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humano en la
organización
PID_00265368
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© FUOC • PID_00265368 Comportamiento humano en la organización
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 10
Resumen....................................................................................................... 67
Actividades.................................................................................................. 73
Bibliografía................................................................................................. 75
© FUOC • PID_00265368 5 Comportamiento humano en la organización
Introducción
El concepto de organización
El enfoque más aceptado hoy en día para definirlo proviene de los planteamientos de
Barnard, quien entendía la organización como un sistema cooperativo a través del cual
se coordinan conscientemente actividades humanas, y que tiene necesariamente que
equilibrar la aportación que cada una de las personas que las componen hacen, con las
recompensas que reciben.
Así explicado, decir que las organizaciones están compuestas por personas pue-
de parecer una obviedad. Sin embargo, durante muchos años y en buena me-
dida todavía en algunas organizaciones, los modelos de gestión obvian esta
dimensión humana. El enfoque de dirección de los recursos humanos, duran-
te buena parte del siglo XX, ha estado dominado por el denominado enfoque
taylorista, basado en la creencia de que el trabajo humano podía cuantificar-
se y mecanizarse, aplicando criterios científicos. Según estos planteamientos,
para organizar el trabajo en una factoría, los directivos deberían limitarse a:
(1) encontrar un grupo de obreros particularmente hábiles en la ejecución del
trabajo que se iba a realizar, (2) definir la serie exacta de movimientos que
estos han de llevar a cabo, así como los materiales que necesitan emplear, (3)
determinar los tiempos necesarios para realizar cada actividad y (4) eliminar
todos los movimientos inútiles, o que ralentizan el trabajo.
Parece claro, por tanto, que para gestionar una organización hoy en día no bas-
ta con aplicar conocimientos técnicos. Resulta necesario comprender el com-
portamiento de las personas que la componen, con un doble objetivo: prime-
© FUOC • PID_00265368 6 Comportamiento humano en la organización
Tiempos modernos
El largometraje Tiempos modernos, escrito y dirigido por Charles Chaplin en 1935, plantea
una crítica especialmente ácida del enfoque laboral taylorista, poniendo énfasis en la
deshumanización del trabajo y en los efectos que la mecanización tiene sobre aspectos
como el estrés, la motivación o la satisfacción de los trabajadores, que, como veremos en
este módulo, son esenciales para el desempeño de la organización.
Hoy en día, resulta difícil concebir la dirección de recursos humanos sin hacer
referencia a estas variables comportamentales. Antes de estudiar de qué forma
pueden articularse políticas como la selección, la remuneración, o la evalua-
© FUOC • PID_00265368 8 Comportamiento humano en la organización
Llegados a este punto, cabe plantearse ya cuáles son esas variables de compor-
tamiento sobre las que podemos incidir para mejorar todos estos aspectos. Pa-
ra presentar una visión ordenada de ellas, hemos optado por diferenciar tres
niveles:
Objetivos
Los contenidos del presente módulo han sido diseñados para introducir al
estudiante en los aspectos básicos del comportamiento organizativo, con el
objetivo de que sea capaz de:
2. Comprender los efectos que una adecuada gestión de las variables vincu-
ladas al comportamiento de los empleados puede tener para la eficacia de
las políticas de recursos humanos.
8. Delimitar las características de los líderes, así como los tipos de liderazgo.
10. Comprender las dinámicas internas en los grupos de trabajo, así como
aquellos aspectos que afectan a la voluntad de los trabajadores de parti-
cipar o no en ellos.
Ejemplo
Por último, para poder comprender de qué manera las emociones afectan al
desempeño en el trabajo, es necesario considerar el carácter�dinámico de la
satisfacción. Dada la multitud de factores que le afectan y la complejidad de
estos, es perfectamente esperable que los niveles de satisfacción de los emplea-
dos varíen con el paso del tiempo y se vean afectados por cambios en las con-
diciones de trabajo. En este sentido, resultan muy interesantes diferentes estu-
dios que han analizado cómo los niveles de satisfacción evolucionan a lo largo
de la carrera profesional de los empleados, confirmando que los empleados
más mayores tienden a estar comparativamente más satisfechos, al reducir sus
expectativas a un nivel más realista y tener más capacidad para ajustarse a sus
entornos de trabajo (Esquibel, Nicholson y Murdock, 2015).
