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Revista lus et Praxis, Afio 25, N° 3, 2019, pp. 277 - 306 ISSN 0717 - 2877 Universidad! de Talea - Facultad de Ciencias Jurtdicas y Sociales El acceso @ la justicia en el sisterna interamericana de pprotecci6n de los derechos hurmanos Gerardo Bernales Rojas Trabajo recibido el 6 de noviembre de 2018 y aprobada el 4 de julia de 2013 El acceso a la justicia en el sistema interamericano de proteccién de los derechos humanos ACCESS TO JUSTICE IN THE INTER-AMERICAN PROTECTION SYSTEM GF HUMAN RIGHTS. GeraRoo BeRNaLes ROJAS* Resunen Elacceso a la justicia he sido reconocido y desarrallado por le dactrina coma derecho fundamental, a pesarde noexistir un reconocimiento expreso como tal. La Convencion Americana de Derechos Humanes ha sido la principal fuente normative y la jurisprudencia de la Corte Interemericana de Derechos Humanos es la que lo ha reconocido como derecho fundamental, ubicdndolo en los articulos 8° y 28, con relacién al articula 1.1, dela Convencién, ya la vez lo ha ido datanda de contenidos, desa rrolléndolo mds alld del érea penal y aplicéndalsa todas las dreas, al considerarlo como el derecho de los derechos. ABSTRACT ‘Access to justice has been recagnized and developed by the doctrine as @ fundamental right, although there is no express recagnition as such. The American Convention on Human Rights has bean the main normative source, and the jurisprudence of the Inter-American Court of Human Rights is the one that has recognized it as 2 fundamental right, placing itin Articles 8 and 25, in telation to Article 1.1 of the Convention, and at the same time it has been providing content, developing beyond the criminal area, but applicable to al | areas, considered as the right of rights, PALABRAS CLAVES ‘Acceraa la justicia, derechos fundamentales, Corte Interamericana de Derechos Humanas, Kenwoxos Access to justice, fundamental rights, Inter-American Court of Human Rights. Introduccién El acceso a la justicia es un derecho recurrente en la temdtica de los derechos fundamentales, especialmente respecto de grupos en situacién de vulnerabilidad. Como expresa Cangado, “... acceso a Ja justicia no es, pues, sdlo acceso a fa prestacion jurisdiccional, sino asimismo acceso af derecho", un imperativo * Abogado por la P. U. Catélica de Chile; magister en Derecho, Mencidn Derecho Pablico, por le U. ce Chile, y doctoren Derecho par la U, de Taica. Correo elactinico: ghernalesri gmail.com Cangapo (2012), pp. 11 y 12 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 277 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros tanto en el plano nacional como internacional’. Es el principal derecho, el mas importante de los derachos humanos*; el derecho fundamental de Justicia pronta y cumplida!, “Ia interdliccién de fa indefensién"®. Sin embargo, y a pesar de su relevancia, dicho derecho no ha sido recono- cido expresamente dentro de los catélogos de derechos fundamentales ni en las cartas constitucionales, pactos o convenciones internacionales*, lo cual plantea la dificultad de no tener una concrecién expresa del concepto y su contenido. Por lo anterior, y a pesar de no tener un reconocimiento formal, el acceso a la justicia es un derecho fundamental independiente del debide proceso” y cuyo contenido viene dado por los criterios y estindares emanados de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos®, la cual ha sido fructifera en la materia, permitiendo con ello un mejor resguarde de los derechos fundamentales, con una interpretacién bajo las principios “favor per- sona” y “progresividad’. En nuestro continente, la fuente normativa es la Convencién Americana sobre Derechos Humanas’ y la docuina que emana de ella, la que es complementada @ interpretada por la jurisprudencia de la Corte IDH. Dicha jurisprudencia, a uavés de los principios y estdndares que establecen sus decisiones, le entrega contenido concreto, permitiendo una aplicacién més eficaz de la CADH, la que se ha ido desartollando, primero, a partir de los volos minorilarios de su jurisprudencia, que, con el tiempo, se tansformaren en doctrina mayeritaria, reconeciendo él acceso a la justicia como derecho fundamental y doténdolo de contenido, y fijando los principios y estndares de interpretacién general de la Corte IDH para la aplicacién de la CADH. 2 Canscao (2013), p. 231. En el misma sentido, Helen Ahrens sefiala que el acceso a la justicia es °... un principio general de derecho internacional, que se convierte en wt derecho dentro del Sistema, Interamericaro como expresin de una iuiela multinivel de tos derechos fundamentales...“. AweEns et al. (2015), p. 11 > Caprewuern y Gar (1983), p. 22 # Royas (2011), p. 186. 5 Vautesrin (20021, 6. 69, © Excancion es la Carta de Ecuador, cue lo raconace formal mente en art 78:“"Teda persana tiene derecho al acceso gratuito a la justicie y@la tutela electva, imparcial y expedite de sus derechose intereses...”. "Conjunto de desechos que tienen por finalidad asegurar que las pretensionas de las partes sean adecuadamente comiderecas pore drgano llamado a tomar vita decision sobre fas mistnas", concepto cho por los profesors Luis|vén Diaz y Patricia Urata, siguiends los criterias de la Corts Inieramericana de Derechos Humanos. Diaz y kata (2078), pp. 183-184. * En adelante, Corte IDH. * En adolanta, CADH 278 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS Elacceso a la justicia nace del debido proceso y se desarrolla luego en aquellos aspectos que estan en la periferia de las garantfas procesales, las cuales, si bien son un elemento esencial del acceso a la justicia, no son el tinico. Cuando él acceso a la justicia toma un camino propio, se entendid como el acceso a los tribunales de justicia, a la jurisdiccién. De ahf evoluciona a un pro- ceso con las debidas garantias procesales y comienza a hacerse patente también la necesidad de materializar o ejecutar lo que en el Ambito jurisdiccional se die- lamine. Esto plantea la idea de que el debido proceso, junto con necesitar de las vias de acceso a él, también requiere la posibilidad de hacer cumplir lo resuelto. Asi, se distinguen tres etapas; el acceso, el proceso con todas las garantias, y el cumplimiento fiel y oportuno de la sentencia. Finalmente, el acceso a la justicia se desarrolla fuertemente en las ideas de biisqueda de una justicia eficiente y oportuna, especialmente respecto de los llamados grupos en situacién de vulnerabilidad, lo que implica generar las condi- ciones necesarias para la obtencién de una justicia material, una justicia efectiva, eliminando las barreras de acceso; como la asistencia juridica a los pobres, de los sistemas judiciales en sf, de la representacién de intereses difusos, los problemas medioambientales'®, los costos del litigio, la excesiva duracin de los procesos, las dificultades que presentan las llamadas “pequefias causas’", la existencia de obsticulos para permitir la legitimacién activa en un proceso, el no reconocer el derecho de peticién como derecho fundamental para la tutela de derechos e intereses, y los problemas de participacién de los afectados o interesados en el sistema, sea por falta de conocimiento de los derechos ¥ mecanismos para tule- larlos, @ bien por problemas econémicos”; en sintesis, el acceso a la justicia es ”.., el derecho a la propia realizacién de [a justicia..."". El presente articulo analizard los antecedentes generales del acceso. la justicia, que nos permitiran definir de qué derecho hablamos (y a la vez nos permitiran identificarlo respecto del debido proceso}. Luego revisaremos cémo se configura su contenido por la jurisprudencia de la Corte IDH, identificando el periodo pre- vio a2006.A continuacién revisaremos la evolucién de los criterios y estindares fijados por dicha jurisprudencia en dos perfodos: 2006-2010 y 2011-2017. Asi, la pregunta que pretendemos responder con el presente trabajo es sila ju- risprudencia de la Corte IDH ha reconocido