TRADUCCIÓN PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “BRAIN OF THE FIRM” (STAFFORD BEER)

CAPITULO I
PENSEMOSLO NUEVAMENTE

Después de mucho tiempo parece que actualmente algo ocurre con la administración. En los
trabajos de más alto rango e incluso en las salas de consejo se encontrarán directores más jóvenes,
más enérgicos, más interesados y más orientados científicamente. Se están poniendo a prueba
métodos de organización, un intento experimental que es fundamentalmente científico. Los días en
que se decía "de este modo lo hacemos aquí", parece que se terminan y el esfuerzo de 70 años de
tratar de que la administración sea más científica está comenzando a dar resultado.
Hablo de estos indicios de que algo está ocurriendo, con una voz forzada y con el aire de un
marinero náufrago que divisa un barco. La razón es que realmente dejamos pasar mucho tiempo
para intentar adaptarnos a las nuevas circunstancias, como lo hicieron los dinosaurios antes que
nosotros. El cambio, el cambio tecnológico, se está dando a todo nuestro alrededor. Aún nos puede
dejar del punto de vista administrativo, inadaptados y, a la larga, extinguirnos.
Estos dos párrafos, cuyo primer esbozo fue escrito hace diez años, inician la primera edición de este
libro. Al hacer una revisión, pareciera que todo lo que se requiere es cambiar la palabra "setenta"
por "ochenta". Pero eso no sería honesto. Me temo que el cambio en la administración que
recalqué, ha fracasado. La frase "de este modo lo hacemos aquí", se ha convertido nuevamente
en un lema fundamental en todas partes. Testimonio de 1978: un primer ministro británico, llamado
"socialista", sobrevivió a las políticas conservadoras; y un presidente norteamericano, llamado
"democrático", sobrevivió como un republicano falso. Las ideas audaces pronto son restringidas por
el hecho que se ha observado de que pareciera que los que las proponen no pueden llegar ellos
mismos a una conclusión propia y de este modo prevalecen las ideas antiguas. No es debido a
que tengan éxito, no lo tienen, y el mundo se encuentra en una confusión peor como para probarlo.
Por lo tanto, yo estaba errado al llamar la atención sólo al cambio tecnológico, con lo importante que
esto es: también debí haber mencionado los cambios sociales y políticos. Pero no encuentro ningún
motivo por el cual no deba continuar como lo hice antes -de hecho el argumento (hasta que lo
interrumpa nuevamente) es muy impresionante. Aquí está.
Existe una dificultad para decir estas cosas de una sociedad cultivada. Otras naciones, más
desesperadas o más atrevidas, menos conscientes que nosotros del proceso histórico en el cual se
encuentra incorporado el hombre, han avanzado con ímpetu. No han tenido el tiempo para cansarse
del mundo o para informarse bien de lo que ocurre en él. Por nuestra parte, hasta el momento
parece que hemos estado diciendo que un fantástico cambio en el promedio del progreso
tecnológico es "solamente" un asunto de nivel; nuestra cultura no admite sorpresas y pide ver el
esquema de las cosas. No se permite a sí misma excitarse. De este modo, inventa un computador:
"es solamente un método más rápido para realizar procesos aritméticos". No es nada de eso.
La queja que expongo específicamente ante nuestra cultura es tan sólo la siguiente. Se sospecha
que cuando alguien inventó la ballesta, los guerreros hablaron durante sus comidas de que ellos
sabían que esto significaba el fin de la guerra civilizada. Lo mismo ocurrió con el tanque, el gas
envenenado, con la mina magnética. Pero por medio de la percepción retrospectiva nos damos
cuenta de que estos inventos se ajustaron a un esquema de desarrollo y de que cada avance en la
tecnología de ataque rápidamente dió origen a (por improbable que pareciera el cambio al principio)
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una tecnología de defensa equivalente. Y lo mismo ocurrió en la industria. Aún se habla de la

Revolución Industrial; pero esto nuevamente con la percepción retrospectiva, hace que ya nadie
crea que haya sido en realidad una verdadera revolución. Fue parte de la evolución. De este
modo, en la actualidad, la gente aún no está culturalmente inclinada a reconocer cualquier cosa
especial acerca de las maravillas tecnológicas de las cuales son testigos en estas décadas. Lo
toman con calma, y no es mi propia opinión que se debieran señalar incidentes extraordinarios y
plantear que "el mundo ha cambiado radicalmente". De hecho, el primer aterrizaje en la Luna
equivalió a la ballesta en su época. Los filósofos de la ciencia también respaldarán el veredicto
cultural; ellos declaran que el universo sigue su curso por consecuencias y que no existen
"acontecimientos especiales". O, como acostumbraban a decir sus antecesores en la Edad Media:
natura non facit saltus, la naturaleza no da saltos.
Contrario a toda la evidencia cultural, histórica y filosófica de que no existe en realidad un problema
en la adaptación, debido a que el progreso en sí es evolucionario, aún existen los dinosaurios.
Estos fueron alcanzados, no por bombas de Hidrógeno o cualquier otro acontecimiento especial,
sino por la tasa de cambio. De modo que nosotros mismos, aunque no necesitamos ser engañados
por la nueva existencia de un cohete espacial o un computador, debemos observar la tasa de
cambio que representa este logro tecnológico. Debemos adaptarnos más bien a la proporción que
a los cambios mismos.
Luego, si se va a hablar de cohetes espaciales, hay que considerar la capacidad del hombre para
viajar a gran velocidad. Durante la mayor parte de los últimos dos mil años lo mejor que podía
hacer era subirse en el lomo de un caballo y galopar. La primera alteración de este cuadro ocurrió
hace bastante poco tiempo con la invención de la máquina a vapor. Rápidamente en forma
sucesiva llegó la máquina de combustión interna, la turbina y luego, el cohete mismo. En la figura 1
se señalan las curvas que marcan la tasa de cambio consecuente en la velocidad para viajar y
además también está marcada la denominada "curva envolvente"…
Extrañamente, o quizás no tanto (para la ciencia constituyente una unidad al igual como lo es la
naturaleza) se obtienen curvas muy similares cuando tratamos de medir el progreso en cualquier
otra capacidad humana. Por ejemplo, en las comunicaciones, la velocidad de transmisión de un
mensaje hasta hace muy poco estaba firmemente ligado a la velocidad de desplazamiento. Uno
entregaba un mensaje a otra persona que andaba a caballo o, (posteriormente) enviaba la carta por
correo aéreo. El descubrimiento que aumentó la velocidad de la transmisión de la transmisión de
mensajes a algo casi infinitamente rápido, fue la radio, que presenta una línea casi vertical en el
cuadro. A pesar de esta, existían dificultades en las transmisiones terrestres y de hecho hace muy
poco tiempo se descubrió que es mejor hacer rebotar ondas de radio en satélites artificiales en vez
que en la capa Heaviside (ionósfera). De modo que en la actualidad la capacidad para transmitir
información en forma rápida, la cual no hace mucho tiempo parecía desvinculado de la capacidad
para desplazarse con velocidad, nuevamente se ajusta a esta.