Enlaces de interés
Los primeros planteamientos teóricos que definían qué se entendía por valores
laborales estaban claramente marcados por una visión protestante del trabajo,
en el que este tiene un valor en sí mismo, más allá de cualquier compensación
externa (Blood, 1969). Bajo esta visión, los referentes para la valoración de la
satisfacción en el trabajo estaban basados en afirmaciones como «el trabajo
duro hace a los empleados mejores personas» o «un buen indicador del valor
de una persona es la forma en la que desempeña su trabajo». En este sentido,
Wollack y otros (1971) definieron su Encuesta de Valores Laborales, en la que
se medían tres aspectos intrínsecos del trabajo: el orgullo en la realización de
las tareas, la preferencia por el trabajo y la implicación laboral de las personas.
Un poco más adelante, Rokeach (1973) daría un paso que supondría una revo-
lución en la delimitación de los valores laborales, al asumir que era necesario
considerar no solo la valoración global que las personas y las organizaciones
hacen del trabajo, sino una batería mayor de aspectos específicos. Tratando
de plantear una revisión lo más comprehensiva posible, que identificase todas
estas cuestiones, el psicólogo polaco diferenció entre dos tipos de valores (fi-
gura 3):
Las organizaciones, como entidades vivas y complejas, tienen sus propios va-
lores, diferentes de los de sus integrantes. En este caso, a diferencia de los va-
lores personales, provienen de una definición consciente de la dirección, que
los gestiona y configura como un elemento básico del diseño organizativo. Los
valores de la empresa sustentan su visión y sirven de base al posicionamiento
estratégico, situando a la organización frente a consumidores, trabajadores y
competidores. Los valores organizativos dan forma y sentido al colectivo, pero
también inspiran decisiones operativas, influyendo en los procesos de toma
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Visión: define las metas que se pretenden conseguir en el futuro, e incluye a lo que la
empresa aspira (¿qué quiero lograr?, ¿dónde quiero estar en el futuro?).
Valores: son los principios éticos sobre los que se asienta la empresa, que inspiran las
pautas de comportamiento (¿cómo somos?, ¿en qué creemos?).
Ahora bien, ¿cómo de fuertes son las culturas de empresa?, ¿en qué medida se
establecen estos contratos? Tratando de analizar estas cuestiones, la división
de estudios de la empresa Randstad (Randstad Research) desarrolló en 2017
un interesante informe en el que, analizando datos de 1.200 responsables de
recursos humanos y 7.800 profesionales de todos los sectores, estudiaban en
qué medida los valores demandados por las empresas coincidían con los que
ofrecían los empleados (figura 6). Así, se confirmaba que las empresas españo-
las demandaban de sus empleados compromiso (83 %), responsabilidad (68
%), iniciativa (53 %) y honestidad (51 %). Estos datos se solapan solo parcial-
mente con los valores que los profesionales encuestados realmente ofrecían,
fundamentalmente: responsabilidad (65 %), compromiso (63 %), superación
(45 %) y honestidad (44 %).
© FUOC • PID_00265368 22 Comportamiento humano en la organización
Ejemplo
Sobre esta base, proponemos una doble definición de motivación, que dife-
rencia entre los dos sentidos que acabamos de exponer:
© FUOC • PID_00265368 25 Comportamiento humano en la organización
Como podemos ver, ambas definiciones representan dos caras de una misma
moneda, que resultan relevantes porque determinan tres elementos�básicos
de�la�conducta de las personas:
3) Concretar los niveles de compensación con los que se alcanzan niveles óp-
timos de productividad.
Sobre los planteamientos de las teorías de proceso, con carácter más reciente
se han desarrollado otros enfoques con el objetivo de aportar a las organiza-
ciones criterios para inducir los comportamientos requeridos y sostenerlos en
el tiempo. El primero de estos enfoques es el que se ha dado en llamar teoría
de�la�equidad. Propuesta inicialmente por Adams (1963), explica la influencia
que sobre la motivación de las personas tiene la percepción de un trato justo.
Asume que los trabajadores, inevitablemente, tenderán a compararse con los
demás, con las situaciones en las que estos se encuentran dentro y fuera del
trabajo. Estas percepciones serán la base para construir un sentido propio de
lo que es justo o injusto. La base de la comparación será la contrastación de
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los esfuerzos que aportan a la organización (inputs) con los resultados (outputs)
que obtienen de esta. El análisis, muchas veces inconsciente, de la equidad
relativa se desarrolla según los criterios mostrados en la figura 8.
2)� Cambiar� los� resultados, por ejemplo, sacrificando calidad por cantidad
cuando se trabaja a destajo, o con incentivos variables.
