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Respuesta

cito “Un libre mercado de proveedores de Justicia, en el cual distintos sistemas jurídicos
serían puestos a competir, es intrínsecamente contradictorio, pues para que exista un libre
mercado debe existir una moral y una serie de normas (un marco jurídico previo
ontológicamente) que defienda este libre mercado. Es por esto que no puede existir una
verdadera libre competencia de marcos jurídicos.” ¿Por qué? ¿No lo hay ya per se en el ser
humano? (me refiero a moral y normas)

Siento que se asume que las agencias de aplicación y el estado poseen los mismos
incentivos y se pueden permitir los mismos gastos. Cito “Un proveedor de justicia, dentro de
este régimen de libre mercado, que tuviese leyes contrarias a la propiedad, a la libertad
económica o a la libertad de elección, no estaría respetando el libre mercado en sí. Si un
proveedor de Justicia A determina ilegal la propiedad de quienes demanden al proveedor de
Justicia B, difícilmente puede haber un libre mercado de proveedores de Justicia. Por tanto,
o el sistema no es de libre mercado, pues hay proveedores de justicia que lo vulneran, o
todos los proveedores de justicia respetan el mercado y los derechos individuales, en cuyo
caso solo hay un sistema jurídico acatado por todos, y los oferentes de justicia responden a
las mismas normativas. En cualquiera de los dos casos, no hay libre competencia de
sistemas de justicia.”

A esto dice Robert Murphy que “En realidad, los incentivos para una resolución pacífica de
las disputas serían mucho mayores en la anarquía de mercado que en el sistema actual. El
combate es muy caro y las empresas privadas tienen mucho más cuidado con sus activos
que los funcionarios públicos con la vida y la propiedad de sus súbditos… En todo caso,
quienes se dediquen a la “guerra” en una sociedad libre serían tratados como cualquier otro
asesino. Al contrario que los soldados del gobierno, los mercenarios privados no recibirían
privilegios especiales para dedicarse a una violencia consentida. Las agencias que
interpreten la ley no serían las mismas que las que la aplican. No hay razón intrínseca para
preocuparse por batallas entre agencias de aplicación privada,15 no más que por las
batallas entre ejército y armada públicos.” (“La Teoría del Caos” Robert P. Murphy, página
22).

No obstante aclara que “Esta afirmación no se mantiene para los sistemas de Derecho
Privado (elaborados por otros anarcocapitalistas) en los que las agencias penalicen de
forma unilateral a todos aquellos que dañen a sus clientes. En dicho sistema, la falta de un
monopolista sí que crearía un problema teórico adicional para los defensores de las
agencias de defensa privada. Sin embargo, incluso en este caso los incentivos para la
resolución pacífica de una disputa legítima son enormes.” (“La Teoría del Caos” Robert P.
Murphy, página 22 y 23).

Además de que sería claramente ilegítimo para la población el actuar de esa empresa
privada, ya que esta no cuenta con las herramientas que tiene el estado para legitimarse:
educación pública, himno, mitos, historia oficial, bandera, constitución, etc.

Con respecto a la parte de “Por tanto, o el sistema no es de libre mercado, pues hay
proveedores de justicia que lo vulneran, o todos los proveedores de justicia respetan el
mercado y los derechos individuales, en cuyo caso solo hay un sistema jurídico acatado por
todos, y los oferentes de justicia responden a las mismas normativas.” Robert Murphy dice
que “Primero, debemos abandonar la idea de una mítica “ley de la tierra”. No tiene que
haber una sola batería de leyes que obliguen a todos. En todo caso, un sistema así no ha
existido nunca. Las leyes en cada uno de los 50 estados son diferentes y la diferencia en los
sistemas legales entre países es incluso más pronunciada. Aun así seguimos nuestras
vidas diarias e incluso visitamos y hacemos negocios con otras naciones, sin demasiados
problemas.” (“La Teoría del Caos” Robert P. Murphy, página 14).

Cito “Todos sabemos que el poder corrompe. El Estado es inherentemente corrupto pues se
basa en el poder y el sometimiento. Pues bien, de la misma forma, un sistema judicial que
no logre que la gente acate sus veredictos no tiene ninguna clase de trascendencia; y aquel
proveedor de justicia que tenga el poder suficiente como para que se acaten, poseerá la
capacidad, al menos parcial, de someter a un sector de la población (el que no esté de
acuerdo con sus normativas y tengan que pagar por sus delitos) mediante aparatos
coercitivos e ideológicos, lo que asentará las mismas bases de corrupción que las del
Estado, haciendo que la línea que los delimite sea muy fina, si es que llega a existir”

No, primero los incentivos no son los mismos que los del estado. Segundo, los servicios de
la agencia de arbitraje no son dados de forma coactiva si no que según Robert Murphy, la
agencia de arbitraje a la que se va a recurrir es pactada en el contrato por ambas partes,
por lo que ambos se comprometen por adelantado a aceptar el resultado. Si se tiene que
recurrir a la violencia esta ya estaba aceptada dentro del acuerdo.

Ahora bien, según creo yo, si no hay contrato de por medio y, por lo tanto no se pactó la
agencia de arbitraje a la que se va a recurrir entre ambas partes, yo diría que así como uno
no necesita del consentimiento del agresor para defenderse, no es necesario que el agresor
consienta la agencia de arbitraje que lo va a juzgar. Por supuesto, el juicio sería justo
porque la agencia de arbitraje podría, en caso de que decida algo descabellado, recibir
enormes sanciones económicas, como explicó Robert Murphy en la cita que hice en mi
trabajo.

