esofágico difuso: el aspecto típico es el esófago en sacacor- anillo presenta un diámetro inferior a 13 mm.
chos con repetidas contracciones terciarias que obliteran la luz, con 3. Divertículo de Zenker: es un divertículo por pulsión situado en la línea
ausencia de peristalsis primaria. media a nivel de la pared posterior de la unión faringoesofágica. El estu-
4. Esclerodermia: peristalsis leve o ausente en los dos tercios inferiores dio baritado muestra un saco lleno de bario posterior al esófago cervical
del esófago, esófago dilatado, rígido, con apertura del EEI que permite que puede comprimir y desplazar el propio esófago (Figura 19).
vaciamiento por gravedad.
5. Presbiesófago: disminución de peristalsis primaria y un número varia-
ble de contracciones no propulsivas.
6. Enfermedad de Chagas: aspecto radiológico idéntico al de la acalasia
primaria.
Inflamatorio-infeccioso
Otros
25
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• Esofagograma: hoy en día no se utiliza en el algoritmo diagnóstico, •• PET-TC: las indicaciones han quedado restringidas a los casos en los
es más bien un hallazgo incidental. Se caracteriza por la presencia de que dependa la opción quirúrgica de la confirmación de metástasis o
un segmento esofágico estenosado de contornos asimétricos, irregu- de un segundo tumor en otra localización.
lares, ulcerados y fijos, y de bordes proximales abruptos (Figura 20). •• RM: se usa para resolver dudas en la estadificación local (T).
Estómago
A. Patología inflamatoria
H. pylori, dieta, gastritis atrófica Mutación en KIT o PDGFRA tirosina H. pylori Síndrome Zollinger Ellison (tipo 2)
quinasa
•• Intraluminal lo + frecuente •• Exofítico lo + frecuente •• Intramural (MALT) •• Intraluminal y múltiple
•• Tipos polipoide, ulcerativo o infiltrado •• Masas exofíticas o intramurales •• Exofítico (LBDCG) •• Nódulos pequeños múltiples con
hipervasculares con realce periférico •• Engrosamiento difuso con cavitación central
adenopatías
26
02. Abdomen | RD
vecinos (T4b). Tiene mayor sensibilidad que la ecoendoscopia en mural, sangrado activo y retro o neumoperitoneo en caso de perfo-
la detección de adenopatías extraperigástricas (N). ración. En otros casos, se puede observar engrosamiento parietal con
-- PET-TC: Su principal ventaja es la detección de metástasis a distancia. estenosis de la luz y obstrucción al vaciamiento gástrico (Figura 21).
2. Tumor estromal gastrointestinal (GIST): Debido a que la mayoría
de los GIST se crecen a partir de la muscularis propia, generalmente
muestran un patrón de crecimiento exofítico, por lo que el tránsito
gastroduodenal tiene poco valor.
-- Ecografía: se observaría una masa sólida bien definida, polilobu-
lada, con cambios quísticos, necrosis o calcificaciones.
-- TC: es la técnica de elección para el diagnóstico y seguimiento,
más útil que la endoscopia. Suelen ser masas grandes hipervas-
culares con un realce periférico ya que generalmente presenta
áreas centrales de necrosis, hemorragia o cavitación (MIR 12-13,
3; MIR 12-13, 4). Desplazan las estructuras adyacentes y en esta-
dios avanzados las invaden. No invaden los ganglios y las metás-
tasis tienen un patrón de realce similar al tumor primario. Figura 21. Tránsito gastroduodenal que demuestra una úlcera
duodenal en el margen superomedial
3. Linfoma: es la localización más frecuente de linfoma extranodal y el lugar
más común de los linfomas del tracto gastrointestinal. La TC es la prueba
para la evaluación previa al tratamiento y seguimiento. Dos grupos: B. Patología tumoral
-- Linfoma MALT: engrosamiento homogéneo y adenopatías peri-
gástricas. 1. Adenocarcinoma: constituye hasta el 90% de las lesiones malignas
-- Linfoma B difuso de células grandes: mayor engrosamiento de la detectadas en el duodeno, y hasta el 50-70% de los adenocarcinomas
pared (4 cm), cavitación y adenopatías de mayor tamaño. del intestino delgado. Normalmente, aparece como una masa sólida
4. Tumor neuroendocrino gástrico: corresponden a < 2% de tumores intraluminal que ocasiona un engrosamiento asimétrico e irregular,
gástricos malignos. Se dividen en tres tipos: así como ictericia obstructiva si se localizan en la región ampular.
-- Tipo I: el más frecuente, tumores pequeños < 2 cm en fundus y 2. GIST: tumor benigno más frecuente del duodeno. Hallazgos simi-
antro con necrosis central (signo de ojo de buey). lares a los gástricos.
-- Tipo II: pequeños y múltiples. Los pacientes con Sd. de Zollinger 3. Linfoma: muy raro.
Ellison tienen alto riesgo de desarrollarlos como respuesta a la 4. Tumor neuroendocrino duodenal: tiene una presentación clí-
hipergastrinemia. nica e histología distinta a los gástricos y los del intestino del-
-- Tipo III: suelen ser grandes, > 2 cm, agresivos, ulcerativos con gado. El duodeno es la localización más frecuente del gastrinoma
alto porcentaje de metástasis. (Sd. Zollinger Ellison). En la TC se observan pequeños tumores
intramurales hipercaptantes con adenopatías mayores al tumor
Otros trastornos gástricos primario también hipercaptantes (Figura 22).
Duodeno
2.3. Patología del tubo digestivo
A. Patología inflamatoria inferior
•• Enfermedad ulcerosa péptica: en el tránsito gastroduodenal se observa Tumores del intestino delgado
una colección persistente de bario fuera del contorno normal del duo-
deno. En la TC se identifica un engrosamiento parietal captante acom- El intestino delgado es una localización infrecuente de tumores (3-6% de los
pañado de cambios inflamatorios en la grasa adyacente, hematoma tumores del tracto gastrointestinal). La mayoría de tumores son asintomá-
27
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
ticos y cuando presentan sintomatología, con mayor frecuencia como cua- 5. Metástasis: es la afectación tumoral maligna más frecuente del intes-
dros suboclusivos de repetición, habitualmente ya presentan diseminación. tino delgado.
La técnica radiológica de primera elección ante la sospecha de un tumor del -- Extensión directa: en tumores pancreáticos o de colon.
intestino delgado es la enterografía-TC. -- Diseminación hematógena: los primarios más frecuentes el
1. Adenocarcinoma: segundo tumor maligno primario más frecuente melanoma y pulmón.
después del carcinoide. No existe correlación entre el tamaño y el -- Diseminación peritoneal: de neoplasias ováricas, gástricas,
grado de invasión por lo que lesiones pequeñas pueden dar disemi- mama, colon...
nación a distancia.
-- Tránsito gastroduodenal: estenosis focales o defectos de reple- Tumores del colon
ción polipoides.
-- TC: suelen presentarse como una estenosis anular concéntrica 1. Adenoma colónico: es el tumor benigno más común del colon y del
con bordes irregulares o bien como una pequeña masa de partes recto. Es el precursor del carcinoma colorrectal.
blandas o ulceración. -- Enema opaco: los pólipos sésiles se pueden ver como defectos
2. GIST: poco frecuente. Hallazgos similares a los gástricos o duodenales. de repleción en los márgenes de la pared del colon. Los pólipos
3. Linfoma: el linfoma primario de intestino delgado representa un grupo pediculados se puede observar la movilidad del pedículo y se
heterogéneo de neoplasias, con distintos patrones de crecimiento. Se debe de reconocer la cabeza.
dividen en LNH tipo T y LNH tipo B (Tabla 3). -- Colono-TC: es la técnica indicada para completar el estudio
de colon tras una colonoscopia incompleta. Ante un pólipo es
LNH - T LNH - B importante su diagnóstico diferencial con los restos fecales que
Segmento intestinal Yeyuno Íleon Terminal son los falsos positivos más frecuentes. Los pólipos pediculados
Localización Multifocal Focal son móviles y la cabeza del pólipo aparece en posición gravitacio-
Forma de presentación Engrosamiento mural Engrosamiento mural nal, reconocer la morfología de la cabeza del pólipo y su pedículo
moderado severo nos ayuda a diferenciarlo de restos fecales (Figura 24).
Adenopatías Discretas Voluminosas
Obstrucción Frecuente Raro
Perforación Frecuente Raro
Tabla 3. Comparación entre el linfoma no-Hodgkin B y T del intestino
delgado
28
02. Abdomen | RD
29
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Infartos hepáticos /
Edema de la pared Hiperrealce mucoso Inflamación mesentérica Ascitis
esplénicos / renales
30
02. Abdomen | RD
Se refiere a que la mucosa del intestino Al haber necrosis d ela mucosa intestinal, Este gas en la pared se filtra a las venas Cuando la necrosis alcanza todas
no realza tras la administración de se filtra gas a la pared del intestino mesentéricas que acaban drenando en la las capas del intestino se produce
contraste vena porta y al hígado perforación y salida de gas al peritoneo
Figura 31. TC abdominal sin contraste, fase arterial y venoso. En el basal sin contraste no se identifica nada en el ángulo hepático del colon, sin
embargo, en fase arterial se aprecia una hiperdensidad que aumenta en fase venosa compatible con un sangrado activo arterial
31
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Figura 32. Dilatación completa del colon, con gas en ampolla rectal,
sin signos de oclusión mecánica
Papel de la radiología
32
02. Abdomen | RD
3. Signos de sufrimiento intestinal: al igual que ocurría con la isquemia medad, valorando su extensión y grado de afectación así como la
intestinal, existen una serie de signos que pueden cambiar el manejo existencia de actividad inflamatoria. El engrosamiento parietal (4-5
del paciente y plantearse la cirugía urgente. mm) es el signo central que indica enfermedad y su ausencia (menos
-- Obstrucción en asa cerrada: se produce cuando dos extremos de 3 mm) prácticamente descarta la enfermedad. Con el uso del
de un mismo asa presentan un punto en común de obstrucción, Doppler color y contraste ecográfico se puede valorar actividad de la
es decir, que un asa presenta dos puntos de estenosis adyacen- enfermedad si se demuestra hiperemia parietal y el realce intenso.
tes. Esto condiciona que el intestino obstruido entre las dos este- 3. TC/RM: son las mejores técnicas para valorar la afectación extraparie-
nosis no puede descomprimirse hacia asas proximales (como tal de la enfermedad.
ocurre con las obstrucciones de asa abierta) con mayor riesgo de -- Enfermedad inflamatoria activa: hiperemia de la mucosa
isquemia y perforación. (realce estratificado parietal), edema parietal, hiperemia mesen-
-- Isquemia intestinal: se produce por la afectación vascular de las térica (signo del peine) (Figura 36), la presencia de flemones o
asas obstruidas. El diagnóstico es superponible al de la isquemia colecciones y adenopatías (MIR 15-16, 11).
intestinal por otras causas. -- Enfermedad penetrante-fistulizante: se traduce en la existencia
-- Perforación: el paso final de la isquemia intestinal transmural de úlceras profundas, fístulas (entero-entéricas, entero-cutá-
con salida de aire y gas al peritoneo. neas, enterovesicales...), trayectos fistulosos ciegos (sinus tracts)
4. Etiología de la obstrucción: además el TC puede demostrar la causa o y colecciones (Figura 37).
al menos dar una aproximación o descartar otras. -- Enfermedad fibroestenótica: las exploraciones muestran estre-
checes segmentarias con dilatación preestenótica de las asas
Enfermedad inflamatoria intestinal intestinales. Es importante valorar la existencia de actividad
inflamatoria en las estenosis de cara a establecer el tratamiento
El término enfermedad inflamatoria intestinal engloba una serie de enfer- (médico vs. quirúrgico).
medades, básicamente la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, carac-
terizadas por la inflamación crónica y recurrente de las asas intestinales. Las
técnicas de imagen junto con la colonoscopia y la biopsia son la base del
diagnóstico de estas enfermedades.
A. Enfermedad de Crohn
33
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
B. Colitis Ulcerosa •• TC: cuando hay alta sospecha y ecografía no concluyente. Además per-
mite una mejor valoración en caso de complicaciones como perfora-
Esta enfermedad únicamente afecta al colon y sólo a la mucosa y submu- ción o plastrón apendicular, etc. (Figura 40):
cosa, de modo que la ecografía, TC y RM tienen menor importancia en su
diagnóstico ya que no existe afectación transmural ni extraparietal. A B
Figura 39. Ecografía con cortes longitudinal (A) y transversal (B) que
demuestra un apéndice (flechas rojas) engrosado con inflamación de
la grasa periapendicular en relación con una apendicitis aguda
A. Apendicitis aguda
Figura 40. TC coronal que demuestra un apéndice inflamado (flecha
La apendicitis aguda o inflamación del apéndice cecal es la urgencia quirúr- roja) y un absceso (flecha blanca)
gica abdominal más frecuente (2/3 de las cirugías por abdomen agudo se
deben a esta causa). Las apendicitis agudas se pueden clasificar, en función Diagnóstico diferencial
de si hay perforación o no de su pared, en complicadas o no complicadas.
Se debe hacer con otras causas de abdomen agudas de dolor en fosa ilíaca
Diagnóstico radiológico derecha:
1. Enfermedad de Crohn.
•• Ecografía: sensibilidad y especificidad cercanas al 90%. Los hallazgos 2. Diverticulitis derecha.
son (Figura 39): 3. Infarto omental: consiste en una necrosis focal de la grasa abdo-
-- Apéndice identificable: tubo aperistáltico con fondo de saco minal, casi siempre en lado derecho del omento mayor. Se suele
ciego y asentado en la base del ciego. deber a isquemia del omento por torsión o por trombosis venosa.
-- Diámetro apendicular mayor de 7 mm y dilatación de la luz apen- Tanto en ecografía como en TC, se observa una masa ovalada bien
dicular e imagen en anillo. delimitada de unos 5 cm, con densidad grasa aumentada y engro-
-- Aumento de ecogenicidad de la grasa adyacente. samiento del peritoneo visceral y parietal al que suele adherirse
-- Apendicolito o imagen cálcica intra apendicular. (Figura 41).
34
02. Abdomen | RD
Diagnóstico diferencial
Se debe hacer con otras causas de abdomen agudas de dolor en fosa ilíaca
derecha:
•• Apendicitis epiploica: los apéndices epiploicos son proyecciones peri-
toneales adheridas a la superficie serosa del colon por un pedículo
vascular y predominan en el sigma. La apendicitis epiploica es resul-
tado de la inflamación aguda o del infarto de los apéndices epiploicos
por torsión. En la TC se identifica como una masa de densidad grasa
con cambios inflamatorios (Figura 42). Puede ser indistinguible en
algunos casos de un infarto omental, sin embargo dado que el trata-
miento de ambas entidades es de soporte y el pronóstico es similar, la
Figura 41. TC abdominal sin contraste que demuestra la imagen diferenciación no tiene relevancia práctica.
típica de un infarto omental (flecha blanca). Obsérvese el apéndice de
tamaño normal (flecha roja), sin cambios inflamatorios, descartándose
en este caso la apendicitis aguda
B. Diverticulitis aguda
Diagnóstico radiológico
•• Absceso pericólico menos de 5 cm •• Absceso a distancia o mayor de 5 cm •• Peritonitis purulenta •• Peritonitis fecaloidea
•• Poceso inflamatorio localizado •• El proceso inflamatorio va más allá, •• Infección generalizada por •• La más grave. Grandes perforaciones
alrededor de un orificio diverticular pero todavía permanece confinado macroperofración de un divertículo o, libres comunicando con la luz de
rotura de un absceso colon
Tabla 6. Grados Hinchey de diverticulitis. Las flechas rojas indican el colon inflamado y las flechas blancas los abscesos/perforación
35
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
C. Afectación infecciosa
2.4. Patología del hígado
1. Infecciones bacterianas: las enterocolitis secundarias a Salmo-
nella, Shigella, Campylobacter, etc, no tienen hallazgos caracte-
rísticos más allá de un edema de la pared del intestino y signos Enfermedad hepática difusa
inflamatorios circundantes.
2. Colitis pseudomembranosa: presenta un engrosamiento mural
colónico con hiperemia mucosa y edema submucoso muy mar- A. Cirrosis hepática
cado (mayor que otras colitis) con redundancia de las haustras
(signo del acordeón) (Figura 43). Los objetivos de las pruebas de imagen son reconocer los cambios morfoló-
3. Tuberculosis intestinal: debe hacerse diagnóstico diferencial gicos, estudiar la vascularización intra y extra hepática (hipertensión portal)
con la enfermedad de Crohn (Tabla 7). y descartar el carcinoma hepatocelular. Para ello se usará la ecografía el TC
y la RM.
•• Cambios morfológicos: nodularidad de la superficie hepática, realce
heterogéneo del hígado, atrofia del lóbulo hepático derecho y seg-
mento IV e hipertrofia del lóbulo caudado (Figura 44).
•• Signos de hipertensión portal: esplenomegalia, dilatación de la vena
porta, demostración de colaterales portosistémicas…
•• Nódulos: es imprescindible un estudio dinámico (TC o RM) con
contraste intravenoso ante cualquier nódulo para descartar un
hepatocarcinoma. Éste tiene un comportamiento específico en el
estudio dinámico con captación en fase arterial y lavado precoz
en fase venosa que no necesita confirmación histológica si mide
≥ 2 cm.
D. Afectación inflamatoria
36
02. Abdomen | RD
B. Lesiones sólidas
Figura 45. Ecografía que demuestra una esteatosis hepática, con una Diámetros normales:
mayor ecogenicidad del hígado (estrella roja) en comparación con la •• Vesícula biliar: espesor de la pared < 4 mm y diámetro mayor < 10 cm.
cortical renal derecha (estrella blanca) •• Vía biliar: diámetro de la intrahepática < 2 mm y la extrahepática < 10
mm.
C. Sobrecarga férrica hepática
Utilidad de las técnicas de imagen
Se usa la resonancia, con una disminución de la intensidad de se-
ñal en las secuencias potenciadas en T2. Además con otras secuen- 1. Ecografía: Es la técnica de elección para la valoración inicial de la vesí-
cias existen fórmulas para cuantificar la concentración de hierro cula y la vía biliar por su alta sensibilidad y precisión para la detección
hepático. de litiasis y dilatación de la vía biliar. Es la primera prueba de imagen
en el algoritmo diagnóstico de ictericia.
D. Síndrome de Budd-Chiari 2. Colangiopancreatografía por RM o colangio-RM: Es la segunda
prueba indicada en el caso de hallazgos no concluyentes en la ecogra-
En la ecografía se pueden identificar signos específicos de la enferme- fía o necesidad de una mayor caracterización de lesiones. Es compara-
dad: ble con las imágenes de la CPRE por lo que actualmente ésta última se
•• No visualización de las venas suprahepáticas en el Doppler color. reserva para procedimientos terapéuticos.
• • Estenosis o trombo en la luz de una o varias venas suprahepá- 3. TC: Es la técnica de elección para la estadificación de neoplasias
ticas. de la vesícula y la vía biliar. Es tan sensible como la ecografía
•• Cordón fibroso que reemplaza las venas suprahepáticas. para identificar obstrucción de la vía pero más sensible para
identificar tumores. También puede proporcionar diagnósticos
Lesiones focales hepáticas alternativos.
Patología benigna
A. Lesiones quísticas
37
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• Presencia de colelitiasis.
•• Engrosamiento parietal > 4 mm.
•• Aumento del diámetro longitudinal > 10 cm.
•• Líquido perivesicular.
•• Signo de Murphy ecográfico positivo (el más importante), es la defensa
abdominal al presionar con el transductor directamente sobre la vesícula.
Figura 47. Ecografía que demuestra una vesícula biliar con cálculos
que dejan sombra posterior
B. Colecistitis aguda
La ecografía vuelve a ser la técnica de imagen de elección (MIR 16-17, 13). Figura 48. Ecografía con signos de colecistitis, engrosamiento parietal,
Los criterios diagnósticos son (Figura 48): sobredistensión y colelitiasis en su interior
Hiperplasia Carcinoma
Hemangioma Adenoma Hepatocarcinoma Colangiocarcionoma Metástasis
Nodular Focal Fibrolamelar
Morfología Lesión nodular Bien definida, Bien definida, Al inicio bien Lesión lobulada Crecimiento variable: Variable. De
bien delimitada lobulada, con encapsulada, definida, heterogénea con anular, infiltrativo, Colon, estómago,
cicatriz central, sin heterogénea con encapsulada. cicatriz central intraluminal páncreas, mama y
cápsula necrosis, grasa, En fases tardías (adolescentes o pulmón
hemorragia, heterogénea adultos jóvenes)
calcio… (patrón en mosaico)
con hemorragia,
necrosis, grasa…
Contraste Realce nodular Captación Captación Captación Captación Escasa captación La mayoría
arterial periférico homogénea hetorogénea homogénea hetorogénea no captan
(hipovasculares)
Las que captan
(hipervasculares) no
son de carcinoma
de células renales,
insulinomas,
carcinoides,
sarcomas,
melanomas y mama
Contraste Progesión central Sigue realzando o Sigue realzando o Lavado lento Sigue realzando o Escasa captación Escasa captación
venoso del realce se iguala al hígado se iguala al hígado se iguala al hígado
contraste Persiste el Realce de la cicatriz Realce de la Realce de la cápsula No suele realzar la Captación intensa (por Escasa captación
tardío contraste cápsula cicatriz central el tejido fibroso)
Imágenes
de RM
Tabla 8. Comparación entre las lesiones focales sólidas hepáticas más frecuentes
38
02. Abdomen | RD
Patología maligna
Figura 50. Ecografía abdominal que demuestra una dilatación del Figura 52. TC sagital que demuestra masas dentro de la vesícula
colédoco (flecha blanca) debido a una coledocolitiasis (flecha roja) (flecha blanca) e invasión del hígado por contigüidad (flecha roja)
39
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
La ecografía vuelve a ser la prueba inicial. Sin embargo, la TC y la colan- A. Criterios de indicación de pruebas radiológicas
gio-RM son las pruebas de elección para la estadificación del tumor y valo-
ración de resecabilidad. •• Ecografía:
-- Confirman el diagnóstico etiológico, básicamente la presencia de
Se dividen en tres grupos según su localización: litiasis biliar.