6)�Abandonar la relación, cuando se considera que las desigualdades son in- Bibliografía
salvables. complementaria
Así, el hecho de que una persona actúe de una manera determinada estará
determinado por la coincidencia de tres cuestiones esenciales, que son consi-
deradas como elementos constitutivos de la motivación:
Como podéis observar, el eje del modelo sigue siendo el esquema básico moti-
vación - desempeño - recompensa, por lo que se asume que el comportamien-
to de las personas vendrá determinado tanto por sus niveles de motivación
como por lo que esperen a cambio del esfuerzo que despliegan. No obstante, se
introducen otros muchos aspectos que condicionan la relación y que requie-
ren ser considerados de manera específica.
Ejemplo
Una vez que coincidan los tres elementos descritos por la teoría AMO, el com-
portamiento de los empleados dará lugar a un determinado desempeño, que
se verá retribuido en forma de recompensas específicas, acordadas o no con
carácter previo a la relación. En este sentido, el modelo propone centrar el
análisis no solo en los mecanismos de retribución más evidentes, de carácter
explícito, cuantificable y económico, sino también en otro tipo de remunera-
ción implícita, a través de factores de tipo inmaterial. Entre los primeros, po-
demos encontrar elementos como el propio salario, los bonus y las primas por
objetivos, la retribución en especie o el ofrecimiento de días libres. Por su par-
te, los mecanismos de remuneración explícita comprenden factores más sub-
yacentes, como el reconocimiento por parte de la empresa, las posibilidades
de promoción o de formación, o el fomento de la participación de los trabaja-
dores en los procesos de toma de decisiones. Como la teoría de las expectativas
nos ha enseñado, resultará determinante la comparación que los empleados
hagan entre las remuneraciones que reciben –tanto explícitas como implíci-
tas– y las que esperaban obtener. Una ruptura de la percepción de equilibrio
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en este sentido puede tener un efecto muy negativo sobre los niveles de satis-
facción y de motivación de la plantilla, que terminará repercutiendo sobre la
productividad de la organización.
La charla TED ofrecida por el analista laboral Daniel Pink presenta buenos argumentos
para reflexionar acerca del papel de la motivación en las organizaciones actuales. Sobre
la base de argumentos científicos, descritos de forma clara y amena, explica por qué los
mecanismos tradicionales de motivación ya no producen los resultados que se esperan
de ellos. Puede consultarse el vídeo completo de la charla en el siguiente enlace: http://
www.ted.com/talks/dan_pink_on_motivation.
© FUOC • PID_00265368 35 Comportamiento humano en la organización
Así definido, el liderazgo facilita que las personas comprendan sus metas, pero,
además, las motiva para alcanzarlas y les marca el camino para hacerlo. En
este sentido, de la definición anterior se desprenden tres elementos básicos del
liderazgo, sin los cuales no tendría sentido alguno:
El liderazgo, por tanto, se diferencia del mero poder en que no busca impo-
ner un determinado comportamiento en contra de la voluntad de los demás.
Tampoco puede confundirse con el concepto de autoridad, que tiene impli-
caciones diferentes. La autoridad no deja de ser una forma de poder, en la que
la modificación de la conducta en otras personas no se consigue por medio de
la coacción o de la manipulación, sino gracias a la legitimidad con la que su
ostentación cuenta en la organización. El liderazgo, por el contrario, consigue
influir en los demás mediante el apoyo y la transmisión de un entusiasmo
compartido, en un proceso de carácter más informal, que busca influir sobre
los factores determinantes de la motivación.
Una vez descrita la importancia del liderazgo, cabe preguntarse qué caracterís-
ticas debe tener una persona para poder desempeñar este papel. Saber identifi-
car a líderes potenciales es algo que puede tener una importancia fundamen-
tal para la organización, ya que permitiría impulsar cambios en la plantilla
no mediante la imposición, sino por medio del fomento del compromiso. Sin
embargo, la cuestión no resulta fácil. Múltiples investigaciones han estudiado
en las últimas décadas los rasgos que definían a las personas que podían con-
siderarse líderes, analizando aspectos como sus características cognitivas y psi-
cológicas, sus factores motivacionales e incluso sus condiciones físicas. El tra-
bajo de Antonakis, Cianciolo y Sternberg (2004) recoge una buena revisión de
estos planteamientos y puede considerarse un punto de partida adecuado para
profundizar en las características del liderazgo. El interés del planteamiento
que hacen estos autores reside en el hecho de que no se centran únicamente
en rasgos de la personalidad de los líderes, sino que contemplan otras variables
especialmente importantes, de carácter cognitivo y social.
