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EDUCACIÓN INICIAL

EDUCACION FAMILIA Y SOCIEDAD

3 créditos

UNIDAD No. 2

LA FAMILIA AGENTE PROTAGÓNICO EN EL


DESARROLLO DEL INDIVIDUO

PERÍODO OCTUBRE 2022 / FEBRERO 2023

Compendio Elaborado por : Ing. Jorge Alpizar Muni, MSc.


Índice

Tabla de contenido

Introducción………………………………………………………………… 2
Funciones de la familia dentro de la educación …………………….. 3
Modos de organización y roles dentro de la familia ………………... 4

Actividades conjuntas en la educación ……………………………..… 6

Escuelas de padres ….……………………………………………………. 9


Bibliografía utilizada ………………………………………………………. 10

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Resultado de aprendizaje de la asignatura

Promueve acciones que sensibilicen a las familias y sus comunidades sobre los
procesos de inclusión social y educativa en Educación Inicial

Unidad 2

Resultado de aprendizaje de la unidad:

• Describir el rol determinante de la familia en el desarrollo integral del niño

Introducción
Formando parte del componente social, como elemento fundamental de las funciones
básicas que debe ejercer la familia; resulta evidente el papel que ella juega en la
educación y el desarrollo integral del niño.
Numerosas investigaciones muestran que en el largo plazo los niños que reciben
estimulación oportuna en sus primeros años de vida muestran un mejor desempeño
cuando ingresan a la enseñanza escolarizada y manejan mejor las situaciones
estresantes en comparación con los niños que recibieron poca estimulación.

El papel de la familia y su prevalencia en el rendimien to académico, ha sido históricamente


suscrito desde los resultados de Coleman y cols.(1968), en un estudio sobre igualdad de
oportunidades educativas en Estados Unidos, en el que se concluyó que el rendimiento
parecía estar “más relacionado” con antecedentes familiares del alumno que, por la
influencia de otros factores, entre los que se incluyeron las escuelas de precedencia.

El cumplimiento de las funciones de la familia en el ámbito educativo resulta de por sí muy


significativo en las posibilidades de un aprendizaje activo y la adquisición de hábitos y
habilidades, tales como la lectura, la solución de conflictos, adecuado manejo emocional,
ofrecer apoyo o colaborar, entre otras.

La familia moderna tiene características muy


propias en un contexto de una vida moderna
cambiante y caracterizado por la incertidumbre la
madurez con que se puedan asumir los roles
familiares y las correspondientes habilidades y
estilos parentales, permitirá que prevalezcan en
la función educativa de los niños los rasgos de
una parentalidad positiva, que propicien un
crecimiento y educación favorables en los
futuros ciudadanos.

Si por su parte la escuela tiene como propósito fundamental el de contribuir a la formación


integral del niño a partir de sus necesidades, acorde con la edad y desarrollo de
capacidades necesarias, resulta determinante encontrar las vías más adecuadas de

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manera que se complementen con el accionar de la familia y de la sociedad en general,
en función de tales objetivos comunes., estableciendo un conjunto de actividades de
carácter conjunto tanto en el ámbito curricular como extracurricular.

Funciones de la familia dentro de la educación


La función educativa de la familia, se identifica como parte importante de su función social
y ejerce una influencia significativa en el crecimiento natural y sociopsicológico del niño,
en estrecha relación con las demás funciones que se le atribuyen a la fundación, objeto y
quehacer de la familia como institución primaria o célula fundamental de la sociedad.

La función Educativa en el contexto de la Familia

El primer contexto educativo donde se desarrolla el niño es la familia.


