UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI

LECCIÓN Nº 09: LA BAJA EDAD MEDIA

OBJETIVOS:

☺ Determinar los aportes a la Cultura Universal de los pueblos Germanos y Francos.

☺ Distinguir la organización, formas de gobierno, y aspectos resaltantes: de los pueblos
germánicos y francos
☺ Reflexionar sobre la importancia en la histórica del feudalismo.

A. EXPANSIÓN DEL FEUDALISMO

A lo largo de la Baja Edad Media podemos distinguir, entre los siglos xi y xm, un período de
expansión del feudalismo y, entre los siglos XIV y XV, una época de crisis en la que se inició el
tránsito hacia el capitalismo.

Cambio y Continuidad en la Economía Feudal:

El crecimiento demográfico, las buenas condiciones climáticas, las innovaciones
tecnológicas y las demandas de las ciudades contribuyeron al desarrollo de la agricultura.
Como consecuencia, aumentó la producción y ello dio lugar a una importante red
comercial. Se desarrollaron asi los instrumentos técnicos y jurídicos del gran comercio
y las asociaciones mercantiles. La expansión del gran comercio se efectuó de la
mano de una economía monetaria propia que creó los bancos de cambio y los
establecimientos de crédito.

La Madurez de la Sociedad Feudal:

La aristocracia militar feudal permaneció como minoría dirigente, cohesionada por la fuerza del li-
naje, el vasallaje y los ideales de caballería.
El estamento eclesiástico se dividía en clero regular (monjes) y secular.
El campesinado acusó el retroceso de la producción al llegar la tecnología agraria a su limite. La
aristocracia feudal trató de compensar la disminución de sus rentas a través del ban, tasas
derivadas del ejercicio de su derecho de mando.

El Poder de la Iglesia :
Los pontífices afirmaron su derecho a consagrar a los emperadores, lo que
suponía imponer la autoridad espiritual de los papas a la autoridad temporal de
aquéllos. Los papas consolidaron su autoridad durante el vacío de poder del
gran interregno (1250-1273) y aseguraron la unidad espiritual de Europa con
la Inquisición. Las cruzadas impusieron el triunfo de la Iglesia en el
Mediterráneo y fueron el origen de las órdenes militares (hospitalaria,
templaría, teutónica).
Asimismo, aparecieron diferentes órdenes religiosas (dominica, franciscana) que sustituyeron el
aislamiento y el asentamiento rural de los monasterios por la predicación entre la población
urbana.

Las estructuras políticas:

En el siglo XI se distinguían en el occidente de Europa cuatro polos de acción política: la
monarquía anglonormanda, la dinastía capeta en Francia, el conjunto de Aragón y Languedoc y el
Imperio germano.
El bloque anglonormando (establecido a raíz de la victoria de Guillermo I en Hastings, 1066), se
convirtió en la primera potencia occidental, pero sus intereses en el continente (Normandía,
Aquitania y Anjou) les enfrentó a los Capelos, victoriosos bajo Felipe II tras la batalla de Bovines
(1214). La monarquía francesa se consolidó con la victoria de las tropas de Luis IX enTaillebourg
(1242) sobre los ingleses.

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B. CRISIS DE LA SOCIEDAD FEUDAL

La plenitud del feudalismo llegó a su fin con la crisis de los siglos xiv y xv, en los que las
epidemias y las malas cosechas determinaron el hundimiento demográfico y las revueltas se
extendieron en el campo y la ciudad. Sin embargo, la recuperación de la crisis se llevó a cabo
sobre el desarrollo de los elementos del capitalismo inicial.

Crisis y cambio de orientación:

A lo largo de los siglos XVI y XV se produjo un descenso demográfico debido a las dificultades
alimentarias, la permanente devastación bélica y las epidemias. Como consecuencia, se devaluó
el precio de la tierra y se encareció la mano de obra, lo que implicó la disminución de las rentas
feudales. Los señores trataron de compensar el contratiempo con la sustitución de los censos
hereditarios por el arrendamiento de sus tierras duran te un tiempo limitado. Esta cambio en la
forma de tenencia de la tierra permitió el fortalecimiento de una clase de campesinos acomodados
y la práctica desaparición de la servidumbre en Europa occidental.

Otras consecuencias de la crisis demográfica fueron la disminución del

precio de los cereales, en beneficio de la explotación de los
productos de mayor consumo urbano e industrial (viñedo y ga-
nadería) y una fuerte emigración a las ciudades, que facilitó la
mano de obra para la industria textil (Flandes e Inglaterra).

Venecia y Genova tomaron el protagonismo comercial mediterráneo, en detrimento de Barcelona.

Castilla y Holanda se convirtieron en nuevas potencias marítimas, mientras se desarrollaba una
destacable competencia mercantil por vía terrestre en las ciudades del sur de Alemania.

En la península Ibérica, la reconquista facilitó el tránsito por el estrecho de Gibraltar, conectando

por vía marítima la cuenca mediterránea y los países bálticos. Portugal controló los archipiélagos
de Azores, Madeira y Cabo Verde, rutas alternativas para el comercio de especias y oro.

Finalmente, el escenario durante los siglos XIV y XV también se vio sacudido por numerosas y
violentas explosiones sociales en el campo y en las ciudades.

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