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La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam
Smith publicada en el siglo XIX, esta plantea la interacción entre comercio y
crecimiento económico. Destaca la importancia de tomar una postura librecambista,
la cual ha sido adoptada por la mayoría de los países en las últimas décadas. Adam
Smith, conocido como el padre de la economía moderna analiza con el contexto de
su época, una teoría del comercio internacional donde compara la postura
económica proteccionista ligada al creciente mercantilismo con lo que él considera
la postura idónea para el desarrollo de las naciones en base a su producción como
es el libre comercio. La política económica fundamental del Estado debía conservar
y proteger la libre competencia porque esta estaba ligada con la libertad natural,
buscando el bienestar de la comunidad y de sus miembros, de esta manera el
interés individual impulsa a una mayor producción. La libre competencia mueve los
negocios, el capital y la mano de obra libremente, pero sin ser saturada. Su principio
gira en torno a que con la libertad se eliminaría al competidor débil. Los beneficios
de esta postura eran los bajos precios para el consumidor y mejor empleo de los
recursos económicos. En su base había el propósito de consolidar la preeminencia
de que disfrutaba la industria inglesa. Las importaciones baratas de alimentos
permitirían la paga de salarios bajos y precios bajos para los insumos de sus
industrias, ambas partes del costo de producción y la competencia con el exterior.
Amplía la producción manufactura para un mercado mayor y, por otro lado, la
adquisición de artículos primarios a bajo precio relativo; en el proceso productivo
cada uno recibía tanto como aportaba. Gracias a la Revolución Industrial, Adam
Smith promulga la libertad de comercio interior e internacional y la división del
trabajo, de la cual habla en otra de sus obras “La Riqueza de las Naciones”. Él decía
que “El trabajo anual de cada nación es el fondo que en principio la provee de todas
las cosas necesarias y convenientes para la vida, y que anualmente consume el
país” En la medida en que hay libertad de comercio se tiende a la especialización, a
mayor productividad del trabajo, mayor provisión de bienes y servicios con los
cuales satisfacer las distintas necesidades y deseos de la población, es decir, mayor
riqueza nacional. La libertad de comercio, en consecuencia, haría posible ejercitar el
trabajo con mayor aptitud, destreza y sensatez valores acuñados gracias a la
Revolución Francesa.
Después de las independencias durante la primera mitad del siglo XIX los gobiernos
latinoamericanos, excepto el de Francia en Paraguay adoptaron políticas de libre
comercio bajo la presión de Gran Bretaña. Debido a que las clases dominantes no
invertían en la fabricación local de productos los cuales eran destinados para su
propia nación, una de las opciones era que adoptaran el libre comercio ya que esto
no constituía una amenaza para sus intereses económicos. El abandono del
proteccionismo destruyó la manufactura y los talleres en el ámbito textil por el
motivo que al aceptar la importación del libre producto condenaban a esos países a
la incapacidad de dotar un verdadero tejido industrial. Con esto se da un tipo de
mercado en el cual no venía o no eran agregados los aranceles. Bolívar tenía un
sueño de libertad, al igual que Santander, este fue un militar y político colombiano,
promulgaba por un Estado Federal, en el que el poder del presidente y los militares
tuviera límites. De otra parte, Bolívar defendía la idea de un Estado Unitario donde
el poder estaría al mando de un presidente vitalicio. La visión de Bolívar era
continental, mientras que la de Santander, era más regional, además era federalista
mientras que Bolívar era más un centralista, además de estas discrepancias
contaban otras como el libre comercio y el proteccionismo, según Bolívar el
proteccionismo realientiza al desarrollo de una nación, es decir para el que exista un
buen desarrollo de un país se debe ser librecambista, es decir que se pueda
exportar e importar productos sin la necesidad de pagar aranceles, no obstante
Francisco de Paula Santander buscaba el libre comercio pero restringiendo
únicamente a América, él tenía miedo del peligro que se corría al hacer negocios,
mientras que Simón Bolívar no quería ser excluido de la globalización, es por ello
que tomó un sistema político económico librecambista aunque él conocía y tenía la
idea clara del peligro de las relaciones comerciales por separado de las repúblicas
Sudamericanas con las potencias europeas y norteamericanas.
BIBLIOGRAFÍA :