El padre y la madre son sus primeros guías y acompañantes, las personas que están con
él la mayor parte de su tiempo en los primeros años, estimulándole, potenciándole,
enseñándole y facilitándole el trayecto, a través de elogios y refuerzos positivos y también
negativos; porque no siempre los padres cumplen de forma apropiada con esta función.
Como quiera que las primeras relaciones sociales, con sus consiguientes influjos, que
establece un ser humano son dentro de una familia, su influencia resulta mucho más
perdurable y trascendente, que la de cualquier otra institución o influencia, en buena
medida determinado por las emociones y pertinencia que se genera en ese contexto entre
los individuos que la conforman
La familia como institución educativa, tiene en la mayoría de los casos la característica de
que sus miembros no han recibido una preparación específica para esta función. Por eso
la acción educativa que se ejerza en ella desde la institución educativa puede ser
problemática. Los influjos educativos familiares son enormemente complejos y de muy
diversa índole.
La escuela no puede obviar, ni rechazar la diversidad y complejidad del entramado de
relaciones que se establece en la familia con relación a la educación de los niños. Tiene
necesariamente que asumir esa diversidad e incluirla en el contexto educativo de la
escuela interpretando al decir de Koerner y Hulsebosch (1996).

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“No se puede estar a favor de los niños y en contra de
sus familias” muy por el contrario, debe aceptar el
reto que significan esa realidad y diversidad
existentes en el seno de las familias y trabajar de
conjunto con ellas en el adecuado desarrollo de las
funciones educativas, más allá de estereotipos y
visiones ideales de las funciones familiares.

A manera de resumen, podemos afirmar que como parte de la labor formativa de la familia
se establecen como parámetros universales:

• El cuidado
• El crecimiento
• El desarrollo socioafectivo entre sus miembros y especialmente de los hijos
• La transmisión de pautas culturales, determinadas por las premisas socialmente
aceptadas en relación con las costumbres, normas de convivencia y valores
De todo ello se deriva el hecho de que constituya una prioridad, fomentar la función
educativa de la familia, instituyéndose como uno de los principales desafíos que deben
asumir y vertebrar las Instituciones Educativas.
Por lo que se convierte en un encargo cardinal; la asistencia y acompañamiento a las
familias para su "actuación" como formadora de las nuevas generaciones, en el que le
corresponde un papel fundamental a los profesionales de la educación.
Modos de organización y roles dentro de la familia

Cuando hablamos de organización y rol familiar estamos hablando del papel que cada
uno de sus miembros juega dentro de la familia, es decir, papel de padre, de madre, de
hijo o hija. Cada uno de estos papeles tiene funciones propias cuando partimos de un
esquema general de familia nuclear o elemental.
Rol conyugal:
Los dos miembros de la pareja, deben cumplir funciones conyugales. Mantener su
espacio como pareja, compartir momentos en los que los hijos no intervengan, compartir
situaciones y tratar temas en los que los hijos no deben estar presentes, como, por
ejemplo, temas sexuales, económicos y laborales.
Rol parental:
Este rol también está asignado a la pareja, generalmente y está asociado al cumplimiento
de funciones como: proporcionar cuidado, protección, alimentación, cobijo, cariño,
respeto, seguridad. El rol parental lo cumple la pareja, por lo que se identifican en este
contexto elemental de forma diferenciada en otros dos: el rol paternal y el rol maternal.
Ambos cumplen funciones generales, sin embargo, la persona que cumple el rol maternal
tiene una función más emocional, proporcionando un espacio para el manejo y las
expresiones de forma ordenada, relacionadas con la ternura y el cariño más íntimo; por

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otro lado, el rol paternal se identifica generalmente con una función más racional, dando
espacio a la toma de decisiones.
Rol filial:
Esta función la cumplen los hijos, sobre todo en las etapas más tempranas se identifica
con las funciones de aprender, crecer, evolucionar.
Rol fraternal:
También la cumplen los hijos, pero en este caso se refiere a la relación entre ellos. Se
caracteriza básicamente con las funciones de proporcionan apoyo y complicidad. Los
hijos en la familia deben encontrar su propio espacio, para poder hablar y tratar sobre
temas entre ellos.

Si la organización familiar es estable, los roles se encuentran bien definidos y cada


miembro de la familia cumple su función, la evolución estable de la familia estaría
garantizada y podrá en tanto entre todos proporcionar apoyo y estabilidad, podrán
evolucionar como familia; generando habilidades propias de una parentalidad positiva y
facilitando la formación de una familia flexible, capaz de adaptarse a los cambios
evolutivos, al tiempo que contribuir de manera conveniente en la labor educativa sobre
todo en el caso de los más pequeños.
Sin embargo, en la vida real cada familia tiene
sus propias formas de decidir cómo se ejercen
los roles dentro de la unidad familiar, y por lo
tanto qué derechos, privilegios, obligaciones y
roles se asignan a cada integrante de la familia.
Aunque las jerarquías generacionales son las
más evidentes dentro de las familias, debemos
identificar que existen otros tipos de jerarquías.
A veces éstas dependen del género.

