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-Cada persona, que se presenta en nuestras vidas siempre será

la que debe presentarse, nadie llega por casualidad sino por


causalidad.
Todas aquellas que nos rodean, así como con las que interactuamos
aunque sea brevemente, fueron atraídas para fungir de instrumentos, o en
todo caso como activadores energéticos, tanto ellas para con nosotros y
viceversa, con el único fin de que el encuentro nos permita estimular
nuestras energías, a través de ciertos eventos que deberían ir sutilizando
el posible estado denso en el que se encuentran.
Cuando no se alcanza una adecuada sutilización, y por el
contrario se tergiversan más por el incorrecto accionar, esta
imperfección energética será la excusa para que más adelante se
atraigan, quizás a las mismas o, a otras con similares niveles, lo
que puede resultar aún más difícil, hostil y/o desagradable.
- Todo lo que sucede es fruto o reacción a la acción realizada
por nosotros, tenemos que asumir que somos responsables
por lo que nos pasa.
“Cosechamos lo que sembramos, y sembramos lo que
cosecharemos...".
Lo que pasó llamado bueno o malo, fue atraído por mi accionar
por lo tanto es causal, sea yo conciente o inconsciente de mis
actos.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden
son regidas por la causa y el efecto, aunque nuestra mente
y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
Igual sucede con ciertos eventos que calificamos
como de suerte o milagros.
En este caso, cuando suceden situaciones muy agradables o
milagrosas que no esperábamos, lo que ha ocurrido es que
alguna experiencia de dolor o frustración experimentada,
inconcientemente nos ha permitido reorganizar
bruscamente nuestras energías en positivo.
Pero si estos cambios resultan opuestos a lo que nos pudo haber
sido útil, en cuanto a activación y transformación energética se
refiere, estaremos inconcientemente provocando y a la vez
“procreando”, otras circunstancias que a la final puede que nos
resulten iguales o peores a las que supuestamente cambiamos.
- El momento en que se comience a realizar algo es el momento
correcto, no pudo ser antes, ni puede ser después.
Así es la forma en que funcionan las energías del cosmos
para alcanzar su equilibrio.
Ellas se organizan y reorganizan de tal manera que ocurra lo que
debe ocurrir con el fin de estimular en nosotros esas energías
que deben ser activadas y desarrolladas, para que luego se
fortalezcan y se liberen, siempre en la búsqueda de la perfección
energética en que se encontraban al inicio del tiempo.
- Cuando algo termina, ¡termina! Simplemente así.
No debemos forzar situaciones ni obligar a nadie.
Todo lo que concluye, siempre será en beneficio de la evolución
de todos, por tal motivo es mejor dejarlo pasar y continuar
avanzando enriquecidos con la experiencia.
Cada situación experimentada, no es más que el resultado
energético atraído por nuestras acciones pasadas,
incluso las experimentadas en otras existencias.
Cada causa tiene su efecto, que más adelante éste
se convertirá en causa para nuevos efectos, argumento que
deroga cualquier hecho justificado con la casualidad.
Cuando nos hacemos concientes de esta realidad, podemos comenzar
a manejar la balanza a nuestro favor y cambiamos el destino por el
designio: esto es reacciones a favor nuestro y a favor del resto de la
humanidad, lo que se conoce como el Darma , haciendo de este
mundo, un Mundo Mejor.

Un Abrazo

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