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Figura 1. Capacidad del hombre para viajar a velocidad

En la computación, la posición es la misma. Durante la mayor parte de los dos mil años bajo
observación, la gente estaba en su mayoría limitada en la capacidad computacional por su habilidad
para contar con los dedos o con guijarros. Incluso los sabios estaban restringidos por las formas
de cálculo elementales (tales como la aritmética simple utilizando la notación Arábica y más tarde
logaritmos) que ellos eran capaces de inventar. La rueda de Pascal fue el primer adelanto
tecnológico que funcionaba relativamente bien; podía sumar y restar una serie infinitamente larga
de dígitos en forma mecánica. Esto ocurrió a mediados del siglo XVII. Pero no fue hasta la década
de 1820 que Babbage inventó un computador mucho más complicado, aunque todavía mecánico y
la típica máquina de escribir mecánica sólo fue utilizada en la última década del siglo XIX.
Posteriormente estas máquinas eran eléctricas, pero se esperó hasta 1946 para la invención del
computador electrónico. El actual computador (1970) ya es 1.000.000 de veces más rápido que
las máquinas originales de los últimos años de la década de 1940, y alrededor del año 2.000 serán
en forma predecible mil millones . . .
A continuación se encuentra la segunda interrupción de la edición.. La predicción mencionada
anteriormente se está llevando a cabo. En la actualidad, los computadores están algo de entre 10
y 100 millones de veces más rápidos de lo que eran a fines de la década de 1940, y la predicción
para el año 2.000 puede que esté mal evaluada y sea mucho mayor. Pero la gran rapidez de los
computadores no es nada comparado con su bajo precio. El desarrollo de los microprocesadores
constituirá una revolución mucho más grande que la invención de los computadores mismos, debido
a que estos pueden ser adquiridos por cualquier persona que tenga el crédito para comprometerse
a nivel de un televisor. Esto deja a los computadores fuera de los grandes negocios: un desarrollo
devastador. Pero una vez más regresamos a la primera edición.
Cualquiera sea el logro humano que se estudie, parece que se obtiene una curva similar a aquella
dibujada en la figura 1, una curva que está en sí compuesta por curvas más pequeñas, las cuales
cada una representa una época de la tecnología en cuestión. Existe otro logro humano que sigue
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en forma notoria el mismo esquema, es la procreación. Se encuentra disponibles los cálculos

totalmente auténticos de la población del mundo entero de los dos milenios desde que BC pasó a
ser AD, y ahora el promedio de expansión en el cuadro es casi vertical. A la larga realmente pasa
a ser vertical según un modelo matemático que es consistente con los datos conocidos. Si esta
proporción de cambios continúa, entonces está computarizado que la población del mundo será
infinitamente numerosa alrededor de año 2.026. Esto significaría que Malthus tenía por lo menos
la mitad de razón al pensar que la tierra no podría al final soportar una población explotadora,
excepto que no nos moriríamos de hambre, pero sí nos oprimiríamos hasta alcanzar la muerte.
Hasta el momento existen dos enseñanzas que se pueden sacar de los argumentos.
Si se considera un típico transcurso de la vida de un humano y lo ubicamos en la curva de la figura
1, descubrimos que para la mayor parte de la historia las "líneas de fuerza" de los cambios
tecnológicos la atraviesan en forma horizontal. Esto quiere decir que el hombre encontró el mundo
casi igual cuando lo dejó que cuando llegó a él. Los incidentes tales como la invención de la
ballesta puede que lo hayan sorprendido en el momento, pero es cierto que se ajustaron al esquema
y presentaron (nuevamente percepción retrospectivo) relativamente poco desafío. Pero si
ubicamos este transcurso de vida en el cuadro sobre nuestras propias décadas, encontramos las
líneas de fuerza tecnológica que se van separando hacia arriba a través de nuestra propia víscera.
Todas nuestras capacidades se expanden por factores de quizás alrededor un millón de veces
dentro de nuestro propio curso de vida, y simplemente no puede ser considerado en general como
algo normal para los humanos de antes. No es de extrañarse que exista un problema de
adaptación a los cambios. Repito: no es un asunto de acontecimientos. El promedio total de
progreso es deslumbrante y escasamente existe una capacidad humana que permanezca estática
el tiempo suficiente como para adaptarse a ello. Por lo tanto, uno se siente preocupado. Si se
considera el problema planteado por nuestros propios hijos; hay un intervalo tanto cultural como
psicológico entre las generaciones que parece haber existido a través de la historia. Pero
actualmente, la gente se pregunta si el intervalo en nuestra propia generación no es mucho más
importante. Lo único que puedo decir es que espero que pueda ser así. Ya que toda la estructura
de la sociedad tiene el mismo problema de adaptación, y a menos que nuestros niños puedan
inventar algo que vendría a ser un nuevo modo de vida en una sola generación, nuestra especie
podría estar perdida. Nosotros mismos estamos atrapados en nuestros propios esquemas sociales
y culturales, de modo que mientras más incomprensibles parecen ser para nosotros los niños,
probablemente sea mejor.
Cuando nos referimos a la administración, ya sea de la empresa, o del país, o de asuntos
internacionales, existe el mismo problema de adaptación. Esto me merece como identificar el
desafío administrativo. Y si es la proporción de cambios en la tecnología lo que presenta estos
problemas, parece que no hay alternativa y sólo quedaría acudir a la ciencia misma para encontrar
la solución. La administración moderna debe ser acerca de esto. No es problema, como
representa ser tan a menudo, de utilizar "mejores métodos" o "técnicas avanzadas". Este aspecto
del asunto estaba muy bien cuando la curva exponencial de desarrollo sólo comenzaba a aumentar.
Lo que se necesita ahora es una completa nueva evaluación de nuestra manera de administrar, lo
que ocasiona una reconsideración de nuestra organización tradicional para lograr un objetivo.
La segunda línea de pensamiento que surge de la consideración del principio es de diferente tipo.
Es causada por la sugerencia que la población mundial 'parece' llegar a ser inminentemente infinita.
Pienso que nadie creerá que esto realmente va a suceder. ?Por qué no? Por supuesto puede
que sea sólo temor. Pero una opinión superior sugiere que así como la naturaleza no da saltos, no
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llega moderadamente a infinitos. Los infinitos son los límites de los procesos matemáticos en lugar
que de los físicos. Los infinitos son abstracciones; las realidades son infinitas. En el caso de las
curvas que han sido consideradas, hay que tomar en cuenta que son curvas envolventes
compuestas por curvas más pequeñas que tienen que ver con las épocas tecnológicas, las cuales
en sí disminuyen. Ahora esta disminución es típica de los procesos de crecimiento que se dan en
la naturaleza. Las curvas de estos tienden a tener la forma S, o sigmoide; los matemáticos las
denominan "logísticas'. Y si las curvas que las componen disminuyen, luego, parece probable que
la curva total que se considera, también disminuirá, o por lo menos pasará a ser ella misma una
curva componente de otra era tecnológica más grande, y hasta el momento inimaginable.
Luego, en la figura 2, aparece la típica curva de crecimiento que se observa en la naturaleza.
Podría ser estudiada en el contexto biológico, por ejemplo, en nuestro propio crecimiento; en el
contexto económico, como por ejemplo, el crecimiento de los mercados; o incluso en el mundo en
el cual se realizan cosas para que crezcan. Por ejemplo, cuando los hombres construyen una
planta, o una gran máquina, comienzan por incurrir un costo básico, colocando los cimientos o una
viga de base. Por lo general esta inversión permanece casi estática durante un corto período,
mientras se reúnen los materiales y la mano de obra para dar inicio al trabajo serio de la
construcción. Luego, el promedio de crecimiento, en este caso el costo de la inversión, aumenta
en forma permanente y bastante rápido a medida que avanza de una manera organizada. Sin
embargo, cuando se comienza a llegar al término del trabajo, es común observar una disminución
de esfuerzo y, por lo tanto, de una inversión extra comprometida. Esta es la fase durante la cual
uno espera que se realicen las partes que han sido ordenadas, y nadie puede encontrar la forma de
llegar a su fin.
crecimiento