formalmente, y dotado de contenido, al derecho de acceso a la justicia, como derecho fundamental de las personas. Cappauemn y Gaara (1983), pp. 38-178. "Brenna (2006), pp. 165-167. ® Gozami {2008}, pp. 168-185. © Cangano (2012), pp. 298-298 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 279 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros 1. El acceso a la justicia: Antecedentes generales Cappelletti y Garth expresan que no es facil definir qué es el acceso a la justicia, y refieren un principio fundamental de todo sistema juridico: “... que ef pueblo pueda ejercer sus derechos y/o solucionar sus conflictos por medio del Estado...” lo que implica dos cosas, primero que el sistema legal sea igualitaria- mente accesible a todos y, segundo, que el sistema legal esté encaminade a que su funcionamiento sea individual y socialmente justo'*. Es decir, como senala Marabotto, lograr que la brecha entre la norma y la realidad sea lo mas pequefta posible implica aleanzar un mejor acceso a la justicia'®. La verdadera evolucidn pas6 por la preocupacién ya no sélo porla libertad, sino también por la igualdad, donde el sistema judicial constituye la dltima barrera 0%... frontera donde los ciudadanos perciben si sus derechos son efectivamente respetados y garantizacios, cle ahi la imperiosa necesidad ce facilitar y favorecer no sélo el acceso a la Justicia, sino un acceso efectivo a la misma... En este tltimo sentido”, la Corte IDH ha sefialado que los *... Estados pueden: ydeben establecer presupuestos y criterios de admisibilidad cle recursos internos, de cardcier judicial o de cualquier otra indole....”®. Asi, es obligatorio, para el Estado parte de la CADH, establecer mecanismos que aseguren el acceso a la justicia y lambién que este acceso no se limite s6lo a lo jurisdiccional, admitiendo otros mecanismos, aun fuera de los rganos judiciales. Aguilar senala que el acceso a la justicia es un concept amplio, que puede ser abordado desde una doble perspectiva: “Desde un punto de vista mas formal, stricto sensu, ef acceso a fa justicia suele ser recucido a exigencias adjetivas o procesales (...) enlistando una serie de requisitos procesales o que rodean la acti- vidad procesal, y que deberfan ser cumplicos para que el justiciable tenga acceso a la justicia (...). Por otta parte, desde una perspectiva mds amplia, lato sensu, y de real relevancia en e! mundo del siglo XX}, es que los individuos, comunida- des y pueblos reclaman sus derechos, en sentido material, para que se haga real justicia (...). El acceso a fa justicia lato sensu destaca el reconacimiento de fos derechos de Jos individuos, comunidades y pueblos para poder, de esta manera, reivindicarlos ante un juez. Fl acceso a la justicia no es, pues, solo acceso a fa prestacién jurisdiccional sino asimismo acceso al derecho’. * Cavpauemn y Gaara (1983), 0. 16. "5 Hsaarort9 (2003), p. 283. © Geer (2014), pp. 56 y 57. > Maurino (2016), 9. 913. '" Sentencie Corte IDH, "Trabejadores Cesados del Congreso vs. Peri", 24 noviembre de 2006, Serie CNP 158, C 126. % Cangane (2012), pp. 11 y 12. 280 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS Cangado indica que el derecho de acceso a la justicia “no se reduce al acceso formal, stricto sensu, a fa instancia judicial (tanto interna como internacional), sino comprende, ademds, ef derecho a la prestacién jurisdiccional, y encuéntrase subyacente a disposiciones interrelacionadas de la Convencion Americana (como jos articulos 25 y 8), ademas cle permear ef derecho interno de fos Estados Partes. FI derecho de acceso a fa justicia, dotado de contenido propio, significa, lato sensu, ef derecho a obtener justicia. Configtirase, asi, en suma, como el derecho a la propia realizacién de fa justicia”®. Garcia entiende el acceso a la justicia como un requisito necesario para la tutela efectiva de los derechos, una exigencia para que los otros derechos sean practicables, un requisilo de vilalidad de facullades, liberlades y prerrogativas’', Gémez ubica el acceso a la justicia fuera de la Iégica juridica, como una nocién ideolégica contingente, cuyo concepto va cambiando”, segtin la materia, lugar y momento histérico. Es un concepto ideolégico y sociolégico, donde la idea central es que el acceso a la justicia se centra en”... fa preacupacién de que Jos justiciables puedan legar a ser oiclos y atendiclos eficazmente por los Grganos de imparticién dle justicia, sin dilaciones, sin trabas burocraticas, sin candados ni obstéculos econdmicos, y sin prejuicios raciales ni discriminaciones politicas, sexuales, religiosas 0 de otro género...”"5, Agrega Nogueira que “el derecho a la jurisdiccion constituye un instrumento de defensa que el Estaclo pone en manos de las personas en reemplazo de la au- totuiela, esta dltima inaceptable dentro del Estado Constitucional y del Estado de Derecho, fo que obliga a configurarlo de manera que se establezca en su favor ef mayor grado de garantias posibles”™. “... Constituye, en ditima instancia, uno de Jos pilares basicos no sélo de la Convencion Americana, como del propio Estado de Derecho en una sociedad democratica (en ef sentido de la Convencion). Su correcta aplicacin tiene el sentido de perfeccionar la administraci6n de Justicia a nivel nacional, con los cambios legislativos necesarios a la consecucién de este propésito””®, es decir, la eficacia es el elemento central Para Ramos, el acceso a la justicia significa que “la justicia debe ser abierta por igual a todos, sin barrevas discriminatorias de ningtin tipo, ya sean econémicas, 2 Canigan0 (2012), pp. 297-298. % Garcia {2012}, p. 237 ® jMisma opinion tiene el profesor Jorge Marebottor el concepto de acceso a la justicia ha variado °... conforme a las idees imperantes en cada determinada Spoce de! desarrollo de la humanidad. MaragoTta (20023, p. 292. % Gomer (2006), p. 353, % NogueRa (2012), pp. 30-31. % Cangano (2012), pp. 257-258. Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 281 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros culturales, ideolégicas, religiosas, étnicas, de ubicacién geagréfica, o incluso lingiiisticas’™*, Bordali ha sefialade que el“... clerecho cle acceso a Ja justicia comporta la exigencia de abrir la puerta de los tribunales a todo tipo de derecho o interés que pueda requerir de tufela estatal (...). No cabe reconocer un derecho o interés y, Juego, negarle el acceso al poder judicial a quien fo afirma””.Y agrega que el derecho de acceso a la justicia incluye el derecho “... de solicitar fa apertura y sustanciaci6n de un proceso y a participar, en condiciones de igualdad, en los trdmites del mismo...” , Vallespin conceptiia el derecho a la tutela judicial efectiva come “el derecho de acceso a los 6iganos jurisdiccionales pata Ja obtencién de una sentencia motivada y fundacla en Derecho, a ser posible sobre el fondo, que con todos los efectos de la cosa juzgada ponga fin al litigio, y en su caso, para su ejecucién””'. Diaz sefiala que el acceso a la justicia es un tema que “... se presenta dentro de.una problematica mas amplia, que atiende a la efectividad ce los derechos...”°°; es decir, el acceso a la justicia atiende a la necesidad de que los derechos reco- nocidos y garantizados por los Estados tengan eficacia material, real y concreta. Ast, es”... ef derecho de los ciudadanos de utilizar los mecanismos y estructuras judiciales instituidas por ef Estado para la defensa y el ejercicio de sus derechos’. Ast, el acceso a la justicia, cualquiera sea la denominacién quele demos, tiene un origen difuso que impide, como en general con todas las instituciones, esta- blecer un tinico contexto y una (iniea conceptualizacién como punto de partida. 