1. Colangiocarcinoma intrahepático (10%): es el segundo tumor -- Para el seguimiento y control de colecciones.
maligno primario del hígado tras el hepatocarcinoma. A su vez, tiene -- Como guía de procedimientos intervencionistas.
diferentes formas de presentación (MIR 14-15, 5; MIR 14-15, 6): •• TC:
-- Masa intrahepática periférica (lo má s frecuente): sólida, grande -- Ante la presencia de duda diagnóstica.
y única (Figura 53). -- Si hay sospecha de complicaciones:
-- Crecimiento periductal-infiltrante: crece a lo largo de la pared de ›› Pancreatitis aguda leve que no mejora pasadas 72 horas.
los canalículos biliares. ›› Pancreatitis con mala evolución clínica o potencialmente
-- Crecimiento intraductal (mejor pronóstico): lesiones polipoideas grave desde un inicio.
que protruyen a la luz de los conductos y los obstruyen. -- Como guía de procedimientos intervencionistas.
•• RM:
-- Alternativa a la TC cuando hay contraindicación al CIV por alergia
o insuficiencia renal.
-- En la mujer embarazada.
2. Colangiocarcinoma perihiliar (50%): afecta a la confluencia de los C. Pancreatitis aguda edematosa intersticial (PAEI)
conductos hepáticos izquierdo y derecho en el hepático común. Ante-
riormente conocido como tumor de Klatskin. Lo más frecuente es un Hallazgos en el TC con contraste intravenoso (Figura 54):
patrón de crecimiento periductal-infiltrante. El hallazgo más represen- •• Aumento del tamaño del páncreas difuso o focal.
tativo es una dilatación de los conductos biliares intrahepáticos y un •• Realce, generalmente homogéneo.
engrosamiento de la pared en la confluencia/hilio hepático. •• Tejidos peripancreáticos mal definidos-trabeculación grasa.
3. Colangiocarcinoma distal (40%): al igual que los perihiliares, tienden
a presentar un patrón de crecimiento periductal-infiltrante. Son los
que tienen mejor pronóstico debido a su resecabilidad. Se aprecia un
engrosamiento captante de la pared del colédoco con dilatación retró-
grada de la vía biliar.
Pancreatitis aguda
Las pruebas radiológicas forman parte de los criterios diagnósticos de pan-
creatitis aguda. Estos son la presencia de, al menos, dos de los siguientes
criterios:
1. Dolor abdominal sugestivo de pancreatitis aguda. Figura 54. TC abdominal que demuestra signos de pancreatitis aguda
2. Niveles de lipasa y/o amilasa en suero por encima de 3 veces su valor edematosa intersticial con un engrosamiento del páncreas (flecha
normal. roja) e inflamación de la grasa peripancreática (flecha blanca)
40
02. Abdomen | RD
1. Colecciones agudas peripancreáticas (Figura 55): aparecen en el Se define por la existencia de áreas no perfundidas (necróticas) de al menos
30-40% de los casos en las primeras 4 semanas, generalmente en 3 cm o que afectan al 30% de la glándula. Estas áreas necróticas pueden
menos de 48 horas. Son colecciones de líquido homogéneo, sin pared localizarse en el parénquima pancreático (5%), peripancreáticas (Figura 57)
demostrable y de localización peripancreática. (25%) o en ambos sitios (70%).
2. Pseudoquistes pancreáticos (Figura 56): es la persistencia de las
anteriores más de 4 semanas. Son colecciones de líquido homogéneo
con una pared bien conformada que realza y de localización peripan-
creática (MIR 15-16, 14).
Complicaciones de la PAN
41
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• RM:
-- Dilatación del conducto pancreático principal y de sus ramas,
secundarias a la tracción resultante sobre los ductos por la fibro-
sis periductal.
-- Disminución focal o difusa del tamaño de la glándula por la atro-
fia de células acinares.
-- Pérdida de la hiperseñal normal del páncreas en secuencias
potenciadas en T1 por pérdida del contenido proteico en los aci-
nos pancreáticos.
-- Cambios en el patrón de captación normal, con realce heterogé-
neo y disminuido en fase capilar y frecuente captación progre-
siva y tardía reflejando tejido fibroso.
A. Pancreatitis autoinmune
42
02. Abdomen | RD
A. Adenocarcinoma ductal
Técnicas de imagen
43
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Patología vascular
A. Infarto esplénico
El bazo normal
Radiológicamente el bazo es una estructura homogénea, salvo en estudios
TC y RM con contraste intravenoso en fase arterial en los que muestra un
realce atigrado y se cree que este patrón es debido a las diferentes velocida-
des del flujo en los compartimentos de la pulpa roja.
Esplenomegalia
Aunque el tamaño esplénico varía de unas personas a otras, el límite más
aceptado son 13 cm de eje longitudinal máximo, 7 cm de ancho y 4 cm de
grosor.
Lesiones focales
A. Lesiones quísticas
Figura 64. Radiografía simple de abdomen en decúbito supino que
demuestra un desplazamiento a caudal de la línea visceral del bazo 1. Quistes “verdaderos”: son congénitos. Similares a los hepáticos.
(línea morada) representando una esplenomegalia 2. Quistes hidatídicos: también similares a los hepáticos.
44
02. Abdomen | RD
C. Ectopia renal
45
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Figura 69. TC con reconstrucción volumétrica y cortes axiales dónde se identifica un riñón en herradura (flechas blancas). Nótese que cruza anterior a
la aorta (flecha roja) y vena cava inferior (flecha azul)
En las pruebas de imagen se identifica calcio en el parénquima medular en Es una complicación poco frecuente, consecuencia de una infección sobrea-
la radiografía simple y la TC y focos hiperecogénicos en la ecografía. ñadida a una obstrucción del tracto urinario de larga evolución.
B. Necrosis cortical renal El riñón se encontrará aumentado de tamaño con múltiples colecciones
fluidas, que se corresponden con cálices dilatados y áreas de parénquima
Hallazgo característico en TC: disminución de la captación de contraste corti- destruidos. En el seno central podrá visualizarse un cálculo coraliforme de
cal con preservación de la captación medular y un fino halo de realce capsular. gran tamaño (Figura 70) (MIR 15-16, 19; MIR 14-15, 24).
D. Pielonefritis
46
02. Abdomen | RD
47
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Tabla 11. Comparación entre los tumores renales sólidos más frecuentes
48
02. Abdomen | RD
Vejiga
49
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Estenosis uretral
A. Causas
B. Radiología
B. Cistitis
Figura 78. TC abdominal en el que se observan hallazgos típicos de cistitis Figura 80. Ecografía vesico prostática en posición transversal y
enfisematosa con gas parietal (flecha blanca) e intraluminal (flecha roja) craneocaudal con medidas del tamaño prostático (HBP grado III)
50
02. Abdomen | RD
Cáncer de próstata •• Tardíos (24 h): teste de ecotextura heterogénea secundario a conges-
tión vascular, hemorragia e infarto.
Es el tumor más frecuente en el hombre. El 95% son adenocarcinomas.
Normalmente asintomático (si síntomas: obstrucción e irritación vesical). En
caso de dar metástasis son característicamente osteoblásticas. El enfoque
inicial se basa en una PSA elevada + aumento del tamaño prostático (tacto
rectal).
Por tanto, si los niveles de PSA son > 4 ng/mL o el tacto rectal es positivo se
indica biopsia de próstata que se realiza por vía transrectal, con muestras
aleatorias en ambos lados de la zona periférica de la próstata y si es posible
también la zona transicional.
Figura 82. Ecografía testicular que muestra un teste derecho
A. Técnicas de imagen aumentado de tamaño, homogéneo, sin vascularización en el Doppler
color compatible con una torsión testicular
La RM de próstata está indicada en:
•• Pacientes con PSA elevada y biopsias previas negativas. B. Epididimitis/orquiepididimitis
•• Pacientes con PSA elevada y riesgo clínico de cáncer de próstata previo
a biopsia. Es la primera causa de dolor testicular agudo en post puberales. Se da prin-
•• Pacientes previamente tratados y con signos de recidiva bioquímica cipalmente entre los 40-50 años.
(aumento PSA).
Hallazgos ecográficos (Figura 83):
La RM permite localizar el cáncer de próstata agresivo, según la localización •• Aumento del tamaño y grosor del epidídimo (que se suele iniciar en
anatómica de la lesión y su comportamiento en las distintas secuencias, la cola del epidídimo para extenderse posteriormente a todo el epi-
sobre todo T2, difusión y poscontraste (Figura 81). dídimo), el cual se encontrará hipoecoico y heterogéneo (debido a la
presencia de hemorragia y edema).
•• Aumento del flujo sanguíneo en el epidídimo que se verá con el
Doppler.
•• Hidrocele reactivo.
51
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
B. Calcificaciones
La ecografía la primera técnica diagnóstica para investigar las lesiones testi- MIR MIR 18-19, 15, 19
MIR 17-18, 7, 15, 33
culares. La función de la ecografía es: MIR 16-17, 11, 13
1. Descartar una estructura normal que simule patología. MIR 15-16, 11, 13, 14, 19
2. Determinar si la lesión es intra o extratesticular. Su sensibilidad MIR 14-15, 5, 6, 24
para diferenciar entre intra y extra testicular es del 95-100%. Si MIR 13-14, 1, 2, 21, 22
MIR 12-13, 3, 4, 5, 6
una lesión es intratesticular es maligna mientras no se demues-
MIR 11-12, 1, 2
tre lo contrario y ocurre lo contrario con las extratesticulares
MIR 10-11, 1, 2, 3, 4, 23, 24
(Figura 85). MIR 09-10, 1, 2
3. Caracterizar la lesión, diferenciar tumor sólido de quístico.
52
02. Abdomen | RD
Ideas
C l ave
Una imagen en pila de monedas en una radiografía de abdomen en membranas germinativas despegadas. La periquística puede realzar y
bipedestación es muy sugerente de obstrucción intestinal. con el tiempo calcificar.
Una masa concéntrica que engrosa la pared del colon produciendo es- El “signo del doble conducto” que consiste en la dilatación del Wirsung y
tenosis es un adenocarcinoma de colon. del colédoco obliga a descartar una neoplasia de cabeza de páncreas o
región periampular en ausencia de litiasis.
Los signos de colecistitis aguda en ecografía son: presencia de colelitia-
sis, engrosamiento parietal > 4 mm, aumento del diámetro longitudinal La esplenomegalia se define como cualquier dimensión del bazo supe-
> 10 cm, líquido perivesicular o signo de Murphy ecográfico positivo (el rior a 14 cm o que el polo inferior del bazo quede por debajo del borde
más importante). más inferior del hígado o del polo inferior del riñón izquierdo.
Un quiste hidatídico es un quiste con una pseudocápsula periférica (pe- Una lesión renal cortical exofítica hipervascularizada es compatible con
riquística) y con un contenido variable con vesículas hijas periféricas y un carcinoma renal de células claras.
53
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Casos
C l í n i co s
hipoatenuación que permite mejor visualización de la lesión. Esta fase es
adquirida 25 segundos después de la inyección del medio de contraste in-
travenoso. Permite la evaluación adecuada de los sistemas arterial y veno-
so mesentérico para la detección de invasión vascular.
54
Neurorradiología
03 ORIENTACIÓN MIR
Amplísima subespecialidad dentro de la radiología que se encarga del diagnóstico de las
enfermedades neurológicas y neuroquirúrgicas.
De cara al MIR las preguntas suelen ser de la sección de ictus, tanto hemorrágico como isquémico.
Otros temas preguntados pero de importancia menor sería el diagnóstico diferencial de las LOE
cerebrales o la esclerosis múltiple.
Casi todas las técnicas de imagen más novedosas se aplican en neurorradiología por lo que
veréis muchos conceptos novedosos. El objetivo es que conozcáis que existen más que saber
manejarlas de manera precisa.
3.1. Generalidades
En el presente capítulo se pretende dar una noción básica del abordaje Normal
radiológico de las principales patologías involucradas en el sistema nervioso CBF 50-80 ml/100 g/min
central (SNC). El objeto es ayudar al estudiante MIR a reconocer los diferen-
Oligohemia
tes patrones radiológicos y poder correlacionarlos con sus correspondientes CBF 20-50 ml/100 g/min
enfermedades, y de esta manera facilitar la aproximación diagnóstica a una
hipotética pregunta MIR. Penumbra
10-20 ml/100 g/min
Se abordarán las principales enfermedades de las patologías isquémica,
Infarto (no viable)
hemorrágica, infecciosa, inflamatoria y tumoral. CBF < 10 ml/100 g/min
Fisiopatológica: la presencia de una oclusión arterial condiciona una Código ictus: protocolo estandarizado de actuación médica mediante el
disminución de flujo sanguíneo cerebral (FSC: valores normales entre cual la sospecha clínica de una posible oclusión vascular arterial tiene a rea-
los 70 y 90 ml/100 gr de tejido cerebral/min) en el territorio afecto. lizar una rápida detección, tratamiento y control del paciente afecto.
Una disminución por debajo de 50 ml/100gr/min pone en riesgo el
tejido cerebral (territorio en oligohemia “benigna” con umbral entre Objetivo de la neurorradiología diagnóstica en el Código ictus:
los 20 y 50 ml/100 gr/min y territorio de penumbra con alto riesgo de •• Excluir sangrado (permite administrar tratamiento fibrinolítico inme-
infarto en caso de no reperfusión con umbral entre los 10 y 20 ml/100 diato para intentar recanalizar el vaso ocluido).
gr/min). Este territorio en penumbra puede recuperarse si se actúa de •• Valorar grado de afectación de territorio ocluido: en territorio anterior
manera rápida y efectiva mediante la recanalización del vaso ocluido. escala ASPECT.
En caso de persistir dicha oclusión y el FSC caer por debajo de los 10 •• Demostrar oclusión arterial: signo indirecto de arteria cerebral media
ml/100 gr/min aparece el infarto cerebral (core o núcleo del infarto) hiperdensa en TC basal o mediante realización de angio-TC demos-
(Figura 1). trando oclusión arterial.
55
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B
Figura 3. TC basal sin contraste en paciente con clínica de ictus Figura 5. Angio-TC muestra oclusión de la ACM derecha (flecha)
hemisférico derecho, identificando el signo de arteria cerebral media
hiperdensa (flecha). Este signo se encuentra presente en el 50% de
los casos de oclusión de gran vaso, y significativa trombosis de la Se activa rescate endovascular para trombectomía mecánica bajando el
arteria hiperdensa visualizada. Nota: en pacientes de mayor edad paciente a sala de angiografía. Nota: el tratamiento fibrinolítico i.v. y la
con ateromatosis calcificada de arterias intracraneales dicho signo trombectomía mecánica han mostrado ser efectivas de manera conjunta en
radiológico ve marcadamente disminuida su sensibilidad comparación al tratamiento médico aislado.
56
03. Neurorradiología | RD
A B C
Figura 6. A: serie angiográfica desde ACI derecha donde se identifica oclusión de ACM derecha en su segmento proximal (flecha); B: técnica
combinada de trombectomía mecánica donde se identifican stentretriever (flecha blanca) y catéter de aspiración (flecha azul); C: serie angiográfica
post-trombectomía con apertura completa de todos los vasos de la ACM derecha. Paciente con mejoría clínica y ranking funcional modificado de 2
ptos a los 3 meses (paciente independiente para funciones diarias habituales).
Nota: la trombectomía mecánica ha demostrado ser efectiva dentro de las primeras 6 h desde el inicio de los síntomas, pudiendo realizarse también
en seleccionados pacientes hasta las 24 h de comenzado los síntomas (nivel de evidencia 1-A)
A. Semiología radiológica Figura 7. TC sin contraste i.v. donde se identifica hiperdensidad del
seno longitudinal superior visualizada como el signo del triángulo
Por norma general la primera exploración radiológica será una TAC. Úni- denso (flecha). También identificamos transformación hemorrágica
camente en el 20% de los casos es posible diagnosticar trombosis venosa lobar frontal izquierda secundaria a dicha trombosis
57
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Resonancia magnética
A B C
D E F
Figura 8. A: izquierda: secuencias axiales T1 sin contraste; derecha: hiperintensidad de señal en seno longitudinal superior;
B: hiperintensidad de señal en senos transversos; C: hiperintensidad de señal en golfo de la vena yugular interna izquierda. D, E, F: secuencias
T1 post-administración de contraste en fase venosa ponen de manifiesto la presencia trombosis en senos longitudinal y transverso; D: signo
de delta vacío (flecha); E: senos transversos trombosados; F: reconstrucción sagital donde se muestra la extensión de la trombosis en el seno
longitudinal superior (flechas)
58
03. Neurorradiología | RD
A B C
A B C
B. Enfermedad de Moya-Moya Si nos presentan un caso de un niño o joven con AIT de repetición, con
estenosis y/o oclusiones arteriales en segmentos terminales de ACI intracra-
Enfermedad oclusiva progresiva crónica de base genética, con prevalencia neales o segmentos proximales de ACM o ACA, de origen asiático, pensar en
de países asiáticos, que afecta a los segmentos terminales de ambas arterias enfermedad de Moya-Moya.
carótidas internas intracraneales (ACI) y segmentos proximales de las arterias
cerebrales medias (ACM)y cerebrales anteriores (ACA) de causa no arterioescle-
rótica, condicionando el desarrollo de colaterales de arterias lenticuloestriadas 3.3. Patologías hemorrágicas
(dan el nombre de Moya-Moya que en japonés significa “bocanada de humo”),
colaterales desde arterias carótidas externas y desde ramas leptomeníngeas. Representan el 15-20% aproximadamente de todas las causas de ictus/
stroke y hace referencia a la presencia de sangrado en el espacio extra-
Afecta a niños y pacientes jóvenes, con inicio de clínica frecuentemente vascular. La clasificación más sencilla y práctica es la clasificación ana-
antes de los 20 años, caracterizado por AIT de repetición e infartos cerebra- tómica en función de la localización del punto de sangrado, pudiendo
les, llevando a un deterioro cognitivo temprano. dividirlas en intraaxiales (intraparenquimatosa) y extraaxiales (hemo-
rragia subaracnoidea, hematoma subdural y hematoma epidural). El
Semiología radiológica sangrado dentro del sistema ventricular también es considerado un san-
grado extraaxial.
El diagnóstico se establece con secuencias de angio TC/angio RM y/o angio-
grafía convencional, donde se muestran la estenosis/oclusiones arteriales y Hemorragia intraparenquimatosa
el desarrollo de colaterales. Un signo radiológico a conocer es la hiperinten-
sidad de señal espontánea en T2/FLAIR por flujo lento de las arterias cola- Hace referencia a la acumulación de sangre en el interior del parénquima
terales piales y se conoce con el nombre del signos de la hiedra (¨ivy sign¨). cerebral y por tanto se considera un sangrado intra axial o intraparenqui-
matoso.
Arteriografía
Existen múltiples etiologías (traumática, aneurismática, hipertensiva,
transformación hemorrágica sobre lesión isquémica, causa oclusiva
A B venosa, tumoral) y diferentes localizaciones (ganglios de la base, lobares,
tronco del encéfalo, cerebelosas) de hemorragia intraparenquimatosas.
A modo de simplificar dicho tema se puede decir que las hemorragias
de origen hipertensivo suelen afectar con mayor frecuencia a ganglios
de la base, tálamos, cerebelos y región del tronco encefálico; en tanto la
hemorragia lobar suele estar asociada con mayor frecuencia con angio-
patía amiloidea.
A. Semiología radiológica
Figura 10. A: serie angiográfica desde ACI derecha donde se objetiva
estenosis de arteria carótida interna derecha intracraneal en
Existen dos entidades cuya semiología radiológica permite hacer una apro-
segmentos cavernoso y terminal (flechas) con desarrollo de arterias
lenticuloestriadas hipertróficas “signo de bocanada de humo” (flecha ximación diagnóstica relativamente certera, y son la angiopatía hipertensiva
azul); B: serie angiográfica desde AV izquierda que muestra colaterales vs. angiopatía amiloidea cerebral (AAC). En la Tabla 1 se exponen las prin-
leptomeníngeas rellenando territorios de ACM cipales diferencias.
59
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Diurna Nocturna
Hemisférica profunda, g. Base, TE, cerebelo, intraventricular Lobar, sulcal superficial, subaracnoidea. Raramente en g. Base, cerebelo y TE
Lipohialinosis y necrosis fibrinoide de arterias perforantes lenticuloestriadas Depósito de amiloide en vasos de pequeño-mediano calibre en córtex y
leptomeninges
Tabla 1. Principales diferencias entre hemorragia HTA y hemorragia en AAC
Tomografía computarizada (Figura 12) Si bien la principal y primera prueba diagnóstica ante una hemorragia intra-
craneal suele ser la TC, para llegar a un diagnóstico diferencial más exacto
entre ambas etiologías suele requerirse realizar una RM cerebral incluyendo
A B
secuencias de gradiente (T2*) y/o susceptibilidad magnética (SWI) cuya
especificidad para detectar productos de degradación de la hemoglobina
las convierte en imprescindibles para valorar la presencia de microsangra-
dos.
Resonancia magnética
Caso típico
Hematoma subdural
Hace referencia a la acumulación de sangre entre las láminas meníngeas
externa (duramadre) y media aracnoides).
