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Desarrollo de la Segunda Guerra Mundial

Historia Contemporanea

Profa. Yolany Herrera

Jose Carlos Zelaya Moncada

11-B

13/11/2023
Introduccion
De 1939 a 1945, el mundo entero sufrió las consecuencias de una "guerra total" entre
países totalitarios (Italia, Alemania, Japón), países capitalistas (Estados Unidos,
Inglaterra, Francia, etc.) y países comunistas (Unión Soviética).

La guerra se considera total porque no hay lugar para una paz parcial ya que las
ideologías buscan destruir sistemas políticos y económicos que van en contra de sus
intereses; Además, fue una guerra librada en dos frentes principales: el primero en ,
Europa y sus territorios coloniales; y segundo, todo el continente asiático.
Participaron 60 países, incluidos 24 países ocupados y 800 millones de personas sufrieron
directamente las consecuencias.

Después de seis años, los resultados de la Segunda Guerra Mundial fueron los siguientes:
movilizaron a unos 100 millones de soldados de los cinco continentes. Se estima que
murieron entre 50 y 60 millones de personas, incluidos más de 40 millones de civiles
(debido a la destrucción de ciudades y campos, una masacre étnica en Alemania y un
holocausto nuclear en Japón).

Desarrollo de la Segunda Guerra Mundial


La segunda guerra mundial fue un evento extenso en la historia de la humanidad. Por eso,
se ha dividido en tres etapas:
Primera etapa: la guerra europea (1939-1941)
Segunda etapa: la guerra mundial (1941-1943)
Tercera etapa: la victoria de los Aliados (1943-1945)

En esta guerra veríamos el enfrentamiento de las potencias del Eje (Alemania, Italia y
Japón) contra los Aliados (Reino Unido, Francia, la Unión Soviética, Estados Unidos y
China).

Primera Etapa: la guerra europea (1939-1941)

Invasion a Polonia
El 1º de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Para justificar su acción, la
propaganda nazi acusó a Polonia de perseguir a los alemanes étnicos que vivían en su
territorio. También alegó falsamente que Polonia, junto con sus aliadas Gran Bretaña y
Francia, estaba planeando rodear y desmembrar a Alemania. Las SS, en colusión con las
fuerzas armadas alemanas, montaron un ataque falso contra una estación de radio
alemana. Los alemanes acusaron falsamente a los polacos de este ataque, y Hitler
aprovechó después ese acto para lanzar una campaña de “represalia” contra Polonia.

A pesar de combatir tenazmente y de infligir fuertes bajas entre los alemanes, el ejército
polaco fue derrotado en cuestión de semanas. El mundo adoptó un nuevo término para
referirse a la exitosa táctica de guerra de Alemania: Blitzkrieg, que significa “guerra
relámpago”. La táctica consistía en montar un ataque sorpresivo con una cantidad enorme
de fuerzas concentradas en unidades blindadas, las cuales podían moverse rápidamente y
contaban con el apoyo de un poderío aéreo abrumador.

Gran Bretaña y Francia cumplieron su palabra de garantizar las fronteras de Polonia y le


declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre de 1939. Sin embargo, Polonia se
encontró librando una guerra en dos frentes cuando el 17 de septiembre la Unión
Soviética la invadió desde el este. El gobierno polaco huyó del país ese mismo día.

De conformidad con el protocolo secreto de su pacto de no agresión, Alemania y la


Unión Soviética se repartieron a Polonia el 29 de septiembre de 1939. La línea de
demarcación se estableció a lo largo del río Bug.

Conquista alemana de Francia


La campaña contra los Países Bajos y Francia duró menos de seis semanas. Alemania
atacó el oeste el 10 de mayo de 1940. Inicialmente, los comandantes británicos y
franceses habían pensado que las fuerzas alemanas atacaron a través del centro de Bélgica
como lo habían hecho en la Primera Guerra Mundial y enviaron fuerzas rápidamente a la
frontera franco-belga para detener el ataque alemán. Sin embargo, el principal ataque
alemán atravesó el bosque de las Ardenas en el sudeste de Bélgica y el norte de
Luxemburgo. Tanques e infantería alemanes atravesaron rápidamente las líneas
defensivas francesas y avanzaron hacia la costa.