tiempo

Figura 2.

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Al representar el avance del progreso a través de una época tecnológica se encuentran fenómenos
muy parecidos. Hay un comienzo lento, debido a que la tecnología no está totalmente establecida;
existen problemas de efectividad. Durante la fase media de la época todos aprenden rápidamente,
el descubrimiento sigue al descubrimiento y se crea una industria con éxito. En la tercera fase, las
cosas comienzan a decaer. Aunque quizás continúen siendo altamente útiles durante algún
tiempo, las operaciones no continúan mejorando. Esto es lo característico en todos los procesos
de aprendizaje a medida que se acercan a su límite teórico. Descubrimos que para todo período
de tiempo equivalente que pasa, y en forma más especial, para cada unidad extra de inversión, se
presenta un avance decreciente. Luego, es común, en el comportamiento humano y en el
desarrollo empresarial, truncar el esfuerzo y adecuarse para algo un poco menor de lo que se podía
lograr idealmente. Esto es en reconocimiento de la ley de utilidad creciente. Las tecnologías que
se utilizan en los negocios, y de hecho los negocios en sí, normalmente se regirían por este
esquema.
Lo que ocurre a continuación es bastante alarmante. El nivel de comportamiento como sea que se
mida quizás continuará por algún tiempo. Después de esto, si simplemente no decae, puede
realmente declinar. Al igual como la gente senescente puede olvidar lo que sabía en cierto
momento, así como el organismo biológico que creció en su totalidad puede comenzar a
marchitarse, igual pueden declinar los mercados, producto de una saturación, e igual pueden
fracasar los negocios y llegar a la quiebra. Incluso las tecnologías que han tenido éxito,
consideradas en relación a las tecnologías competitivas, quizás dejen de ser económicas. Cuando
se presentan estos síntomas, sólo existe un remedio. No es fructífero imaginar que un esfuerzo
extra, un capital extra puedan resucitar al organismo que está destinado a fracasar. Se debe tomar
una decisión para superponer una nueva curva de crecimiento sobra la anterior. En el caso de la
tecnología, esto significa emprender una nueva investigación: o significa emprender una nueva
investigación; o significa adquirir nuevo personal y medios en un campo diferente o que ya ha sido
probado, que es bastante extraño para los administradores que dirigen los asuntos y para la fuerza
laboral que realiza las operaciones, de modo que es probable que esta experiencia sea traumática.
En el caso de la empresa misma, la decisión puede ser adquirir (o quizás crear) otra empresa, con
una visión de establecer una síntesis empresarial que es mayor que la suma de sus partes.
En cualquiera de los casos, debemos observar, la aplicación de dos serias condiciones. En primer
lugar, debemos superar un montón de dificultades prácticas relacionadas con el enorme cambio,
mientras se mantiene todo en funcionamiento a toda máquina. La segunda dificultad, lo
suficientemente extraña, es aún más seria debido a que es conceptual. Si la gente involucrada
considera el cambio como una "nueva empresa", como alguna "diversificación", o como un medio
para darle al paciente en reposo un disparo en el brazo, fracasarán. Deben retroceder y formarse
una visión mucho más amplia. Deben ver y entender que la nueva curva de crecimiento se
superponen en la curva anterior para formar parte de una curva envolvente que los hará obtener
mejores cosas o posiblemente muchas otras. No están mejorando una antigua tecnología, pero sí
adoptando una novedad. No mejoran la empresa que han conocido y querido, están creando una
nueva empresa de características desconocidas.

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Figura 3.

Al considerar la perspectiva de una nueva inversión, ya sea en incorporaciones y adquisiciones o

en el desarrollo de una nueva tecnología, la empresa se enfrenta a un difícil problema de análisis
estadístico. Consideremos a un director de alto rango o un consejo que busca establecer lo que
se conoce eufemísticamente como "los hechos". Se quiere una serie de cifras para demostrar
cómo va el progreso, ya sea hacia la obtención de utilidades, la recuperación de un capital
empleado, la productividad o producción, o cualquier otra medida. Se produce un pequeño
diagrama, parecido a la figura 3, que señala una línea ascendente en los últimos años. Si somos
prudentes, nuestra reacción inmediata es pedir a alguien que entregue la información sobre veinte
años antes de que se iniciara este proceder. Si la persona también es prudente, es probable que
se rehúse. Nos hará recordar que sólo han transcurrido cuatro años desde que se realizó la
adquisición, o desde el incendio, o el nuevo impuesto, o de la guerra en el Lejano Oriente. Por
cualquiera de estas razones o muchas otras indicará que no debemos considerar seriamente
información anterior a aquella que él ya nos ha proporcionado. Las condiciones no eran
comparables. Y así observamos nuestra pequeña serie de datos y trazamos una línea. Quizás
esto se hace al ojo, o se pide a un estadístico matemático que realice un análisis regresivo. En
cualquiera de los dos casos, esta línea es casi todo lo que sabemos en forma segura; y en ambos
casos es probable que la extrapolemos. Este es el significado de la línea gruesa en la figura y la
prolongación de puntos.