1) Rasgos personales:
• pasión
• integridad
• curiosidad
• audacia
2) Habilidades cognitivas:
• inteligencia general
• pensamiento creativo
3) Motivación:
• necesidad de poder
• necesidad de logro
4) Habilidades sociales:
• autocontrol
• inteligencia emocional
• inteligencia social
miembros del grupo. El objetivo del liderazgo, en este caso, es transformar, El siguiente artículo recoge
motivar y fomentar la innovación como medio para el crecimiento del grupo. una buena revisión sobre la
distinción clásica entre li-
En este caso, la legitimidad del liderazgo no proviene de la autoridad formal, derazgo transformacional
y transaccional, por lo que
conferida por la organización, sino por la percepción del líder como alguien
puede ser un buen recurso
valorado por sus capacidades y por su responsabilidad con el colectivo. para ampliar la información
resumida en este apartado:
F.�Molero;�P.�Recio;�I.�Cua-
La figura 11 muestra un resumen de los ocho estilos de liderazgo planteados, drado (2010). «Liderazgo
transformacional y lideraz-
ordenados en forma de continuo. Así, los situados a la izquierda se caracterizan go transaccional: un análisis
por fomentar estructuras y formas de organización más mecánica, mientras de la estructura factorial del
multifactor». Psicothema (vol.
que los que tienden a la derecha muestran formas de carácter más orgánico. 22, núm. 3, págs. 495-501).
Esto no significa que unos u otros sean preferibles en toda situación. La ido-
neidad de un tipo específico de liderazgo dependerá de las circunstancias de
la organización, de sus objetivos estratégicos y de las características específicas
del grupo de trabajo sobre el que el líder actúa.
© FUOC • PID_00265368 42 Comportamiento humano en la organización
Las personas con capacidades de liderazgo tienen un enorme potencial para Bibliografía
el desarrollo de la organización. Ahora bien, su gestión no es sencilla y, si no complementaria
se desarrolla de manera adecuada, pueden producirse efectos muy negativos. D.�Goleman (2013, diciem-
El liderazgo ha sido descrito en muchas ocasiones como «un arma de doble bre). «The focused leader».
Harvard Business Review.
filo». Tener a personas que sean capaces de orientar e impulsar los grupos es
fundamental, pero ¿qué ocurre si estas personas, con una gran capacidad de
influencia sobre los demás, se encuentran desmotivadas o reaccionan contra la
organización? En este sentido, autores como Goleman (2013) han destacado la
importancia de enfocar el liderazgo adecuadamente, buscando la coincidencia
de objetivos entre las personas que actúan como líderes y las metas de la propia
organización. Para ello, se propone un modelo que describe un triple foco en el
que incidir, asumiendo que, para que ser efectivo, el líder ha de estar centrado
en�sí�mismo,�en�los�demás y en�su�contexto.
Por todo lo dicho, resulta difícil comprender el comportamiento organizati- Dos referentes en el
vo sin estudiar en profundidad las dinámicas�de�grupo. Con este concepto, estudio de los grupos
designamos los procesos sociales a través de los que las personas interactúan George Elton Mayo
frente a frente en grupos reducidos. No es casual que para describir estos pro- (1880-1949) desarrolló la es-
cuela de las relaciones huma-
cesos se utilice la palabra dinámica, que implica una correlación entre distintas nas, mientras que Kurt Lewin
(1890-1947) lideró el movi-
fuerzas que operan en el grupo. La coexistencia de diferentes personas traerá miento de la dinámica de gru-
pos.
consigo la coincidencia de distintos objetivos, distintos estilos de comunica-
ción o motivaciones, una cuestión que no tiene necesariamente que ser ne-
gativa, pero que debe ser gestionada adecuadamente. El estudio de la inter-
acción de los trabajadores en el seno de los grupos de trabajo se inició en la
década de los años veinte con los experimentos desarrollados por Elton�Ma-
yo (1880-1949) y recogidos en sus investigaciones, que crearon lo que se co-
noce como escuela�de�las�relaciones�humanas; estos confirmaron la impor-
tancia del establecimiento de grupos informales en los entornos de trabajo,
que terminan repercutiendo de manera muy significativa sobre la eficiencia
de los procesos y la satisfacción individual. Con posterioridad, Kurt� Lewin
(1890-1947) estudiaría las dinámicas internas en los grupos de trabajo y des-
cribiría de manera específica cómo influyen sobre estas diferentes estilos de
liderazgo. El resultado de sus investigaciones dio lugar a su teoría conocida
como movimiento�de�la�dinámica�de�grupos. Estos planteamientos nos han
permitido comprender en profundidad qué impulsa y motiva a los miembros
de un mismo grupo a cooperar y compartir conocimiento.