Figura 13. TC con ventana de partes blandas donde se objetiva Su etiología puede ser traumática (puede aparecer con traumatismos de
colección hiperdensa intraparenquimatosa lobar frontal izquierda menor energía que el epidural) o sin traumatismo aparente (espontáneos).
sugestiva de hemorragia intraparenquimatosa aguda en paciente sin Este último es más frecuente en pacientes mayores (antecedentes de anti-
antecedentes de HTA, sospechar AAC
coagulación habitualmente presentes). El origen del sangrado se postula
60
03. Neurorradiología | RD
como de posible etiología venosa por rotura de los puentes venosos del Tomografía computarizada
espacio subdural.
A B
A. Semiología radiológica
Tomografía computarizada
A B
Caso típico
61
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Grado Criterio una rápida aproximación diagnóstica con el fin de instaurar un tratamiento
empírico de manera precoz.
0 No hay hemorragia detectable en la TC
A B
62
03. Neurorradiología | RD
Los abscesos típicos organizados muestran las siguientes características: Colección purulenta en el espacio subdural (más frecuente), epidural o en ambos
•• Lesión focal de contenido líquido rodeada de edema vasogénico. (15%). Ocurren usualmente por extensión de infecciones por contigüidad como
•• La cápsula suele ser hiperdensa en el TC e hiperintensa en la secuencia sinusitis complicadas, mastoiditis o inoculación directa por trauma y/o cirugía.
T1 de la RM, es bien definida e hipercaptante tras la administración de
contraste i.v. Semiología radiológica
•• En secuencia T2 de la RM la cápsula es hipointensa y el contenido
purulento del absceso muestra restricción a la difusión (caracterís- Las características radiológicas típicas que permiten diferenciarlos de los
tica radiológica más específica que ayuda a realizar el diagnóstico dife- hematomas subdurales y epidurales son la presencia de realce dural perifé-
rencial con el glioblastoma multiforme y las lesiones metastásicas las rico tras la administración de contraste i.v. y restricción de señal en secuen-
cuales usualmente no restringen). cias de difusión.
Semiología radiológica
En los estadios iniciales los hallazgos son sutiles pudiendo observarse sólo
captación de contraste i.v. subependimario. En la ventriculitis evolucionada
el epéndimo se torna anormalmente hiperintenso en T2/FLAIR, con mar-
cado realce de contraste y restricción a la difusión.
C D
A B C
63
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
El diagnóstico diferencial se plantea con la encefalomielitis aguda diseminada En este capítulo también se describirá brevemente otras entidades inflama-
(ADEM), gliomas del tronco cerebral o cerebelitis idiopática de exclusión. torias menos frecuentes.
64
03. Neurorradiología | RD
A. Manifestaciones clínicas
Neuritis óptica
Al igual que en la neuritis óptica con frecuencias puede ser la primera mani-
festación de una EM o tener un curso monofásico. La forma de presentación
habitual es la oftalmoplejia internuclear.
El curso clínico de la EM es muy variable, aunque cerca del 90% lleva una evo-
lución de recaídas-remisiones (forma remitente-recurrente), con los años
las exacerbaciones van seguidas de una recuperación incompleta, entrando
en una forma progresiva denominada progresiva secundaria. Otra presen-
tación clínica es la primaria progresiva,
la cual afecta normalmente a personas
de mayor edad y, curiosamente, con
una carga lesional menor. Los síntomas
neurológicos son progresivos sin claras
recaídas ni estabilizaciones, causando
grave discapacidad. También existe la
llamada EM maligna que es rápida-
Figura 23. Secuencia coronal T2 donde se identifican hiperintensidad mente progresiva, y la EM benigna en
de señal afectando al nervio óptico izquierdo (flecha) en paciente con la que tras la sintomatología inicial no
clínica de enfermedad desmielinizante
se produce ninguna recaída en años.
Figura 25. Secuencia de RM
Mielitis transversa Existen una serie de entidades donde axial T2 donde se muestra
placa focal desmielinizante
se producen lesiones desmielinizantes,
localizada en pedúnculo
Se caracteriza por ser un proceso inflamatorio focal medular con afectación que por sus características y en ocasio-
cerebeloso medio izquierdo
sensitivo-motora. La localización de las lesiones suelen afectar territorios nes por su evolución clínica no siguen (flecha) adyacente al IV
posteriores y/o laterales del cordón medular, con extensión no mayor a 2 un patrón típico de esclerosis múltiple ventrículo. También se aprecia
cuerpos vertebrales, predominando una afectación sensitiva sobre la afec- y se han clasificado como variantes de pequeña lesión en margen
tación motora. la misma: yuxtaventricular derecho
65
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• Formas pseudotumorales: son lesiones de gran tamaño que simulan B. Criterios diagnósticos
clínica y radiológicamente un tumor cerebral. La presencia de menor
edema cerebral y un realce en anillo incompleto (con apertura del ani- El diagnóstico de la EM se realiza mediante datos clínicos (brotes), de
llo hacia la sustancia gris (cortical o profunda) son datos radiológicos laboratorio (bandas oligoclonales en LCR) y de imagen (lesiones en RM),
que ayudan al diagnóstico diferencial. mediante el cumplimiento de los llamados Criterios de McDonald (última
•• Variante de Marburg: pacientes más jóvenes, con pródromos febriles actualización 2017) (Tabla 4).
y una clínica fulminante.
•• Enfermedad de Schilder: desmielinización bilateral asimétrica, con Si se cumplen los criterios de McDonald 2017 y no hay una mejor expli-
lesiones extensas y confluentes. cación para la presentación clínica, el diagnóstico es esclerosis múltiple.
•• Esclerosis concéntrica de Balo: lesiones grandes con zonas alternan- Si se sospecha esclerosis múltiple en virtud de un síndrome clínicamente
tes de sustancia blanca mielinizada y desmielinizada. aislado, pero los criterios McDonald 2017 no se cumplen por completo, el
diagnóstico es esclerosis múltiple posible. Si surge otro diagnóstico durante
A B la evaluación que explica mejor la presentación clínica, el diagnóstico no es
esclerosis múltiple.
C. Semiología radiológica
Número de lesiones con evidencia clínica objetiva Datos adicionales necesarios para un diagnóstico de esclerosis múltiple
≥ 2 ataques clínicos 1 (así como evidencias históricas bien definidas de un ataque previo Ninguno*
que involucró una lesión en una ubicación anatómica distinta†)
≥ 2 ataques clínicos 1 Diseminación en el espacio demostrada por un ataque clínico adicional que
implica un sitio SNC diferente o por RM
1 ataque clínico ≥2 Diseminación en el tiempo demostrada por un ataque clínico adicional o por
RM§ o demostración de bandas oligoclonales específicas de LCR¶
1 ataque clínico 1 Diseminación en el espacio demostrada por un ataque clínico adicional que
implica un sitio del SNC diferente o por RM y diseminación en el tiempo
demostrada por un ataque clínico adicional o por RNM§ o demostración de
bandas oligoclonales específicas en LCR¶
* No se requieren pruebas adicionales para demostrar la diseminación en espacio y tiempo. Sin embargo, a menos que la RM no sea posible, se debe
obtener una RM cerebral en todos los pacientes en quienes se está considerando el diagnóstico de esclerosis múltiple. Además, se debe considerar el
examen de RM o LCR de la médula espinal en pacientes con evidencia clínica y de RM insuficiente que apoyan la esclerosis múltiple, con una presentación
que no sea un síndrome clínico típico aislado, o con características atípicas. Si las imágenes, u otras pruebas (por ejemplo, LCR), son negativas, se debe
tener precaución antes de hacer un diagnóstico de esclerosis múltiple, y se deben considerar diagnósticos alternativos.
† El diagnóstico clínico basado en hallazgos clínicos objetivos de dos ataques es más seguro. La evidencia histórica razonable de un ataque pasado, en ausencia
de hallazgos neurológicos objetivos documentados, puede incluir eventos históricos con síntomas y características de evolución para un ataque desmielinizante
inflamatorio previo; al menos un ataque, sin embargo, debe ser respaldado por hallazgos objetivos. En ausencia de evidencia objetiva residual, se necesita precaución.
§ Los criterios de RM para diseminación en espacio y tiempo son:
–– La diseminación en el espacio se puede demostrar por una o más lesiones hiperintensas en T2 que son características de la esclerosis múltiple en dos
o más de cuatro áreas del SNC: regiones periventricular, cortical o yuxtacortical e infratentorial, y la médula espinal.
–– La diseminación en el tiempo se puede demostrar mediante la presencia simultánea de lesiones reforzadas con gadolinio y no reforzadas* en
cualquier momento o mediante una nueva lesión hiperintensa en T2 o reforzada con gadolinio en la RM de seguimiento, con referencia a una
exploración basal, independientemente del momento de la RM de referencia.
¶ La presencia de bandas oligoclonales específicas de LCR no demuestra la diseminación a tiempo per se, pero puede sustituir el requisito de demostración
de esta medida
Tabla 4. Criterios McDonald 2017 para el diagnóstico de esclerosis múltiple
66
03. Neurorradiología | RD
Localización:
•• Supratentorial: yuxtacortical (fibras en U), periventricular (predominio posterior),
adyacente a las astas temporales de sistema ventricular
•• Cuerpo calloso: margen inferior y unión calloso septal
•• Infratentorial: suelo del IV ventrículo, superficie pial y ventricular de la protuberancia,
bulbo y pedúnculos cerebelosos
•• Corticales: muchas veces difíciles de distinguir de las yuxtacorticales.
•• Sustancia gris profunda: tálamo
Morfología:
•• Márgenes bien definidos
•• Redondeadas u ovoides: distribución perivenular (dedos de Dawson)
•• Bilaterales y asimétricas
•• Confluencia lesional en fases avanzadas
Intensidad de señal:
•• T1: iso o hipointensas (agujeros negros)
•• T2: hiperintensas
Susceptibilidad magnética:
•• Signos de la vena central (dedos de Dawson)
•• Hipointensidad en anillo o central (depósito de hierro)
FALTA FOTO FALTA FOTO
placa vena
Neuritis óptica:
•• Hiperintensidad de señal en T2 o STIR
•• Realce de contraste en fase aguda
Medula espinal:
•• Afectación segmentos cervical y dorsal
•• Lesiones focales cortas (menos de 2 cuerpos vertebrales)
•• Afectación de menos del 50% de la sección transversal de la médula
•• Localización periférica (posterior o lateral)
•• Realce en fase aguda
Contraste i.v.:
•• Realce en anillo incompleto; el segmento incompleto del anillo mira a la sustancia gris cortical
o profunda (flecha)
67
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Neuromielitis óptica (enfermedad de Devic) Afecta con mayor frecuencia a niños entre 4 y 8 años, aunque puede ocurrir
en cualquier edad.
Enfermedad inflamatoria desmielinizante que habitualmente afecta al ner-
vio óptico y la médula espinal. Clásicamente se dice que no tiene afectación Clínicamente se caracteriza por un cuadro agudo de alteración del nivel
encefálica pero se ha visto que puede tenerla. de conciencia (sin fiebre) y un síndrome neurológico poli regional. El
curso clínico de la enfermedad suele ser, típicamente, de rápido pro-
Es importante sospecharla porque tiene peor pronóstico que la EM con greso con un pico máximo de gravedad entre los 2 y 5 días tras el inicio
mayor discapacidad. de los síntomas.
Se sospechará en paciente con neuritis óptica y mielitis con conservación Uno de los primeros pasos a llevar a cabo en un paciente que presenta sín-
relativa de la SB encefálica. En la médula cervical se verán lesiones expansi- tomas y signos neurológicos y encefalopatía, sobre todo si existe o ha exis-
vas multisegmentarias. tido un proceso febril, es descartar la presencia de un proceso infeccioso
bacteriano o viral del SNC. Por ello, es necesario comenzar un tratamiento
A. Semiología radiológica antimicrobiano empírico, realizar una punción lumbar y realizar una reso-
nancia magnética tan pronto como sea posible.
Nervios ópticos: ligeramente agrandados e hiperintensos en las secuencias
potenciadas en T2. A. Semiología radiológica
Medula espinal: señal medular central hiperintensa expansiva en 3 o más Las lesiones de esta enfermedad inflamatoria desmielinizante no son
segmentos. específicas. Se pueden encontrar lesiones hiperintensas en secuencias
potenciadas en T2 de tamaño y morfología variable pero generalmente
Encéfalo: lo característico es que no existan pero si las hay, se han descrito extensas, bilaterales, asimétricas e irregulares que afectan sobre todo a la
6 patrones: sustancia blanca cerebral, pero también a la sustancia gris y núcleos de la
•• Lesiones en el tracto corticoespinal (44%). base y a la médula espinal.
•• Periependimarias alrededor de los ventrículos laterales (40%).
•• Lesiones bulbares (área postrema), a menudo a continuación de las Dentro de la afectación de la sustancia blanca, la localización más frecuen-
cervicales (31%). temente comprometida suele ser frontal o parietal, sobre todo afectando a
•• Lesiones hemisféricas extensas (29%). la sustancia blanca yuxtacortical o profunda y, con mucha menor frecuencia,
•• Lesiones periependimarias, alrededor del 3.er y 4.º ventrículo la sustancia blanca periventricular.
(22%).
•• Otras lesiones hiperintensas en las secuencias potenciadas en T2, Las lesiones infratentoriales (incluyendo el tronco del encéfalo y la sustancia
inespecíficas (50%). blanca cerebelosa) y las lesiones medulares son comunes, de ahí que algu-
nos autores denominen según el área afecta encefalomielitis, cerebelitis o
Como hallazgo de relevancia clínica, la presencia de anticuerpos contra los mielitis.
canales de aquaporinas 4 (Anti-AQP4) es un hallazgo altamente específico
de esta enfermedad (sensibilidad del 90%). Estas lesiones suelen aparecer de manera simultánea con la aparición
de los síntomas clínicos, habiéndose descrito una aparición de las
A B C mismas de hasta 30 días. Por ello, un estudio de RM normal, en los
primeros días de la aparición de los síntomas, no descarta totalmente
esta entidad y, si existiera sospecha clínica, habría que realizar nuevo
control.
68
03. Neurorradiología | RD
La resolución de las lesiones se ha descrito hasta en un 70% de los pacien- Los síntomas clínicos varían en función del tamaño y localización de las
tes al cabo de varios meses desde el inicio de los síntomas. Dicha resolu- arterias afectadas. Un 50% de los pacientes presentan déficits neurológi-
ción puede ser total o parcial, persistiendo algunas lesiones en el estudio cos focales (hemiparesia, afasia, etc.) sugestivos de ictus o bien, síntomas
mediante RM al cabo de varios años. No obstante, hasta una tercera prodrómicos menores. Menos común es la presentación como crisis epi-
parte de los pacientes pueden mantener un déficit residual años después lépticas, demencia, neuropatías craneales, mielopatía o radiculopatía. En
del inicio de los síntomas, con la consiguiente lesión en el estudio de ocasiones, el déficit focal hace sospechar de una lesión tumoral, aunque el
neuroimagen. comienzo suele ser agudo y el curso recurrente.
El pronóstico de esta enfermedad suele ser bueno cuando se detecta y Su diagnóstico se basa en la sospecha clínica y en la imagen radiológica
trata oportunamente, quedando en la mayoría de los casos nulas o míni- (fundamentalmente RM y angiografía) y se confirma con la histología
mas secuelas. No obstante, existen algunos casos de evolución fatal o con obtenida por biopsia en cuña, una vez descartadas otras posibles cau-
secuelas graves. sas sistémicas de vasculitis con afectación del SNC. El análisis de LCR
muestra aumento de proteínas o una pleocitosis linfocítica en el 50%
de los casos.
B. Vasculitis secundarias
69
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Biopsia: se considera el gold standard para el diagnóstico. Las biopsias pueden asociarse con un evento neurológico focal (déficit transitorios) y cri-
de leptomeninges o áreas del cerebro que se habían visto afectadas sis epilépticas.
en las pruebas de imagen pueden mostrar en la anatomía patológica
infiltrados multifocales y segmentarios, necrosis fibrinoide y fibrosis A. Semiología radiológica
de vasos. En ausencia de lesiones focales, la biopsia temporal del
hemisferio no dominante es el lugar preferido para la obtención de Los estudios de RM cerebral son habitualmente normales, aunque
muestras. pueden detectarse hemorragias intracraneales (6%), HSA (22%), infar-
tos (4%) o un síndrome de encefalopatía posterior reversibles (9%).
El tratamiento de las vasculitis se realiza con corticoides e inmunosu- Las características angiográficas son en muchos casos superponibles a
presores. las de una vasculitis o vasoconstricción cerebral, y por norma general
revierten de manera parcial o total en un período de 6 a 12 semanas
A B (reversible).
A B C
A B
Grupo de enfermedades que se caracterizan por vasoespasmo prolongado 3.6. Patologías tumorales
y reversible de las arterias cerebrales.
La neurorradiología tiene un papel fundamental en el diagnóstico y segui-
Puede darse de forma espontánea pero es más frecuente que se asocie a miento de la patología tumoral cerebral. A modo práctico, se dividirá la
factores precipitantes como el consumo de sustancias vasoactivas (anfeta- patología tumoral en aquellas lesiones primarias de localización típica-
minas, ergotamina), drogas recreativas (cocaína, alcohol, cannabis), con- mente intraparenquimatosas (intraaxiales) de las extraparenquimatosa
sumo de anticonceptivos, gestación y puerperio. (extraaxiales), y se describirá por separado las lesiones secundarias metas-
tásicas.
Es más común en mujeres jóvenes y clínicamente tienen un comienzo
agudo caracterizado por cefalea extremadamente intensa (en trueno), que Cuadro diferencial:
70
03. Neurorradiología | RD
Tabla 6. Cuadro diferencial de lesiones intraparenquimatosas vs extraparenquimatosas. Los astrocitomas son los tumores primarios cerebrales
intraparenquimatosos más frecuentes en el adulto. Los meningiomas son los tumores extraparenquimatosos más frecuentes. Por lo tanto serán los dos
casos representativos que se utilizarán para describir diferencias características típicas entre ambos grupos
Caso representativo
Oligodendrocitos
Paciente de 39 años con cefaleas y parestesias en hemicuerpo izquierdo de
3 semanas de duración.
A B
Astrocitos
Células de
Schwann
71
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Caso representativo Como se puede observar en este caso, la TC ha sido el primer método diag-
nóstico utilizado; no obstante para un adecuado diagnóstico diferencial de
Paciente de 65 años con traumatismo craneoencefálico de baja intensidad, las lesiones tumorales es fundamental la realización de RM que permitirá
posterior al cual refiere comenzar con parestesias en pierna izquierda y caracterizar las lesiones mediante secuencias no sólo anatómicas, sino tam-
cefaleas inespecíficas. bién moleculares (espectroscopía).
A B
A B
72
03. Neurorradiología | RD
Astrocitoma focal
A B
Caso representativo
A B
Figura 39. A: TC sin contraste que muestra lesión ocupante de
espacio intraventricular frontal derecha a nivel del foramen de Monro,
bien delimitada y parcialmente calcificada; B, C y D: secuencias
coronal FLAIR, axial T1 sin contraste y axial T1 con contraste i.v.
que confirman lesión parcialmente calcificada sin realce evidente
tras la administración de contraste i.v. La lesión fue resecada
quirúrgicamente y la anatomía patológica confirmó que se trataba de
un astrocitoma subependimario
Tumores extraparenquimatosos
C D
Hablar de lesiones tumorales intracraneales extraparenquimatosos es prác-
ticamente sinónimo de hablar de meningiomas, dado que representa el
tumor más frecuente extraaxial supratentorial del adulto y el 15% de los
tumores craneales.
A. Meningioma
73
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
RM: secuencias T1 son ligeramente hipointensos o isointensos con respecto La localización más frecuente en el 80% de los casos son los hemisferios
a la sustancia gris cerebral. En secuencias T2 su intensidad de señal es más cerebrales, y en un 15% en los cerebelos.
variable dependiendo de su composición (mayor hipointensidad si pre-
sentan más componentes fibroblásticos y más hiperintensos si presentan Por orden de frecuencia las principales metástasis cerebrales son:
mayor componente angioblástico). Lo más característico es el realce homo- 1. Pulmon.
géneo e intenso tras la administración de contraste i.v., el signo de la cola 2. Renal.
dural (realce de las meninges en los márgenes de implantación). 3. Mama.
4. Melanoma.
Caso representativo 5. Colon.
Paciente de 65 años con cefaleas frontales derechas inespecíficas de años A. Semiología radiológica
de evolución.
La morfología radiológica es muy variable, a continuación se revisan las
características más típicas y frecuentes en la práctica clínica:
A B
•• Suelen ser lesiones focales redondeadas, con zonas centrales necró-
ticas.
•• Márgenes con realces variables tras la administración de contraste i.v.,
central o periféricos, habitualmente irregulares (pueden realzar en anillo).
•• Suelen asociar extenso edema perilesional, desproporcionado para el
tamaño de la lesión.
•• Típicamente iso o hipointensos en T1 e hiperintensos en T2/FLAIR.
•• No suelen restringir en difusión a diferencia de los abscesos que si
suelen hacerlo (baja señal en mapas de ADC).
A B
C D
Dada su migración principalmente vía hemática, tienden a localizarse en la MIR MIR 18-19, 25, 26
MIR 17-18, 12, 19
unión cortico-subcortical. MIR 16-17, 28
MIR 15-16, 24
Habitualmente únicas pero no menos frecuente es encontrar en la práctica MIR 11-12, 17, 18
clínica diaria múltiples lesiones. MIR 10-11, 15, 27
74
03. Neurorradiología | RD
Ideas
C l ave
Un ictus es isquémico en el 80% de las ocasiones y hemorrágico en el La primera causa de HSA es la traumática. Si no existe historia de trauma-
resto. tismo hay que descartar un aneurisma cerebral.