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Figura 4.
Ahora, si el crecimiento en la naturaleza fuera normalmente lineal, esto estaría bien. Pero como
hemos observado, las curvas de crecimiento tienden a tener una forma sigmoide. Entonces ?En
qué parte de la curva sigmoide se ubica esta pequeña porción esquemática? Quizás se ajusta a
la primera inflexión de esa curva (marcada con una X) donde el promedio de crecimiento comienza
a aumentar rápidamente. En ese caso, como lo señala la figura 4, la extrapolación de la línea recta
desestimará enormemente el potencial de crecimiento; seremos aventajados por competidores que
realizan mayores inversiones. Pero, si nuestra curva pertenece al segundo punto de inflexión
(marcado con una Y), como también está señalado en el nuevo diagrama, estaremos abrigando
expectativas que desafortunadamente deberán fracasar. Habrá una sobre-inversión. En ambos
casos se ha perdido el negocio. En primera instancia, puede parecer bastante fácil identificar
donde se ubica el "ahora" en la curva de crecimiento total. Pero esto será cierto sólo si supiéramos
anticipadamente "que" era lo que crecía. Desafortunadamente, no lo sabemos. Sabemos que es
lo que creemos que son los negocios, que creemos que es nuestra base tecnológica. Se
desconoce bastante que resultarán ser los negocios, y que tecnología es la que estaremos utilizando
para entonces. Como se indicó anteriormente, nuestra mayor dificultad es la conceptual de
mantener una mente despierta en estos mismos asuntos.
Se puede identificar el origen de este problema, si una vez más estamos preparados para utilizar la
percepción retrospectiva. En la figura 5 se encuentra la curva envolvente del negocio (marcada
con una E). La tecnología A es con la cual estamos familiarizados: la tecnología B es la que (ahora
desconocida para nosotros debido a que no ha pasado el tiempo suficiente) dominará nuestra
industria en la próxima época. Aquí estamos en el tiempo t1. Estaría claro para nosotros si
pudiéramos ver más allá, que alrededor del tiempo t2 una nueva tecnología dominará nuestros
asuntos. Sin embargo, en este momento, está bastante poco claro. La empresa tendrá éxito o
fracasará dependiendo de nuestra inteligencia para identificar primero la tecnología B y luego invertir
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en ella en el momento apropiado. Evidentemente, esta no es una decisión del todo o nada que se
toma en un momento especial. Lo que sería preferible sería una mezcla de inversiones en todos
los tiempos entre t1 y t2 en ambas tecnologías. Se deberá seguir invirtiendo en la tecnología A
para asegurar que sigamos obteniendo beneficios y los resultados finales de las inversiones que se
hicieron en ello con mucha anterioridad. También se estará invirtiendo en la tecnología B, de modo
que se logre una adquisición sin dificultad cuando la tecnología A fracase.

Figura 5. (Con el consentimiento de Erich Jantsch y Science Journal)

Pero hay que recordar que el tiempo "presente" no va más allá de t1, y el resto del gráfico es
bastante hipotético. Por lo tanto, el problema psicológico implícito en este procedimiento es
inmenso, muy aparte de los problemas tecnológicos que posee. Alguien que pertenezca a los
superiores de la firma puede percibir el surgimiento de la tecnología B y la importancia de esta para
la empresa. Otras personas, considerando el origen en las cosas, declararán que el hombre está
demente. Después de todo, cualquiera que realmente conozca la empresa sabría que la tecnología
B no tiene ninguna relación con ella. Suponga que la batalla está vencida, y la gente está finalmente
convencida de la importancia de la tecnología B. Aún se deben tomar decisiones acerca de las
inversiones y aún existen muchos problemas. Algunas personas señalarán, lo que es muy correcto,
que una inversión en la tecnología B puede agotar los recursos de la compañía. Por dejar el
momento oportuno, no podrían apoyar la tecnología A para alcanzar su verdadero período de
resultados finales, y al mismo tiempo, no podrían alcanzar la utilidad en la tecnología B antes de
que se agoten los fondos. Estas personas que se oponen plantean puntos de gran validez. Pero,
por el contrario, si los consejos entregados por ellos prevalecen por mucho tiempo, la empresa
perderá sin duda su parte del mercado por los competidores que establecieron su tiempo en forma
correcta.

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Este hecho identifica el problema de la planificación corporativa. La administración ha tenido poca

relación con este tópico en el pasado, pero la frase de pronto se puso de moda. Quizás esta es
otra moda pasajera de las escuelas de administración y compañías consultoras. Yo sostendría que
esto no es así por los motivos planteados al comienzo de este capítulo. Las compañías siempre
han tenido problemas de planificación corporativa, pero los resolvieron por completa casualidad
porque las líneas de fuerza de la tecnología estaban casi horizontales (hay que recordar la figura 1).
Actualmente, como hemos podido ver, estas líneas están aumentando hacia arriba en un ángulo
incluso más empinado. Por lo tanto, el problema de adaptación de una compañía, que es el
problema de planificación corporativa, ya no puede ser tratado por "casualidad". Es un asunto de
la más seria importancia. En resumen: pasaron 500 años antes de que Sikorsky presentara el
helicóptero de Leonardo en una proposición comercial, pero veinte años a partir de la construcción
del primer computador en la Universidad de Pensilvania que no fue sólo una proposición comercial,
sino que una propuesta para dirigir el mundo. De hecho, la ciencia sólo está en sus comienzos y
casi todos los científicos que han existido, aún viven,. Esta es la curva de crecimiento explosiva de
la ciencia misma, y esto es lo que actualmente interfiere en el mundo. Ya no se sabe como dirigir
compañías, como organizarlas, como mantenerlas, como hacer siquiera algo de lo que respecta a
nivel de gobierno, empresa o industria. Parece que tanto el conocimiento como la experiencia se
han acabado. Nos encontramos en una situación experimental.
Es con respecto a este fundamento que la administración se enfrenta al computador electrónico.
Este instrumento ofrece dirigir su propia "tecnología B", algo que hace al mundo empresarial
completamente distinto. Pero la administración se ha abierto a las posibilidades de un modo que
prácticamente impide el surgimiento de un nuevo sistema administrativo. En cambio, se ha
intentado incorporar el computador a la tecnología empresarial A, mejorando, o mejor dicho,
simplemente reforzando los métodos para regular los asuntos que ya son conocidos para los
administradores. Creo que he detectado cuatro fases en este proceso.
La primera fase fue sorprendente. Los publicistas denominaban a los computadores "cerebros
electrónicos", mientras que la gente que estaba informada decía que no se parecían del todo a los
cerebros. ?Qué es lo que realmente se esperaba que hicieran? Esta pregunta fue contestada
según el temperamento, pero muchos administradores sospechaban dos cosas. Los
computadores podían resultar ser incomprensibles para el administrador mismo, y por lo tanto
constituir una amenaza personal considerable; en ambos casos el costo podría ser desastroso.
Pero el administrador de buen nivel tiene cualidades más firmes que esto. En la segunda etapa,
enfrentó en forma muy apropiada el origen de la máquina e hizo un verdadero esfuerzo para
entender el método básico de operación. Pronto descubrió que la máquina posee poca capacidad
mental. Este descubrimiento no sólo eliminó los temores que no se justificaban, pero también
terminó con todo sentido de admiración, y esto fue una pena.
Aunque los computadores de hoy en día están muy lejos del alcance del cerebro humano en tantas
capacidades, en muchos aspectos se consideran muy superiores a los computadores de nuestras
mentes. Pero en esta segunda fase la gente perdió de vista el hecho, y comenzaron a discutir
problemas algo triviales acerca de la relación entre máquina de escribir y máquinas científicas en
términos, por ejemplo, del requisito de entrada/salida. De este modo, los problemas administrativos
rápidamente pasaron a ser políticos, debido a que la gente utilizó estos argumentos triviales para
justificar diferentes computadores en la oficina y en el laboratorio de investigación, y nuevamente
un computador distinto en el área de producción. Cualquier factor que aumente el deseo por la
construcción de un imperio no sólo se convierte en un vicio, sino que también distrae de los
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problemas que debieran ser analizados.