La organización informal
Al estar sujetos a relaciones personales, los grupos informales son más cam-
biantes y mucho más difíciles de controlar por parte de la organización. Por
este motivo, suelen tener un tamaño comparativamente menor, que no ex-
cede del ámbito en el que las interacciones personales pueden desarrollarse
de forma cercana. Así, lo normal es que en una misma organización coexis-
tan múltiples grupos informales, que pueden estar parcialmente solapados. En
ocasiones, estos grupos pueden incluso incorporar a individuos externos a la
empresa, algo que, si está bien gestionado, puede ser un elemento estratégico
de especial importancia. Para analizar esta estructura de relaciones informales,
las organizaciones hacen uso, cada vez más, de la metodología que proporcio-
na el análisis�de�redes (network�analysis, en inglés). Por medio de procedi-
mientos estadísticos y de programas informáticos diseñados específicamente
para ello, el análisis de redes (figura 13) permite medir las relaciones informa-
les establecidas entre los miembros de una organización, estudiando su cerca-
nía con otros individuos y la medida en la que forman agrupaciones más o
menos cohesionadas entre sí. La comparación de los resultados de los análisis
© FUOC • PID_00265368 47 Comportamiento humano en la organización
Fuente: https://de.wikipedia.org/wiki/Gephi#/media/Datei:Social_Network_Analysis_Visualization.png
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, los grupos y los equipos de
trabajo son conceptos diferentes. El grupo designa a un conjunto de emplea-
dos con características comunes y que comparten un mismo espacio de traba-
jo en un momento del tiempo determinado. Así definido, un grupo de trabajo
podría estar compuesto por las personas que acuden a una misma reunión o
que participan en una sesión formativa.
© FUOC • PID_00265368 48 Comportamiento humano en la organización
psicológicos que determinan el comportamiento permite analizar las dinámi- El compendio editado por
cas de grupo y establecer políticas que aprovechen las sinergias colectivas que Tom Postmes y Nyla Brans-
combe en 2010 recoge los
se establecen en su seno. Uno de los enfoques que más ha aportado en este desarrollos más importantes
de la teoría de la identidad
sentido es la teoría�de�la�identidad�social, iniciada por Henri Tajfel y John
social publicados con poste-
Turner en 1979, y que ha tenido continuidad en muchos estudios posteriores, rioridad a los planteamientos
iniciales de Tajfel y Turner:
que han configurado una explicación muy articulada del funcionamiento in-
T.�Postmes;�N.�Branscom-
terno de los grupos de trabajo. be (2010). Rediscovering Social
Identity. Key Readings in Social
Psychology. Londres: Psycho-
Según este enfoque teórico, en el seno de los grupos de trabajo se estable- logy Press.
El reto para la dirección de los equipos será que estas unidades constituyan,
además, grupos cohesionados, que sientan que comparten una misma identi-
dad. Esta situación reforzará una visión positiva dentro de los grupos, lo que
repercutirá sobre la motivación. Llegaríamos así a lo que podríamos considerar
el último paso en la construcción del equipo: la generación de una identidad
social compartida. Esta visión común surge de la interacción entre personas
que se perciben en categorías equivalentes o complementarias. Representa así
un conjunto de conocimientos y valores sobre el propio equipo que surgen de
las relaciones sociales establecidas en su seno.
Las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías han favorecido el desa-
rrollo de equipos de trabajo que cumplen con todas sus características (co-
munalidad de objetivos, reparto de tareas, etc.) sin necesidad de compartir
un mismo espacio físico. Surgen así los llamados equipos�virtuales, que uti-
lizan para coordinarse apoyos tecnológicos. Como explica Newstrom (2007),
los equipos virtuales suelen tener un funcionamiento óptimo en sus primeras
fases, pero normalmente pasan poco después por un periodo crítico, en el que
es especialmente importante que sean bien gestionados. Resulta difícil susti-
tuir la interacción física, dada la importancia de la comunicación no verbal,
por lo que en muchos casos se producen problemas relacionados con la falta
de confianza, de coordinación o incluso sensaciones de aislamiento. Por este
© FUOC • PID_00265368 52 Comportamiento humano en la organización
Para el desarrollo de estas funciones, los equipos virtuales pueden hacer uso
de múltiples herramientas que las tecnologías de la información y la comuni-
cación ponen a su disposición (figura 15). En este sentido, no obstante, es im-
portante advertir que estas plataformas son el medio y nunca el fin del grupo,
por lo que deben ser utilizadas de forma ajustada a las necesidades comunica-
tivas y a los objetivos que el equipo se da a sí mismo.