El tratamiento del ictus isquémico actual incluye la fibrinolisis intrave- Un absceso cerebral restringe a la difusión (brilla en difusión y es negro
nosa asociada a la trombectomía mecánica salvo que existan contrain- en ADC).
dicaciones.
La EM se diagnostica con RM y requiere una diseminación espacial y
Los hematomas cerebrales se suelen acompañar de hipertensión arte- temporal.
rial, como causa o como consecuencia del sangrado por lo que es muy
importante para el estudio etiológico saber si la hipertensión es conoci-
da o hay datos que lo sugieran.
75
Imagen cardíaca
04 ORIENTACIÓN MIR
Este capítulo está en íntima relación con el capítulo de cardiología por lo que recomendamos
que se estudie con el Manual de Cardiología al lado para consultar posibles dudas o rellenar
información.
La cardioimagen es amplia ya que incluye la mayoría de técnicas radiológicas pero focalizadas
en un órgano concreto.
Recomendamos no perder la cabeza con las distintas técnicas sino tratar de comprender
cuales se usan en cada patología y con qué objetivo; el cateterismo se empleará siempre que
4.1. Técnicas de imagen cardíaca exista una posibilidad de tratamiento mientras que las técnicas no invasivas cuando queramos
diagnosticar para manejar médicamente o controlar una patología.
Ecocardiografía A. Modo M
La ecocardiografía es una técnica muy útil en la valoración cardíaca, amplia- Primera técnica ecográfica introdu-
mente utilizada en el ámbito hospitalario y ambulatorio por su alta accesibilidad, cida en el estudio del corazón que
buena calidad de imagen y práctica ausencia de complicaciones. Hay limitacio- aún tiene utilidad hoy en día. Técnica
nes de la técnica en pacientes con “mala ventana ecocardiográfica” (obesos, unidimensional a lo largo del tiempo
enfisema pulmonar…) y hay que tener en cuenta que es operador dependiente. (un único haz de ultrasonidos que se
registra de manera continua en la
Se utiliza un transductor (sonda) que es emisor y receptor de ultrasonidos y pantalla a lo largo del tiempo) obte-
que envía la señal, obtenida de atravesar las distintas estructuras cardíacas niendo información de la movilidad
y volver a la sonda, a un ordenador que la codifica en una imagen que se de las estructuras cardíacas estu-
puede ver en la pantalla en tiempo real. La ecocardiografía se puede realizar diadas (Figura 2). Puede valorar los Figura 2. Ecocardiografía modo M
por vía transtorácica o transesofágica colocando el transductor en diferen- diámetros de las cámaras, estimar de la válvula aórtica normal
tes posiciones para obtener diferentes planos del corazón y así estudiar las la fracción de eyección y valorar el
diferentes estructuras (Figura 1). La ecocardiografía se realiza también con movimiento de las válvulas.
registro electrocardiográfico.
B. Ecocardiografía 2D
La ecocardiografía es muy útil en la valoración del miocardio, la función ven-
tricular, las válvulas y el derrame pericárdico. Sirve también de guía para El transductor, mediante cristales alineados (el modo M tiene un solo cris-
pericardiocentesis percutánea en el caso de derrame pericárdico. tal), obtiene una imagen bidimensional con la que se pueden hacer dife-
rentes cortes del corazón, estos cortes o planos se obtienen situando y
Hay diferentes modos de imagen que se ven a continuación. angulando la sonda en diferentes áreas del tórax (ventanas ecocardiográfi-
Supraesternal
Paraesternal
Apical
Subxifoidea
4 cámaras apical Eje largo apical
Algunos planos ecocardiográficos 2D
76
04. Imagen cardíaca | RD
cas). La imagen obtenida en la pantalla nos da información más completa de intracardíacos (CIA y CIV). También se puede valorar el realce miocárdico,
las estructuras cardíacas en tiempo real. útil en la cardiopatía isquémica.
El uso de transductores con un gran Ecocardiografía realizada durante el estrés, físico o farmacológico, con ejer-
número de cristales (matriciales) y cicio (de elección) o fármacos como la dobutamina (inotrópico positivo que
mejores procesadores de imagen, aumenta las demandas de oxígeno del miocardio y condiciona isquemia
permite realizar estudios tridimen- en las zonas comprometidas) o adenosina o dipiridamol (VD de corona-
sionales del corazón que se pueden rias sanas que producen robo coronario de las arterias comprometidas).
valorar también en tiempo real o tras Si aparecen alteraciones de la contractilidad segmentaria que no existían
un postproceso offline. Es muy útil en previamente, se puede deducir que las arterias a este territorio están com-
la valoración de las válvulas cardíacas, prometidas. Es una prueba con mayor sensibilidad que la ergometría.
anatomía cardíaca compleja como las
Figura 3. Ecocardiografía
malformaciones congénitas y mejora la
tridimensional de la válvula
Procedimientos invasivos intravasculares
cuantificación de los volúmenes ventri- mitral
culares (cálculo estimado en la ECG 2D)
con resultados similares a la cardio-RM. A. Coronariografía
Se usa también para guía en procedimientos intervencionistas valvulares.
Diagnóstico y tratamiento de estenosis coronarias (angioplastia). Se intro-
D. Doppler/Doppler color duce un catéter por una arteria periférica, normalmente radial o femoral, y se
llega a los ostios de las coronarias en la aorta torácica ascendente, mediante
Con la ecografía Doppler se puede detectar el movimiento de los hematíes la introducción de contraste yodado radiopaco se realizan imágenes de la luz
en el torrente sanguíneo y se puede estimar la velocidad y los gradientes vascular obteniendo la coronariografía diagnóstica. Mediante estos catéte-
del flujo sanguíneo en un punto, resulta muy útil para estimar las áreas val- res se pueden avanzar dispositivos de angioplastia (balón) hasta la estenosis,
vulares. Con el Doppler color se puede visualizar, además, la dirección del donde se infla rompiendo la placa de ateroma disminuyendo o eliminando la
flujo de sangre con un código de colores (generalmente azul o rojo según se obstrucción coronaria. Posteriormente se pueden colocar stents.
alejen o acerquen al transductor, o una mezcla de colores en la aceleración
o turbulencia de flujo), es importante para la visualización en tiempo real de Durante el cateterismo diagnóstico se puede realizar también la reserva de
los cortocircuitos intracardíacos o alteraciones valvulares. flujo fraccional (RFF) en la que mediante guías de presión se puede estimar
la limitación funcional de la estenosis coronaria al flujo, mejor valoración de
la gravedad de la estenosis que la estimación visual.
77
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Figura 6. Diferentes tipos de adquisición de angio-TC de arterias coronarias en función de la sincronización cardíaca
dimientos se realiza una TC cardíaca antes del procedimiento que sirve de patibles con la RM) o ecocardiografía no valorable o limitada. Cada vez
mapa para la intervención y también puede haber un ecocardiografista ayu- es más utilizado en el estudio para la valoración de la anatomía cardíaca
dando a la implantación del dispositivo. antes de la realización de procedimientos intervencionistas intracardia-
cos, como la TAVI (implantación transcatéter de válvula aórtica), válvulas
TC cardíaca mitrales percutáneas, dispositivos Mitraclip® (tratamiento de la insufi-
ciencia mitral), dispositivos de cierre de orejuelas y ablación de venas
Con la evolución de las TC multicorte y la posibilidad de sincronización pulmonares.
electrocardiográfica (gating) se han reducido mucho los artefactos por
latido cardíaco del corazón, por lo que la cardio TC ha experimentado Tiene la ventaja frente a la
una importante expansión en el estudio no invasivo de las arterias coro- coronariografía de valorar la
narias. composición de la placa de ate-
roma (placa blanda, calcificada
La adquisición de la imagen se puede realizar de dos maneras: o mixta), ya que la coronario-
•• Estudio prospectivo: sólo se radia durante una parte del ciclo cardíaco, grafía sólo estudia la luz del
la telediástole o el 75% del ciclo, donde se ven mejor las coronarias. vaso, no obstante el calcio muy
Estudio con menor radiación, pero necesita una frecuencia cardíaca abundante también limita la
lenta y regular (< 65 lpm). valoración de la estenosis en la
•• Estudio retrospectivo: radiación durante todo el ciclo cardíaco (hasta TC. Se suele realizar un estudio
tres veces más de radiación), se obtienen imágenes del corazón de basal antes de la inyección de
todas las fases (para pacientes que no reducen la FC), en el pospro- contraste, donde se cuantifica
cesado se puede poner en movimiento el corazón y realizar medidas el calcio coronario (score Agats-
funcionales (similar a la ecocardiografía o la RM). ton) dando una estimación del
riesgo epidemiológico de enfer-
Como desventajas frente a la ecocardiografía estarían la menor disponibili- medad coronaria (poco especí-
dad y el uso de radiaciones ionizantes, con altas dosis en el estudio retros- fico en pacientes individuales).
pectivo. Como ventajas tendría la ausencia de mala ventana y mejor mejor Figura 7. Reconstrucción 3D de
valoración de la anatomía. Con la ayuda de la inteligencia una cardio-TC. Recuerdo anatómico
artificial, la TC también puede de las arterias coronarias: TCI
La cardio-TC se utiliza principalmente para la valoración de las esteno- estimar la reserva de flujo frac- (tronco coronario izquierdo), DA
sis coronarias, con un alto valor predictivo negativo (un estudio normal cional (RFF-TC) (similar a la con- (descendente anterior, por el surco
interventricular), CX (circunfleja,
prácticamente excluye la enfermedad coronaria), si bien no predice bien seguida con la coronariografía)
por el surco AV izquierdo) y CD
la isquemia miocárdica por lo que se suele usar en pacientes con baja útil para la valoración precisa (coronaria derecha, por el surco
probabilidad pretest. También se usa en el estudio de anomalías coro- de la repercusión funcional de AV derecho). Recordar que la
narias, bypass, algunos casos de tumores cardíacos y en el caso de no una estenosis de manera no dominante es la coronaria de la que
poder realizar RM (por ejemplo con dispositivos intracardíacos no com- invasiva. surge la descendente posterior
78
04. Imagen cardíaca | RD
A B
Figura 8. Secuencias cine de RM o sangre blanca en los cuatro planos
de referencia: cuatro cámaras (A), dos cámaras o eje largo (B), eje
corto (C) y tres cámaras (D)
B. Secuencia de
triple IR o sangre
negra T2
Secuencia potenciada en T2 Figura 11. Secuencia de eje corto de realce tardío en dos pacientes,
(líquido blanco) con anulación uno sin realce (A) donde todo el miocardio es negro (normal) y otro
de la señal tanto de la sangre con realce no isquémico intramiocárdico (flecha en B) donde el
en movimiento como de la miocardio patológico es blanco
grasa, por lo que “brillaría” el
líquido intramiocárdico extra- E. Contraste de fase
celular (edema). Esta secuen-
cia se usa principalmente en Utilizadas para visualizar y cuantificar el flujo. Se realiza una imagen en un
Figura 9. Secuencia sangre negra T2 eje
las miocarditis y para detectar corto en un corazón normal, si se ven perpendicular al flujo que queremos medir (por ejemplo: la aorta ascen-
IAM. focos blancos en el miocardio hay edema dente) obteniendo parámetros de velocidad y flujo. Útil para valorar el volu-
79
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Tipo isquémico
Infarto con signos de viabilidad Infarto sin signos de viabilidad Infarto sin signos de viabilidad y con
oclusión microvascular “no fellow”
Tipo no isquémico
men latido que sale del VI, medición de cortocircuitos con la medición del Es una prueba de detección de isquemia (similar a la ergometría). Los defec-
Qp/Qs o los grados de insuficiencia o estenosis valvulares. tos de perfusión se corresponden con isquemia inducible (defecto sólo tras
el estrés) o infarto establecido (defecto también en el reposo).
F. T1 y T2 mapping
80
04. Imagen cardíaca | RD
la clínica y diagnóstico diferencial, si bien para mayor profundidad de cada •• Cardio TC: buena herramienta para descartar o para demostrar la
patología se remite al Manual CTO de Cardiología y cirugía cardiovascular. enfermedad coronaria, aunque, en el caso de existir, es poco útil para
predecir la trascendencia hemodinámica de las lesiones (muy sensible
Cardiopatía isquémica pero poco específica, ya que, como se ha visto previamente, una TC
negativa prácticamente excluye la enfermedad coronaria, pero en el
La isquemia miocárdica ocurre por un desajuste entre el aporte de oxígeno caso de ser positiva es difícil demostrar que los síntomas del paciente
al miocardio y las demandas energéticas del mismo. Generalmente, es se deban exclusivamente a la ateromatosis). Generalmente, se usa en
secundario a estenosis de las arterias coronarias por la ateromatosis, no pacientes con probabilidad pretest baja o intermedia de enfermedad
obstante hay otras causas menos frecuentes: anomalías coronarias congé- coronaria o con pruebas de detección de isquemia no concluyentes o
nitas, cualquier forma de shock, alteraciones hematológicas o alteraciones dudosas.
patológicas de aumento de demanda de oxígeno.
A. Detección de la isquemia miocárdica
El papel de las pruebas de imagen en la miocardiopatía isquémica se cen-
tran básicamente en dos procesos, en la detección de la enfermedad coro- Ecocardiografía: análisis de la contractilidad global y segmentaria en
••
naria (y en ocasiones el tratamiento) y la detección de las consecuencias reposo o bajo estrés (esfuerzo o fármacos) y valorar complicaciones
sobre el miocardio (isquemia miocárdica, infarto establecido y otras com- postinfarto como aneurisma, pseudoaneurisma, rotura de cuerdas
plicaciones). tendinosas.
•• Coronariografía con RFF: uti-
lizando sondas para valorar la
reserva de flujo fraccional se
puede estimar la repercusión
hemodinámica de una este-
nosis. Un valor menor a 0,8
significa estenosis hemodiná-
micamente significativa.
•• SPECT: prueba de medicina
nuclear que detecta isquemia
o infarto.
•• Cardio-TC: en los aparatos más
modernos, y a costa de aumen-
tar de manera importante la
dosis de radiación, se puede
detectar alteraciones de la
perfusión miocárdica e incluso
realce tardío. Se puede valorar
además de algunas complica-
ciones del infarto (si la ecografía
o la RM no son valorables o no
se pueden hacer) como la rotura
Figura 14. Recuerdo anatómico de los segmentos del miocardio del VI y que arteria coronaria irriga cada cardíaca. Posibilidad también
segmento de realizar, con la ayuda de la
inteligencia artificial, de RFF TC.
•• Coronariografía convencional: prueba de referencia para la valora-
ción de las estenosis coronarias con la posibilidad de tratamiento con A B
angioplastia y/o stents. Es una prueba no exenta de riesgos y utilizada
sobre todo en pacientes con alta probabilidad preprueba de estenosis
o en el proceso agudo (MIR 15-16, 8; MIR 12-13, 7).
A B C
81
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
•• Cardio-RM: A B
-- Alteraciones de la contractilidad segmentaria (hipocinesia,
discinesia o acinesia), según la arteria afectada, y valoración
del espesor miocárdico en las secuencias cine (en movi-
miento).
-- Defectos de la perfusión, en reposo o con estrés farmacológico
durante la inyección de contraste, donde se aprecia ausencia de
realce del miocardio isquémico frente al normal.
-- Realce tardío de gadolinio: importante para valorar la viabilidad
miocárdica y, por lo tanto, el pronóstico. En la necrosis y en la C D
fibrosis miocárdica aumenta el espacio extracelular y el contraste
queda retenido en las zonas patológicas (siguiendo el territorio
vascular afectado), que se verán blancas (realce) frente al negro
del miocardio normal. El realce tardío tipo isquémico puede ser
de tres tipos, de mejor a peor pronóstico:
›› Subendocárdico (< 50% del espesor) lo que indicaría viabili-
dad del territorio afectado (se podría revascularizar).
›› Transmural (todo el espesor o al menos > 50-75%) que indi-
caría ausencia de viabilidad y baja probabilidad de recupe- Figura 18. Miocardiopatía isquémica crónica con adelgazamiento
ración tras revascularización. del septo y pared inferolateral en las secuencia cine (A: eje corto; B:
›› Patrón de no reflujo: en las zonas de realce tardío se puede cuatro cámaras) y realce tardío de gadolinio transmural en ambas
ver una banda subendocárdica de hipointensidad de señal áreas (ausencia de viabilidad) y foco de obstrucción microvascular (no
(negra), que indicaría obstrucción microvascular. reflujo) (flecha verde)
Subendocárdico Transmural
82
04. Imagen cardíaca | RD
Otras miocardiopatías
Las miocardiopatías son un conjunto heterogéneo de enfermedades que se
caracterizan por alteraciones estructurales y funcionales del miocardio en
ausencia de alteraciones coronarias o sobrecarga hemodinámica (isquemia,
valvulopatías, hipertensión o anomalía congénita) que las justifique y que
en muchas ocasiones tienen un origen genético. Se han realizado dos clasi-
ficaciones importantes para agruparlas, la de la American Heart Association
(AHA) y de la European Society of Cardiology (ESC), siendo esta última más Figura 22. MCH con SAM y aceleración del flujo en el tracto de salida
práctica desde el punto de vista de la imagen. Las miocardiopatías con alte- del VI
raciones solamente eléctricas no se consideran en este capítulo.
•• TC: papel limitado en esta patología. Puede valorar alteraciones asocia-
La técnica de imagen de referencia para el estudio de miocardiopatías es la das de las arterias coronarias como el origen anómalo y la aterosclerosis.
RM, aunque la ecocardiografía es útil en el despistaje inicial y la TC puede
tener papel en alguna de ellas.
83
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
B. Miocardiopatía dilatada A B C
84
04. Imagen cardíaca | RD
Hallazgos de imagen
85
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Hallazgos de imagen
Figura 29. Esquema Figura 30. Realce tardío intramiocárdico
del tipo de realce septal en paciente con sospecha de Acinesia o discinesia generalmente medioventricular o apical, aunque
tardío típico de sarcoidosis cardíaca. Esquema del tipo de puede ser segmentaria, con disfunción sistólica desproporcionada a la ele-
los pacientes con realce tardío típico de los pacientes con vación de enzimas. La afectación no se corresponde con un territorio coro-
enfermedad de Fabry sarcoidosis
nario concreto.
•• Ecocardiografía: se aprecian las alteraciones de la contractili-
E. Miocardiopatía no compactada dad segmentaria y disfunción sistólica. Útil también en el segui-
miento.
Tipo de miocardiopatía no clasificada que en la mayoría de casos suele tener •• Angiografía con ventriculografía: ausencia de oclusiones coronarias.
base genética. Es secundaria al defecto de la maduración de los sinusoides En la ventriculografía se puede apreciar la dilatación o “balonamiento”
de la pared miocárdica y se caracteriza por un aumento de la trabeculación apical típico (que le da el nombre al síndrome ya que asemejaba a
del endocardio, recesos intertrabeculares profundos y una capa epicárdica una vasija tradicional japonesa para pescar pulpos), patognomónica
compacta delgada. Puede evolucionar a dilatación, disfunción sistólica, en ausencia de enfermedad coronaria.
arritmias y fenómenos embólicos. •• TC: útil para descartar enfermedad coronaria, aunque en el cuadro
agudo suele hacerse arteriografía.
En afroamericanos se ha descrito un aumento de la trabeculación miocár- •• RM: alteraciones de la contractilidad segmentaria que no sigue una
dica no patológica con niveles que serían considerados patológicos en cau- distribución coronaria, también se puede apreciar edema en secuen-
cásicos. cias de sangre negra T2 en la fase aguda y ausencia de realce tardío
(lo que apoya al diagnóstico y ayuda al diagnóstico diferencial con el
Hallazgos de imagen infarto y la miocarditis).
Hallazgos de imagen
86
04. Imagen cardíaca | RD
A B C Métodos de imagen
87
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Valoración también de la Ao ascendente que puede estar dilatada y la Implantación transcatéter de la válvula aórtica (TAVI)
hipertrofia ventricular izquierda.
-- EAo severa: área < 1 cm² (< 0,6 cm²/m² indexada) y gradiente Es un procedimiento intervencionista intravascular que realizan los hemo-
transvalvular sistólico medio > 40 mmHg o velocidad < 4 m/s. dinamistas en pacientes con EAo severa sintomátic, no candidatos a reem-
-- Una situación clínica especial, y de difícil manejo, es la estenosis plazo valvular por prótesis, generalmente ancianos y/o con alto riesgo
grave (< 1 cm²) con bajo flujo y bajo gradiente (< 4 m/s y < 40 quirúrgico (con esperanza de vida > 1 año). No obstante, dados los buenos
mmHg). Puede ser por disfunción sistólica (con FEVI baja) o por resultados obtenidos las indicaciones se están ampliando a más grupos de
VI pequeño por hipertrofia concéntrica con disfunción diastólica, pacientes.
en estos casos está indicada ecocardiografía (o RM) de estrés
que desenmascararía la estenosis. TC de planificación para las medidas del anillo valvular y aorta (para la elec-
•• TC: es la mejor prueba para la medición del calcio valvular mediante el ción del tamaño de la prótesis) y medidas vasculares (para elegir la vía de
score Agatston, a mayor puntuación mayor gravedad. También puede abordaje, generalmente por la arteria femoral), todo ello para facilitar la
valorar la anatomía y área valvular en un estudio retrospectivo (alta implantación y evitar complicaciones.
radiación) y útil en el estudio de la aorta. Guía para planificación previa
a la implantación de la prótesis aórtica tipo TAVI. C. Insuficiencia aórtica
Causas
Figura 35. Captura de pantalla del programa de postprocesado para las medidas de la aorta y anillo aórtico (A) y reconstrucción vascular de la aorta
abdominal y ejes ilíacos (B) realizadas por TC para valorar el tipo de prótesis y vía de abordaje
88
04. Imagen cardíaca | RD
•• Secundarias a dilatación del anillo: por aneurisma de aorta ascen- que aumenta el riesgo de embolias sistémicas, también se puede dar
dente, disección aórtica, enfermedad de Marfan… hemoptisis.