Para el administrador, esto constituirá la era del procesamiento electrónico de datos, al cual se hace
referencia por la ingeniosa sigla PED. Sin considerar los propósitos para los cuales se utilizarían
los datos procesados, todo el esfuerzo estaría ahora enfocado a la discusión de si se podría
proporcionar en forma más rápida y de menor costo mayor cantidad de datos y mejores por medio
de la instalación de un computador o de procedimientos de oficina ortodoxos más modernos. Esto
fue realizado (y evidentemente este es un proceso que aún existe) y algunos administradores
decidieron seguir adelante e instalar computadores. Y esto nos llevó a la tercera fase, en la cual
permanecen la mayoría de las empresas. El uso de los computadores, haciendo el papel de
nuevas visiones para los de más edad, está bastante difundido. El trabajo de oficina rutinario lo
realizan las máquinas; a veces se ha ahorrado personal, y otras no. Se ha obtenido mayor
producción y mejor; a veces la gente ha sabido como hacer uso de ella y otras no. Se han tratado
de obtener una variedad de beneficios; en ciertas oportunidades se ha ahorrado dinero, pero con
demasiada frecuencia el resultado final ha sido insignificante. Muchos de los que incorporaron
computadores durante la fase dos se desilusionaron en la fase tres, mientras que otros que no
llegaron a sentirse así, pensaron que obtuvieron buenos resultados.
Sin embargo, mientras tanto los líderes en el campo han ingresado a una cuarta fase de desarrollo.
Comienza por enfrentar el siguiente dilema. Ya ha ocurrido bastante en el mundo de los
computadores para demostrar que estas máquinas actualmente ya están incorporadas a nosotros
en forma permanente. La historia ha demostrado en forma penosa, que una vez que el hombre
sabe como realizar una función por medio de una máquina, esta pasa a ser la que participa y el
hombre queda excluido. Y, sin embargo, existen decepciones, y la economía de toda la empresa
parece algo firme. La respuesta al dilema comienza a aclararse. Demasiados administradores se
han deslumbrado en términos del PED por el argumento de que es "mejor y de mejor rapidez", con
el resultado de que se ha puesto poca atención reciente a los objetivos para los cuales se supone
que sirve la información entregada a tiempo. Esto, que ha sido declarado en la fase cuatro, es
información administrativa. Y por lo tanto, las letras mágicas PED son reemplazadas por las letras
igual de mágicas, SIE, sistemas de información administrativa.
Sin duda, esto parece ser otro avance. Pareciera que se ha tomado en serio la pregunta acerca
de los objetivos del PED. Pero en realidad, cada vez nos planteamos según las filosofías
empresariales del pasado. Se sigue reemplazando una cosa por otra que es de hecho más
efectiva, y ahora tenemos una amplia visión por medio de la cual todos estos bits y partes serán
integrados en una gran red informativa. Toda la empresa funcionará basándose en un "hecho
inmediato", debido a que los administrativos obtendrán cualquier ítem de conocimiento que
requieran de una gran base de datos, a la cual se incorporarán todos los hechos acerca de la
empresa. En un capítulo posterior se demostrará en forma explícita por qué esta visión del futuro
es realmente imposible de cumplirse. El argumento para el presente estaba basado en el hecho
de que incluso si estos pronósticos fueran razonables, aún no habríamos dado en el clavo.
Los datos reales acerca de una empresa son abundantes. Proliferan de un segundo a otro que
pasa. La mayoría no tienen valor, en el sentido de que no tienen relación con las decisiones
empresariales. No se logra nada útil si son registrados, clasificados de diferentes maneras y si se
realizan gran número de tablas. Por el contrario, los administradores se ven enfrentados a una
enorme cantidad de hechos que no sirven. Sin duda que se pueden considerar algunos hechos
que tienen valor, pero si así ocurre se perderán sin dejar huella. El administrador quiere hechos, y
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estos pasan a ser información sólo cuando algo cambia. El administrador es el instrumento de
cambio (de otro modo, ?qué es lo que hace?) lo que quiere decir que su trabajo es el de controlar.
Esto significa que el trabajo no es del todo diseñar un sistema de procesamiento de datos, pero
diseñar un sistema de control. Y si utilizamos el computador simplemente para iniciar una versión
avanzada del antiguo tipo de sistema de control, que no era apropiado simplemente debido a que
no teníamos computadores, no nos encontramos en una mejor situación que antes. Ocurre lo
mismo con las técnicas de planificación, que son parte de los métodos de control del administrador,
y que necesitan en forma urgente ser mejoradas en el aspecto de cambio tecnológico. Ya que
nuevamente nos concentramos en métodos más eficientes para hacer las cosas en lugar de
concentrarnos en lo que hacemos. ?Cuál es la finalidad de poner en práctica planes siempre más
rápidos, más eficientes, más cercanos a la perfección, si son planes que no sirven? En resumen,
la pregunta acerca de como utilizar el computador en la empresa, es la errónea. Una mejor manera
de formular la interrogante es preguntar de que modo debiera funcionar la empresa dado que existen
los computadores. La mejor versión de todas es la pregunta que incluye que, computadores
existentes. La empresa en la actualidad es. Bajo los problemas de una buena práctica en la
empresa moderna se encuentran los problemas de control y bajo estos será a su vez el problema
del control para qué finalidad.
En el fondo de estos problemas, el problema de control es como un punto de apoyo. Si el
administrador es el que dirigirá la empresa del todo, o en relación a esto, el gobierno es el que
dirigirá al país, se requiere un nuevo sistema de control más complejo, y puede ser accequible a
través del computador. Si deseamos responder las preguntas acerca del origen y objetivos de la
empresa el sistema de control en sí debiera hacer manifiesto de la evidencia en la cual pueden
basarse las opiniones. Esto es posible en el sentido de que los controles que se requieren no se
relacionan simplemente a la economía interna, sino que también a la vinculación en la empresa
misma con el mundo exterior.
En la actualidad el estudio de control es una ciencia que está en todo su derecho, y se conoce con
el nombre de cibernética. Si existe el deseo de diseñar nuevos sistemas de control administrativo
deben tener un valor cibernético y ser más que un fondo de aplicaciones computacionales que han
surgido del planteamiento de "nuevas visiones para los antiguos intentos". Ahora me refiero a la
estructura, es decir, a la organización, más bien que a los hechos y al flujo de información. Quizá
lo que puede ofrecer la tecnología administrativa B sobre la tecnología administrativa A es
precisamente una forma cibernética.
El principal descubrimiento de la cibernética después de una historia de veinticinco años, y de hecho
lo que le da el derecho para ser denominada una ciencia coherente, es que existen principios de
control fundamentales que se aplican a todos los grandes sistemas. Los principios que se han
descubierto han sido investigados en sistemas vivientes (tales como el cerebro), en sistemas
electrónicos (como por ejemplo los computadores) y también en sistemas sociales y económicos.
Todo este libro trata del aporte de la cibernética, la ciencia del control, a la administración, la
profesión del control.
Al principio de este proyecto tengo una sugerencia que hacer acerca del modo como se debiera
considerar el tópico de la administración misma. El planteamiento se presenta por analogía con
parte de aritmética. La aritmética común tiene que ver con cálculos en los cuales se utilizan
números naturales, 1, 2, 3, 4, 5, etc., pero existe otro tema, que pertenece a las matemáticas
avanzadas denominado "la aritmética superior". Esta trata del estudio de las leyes que rigen el
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 TRADUCCIÓN PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “BRAIN OF THE FIRM” (STAFFORD BEER)