2. Configuracidn jurisprudencial del acceso a la justicia por la Corte IDH EI anilisis jurisprudencial del acceso a la justicia nos permitira darle un contenido sistematice, ya que dectrinariamente ne lo tiene*. Y, para hacerlo, en este pairrafo veremos la evolucién que hay del acceso a la justicia desde la doc- trina de la conexién de los articulos 8° y 25 de la CADH, hasta la doctrina de la complementariedad ¢ integracién de ambas normas, lo que permite establecer el desarrollo del acceso a la justicia como derecho, el que, a partir de 2006, Annens at af. 2015}, p. 57. ” BowDa.i{2076), p. 187. * BoroaLi(201 1, p. 328. * Yautesnn (2002), p. 69. * Diaz (2006), p. 157. 3 Daz (2006), pp. 160 y 161 Con la excepcién de magistrados como Cangado © Garcia, 0 autores coma Larsen, Espejo y Leiva, quienes hacen un esfuerzn ce sistematizacién plasmad en textos biblingréficos. Cansabe (2012) pp. 79: 574; Gascia (2012), pp. 25-259; Lassen (2016), pp. 423-434; Esrgo y Lena (2012), pp. 317-398 y 607-624. 282 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMAnIOS tiene una evolucién mas sistemitica y lo reconoce como derecho fundamental auténomo, dotado de contenido propio y en franca evolucion. La fuente normativa a la que recurre la Corte IDH™ es la CADH, siendo la norma pertinente al acceso a la justicia el aiticulo 8° de dicha convencién; al menos asi lo plantea Idiiez. El acceso a la justicia se entiende por la propia Corte... como una ‘norma imperativa de Derecho Internacional, (que) no se agota ante ef hecho de que se iramiten los respectives procesos interns, sino que exige que el Estadio gavantice que estos aseguren, en un tempo tazonable, Ja satisfacci6n de los derechos que tienen las partes en ef mismo..." *4, teniendo come base de tal afirmacién las sentencias de la Corte IDH del “caso Bulacio"*™** y del “caso Palamara’®”. Agrega Ibanez que los Estados ”... 0 deben imponer trabas a las personas que acuclan a los jueces 0 tribunales en busca de que sus derechos sean detarminados o protegidos...", a la vez que el Estado tiene el deber de consagrar normativamente y asegurar la debida aplicacién de las garantias del debido proceso a las personas frente a actos que violen sus derechos fundamen- lales”, citando como fundamento jurisprudencial los casos “Cantos”, “Baena Ricardo y otros"° y “Mohamed”. Concluye que las garantias procesales a que se refiere el articulo & de la CADH van en la linea del amplio derecho de acceso a la justicia, regulando la forma en que dicha justicia debe impartirse, dejando para el articulo 25 de la convencisn citada lo relative al derecho al recurso®, y © Laevolucién de la proteccién a los derechos lundamentalesha sidode le mana dela jurisprudencia de la Corte IDH, Hoy 52 reconoce un sisterra interarnericana de protaccién de los derechas hurmanos y @ lavez, forma parte de éste el derecho canstitucional de los Estados, Io cual ofrece nuevas posibilidiades, que van ms alld de los clésicos problemas derivadlos de los crimenes de lesa humanicad, yevaluciona hacia el reconocimiento de un mayor contenido a les derechos 0, directamente, reconaciendo nuevas derechos, ConTess (2010), po. 198 y 199. Asi, hay un enorme avance an laproteccion dé los derechos laboreles desarrollado a partic de le jurigprudencia de la Corte IDH, particularmente @ partir de le sentencia del Caso Baena, Ricardo y otros vs, Panamé, Canessa (2014, p21 » Ieawez (2014), p, 213. ® Sentence Corte IDH, “Bulacio con Argentina”, 18 de saatiernbre de 2008, C114, % Lansen (2016), p. 426. » Sentence Corte IDH, “Pelamara contra Chile", 22 de novienbre de 2006, C 128, * Ieaviez (2014), p. 213. ™ Sentence Corte IDH, “Cantos vs, Argentina’, 28 de noviembre de 2002, € 50. © Santencia [competencia) Corte IDH, “Baena Ricardo y os vs. Panama”, 28 de noviembre de 2003, C79. Santencia Corte IDH, "Mohamed vs, Argentine’, 23 de noviembre de 2012, C83 © taxnex (2014), p. 213, Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 283 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros cita como fundamento de dicha conclusién un voto parcialmente disidente de la jueza Cecilia Medina’. En nuestro parecer, si bien concordamos en que en el articulo 8° de la CADH encontramas el reconocimiento del derecho de acceso a la justicia, no compartimos la idea de que ella corresponda sole a ese articulo, sino que dicho articulo pierde sentido si ala vez no existe el recurso efectivo a los tribunales, derecho consagrado enel articulo 25 de la CADH, debiendo existir una integracién y complementacién entre ambos, para hablar del derecho de acceso a la justicia en su amplia dimen- sién. Quien plantea de mejor modo esta postura es el magistrado Cangado™, quien sefala que entre el derecho al recurso del articulo 25 y las garantias del debido proceso legal existe una relacién indisoluble, la cual se extiende al derecho a la fiel ejecucién de la sentencia, lo cual constituye un complemento para el Estado de derecho de una sociedad democratica, lo que queda de manifiesto en diversas causas 0 procesos", teniendo una concrecién en la Opinién Consultiva N° 16%. Asi, recurre al parrafo 50% del fallo “Cantos”, también citado por Ibanez, para indicar que el articulo 8° de la citada CADH contemplaba 0 reconocia el derecho de acceso a la justicia, dejando el articulo 25 de la misma convencién para el de- recho al recurso, agregando Cangado que, junto a ese parrafo, esta el parrafo 52 del aludido fallo, para indicar que también el articulo 25 de la convencién aludida consagra el derecho de acceso a la justicia®, * Sentencia Corte DH, "Hermanos Cémez Paquiyauri vs, Peri”, 8 de julio de 2004, voto parcialment= disicente de jusza Cecilia Medina, C2 Canigano (2012), pp. 260-204, © Cangan0 (2012) p. 284, “ Opinién Consultive OC 16/59, 1 de octubre de 1999, sobre el "Derecho a la Informacién sobre la Asisiancia Consular en el Marco de las Garantfas dal Debido Frocaso Lega, pérrato 113. © #50. Segtin ef articulo 8.1 de fa Convencién [t}oda persona tiene derecho a ser ofda,(..). ita disposicién de Ja Convencién consagra el derecho de acceso a fa justicia. De ella se desprende que los Estados no deben interponer trabas a las pessonas que acudan a los jueces o tibumales en busca de que sus derechos sean determinados o protegidos. Cualquier norma medida del orden interno que imponga costos o dificuite de cualquier otra manera e! acceso de [os individuos a Jos tibunales, Y¥ que no esté justficada por tas razonabies necesidades de fa propia administracién de justicla, debe entenderse contraria al precitado articulo 8.1 de la Convenctént. #8 "52. Ef articulo 25 de la Comvencién también consagra el derecho de acceso 2 fa justicia (.) [Lf a garantia alli consagrada se aptica no s6lo respecto de fos derechos contenides en la Convencién, sino también de aquellos que esién reconocidos por fa Consiitucién o porla ley (..) IY] que para que ef Estadto cumpla con fo dispuesto en ef articufe 28 de (a Convencién no besta con que fos recursos existan foomalmente, sino que los mismos deben tenes efectivided, es decir debe brindarse a la persona Ja posibitided real de intemponer un recurso que sea sencitio y rapide. Cualguier norma o medida que inpida o dificulte haver uso del recurso de que se trata constituye una violaci6n de! derecho al acceso a la justicla, bajo la modalidad consagrada en el articulo 25 de la Convencién Americana’. Sentencia Corte IDH, "Cantos vs. Argentina®, 28 de noviembre de 2002, € 82 284 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS Larsen’® agrega el parrafo 55°, que permite hablar de la complementariedad de las normas de los articulos 8 y 25 de la CADH.Y, por nuestra parte, estimamos que la idea queda completa con la integracién de los parrafos 57, 60 y 62 del aludido fallo®. 