© FUOC • PID_00265368 53 Comportamiento humano en la organización
tivo. Esto, que parece una cuestión obvia, no siempre es asumido. Pensemos,
por ejemplo, en la cantidad de mensajes remitidos por la dirección de las em-
presas que no son ni siquiera leídos por los empleados o que no llegan a ser
comprendidos. En ninguno de estos casos podemos decir que exista comuni-
cación real, ya que el ciclo de transmisión del mensaje no se cierra hasta que
la información es comprendida por el receptor.
Son muchas las descripciones que se han planteado de los procesos de comu-
nicación, pero todas comparten, a grandes rasgos, unas mismas etapas. En es-
te apartado, por su importancia para el desarrollo de los equipos de trabajo,
centraremos nuestra atención en los procesos de comunicación�bidireccio-
nal, en los que la transmisión de mensajes se produce de forma cíclica, en
una interacción dinámica permanente. Una vez que el receptor percibe la in-
formación y la comprende, vuelve al emisor, que puede verificar, por tanto, la
eficacia de la comunicación. El proceso puede repetirse tantas veces como sea
necesario, con lo que la información no solo se transmite, sino que se puede
ir construyendo de manera colectiva, nutriendo el conocimiento del equipo
sobre cada una de las cuestiones relativas a sus actividades.
tación del mensaje vendrá determinado por múltiples factores que rodean el
proceso, como la corrección de la información, la autoridad del emisor o su
capacidad de liderazgo, así como las consecuencias que puedan percibirse para
los receptores de la información remitida.
Ejemplo
Sin embargo, una gestión adecuada de la información y de las relaciones sociales podría
hacer que el choque fuese asumido por el propio sistema social, que se estableciesen
explicaciones compartidas de qué ha pasado, y por qué, y que incluso el evento terminase
por transformar la cultura de la empresa y hacerla más consciente de la importancia de
la seguridad laboral.
Como refleja la figura 17, entre las tres dimensiones de la cultura propuestas
por Schein (1992) existe una relación jerárquica, ya que unas se construyen
sobre otras. La cultura es, por ende, una materialización de la personalidad
de los individuos que la componen, articulada de forma colectiva. Cuando
la propia organización quiere incidir sobre su cultura, actuará normalmente
proponiendo modificaciones sobre los artefactos o tratando de orientar los
valores. Los supuestos básicos, por el contrario, son más difíciles de gestionar,
al tener una raíz mucho más profunda en la personalidad de los trabajadores.
Fuente: E. Schein (2004). Organizational Culture and Leadership (3.ª ed.). San
Francisco: Jossey Bass.
2)�Cortesía, atención y respeto por los derechos y las motivaciones de las de-
más personas de la organización.
Resumen
Finalmente, y a partir del análisis cultural planteado al inicio del séptimo blo-
que, se ha propuesto el concepto de ciudadanía�organizativa para ilustrar la
forma en la que los factores individuales pueden articularse en una estructura
social informal que permita orientar los valores y las actitudes de los emplea-
dos en un sentido que fomente el desarrollo de objetivos compartidos. Repre-
senta, por tanto, un modelo cultural paradigmático, que puede tomarse como
referencia del proceso de construcción con el que iniciamos el módulo y que
resumimos en la figura 1.