modo se comportan en general estos números naturales. Evidentemente este es un estudio de un

sistema más complicado; uno espera que los niños sean capaces de sumar dos dígitos juntos, pero
se requiere de un matemático para entender el origen del proceso que ocurre cuando, por ejemplo,
se realiza este procedimiento para pares arbitrarios de números arreglados de modo arbitrario. La
analogía es la siguiente: en la mayoría de los cursos de capacitación organizados para
administradores, el tema a tratar es conocido como "estudios administrativos". Esto, como
comúnmente se presenta, trata en esencia del manejo de datos acerca de un negocio. Por
ejemplo, cómo calcular el descuento de una cantidad de dinero, parece (a un nivel más difícil) el
mismo tipo de procedimiento que el de sumar dos dígitos en aritmética. Luego, quizás se podría
definir un nuevo tema, que sea denominado "la administración superior", que trate de las reglas que
rijan el comportamiento de estos datos. En general, ?cómo funcionan las medidas que se utilizan
en las empresas, y en especial, cómo están relacionadas unas con otras? En resumen, busco
promover el estudio de administración a un nivel elevado, en el cual nos preocuparíamos más del
origen de las cosas y sus relaciones estructurales, que de la parte operacional que es estrictamente
consecuente. La administración superior es acerca de un sistema de cálculo.
El problema que tenemos ante nosotros que necesita sobretodo ser considerado desde este punto
de vista, es la relación entre el hombre y la máquina. Hemos visto el computador utilizado como
una máquina rápida para sumar, considerada como un método de mayor velocidad y posiblemente
más exacto para "realizar las sumas". Será necesario considerarla como algo más que esto, y
utilizarla en forma mucho más inteligente. Ya que, por muy poca capacidad mental que pueda
tener el computador, su enorme capacidad para almacenar información, su capacidad de
recuperación de información increíblemente rápida, y su vasta capacidad sobrehumana para hacer
malabares con miles de variables cuantitativas en forma simultánea, ofrece al hombre una ventaja
que, por decirlo así, califica a la máquina en un mismo nivel.
Rápidamente se acerca a la dicotomía medieval un fin entre la máquina con vida y la inanimada.
Hemos observado gran cantidad de máquinas que se devoran a los hombres que las hacen
funcionar, ya que los hombres no constituyen más que obstáculos en todo el montaje. Hemos
observado máquinas embutidas en el hombre, tales como los marcapasos eléctricos para el
corazón. Hemos visto máquinas que limitan al hombre y máquinas que son extensiones del
hombre. El computador es una máquina que supera el aumento del esfuerzo muscular, y del
esfuerzo de control que se requiere para ser preciso. Es algo que puede ser utilizado como un
lóbulo extra del cerebro. En la actualidad puede existir, de hecho en algún momento sin duda
habrá, algún tipo de fusión entre el hombre y la máquina, una simbiosis.
Anteriormente en este capítulo pudimos observar que en la actualidad la ciencia tiende a no
reconocer el acontecimiento especial, pero sí sólo el proceso continuo. Mi opinión personal es que
creo que parte del mensaje de la cibernética es que, por la misma razón, no existe un mecanismo
de control único que sea reconocible por su estructura. El cerebro puede estar formado por
proteínas, y el computador por semi-conductores. El comportamiento del tipo cerebral, quizás del
tipo más complejo que cualquiera de los dos pueda lograr sólo, no constituye una función de estas
estructuras particulares. Es una función de las reglas de control a través de las cuales pueden ser
organizadas para operar al unísono.
PENSEMOSLO NUEVAMENTE - DE NUEVO
A continuación, esta es la segunda edición que aparece por derecho propio. Se habrán dado
cuenta que fue necesario interrumpir la primera edición sólo dos veces para actualizar los hechos.
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 TRADUCCIÓN PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “BRAIN OF THE FIRM” (STAFFORD BEER)