Bélgica y los Países Bajos se rindieron en mayo. Más de 300.000 tropas francesas y
británicas fueron evacuadas de las playas cercanas a Dunkerque a través del Canal de la
Mancha hacia Gran Bretaña. París, la capital francesa, cayó en manos de los alemanes el
14 de junio de 1940.

Como parte del acuerdo de armisticio que Francia firmó con Alemania el 22 de junio,
ésta ocupó el norte de ese país y toda su costa atlántica hasta la frontera con España. Se
estableció un nuevo gobierno francés en la ciudad de Vichy, que se encontraba en la parte
no ocupada del sur de Francia. El gobierno de Vichy, al mando del mariscal Henri Petain,
declaró la neutralidad en la guerra entre Alemania y Gran Bretaña pero, en virtud de las
disposiciones del armisticio, estaba obligado a cooperar con Alemania.

Los alemanes veían la derrota de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica como requisito
previo para una invasión de las Islas Británicas. Cuando la fuerza área alemana no pudo
ganar superioridad aérea sobre el sudeste de Inglaterra en 1940, Hitler pospuso la
invasión hasta la primavera de 1941. Después de que se emitiera la primera orden
operativa para la invasión alemana de la Unión Soviética en diciembre de 1940, la de
Gran Bretaña se pospuso indefinidamente.
Unión de Italia a la Guerra
Italia se unió a la Segunda Guerra Mundial en junio de 1940 como aliada de Alemania,
con ansias de establecer un nuevo imperio italiano. Italia ocupó territorio en Yugoslavia
(1941), Grecia (1941) y una pequeña porción del sur de Francia (1942).

La Batalla de Inglaterra
La batalla no fue un solo combate. Fue una campaña de cuatro meses contra el Reino
Unido librada por la Fuerza Aérea Alemana, o Luftwaffe. Fue la primera gran campaña
librada sólo por fuerzas aéreas. Y fue la primera gran derrota de Alemania en la Segunda
Guerra Mundial.

Las bajas ascendieron a 500 aviadores británicos, 2600 pilotos alemanes y 60.000 civiles.
Pero la victoria británica impidió la Operación León Marino, una planeada invasión aérea
y anfibia alemana de Gran Bretaña.

Algunas personas pasan por alto la importancia de la batalla porque la libraron


relativamente pocas personas y, por tanto, ambos bandos sufrieron relativamente pocas
bajas. Pero además del valor estratégico, la batalla también impulsó una nueva tecnología
que fue clave para la victoria de la Royal Air Force (RAF) británica... el radar.

El jefe de la Luftwaffe, Hermann Göring, no creía que las estaciones de radar británicas
fueran objetivos importantes, por lo que sólo una de las estaciones fue completamente
destruida durante la batalla.

Además de su avanzada red de radares, los británicos habían descifrado el código de


radio secreto de Alemania y podían entender sus mensajes.

En 1941, menos de un año después de abandonar la invasión de Gran Bretaña, Hitler


rompió el pacto de no agresión firmado con Joseph Stalin en 1939, abriendo el desastroso
frente oriental.

La Guerra en el Norte de África


La Campaña en África del Norte fue el segundo frente más importante durante la
Segunda Guerra Mundial, después del Frente oriental. Tuvo lugar en el desierto de África
del Norte, a partir del 10 de junio de 1940 y hasta el 16 de mayo de 1943. Incluyó
campañas en la Libia Italiana y Reino de Egipto, en Protectorado Francés de Marruecos y
Argelia Francesa y en el Túnez francés.
La campaña se produjo entre las potencias del Eje y las Aliadas. Los esfuerzos de guerra
principales fueron dominados por el Reino Unido y su imperio y por exiliados de la
Europa ocupada, hasta que los Estados Unidos entraron en la guerra el 11 de mayo,
proporcionando ayuda directa a las fuerzas aliadas en el Norte de África.
La lucha en el norte de África empezó con la ocupación del Fuerte Capuzzo italiano por
fuerzas británicas en junio de 1940. Esto fue seguido por una ofensiva italiana y una
contraofensiva británica. Cuando los italianos sufrieron terribles derrotas, el Afrika Korps
alemán acudió en su ayuda. Después de una serie de batallas de desgaste por el control de
Libia y de algunas partes de Egipto, las fuerzas británicas empujaron a las fuerzas del Eje
hacia Túnez.