2.1. La conexidn de los articulos ® y 25 de la CADH como fuentes originarias del derecho de acceso a la justicia Si bien se ha planteado nuestra adhesién a lo sefialado en el sentido de que a partir del ato 2002 la Corte IDH viene en la linea de considerar a los dos articules, el 8° y el 25 de la CADH, como la fuente del derecho de acceso a la justicia y no sélo al articulo &°, existen antecadentes previos, manifestados en la jurisprudencia de esa Corte, que indicaban que este criterio de interpretacién de la Corte IDH se venia formulando. Enel caso “Nifios de la calle”, o caso "Villagrin Morales y otro”, se expresaba con claridad de que la percepcién del caso, 6s decir, del andlisis de una denuncia de la violacién de la normativa de la CADH, debe ser integral, lo que obliga al andlisis conjunto del articulo 8° y 25 de la aludida convencidn, ya que el estin- dar exigido porella no se mira individualmente para cada norma; es un estindar global, es el estindar de la CADH y no de articulo determinado”. ® Laasen (2016), p. 434. #055, Este Tribunal estima que para satisfacer ef deracho de acceso a [a justicla no basta que en ef respective proceso se produzca una decisién judicial definitive. También se requiere que quienes perticipan en et proceso puedan hacerlo sin al temor de verse obligados a pagar sumias desproporcionadas o excesivas a causa de haber recuzrida a fos trifunales”. © 57, La otra cuestién debatida en estas actuaciones (.) ¢s la de si ef procedimienio se ha ajustado a los articulos 8 25 de la Convencién Americana en cuanto garantizan 2 derecho a una respuesta de a autoridad judicial deniro de un plazo razonabla |.) 6.) 60. &7 el caso subjudice, fa Corte observa que la apiicactén de fa tase judicial y fos homorarios de acizerdo a los pardrmetros pesmnitidos por fa ley condusferon a que s2 cobraran sumas exorbitantes, con 2) efecto de obstaculizar ef acceso del sefor Cantos a la fusticia (..). Ante esta situactén, das autoridades judiciales han debi tomar todas las medicas pertinentes pare imped quiese produjese fsa situacion, y para lograr que se hicieran efectivos al acceso a [a justicia y ef deroctho alas garantias |udiciales y a ia proteccién judicial... 62. (4) Asi [a8 cosas, este Tribunal no encventa fundamemo para considerar que al Estado ha incurplide ef articulo 2° ce ta Convencién porque su orden juridico, considerado en su imegridad no leva necesariamente a impedir el acceso 2 la justicia, £9 todo caso sesia aconsejebte que el Estadb suptimiera de su orcenamiento juridica las disposiciones que pudiesen dar lugar de una uotramanera, a fa imposicion de tasas cle justicla y al ckiculo de honorarios que, por ser desmedides y excesives, limpidieren el cabal acceso a la justicia”. # Sentencia Corte IDH, "Nifiosdela Calle (Villagrin Morales y otras} vs. Guatemala”, 19 de noviembre 1989, C 224, 225, 296 y 234 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 285 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / Reseance ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros En el caso de “Durand Ugarte” se expresaba que la falta de garantfas minimas, necesariamente lleva a la falta de efectividad del recurso, vinculando el articulo 8° con el 25 de la CADH™. En el caso “Bamaca Velasquez”, sefialaba que esta vision integradora de las normas del debido proceso legal y el derecho al recurso, no sélo la reconoce la CADH y la Corte IDH, sino que también por la Corte Europea de Derechos Humanos®. Esta indisociabilidad de las normas queda de manifiesto también en el “caso Las Palmeras”, donde se expresa que podemos encontrar en el articulo 8° de la CADH la norma que reconoce el derecho de acceso a la justicia, y también en el articulo 25 de la misma; donde los parrafos 54 y 65 expresan que: “54. En conclusion, la aplicacion de la jurisdiccion militar en este caso no garantiz6 ef debido proceso en los términos del artfculo 8.1 de la Convencion Americana, que regula el derecho de acceso 2 Ia justicia de los familiares de las victimas del caso”. ¥ al concluir, en el parrafo 65 se senala que: “65. En consecuencia, el articulo 8.1 de la Convencidn Americana, en conexidn con el articulo 25.1 de fa misma, confiere a los familiares de las victimas ef derecho a que la muerte de estas dltimas sea efectivamente investigada por las autoridaces cel Estado; se siga un proceso contra Jos respansables de estos ilicitos; en su caso se les impongan fas sanciones pertinentes, y se reparen fos dafios y perjuicios que dichos familiares han suftido’®’, La conexién entre ambos derechos de la CADH es lo que permite dar efecti- vidad al acceso a la justicia. 2.2. Jurisprudencia de la Corte IDH avanza a la doctrina de complementariedad e integracién de los articulos 8 y 25 de la CADH, con relacién al derecho de acceso a la justicia Como ya se ha sefialado, la complementariedad® e integracidn de los articulos 8 y 25 de la CADH tienen un cardcter indisociable, come lo sefiala el magistrado Cangado, el cual se ha ido dando de forma progresiva en el tiempo, lo que calificé » Sentencia Corte IDH, "Durand y Ugarte vs, Peni", 16 de agosto 2000, C 120, 121, 129 y 130, ® Sontencia Corte [DH, “Bamaca Weldsquez vs. Guatemala’, 25 de noviembre de 2000, © 187, 188 yi & Sirven de antecedente para entender esta relacisn los C 58, 60 y 61. © Como recuerdan los profesores Arias y Galindo, el principio de complementariedad! slo ope ante la insficacia de los sistemas nacionales. Arias y Gautino (2015), p. 28, 286 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SISTEMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS come un avance jurisprudencial intangible®, constituyendo un todo organico que conforma ”... ef Rule of Law en una sociedad democeitica”™. Un primer caso es el de “Sanchez versus Honduras”, que exige a los Estados asegurar el libre y pleno ejercicio de les derechos humanes, con plene acceso y capacidad a los familiares para actuar en las investigaciones, lo que constituye un reconocimiento dal derecho de acceso, en el plano de la investigacién penal, invocando las normas de forma integrada, tanto la del articule 8° como la del articulo 25". Por otro lado, si bien no hay un reconocimiento expreso a este derecho de acceso ala justicia de forma integral y complementaria de los articulos &° y 25 de la CADH, como expresan Espejo y Leiva ”... (ei derecho de acceso a fa justicia requiere que se haga efectiva ia determinacidn cle los hechos que se investigan ¥. en su caso, de las correspondientes responsabilidades penales en tempo ra-~ Zonable, por lo que, en atencién a la necesidad de garantizar los derechos ce las personas perjudicadas, una demora puede llegar a constituir, por si misma, una violaciGn de las gavantias judiciales, Ademds, por tratarse de una cesaparicion forzacta, ef derecho de acceso a la justicia incluye que se procure determinar la suerte 0 paraciero de fa victima...”". Para los autores, hay acceso a la justicia cuando se exige, ademas del debido proceso (articulo 8°de la CADH), una tutela judicial efectiva y cuando existe derecho al recurso (articulo 25 de la convencidn), conclusién que queda clara cuando dichos autores citan el parrafo 114 del caso “Bulacio", que exige evitar dilaciones indebidas que conduzean ala impunidad”. Otto caso relevante es el de “Myra Chang”, donde el acultamiento de hechos, la impunidad y la obstruccidn de la justicia mediante la amenaza de quienes po- dian aportar al proceso configuran en definiliva una denegacién del acceso a la justicia®. La misma consideracién quedé expresamente sehala en la sentencia de los casos "19 Comerciantes”*, “Comunidad Moiwana” y ’Masacre Mapiripan’". Asi, podemos senalar que, al ano 2005, la consagracién del derecho de acceso ala justicia se plasma, de forma integral, en esta complementariedad ¢ integracion Cangano (2012), p. 289. Canigano (2012) p, 291, © Sentencia Corte IDH, “Juan H. Sanchez versus Honduras", 7 de junio de 2003, C 137 y 186. 