Las páginas recientes pudieron haber sido corregidas par decir que la cibernética ya existe desde
hace 35 años; y para señalar que existe cierta evidencia de que las curvas de crecimiento
desacreditadas, a las que se hace referencia, podían resultar no sólo exponenciales, sino que
también hiperbólicas. Sin embargo, no acostumbro a pedir disculpas por información subestimada,
y las curvas deben ser responsables de su propia exageración.
Aún prevalecen los argumentos que fueron puestos en práctica en este capítulo como fueron
escritos en forma original.. A menudo me han acusado de ser un "profeta de fatalidades"; pero
resulta que sólo mi optimismo no tenía bases. Debiera ser peor discutir por qué esto resultó así, y
obviamente las claves deben estar en aquellas dos anteriores interrupciones que fue necesario
hacer. La primera de ellas incluía estas palabras:
"Las ideas audaces pronto son restringidas por el hecho que se ha
observado de que pareciera que los que las proponen no pueden
llegar ellos mismos a una conclusión propia y de este modo
prevalecen las ideas antiguas. No es debido a que tengan éxito: no
lo tienen, y el mundo se encuentra en una confusión peor para
probarlo".
Mi sugerencia es que existen dos razones principales por lo que esto sucede. A primera vista
parecen ser muy diferentes.
La gente adopta ideas audaces así parecen ser liberadores. Las cosas siempre han resultado mal:
a continuación se presentan nuevas ideas que corregirán todo. En este sentido las ideas audaces
son el medio intelectual y pacífico de participar en los enfrentamientos de guerrillas contra el poder
defensivo de las Reglas establecidas obsoletas y represivas. El problema es el siguiente: no nos
enfrentamos solamente a las cualidades atractivas de una idea como si estuviera yuxtapuesta
opuesta a otra. Esto puede ocurrir para el individuo que anda en busca de Dios, o para una familia
u otro grupo pequeño en busca de un estilo de vida más satisfactorio. Pero incluso en estos casos,
la incorporación de la idea, su puesta en práctica en un contexto de sociedad, enfrenta una reacción
sistemática. es decir, el sistema al cual pertenece el individuo o el grupo pequeño provee algo
(dentro de ciertos límites estrechos) que plantea como un "comportamiento normal". Desviarse de
esta norma no es sólo algo incomprensible y confuso para otros del sistema: con el mejor deseo en
el mundo, el sistema no es tan organizado como para adaptarlo. Por ejemplo, cualquier mujer
casada de nuestra sociedad que busca comportarse como un individuo libre, pronto descubre (a
pesar de que todas las Actas del Parlamento están en contra) que está limitada por las antiguas
ideas. Se le pedirá la firma del marido cuando se trate de contratos que ella misma puede
legalmente autorizar, y así sucesivamente. Todo esto ocurre debido a que el estusiasmo
reformador no es suficiente por parte de los reformadores, no trabajan según las consecuencias
sistémicas de sus ideas audaces.
Esto es aún más evidente en el campo de la administración empresarial, debido a que las
ramificaciones sistémicas de cualquier verdadera nueva proposición son inevitablemente cualquier
cantidad. La sencillez con la cual se lanza una idea audaz a menudo plantea su propio fracaso
cuando está en la mitad de su entusiasmo. Con frecuencia quedo sorprendido por el hecho de que
cada vez que se requiere de un ejemplo para ilustrar lo que escribo en ese momento, siempre hay
uno disponible en las noticias del día correspondiente. Hoy, este mismo día, un líder sindical de
Gran Bretaña pidió que todos los laboratorios en los cuales se trabaja con bacterias patogénicas
debían ser trasladadas a áreas alejadas, y ser resguardados con cables y perros. Esto constituye
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 TRADUCCIÓN PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “BRAIN OF THE FIRM” (STAFFORD BEER)

una nueva idea originada por una preocupación muy comprensible y correcta por la falta de
seguridad biológica en un laboratorio existente, en el que hace poco murió un miembro del sindicato
de este líder. Pero la única razón por la cual se cultivan del todo estas bacterias letales es para
objetivos educacionales. Incluso si se puede transportar a los estudiantes de medicina a "áreas
alejadas" para enseñarles, es seguro que los pocos especialistas capaces de hacerlo no
conseguirán llegar. Y esto no es debido a que sean gente mala, sino que debido a que el sistema
en el cual está embutido todo este problema requiere en forma urgente la presencia de ellos en los
verdaderos hospitales metropolitanos de enseñanza que presentan cierto riesgo posible.
No hay que permitir que ningún administrador "del lado contrario" se ría porque el ejemplo del día
trata de un sindicalista: los administradores de todos los bandos simplemente no se percatan del
sistema en el cual están introducidos sus paliativos de cortos períodos, y de este modo, tampoco
hacen que funcionen las consecuencias sistémicas. Al haber planteado todo esto, nuevamente me
convierto en el enemigo de todos. Pero puede ser que sólo sucede que el cerebro humano es
demasiado pequeño, y el espíritu humano demasiado indeciso para manejar las ramificaciones del
sistema con el cual inevitablemente debe tratar. Sin embargo, fue la ambición y la avaricia humana
las que crearon este "sistema" en primer lugar. Este libro busca las respuestas en el cerebro.
Esta primera razón por la cual a menudo fracasan las ideas audaces y prevalecen las antiguas, es
favorable. Tan solo refleja la debilidad y deficiencia humana. No es una "teoría de conspiración",
que señala que los poderes malignos se unen en contra de cualquier tipo de innovación. Sin
embargo, también existe una explicación maligna, aunque tampoco es una "teoría de conspiración".
La palabra maligno simplemente significa opuesto a la viabilidad. No tenemos necesidad de ser
paranoicos para reconocer que realmente estamos enfermos.
Esta segunda explicación señala que la nueva idea no sólo va más allá del entendimiento del
sistema existente, sino que es considerado como una amenaza para su propio status quo.
Evidentemente lo es. Esto no es necesariamente debido a su determinación para mantenerse en
el poder, aunque esto es a menudo un hecho. Principalmente se debe a que el actual sistema no
sabe qué ocurrirá si se adopta la nueva idea. La primera explicación señalaba que el innovador no
logra obtener resultados por medio de las consecuencias sistemáticas de la nueva idea. La
segunda explicación plantea que la Reglas establecidas tampoco lo pueden lograr, y con mayor
razón; y lo que es más, señala que no plantean ningún incentivo para hacerlo. ?En nombre de
Dios, no fue su propia idea! El innovador es quien tiene la responsabilidad, lo que parece
perfectamente razonable. Lo es hasta que uno recuerda la ecuación del poder: resulta que las
Reglas establecidas controlan los recursos que requiere la idea audaz . . .
Al considerar la cibernética de las organizaciones prestigiosas que son creadas para administrar los
fondos para la investigación a favor del gobierno, en condiciones normales, el mecanismo es
conducido hacia: (a) gastar dinero según la votación y (b) asegurar de que dicho gasto puede ser
justificado. Ahora bien, si el dinero es destinado para la expansión del conocimiento ya existente,
bajo la protección de académicos de una sólida reputación que ya dominan el campo de interés, el
sistema no puede dejar de demostrar que el dinero fue "bien gastado", en especial debido a que los
supervisores de esta decisión son los miembros del comité que reciben las autorizaciones (o fueron
el año pasado o lo serán el año siguiente). Sin embargo, si se persiguen "ideas audaces" estas
por definición pueden fracasar; luego los miembros de la organización, y aquellos que los
designaron, estarán indefensos frente a las críticas.
Este análisis no es una crítica inútil de las máquinas status quo que constituyen estas
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 TRADUCCIÓN PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO “BRAIN OF THE FIRM” (STAFFORD BEER)