La Guerra en los Balcanes


En 1940, transcurrido un mes desde el ataque italiano a Egipto, Mussolini decidió que
había llegado el turno de Grecia. Ésta sería ocupada desde Albania. La iniciativa, sin
embargo, constituyó un fracaso porque, las tropas griegas, apoyadas por Gran Bretaña,
lograron derrotar al ejército italiano. Los ingleses se apoderaron de gran parte de Albania
y establecieron bases aéreas en Creta.

Como había sucedido en el N. de África, Hitler acudió en ayuda de los italianos. Para
invadir Grecia necesitaba atravesar los estados de Rumanía, Bulgaria y Yugoslavia.
Alemania había conseguido atraer a Rumanía y Hungría a su órbita, estas habían entrado
en el Pacto Tripartito. Bulgaria lo hizo eventualmente. Sin embargo, fracasó en su
tentativa de hacer lo propio con Yugoslavia, por lo que decidió invadir.
.
La Campaña contra Grecia y Yugoslavia ("Operación Marita") comenzó en 1941. Tras
una nueva guerra relámpago, los alemanes conquistaron ambos países y expulsaron a las
tropas británicas.

Tras la derrota yugoslava, Hitler creó el estado de Croacia. Éste quedaba bajo la dictadura
de Ante Pavelic. A pesar de todo, Yugoslavia constituyó un auténtico quebradero de
cabeza para los alemanes, cuyas tropas se vieron constantemente hostigadas por las
acciones de sabotaje perpetradas por los partisanos.

Como resultado de la operación en los Balcanes, Reino Unido perdió su última presencia
en el continente europeo. Alemania mantuvo el control de los pozos petrolíferos rumanos
y adquirió una excelente posición estratégica para amenazar a la Unión Soviética.

Con esto, la guerra dejaba de estar circunscrita a la lucha entre Reino Unido-Alemania y
adquiere carácter mundial.

Segunda Etapa: La Guerra Mundial (1941-1943)

Invasion Alemana a la Union Sovietica


Objetivos de la Invasión
Desde la década de 1920, las políticas fundamentales del movimiento nazi habían sido:

-La destrucción de la Unión Soviética mediante la fuerza militar.


-La eliminación permanente de lo que Alemania percibía como la amenaza comunista.
-La captura de territorios de primer nivel dentro de las fronteras soviéticas para formar
asentamientos alemanes a largo plazo.

De ese modo, Adolf Hitler siempre consideró el Pacto Alemán-Soviético de no agresión


como una maniobra táctica temporal. En julio de 1940, Hitler decidió atacar a la Unión
Soviética a más tardar en un año.

La Invasion
Las fuerzas alemanas invadieron la Unión Soviética en 1941. La invasión empezó menos
de dos años después de la firma del Pacto Alemán-Soviético. Tres grupos del ejército
atacaron a la Unión Soviética a lo largo de un extenso frente. Estos grupos sumaban más
de tres millones de soldados alemanes que estaban apoyados por tropas de Finlandia y
Rumania, aliadas de Alemania. Estas tropas se reforzaron posteriormente con unidades de
Italia, Croacia, Eslovaquia y Hungría.

Al principio, el ejército soviético fue aplastado. Las unidades alemanas cercaron a


millones de soldados soviéticos que, al estar aislados de abastos y refuerzos, tenían muy
pocas opciones además de rendirse.

La Unión Soviética sufrió catastróficas pérdidas militares en las primeras seis semanas
del ataque alemán. Sin embargo, no se derrumbó como lo habían previsto los dirigentes
nazis y los comandantes militares alemanes. A mediados de agosto de 1941, la resistencia
soviética se endureció.A pesar de esto, las fuerzas alemanas se esparcieron por la
península de Crimea en el sur y llegaron a las afueras de Moscú a principios de
diciembre.