© FUOC • PID_00265368 69 Comportamiento humano en la organización
Resumen�de�conceptos�básicos
1)�Introducción�al�comportamiento�organizativo
• concepto de organización
• taylorismo
• escuela de las relaciones humanas
• comportamiento organizativo como disciplina académica
• fuentes del análisis del comportamiento humano en el trabajo
• efectos de las características psicológicas y motivacionales de los emplea-
dos
• niveles de análisis del comportamiento organizativo:
– individuos
– grupos
– organización
2)�Valores,�actitudes�y�emociones�en�el�trabajo
• concepto de valor
• concepto de actitud
• concepto de comportamiento
• importancia de la satisfacción en el trabajo
• predisposición personal (afectividad positiva o negativa)
• estado de ánimo de los grupos
• dimensiones de la satisfacción en el trabajo
• contenido y contexto del trabajo
• efecto desbordamiento de la satisfacción
• medición de la satisfacción
• diferencia entre valores terminales e instrumentales
• modelo ASS (attraction-selection-socialization)
• fortaleza cultural de la organización
• contrato psicológico
• área de influencia legítima
3)�La�motivación�en�el�puesto�de�trabajo
4)�Liderazgo�en�el�ámbito�de�la�organización
5)�El�trabajo�colectivo:�dinámica�de�grupos,�inclusión�y�comunicación
• equipos virtuales
• definición de comunicación interna
• carácter bidireccional de la comunicación
• fases del proceso de comunicación bidireccional
• codificación y decodificación de la información
• contexto comunicativo
• barreras a la comunicación
• tipos de barreras comunicativas
6)�Cultura�y�ciudadanía�organizativa
Actividades
1.�Introducción�al�comportamiento�organizativo
a) ¿Podemos decir que el enfoque taylorista de gestión ha desaparecido?, ¿puede seguir te-
niendo sentido en algunos contextos?
b) ¿Por qué es importante gestionar el comportamiento humano en las organizaciones?
c) ¿De dónde provienen los argumentos que utilizamos para explicar el comportamiento de
las personas en los puestos de trabajo?
d) Hasta qué punto es posible modelizar el comportamiento de los trabajadores?
e) ¿A qué nivel de la organización afectan las variables que describe el comportamiento or-
ganizativo?
2.�Valores,�actitudes�y�emociones�en�el�trabajo
a) ¿Podemos decir que un valor y una actitud es lo mismo?, ¿qué diferencia un concepto
de otro?
b) ¿Qué relación existe entre valores, actitudes y comportamientos?
c) ¿Qué es más fácil de medir, los valores o los comportamientos?, ¿hasta qué punto la orga-
nización puede gestionarlos?
d) ¿De qué depende el hecho de que un valor determinado de un trabajador se manifieste,
o no, en un comportamiento adecuado?
e) ¿Puede la organización controlar siempre la satisfacción de sus empleados?
f) ¿Es la satisfacción una variable que se manifiesta siempre a nivel individual?
g) ¿Podemos hablar de satisfacción laboral en general?, ¿puede un empleado estar satisfecho
con algunos aspectos del trabajo pero no con otros?, ¿qué implicaciones tiene esto?
h) ¿Son todos los factores que afectan a la satisfacción en el trabajo internos a la organiza-
ción?, ¿qué otros aspectos pensáis que podrían influir?
i) ¿Qué herramientas podríamos usar para medir la satisfacción en el trabajo?
j) ¿Qué valores necesitan las organizaciones de hoy en día de sus trabajadores?, ¿serán los
mismos en cualquier organización?
k) ¿Podríais diferenciar en vuestra actividad laboral o académica actual cuáles son los valores
instrumentales y terminales más relevantes?
l) ¿Debe la organización ajustarse a los valores de sus trabajadores, o viceversa?
m) ¿De qué depende la fortaleza de la cultura de una organización?
n) ¿Es lícito que la organización controle, y gestione, los valores de sus empleados?, ¿hasta
qué punto?
3.�La�motivación�en�el�puesto�de�trabajo
a) ¿Qué factores diríais que tienen más incidencia sobre el comportamiento de las personas
en el trabajo?
b) ¿Por medio de qué factores podemos describir la conducta de una persona en su puesto
de trabajo?
c) ¿Qué importancia pensáis que tiene la remuneración económica en la motivación?, ¿en
qué contextos podría ser más importante?
d) ¿Qué utilidad tienen las teorías de la motivación?
e) ¿Tienen todas las necesidades de las personas el mismo efecto sobre la motivación?, ¿pro-
vocan las mismas reacciones en el caso de no estar atendidas?
f) ¿Podría decirse que un individuo puede estar, en alguna circunstancia, completamente
satisfecho en su puesto de trabajo?
g) ¿Qué tipos diferentes de empleados podemos encontrar en la plantilla en función de sus
necesidades?, ¿puede (o deben) estos tipos ser gestionados con las mismas prácticas?
h) ¿De qué depende en mayor medida la motivación laboral de los empleados, de sus carac-
terísticas personales o del contexto en el que trabajan?
i) ¿Con qué, o quién, se comparan generalmente los trabajadores para valorar si son tratados
de manera equitativa?
j) ¿Qué reacciones puede provocar en un empleado la percepción de que no está siendo
tratado de forma justa?
k) ¿De qué factores dependerá que la motivación tenga finalmente un efecto significativo
sobre el rendimiento?
l) ¿Es posible concretar absolutamente todos los aspectos de una relación laboral en el con-
trato de trabajo?, ¿de qué otra modo puede regularse?