En las sociedades en las que priman modelos de familia históricamente patriarcales como
la nuestra; los hombres tradicionalmente han tenido poder sobre las mujeres, en particular
en el seno de la familia. Tradicionalmente, los padres han sido los proveedores y las
figuras de autoridad, pero si bien pueden ser los que tomen las decisiones finales, con
frecuencia, más allá de eso, generalmente asumen funciones limitadas en la familia.

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Las madres históricamente han sido las cuidadoras, las responsables de la parte
emocional de la familia; han mantenido a la familia unida y sin problemas. Esto significa
que probablemente las madres y los padres tengan diferentes posiciones en la jerarquía
familiar, en las que las madres asuman la responsabilidad principal, mientras que los
padres tengan sólo una responsabilidad parcial en las decisiones parentales diarias.
Sin embargo, esta estructura tradicional de roles basada en el género es discutida en la
actualidad. En muchas de las familias modernas, tanto el padre como la madre trabajan y
aportan mancomunadamente en el sustento familiar.
Aunque las mujeres todavía parecen asumir la mayor parte de la responsabilidad de las
actividades diarias de la familia, se aprecia como cada vez más padres asumen roles más
significativos en la crianza de los hijos y las tareas domésticas.
Es útil considerar y comprender qué roles asume cada integrante de la familia dentro de
la misma y si todos sus miembros se encuentran satisfechos con el arreglo organizativo
existente.

Por ejemplo, los niños mayores de la familia pueden tomar el rol parental de cuidar a sus
hermanos menores. O los abuelos pueden adquirir un lugar importante dentro de la familia
al asumir un rol central en la crianza de los niños mientras los padres trabajan.

Para la escuela y en particular en la Educación Inicial resulta importante conocer, sobre


todo aquellos casos en los que se aprecian dificultades con el aprendizaje de los niños;
cuáles son los rasgos fundamentales que caracterizan la organización y los roles que se
manifiestan en el seno de sus familias, con el propósito de contribuir al mejor desempeño
académico de los infantes y orientar en caso necesario labores de complementación a las
actividades que se promueven en las escuelas.
Las vías y alternativas más idóneas para el desarrollo de esta indispensable labor de la
escuela habrá de constituir objeto central en el desarrollo de nuestro curso.
Un acercamiento cada vez más fundamentado a la
noción de familia en su sentido más amplio, el
reconocimiento de las relaciones de parentesco, la
conciencia del lugar que el niño o niña ocupa en esa
familia, así como la observación de los diferentes
tipos de estructura familiar presentes en el medio;
debe servir a los educadores para comprender la
realidad social y cultural en la que transcurre su
quehacer educativo y permitirle incorporarse de
manera más consciente a su ejercicio.

Actividades conjuntas en la educación

El espectro de actividades conjuntas Familia-Escuela, resulta muy amplio y diverso y está


matizado por la necesidad de una relación estable y directa.
Trataremos a continuación de describir aquellas que se han hecho más instituidas cono
resultado del análisis de la práctica en el trabajo de las instituciones educativas para la
Educación Inicial.

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Una de las alternativas más utilizadas y efectivas para el intercambio mutuo de ideas y de
información entre la escuela y los padres sobre el proceso educativo de los niños, lo
constituye sin lugar a dudas la “Entrevista individual”. En ella se materializan aspectos
importantes de la colaboración padres-maestros, pero, desafortunadamente en algunas
ocasiones no es aceptada por los padres quienes en oportunidades no acuden a las
mismas.

Los objetivos de las entrevistas entre padres y maestros pueden ser múltiples, en
dependencia de la situación específica que tienen los niños en su desempeño en la
escuela:

• Conocerse y comprenderse mutuamente, tanto padres como maestros.


• Intercambiar informaciones sobre el alumno.
• Desarrollar de manera conjunta planes de actuación educativa con los niños.
• Ofrecer a los padres, orientaciones en relación con la educación de sus hijos.

