Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La derrota germana dejo una profunda huella entre grupos de excombatientes, entre los
que se encontraba el ex cabo austriaco Adolf Hitler. Esos hombres extendieron la
idea de que la derrota se había debido a una supuesta traición (la teoría de la
puñalada por la espalda) orquestada por dirigentes de origen judío.
Las duras condiciones impuestas por Alemania por el tratado de Versalles incrementaron
el resentimiento hacia los franceses, cuyo primer ministro, Georges Clemenceau, insistió
en fingir un castigo ejemplar a los alemanes.
La gran depresión provoco una crisis económica en la República de Weimar y posibilito el
triunfo del partido de Nazi en las elecciones de 1933. Con los poderes que se le
confería el cargo de canciller, en poco tiempo Hitler acabo con la republica
parlamentaria y la reemplazo por una dictadura. Este régimen autoritario proclamo
el derecho a recuperar los territorios perdidos durante la Gran Guerra (entre ellos,
Alsacia y Lorena) y unir a todos los germanos parlantes en una gran Alemania
extendiera por el centro y el este de Europa.
La anexión de Austria y de Checoslovaquia, ambas en 1938, fueron los antecedentes
inmediatos a la segunda guerra mundial, ante una actitud pasiva de los dirigentes
británicos y algunos franceses, que creyeron que así evitarían el inicio de las
acciones bélicas.
FASES DE LA SEGUNDA GERRA MUNDIAL
Primera fase (1839- 1841):la guerra europea
convencido de la pasividad de las democracias occidentales –con la política
de apaciguamiento- Hitler ordenó la invasión de Polonia el 1° de septiembre
de 1939. No obstante, dos días después, Gran Bretaña y Francia declararon la
guerra a la Alemania Nazi.
A partir de entonces Alemania puso en marcha su poderosa maquinaria bélica,
iniciando la Blitzkrieg o guerra relámpago, una táctica militar que implica un
bombardeo inicial aéreo, seguido del uso de fuerzas móviles atacando con
velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda llevar a cabo una
defensa coherente.
Al fracasar la ocupación de Inglaterra, los alemanes cambiaron de objetivo y
ocuparon Grecia y Yugoslavia para ayudar a las tropas de Mussolini que
luchaban en aquella región. Por su parte, tropas italianas penetraron en Grecia,
el 28 de octubre de 1940, en una desastrosa campaña que obligó a Hitler a
intervenir a favor de los italianos y ampliar la guerra a Yugoslavia.
Hasta este momento las ofensivas alemanas habían sido rápidas, localizadas y
de profundidad, lo que les había permitido obtener triunfos, ya que sus líneas
de abastecimiento funcionaban bien en la comunicada y pequeña Europa
continental, su fuerza aérea y artillería mecanizada funcionaban bien contra
otros países industriales que no habían modernizado sus fuerzas armadas y
seguían pensando en estrategias que habían dejado de funcionar, como la
guerra de trincheras y sus movimientos militares se habían realizado en
espacio de meses, incluso con cese de hostilidades en época invernal; sin
embargo, al involucrarse en el Mediterráneo deberían enfrentar a la marina
británica, desde Egipto hasta España, sin contar con una adecuada marina de
superficie y, como en la Gran Guerra, dependerían de la fuerza de submarinos,
ya que al iniciarse las hostilidades retaron a los británicos con dos modernos
acorazados, uno en el Atlántico Sur [Graf Spee], que fue hundido frente a las
costas del Uruguay y otro en el Atlántico Norte (Bismarck), que corrió la misma
suerte frente a Francia.
El ejército fascista italiano, que había sido incapaz de ocupar los Balcanes,
incluso con la entrada en la guerra de Hungría, Rumania y Bulgaria en el bando
nazi-fascista, decidió emprender otra aventura; había reclutado unos 200 mil
soldados en Etiopía y la Somalia italiana, por lo que lanzó, en agosto de 1940,
una operación de conquista de la Somalia francesa y británica.
En respuesta Gran Bretaña reunió unos 75 mil soldados en Kenia y 28 mil en
Sudán y atacó desde el noroeste y el sur de Etiopía, logrando derrotar a los
ejércitos fascistas en abril de 1941. A pesar de que la campaña contra la URSS
estaba en sus preparativos finales, la locura y megalomanía de Hitler era
completa, sin permitirle reflexionar sobre la inviabilidad de las acciones a que
conducía al pueblo alemán; así, cuando no había acabado la guerra en Etiopía,
impulsó un golpe de Estado en Irak, que obligó a los británicos a enviar fuerzas
para restablecer el gobierno colonial; una vez que se restauró el dominio
británico, ese ejército se dirigió a Siria y a Palestina, para expulsar a los
franceses pro nazis seguidores del gobierno títere francés de Vichy, que se
encontraban allí; en los combates, se enfrentaron franceses de la Francia Libre
(aquellos que se habían trasladado a Inglaterra para luchar contra los nazi-
fascistas) y de la Francia de Vichy (pro
nazistas) lucharon entre sí, finalmente
los franco-británicos dominaron Medio
Oriente para el 14 de julio de 1941.