8 Espeo y Lewa (2012), pp. 395, 395. © Sentencia Corte IDH, "Bulacio con Argentina, 18 de septiembre de 2008, C 114 y 115. © Sentencla Cone IDH, “Myrna Mack Chang vs. Guatemala’, 25 de novieribre 2003, C 216 y 217. * Sentencia Corte IDH, "19 Comerciantes vs. Colombia’, 5 de ulio de 2004, © 173, 188. © Sentence Corte IDH, “Comunidad Moiwana vs, Suriname", 15 de junio 2005, € 163, 164. © Sontencia Corte IDH, "Masacre de Mapiripan® vs. Colombia, 15 saptiembre de 2008, © 211 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 287 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros que debe darse necesariamente a los articulos 8° y 25 de la CADH, coma lo ha senalado y fundamentado el magistrado Cancado, agregdndose a las referencias ya indicadas la alusién que hace Cangado al “Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros”, que motiva con base en la Opinién Consultiva OC- 16/99, cuando expresa que no hay un debide proceso legal “si un justiciable no puede hacer valer sus derechos ‘en forma efectival , es decir, si no tiene un verdadero derecho de acceso a la justicia”®. Para Cangado, el amplio alcance del derecho de acceso a la justicia ”... nose reduce al acceso formal, stricto sensu, a /a instancla judicial (tanto interna como internacional), sino comprende, ademés, ef deracho a fa prestacién jurisdiccio- nal, y encuéntiase adyacente a disposiciones interrelacionadas de la Convencién Americana {como los articulos 8° y 25), aclemds de permear el derecho interno de Jos Estados Partes, El derecho de acceso a la justicia, dotado de contenido juridico propio, significa, latu sensu, ef derecho a obtener justicia. Configtiase, asf, en summa, como el derecho a la propia realizacién de fa justicia {...). Podemos aqui visualizar un verdadero derecho al Derecho, o sea, ef derecho a.un ordenamiento juridico-a niveles tanto nacional como internacional que efectivamente saiva- guarde jos derechos fundamentales de la persona humana”. 3. El derecho de acceso a la justicia y su evolucién como derecho fundamental en la jurisprudencia de la Corte IDH a contar del afio 2006 El titulo anterior nos permitié conocer el estado en que se encontraba el reconocimiento del derecho de acceso a la justicia hasta 2005. Para ello se sin- tetiz6 la jurisprudencia, en donde se aprecia el reconocimiento de este derecho, comprendido dentro de los derachos a las garantfas procesales y el derecho al recurso, consagrados en los articulos 8° y 25 dela CADH, es decir, su recono- cimiento como un derecho fundamental implicito en ambos articulos. Esto no es menor, pues el desarrollo jurisprudencial que hasla ese momento lo situaba por medio de una simple conexién entre ambos articules, abarca mucho mds de lo que formalmente as el debido proceso y, por ende, si abarca més alld, el debido proceso quedaria comprendido como parte del derecho de acceso a la justicia, y no al revés. © Sentence Corte IDH, caso “Hilairs, Constantine y Benjamin y ottos vs. Trinidad y Tobago”, 21 de junio de 2002 © Opinion Consultiva OF 16/99, de 1 de octubre de 1993, ® Cangavo (2012), p. 285. * Caugan0 (2012), pp. 297 y 298. 288 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 308 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS El gran déficit que presenta este reconocimiento es que es implicito, a pesar de las diversas manifestacionas expresas. Lo anterior no obsta a que, si bien reconocemas la falta del reconocimiento como derecho auténomo a nivel normativo, si existe un reconocimiento como derecho fundamental a nivel jurisprudencial, ubicado en el mbito de las aludidas normas juridicas”. Hacho este reconocimiento, se hace necesario establecer su contenido, para lo cual se dividird, cronoldgicamente la jurisprudencia de la Corte IDH en dos periodos: desde 2006 hasta 2010 y desde 2011 hasta 2017. 3.1, Estandares emanados de la jurisprudencia de la Corte IDH en el periodo 2006-20107 Con la jurisprudencia estudiada, pueden establecerse criterios generales y criterios particulares para analizar el acceso a la justicia en la Corte IDH, jutisprudencia que efectivamenta hace reconocimiento formal y expreso del derecho de acceso a la justicia. Lo anterior no es una mera apreciaciGn subjetiva nuestra. La evolucién de la jurisprudencia ha ido en la linea de reconocer la existencia de este derecho y de darle un contenido propio cada vez mas amplio; derecho que, ademés, se analiza de forma independiente del debido proceso y que se caracteriza por tener una cenfiguracién mucho mas amplia, ya que va comprendido, 7 Banseeo (2076), p. 215; Canpan0 (2012) pp. 280-299; Bsrejo y Leva (201.2, pp. 395 y 396; Gancta (2012), op. 45-49: Larsen (2076), pp. 256 y 434; Naouers (2008), po. 271-280. ® Sentencias de la Corte IDH period 2006-2010: Caso La Masacre de Pueblo Bello contra Colombia; Caso de la sentencia LSpez Alvarez contra Honduras; Caso de la sentencia Acevedo Jaramillo y otros con Peri; Caso de la Comunidad Indigena Sawhoyamexe contra Paraguay; Caso de Baldetin Garcia contra Pert; Caso de la sentencia Masacres de Ituanga contra Colombia; Caso de la sentencia Xinenes Lopes contra Brasil; Casn Servelln Garcia y otrascon Honduras; Caso Goiburi y atrascantra Paraguay; Caso Vargas Areco contra Paraguay; Caso Almonacid Arellano y ottos cantra Chile; Caso Trabajadores del Ceseclos del Congreso [Aguedo Alfara y otros) con Per; Caso del Penal Miguel Castro Castro con Pert; Caso La Cantuta contra Pard; Casode fa Masacre de La Rochela contra Colombia; Caso Zambrano Vélez y otros contra Ecuador; Caso Escué Zapata contra Colombia; Caso Cantoral Huamani y Garcia Santa Cruz contra Peri; Caso Alban Comnejo y ottos contra Ecuadar; Caso Salvador Chiriboga contra Ecuacior: Caso Yvon Neptune contra Haiti; Caso Castafieda Gutman contra México: Caso Heliodona Portugal contra Panam; Caso Bayarri contre Argentina; Caso Valle Jaramillo y Otros contra Colombia: Caso Ticona Estrada y Otmos conira Bolivia; Caso Kawas Femancez contra Honduras; Caso Escher y Oiros contra Brasil; Caso Anzualco Castro contra Perd; Caso Garibaldi contra Brasil; Caso Campo Algodonero contra México; Caso Usdn Ramirez contra Venezuela; Caso Raila Pacheco.contra México: Caso Masacre de las Dos Frresi Caso Chitay Nech y Ctros contra Guatemala; Caso Manuel Cepeda Vargas conira Colombia: Caso Femancez Ortega contra México: Caso Rosendo Canta conira MExico: Caso Ibsen Carcionas e Ibsen Pofia contra Bolivia; Caso Vélez Lear contra Panama; Caso Gomes Lunda Guerrilha do Araguaia” contra Brasil; Caso Cabrera Garcie y Montiel Florescontra MSxico (4 fallas) Jurisprudencia de fa Corte Interamericana de Justicia Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 289 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICADON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros por ejemplo, en expresiones como que “... fos Estados deben abstenerse de realizar acciones que de cualquier manera vayan divigidas, directa o indirec- tamenie, a crear situaciones de discriminacién de jure o de facto..."7°, o bien cuando senala que la investigacién de una violacién de derechos humanos “... debe cumplirse con seriedad y no como una simple formalidad condena- da de antemano a ser infructuosa, y debe tener un sentido y ser asumida por jos Estados como un deber juridico propio y no como una simple gestion de intereses particulares...’”", sole por citar ejemplos de disposiciones amplias, que permiten extender su contenide. En definitiva, los fallos de la Corte IDH analizados han sefialado literalmen- te, de forma expresa, ol concepto o idea de derecho de acceso a la justicia, sea en sus decisiones como tribunal o en los votos disidentes 0 concurrentes, y por ello es que sefialamos que el deracho de acceso a la justicia, como tal, existe, ya que, mas alld de que no se encuentre literalmente consagrado en la CADH, sfse encuentra materialmente reconocido, tratado y desarrollado, asigndndosele contenido, y se ha hecho exigible a los Estados al establecerse estindares y principios con relacién a este derecho. ‘A. En cuanlo a criterias generales, el acceso a la justicia parte por sefialar que tanto las victimas como sus familiares deben tener acceso a la justicia, ya que no puede quedarse slo en la victima, porque en muchos casos la victima estd desaparecida o muerta, o bien impedida de ejercer sus derechos. Un segundo aspecto general, y un abjetive propio del derecho de acceso a la justicia, es que este derecho busca impedir la