Para lograr resultados efectivos en las entrevistas; previo a su realización, es importante


que se cumplan algunos requisitos básicos por parte de las familias y de los maestros:

• Debe ser una reunión amistosa. Acudir con un sentido hipercrítico tanto por parte de
los padres como de los maestros genera visiones distorsionadas sobre sus propósitos
afectando y distorsionando negativamente de antemano la propia comunicación.
• Debe existir la convicción de que se va a construir positivamente, sentando las bases
para un mejor desempeño en el proceso educativo de los niños.
• El Tutor no debe ser visto por los padres, ni erigirse el cómo un juez que se enfrenta a
éstos con recelos. Deben ser ambos polos entendidos como personas implicadas en
la misma tarea y con intereses comunes, primado en la actuación de ambos un sentido
claro de armonía y respeto.
• La celebración de la entrevista debe ser conocida de antemano por los interesados y
debe tener una finalidad concreta, evitando todo tipo de improvisaciones.
• Es conveniente que los niños sepan que va a celebrarse la entrevista, e incluso los
temas que van a ser tratados, con la reserva lógica de aquellos que se considere
conveniente o no comunicarles previamente.
• Los docentes deben preparar con antelación la agenda y reunir toda la información
necesaria para que el intercambio fluya de manera franca, amena y cordial.

Las entrevistas deben transcurrir en un ambiente de intercambio abierto y sincero, en el


que prime siempre el optimismo en el logro de mejorar el desempeño de los niños, acorde
con sus necesidades educativas, a partir de objetivos claros y precisos.

Por su parte otra de las alternativas en el intercambio padres-maestros son las denominadas
“Reuniones Colectivas o Asambleas de Padres”. El desarrollo de este tipo de
encuentros, deberá ser preparado de antemano por los maestros esencialmente basados
en el cumplimiento de una serie de requisitos mínimos:

1. Señalar un horario y hacer que la invitación llegue a todos


2. Prepararla de acuerdo a su carácter, ya sea una reunión inicial, periódica o final.
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3. Disponer de un ambiente lo más agradable posible, Rodeado de un clima de simpatía
y amabilidad.
4. Referirse a los niños de modo favorable, destacando lo positivo de su desempeño.
5. Usar un vocabulario sencillo y adaptado a los padres. Estar atento al contenido afectivo
o ideológico de algunas palabras.
6. Mantener una actitud sincera y veraz, basada en hechos reales y evidencias
fundamentadas metodológicamente; juzgar con suavidad y discreción, aceptar a los
padres tal como son y ser prudente en los comentarios.
7. Mantener todo el tiempo la conducción de la reunión.
8. Realizar un registro de los datos más relevantes.

Existen otras alternativas para propiciar una conveniente relación entre padres y
maestros; no referimos a los denominados encuentros “Espontáneos y Asistemáticos”; los
que se producen en función de los múltiples momentos en los que los padres hablan con
los maestros sin una planificación previa:

• En el momento de las salidas y entradas de los niños a la Unidad Educativa.


• Encuentros casuales por la calle.
• En las excursiones y otras actividades extraescolares a las que asisten los padres.
• En las festividades y actividades de carácter cívico en la Unidad Educativa.
• A través actividades que propician las Asociaciones de Padres y de Vecinos.

En todas estas ocasiones los maestros no podemos perder


de vista que somos observados y valorados como los guías
educativos de los hijos de esas personas de ahí que
nuestros comportamientos, las formas de comunicación y
expectativas que forjamos en los padres de nuestros
alumnos habrán de tener una repercusión sobre la labor
educativa que proyectamos individualmente y como
institución educativa.