organizaciones, ni yo tampoco he sufrido personalmente en sus manos. Dado que durante mi vida
nunca he postulado, ni me ha sido otorgado un fondo para la investigación, ni aún he aceptado ser
miembro de una organización que otorgue fondos, planteo reclamos con un grado de objetividad
razonable. Y a menos que mi memoria haya fallado, no conozco ningún caso en el cual haya
estado a favor de una idea audaz que haya recibido su financiamiento, ni tampoco de algún caso
en que haya estado en contra de una idea debido a que no era audaz y que no haya sido aprobada
la postulación para los fondos.
Vale la pena señalar que cualquier persona audaz en forma consciente que llega a realizar esto,
sólo tiene la alternativa de no participar en el sistema de otorgamiento de fondos. Si el apoyo
garantiza el fracaso, mientras que la negación garantiza el éxito, la única estrategia que sería
efectiva es recomendar lo contrario del juicio que uno ha emitido; y esta estrategia es insostenible.
Pero al no participar en el sistema, uno forzosamente reafirma la máquina status quo; se es mucho
más libre no siendo audaz. Se podría resolver el dilema, pero no por cualquier individuo rebelde:
como siempre, la respuesta cibernética es estructural. Sólo hasta que se haya demostrado que se
gastó cierta cantidad de dinero para la investigación, existirá la posibilidad de ver que el resto ha
sido realmente bien invertido, y esta proporción no puede ser establecida como un asunto de
contabilidad, ya que nadie puede demostrar cual sería el porcentaje. Esto tiene que surgir como
un límite psicológico del homeostato que regula los gastos para la investigación . . . Pero la
terminología supera las explicaciones planteadas en este libro, y la esperanza de que los gastos
públicos para la investigación sean controlados honestamente, supera su realización (incluso el
intento de esta).
Evidentemente, mientras tanto, prevalecen las ideas antiguas. En este momento, se puede
predecir que el análisis anterior será calificado como una simplificación excesiva. Esto es una
táctica inicial para tratar de asegurar que nada será llevado a cabo. En cuanto a la evidencia
aducida, se puede predecir que esta será denominada una "típica exageración": esto constituye la
clásica técnica ad hominem. Los críticos serios consultan al Consejo Social de Investigación
Científica en el caso de los hechos, si es que aún pueden encontrarse.
Como se aseguró, las dos explicaciones al fracaso de las ideas audaces comprueban ser
básicamente diferentes: la primera es favorable y la segunda es maligna. Pero, como también se
mencionó, la diferencia es una que sólo se observa a primera vista. Ambas explicaciones
comparten una razón común: el no poder tratar los problemas como señales de mala organización
sistémica, y en lugar de esto imaginarse que son males que se incorporan al sistema que puede ser
exorcizado, o problemas técnicos provocados por monos que pueden ser golpeados en la cabeza.
El objetivo administrativo y científico de las consecuencias sistémicas, es una solución general. En
el caso de la explicación favorable, significa observar de qué modo el sistema necesariamente
reaccionará ante una innovación que percibe como una alternativa de la forma d entrada; en el caso
maligno, significa evaluar la manera en que el sistema probablemente reaccionará ante la amenaza,
es decir, amenaza a su propia integridad. En la mayoría de los casos, una idea audaz dará como
resultado reacciones favorables y malignas. El fracaso del supuesto innovador para distinguir entre
las dos puede catalogarlo como incapaz como estrategia. En forma extrema, lo puede catalogar
un sicótico como persona.
Pero cualquiera sea la forma como resulten los detalles, prevalecen las ideas antiguas: por lo tanto,
de nuevo, "pensémoslo nuevamente".
La segunda interrupción en la primera edición de este capítulo estaba relacionada con el
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microprocesador. Esta es una innovación reciente, de hecho una idea audaz, pero también un
hecho concreto. Se requiere establecer la diferencia. Creo que no existe una diferencia filosófica
entre una nueva idea válida y un pedazo de hardware que funciona; si existe, sin duda no se puede
distinguir por los hechos de que una idea válida es bastante concreta para aquellos que la entienden,
mientras que ningún montón de fierro tiene potencialidad mientras no tenga el apoyo de un
programa apropiado. Se requiere establecer la diferencia en otros aspectos, y estos son las
unidades de dinero. Legalmente, no es posible patentar una idea, ni siquiera cobrar los derechos
de autor de las fotocopias que la gente toma ilegalmente de los libros en los cuales se expresó la
idea. Pero legalmente se pueden obtener grandes sumas de dinero de aparatos porque pueden
ser patentados, que es justamente lo que han hecho los fabricantes de computadores. Esto está
bien, en nuestro tipo de sociedad. Lo que no está nada correcto es que el poder del dinero para
ejercer control sobre el primer cuarto de siglo de la computación, ha bloqueado totalmente sus
verdaderas ideas audaces, tanto por razones favorables y malignas en términos sistémicos. Sin
embargo, existe un buen motivo para pensar que se terminó el dominio del dinero, incluso en nuestro
tipo de sociedad, en la que hay interés por la computación.
Como se señaló en la segunda interrupción, el punto acerca de los microprocesadores es lo barato.
"Esto deja a los computadores fuera de los grandes negocios: un desarrollo devastador". Y de
hecho es así. En el pasado, jóvenes brillantes que querían trabajar con computadores debían
obedecer las órdenes dadas en forma enérgica y a menudo cruel por aquellos que obtenían las
ganancias. Los desastrosos resultados generales son fáciles de distinguir; se harán otras
referencias sobre esto en capítulos posteriores. El desafío a la administración se renovó en sí
después de 25 años . . .
La parte de este capítulo que no está cambiada advirtió cuatro fases en la relación empresarial a la
llegada, en el campo de la administración, del computador electrónico.
"La primera fase fue sorprendente".
"En el segundo paso . . . pronto descubrió que la mayoría no tenía mucha capacidad mental".
" . . . la tercera fase, en la cual se quedan la mayoría de las empresas. El uso de los computadores
es bastante difundido en su papel de contribuir con nuevas visiones para los viejos".
" . . . fase cuatro, es información administrativa. Y por lo tanto las mágicas letras PED están siendo
reemplazadas por las letras igual de mágicas SIA, sistemas de información administrativa.
Después de explicar el motivo por el cual esta tentativa no daría resultado (ni tampoco lo ha dado),
el análisis planteó la pregunta cómo, que, computadores existentes, la empresa en la actualidad es.
Los microprocesadores, según la segunda interrupción planteada, "constituirán una revolución
mucho mayor que la invención de los computadores mismos". Como esto ha sido planteado, la
reacción empresarial a estos desarrollos es sorprendente. Volvemos todo un cuarto siglo atrás a
la fase uno. Las otras fases no se pueden duplicar ellas mismas nuevamente de la misma manera,
debido a que el poder del dinero no ejercerá la misma influencia. Los administradores se pondrán
a un mismo nivel en esta segunda revolución electrónica; ellos apoyarán a los jóvenes brillantes, ya
que el dinero comprometido será insignificante. Las asignaciones no tendrán que ir a nivel de
consejo para ser malentendidas firmemente y ser desplazadas por los intereses invertidos de los
productores adinerados. Además (que no sea publicado en Gath), algunos de estos
administradores serán ellos mismos jóvenes brillantes, y algunos de estos serán ellos mismos
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administradores; y habrán otros que adoptarán y podrán tener esta tecnología y que no son muy
jóvenes ni tampoco administradores, pero que tienen diferentes intereses acerca del futuro del
mundo, algunos favorables y otros malignos . . .
No interferiré nuevamente en el desarrollo de este libro al hacer interrupciones y adiciones
especiales, como en este capítulo, pero sólo revisaré el texto en vista de la experiencia.
El mensaje prevalece: Pensémoslo nuevamente.

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