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EL

SÍNDROME
DE SAVANT
ALUMNA
Diana Gabriela Figueroa Backus

CURSO
Psicología de la inclusión educativa y social

DOCENTE
Psi. Ana María Alva Torero

2021
INTRODUCCIÓN

El síndrome del espectro autista es uno de los más conocidos y de los más estudiados a lo
largo de la historia. Se han determinado diversas clasificaciones de autismo que parten
desde el leve, como los Asperger, los moderados y los graves. Sin embargo, poco se habla
de un síndrome en específico que puede encontrarse dentro del espectro, este es el
Síndrome de Savant, también conocido como Síndrome del sabio o Idiot Savant.

Esta alteración tuvo su primera aparición en 1789, en el que se describían a personas con
habilidades extraordinarias y con una inteligencia superior al promedio. Desde ahí en
adelante se han realizado muchos estudios que buscan explicar y describir el síndrome, así
mismo, determinar sus factores causales. No obstante, muchas de las opiniones se
encuentran divididas gracias a los descubrimientos posteriores.

Este síndrome posee clasificaciones que buscan organizar a la población que lo padece
según sus habilidades y limitaciones. Esto último es un punto muy importante de resaltar ya
que, si bien los savant presentan muchas habilidades en ámbitos tales como matemáticas,
artes, literatura, etc., también poseen limitaciones, que para el resto de las personas pueden
ser actividades comunes de la vida diaria, pero que para ellos resulta ser dificultoso de
realizar volviéndolos dependientes.

En adición, se exponen algunas metodologías de aprendizaje en los niños savant autistas


que se podían incluir en las mallar curriculares de las escuelas.

Por tal motivo, el presente ensayo tiene como objetivo describir de manera clara y concisa
el Síndrome de Savant, sus causas, características y propuestas metodológicas de
aprendizaje. Teniendo como apoyo estudios científicos, entrevistas y documentales
verificados.
DESARROLLO

El síndrome de Savant o comúnmente conocido como el síndrome del sabio es un conjunto


de habilidades cognitivas que son adquiridas por personas con alguna discapacidad, ya sea
motora, física o mental, que lo hacen sobresaliente en muchas materias. Según lo
mencionado por la jefa de psicología del Miami Childen Hospital, Marisa Saré, en una
entrevista para la cadena de noticias CNN en 2013 se puede decir que el grupo de personas
con el síndrome es muy reducido y que, si bien poseen capacidades extraordinarias en
muchas áreas generalmente académicas o artísticas, también presentan deficiencias en otros
aspectos de la vida. Concluyó afirmando que el 50% de estas personas pertenecen al grupo
del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y que el otro 50% presentan otros problemas que
los pueden inhibir socialmente.

Para entender mejor la evolución de los estudios de este síndrome es necesario revisar la
literatura y la historia en las que se encuentran registros de la alteración. La primera
descripción de este caso se dio en 1789 narrada por el psiquiatra americano Benjamín Rush
quién tenía un paciente llamado Thomas Fuller que era capaz de calcular en cuestión de
segundos la edad de una persona. Posteriormente, en 1889, el médico británico John
Langdon Down acuñó el término “idiot Sanvant” para referirse a este síndrome; sin
embargo, esto fue descartado debido a que en la época se consideraba como “idiota” a la
persona que posea un CI inferior a 25 mientras que los savant oscilaban entre los 50 y 120
puntuaciones de CI. A partir de aquí, se registraron alrededor de 100 casos más dentro de la
literatura.