•• Ecocardiografía: valoración anatómica y de la incompleta coapta- •• Fiebre reumática: la causa más frecuente (siendo la valvulopatía más
ción de las valvas en diástole, estimación de la gravedad mediante frecuente por esta causa), con predilección por el sexo femenino.
Doppler y realización de medidas del VI y Ao ascendente. A veces el •• Congénita, mucho menos frecuente.
estudio es limitado y es necesaria la realización del estudio transe-
sofágico o RM. Pruebas de imagen
A B •• Ecocardiografía Doppler:
generalmente la única
prueba utilizada, con
buena valoración de los
velos y el orificio de este-
nosis, calcula también,
como en el resto de este-
nosis, la velocidad y el
gradiente transvalvular.
Figura 36. Paciente con válvula aórtica bicúspide con insuficiencia Se puede valorar también
Ao severa, eje corto paraesternal (A) donde se ven las dos valvas y eje el fallo del VD y la hiper-
largo paraesternal (B) donde se ve el jet de insuficiencia tensión pulmonar.
•• RM: poco utilizada, sólo
•• RM: análisis de la anatomía y orificio de regurgitación y cálculo del ante dudas ecocardio-
volumen y de la fracción regurgitante con la secuencia de contraste gráficas y valoración de Figura 38. Paciente con estenosis
mitral reumática, con aceleración del
de fase. Valoración también de la morfología y función ventricular trombos.
flujo a través de una válvula que no se
y de la aorta. En las secuencias cine se suele ver un artefacto de •• TC: normalmente no es abre completamente
vacío de flujo (chorro negro) que se corresponde con el jet de val- útil, aunque reciente-
vulopatía. mente se empieza a utili-
•• TC: para el estudio de la aorta ascendente, también en pacientes con zar para guía de implantación endovascular de prótesis mitral, alternativa
Marfan (Figura 37). a la prótesis quirúrgica, que se suele utilizar en pacientes con alto riesgo
quirúrgico, fallo de prótesis biológica o con importante calcificación.
La dilatación auricular masiva puede condicionar arritmias auricula- Defecto de cierre de la válvula, condicionando regurgitación de sangre del
res, generalmente fibrilación auricular, y trombos intracavitarios, lo VI a la AI.
89
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
90
04. Imagen cardíaca | RD
A B C
Figura 42. Derrame pericárdico en tres pacientes diferentes que se pueden caracterizar según la UH. A: trasudado en paciente con insuficiencia
renal (< 10 UH); B: exudado en pciente con pericarditis (20-50 UH); tienen también realce pericárdico; C: hemopericardio (> 50 UH) en paciente con
disección aórtica tipo A
C. Pericarditis constrictiva
El riesgo de desarrollar pericarditis constrictiva tras una pericarditis aguda es Figura 43. TC en paciente con pericarditis constrictiva. Se observa
bajo, sobre todo tras pericarditis idiopática o vírica, la incidencia es mayor tras derrame pericárdico con calcificación periférica (flecha amarilla) y
etiología purulenta o tuberculosa y tras cirugía o radioterapia (estas dos últimas signos indirectos de constricción, con ventrículos tubulares (flecha
en aumento). Hasta en el 50% no se reconocen antecedentes de pericarditis. azul) y dilatación de las aurículas y vena cava (flecha roja)
91
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Cardiopatías congénitas
Este es un tema muy extenso y complejo, por lo que se centra el apar-
tado en exponer las áreas más preguntadas orientándolo a las pruebas
de imagen.
A. Pruebas de imagen
Figura 44. Implantes pericárdicos (flecha amarilla) y pleurales (flecha •• La ecocardiografía: es la modalidad de elección para el diagnóstico y
verde) en paciente con linfoma seguimiento.
•• Placa simple de tórax: útil para la sospecha de algunos casos.
B. Primarios •• TC: caracteriza muy bien la anatomía cardíaca y vascular (útiles para la
planificación quirúrgica de ser necesaria).
•• Benignos: •• RM: también proporciona buena valoración anatómica cardiovas-
-- Mixoma: el más frecuente (25-50% de los casos), ubicado cular, con la ventaja de no utilizar radiaciones ionizantes, y, además,
normalmente en la AI con base pediculada en el tabique inte- aporta datos funcionales como la medición de los cortocircuitos con
rauricular. Es más típico en mujeres (30-50 años) y hasta en el cociente Qp/Qs en las secuencias de contraste de fase (flujo en la
un 7% se asocian al síndrome de Carney (HAD con hiperpig- arteria pulmonar/flujo en la aorta) que cuando excede 1,7-2 está indi-
mentación cutánea y varios tipos de tumores). Pueden cau- cada la corrección quirúrgica. Al igual que en las valvulopatías también
sar embolismos sistémicos, insuficiencia cardíaca o SRIS (por se puede ver el chorro de sangre de color negro en las secuencias cine.
secreción de IL6). En imagen, el diagnóstico diferencial es
sobre todo con un trombo intracavitario y clínicamente con B. Cortocircuitos
la endocarditis (recordar el típico soplo diastólico que cambia
con la posición y el plop tumoral al encajar la masa en la vál- Son conexiones anormales del flujo sanguíneo entre la circulación sistémica
vula mitral). y la circulación pulmonar. Hay dos tipos de shunt, izquierda-derecha (donde
A B C
Figura 45. Ecocardiografía cuatro cámaras (A y B), se observa un gran mixoma intraauricular izquierdo, que depende del septo IA y protruye hacia el VI
a través de la valva mitral (B), condiciona estenosis valvular (C)
92
04. Imagen cardíaca | RD
la sangre oxigenada para de la circulación sistémica a la pulmonar) y de mera en la población pediátrica, ya que muchas de ellas se cierran espontá-
derecha-izquierda (donde la sangre no oxigenada fluye directamente de la neamente. Hay cuatro tipos según su localización y márgenes, los dos más
circulación pulmonar a la sistémica). frecuentes son:
•• Defecto membranoso: (70%-80%), defecto en la parte membranosa
Cortocircuitos izquierda-derecha (basal) del septo interventricular.
•• Defecto muscular o trabecular: defecto en la parte muscular del septo
Condicionan un hiperaflujo sanguíneo a la circulación pulmonar que, sí interventricular, si son pequeñas se suele cerrar el primer año de vida.
es significativo y el tiempo es suficiente, hace que la resistencia arterial
pulmonar se iguale o exceda a la resistencia vascular sistémica ocasio- Para las pruebas de imagen es similar a la CIA (Figura 47).
nando que el cortocircuito se vuelva bidireccional o se invierta (síndrome
de Eisenmenger), momento en que la corrección quirúrgica no es posi- A B
ble.
CIA
93
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Puede asociarse también CIA, persistencia del ductus o agenesia de la vál- Estrechamiento focal de la aorta descendente que condiciona disminución del
vula pulmonar. flujo distal al mismo (a abdomen y miembros inferiores) y un aumento de la pos-
carga proximal hacia las ramas aórticas más proximales y corazón condicionando
En las pruebas de imagen, un signo clásico es la forma de bota o garrafa hipertrofia del VI. Se caracteriza por HTA y claudicación en MMII con diferencia de
en la radiografía simple (con ápex elevado, dilatación de aorta ascen- tensiones entre MMSS y MMII, generalmente en pacientes jóvenes.
dente). La ecocardiografía valora mejor las malformaciones, y la TC y la
RM presentan mejor resolución espacial, sobre todo en pacientes con Existen dos tipos, según donde sea el estrechamiento con respecto al ductus:
mala ventana acústica, la RM valora también la fibrosis miocárdica con •• Preductal: forma infantil, con manifestaciones graves tempranas.
el realce tardío. •• Postductal: más frecuente y típica de adultos.
A B C D
Figura 50. Coartación aórtica en una paciente de 24 años diagnosticada por HTA. A: placa de tórax en la que se ve cardiomegalia y las pequeñas
muescas costales características (flechas blancas), B y C: reconstrucciones de TC donde se aprecia la estenosis de la aorta descendente postductal
(flechas amarillas); D: en el plano axial se aprecia la circulación colateral por las arterias bronquiales, intercostales y mamarias
94
04. Imagen cardíaca | RD
A B C D
Figura 51. Paciente de 33 años con anomalía de Ebstein. Ecocardiografía 4 cámaras (A) implantación baja de la válvula tricúspide con “atrialización” del
VD, que está aumentado de tamaño. En la RM del mismo paciente, eje corto (B), 4 cámaras (C) y eje largo del VD (D) se ve también el desplazamiento
ventricular de la válvula (flechas) con gran dilatación del ventrículo atrializado
Ideas
C l ave
La ecocardiografía suele ser la primera prueba, para la valoración de pa- miocárdica y la detección de enfermedades de depósito. El realce tardío
tología cardíaca. Valora la morfología, contractilidad y función del mio- de gadolinio se identifica como área blanca sobre miocardio negro y
cardio, las válvulas (con ayuda de la técnica Doppler) y el derrame peri- se divide principalmente en dos tipos: isquémico (subendocárdico o
cárdico. Es importante reconocer la anatomía cardíaca en las imágenes transmural) y no isquémico (el resto de patrones). Un tipo de miocar-
congeladas de los diferentes planos ecocardiográficos. diopatía importante es la hipertrófica, con un grosor miocárdico de >
15 mm.
Las pruebas de imagen en la cardiopatía isquémica se usan para la de-
tección de las estenosis coronarias (con la coronariografía en caso de La estenosis valvular es una dificultad de apertura de la válvula condicio-
alta sospecha preprueba, ya que también sirve para el tratamiento, y nando hipertrofia de la cámara proximal. Los síntomas aparecen antes
cardio-TC en el caso de baja sospecha) y para la detección de isquemia del fallo ventricular. En ecocardiografía Doppler color el flujo presenta
miocárdica (principalmente ecocardiografía, RM y SPECT). una mezcla de colores que indica aceleración. La insuficiencia valvular es
un defecto de cierre de la válvula condicionando dilatación de la cáma-
En el estudio de las miocardiopatías es importante la cardio-RM y sobre ra proximal. Los síntomas aparecen tras el fallo ventricular (seguimiento
todo la secuencia de realce tardío de gadolinio, ya que los diferentes más estrecho). En ecocardiografía Doppler color se aprecia flujo hacia la
patrones de realce ayudan a la detección de edema, necrosis y fibrosis cámara próximal.
95
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Casos
C l í n i co s
Un paciente de 38 años sin antecedentes de interés acude al Servicio de Este es un tipo de pregunta repetida en el MIR y que es muy sencilla si se
Urgencias aquejando dolor torácico epigástrico y disnea. En la exploración tiene en cuenta la anatomía cardíaca y se detectan las válvulas en esta
física destaca un paciente intranquilo, sudoroso, con presión arterial de imagen congelada de ecocardiografía en un plano paraesternal de eje
105/60 mmHg y frecuencia cardíaca de 120 Ipm. Una imagen del ecocar- largo. La válvula aórtica está cerrada y la mitral abierta, por lo que se
diograma practicado se muestra en la figura. ¿En qué fase del ciclo cardíaco corresponde con la diástole. En esta pregunta no son necesarios los datos
está congelada la imagen? clínicos.
RC: 3
En esta pregunta la imagen nos ayuda y también apoyan los datos clí-
1) La fase de contracción isovolumétrica. nicos aportados (hipotenso, taquicárdico e intranquilo). En el margen
2) La diástole. inferior de la imagen y rodeando al corazón, se aprecia una banda negra
3) La sístole. que se corresponde con líquido (derrame pericárdico) y para saber si
4) La fase de relajación isovolumétrica. está comprimiendo el ventrículo derecho, se puede medir el pulso para-
5) En ausencia de registro simultáneo de electrocardiograma, es imposible dójico (en inspiración y espiración). Para el tratamiento se puede reali-
precisarlo. zar una punción (pericardiocentesis), si hay compromiso hemodinámico,
RC: 2 y no cirugía.
96
Musculoesquelético
05 ORIENTACIÓN MIR
Esta asignatura está vinculada fundamentalmente a dos asignaturas complementarias:
reumatología y traumatología.
Las preguntas del MIR de reumatología con imágenes se contestan perfectamente con el
Manual de Reumatología por lo que recomendamos que el estudiante estudie las artropatías
de ese manual para completar este capítulo.
La asignatura de traumatología es amplia por su extensión a toda la anatomía y las múltiples
enfermedades con nombre propio. En este capítulo hemos resumido las más importantes y
hemos intentado crear un sistema de aproximación a las preguntas del MIR útil y rápido.
5.1. Técnicas de imagen
lares y es la prueba de elección en el screening de la displasia de cadera en
recién nacidos.
Radiografía simple
TC
La radiografía (Rx) simple debe ser la puerta de entrada para el estudio de la
patología de musculoesquelético tanto aguda como crónica, debe ser siem- Se puede interpretar la TC como la radiografía simple 2.0. Es la prueba de
pre las primera prueba a realizar. elección como norma general cuando la Rx simple no es suficiente para
valorar las patologías relacionadas con el hueso o calcificaciones.
Utiliza radiaciones ionizantes (rayos X) para obtener la imagen. Siempre han
de realizarse al menos dos proyecciones.
A B C
En general, es fundamental ante todas las pruebas de imagen, y en parti-
cular con la radiografía simple, saber el contexto clínico y los antecedentes
del paciente.
Sus principales indicaciones son la evaluación de tendones ligamentos y Hoy en día la TC se usa de rutina en el estudio preoperatorio en fracturas
músculos, la detección y caracterización de colecciones intra o extraarticu- complejas, para la evaluación prequirúrgica, debido a que es posible realizar
97
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
fracturas
Las fracturas más frecuentes son las fracturas traumáticas. Una fractura pato-
lógica es aquella fractura que
se produce sobre un hueso
anormal, ya sea por una lesión
maligna (metástasis, mie-
loma o tumor óseo primario)
o sobre una lesión benigna
Figura 2. A: imagen axial de artro-RM de hombro; B: imagen axial de (como por ejemplo un quiste
artro-TC de hombro, en paciente con marcapasos simple en niños). Las fractu-
ras por estrés son las que se
producen en el hueso debido
Comparación de la sensibilidad de los métodos para evaluar el esqueleto a un disbalance entre la resis-
óseo y las partes blandas (Tabla 1): tencia ósea y el estrés mecá-
nico crónico sobre el hueso;
estas fracturas pueden ser:
Método Esqueleto óseo Partes blandas
fractura por fatiga/sobre-
Radiografía simple ++ + carga: estrés anormal sobre
hueso normal y fractura por
TC +++ ++
insuficiencia: estrés normal
RM ++ +++ sobre hueso anormal. Estas
Ecografía + +++ dos últimas son ambas más Figura 4. Varón de 39 años, con
frecuentes en mujeres y son fractura patológica de la región
Tabla 1. Comparación de técnicas para diagnóstico de patología ósea más frecuentes en columna, lateral de la diáfisis femoral
y de partes blandas izquierda, sobre displasia fibrosa
pelvis y miembros inferiores.
98
05. Musculoesquelético | RD
En el caso de sospecha de una fractura por estrés las radiografías son nega-
tivas, sobre todo en los estadios iniciales y es la RM el estudio de imagen Rx simple
indicado.
Un caso típico de fractura por fatiga sería una mujer joven, de unos 35 años, H. largo Día-meta-epífisis
corredora de maratones y comienza con dolor a nivel de la cadera o región
glútea posterior por lo que habría que sospechar una fractura por fatiga en Localización
el sacro, pelvis o en fémur. Un escenario típico de fractura por insuficiencia Esq. axial Céntrico-excéntrico
es una mujer de 80 años, sin antecedente traumático relevante, que tiene
osteoporosis y comienza con dolor de espalda o región glútea, por lo que
habría que pensar en una fractura por insuficiencia en la espalda o en la Solitaria Reacción perióstica
región pélvica. Miscelánea
Múltiple Destrucción cortical
A B
Figura 6. Enfoque diagnóstico de los tumores óseos
99
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
La zona de transición es el indicador más relevante para determinar si una Reacción perióstica:
lesión osteolítica es benigna o maligna (Figura 7): •• Sólida o unilaminar: no agresiva. Lesión de crecimiento lento.
- No agresiva: márgenes definidos y zona de transición estrecha. •• Multilaminar o en capas de cebolla: agresividad intermedia.
- Agresiva: márgenes mal definidos y zona de transición ancha. •• Espiculado, en cepillo o en rayos de sol: apariencia más agresiva. Muy
sugestiva de malignidad.
•• Triángulo de Codman: elevación del periostio de la cortical, con
Tipo 1a - Borde bien definido con anillo esclerótico formación de un ángulo. Aunque asociado a osteosarcoma, no
siempre, incluso puede verse en procesos benignos, como infec-
Tipo 1b - Borde bien definido pero sin anillo esclerótico ciones.
Agresividad
Figura 7. Tipos de lesiones óseas, en función de su agresividad Número y tamaño (Tabla 4):
Tabla 4. Izquierda: lesiones óseas solitarias vs. múltiples. Derecha: diferencias de lesiones óseas en función del tamaño
A B C D
Figura 8. Sarcoma de Ewing en región diafisaria proximal del peroné en niño de 7 años (A y B: Rx simple; C, D y E: RM)
100
05. Musculoesquelético | RD
La 4.a edición de la clasificación de la OMS de los TPB es del año 2013 Figura 10. Leiomiosarcoma en región distal pierna, en mujer de 33
(la previa era de 2002), incorpora datos clínicos, histológicos y genéticos años
101
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Entre el 15% y el 25% de personas con más de 60 años tienen roturas com-
pletas de algún tendón del manguito rotador y más del 50% de las personas
de más de 80 años tiene roto alguno o varios tendones del hombro.
Figura 11. Lipoma en eminencia tenar Tendones tipo I (sin vaina) Tendones tipo II (con vaina)
Para el estudio del dolor del hombro véase Figura 12. Tabla 6. Diferencias entre tendones tipo I y tipo II
Dolor de hombro
Normal
o dudas
102
05. Musculoesquelético | RD
Tendón Tendón
normal Pre-calcificado Calcificado Post-calcio normal
Reabsortiva
Formativa Reposo
(cólico)
La tendinopatía calcificada del manguito rotador es una causa frecuente Las roturas del manguito rotador se pueden estudiar con ecografía o RM, en
de dolor en el hombro (7-17% de pacientes con dolor en el hombro). Es función de la experiencia de los radiólogos. Normalmente, si se plantea un
más frecuente en mujeres en la 4.a o 5.a década de la vida. La causa de tratamiento quirúrgicos se suele realizar una RM prequirúrgica, en la que es
la tendinopatía calcificada es desconocida, pero se conoce bien la histo- importante clasificar de qué tipo de rotura se trata (Figura 15).
ria natural de la enfermedad, que es autolimitada. Se estudia fundamen-
talmente con Rx simple en dos proyecciones (AP en rotación externa e En el estudio prequirúrgico es importante referir:
interna) y con ecografía. El dolor condicionado por dicho calcio es producido •• Afectación de uno o varios tendones (tipo de rotura).
por un pinzamiento subacromial o por la reabsorción del calcio (“cólico •• Grado de retracción tendinosa.
del hombro”), más frecuentemente a la bursa subacromiodeltoidea y •• Patología del tendón de la porción larga del bíceps.
menos frecuente al hueso subcortical o a la unión miotendinosa. Este •• Estado de la articulación acromioclavicular y glenohumeral.
cólico del hombro suele llevar al paciente a la urgencia con intenso dolor de •• Grado de atrofia grasa muscular.
hombro (Figura 14).
B. Inestabilidad glenohumeral
El lavado percutáneo de la calcificación guiado por ecografía es una técnica
indicada en la fase en la que el calcio produce dolor agudo, condicionando Lo más importante en la inestabilidad glenohumeral es conocer el esce-
un pinzamiento subacromial. Existen otros posibles tratamientos, como las nario clínico del paciente. Se pueden dividir en 3 escenarios clínicos y en
ondas de choque. La cirugía, que es otra opción terapéutica, se realiza cada función de los mismos, buscaremos patologías características en las prue-
vez en menos casos. bas de imagen. Son escenarios clínicos que se entrelazan entre sí, pues una
persona que es hiperlaxa puede luxarse el hombro por ejemplo. La prueba
A B indicada en el estudio de la inestabilidad glenohumeral es la artroRM o en
su defecto la artro TC.
C. Escenarios clínicos
Escenario clínico 1
A B
103
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B
B C
Escenario clínico 2 Figura 19. A: mujer joven hiperlaxa; B y C: artro RM con cápsulas
abombadas (flechas)
Se trata de un caso de pacientes que tienen una “microinestabilidad” por
sobreuso. En nuestro medio es frecuente en jugadores de pádel y otras acti- Codo
vidades o deportes que conlleven movimientos repetitivos con el brazo por
encima del hombro; es una microinestabilidad producida por sobreuso.
A. Patología tendinosa
En estos casos, en los estudios de imagen se buscará lesión de SLAP (Supe-
rior Labral AnteroPosterior), que no se debe confundir con variantes anató- En el codo los tendones más afectados son los tendones proximales de los
micas (que son el receso y foramen sublabral y la variante Bufford, que es la extensores en su inserción en el epicóndilo lateral (epicondilitis o codo de
ausencia de labrum anterosuperior y engrosamiento del ligamento glenohu- tenista) y los tendones proximales de los flexores en su inserción en el epi-
meral medio). También se debe valorar lesiones condrales en la articulación cóndilo lateral/epitróclea (epitrocleitis o codo del golfista).