Sin embargo, después de meses de campaña, el ejército alemán estaba exhausto. Los
estrategas alemanes, que habían confiado en una rápida derrota soviética, no equiparon a
sus tropas para el combate en invierno. No les suministraron suficientes alimentos ni
medicamentos, ya que esperaban que el personal militar viviría de las tierras conquistadas
en la Unión Soviética, a expensas de la población local. En consecuencia, las fuerzas
alemanas, que se habían dispersado a lo largo del frente oriental, se volvieron vulnerables
al contraataque soviético.
El 6 de diciembre de 1941, la Unión Soviética lanzó una importante ofensiva contra el
centro del frente. Esto hizo que los alemanes se retiraran de Moscú de forma caótica. Los
alemanes tardaron semanas para estabilizar el frente al este de Smolensk. En el verano de
1942, los alemanes retomaron la ofensiva con un ataque a gran escala por el sur y el
sureste hacia la ciudad de Stalingrado.

La Batalla de Stalingrado
La batalla comenzó el 23 de agosto de 1942 y enfrentó al Ejército Rojo de la Unión
Soviética y la Wehrmacht de la Alemania nazi y sus aliados del Eje por el control de la
ciudad, la cual tenía una importante industria militar y se establecía como un importante
nudo de comunicaciones ferroviarias. La urbe se extendía a lo largo de la orilla occidental
del Volga y carecía de puentes para cruzar el río.

Los soviéticos recibieron numerosas pérdidas, sin embargo a las orillas del Volga llegaron
nuevos refuerzos cada noche. La situación parecía aún peor para Wehrmacht alemana,
que contaba con un número aún más alto de bajas y pérdidas de armamento, pero que sin
embargo parecía hacer retroceder al Ejército Rojo.

Las tropas alemanas se encontraban flanqueadas por las de sus aliados mucho más
débiles y peor armadas. Mientras, por el lado soviético, se estaba fraguando la que recibió
el nombre de Operación Urano, mediante la cual, tras acumular tropas a ambos lados del
frente alemán, se produciría el cerco al Sexto Ejército de los nazis.

Una posterior ofensiva del ejército rojo cercó por completo a las tropas alemanas, no
dejando más opción que rendirse el 2 de febrero de 1943 deviniendo las órdenes del
Führer.

La Wehrmacht había sufrido su primera gran derrota y la balanza en el frente oriental se


inclinaba a favor de la URSS por primera vez. Fueron meses de sangre y pólvora que
supusieron el gran punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial en Europa, y que dió
lugar al contraataque soviético e inicio del repliegue alemán.

La Guerra del Pacifico


En Asia oriental y el Pacífico, la expansión imperial japonesa iniciada en China iba
también dirigida contra las posesiones europeas en Asia y contra las islas Filipinas que
estaban en manos de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, había cambiado su inicial


postura aislacionista por una creciente implicación en la guerra. La Ley de Préstamo y
Arriendo, aprobada por el Congreso estadounidense en marzo de 1941, permitió proveer
de ayuda en armamentos y otros bienes a las potencias aliadas.

Inicialmente, la expansión japonesa por Asia y el Pacífico había sido exitosa. Sin
embargo, el despliegue de la maquinaria industrial y bélica estadounidense inclinó la
balanza del conflicto en favor de los Aliados, como quedó demostrado a partir del triunfo
estadounidense en la batalla de Midway en junio de 1942.

La Batalla de Midway
En 1942, los estadounidenses y japoneses se enfrentaron en el Pacífico en una batalla
decisiva por el control del atolón de las Midway, donde los norteamericanos tenían una
base naval, a medio camino entre Asía y América.

Tras las rotundas victorias de la Armada japonesa en el transcurso de la batalla del mar
del Coral, la Marina del Sol Naciente obtuvo el primer revés. Pero a pesar de ello la Flota
Combinada de la Armada Imperial japonesa, comandada por el almirante y comandante
en jefe Isoroku Yamamoto, puso rumbo al atolón de las Midway. La supremacía naval de
Japón permitió poner fin a la presencia militar británica en el archipiélago malayo y
lograr la ansiada obtención de recursos naturales.

El 3 de junio de 1942, un hidroavión PYB Catalina avistó una formación de buques de la


Marina Imperial Japonesa, aunque, aquella no era más que una pequeña escuadra que se
había adelantado. Ante aquella inquietante presencia, el almirante Chester Nimitz envió
un escuadrón de nueve bombarderos para enfrentarse al enemigo, pero estos fallaron en
todos sus objetivos.