Lo dicho antes también aplica para esta cita “El primero, porque puede que una de las
partes no tenga la intención de colaborar con el caso, o que no tenga el dinero suficiente.
En segunda, porque al haber varios oferentes de justicia, difícilmente las partes estén de
acuerdo sobre a cuál acudir; y en caso de que cada parte acuda a un oferente de justicia
distinto, cada oferente tendrá un sesgo en favor del que le contrató.”

Hay que recordar la importancia de las agencias de seguro que dan garantía a la hora de
hacer el contrato. Sin agencia de seguro no hay garantía, sin garantía hay un riesgo
inmenso, con un riesgo inmenso es muy difícil que alguien haga un contrato con la otra
parte.

Razonablemente quien pague más debería, por lo general, recibir un mejor servicio, pero
esto, de ningún modo, implica que un servicio más económico sea basura. Según Miguel
Anxo Bastos (https://youtu.be/cAKGmn4bbsI) “la pobreza y la riqueza son fenómenos
relativos… Normalmente hablamos de pobres o ricos en relación unos a otros. No hay una
medida estándar de pobreza y riqueza… Por ejemplo acabar con la pobreza es una misión
imposible… En este aula siempre va a haber el más pobre, y hay el más rico de este aula
aunque sea por un céntimo”. Ahora bien, si creemos que el estado es completamente
dañino para la economía, en una sociedad anarquista debería haber una mejor situación a
nivel material, por lo que el pobre debería de poder vivir bien y poder contratar una
aseguradora, etc.

En caso de tener una situación muy grave se podría recurrir a amigos, familia, iglesias,
sindicatos, etc. (¿Quién debe atender los problemas sociales? | Miguel Anxo Bastos:
https://www.youtube.com/watch?v=WWrB5P9ztQ8)

Cito “Sin embargo, cuando se trata de la justicia, una justicia barata y de mala calidad es
aquella que de veredictos injustos, y un veredicto injusto vulnera los derechos individuales
del afectado. Proveer una justicia de menor calidad a los pobres es inmoral y va contra
igualdad de derechos de las personas, y en la medida en que en una sociedad anárquica no
existiría un monopolio de la justicia, sino ofertas del servicio con distintas calidades y
precios, la injusticia sería inevitable.” No suena muy bien, pero el servicio fue acordado por
ambas partes previamente y aunque fuera malo o muy malo, técnicamente no vulneraría
derechos individuales. También hay que decir que si contratan el servicio es porque tiene
algo de utilidad y que la igualdad de derechos es con respecto al derecho natural, no al
contrato que efectúan las partes.

Cito “Por último, se podría contraargumentar que todos estos problemas dejarían de darse,
pues el proceso de mercado tendería a eliminar a la oferta de justicia con veredictos
cuestionables y que fuesen contra el derecho natural. Pero esto tampoco es así, pues no
necesariamente se impondría en el mercado el sistema judicial más justo. Puede darse que,
en una comunidad campesina, las leyes arancelarias sobre los productos agrarios sean muy
demandadas, y aquella agencia de arbitraje que falle en contra de la importación de granos
sea el oferente de justicia vencedor, por sobre un competidor que ofrezca una justicia liberal
en la que se respete la libertad de consumo de las personas.” No veo cómo podría suceder
esto, la agencia de arbitraje es acordada por contrato (excepto en casos de agresión, sin
contrato en el que se acordó previamente la agencia de arbitraje) y no se impone a las
demás personas. En caso de que se de esto, que no me imagino como, no tendría nada de
malo, puesto que tiene el consentimiento de las partes y no vulnera derechos individuales.

Última cita “Los bienes son ofrecidos en el mercado pues estos son valorados
subjetivamente por los actores, pero para el liberalismo la justicia tiene un valor objetivo e
inmutable, no subjetivo y variable. Como la producción es condicionada no por lo que es
ético, sino por las valoraciones de los demandantes, las cuales cambian constantemente,
no se puede esperar que se respete invariablemente el derecho natural simplemente
“liberalizando” la justicia sin antes haber cambiado la moral de las personas. De hecho,
todos los modelos jurídicos privados propuestos, como el de las agencias de arbitraje de
Robert Murphy, parten de la premisa de que la sociedad tiene valores liberales y que todos
se escandalizarían si un oferente de justicia diese veredictos contrarios al derecho natural.”

En ningún momento Robert Murphy asume que toda la sociedad es liberal, simplemente
expresa algo como esto: “Todas las sociedades, sin que importe los despóticos que sean
sus gobernantes, deben poseer un grado básico de respeto por los derechos de propiedad,
aunque este respeto se deba más a la costumbre que al aprecio intelectual. Toda la gente
sabe que es un delito violar o asesinar,28 hasta los violadores y asesinos saben esto.” (“La
Teoría del Caos” Robert P. Murphy, página 29). Es decir, si tiene que haber un fuerte respeto
a la propiedad, no asume que está dado, pues se tendría que llegar a ello. De todos modos,
supongo que si el derecho natural existe las personas, por lo menos la mayoría, deberían
escandalizarse.

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