impunidad”, apareciendo esto como un desaffo conereto que debe ser alcanzado en la busqueda de la justicia. Dicha impunidad involucra no sélo el efecto de no repeticién de la conducta sancionada, lo cual constituye en sf otro desafio del derecho inter- nacional humanitario, sino que busca también satisfacer las condiciones de justicia para las victimas y sus familias; sanci6n a los responsables y reparacién integral para ellos. Otro aspecto general es la imposicién al Estado de adoplar todas las me- didas que sean necesarias para facililar el acceso a la justicia y eliminar los ” Sentencla Corte IDH, "Fernéndez Ortega y Otros vs. Marien", 30 de agosio de 2010, € 200. ™ Sentencia Corte IDH, "Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos", 23 de noviembre de 2009, 233 * Laimpunidad sla”... ausencia, deiure ode facto, dela imutaciér de fa responsabilidad penal de Jos autores de iofaciones deos derechos humanos, asi como desu responsabilidad civ, admin‘strativa ce disciplinatia, de modo de aqualtes escapan a toda investigacién tendiente 2 permitr su imputacién, suarresto, su juzgamiemo y en caso de reconocerse su culpabilidad, asu condana 2 penas apropiades yy reparar fos peqiuicios subridos por sus vicalmas”. Laneancaas (2016), p. 152 280) Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS obstaculos para ello, No se trata de pedirle una actividad concreta, sino que, como deber juridico, se le impone la obligacién de actuar de oficio o a peticién de parte, de acuerdo a las necesidades puntuales que se vayan presentando. ‘También es un aspecto relevante que el recurso Gelman conta Uruguay; Caso Vera vera cone Ecuador, Casa Cheeréin Chacrén contra Venezuela; Caso Torres Millacura contre Argentine; Caso Contreras conira El Salvador; Casa Fleury contra Haiti; Caso de la Familia Barioscontra Venezuela; Caso Gonzalez Medina y Familiars contre Repiiblica Dominicana; Caso Forneron e hija contra argentina; Caso Furlan y Famniliares contra Argentina; Caso Palma Mendoza y Otros contra Ecuador; Caso Velez Restrepo contra Colombia; Casa Uzrategui contra Venezuela; Caso Masocres de Ria Negra; Casa Naclage Dorzerna contra Repdblica Dorn inicana; Caso Masacresde el Mozote y Lugares Aledarios; Casa Castillo Gonzélezcontra Vertezuela; Caso Cercle contra Guatemala; Caso Masacre de Santo Dominga contra Colomisia; Caso Mémoli contra Argentina; Caso "Corte Suprema de lusticia” (Quintana Coello y otros); Caso Garcia Lucero contra Chile; Caso Lun Lépez contra Hondures; Caso Gutiérrez y Familia comira Argentina; Caso Osorio Rivera contra Perd; Caso Liakat Ali Alibux contra Suriname; Caso Véliz, Franca y Otros contra Guatemala; Casa de las Hermanos Landaeta Mejias y Ottos contre Venezuela: Caso Defensor de Derechos Humanos: Caso de los Pueblos Indigenas Kuna De MadungandlY Embers De Bayano; Caso Rochac Hemandez contra El Salvador; Caso Desaparaciclos del Palacio de Justicia: Caso Espinoza Gonzélez contra Pent: Caso Cruz Sénchez contra Per; Caso Canales Huepaya contra Pent Caso Comunidad Campesina ce Santa Barbara contra Pert; Caso Galindo Cardenas y Otros contra Peni; Caso Ruano Torres contra El Salvador; Caso Garcia Ibarra y Otros contra Ecuador; Caso Velasquez Faiz y Otros contra Guatemala; Caso Maldonado Ordditez canira Guatemala; Caso Trabejadores de la Hacienda Brasil Verde contra Brasil; Caso Valencia Hinojosa contra Ecuador; Caso |.M. contra Bolivia; Caso Vasquez Durand y Oras contra Ecuador; Caso Favela Nova Brasilia contra Brasil; Casa Acosta contra Nicaragua (47 fallos). Jumseaicenca o¢ La Corre Innmzanasica 0¢ JUSTICK. Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 293 2019, pp. 277 - 308 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros afios 2006 y 2010, periodo que es posterior a la salida del magistrado Cangado, gran impulsor del desarrollo de este derecho a nivel de la Corte IDH, y donde su influencia se hace sentir, pero en este segundo periodo, el desarrollo siste- mitico aleanzado se ve ampliado en cuant® a su temdtica general, mas con manifestaciones mas concretas y puntuales, aplicadas a casos particulares; es decir, nuevos temas ¢ ideas, aunque menos sistematizacion. Asi, en al primer perfodo analizado, aparece este derecho en el reconoci- miento tacito que se hace en el periodo anterior al investigado, a partir de su ubicacién en los articulos 8° y 25, en relacién al articulo 1.1 de la CADH, con el magistrado Cangado, después de la salida de éste (ano 2006, primer ano que abarca nuestro articulo}, hay un fuerte desarrollo del contenido de este derecho, que, como ya vimos, nos permitid identificar elementos generales y especificos del derecho de acceso a la justicia. En este segundo periodo analizado, el desarrollo del derecho de acceso a la justicia se realiza de forma més concreta. Asi, aparecen las referencias a las leyes de autoamnist’a como incompatibles con la CADH®, lo que debemos ubicar dentro de esta idea general de impedir la impunidad, que lleva también al deber juridico de obrar de oficio per parte de las autoridades judiciales, para evitar que se pierdan 0 desaparezcan rastros o evidencias de los crimenes, como también ala idea de proteger a victimas, familiares y testigos para evitar represalias. Otro factor que favorece la impunidad, y con ello la denegacién del derecho de acceso a la justicia, son las estructuras de poder de la sociedad que generan impedimentos ficticos y también normatives que deben ser removidos para garantizar el acceso a la justicia. También se consolida como un elemento importante a considerar la existen- cia de normas y procedimientos claros con relacién a los jueces temporales o provisionales, con el objeto de dar continuidad a la administracién de justicia, Fl juez natural, en un caso de grave violacién de los derechos humanos, es el del fuero civil y no el del fuero militar, o de cualquier otro fuero especial. Por otro lado, se fortalece la idea del derecho a la verdad’, |o que signifi- ca investigar, saber que pasd, esclarecer los hechos, sancionar y obtener una justa e integral reparacién a las victimas y a sus familias, algo que ya venia del © Para Nogueira no s6lo son incompatibles con la CADH, sino que tampoco tienen validez @ la luz del Derecho Internacional de los Derechos Hurnanas, Nacurra (2004), p. 152. * Los profesores Juan Carlos Hitters y Oscar Fappiano ressltan el reconocimiento del derecho a la serdad, no solo individual, sino que también social. Esdeci no salola victima o su familia ene derecho asaber que paso, sino que también es la comunidad nacional e intemacional la que tienaese derecho, y sefialan que, sibien se trata de un derecho no expresamente reconccido en la CADH, se trata de un derecho que se ha ido desarrollanda doctrinal y jurisprudencialmente, y que se encuentra reccnacid ya desde los casos “Castillo Péiaz vs. Pert", del afio 1997, y “Bdmaca Velasquez vs. Guatemala”, del 294 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS primer perfodo analizado”. Otro tema relacionado es que las familias y las victimas puedan intervenir tanto en la elapa investigativa como en la judicial (uicio propiamente tal}, aportando pruebas, sugiriendo diligencias o, incluso, presentando querellas. El derecho de acceso a Ia justicia implica el derecho a buscar y a recibir informacién, lo cual es diferente al derecho a que se investigue. También se aclara que las comisiones para la verdad no complementan ni menos reemplazan la actividad jurisiccional del Estado, En cuanto al recurso efectivo, un elemento nuevo es que esta efectividad debe ser ponderada tomando en cuenta las condiciones generales del pais y las particulares del caso, y que exige que la investigacién sea diligente, exhaustiva y seria. Se reitera que la ineficacia judicial constituye en si una negacién de este derecho. En este sentido se plantean defectos de la investigacién que hacen deficiente al recurso, como: “i) ef manejo de jos cadaveres, ti} ja ausencia de rigurosidad en fa jnspeccién y