Por su parte, el almirante Chuichi Nagumo, temiendo la posibilidad de que pudiera haber
portaaviones enemigos en las inmediaciones, ordenó enviar siete hidroaviones para que
reconocieran la zona. Sin embargo el séptimo aparato se retrasó treinta minutos debido a
un fallo mecánico en la catapulta que lo debía impulsar. Sin saberlo, aquella tardanza
tendría nefastas consecuencias para los japoneses, ya que en la ruta del séptimo
hidroavión se encontraba el portaaviones USS Yorktown, lo que dejaba completamente
desprotegida a la escuadra japonesa.

Finalmente, los portaaviones estadounidenses fueron detectados y Nagumo ordenó volver


a subir todos los aviones a cubierta y volver a cambiar las bombas por torpedos,
perdiendo así un tiempo precioso. Cuando las escuadrillas de aviones comandadas por el
contraalmirante Clarence McClusky regresaban a la base con el combustible necesario,
detectaron a los portaaviones japoneses justo en el momento en que los aviones cargados
con torpedos hacían más vulnerables a los buques, ya que si eran destruidos estando aún
en cubierta, las deflagraciones podrían ser devastadoras y hundirlos.

Por su parte los japoneses consiguieron detectar al USS Yorktown y hundirlo, pero en la
siguiente oleada de ataques los estadounidenses hundieron asimismo al Hiryu. Al ser
informado de la debacle en el Pacífico, el almirante Yamamoto decidió aceptar la derrota
y retirarse. El 6 de junio de 1942, durante la retirada de la Marina Imperial Japonesa, un
grupo de bombarderos procedentes del portaaviones USS Enterprise acertaron al crucero
Mikuma que se incendió y se hundió con 650 marineros a bordo.
Victoria aliada en el norte de África
El 9 de noviembre de 1942, llegan las tropas estadounidenses e inglesas al norte de
África. Es su primera cooperación militar durante esta guerra. Las fuerzas aliadas
desembarcaron en varios lugares de Marruecos y Argelia. En Argel, capital de Argelia,
los judíos combatientes de la resistencia ayudan a los aliados a tomar la ciudad.
Vichy-Francia (el gobierno francés que colabora con la Alemania nazi) se rinde en
Marruecos y Argelia.

Con esta invasión, los aliados atacan a Alemania por la espalda.Tres mil kilómetros al
este, en Egipto y Libia, Alemania lleva ya una larga batalla con el ejército británico, y
serán derrotados el 11 de noviembre de 1942 en El Alamein.

Medio año después, en mayo de 1943, Alemania e Italia son desplazadas totalmente del
norte de África.

Tercera etapa: La Victoria de los Aliados (1943-1945)

Invasion de Sicilia
La Operación Husky fue una gran campaña de la Segunda Guerra Mundial en la que los
aliados invadieron la isla de Sicilia y se la arrebataron a las potencias del Eje (la Italia
fascista y la Alemania nazi ).Comenzó con una gran operación anfibia y aerotransportada,
seguida de una campaña terrestre de seis semanas e inició la Campaña italiana.Para
desviar algunas de las fuerzas del Eje a otras áreas, los Aliados se involucraron en varias
operaciones de engaño, la más famosa y exitosa de las cuales fue la Operación
Mincemeat.Husky comenzó la noche del 9 al 10 de julio de 1943 y finalizó el 17 de
agosto.Estratégicamente, Husky logró los objetivos establecidos por los planificadores
aliados;los Aliados expulsaron a las fuerzas aéreas, terrestres y navales del Eje de la isla y
las rutas marítimas del Mediterráneo se abrieron para los barcos mercantes aliados por
primera vez desde 1941. Estos eventos llevaron al líder italiano, Benito Mussolini, a ser
derrocado del poder en Italia el 25 julio, y a la invasión aliada de Italia el 3 de
septiembre.El líder alemán, Adolf Hitler, "canceló una gran ofensiva en Kursk después de
solo una semana, en parte para desviar fuerzas a Italia", lo que resultó en una reducción
de la fuerza alemana en el frente oriental.El colapso de Italia requirió que las tropas
alemanas reemplazaran a los italianos en Italia y, en menor medida, en los Balcanes, lo
que provocó que una quinta parte de todo el ejército alemán se desviara del este al sur de
Europa, una proporción que permanece hasta casi el final de la guerra.