Aunque no tenía el deseo de llevar una guerra en dos frentes, Hitler consideró
que la Gran Bretaña seguía en la guerra porque esperaba el apoyo de la Unión
Soviética. Esto lo motivó, junto con su necesidad de obtener recursos de la
región norte del Mar Negro-petróleo, carbón y otros minerales, a romper el
pacto germanosoviético de 1939 y desarrollar su Plan Barbarroja.
El 22 de junio de 1941, los alemanes invadieron la URSS porque necesitaban
adjudicarse las reservas petrolíferas y de materias primas del Mar Negro. La
ofensiva se dirigió en dos columnas, una hacia Moscú y Leningrado y la otra
hacia Stalingrado en Bielorrusia; a pesar de los importantes avances logrados
en el verano, que les permitió llegar a 35 kilómetros de Moscú y cercar
Leningrado y Stalingrado; el alargamiento desmesurado de las líneas de
aprovisionamiento, el crudo invierno ruso, la resistencia de la población civil, la
reestructuración completa del Ejército Rojo y la negativa japonesa de atacar a
los soviéticos por la retaguardia en Mongolia, hicieron que la campaña sobre
Moscú y Leningrado se detuviera y se hicieran planes para reiniciar
hostilidades hasta el verano siguiente, mientras se continuaba con lo que se
consideró el flanco más débil de los soviéticos, la zona de Stalingrado, por la
importancia de sus yacimientos petrolíferos para su maquinaria de guerra y
evitar depender de su nuevo aliado Rumania; pero finalmente, esta campaña
conduciría al cerco y rendición de la mitad de su ejército del Este, el 6º Ejército
Alemán, que capituló ante las tropas soviéticas [500 mil prisioneros], que
cambió el curso total de la guerra, ya que a partir de este momento los nazi-
fascistas iniciarían una retirada continua hasta Roma y Berlín.
Consecuencias políticas
Consecuencias demográficas y
sociales
Las consecuencias demográficas y sociales de la Segunda Guerra Mundial
fueron:
Consecuencias territoriales
Las consecuencias territoriales de la Segunda Guerra Mundial fueron:
Fin de la guerra
En 1945 finalizó la guerra gracias a que las tropas estadounidenses y las
tropas rusas lograron entrar en contacto con el régimen alemán y dividirlo en
partes, obligándolo a devolver todo el territorio que había conquistado.
Fue entonces que Alemania firmó un acuerdo en el que se rendía y
abandonaba sus fines de conquista, con el cual se puso un fin a la guerra
mundial en Europa.
Una situación diferente sucedía con Japón, ya que este país no quería
doblegarse ante sus enemigos. De esta manera, Estados Unidos realizó el
primer bombardeo nuclear sobre la ciudad de Hiroshima, causando la
destrucción de la misma por completo.
Luego, a tan solo 3 días del evento nuclear,
fue arrojada otra bomba sobre Nagasaki,
causando que Japón, el 2 de septiembre
de 1945, se rindiera y se diese por
terminada la Segunda Guerra Mundial.
Desarrollo
Se inició el 1 de septiembre de 1939 cuando Alemania invadió Polonia. Como
este país tenía una alianza defensiva con Francia y Gran Bretaña, estos dos
Estados le declararon la guerra a Alemania. Casi al mismo tiempo, la Unión
Soviética invadió Letonia, Lituania, Estonia, Finlandia y el este de Polonia.
Durante 1940, Alemania ocupó Dinamarca, Noruega, Bélgica, los Países Bajos
y Francia. Paralelamente, Italia invadió Albania y Grecia, pero sufrió varias
derrotas. Por esa razón, Hitler decidió invadir la Península de los Balcanes y
ocupar Yugoslavia, Albania y Grecia.
Durante 1942, las fuerzas del Eje siguieron conquistando territorios, pero a
partir de 1943 empezaron a retroceder. Ese año, Mussolini fue sustituido por un
nuevo gobierno que rompió la alianza con Hitler. Mientras tanto, la Unión
Soviética, luego de frenar el avance alemán en la batalla de Stalingrado,
comenzó a recuperar territorios que había perdido. Japón, por su parte, sufrió
varias derrotas a manos de los Estados Unidos.