salvaguarda del lugar de los hechos; iii) ef inde- bido manejo de las evidencias recolectadas y iv) los métodos utilizados que no fueron acordes para preservar ja cadena de custodia”®. En otra perspectiva, también las exigencias formales, como hacer una pre- sentacién en papel, constituyen un impedimento al acceso a la justicia, si la sancién impuesta no es proporcionada con el derecho vulnerado; la formalidad es secundaria frente a lo importante. Aparecen més referencias a las victimas que pertenecen a grupos en situacién de vulnerabilidad, quienes resultan discriminados por su situacién y, con ello, perjudicados en la igualdad en el ejercicio del derecho de acceso a la justicia; se agrega® a los discapacitados y a sus padres®, y a los menores de edad, y se afio 2000, Hess y Fasano (20723), p. €443; Hirrexs y Fareiano (2012b), p. 1737. El derecho ala verdad ampara tanto a la victima como su familia. MwsTeRo Posuco Fiscal (2073), p. 35) ® Muchas veces aparecen confrontados el derecho a [a verdad con el derecho al alvido, pero en materia de violaciones a losderechos hurnanos clebemos recordar que, como expresa Carlos Rls, "uma cosa es el olvide, como derecho de fa victima a no recordar fa vulneracton de derachos padecida y ira se olvide como acio de arnnesia de las sociadades para evitar aceptar una historia vegonzosa a dolorosa’. Rua {2016}, p.472 ® Caso Desaparecidos del Palacio de Justicia. © En laprirmera parte analizada habia referencias los siguientes grupos en situacién de vulerabilidad> las mujeres los inmigrantes lascomunicdesindlgenas y quienesse encusntran en situaciéin ce pobreza * Con telacina esta materia, hay mucho porhacer. Larson sefiala que existe un alentadar avancepac las personas con discapacidad, pero hay una variedad tan infinita de discapacidaces como personas con discapacidad), la que se exige na séio capacitar a los defensores, sino también a los mismos iscapacitades para que puedan hacer valer sus derechos. La tocnolagia pusde ayudar, y mucho, pero se requiere que ells sea accesible también a las personas con discapacicades, lo que hay no siempre ccurre, Porello, hay que enfocarse en of incividuo antes que nada. Lesson (2014), p. 232 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 295 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / Reseace ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros sefala que el Estado debe adoptar todas las medidas legislativas, sociales, edu- cativas, laborales y de cualquier otra indole para eliminar esa discriminacién. Particularmente en el caso de los discapacitados, la evaluacién de la viola- cién del derecho de acceso a la justicia debe hacerse con relaci6n a la afectacién que se hace de su familia, ya que esta altera su rutina y opciones para atender al discapacitado. También existe una referencia, en la labor del Estado, a superar las dificultades que genera la pobreza estructural?. En este tiltimo sentido, cuando hay discriminacién, porgénero, por ejemplo, la investigacién de los hechos denunciados no puede hacerse bajo la misma 6ptica de cualquier procedimiento; ella debe ser hecha bajo la perspectiva de género, lo que impone el deber de realizarla con todas las consideraciones ne- Cesarias del grupo en situacién de vulnerabilidad de que se trate, para lo cual hay normas y protocolos, a nivel intemacional y seguramente local también. Plantea que el derecho de acceso a la justicia no es absoluto y, por ende, las tasas judiciales no estan prohibidas, sin perjuicio de que ellas si podrian vulnerar el acceso a la justicia cuando dicho pago supone una negacidn del acceso a la justicia; por lo anterior, se pueden establecer, pero con las ponde- raciones necesarias y proporcionales”, para que, en sf, no impidan el acceso en general y existan remedios para los casos particulares en que cualquier tasa sea impeditiva. $e habla de los principios de subsidiaridad y complementariedad para que, una vez agotados los recursos internos, se pueda recurriral Ambito internacional y se asegure de esa forma el derecho de acceso a la justicia. Los fallos deben ser cumplidos de forma fntegra y oportuna, por lo que cualquier normativa “... gue contenga una prohibicién de impugnar los even- tuales efectos de str aplicacién o interpretacién no puede ser considerada en una sociedad democratica como una fimitacién valida al derecho a un real y efectivo acceso a la justicia de los destinatarios de esa normativa. Ademas, constiluye exigencia del derecho de acceso a la justicia el fundamentar adecua- damente los fallos, debiendo estos dar respuestas reparatorias y no meramente simbélicas, para lo cual la respuesta del Estado debe ser proporcionada al daiio ® Caso Trabajadores de la Hacienda Erasil Verde contra Brasil, voto razonado de Juez Ferrer Mac-Gregor. © Todo sin perjuicio de las preocupaciones y peligros que observa Alexander Aleinikofi, en general, respecto de la ponderacisn y el principio de la proporcionalidad al analizar los contflictos que se producen en meteria de derechos fundamentales, que si bien estimamos deben ser consideradas, de todes formas, yal menos par ahiore, constituyen la mejor férrnula pars entrentar y solucionar las contlictos entre derechos fundamentales, ALanikoF# (2018), pp. 19-58 y 113-131 © Caso Canales Huapaya contra Pent 296 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SISTEMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS causado a la victima y su repercusién en la sociedad, de manera que no sea un signo de impunidad®. Finalmente, se exige, en la labor del juez, hacerel control de convencionalidad. De esta forma, queda establecido, en un amplio sentido, el contenido de los estindares del acceso a la justicia en la jurisprudencia de la Corte IDH. Conclusiones En el perfodo objeto de nuestro estudio se dictaron ochenta y nueve sen- tencias en las cuales se utilizé la expresién “acceso a la justicia” 0 “derecho de acceso a la justicia”, cada una de las cuales fue aportando elementos que, conforme a los principios de progresividad y favor persona, fueron dando con- tenido concrete al derecho de acceso a la justicia, el cual partié con los votos de minorfa, que luego se transformaron en la opinidn de la Corte IDH, incluso més alla de la permanencia de los magistrados que promovieron el desarrollo de este derecho fundamental?®.As(, respondemos a la pregunta inicial sefialando, en primer término, que el derecho de acceso ala justicia si tiene un reconocimiento formal y expreso en la jurisprudencia de la Corte IDH; se lo considera un dere- cho auténomo e independiente del derecho al debido proceso, cualquiera sea la denominacién que se le quiera dara éste, y el fundamento normative que se le asigna a este derecho esta en los articulos 8.1 y 25, con relacién al articulo 1.1 dela CADH", dotandalo de un rico contenido con amplia implicancia. De esta forma, el derecho de acceso a la justicia no sélo es exigible en el dmbito de la jurisdiccién penal, sino que lo es para todas las materias, como al administrativo 0 el legislativo, ya que todo procedimiento que busque la determinacién ¢ titularidad de un derecho debe ser resuelto con criterios de justicia, y el érgano legislativo debe ejercer su potestad respetando los criterios y valores constitucionales, donde el acceso a la justicia se alza como un derecho fundamental, y por lo tanto inviolable, correspondiéndole al Estado resguardar y garantizar este derecho. Asimismo, como derecho fundamental, exige que la investigacién sea opor- tuna y la sentencia sea debidamente motivada 0 razonada; que las medidas que se adopten sean proporcionales al hecho investigado o denunciado, y que se cumpla de manera efectiva. Para ello el recurso debe ser efectivo en un sentido ® Esta consideracién aparece en el Caso Garcia Ibarra y Otros contra Ecuador. ® Sin dude el magistrado Cancado es el principal promotor al que luego se sumaran los magistrados Garcia y Ferrer y, en mucho menor medida, los magistrados