104
05. Musculoesquelético | RD
Proximal Distal
Pacientes mayores Pacientes jóvenes
Figura 21. Neuritis del cubital, con nervio hiperintenso y engrosado
Hombro Codo en el canal epitrocleo-olecraneano (A), producida por músculo
A menudo relacionado con rotura Levantadores de pesas ancóneo accesorio a este nivel (B y C)
del manguito rotador
Signo del Popeye menos
frecuente
Signo del “Popeye” (si rotura lacertum
fibroso)
Muñeca y mano
Las fracturas del extremo distal del radio son fracturas relativamente comu-
nes, que generalmente ocurren tras una caída. La más común de estas
Paciente con signo del “Popeye”
derecho, por rotura del bíceps
fracturas es una fractura extraarticular transversa, con angulación dorsal
proximal asociada, se denomina fractura de Colles. Tiene una distribución bimodal
Normalmente no quirúrgica Normalmente quirúrgico por edad y sexo; varones jóvenes en mecanismos de alta energía y mujeres
mayores tras caídas simples.
Tabla 7. Diferencias entre las roturas del tendón proximal y distal del
tendón del bíceps braquial
Para el estudio de estas fracturas basta con la realización de una radiografía
simple AP y lateral de muñeca. En los casos de dudas, y ante la posibili-
B. Patología neuropática alrededor del codo dad de afectación de la superficie articular y posible tratamiento quirúrgico,
estará indicado la realización de una TC.
Alrededor del codo, se puede producir compromiso de varias estruc-
turas nerviosas, incluyendo el nervio cubital, radial y mediano. Para Es importante valorar en esta TC la extensión intraarticular y la afectación de
el estudio de estas neuropatías, normalmente, basta con una buena la estiloides cubital. Para ello Frykman las divide en 8 categorías (Figura 22):
exploración física y la realización de estudios electrofisiológicos; no obs- 1. Fractura del radio distal extraarticular.
tante, en ocasiones se pueden realizar estudios dirigidos (ecografía o 2. Fractura del radio distal extraarticular + fractura del cúbito distal.
RM), para descartar causas compresivas de estos nervios, que pueden ser 3. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana.
debidas a tumores de partes blandas benignos o malignos, músculos acce- 4. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana + fractura del
sorios y otras variantes anatómicas, artrosis o tumores intraneurales. cúbito distal.
En las pruebas de imagen, se observa un nervio engrosado y con hiperintensi- 5. Fractura del radio distal intraarticular radiocubital.
105
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
6. Fractura del radio distal intraarticular radiocubital + fractura del cúbito distal. simple de muñeca (2 proyecciones). Si son normales, y los síntomas conti-
7. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana y radiocubital. núan, otras pruebas de imagen pueden realizarse (TC o RM). Normalmente
8. Fractura del radio distal intraarticular radiocarpiana y radiocubital + se actúa de la siguiente manera, ante una sospecha clínica, con unas Rx
fractura del cúbito distal. simples negativas, se trata la fractura con inmovilización con yeso y se repite
las Rx simples en 2-3 semanas.
1 2 3 4
Normalmente, las fracturas no desplazadas se tratan con inmovilización con yeso.
La fijación interna puede ser necesaria para las fracturas del cuello desplazadas.
La mayoría de las fracturas curan sin complicaciones. No obstante una complica-
ción que puede producir es la necrosis avascular del polo proximal, debido a que
la vascularización al escafoides le llega por el polo proximal. Para el estudio de la
necrosis avascular, en los últimos años, se realiza RM sin y con contraste intrave-
noso (CIV) para valorar la viabilidad del fragmento óseo proximal.
5 6 7 8
A B C
106
05. Musculoesquelético | RD
La tenosinovitis de De Quervain ocurre más frecuentemente en mujeres de artrosis de muñeca, que tienen un origen distinto. Su origen suele ser postraumá-
edad media. Es bastante típica en madres o padres con niños, secretarios/as tico, aunque la muñeca SLAC también puede ser secundaria a artritis reumatoide,
o enfermeros/as. El diagnóstico es clínico, con el test de Finkelstein positivo, enfermedad por depósito de cristales, enfermedad neuropática o amiloidosis.
y se pueden realizar pruebas de imagen, sobre todo la ecografía para con-
firmar la sospecha clínica. El tratamiento inicial es conservador, con reposo La muñeca SLAC se debe a la rotura del ligamento escafo-semilunar y la
y antiinflamatorios y también se puede realizar infiltración ecoguiada de la muñeca SNAC a la fractura no consolidada de escafoides. Se estudian con
vaina tendinosa, que tiene una efectividad del 50% de los pacientes tras una Rx simple y en casos de estadios avanzados, en los que se valora optar por
única inyección. tratamiento quirúrgico, se realizará un TC. En la Tabla 8 se muestran las
clasificaciones de ambas patologías.
SLAC SNAC
I: a rtrosis en articulación entre la I: a rtrosis entre el fragmento distal del
estiloides radial y el escafoides escafoides y la fosa escafoidea radial
II: a rtrosis que afecta a toda la II: igual que estadio I + artrosis entre
articulación radioescafoidea escafoides y grande
III: artrosis radioescafoidea y grande- III:
semilunar •• Artrosis que afecta a estiloides radial,
escafoides proximal y escafoides-grande,
con progresión a grande-piramidal
•• Migración proximal lateral del grande
dorsal al semilunar (deformidad en DISI)
•• Neo-articulación entre grande y radio
IV: artrosis radiocarpiana e
intercarpiana +/- articulación
radiocubital distal
Figura 25. Tenosinovitis de De Quervain, en mujer de 33 años, con Tabla 8. Clasificación de las muñecas SLAC y SNAC
recién nacido. Se observa un engrosamiento de los tendones abductor
largo y extensor corto del pulgar, con engrosamiento sinovial
A B
La muñeca SLAC (ScaphoLunate Advanced Collapse) y SNAC (Scaphoid Nonunion Existen tres tipos de pinzamiento femoroacetabular, tipo CAM, Pincer o
Advanced Collapse), se refiere a un proceso evolutivo, cuyo final es un colapso y combinado. La importancia de estos pinzamientos femoroacetabulares
107
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Signos clínicos:
•• Test de pinzamiento de cadera que deben de reproducir los síntomas.
•• Limitación del rango de movimiento.
Figura 27. Paciente de 32 años, con pinzamiento femoroacetabular
tipo CAM, con joroba lateral en ambos cuellos femorales (A) y rotura
Diagnóstico de imagen:
labral asociada en la cadera izquierda (B y C)
•• Rx simple AP de pelvis y axial de la cadera dolorosa, para identificar
las morfologías CAM o Pincer e identificar otras causas de dolor de
cadera. B. Necrosis avascular de cadera
•• Cuando se necesite valorar mejor la morfología de la cadera o lesio-
nes asociadas del cartílago o labrum se realizarán pruebas de imáge- La cadera es un sitio frecuente de osteonecrosis, probablemente, debido
nes adicionales. En este caso, la prueba indicada normalmente es la a una combinación de vascularización deficitaria y una alta carga al estar
artro-RM, que permite valorar adecuadamente estas posibles lesio- de pie. Cursan con dolor de cadera, inguinal, en el muslo y región glútea, a
nes. menudo, los pacientes permanecen asintomáticos hasta estadios tardíos.
Típicamente afecta a la superficie articular superior (entre las 10 y las 2) y
CAM Pincer empieza en la parte más anterior de la cadera.
108
05. Musculoesquelético | RD
•• Estadio IV: luxación. Para ello, en muchas ocasiones se realiza una TC para valorar
-- Rx simple: estadio final con coxartrosis. una serie de medidas ortopédicas, entre las cuales la más importante
-- RM: igual que Rx simple. es el TAGT o distancia entre la tuberosidad tibial anterior y el surco
-- Clínica: dolor y cojera. (Groove) troclear. Una distancia por encima de 20 mm, se considera
patológica.
A B
A B
A. Luxación de rótula
B. Lesiones meniscales
La luxación rotuliana es típica de gente joven deportista, la rótula se luxa
hacia el lado externo. Se d iagnostica con una sospecha clínica y/o radio- La lesión meniscal es una de las lesiones más frecuentes en el sistema mus-
lógica. Casi la mitad de los pacientes con un primer episodio, tienen más culoesquelético y una de las causas por la que más pruebas de imagen se
episodios de luxación. La inestabilidad crónica femororotuliana y luxaciones solicitan en los servicios de Radiodiagnóstico.
recurrentes, producen un daño progresivo del cartílago y una artrosis precoz.
Las funciones del menisco son: distribuir las fuerzas compresivas y de tor-
Los estabilizadores de la rótula, son activos y pasivos. Los activos son los sión (amortiguador), limitar el movimiento anormal, la congruencia arti-
músculos extensores y los pasivos el hueso y los ligamentos (retináculo cular, distribuir el líquido sinovial sobre la superficie articular y prevenir el
medial y ligamento femororotuliano). pinzamiento sinovial. El menisco es un fibrocartílago y está vascularizado
en el tercio periférico, por lo que roturas periféricas tienen un cierto poten-
En el caso de luxación rotuliana, la prueba más indicada es la RM, que ser- cial a curarse. Hay dos meniscos, interno y externo. El menisco se divide en
virá para valorar el edema óseo característico que afecta al margen infero- cuernos anterior y posterior y cuerpo. Esto es importante de cara a definir
medial de la rótula y margen anterolateral del cóndilo femoral externo. En dónde se localizan las roturas.
esta RM también se valorará la integridad, sobre todo, de los ligamentos, el
retináculo medial y el ligamento femororotuliano y se verá si hay lesiones La prueba indicada para valorar patología meniscal es la RM. La rotura
condrales, cuerpos libres y otras lesiones asociadas. meniscal se observa en RM como una señal lineal intrameniscal que
contacta en al menos dos cortes sucesivos de la RM con la superficie
Siempre que ha habido una luxación de rótula es importante valorar articular. La RM tiene una sensibilidad de 86-96% y especificidad de
si existe alguna variante anatómica que condicione o favorezca esta 84-94% para detectar roturas del menisco interno y una sensibilidad de
109
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
70-92% y especificidad de 89-98% para detectar roturas del menisco C. Lesiones ligamentarias
externo.
Las lesiones de los ligamentos de la rodillas son frecuentes, sobre todo
Existen distintos tipos de roturas meniscales: las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA), en deportes como el
•• Rotura horizontal-oblicua. fútbol y el esquí. La prueba indicada para valorar los ligamentos de la
•• Rotura vertical. rodilla y, en concreto las roturas del LCA, es la RM. El LCA normalmente
•• Rotura radial. se rompe de forma completa y es menos frecuente que se rompa de
•• Rotura meniscal, fragmentos desplazados: forma parcial (el LCA se compone de dos haces, el anteromedial y el
-- Asa de cubo (signo del doble cruzado posterior). posterolateral, y cuando la rotura es parcial se rompe uno de estos com-
-- “Flap” (volteado). ponentes). Es importante detectarlas, pues las roturas de LCA son nor-
-- Extruido. malmente quirúrgicas.
•• Rotura compleja.
Hay una serie de hallazgos en Rx simple que son característicos y ayudan a
diagnosticar las lesiones ligamentarias en la rodilla, como se muestran en el
esquema a continuación (Figura 31):
A B
C D
110
05. Musculoesquelético | RD
A B C D E
Edema óseo en “Pivot shift” Edema Óseo en “salpicadero de Edema Óseo en “clip” (CFE y Edema óseo en “luxación Edema óseo en “kissing”
(meseta tibial externa coche” (tibial anterior): meseta tibial externa; CFI) rótula” (CFE anterolateral y (fémoro-tibial anterior)
posterior): rótula inferomedial)
LCP LLI LCP, LCA, meniscos
LCA Ligamento Fémororotulario y luxaciones rodilla
Sobre todo es importante, si se observa en una RM de rodilla un edema Después de un traumatismo en el tobillo, los dos diagnósticos diferenciales
óseo en el margen posterior de la meseta tibial externa, se ha de valorar si principales son una lesión ligamentaria (esguince de tobillo) y una fractura.
el paciente tiene una rotura del LCA, que, como se ha mencionado dicho La decisión sobre si se necesita una radiografía de tobillo puede tomarse
anteriormente, es más probable que sea completa. utilizando las reglas de Ottawa:
-- Sólo se requiere una radiografía de tobillo si existe:
La cirugía de las roturas de LCA, consiste en una reconstrucción y no en -- Dolor óseo a lo largo del borde posterior del maléolo late-
una reparación. Normalmente, se repara usando plastias autólogas, en ral, o
medio radiológico la más usada es de tendones isquiotibiales (semiten- -- Dolor óseo a lo largo del borde posterior del maléolo medial, o
dinoso y recto interno/gracilis) y también se usan de HTH (hueso-ten- -- Incapacidad para ponerse de pie en carga en el momento de la
dón-hueso de tendón rotuliano). En la rodilla postquirúrgica de LCA, es lesión.
importante valorar la posición de los túneles, la integridad de la plastia, •• Sólo se requiere una radiografía de pie si existe:
la infección, que es poco frecuente, y también es importante valorar la -- Dolor óseo de la base del quinto metatarsiano, o
presencia de artrofibrosis o lesión de cíclope (se llama así, porque en -- Dolor óseo de la navicular, o
la artroscopia le aparece al cirujano, como un ojo de cíclope), que es la -- Incapacidad para ponerse de pie en carga en el momento de la
aparición de fibrosis anterior al LCA, tiene una frecuencia de 5% y apa- lesión.
rece 8-32 semanas después de la cirugía (una media de 16 semanas des-
pués). Su etiología es incierta y produce clínicamente un dolor y déficit Si se requiere una radiografía según la evaluación clínica, se requerirá una
durante la extensión de rodilla. radiografía de tobillo o pie para determinar si hay una fractura. Es relativa-
mente raro que se necesiten radiografías de tobillo y pie.
A B
Las fracturas del peroné distal son lesiones importantes porque, depen-
diendo de la afectación de la sindesmosis, la estrategia de tratamiento varía
significativamente. La clasificación de Weber ayuda en la determinación de
la estrategia de tratamiento y pronóstico.
111
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Existen una serie de factores de riesgo que hay que conocer, como son: el
A B
sobrepeso y la obesidad, hipercolesterolemia y la toma de fluoroquinolonas.
A B
A B
Tendón de Aquiles La disfunción del tibial posterior es una de las causas del pie plano adquirido
del adulto. La fisiopatología es la siguiente: disfunción del tibial posterior
La tendinopatía aquílea se produce por sobreuso o estrés crónico sobre el tendón. → pérdida arco longitudinal plantar medial → inestabilidad articulaciones
Puede verse en deportistas y en no deportistas y puede asociarse a rotura o no. astrágalo-escafoidea y subastragalina → deformidad en valgo retropié y en
abducción o varo del antepié.
La tendinopatía produce engrosamiento, interrupción del patrón fibrilar y un
aumento en la vascularización del tendón. Para el estudio del pie plano adquirido del adulto hay que realizar Rx sim-
ple de pies en carga y una RM para valorar el tibial posterior y el resto de
Afecta particularmente las porciones media y distal del tendón. estructuras implicadas en la estabilidad del arco plantar y el estado articular.
Se puede estudiar con ecografía o RM, normalmente en estudios de urgen- Existen tres tipos de roturas del tendón del tibial posterior:
cias, y para valorar tendinopatías crónicas se usa la ecografía, dejando la RM •• Rotura parcial:
para estudios prequirúrgicos. -- Tipo 1. Hipertrófica. Engrosamiento fusiforme, pérdida de la forma
ovalada, focos de aumento de señal en RM intratendinosos en T1 y
Es un tendón tipo 1, sin vaina sinovial (veáse Tabla 6. Diferencias entre ten- T2, que reflejan roturas longitudinales o en sp lit. Estas roturas par-
dones tipo I y tipo II ). ciales intratendinosas cicatrizan dando lugar a un tendón engrosado.
112
05. Musculoesquelético | RD
A B C
Figura 38. Pie plano (A: Rx simple lateral en carga) con rotura tipo 1; B: RM axial donce se ve hipertrofia del tibial posterior (flecha azul en B y C)
-- Tipo 2. Atrófica. Elongación y adelgazamiento tendinoso y altera- •• Rotura de la placa plantar: la placa plantar es un refuerzo articular
ciones de señal en RM. plantar y lateral de la articulación metatarsofalángica. Su roturas es
•• Rotura completa. Tipo 3. Disrupción completa, con defecto tendinoso más frecuente en el 2.o espacio.
o gap de grosor completo es infrecuente, debido a la presencia de
adhesiones entre tendón, sinovial y hueso, que evitan la típica retrac- A B
ción y dificultan el diagnóstico.
C. Metatarsalgias
A B
Figura 40. Rotura de la placa plantar del 2.º dedo con desviación
medial del dedo (A: Rx simple; B y C: RM). Paciente operado de hallux
valgus
113
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B
Ideas
C l ave
La radiografía (Rx) simple debe ser la puerta de entrada para el estudio Los tumores óseos primarios son poco frecuentes. La mayoría de los
de la patología de musculoesquelético tanto aguda como crónica, debe tumores óseos primarios se dan en menores de 30 años.En mayores
ser siempre las primera prueba a realizar. de 30 años, se debe incluir en el diagnóstico diferencial metástasis y
mieloma.
Las fracturas más frecuentes son las fracturas traumáticas. Una fractura
patológica es aquella fractura que se produce sobre un hueso anormal, ya En general, para la patología tendinosa y ligamentaria se usa como pri-
sea por una lesión maligna (metástasis, mieloma o tumor óseo primario) o mera prueba la ecografía, si necesitamos mayor sensibilidad o se plantea
sobre una lesión benigna (como por ejemplo un quiste simple en niños). un tratamiento quirúrgico, la RM es la prueba de elección.
114
05. Musculoesquelético | RD
Casos
C l í n i co s
Posibles etiologías: traumática, terapia crónica con corticoides, alcoholis-
mo, tabaco, lupus eritematoso sistémico, VIH, hiperlipidemias, hemoglobi-
nopatías, fallo renal crónico, diabetes mellitus y embarazo.
● Estadio 0:
– Rx simple: normal.
– RM: normal.
Varón de 25 años, con antecedentes de asma, en tratamiento cróni- – Clínica: no síntomas.
co con corticoides, con dolor inguinal izquierdo de inicio insidioso, sin
traumatismo. El dolor es continuo y va en aumento. Empeora con la ● Estadio I:
bipedestación. Se realiza una RM. ¿Qué diagnóstico considera más pro- — Rx simple: normal o mínima osteopenia.
bable? — RM: edema.
— Clínica: dolor, típicamente en la ingle.
1) Osteomielitis aguda.
2) Artrosis de cadera. ● Estadio II:
3) Necrosis avascular de la cabeza femoral. — Rx simple: osteopenia y/o esclerosis y/o quistes subcondrales, sin hi-
4) Osteosarcoma. podensidades subcondrales.
— RM: defecto geográfico.
RC: 3 — Clínica: dolor y rigidez.
115
Ginecología
06 ORIENTACIÓN MIR
En este capítulo se resumen las principales patologías que afectan a la mujer en dos grupos:
mama y pelvis.
Para el estudio de la mama la correcta interpretación de la mamografía es esencial dada su
implantación masiva como técnica de cribaje y de diagnóstico. Además hay que entender
como las distintas técnicas complementan a la mamografía para llegar al diagnóstico correcto.
En la pelvis femenina es importante conocer los distintos tumores tanto de ovario como de útero.
A B C D
116
06. Ginecología | RD
A B C D E F
Figura 2. Mamografías normales: OML (A), CC (B) y CC mostrando músculo pectoral (C). Mamografía en paciente con implante: CC (D), proyección
Eklund (E) y OML (G). Imagen ecográfica del implante (F)
C. Resonancia magnética
B. Ecografía
Tejido
adiposo
Músculo Tejido
pectoral glandular
Costilla
117
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
das por vacío, arpones, marcadores, drenajes, etc.; pero la técnica a elegir
se basa en lo anteriormente expuesto.