Dia D: La Batalla de Normandia


En 1944, tras derrotar a Hitler en África, Italia y Rusia había llegado al fin la hora de
llevar la guerra a Francia mediante un desembarco masivo desde Inglaterra, y acabar una
vez por todas con el régimen nazi. Esta invasión pasaría a la historia como la operación
Overlord.

Sin embargo los alemanes habían fortificado a conciencia la costa atlántica para hacer
frente a cualquier ataque, de manera que primero se debía desviar su atención a un punto
alejado del lugar elegido para el desembarco: la región de Normandía.

Así pues los servicios de inteligencia hicieron creer a los nazis que el ataque se llevaría a
cabo en el paso de Calais, la zona más cercana a sus bases y por ello la más fortificada.
Los espías aliados también cumplieron su misión de engaño, entre ellos el español Joan
Pujol, un agente doble de los alemanes que les convenció de que el desembarco se
realizaría en Calais.

El dictador nazi había puesto al mando a uno de sus mejores generales, Erwin Rommel.
Este había cubierto las playas con tres franjas de trampas y defensas, que convertían
cualquier intento de desembarco en prácticamente un suicidio.

Con todo preparado para el gran día de pronto empeoraron las condiciones
meteorológicas y empezó a arreciar el viento y la lluvia. Parecía que todo el plan se
vendría abajo gracias a la mala mar, pero se decidió seguir adelante pasara lo que pasara
y poco antes de la medianoche aviones emprendieron el vuelo para desplegar a los
paracaidistas cuya misión era golpear la retaguardia alemana antes del desembarco.
Empezaba el día D.

El objetivo de estos soldados aerotransportados era en primer lugar asegurar los puentes
que llevaban al interior, y en segundo silenciar las baterías de artillería cuyo fuego
pondría en peligro a sus camaradas en la playa. En las primeras horas del 6 de julio los
paracaidistas empezaron a caer sobre la Francia ocupada, reconociéndose entre ellos.

La suerte de los primeros de Normandía fue diversa, en algunos puntos aterrizaron


directamente sobre las posiciones enemigas y fueron acribillados, salvándose sólo
aquellos que se hicieron pasar por muertos. Otros, tuvieron más suerte y tras reunirse en
medio de la oscuridad de la noche se dirigieron al objetivo más próximo, silenciando la
artillería que ya empezaba a disparar sobre la playa.

Mientras estas tropas realizaban su vital labor tras las líneas enemigas, un abrumador
bombardeo castigaba la costa para reblandecer las defensas antes del ataque principal.
Buques de guerra abrieron fuego con sus cañones, a los que se sumaron cientos de
bombarderos y cazas. Si bien fue muy impresionante, la mayoría de este fuego cayó lejos
de las defensas costeras, por lo que estas estaban intactas cuando la fuerza de invasión
tomó tierra.
Si bien con suerte desigual, el desembarco de Normandía había sido un éxito. Al día
siguiente todas las playas ya estaban bajo control aliado, y empezaba la llegada de
refuerzos y suministros al tiempo que se construían una serie de muelles flotantes para
facilitar la operación.

A través del bocage normando americanos y británicos tuvieron que ir reduciendo una
tras otra las posiciones defensivas alemanes, dirigiéndose hacia el estratégico puerto de
Cherburgo al oeste de Normandía. En su avance se encontraron con una resistencia
menos organizada de lo que esperaban, pues Rommel se hallaba en Alemania por el
aniversario de su mujer y fue fusilado al poco por su supuesta participación en un
complot para asesinar a Hitler.

Este se obstinó en dirigir personalmente la campaña desde Baviera, de manera que sus
generales debían esperar a veces más de 24 horas hasta que llegaban las órdenes.
Semejante inactividad permitió a los aliados capturar finalmente Cherburgo el 26 de julio
solo para encontrarse con que los nazis habían dinamitado el puerto y estaba inservible.

Pese a ello el progreso aliado fue imparable gracias a su superioridad numérica, el 9 de


julio caía Caen dejando el paso libre al interior de Francia, y a finales de agosto París era
finalmente liberada. Empezaba el principio del fin del Tercer Reich.

La Batalla de Berlín
Según el alto mando militar nazi, Berlín iba a ser la tumba del Ejército Rojo. Pero no fue
así. Mientras Hitler se refugiaba en su búnker, el Tercer Reich carecía de los medios
necesarios para hacer frente a lo que se le venía encima. El papel que jugaron las tropas
soviéticas en la derrota de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial fue para
los rusos uno de los momentos más memorables de su historia. La operación, que duró
poco más de dos semanas, se llevó a cabo cuando ya la capital de Alemania se hallaba
reducida a escombros a causa de los bombardeos aliados.