Ventura, Garcia-Sayén, De Figuelredo, Espinoza y Siena. % Esto ye se aprecis desc el primer fallo analizacl, la sentencia Corte IDH “La Masocre de Pueblo Bello vs. Colombia", 31 de enero de 2006, © 212 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 297 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Rows sustantivo; es decir, debe eliminarse toda barrera u obstaculo que impida ejercer con total libertad el derecho al acceso a la justicia, privilegiando la informalidad de la investigacién y, en general, evitando la impunidad. Por otro lado, el derecho de acceso a la justicia se configura como un derecho independiente del debido proceso; éste es un derecho que dice relacién con las garantfas procesales para que las partes en el procedimiento, o la investigacion, ante los tribunales de justicia, gocen de todos los requisitos para asegurar un resultado justo. El acceso a la justicia se vincula con el debido proceso como también con la ejecucién de la sentencia y, en general, con las condiciones para acceder a la justicia en circunstancias de igualdad material. En cuanto a los criterios particulares, debe sefialarse que, como derecho fundamental en materia de violaciones a los derechos humanos, es un derecho que abarca otros derechos, como el derecho a conocer la verdad”; el derecho a que se investigue® y que se permita la participacién de la victima y sus fa- mmilias en dicha investigacin; a conocer quiénes son los responsables y que se les sancione efectivamente”, y a que se repare integral mente al dafio causado. Las investigaciones deben ser en plazo razonable, lo que implica ponde- rar la complejidad del caso, la actividad de los interesados, la actividad de la autoridad judicial y la afectacién de los intereses del afectado causada por la duracién del proceso. En el caso de las desapariciones forzosas, se requiere saber que pas6 y dénde estan los cuerpos. El acceso a Ia justicia debe ser asegurado en condiciones de igualdad a todas las personas, para lo cual debe tomarse en consideracién todas aquellas situaciones que puedan provocar un estado de vulnerabilidad de los afecta- dos®; asi, son grupos en situacién de vulnerabilidad los que son afectados por * La verdad debe ser establecida por los Srganos jurisdiccionales; las comisiones para la verdad ayudan, perone reemplazan la vercad albtonida juridiccionalment, © La investigacién, para cumplir con los estindares mnfnimas, debe ser diligerte, seria y elective; ast losefiala la Conte IDH en el Caso Defensor de Derechos Humanos, 28 de agosto de 2074, C 242. % Cuslquieracto que permita la impunidadi de los crimenes de lesa humanidad, en cualquier t9pico,, atenta contra el acceso a fa justicia, coma las normas de prescripcién, les leyes de autoarnnista y la excepeién de casa juzgada, * Sobre este punto, existe, por ejemplo, en el ambito de las personas en situacién de discapacidad, lo que se denomina "ajustas razonablest, los que se hacen necesarios cuando una "norma o politica, sin seren su origen dlscriminatoria, aplicada a una sityacién espeeifica en ef cual of destinatario ce la misma.as una persona en situacién de discapacidad deviene injusta y contrarinal principio de jguaicad agariat”. Fuusreeeuscn (2018), p. 227 298, Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 2019, pp. 277 - 306 EL ACCESD A LA JUSTICE EL SSTEMMA NTERAMERICAMO DE PROTECTION DE LOS DERECHOS HUMANS razones de discriminacién por género, los inmigrantes™, las minorias sexuales, las victimas de la violencia sexual, los puablos originarios” o indigenas”, las victimas de la violencia polftica, los discapacitados™, los pobres"®, siendo vital la asistencia letrada gratuita en todas las etapas de la investigacion 0 proceso, reiterando que es deber del Estado procurarla a quienes no la tienen". Deesta forma, hemos expresado cual es el contenido minimo raconocido por la jurisprudencia de la Corte IDH, el que debe considerarse por los principales ™ No podemos, en esta materia, olvidar el derecho de los apatridas, articulo 16 de la Convencién score el Esatuto de los Apétridas de 1954, en el cual no sdlo se extiende al acceso & los tbunales, también Ia igualdad de trata y Ia asistencia social, entre otras derechos que reconace. Dissio Orca (1999), pp. 416 y417. » La institucionalidad vigente se puede adaptar ¢ ellos, lo que le da mayor efectividad, por ejemplo con la conciliacién, Ella, propia de nuestra ordenamiento juridico, es mas efectiva que el procesa en la resoluci6n de sus conflictas, Asi lo resalta Lohiengri Ascencio, quien enumera diversas ventejes respecto del proceso en materia indigena: repidez, infommalided! de la comparecencia, ahorto ds las abogados, citacién por via més expedita conformne a sus reelidades geogréticas, no hay limites para audiencias de conciliacidn, no importa el lugar etc. Ascencio (2015), p. 63. % Tomanda en cuenta las caracteristicas propias de dichas cammunidades, ponderanda Ios factores econdmicos y sociales, asi como la situaci6n de vulnerabilidad objetive {educacidn, salud economia, etc) que puedan tener, y cualquier otto factor que pueda producinse con relacién al resto de la comunidad nacional, respetando su derecho consuetudlinatio, sus valores, sus usos y costumbres. ® Por ajemplo, en 2! émbito dela Convenckén Europea de Derechos humancs, de acuendocon el aticulo &, laspartes en la Canvencisn son requeridas garantizar alas personas con discapacidad, sobre la base de [a igualdac con las demas, acceso al entorno fisicn tejemplo, edificios, informacién y comunicacién ¥ iros equipos y servicios abiertos al puiblico. Para garantizar este acceso, deben disponible para ellos formas apropiachs de asistencia {incluides guias, lectores-e intérpretes profesionales en lenguaje de sefias), La imposibilidad para que un solicitante ingrese fisicarnente en un tribunal, por ejempla debidoa la movilidad reducia, podria consicerarse una violacién d= derecho de access a un tribunal ["Laccessibilits est kun des principes fondataursde la CRPD et sune condition préalable essentielle de la jouissance effective par les personnes handicepées, sur la base de I’egalité des diffgtentsdroits civil, politiques économiques, sociauxetculturels>. Selon Particle 9, les parties a la Convention sont tenues Cfassurer aux personnes handicepées, sur la base de I'égalité avec les autres, 'eacts & Venvironnement physique (par exemple, les bétiments), & information et @ la cammuniction ainsi qu’aux autres éuipements et services ouverts au public, Aux fins de garantir cette access\bilité elles doivent mettre a leur disposition cles formes d'aide appropriées inoterrment des guides, des lecteurs et das intenoretes professionnels en langue des signes). Vimpossibiité paur un requérantdentrerphysiquerent dans un tribunal, par exemple en raison d'une mobilité réduite, pourrait atre considérée comme une violation cu droit cfaccés 8 un ersunal...”). Euroreas Union Acavcy For Funcauenta. RiGTs {2016}, 6. 188. 100 La mas antigua de las instituciones de acceso @ la justicia es [a asistencia letradke gratuita, lo que hoy no debiere constituir problema gor la gran cantidad de abogados que existen, aunque no puede dejar de recordarse lo gue sefialaba el profesor Calarmandrei: “Muchos abogados, pera poca justia”. CaLawanbesi (1960), p, 124. "1 Y tampoco pueden ser afectados bajo estadns de emergencia 0 excepcidn constitucional, coma expres el profesor Justinian, cond, en le emergencia, [a interpretacién y aplicacién de la norma debe toner presente la tutela efectiva de los derechos fundamentales. jusnuana (2010), p. 284 Revista lus et Pravis, Afio 25, N° 3 299 2019, pp. 277 - 306 | ARIIQULOS DE lnMESTICAGON / ReseacH ARTICLES (Cexanoo Bernates Ros Srganos de Chile en materia de reconocimiento y proteccién de derechos funda- mentales, en particular del derecho de acceso a la justicia, en cuanto exigencia de un derecho que tiene el cardcter de fundamental. 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