Patología benigna
A. Lesiones focales
Quistes
C D
D. Técnicas intervencionistas
118
06. Ginecología | RD
E F
Anecoico
(líquido)
Refuerzo
posterior
Figura 6E-F. Ecografía mama derecha (E). Aspiración de quiste con aguja fina (F)
Mastopatía fibroquística A B
Adenomas/fibroadenomas
119
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B C D
120
06. Ginecología | RD
A B
engrosamiento
cutáneo
Edema
Figura 11A-B. Mastitis. La ecografía muestra engrosamiento de la piel y edema difuso (desdibujamiento del tejido glandular/adiposo con
ensombrecimiento de la imagen [A]). Formación de absceso que se observa como una colección heterogénea de márgenes irregulares (B)
C D
B. Mastitis de células plasmáticas
Patología maligna
El carcinoma de mama es la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres
en España (fuente: Instituto de Salud Carlos III). La detección precoz de esta
patología es fundamental para reducir la morbimortalidad, y con este fin se han
implantado programas de cribado en España desde el año 1990. Van dirigidos
a mujeres entre 50-69 años a las que se invita a realizar una mamografía cada
dos años, y tienen una tasa de participación de hasta el 75%. Las mujeres de
Figura 11C-D. Mastitis. Mamografía (MIR 18-19, 28) muestra una alto riesgo (mutaciones genéticas como BRCA 1 y 2, historia familiar de cáncer
mama derecha normal (C) y aumento generalizado de la densidad y la de mama, radioterapia torácica en infancia/adolescencia, etc.) requieren otros
trabeculación de la mama izquierda (D) protocolos de cribado y seguimiento. El cáncer de mama se origina en la uni-
121
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A. Carcinoma in situ
Ductal - CDIS
122
06. Ginecología | RD
A C D
Figura 15. Microcalcificaciones pleomórficas agrupadas y de distribución segmentaria. Alta sospecha de malignidad - biopsia guiada por estereotaxia
(MIR 12-13, 15). Proyección MLO de mama derecha (C), marcaje (D) y ampliada (B)
A B
Engrosamiento y
retracción de la piel
123
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B A B
C C
D D
E F
124
06. Ginecología | RD
A. Ecografía
A B
B
Figura 20. Ecografía transvaginal. Ovario normal con folículos (nódulos
anecoicos, negros [A]). Imágenes sagitales de útero normal, nótese
la diferencia de grosor del endometrio (línea central hiperecogénica,
blanca) en diferentes momentos del ciclo menstrual (B y C)
B. Tomografía computerizada
C A B
125
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
C. Resonancia magnética cuando existen dudas por su localización/tamaño, se puede realizar RM. Se
observa un aumento difuso nodular del útero con lesiones ecogénicas sóli-
La resonancia magnética para el estudio del aparato reproductor femenino das que tienden a calcificar (Figura 23).
utiliza las secuencias habituales T1, T2 y postcontraste, junto con secuencias
especiales dependiendo de la indicación de la prueba. Al igual que la RM en B. Quistes
otras partes del cuerpo, se obtienen planos ortogonales (axiales, coronales
y sagitales) aunque se añaden planos de corte que se adaptan a la morfolo- Los quistes ováricos son un hallazgo muy frecuente, generalmente incidental
gía del útero para el estudio del mismo (Figura 22). y de origen funcional (folículos grandes, no reabsorción de cuerpo lúteo, hipe-
restimulación ovárica, etc.). Tienen las mismas características radiológicas que
Patología benigna los quistes en otras partes del cuerpo (véase el punto Ecografía de mama en el
apartado de Técnicas de imagen) y, si son menores de 5 cm y no presentan sep-
tos/nódulos sólidos, no es necesario realizar pruebas de imagen adicionales.
A. Leiomiomas (miomas)
C. Endometriosis
Es la neoplasia ginecológica más frecuente, compuesta por músculo liso
y tejido fibroso. Generalmente son caracterizados por ecografía aunque Presencia de tejido endometrial ectópico, frecuentemente en ovarios y
peritoneo pélvico aunque puede
A B aparecer en pleura, pulmón y SNC.
Este tejido ectópico responde a
los estímulos hormonales al igual
que el tejido endometrial nor-
mal y puede sangrar formando
colecciones que se denominan
endometriomas. Es una patología
típicamente de mujeres jóvenes
que cursa con dolor (no siempre
cíclico) en región pélvica y lumbo-
sacra, dismenorrea y dispareunia.
Es causa de infertilidad y el trata-
miento efectivo requiere la resec-
Figura 22. Ejemplo de anatomía normal de la pelvis femenina. A: Ovario derecho normal (flecha amarilla); Ovario ción quirúrgica de estos depósitos.
izquierdo con quiste (flecha roja); arteria y vena iliacas externas (flecha verde); músculo psoas izquierdo (flecha azul); En radiología se observan lesiones
B: Corte sagital de línea media con RM. quísticas uni/multiloculares con
A B C
D E F
Figura 23. Leiomiomas: Cortes axiales de TC donde se observa un útero de contornos irregulares (A y F) con calcificaciones groseras (B). Ecografía
de leiomioma que muestra una masa ecogénica heterogénea con calcificaciones (D y E). Arriba a la derecha, imagen sagital de RM de múltiples
leiomiomas uterinos (C)
126
06. Ginecología | RD
contenido denso en relación con restos hemorrágicos: ecogénicos en eco- folículos pilosos, tejido muscular y glandular, cartílago y hueso. Debido a
grafía, iso/hiperintenso en T2/T1 respectivamente (Figura 24). esto, son lesiones de aspecto heterogéneo en imagen. Menos del 1% de los
teratomas maduros malignizan, mientras que los inmaduros son considera-
D. Cistoadenomas dos malignos desde su origen. También se pueden complicar con rotura o
torsión, produciendo clínica de abdomen agudo (Figura 26).
Son neoplasias ováricas quísticas benignas, relativamente frecuentes. Se
originan del epitelio ovárico y se presentan como grandes quistes de pare- Patología maligna
des finas con/sin septos (a veces difíciles de diferenciar de quistes simples),
con contenido líquido (seroso) o denso (mucoso). La pared puede realzar
de forma fina y homogénea tras la administración de contraste pero no se A. Carcinoma de ovario
observan nódulos sólidos –signo de sospecha– (Figura 25).
El carcinoma de ovario es la cuarta causa de muerte por cáncer en la mujer
E. Teratomas y es predominantemente de origen epitelial, siendo raros los de origen ger-
minal y estromal. Es más frecuente en mujeres posmenopáusicas y suele
Neoplasias de las células germinales (pluripotenciales), que pueden presen- diagnosticarse en estadios avanzados ya que presenta una sintomatología
tar estructuras derivadas de las tres líneas germinales (endodermo, mes- insidiosa y no existen en la actualidad métodos de cribado validados. La
odermo y ectodermo) en proporción y grado de maduración variable. El presentación clínica clásica es la de aumento del perímetro abdominal con
más frecuente es el teratoma quístico maduro, también llamado quiste der- dolor abdominal difuso (MIR 13-14, 14). Puede cursar con anemia ya que
moide. Es una tumoración generalmente asintomática (puede asociar sínto- estas lesiones tienden a sangrar y, debido a esta presentación, la primera
mas inespecíficos como dolor abdominal), que presenta tejido de al menos técnica a realizar suele ser la TC para descartar patología abdominal aguda.
dos líneas germinales, de tal manera que puede contener tejido graso, Esta mostrará típicamente una lesión abdominal de gran tamaño, de carac-
A B C
D E
Figura 24. Endometriomas. Secuencias T2 y T1 de RM en las que se observa endometrioma ovárico derecho, isointenso en T2 (A) e hiperintenso en
T1 (B), debido al contenido hemático. Imagen axial de TC que muestra un gran endometrioma con nivel hemático en su interior (C). Ecografía de la
misma paciente en la que se objetiva una lesión quística con contenido ecogénico (D). Nivel líquido-sangre visto en secuencia T2 de RM (E)
127
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B C
D E
Figura 25. Cistoadenoma seroso. Lesión quística hipointensa en T1 (A) e hiperintensa en T2 (B), con septo fino, sin signos de sospecha visto en
ecografía (C). Nótese el realce fino de la pared tras la administración de contraste en comparación con la imagen A (flecha blanca en D). Múltiples
septos finos en T2 (E)
A B C
D E F
Figura 26. Teratoma quístico maduro. Imágenes de RM potenciadas en T1 (A y D) y T2 (B y E) muestran contenido graso (flecha vertical
en D), líquido y óseo (círculo). Lesión quística compleja en ecografía (C y F) con múltiples líneas hiperecogénicas (folículos pilosos -
flecha horizontal) y un nódulo sólido característico compuesto por material sebáceo, folículos pilosos y hueso - nódulo de Rokitansky
(flecha vertical en F)
128
06. Ginecología | RD
terísticas sólido-quísticas que realza con contraste. Suele existir disemina- B. Carcinoma de endometrio
ción peritoneal al diagnóstico, observándose ascitis y nódulos metastásicos
peritoneales (MIR 13-14, 14) (Figura 27 y Figura 28). Es el cáncer ginecológico más frecuente y se detecta precozmente ya que
las mujeres consultan por sangrado vaginal anormal y/o dolor, lo que favo-
A B rece una tasa de supervivencia alta. Se inicia en el la cavidad uterina y pro-
gresa invadiendo miometrio y cérvix, pudiendo dar metástasis ganglionares.
Es fundamental valorar el grado de invasión para el estadiaje, que se clasi-
fica en I (a/b/c según afectación miometrial), II (invasión cérvix), III (invasión
locorregional) y IV (implantes metastásicos peritoneales). Existen factores
de riesgo como el síndrome metabólico, tratamiento con tamoxifeno, sín-
drome de ovario poliquístico, menarquia precoz y menopausia tardía, etc.
La presentación clásica es la de una mujer posmenopáusica que consulta
por sangrado vaginal anormal; y puede acompañarse de dolor o leucorrea
(Figura 29).
C
A B
C D
A B C
Figura 28. Adenocarcinoma de ovario. Imágenes axiales de RM T1 (A), T2 (B) y poscontraste (C). Obsérvese las características lesiones quísticas (hiperintenso
en T2 [B], flecha blanca) sólidas (isointenso en T2 con realce en secuencias poscontraste flecha roja) con múltiples septos gruesos nodulares (flecha azul)
129
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
C. Carcinoma de cérvix imagen es el de valorar la extensión de estas lesiones para la planificación del
tratamiento. Si ya existe sintomatología será típicamente sangrado vaginal
El factor de riesgo más importante es la infección por el virus del papiloma anormal y dispareunia en mujer de menos de 50 años (Figura 30).
humano (VPH); para cuya detección se realizan citologías en mujeres asinto-
máticas de entre 25 y 65 años que mantengan relaciones sexuales. En España Preguntas
no existe un programa de cribado nacional establecido, aunque las comuni- MIR MIR 18-19, 28
MIR 13-14, 14
dades autónomas deben seguir las recomendaciones de las guías europeas y MIR 12-13, 15
ofrecer la prueba a estas mujeres cada 3-5 años. El papel de las pruebas de
A B
Figura 30. Carcinoma de cérvix: cortes axiales T2 y poscontraste de una lesión en la pared posterior del cérvix (flecha). Se observa lesión isointensa en
T1 con realce postcontraste
Ideas
C l ave
Mujeres asintomáticas con mamografías, generalmente dentro del pro- Sintomatología abdominal característica de patología ovárica (mujer
grama de detección precoz de cáncer de mama, buscar calcificaciones con aumento de perímetro abdominal y leve anemia), muestra hallaz-
de sospecha (clasificación BI-RADS): microcalcificaciones heterogéneas/ gos en TC abdominal (masas pélvicas, ascitis, carcinomatosis peritoneal).
pleomórficas, de distribución segmentaria/lineal/agrupada.
Otros diagnósticos de patología ginecológica suelen ser clínicos
Sintomatología de mama casi siempre acompañada de mamografía/ (acompañados de imagen como TC/RM para el estadiaje) o incidenta-
ecografía, fijarse bien en la presentación clínica y en signos de sospecha: les en estudios de radiología. La información clínica es esencial en es-
masas, retracción piel/pezón, piel de naranja (peau d´orange), adheren- tos casos y nos dará la pista antes de valorar la imagen que acompaña
cia a planos profundos, secreción sanguinolenta por el pezón... a la pregunta.
130
06. Ginecología | RD
Casos
C l í n i cos
ujer de 52 años asintomáti-
M la mamografía de cribado (recordar que las mujeres entre 50 y 69 años son
ca que acude a un programa invitadas a participar en el programa de detección precoz del cáncer de
de detección precoz de cáncer mama). Se aporta la imagen de una mamografía ampliada en proyección
de mama. Para completar el craneocaudal de la mama izquierda: nótense las microcalcificaciones de
estudio se realiza una radio- morfología y tamaño heterogéneos de distribución segmentaria dirigidas
grafía ampliada que se mues- hacia el pezón.
tra en la imagen. ¿Cuál es el
signo radiográfico que define
mejor los hallazgos?
1) Mamografía normal.
2) Nódulos con microcalcificaciones.
3) Lesiones microquísticas.
4) Microcalcificaciones segmentarias sospechosas de malignidad.
5) Microcalcificaciones groseras sugestivas de mastopatía fibroquística.
Estos hallazgos son altamente sospechosos de malignidad (BI-RADS 5) y el
RC: 4 paso a seguir será la toma de muestras para estudio histológico, de tal ma-
nera que habrá de realizarse una biopsia con aguja gruesa utilizando como
A la vista de estos hallazgos, ¿cuál es la actitud a realizar? guía la mamografía (guía esterotáxica) ya que es la prueba de imagen de
elección para la detección y visualización de calcificaciones. Nunca estarán
1) Control mamográfico en 6 meses para ver su estabilidad. indicados los controles ante la sospecha de malignidad y las otras opcio-
2) Biopsia con control esterotáxico. nes corresponden a actuaciones terapéuticas, a valorar tras el diagnóstico
3) Cirugía radical. histológico.
4) Tratamiento con antiestrógenos.
5) Control rutinario en el programa de cribado mamográfico. Respecto a la primera opción; no se aprecian nódulos ni quistes (aparecen
como nódulos en mamografía); no obstante, sí aparecen calcificaciones
RC: 3 groseras dispersas en la mamografía -que no deben confundirnos en el
diagnóstico radiológico, ya que cuando se observen varios hallazgos siem-
Esta pregunta que apareció en el examen MIR 2012 muestra un caso típico pre primarán los de mayor sospecha para categorizar la imagen (sistema
de mujer asintomática que presenta microcalcificaciones sospechosas en BI-RADS) y guiar los procedimientos posteriores-.
131
Pediatría
07 ORIENTACIÓN MIR
Lo primero y más importante que hay que preguntarse a la hora de interpretar estudios de imagen
en el paciente pediátrico en general -y a la hora de responder preguntas tipo test- es cuál es la edad
del paciente. Independientemente de la imagen que se nos muestre en el examen, el diagnóstico
diferencial cambiará dependiendo del rango de edad en el que el paciente se encuentre.
Pediatría y Radiodiagnóstico son especialidades transversales y, en cierto modo, inabarcables.
Para poder optimizar el tiempo de estudio y el esfuerzo de cara al MIR, en este capítulo nos
centraremos en la técnica, la imagen y la patología que sea más específica del paciente pediátrico
y por tanto más probable que pueda preguntarse en el examen.
7.1. Generalidades El objetivo principal del capítulo es reconocer, identificar y diagnosticar diversa patología
pediátrica a través de métodos de imagen. Por tanto, se ha diseñado un texto rico en
imágenes y casos clásicos en la práctica clínica, con una explicación detallada de los hallazgos
Técnica radiológicos en los pies de foto de cada caso ilustrativo. La descripción pormenorizada de la
fisiopatología de cada entidad estará disponible en el Manual CTO de Pediatría.
Por norma general, el paciente pediátrico es más radiosensible, con mayor
propensión a los efectos estocásticos y probabilísticos de la radiación ioni- B
zante. Por este motivo, se procura ser más conservador a la hora de seguir A Caput succedaneum
Cefalohematoma Periostio
los criterios ALARA (As Low As Reasonably Achievable) de cara a optimi- Hematoma
zar el uso de los rayos X. En consecuencia, se tiende a intentar utilizar subdural
más la ecografía o la RM –cuando es posible– en lugar de la radiología Hemorragia Hemorragia
convencional, la TC o estudios de imagen con radioisótopos de medicina subaracnoidea subgaleal
nuclear. Además, los pacientes neonatos, en mayor medida, y menores de
un año, tienen menor osificación, por lo que el haz de ultrasonido puede
Aracnoides Duramadre
penetrar en tejidos que normalmente son de difícil acceso en adultos por
ecografía, como por ejemplo el encéfalo, el cono medular o la articulación Fractura
coxofemoral. craneal
B
7.2. Radiología neonatal *
Neurorradiología neonatal
132
07. Pediatría | RD
A B C
Figura 2. Hemorragia de la matriz germinal. Imágenes coronales en escala de grises de ecografía transfontanelar (a través de la fontanela anterior)
de un neonato prematuro (nacido a las 23 semanas de gestación), adquiridas, respectivamente, el día 1 posparto, día 25 y aproximadamente a los
dos meses de vida. A: muestra una hemorragia de la matriz germinal derecha, originada en el surco caudotalámico, con extensión intraventricular,
intraparenquimatosa y con isquemia venosa (grado IV); B: muestra disminución de la extensión y del efecto de masa un mes más tarde; C: muestra
gliosis y leucomalacia en esa misma región, el último estadio de necrosis coagulativa cerebral
tada capacidad de autorregulación. Por este motivo, tiene un mayor riesgo D. Médula anclada
de hemorragia ante mínimos cambios de hemostasis y presión arterial. En
el compartimento intracraneal, la matriz germinal se localiza principalmente Durante los últimos meses del desarrollo fetal existe una asimetría fisiológica
en surco caudotalámico. También existe adyacente a los núcleos dentados entre el desarrollo del cono medular y filum terminal respecto al de la columna
de los hemisferios cerebelosos. Cuando se produce sangrado, éste se puede ósea lumbosacra. El desarrollo de la parte inferior del tubo neural es especial-
clasificar en cuatro grados (I-IV) según su severidad y extensión más allá de mente delicado, en el que se sincronizan el ectodermo dérmico y neural junto
la matriz germinal hacia los ventrículos laterales o hacia la sustancia blanca con el mesodermo de la notocorda y esqueleto axial. Cuando el desarrollo es
periventricular (Figura 2). anómalo por cualquier motivo (debido, por ejemplo, a cromosomopatías o
insultos durante el desarrollo embrionario o fetal), pueden darse casos de dis-
C. Encefalopatía hipoxicoisquémica, leucomalacia rafismos o defectos de cierre del tubo neural. Dependiendo del lugar preciso en
periventricular el que se localice el defecto del cierre del tubo neural y de los tejidos afectados
pueden darse meningoceles, lipomeningoceles, lipomieloceles o mielocistoce-
Una de las mayores causas de morbilidad y mortalidad perinatal es la encefalopatía les. Además, en estos casos suele existir una localización anómala de la parte
hipoxicoisquémica. En esta entidad, el cerebro del neonato sufre hipoxia e isque- inferior del cono medular, con o sin engrosamiento o tensión del filum terminal.
mia, la mayor parte de los casos son consecuencia de una complicación periparto, En el neonato, debido a la consistencia cartilaginosa de la columna lumbosacra
como por ejemplo desprendimiento prematuro de membranas, eclampsia o cor- a esta edad, este área anatómica se puede estudiar con ecografía (Figura 4).
dón nucal. La sustancia blanca periventricular, la más susceptible de sufrir isquemia,
puede eventualmente presentar infartos. Estas regiones infartadas serán reempla- A B
zadas por gliosis, leucomalacia y líquido cefalorraquídeo (Figura 3).
A B
C
C D
133
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Patología respiratoria neonatal En radiografía se verá un patrón granular o retículo-granular bilateral, sin
líquido en cisuras, y con volumen pulmonar disminuido, debido la falta de
distensibilidad pulmonar. En casos graves, pueden darse atelectasias, en las
A. Taquipnea transitoria del recién nacido que habrá colapso parcial (con broncograma aéreo) o total (sin broncograma
aéreo) de las vías aéreas periféricas (bronquiolos) y alveolos (Figura 6).
También conocido como “pulmón húmedo”, es la causa más frecuente de
dificultad respiratoria neonatal. Este trastorno se caracteriza por un retraso C. Síndrome de aspiración meconial
en la absorción de líquido fetal pulmonar. Los síntomas aparecen inmedia-
tamente tras el parto, y suele recuperarse por sí sola en pocos días. El caso El caso clásico de aspiración meconial es el de un recién nacido postérmino
clínico clásico (aunque no exclusivo) es un neonato nacido a término, por (aunque también puede darse a término), que haya sido sometido a algún
cesárea. Otro caso puede ser una madre diabética o con sedación. En radio- tipo de estrés perinatal. Esta situación precipita la peristalsis intestinal y, en
grafía se verá un patrón intersticial, con o sin líquido en las cisuras, y con consecuencia, la liberación de meconio al líquido amniótico. La patofisiolo-
volumen pulmonar normal o aumentado (Figura 5). gía de esta entidad será secundaria a la de la aspiración. En radiografía se
verán áreas de hiperinsuflación por atrapamiento aéreo, consecuencia de
mecanismo valvular del meconio, que obstruye las vías aéreas distales. Esto
se combinará con infiltrados alveolares parcheados y atelectasias. Los
volúmenes pulmonares, globalmente, estarán aumentados. Es importante
recordar también que la aspiración se puede complicar con neumotórax en
un 10-40% de los casos (Figura 7).
A B
Figura 5. Taquipnea transitoria del recién nacido. Radiografía frontal de Figura 7. Síndrome de aspiración meconial. Niña de tres días de edad,
tórax de una niña recién nacida a término, tras parto por cesárea. Se identifica postérmino, con aspiración de meconio. A: radiografía AP de tórax adquirida
un patrón intersticial, en su mayor parte homogéneo, con volúmenes en el día 3 posparto muestra hallazgos característicos: hiperinsuflación por
pulmonares levemente aumentados (manifestados por leve aplanamiento atrapamiento aéreo, aumento de los volúmenes pulmonares (manifestado
diafragmático). Los hallazgos de imagen se resolvieron a los dos días por aplanamiento diafragmático) y atelectasias subsegmentarias perihiliares;
B: radiografía AP de tórax del mismo paciente, adquirida al día siguiente, tras
extubación. Hay un nuevo colapso en el lóbulo superior derecho (asterisco)
B. Enfermedad de la membranas hialinas con pérdida de volumen y desviación/retracción mediastínica hacia la
derecha, compatibles con atelectasia lobar
Esta entidad se da virtualmente exclusivamente en prematuros. Los pulmo-
nes aún no se han desarrollado lo suficiente como para producir surfactante.