4.�El�liderazgo�en�el�ámbito�de�la�organización
a) ¿Es lo mismo liderazgo, poder y autoridad?, ¿en qué se diferencian estos conceptos?
b) ¿Qué características personales hacen que una persona pueda convertirse en líder de un
grupo?
c) ¿Pensáis que se puede aprender a ser líder?, ¿hasta qué punto?
d) ¿Bastaría con este aprendizaje?, ¿podemos decir que alguien es líder por contar con los
rasgos personales vinculados al liderazgo?
e) ¿Será el liderazgo igual a todos los niveles de la organización?, ¿pensáis que deben existir
diferentes tipos de líderes en función del área o de la posición que ocupen en la estructura?,
¿en qué se diferenciarían?
© FUOC • PID_00265368 74 Comportamiento humano en la organización
f) ¿Qué tipo de liderazgo pensáis que podría ser más eficaz en una organización pequeña,
muy creativa y en la que todos los miembros sean socios al mismo nivel?, ¿y en una Admi-
nistración pública como, por ejemplo, un juzgado?
g) ¿Puede ser el liderazgo negativo para la organización?, ¿en qué sentido?
h) Se insiste mucho en que el líder tiene que ser empático, pero ¿qué significa esta afirma-
ción?, ¿en qué sentido (o sentidos) tiene que serlo?
5.�El�trabajo�colectivo:�dinámica�de�grupos,�inclusión�y�comunicación
a) ¿Qué efectos puede provocar en el seno de un grupo la coincidencia de personas con
objetivos, estilos de comunicación o motivaciones diferentes?
b) ¿Podríais poner ejemplos de grupos formales?, ¿y de grupos informales?, ¿en qué se dife-
rencian?
c) ¿Pueden medirse, y gestionarse, las relaciones informales en el seno de la empresa?
d) ¿Es lo mismo un grupo que un equipo de trabajo?, ¿en qué se diferencian?
e) Pensad en vuestros primeros días en un puesto de trabajo o en la Universidad, ¿podéis
encontrar ejemplos de reacciones o sentimientos que puedan entenderse como procesos de
categorización o de identificación social, según lo que nos explica la teoría de la identidad
social?
f) ¿Puede cualquier grupo funcionar como un equipo autoadministrado?, ¿qué características
pensáis que deberían tener?
g) ¿Puede existir un equipo de trabajo sin que mantenga contacto físico alguno?
h) ¿Qué riesgos pensáis que puede tener el uso de medios de comunicación y trabajo a dis-
tancia para el funcionamiento de un equipo?
i) ¿Cuándo podemos decir que el proceso de comunicación ha terminado con éxito?
j) ¿Qué problemas pueden hacer que un proceso comunicativo en el seno de un equipo de
trabajo fracase?, ¿dependen todos de las personas que intervienen en él?
k) ¿Puede la organización hacer algo por minimizar las barreras a la comunicación?
6.�Cultura�y�ciudadanía�organizativa
a) ¿Cuándo podríamos decir que una organización se encuentra en una situación de equili-
brio social?, ¿puede este equilibrio mantenerse a largo plazo?
b) ¿Hasta qué punto determina la cultura de la organización el comportamiento de sus miem-
bros?, ¿de qué forma lo hace?
c) ¿Cómo se construye la cultura organizativa a partir de los valores de sus integrantes?
d) ¿Son todos los elementos de la cultura propios de los empleados?, ¿tiene la organización
algún papel en su construcción?
e) ¿Puede la organización gestionar su propia cultura?, ¿cómo?
f) Y los propios trabajadores, ¿pueden cambiar la cultura de la organización?, ¿hasta qué
punto?
g) ¿Puede una organización socializar a sus empleados en la cultura organizativa y, a la vez,
fomentar sus aportaciones individuales?
h) ¿Podría la organización imponer, de algún modo, comportamientos de ciudadanía orga-
nizativa?, ¿deben recogerse en los sistemas de recompensa?
© FUOC • PID_00265368 75 Comportamiento humano en la organización
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