A pesar de la superioridad de los atacantes y de que el desánimo se había apoderado de


las tropas alemanas, las órdenes de Hitler eran claras: había que resistir hasta el final. El
Führer, refugiado en su búnker junto con otros jerarcas nazis, no quería ni oír hablar de
rendición. En su locura estaba dispuesto a sacrificar inútilmente a toda la población de
Berlín. En aquellas dramáticas circunstancias, rendirse y alzar la bandera blanca era
castigado con la muerte y quien desertaba o se escondía para evitar el combate era
colgado.

Los rusos ofrecieron una breve pausa tras el empuje de las divisiones panzer sobre el río
Óder. Pero la inesperada tregua no fue aprovechada para preparar concienzudamente la
defensa de la ciudad. A pesar de no disponer de fuerzas suficientes para la defensa, se
decidió no emprender ninguna obra de fortificación. Además se prohibió que los trenes
de refugiados se detuvieran en Berlín para no dañar la moral de la población y evitar así
una más que probable situación de pánico.

Aunque envejecido y con paso vacilante, el Führer seguía imponiendo su voluntad sobre
quienes le rodeaban. Promulgó duras directrices, como las medidas de destrucción en el
territorio del Reich, conocida también como la Orden Nerón, por la que se establecía una
política de tierra quemada ante el enemigo.

El 20 de abril de 1945, fecha del cumpleaños de Adolf Hitler, los aviones B-17
estadounidenses y los Lancaster británicos bombardearon el centro urbano de Berlín y
pulverizaron numerosos edificios. Se forzó la evacuación de dos mil berlineses y la
ciudad quedó definitivamente sin electricidad.

Durante una reunión, alguien alabó ante Hitler la excelente labor del 12º Ejército
comandado por el general Walther Wenck, que luchaba contra los norteamericanos en
Magdeburgo. Al oír la noticia, los temblores que aquejan al Führer desaparecieron. En
uno de sus habituales cambios de humor pareció haber encontrado la solución: el general
Wenck giraría sobre sí mismo y socorrer Berlín. Los soviéticos se desangraron ante la
capital y el curso de la guerra cambiaría. Pero Wenck no pudo conseguir su objetivo, ya
que la empresa supera la capacidad de sus fuerzas y nunca logró establecer un pasillo de
seguridad entre la capital y el resto del Reich. Berlín estaba cercada y agonizaba.

Con el general Helmuth Weidling al mando como comandante de la defensa de Berlín, se


intentó establecer una defensa operativa, pero Weidling tan sólo podía contar con tropas
en descomposición, como las del general español Miguel Ezquerra. Junto a miembros del
volkssturm, las Hitlerjugend y la policía, construyeron inútiles barricadas con tranvías,
animados por las pintadas que hablaban de resistencia y victoria. Weidling organizó su
mermada resistencia mientras los proyectiles soviéticos caían sobre el mismo centro de la
capital.

Contra todo pronóstico, la ciudad resistió más allá de sus fuerzas, con la determinación
del que sabe que no tiene otra opción. Pero en su defensa poco pudieron hacer el
heroísmo suicida de los jóvenes nacionalsocialistas o la brutalidad de los comandos
werwolf. Uno a uno, los barrios de Berlín fueron ocupados por los soviéticos, mientras la
población civil se refugiaba en los túneles del metro invadidos por el humo. Como última
medida se decidió volar los diques que separan el canal de Landwehr de las líneas del
suburbano para impedir que los rusos pudieran avanzar por su interior. Pero la suerte de
Berlín estaba echada.

La tarde del 30 de abril de 1945, un disparo de revólver procedente del dormitorio del
Führer rompió el silencio del búnker. Tras haber ingerido una cápsula de cianuro, Hitler
se acababa de pegar un tiro. Junto a él, su esposa, Eva Braun, yacía sin vida en el sofá.
Los oficiales trasladaron los dos cuerpos hasta el jardín de la Cancillería, una operación
complicada debido a los continuos bombardeos soviéticos. Tras arrojar los cadáveres a
una fosa previamente excavada les prendieron fuego. Acto seguido, y mientras los restos
del líder alemán se consumían entre las llamas, en el exterior Goebbels, Bormann,
Burgdorf y Krebs realizaron el último saludo nacionalsocialista en su honor. De esta
manera, Adolf Hitler, el fundador del Tercer Reich, desapareció para siempre.