D. Hipertensión
A B C
pulmonar persistente
También conocida como circula-
ción fetal persistente. Fisiológi-
camente, la circulación pulmonar
del feto tiene una resistencia
vascular elevada, lo que permite
la perfusión del parénquima pul-
* monar en desarrollo. Al nacer,
para que se pueda dar la tran-
sición de la circulación fetal a la
Figura 6. Enfermedad de las membranas hialinas. Niña prematura nacida en las 24 semanas de gestación. A: posnatal, dicha resistencia vas-
radiografía AP de tórax adquirida el día del parto, muestra hallazgos característicos: patrón granular difuso bilateral,
cular debe disminuir y llegar a
hipoinsuflación pulmonar. El asterisco muestra el catéter umbilical venoso, y la flecha muestra el catéter umbilical
ser menor a la sistémica. Cuando
arterial. El paciente también está intubado con un tubo endotraqueal, además de un catéter orogástrico. B: Radiografía
AP de tórax del mismo paciente, tras permanecer un mes y medio en la UCI pediátrica, postextubación. El patrón esto no ocurre, se producirán
granular se ha resuelto, pero en su lugar ha aparecido un marcado patrón reticular con fibrosis septal, también llamado shunts derecha-izquierda a través
“patrón en esponja”, característico de la displasia broncopulmonar, secuela de una combinación del diagnóstico inicial del foramen oval o ductus arte-
y el tratamiento. C: misma radiografía que B con esquema ilustrativo de afectación septal (rojo) rioso, lo que clínicamente puede
134
07. Pediatría | RD
E. Displasia broncopulmonar
Esta es una enfermedad casi exclusiva del neonato prematuro de muy bajo
peso. Los pacientes que se complican con enfermedad de membranas hia-
linas requerirán oxigenoterapia y ventilación. Cuando esta se da de forma
prolongada, se produce una combinación de microbarotrauma alveolar.
Esto, combinado con la inmadurez del pulmón y la toxicidad del oxígeno,
causarán un daño difuso al parénquima pulmonar. Cuando la ventilación Figura 9. Onfalocele. Radiografías frontal y lateral de abdomen de
se aplica más allá de un mes (de edad postconcepcional corregida) y existe un neonato con onfalocele. Las asas intestinales eventradas están
daño alveolar, se diagnostica la displasia broncopulmonar. En la radiogra- recubiertas por peritoneo
fía de tórax se observará un “patrón en esponja”, en el que existirá una
combinación de patrón intersticial con fibrosis septal y áreas hiperclaras B. Enterocolitis necrotizante
redondeadas y/o quísticas (Figura 8).
El hallazgo radiológico más característico de la enterocolitis necrotizante es la
neumatosis intestinal, o acumulación anómala de gas en la pared intestinal. Por
lo general, se detecta mediante radiología convencional, ecografía o tomografía
computerizada. El hallazgo de gas extraluminal, circunferencial en la pared intes-
tinal es virtualmente patognomónico. La ecografía tiene las ventaja de poder
explorar la vasculatura con Doppler, la perfusión de las asas intestinales, valorar
engrosamiento/edema de su pared con mayor precisión, así como la habilidad
de evaluar la peristalsis. Otros posibles hallazgos relacionados son la neumatosis
portal (P. ej.: gas en la circulación portal) y, cuando existe perforación de víscera
hueca, el neumoperitoneo (Figura 10).
A B
A. Gastrosquisis y onfalocele
135
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
C. Malrotación y vólvulo
A B C
VMS VMS
AMS
Figura 11. Malrotación y vólvulo. Varón de dos meses de edad con vómitos biliosos. A: tránsito baritado mostrando el clásico signo del remolino
(flecha), compatible con vólvulo intestinal. Nótese una posición anómala de la unión duodeno-ileal, en el cuadrante superior derecho; B: ecografía
abdominal del mismo paciente, con Doppler color a la altura de los vasos mesentéricos. Nótese una localización anómala de la vena mesentérica
superior (VMS), a la izquierda de la arteria (AMS); C: imagen adicional de ecografía abdominal del mismo paciente, algo más caudal, mostrando el signo
del poste del barbero, con rotación de la vena mesentérica superior alrededor del eje de la arteria, en contra de las agujas del reloj. En la laparotomía
exploratoria se identificó malrotación intestinal, complicada con un vólvulo de intestino medio
136
07. Pediatría | RD
E. Íleo meconial A B
Órbita
*
A. Retinoblastoma
La craneosinostosis se define como la fusión prematura anómala de La atresia de coanas es un estrechamiento óseo, membranoso o carti-
suturas de la calota. Dependiendo de la sutura afectada, la calota podrá laginoso de las coanas. Puede estar asociado a diferentes síndromes,
presentar diferentes tipos de deformidad. Los tres tipos más frecuen- el más clásico de los cuales es el CHARGE (Coloboma, Heart, Choanal
tes son la braquicefalia, causada por un cierre prematuro de la sutura Atresia, Retarded growth and development, Genitourinary anomalies,
coronal, y la escafocefalia, causada por un cierre prematuro de la sutura Ear anomalies).
sagital. El cierre asimétrico de las suturas coronales puede causar plagio-
cefalia y, en algunos casos, deformidades de la órbita (como en ojo de La TC es el estudio de imagen óptimo para estudiar esta alteración, por la
arlequín) (Figura 15). información que aporta de esqueleto maxilofacial (Figura 17).
137
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
* *
*
C. Laringitis
Figura 17. Atresia de coanas. Varón de nueve días de edad con
También conocida como crup, esta infección suele ser causada en la mayor
dificultad respiratoria. Hay estrechamiento de ambas coanas, con
medialización de ambos huesos maxilares hacia el vómer (flechas). parte de los casos por el virus parainfluenzae de tipo 1. Suele darse en niños
Cuando la atresia es total, se podrán observan niveles hidroaéreos de entre 3 meses y 5 años. El diagnóstico es eminentemente clínico.
(asteriscos)
En radiología convencional, el hallazgo clásico descrito en la literatura es
el signo en punta de lápiz, manifestado por una estenosis/estrechamiento
B. Cuerpo extraño subglótico en la proyección frontal de la vía aérea (Figura 20).
Figura 20. Laringitis vírica o crup. Varón de 3 años de edad con tos
perruna y estridor. Radiografía AP de vía aérea muestra un estrechamiento
subglótico (flechas), también conocido como el signo de la punta de lápiz o
del campanario, por su carácter afilado, característico de esta infección vírica
D. Epiglotitis
138
07. Pediatría | RD
E. Absceso retrofaríngeo A
A
*
B C
Figura 22. Absceso retrofaríngeo. Varón de cinco años de edad con fiebre
alta, estridor y marcado dolor a la palpación cervical anterior. A: muestra
C
una radiografía lateral de la vía aérea, con ensanchamiento anormal
de partes blandas prevertebral; B: corte sagital y C: corte axial de una
tomografía computerizada con contraste endovenoso del mismo paciente,
adquirida el mismo día. En ella se puede identificar una colección de
líquido con realce en anillo (línea roja), centrada en el espacio retrofaríngeo
y parafaríngeo izquierdo, compatible con un absceso. También se pueden
observar adenopatías locorregionales (flechas rojas)
7.5. Tórax
*
Congénito
A. Secuestro pulmonar
139
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Inflamatorio/infeccioso
A. Neumonía redonda
Tráquea y Esófago
*
A. Atresia esofágica
Figura 25. Neumonía redonda. Varón de 8 años de edad con fiebre
alta, tos, expectoración y dolor pleurítico. Radiografía frontal muestra La atresia es la malformación congénita esofágica más frecuente. El diag-
una opacidad redondeada en el lóbulo inferior izquierdo (ausencia nóstico radiológico es sencillo: se nos mostrará una radiografía de tórax,
de signo de la silueta). La proyección lateral confirma el hallazgo y la con una sonda nasogástrica fija y/ o enrollada en el esófago torácico
localización posterior (asterisco). Es conveniente no confundir este
medio, en un bolsón esofágico (MIR 11-12, 135). En los casos en los que
diagnóstico con una neoplasia. La indicación es tratar la neumonía y
repetir imagen después. En este paciente, las radiografías un mes más exista fístula traqueoesofágica, se podrá identificar aire en el estómago
tarde mostraron resolución total de la opacidad (Figura 27).
140
07. Pediatría | RD
13-14, 179; MIR 10-11, 153). Lógicamente, estas cifras son orientati-
vas, y el diagnóstico se hará mediante una combinación de anamnesis,
exploración física y hallazgos en imagen. Otros hallazgos radiológicos
típicos son la falta total de paso de contenido gástrico hacia el bulbo
duodenal, o el paso de una mínima cantidad. Este último, en estudios
de fluoroscopia se manifestará como el signo de la cuerda (Figura 29
y Figura 30).
A B
E
H
* A
RD D
Figura 27. Atresia esofágica. Varón neonato de un día de edad con
dificultad respiratoria y sialorrea. Radiografía AP de tórax muestra falta
de paso de sonda nasogástrica más allá del esófago medio, retenida
en un bolsón esofágico (flecha). Nótese la presencia de gas en la Figura 29. Estenosis hipertrófica del píloro. Varón de cinco
cámara gástrica, la cual demuestra la existencia de una fístula distal semanas de edad con vómitos proyectivos, no biliosos. A:
con el árbol bronquial ecografía abdominal muestra engrosamiento de la musculatura
y alargamiento anómalo del canal pilórico (flechas rojas), sin
paso de contenido desde el antro gástrico (asterisco); B: mismo
B. Fístula traqueoesofágica paciente, tránsito baritado, proyección lateral a la altura del
abdomen superior muestra distensión del antro gástrico (A) y
E
T estrechamiento marcado del canal pilórico, manifestado como el
La mayor parte de los casos de atresia
signo de la cuerda (flechas rojas). H: hígado; RD: riñón derecho; E:
esofágica, en torno al 92% se acom- esófago; D: duodeno
pañarán de algún tipo de fístula con
el árbol bronquial. En cuanto a estu-
B
dios de imagen, se suele hacer un
esofagograma con contraste hidro-
soluble. El propósito del estudio será
localizar el punto de comunicación
del esófago con el árbol bronquial
(Figura 28).
C. VACTERL
141
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A El estudio de imagen óptimo para los casos con sangrado intestinal será la
gammagrafía con Tecnecio (Tc 99m). En los casos sintomáticos en los que
se sospeche una diverticulitis, la ecografía o TC podrán ayudar. Cuando se
sospeche sangrado activo, ocasionalmente se puede realizar arteriografía
selectiva de la arteria mesentérica superior (Figura 33).
B C
A. Riñón en herradura
B. Divertículo de Meckel
El divertículo de Meckel es una dilatación sacular ileal, causada por una ano-
malía del desarrollo por persistencia del conducto onfalomesentérico. Su
Figura 34. Riñón en herradura. Niño de dos años de edad con
mera existencia no tiene por qué causar síntomas. Aproximadamente, un anemia de Blackfan-Diamond y estudio de RM sin contraste
50% de los casos, debido a su desarrollo embrionario, presentarán mucosa para la cuantificación de concentración de hierro (de ahí la baja
gástrica ectópica. El 90% de esos casos sintomáticos se manifestarán como resolución de la imagen). Imagen axial potenciada en T1 muestra
sangrado intestinal en pacientes pediátricos. el hallazgo incidental de riñón en herradura (flechas)
142
07. Pediatría | RD
A B
V
P
UD
*
UI
C
Figura 38. Grados de reflujo vesicoureteral
Figura 36. Uraco permanente. Neonato varón de 1 mes edad con Neoplasias
exudación de líquido amarillento de pH ácido desde el anillo umbilical.
Imagen de ecografía abdominal con transductor lineal de alta frecuencia,
con proyección sagital de la pared abdominal anterior, a la altura de la
pelvis. La izquierda de la imagen es craneal, la derecha es caudal. Existe Recuerda
persistencia del conducto onfalovesical (flechas rojas). Dentro de este
conducto existen numerosos pequeños focos lineales hiperecogénicos, Es muy importante –y rentable– conocer bien las diferencias entre tu-
compatibles con gas, indicativos de una luz permeable. V: vejiga; M: mor de Wilms y neuroblastoma.
musculatura de la pared abdominal anterior; C: cavidad peritoneal
143
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A. Tumor de Wilms
A B
A. Hemorragia suprarrenal neonatal El neuroblastoma es el tumor sólido extracraneal más frecuente durante la
infancia. Histológicamente, es un tumor de origen embrionario compuesto por
Aunque desde el punto de vista patológico esta entidad no puede consi- neuroblastos (células primitivas de la cresta neural). Puede surgir de cualquier
derarse como una neoplasia, se incluye en este apartado por su apariencia punto de la cadena ganglionar simpática o de la médula adrenal. En lactantes,
similar a los tumores (en concreto, al neuroblastoma suprarrenal) y por su la mayor parte de estos tumores surgen de la médula adrenal. Es importante
importancia en el diagnóstico diferencial. recordar que 9 de cada 10 casos se diagnostican en menores de 2 años.
Esta lesión suele darse con mayor frecuencia en neonatos macrosómicos Desde el punto de vista del diagnóstico diferencial radiológico, es fundamental
que hayan sufrido algún tipo de estrés perinatal, tales como parto traumá- determinar si el tumor es suprarrenal o si, por el contrario, surge del polo superior
tico, de nalgas o con asfixia. Debido a su localización, la prueba radiológica del riñón, lo que haría un neuroblastoma altamente improbable. Para ello, conviene
óptima para estudiarla es la ecografía. En este tipo de estudio de imagen, recordar algunos factores distintivos. Primero, si existe un signo de la garra, será
la hemorragia suprarrenal aparecerá como una masa heterogénea pero indicativo de un tumor renal y, por tanto, no adrenal. Segundo, Cuando el neuro-
predominantemente hipoecoica, sin flujo en Doppler/avascular, en una blastoma es de gran tamaño en el momento del diagnóstico, puede cruzar la línea
glándula suprarrenal por lo demás normal. La indicación es tratamiento de media a través del retroperitoneo. Esto no se da en tumores primitivos renales.
soporte y repetir la ecografía a las pocas semanas. La necrosis coagulativa Tercero, se puede utilizar una gammagrafía con I-123 MIBG (metayodobencilgua-
del propio hematoma hará que la lesión disminuya de tamaño y aparezca nidina), un estudio de medicina nuclear cuyo radiotrazador capta las catecolami-
más cística/homogénea en la ecografía de seguimiento, confirmando el nas. Este estudio tiene una especificidad para neuroblastoma de más del 90%. Si el
diagnóstico (Figura 40). tumor es renal, no habrá captación de radiotrazador (Figura 41 y Tabla 2).
144
07. Pediatría | RD
A. Fractura de Toddler
El término Toddler, en inglés, se refiere al niño entre uno y dos años que está
empezando a dar sus primeros pasos. En este grupo poblacional, existe un tipo
de fractura que, debido a su especificidad y frecuencia, conviene recordar. Es
una fractura oblicua, también denominada espiral de la tibia. La mayor parte de
Figura 41. Neuroblastoma. Varón de dos años de edad. Masa adrenal
los casos suelen darse en la metadiáfisis distal. Suele ser de estrés, por lo que no
derecha con efecto de masa sobre el polo superior del riñón ipsilateral.
A: TC con contraste, corte coronal; B: ecografía abdominal del mismo siempre existe un antecedente traumático concreto (Figura 42).
paciente, corte longitudinal centrado en el espacio suprarrenal
derecho, confirmando separación respecto del riñón ipsilateral
145
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
A B C
D E F
Figura 43. Maltrato. Lesiones típicas de traumatismo no accidental. A: niño 2 meses de edad. Radiografía frontal de la rodilla derecha muestra una fractura
metafisaria clásica. Las flechas muestran el patrón en asa de cubo, características de este tipo de fracturas, en las que un “anillo” de tejido óseo y cartilaginoso
es avulsionado desde la placa de crecimiento. Este tipo de lesión indica un mecanismo probable de aceleración-deceleración en lugar de un impacto directo
de alta energía; B: niña de 4 meses de edad. Radiografía frontal de la rodilla derecha muestra una fractura metafisaria clásica. El mecanismo de lesión es
probablemente superponible al descrito en A. Debido a la proyección del haz de rayos X, la imagen aparecerá como una fractura en esquina en lugar de
en asa de cubo; C: radiografía AP del fémur derecho en un niño de 4 meses de edad; D: reconstrucción 3D de la calota de una niña de 13 meses de edad
con fractura longitudinal, no desplazada del hueso parietal izquierdo, comunicada con el hueso escamoso del temporal ipsilateral; este tipo de lesiones
son altamente sospechosas cuando no exista una historia clara de traumatismo, o esta sea confusa; E: radiografía frontal de un niño de 5 meses de edad.
Múltiples fracturas en la parrilla costal (flechas). Muchas de ellas son posteriores; además, varias de las laterales muestran reacción perióstica, compatibles con
evolución subaguda y, por tanto, de traumatismos repetidos, en distintos momentos. El padrastro de este niño confesó ante el juez haber zarandeado a este
paciente repetidas veces y haber presionado con sus manos sobre la caja torácica; F: niña de 9 meses de edad. TC de cráneo, core axial. Hematoma subdural
frontal derecho. La causa más frecuente de morbimortalidad en niños que sufren traumatismo no accidental es la lesión craneal. Cuando ésta existe, el
hallazgo más frecuente es en hematoma subdural. Debe de investigarse la causa y, si no hay una historia clara de traumatismo, sospechar este diagnóstico
Cadera Durante los primeros seis meses de vida, las cabezas femorales son
cartilaginosas y apenas están osificadas, por lo que las radiografías con-
vencionales no serán de gran utilidad. En este rango de edad, además
A. Luxación congénita de cadera de aplicar las maniobras de Barlow y Ortolani en la exploración física,
se utiliza la ecografía. A medida que las cabezas femorales empiecen
La luxación congénita de cadera predispone a la displasia acetabular. El diagnós- a osificarse, la penetración del haz ultrasónico será cada vez menor;
tico y tratamiento precoz de esta patología es fundamental, para así poder pre- en consecuencia, las radiografías irán cobrando mayor utilidad (véase
venir la el desarrollo de displasia acetabular y de artrosis de cadera prematura. Figura 44).
146
07. Pediatría | RD
A B C
Epifisis H
Labrum
femoral
Ilion S
Isquion
Figura 44. Displasia congénita de cadera. Neonato con luxación congénita de cadera. A: ecografía dinámica de cadera, corte longitudinal a través de
la articulación coxofemoral. El ángulo acetabular está disminuido, y menos de la mitad de la cabeza femoral está cubierta por el cotilo. B: paciente con
luxación congénita de cadera y displasia acetabular. Radiografía frontal de pelvis. Las epífisis aún no están osificadas. C: misma imagen que en B con
anotaciones. H: línea de Hilgenreiner. Es una línea horizontal, trazada uniendo ambos cartílagos trirradiados. P: línea de Perkins, trazada a la altura del
borde lateral del acetábulo y perpendicular a la línea de Hilgenreiner. Teóricamente, más del 50% de la cabeza femoral debería situarse medial a esta
línea para considerarse normal. S: línea de Shenton. Es una línea curva, trazada desde el borde medial del cuello femoral hacia el borde distal de la
rama iliopúbica. Su discontinuidad es indicativa de subluxación
A B
147
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 11.ª edición
Ideas
C l ave
Un neonato con problemas respiratorios agudos presentará distintas pa- El criterio diagnóstico más aceptado para la estenosis hipertrófica del
tologías en función de si es pretérmino, a término o postérmino. píloro será un espesor de la capa muscular de más de 3 mm, con una
longitud del canal pilórico mayor a 15 mm.
La neumonía redonda es una patología típica de la infancia y no hay que
confundirla con patología tumoral, nos suelen contar un niño o adoles- La invaginación intestinal presenta la clásica imagen “en donut”.
cente con fiebre.
Bi b l i o grafía
-- Zamorano JL, Bax JJ, Rademakers FE, Knuuti, J. Imagen Cardiovascular.
Capítulo 1 Editorial Panamericana, 2012
-- del Cura JL, Pedraza S, Gayate A. Radiología Esencial 1.ª edición. Edito-
rial Panamericana, 2010. Capítulo 5
-- Goodman LR. Felson Principios de radiología torácica. 1.ª edición. Mc -- Helms C, Major N, Anderson M, Kaplan P, Dussault R. Musculoskeletal
GrawHill, 2000. MRI. 2.ª edición. Saunders, 2008.
-- Helms C. Fundamentals of Skeletal Radiology. 5.ª edición. Elsevier, 2019.
Capítulo 2
Capítulo 6
-- Lee JKT, Sagel SS, Stanley RJ, Jay P. Heiken. TC Body con correlación RM.
4.ª edición. Lipinkot Williams, 2007. -- del Cura JL, Pedraza S, Gayate A. Radiología Esencial. 1.ª edición. Edi-
-- del Cura JL, Gayete A, Rovira A. Radiología Esencial 2.ª edición. Edito- torial Panamericana, 2010.
rial Panamericana, 2013. -- Organización Mundial de la Salud (WHO). Acceso web: www.who.int
Capítulo 3 -- Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Ciencia, Innovación y Uni-
versidades. Acceso web: www.isciii.es
-- Nadgir R, Yousem D. Neurorradiology: The requisites. 4.ª edición. Else- -- Ikeda DM. Los Requisitos en radiología: Radiología de mama. Editorial
vier, 2016. Elsevier Mosby, 2005.
-- del Cura JL, Gayete A, Rovira A. Radiología Esencial 2.ª edición. Edito-
rial Panamericana, 2013. Capítulo 7
Capítulo 4
-- Coley BD. Caffey’s Pediatric Diagnostic Imaging. 12.th Edition, Elsevier, 2013.
-- del Cura JL, Gayete A, Rovira A. Radiología Esencial. 2.ª edición. Edito- -- Donelly LF. Fundamentals of pediatric Imaging. 2.nd Edition. Elsevier
rial Panamericana, 2013. 2016.
148
ISBN: 978-84-17861-75-9 ISBN: 978-84-17861-76-6