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Escuelas de padres
Las escuelas de padres, constituyen otra de las alternativas que permiten involucrar en
un esfuerzo conjunto la indispensable labor de la familia y la escuela en el propósito
superior de lograr una formación integral de los futuros ciudadanos.
Estas se gestionan en la mayoría de las instituciones educativas en todos los niveles; sin
embargo, su importancia en los niveles de la Educación Inicial resulta una de las más
significativas, tomando en consideración el papel protagónico de la familia en la educación
de sus hijos en las primeras etapas de la vida.
Generalmente las parejas que unen sus vidas para formar una familia son relativamente
jóvenes e inexpertos en esta tan importante función; por ello el papel de la escuela como
complemento de la función educativa que se funda en el seno familiar es de vital
importancia para el logro de resultados exitosos.
Con el tiempo, el crecimiento de los niños y el aumento de la “experiencia” en la función
educativa de la familia, el peso de las diferentes funciones que se asumen en el contexto
familiar, como resultado del incremento de las responsabilidades de los padres en el
trabajo y el quehacer ciudadano en un contexto social, cargado la incertidumbre y
complejidad; va provocando la desatención a veces de la labor educativa de los padres.
Es por esta razón que la “alerta” o el llamado de la escuela, convocando por diversas vías
a retomar o reformular acciones educativas con los niños, ha de tener una influencia muy
positiva en el éxito de la función educativa de la familia.
Las escuelas de padres, se organizan en el seno de las instituciones educativas, con el
propósito de abordar de forma sencilla, amena y profesional aspectos esenciales para la
educación de los padres en su quehacer educativo y al propio tiempo promover una mejor
integración y comunicación entre las familias y la escuela.
La organización de las escuelas de padres, debe estar entre las actividades
fundamentales del Plan Educativo Institucional; y debe ser convenientemente planeada
para que su desarrollo contribuya verdaderamente a los fines de la Institución y al
perfeccionamiento de la función educativa de la familia.
Desde el punto de vista conceptual una de las definiciones más
aceptadas en relación a las Escuelas de Padres, la refiere Fresnillo
(2000), al describirla como: “Un espacio de información, formación
y reflexión dirigido a padres y madres, sobre aspectos relacionados
con las funciones parentales”

El proyecto para una escuela de padres en una Unidad Educativa debe partir de una
clara identificación de los aspectos fundamentales que son necesarios fortalecer para la
adecuada comprensión de las familias en su función educativa, partiendo del contexto
concreto en el cual se desarrolla la actividad de cada una de las Unidades Educativas.
Tomando como base las indicaciones que al respecto ofrece el MINEDUC, acerca de los
principales aspectos que deben abordarse en la formación de los padres en el país; a

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partir de la observación del desempeño de los niños, sus avances y tropiezos en la
escuela, el resultado de las entrevistas con los padres y el sistemático intercambio con las
familias, unido al análisis del contexto sociocultural y económico concreto en el que se
enmarca la actividad de la Institución Educativa, deberá elaborarse el Proyecto de Escuela
de Padres para cada período escolar, siendo esta una de las labores que mayor atención
debe dársele por parte del Consejo Directivo de la Institución.
En la organización de las escuelas de padres, deben ser atendidas además las
características propias de las familias que serán vinculadas a las mismas en función de
proponer los horarios y fechas más convenientes para su realización y la periodicidad de
su realización
Para la realización de las actividades debe tratarse de involucrar precisamente a las
familias con la realización y participación activa, como por ejemplo en la organización de
representaciones en vivo de situaciones y conflictos que promueven el interés en el
tratamiento de los temas que deben ser abordados.
Deben ser organizadas actividades para los padres que resulten además de instructivas,
amenas y atractivas, no incurrir en charlas agotadoras, con el uso de términos científicos
y complejos que puedan generar rechazo en la participación de las familias.
Entender las características del auditorio que participa en las escuelas, dar respuestas
claras y bien fundamentadas a sus inquietudes e intereses fundamentales, se convertirá
en base para el éxito de estas acciones básicas y la promoción para una participación
cada vez más activa de las familias en las mismas.

Bibliografía utilizada

• Coleman, JS (1968). Igualdad de oportunidades educativas. Educación


Integrada, 6 (5), 19-28.
• Fresnillo Poza, V., Fresnillo Lobo, R., & Fresnillo Poza, M. L. (2000). Escuela de
Padres. Madrid: Ayuntamiento de Madrid. Área de Servicios Sociales.
• Koerner, M. E., & Hulsebosch, P. (1996). Preparing teachers to work with children of
gay and lesbian parents. Journal of Teacher Education, 47(5), 347-354.
• Romero, M. (2005). Escuela de padres. Educación y futuro: revista de investigación
aplicada y experiencias educativas, 12, 41-50.

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