Fin de la Segunda Guerra Mundial


Con Alemania e Italia sometidas, solo quedaba Japón. Numerosos países asiáticos, como
China, estaban ofreciendo una dura resistencia contra los japoneses mientras los
estadounidenses combatían isla por isla tanto en mar como en aire. Al igual que los nazis,
Estados Unidos llevaba años trabajando en un arma de destrucción masiva, la bomba
atómica, y cuando el proyecto Manhattan consiguió hacerla realidad, sus planes de
utilizarla como arma de disuasión no cambiaron, tan solo variaron el objetivo.

El presidente Harry S. Truman, viendo que la derrota de Alemania no había afectado a la


convicción de los japoneses, decidió cortar por lo sano. El 6 de agosto de 1945, el
bombardero Enola Gay lanzó sobre Hiroshima la primera bomba atómica de la historia, la
Little Boy. En los minutos que siguieron a la detonación murieron 70.000 personas y casi
otras 70.000 resultaron gravemente heridas. Truman pretendía impresionar a Hirohito
para que se rindiera y pusiera fin a la guerra, pero esto último no sucedió.

El 9 de agosto, la bomba Fat Man cayó sobre Nagasaki y mató a 80.000 personas. El
emperador japonés anunció, tras este segundo golpe y temiéndose lo peor, la rendición
incondicional de Japón. La capitulación se firmó el 2 de septiembre de 1945 en un
acorazado estadounidense. Seis años y un día después de la declaración de guerra de
Gran Bretaña y Francia a Alemania, la Segunda Guerra Mundial terminaba siendo el
conflicto más brutal y destructivo de la humanidad y dejando sobre él las sombras del
Holocausto nazi y de un nuevo tipo de arma cuya capacidad de destrucción superaba
cualquier cosa vista con anterioridad. El mundo entraba de lleno en la era atómica.

Conclusiones
Frágil paz después de la Primera Guerra Mundial: La incapacidad de la comunidad
internacional para mantener una paz duradera después de la Primera Guerra Mundial
contribuyó a las tensiones que llevaron al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los
términos del Tratado de Versalles fueron percibidos como punitivos, lo que generó
resentimientos y descontento.

Fracaso de la diplomacia: A pesar de los esfuerzos de algunos líderes y diplomáticos por


evitar la guerra, la falta de voluntad para enfrentar agresiones y violaciones a tratados por
parte de regímenes totalitarios llevó a un fracaso en los esfuerzos diplomáticos para
mantener la paz.
Desarrollo de tecnologías destructivas: La guerra impulsó avances significativos en
tecnología militar, incluyendo el desarrollo de armas nucleares, aviones de combate
avanzados, y cohetes. Este desarrollo tecnológico tuvo profundas implicaciones para la
Guerra Fría y la carrera armamentística posterior.

Violación de derechos humanos: La Segunda Guerra Mundial presenció horrores


inimaginables, como el Holocausto y otras atrocidades. Destacó la importancia de
proteger los derechos humanos y llevó a la posterior formulación de normas
internacionales para prevenir genocidios y crímenes de guerra.

Reconocimiento de la necesidad de instituciones internacionales: La creación de la


Organización de las Naciones Unidas (ONU) después de la guerra reflejó el
reconocimiento de que la cooperación internacional era esencial para prevenir conflictos
a gran escala y promover la paz y la seguridad mundiales.

Cambio en el equilibrio de poder: La Segunda Guerra Mundial marcó el declive de las


potencias coloniales europeas y el ascenso de nuevas superpotencias, Estados Unidos y la
Unión Soviética, que se convirtieron en actores dominantes en la política mundial durante
la Guerra Fría.

Impacto en la conciencia global: Las atrocidades de la guerra y las imágenes de la


destrucción masiva tuvieron un impacto duradero en la conciencia global, promoviendo
la idea de que los conflictos internacionales deben ser resueltos de manera pacífica y
diplomática.

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