En los últimos trabajos revisados se constata que hay una predominancia en el hemisferio
derecho destacando así habilidades artísticas y teniendo déficit en las habilidades propias
del hemisferio izquierdo. Sin embargo, existen casos en los que resulta ser al revés y el
individuo presenta destrezas extraordinarias en el cálculo, matemáticas, destreza espacial y
otras actividades más mecanizadas. (J.A. Muñoz, 2003)

Pero, ¿cuáles son las causas por las que una persona adquiere el síndrome de Savant?
Todavía no hay evidencias claras que puedan desarrollar una sola teoría determinada a
cerca de lo que sucede en el cerebro de una persona con savant.
Sin embargo, se presumen muchas causales, una de ellas es la teoría de los hemisferios
cerebrales la cual afirma que el desarrollo de ambos, tanto el izquierdo como el derecho, va
a favorecer al aprendizaje y posiblemente al desarrollo del síndrome. (C. Botenato, 2014)

Brink (1980) observa que algunos casos savant fueron causado por una lesión con arma de
fuego en el hemisferio izquierdo. Esto trae como consecuencia el déficit del área afectada y
el desarrollo del hemisferio derecho, es decir, el pensamiento holístico e intuitivo. Por otro
lado, Galaburda (1989) postula que la testosterona afecta el desarrollo cerebral en la etapa
prenatal, sobretodo en el feto masculino, y que, al causar una descompensación en uno de
los hemisferios, el lado contralateral tiende a desenvolverse mucho más. (J.A. Muñoz,
2003).

Los pacientes con Síndrome Savant presentan limitaciones en cuanto a algunas de sus
habilidades, así mismo muestran características similares a las de una demencia
frontotemporal, de modo que, son considerados discapacitados, aunque la memoria no se ve
afectada.

Por otro lado, las habilidades que presentan estas personas generalmente son artísticas
como, la capacidad de tocar instrumentos, replicar y crear obras con gran detalle, entonar
canciones de manera perfecta, etc. No obstante, también hay personas que poseen
habilidades más lógicas como la capacidad de realizar cálculos matemáticos en corto
tiempo, recordar números telefónicos o direcciones exactas, entre otras. Por consiguiente,
teniendo en cuenta la información previa se puede afirmar que, si bien las habilidades de
estos pacientes pueden ser variadas, pero comparten una característica en común y es la
memoria que permite que su desarrollo intelectual sea impresionante

Scheuffgen en el año 2000 plantea la posibilidad de que todo síndrome autista, incluido el
savant, presentan muestras reales de una increíble inteligencia, aunque en cuanto a las
pruebas que miden el nivel de CI presentan un rendimiento que oscila entre el promedio y
el bajo. Esta incongruencia puede ser explicada a causa de la dificultad que estos pacientes
poseen para comprender las instrucciones del test ni lo que se está evaluando. Sin embargo,
esta teoría no es aplicable en todos los casos debido a que, existen personas con Síndrome
Savant que puntúan alto en las pruebas de inteligencia.
Un claro ejemplo es el famoso caso de Laurence Kim Peek, que inspiró la película “Rain
Man: cuando los hermanos se encuentran”. Kim Peek fue un hombre estadounidense
considerado genio, diagnosticado con discapacidad intelectual y erróneamente llamado
autista. Años más tarde se determinó que Laurence no pertenecía al grupo TEA, sino que
padecía de macrocefalia y una malformación del cuerpo calloso el cual une a ambos
hemisferios cerebrales. Sin embargo, no se puede dejar de mencionar la increíble memoria
que poseía y que lo hacía capaz de leer y memorizar un libro en un día llegando a leer
alrededor de 12000, esta habilidad le permitió desempeñarse con excelencia en áreas como
geografía, literatura, música, historia y filosofía. A pesar de esto, era una persona
totalmente dependiente ya que apenas podía abotonarse las camisas sin ayuda; no era capaz
de sacar una conclusión de un libro, aunque lo haya memorizado; no tenía habilidades
musicales aun así podía replicar un concierto en piano de manera mecánica, de identificar
las notas exactas y el autor de este. A diferencia de las personas con autismo, Kim Peek, no
presentaba grandes dificultades para socializar ya que era capaz de entablar grandes
conversaciones con personas desconocidas a cerca de sus habilidades. Murió el 16 de
diciembre del 2009, a causa de un ataque cardiaco en su país de origen a la edad de 58
años.

G. Martino, en el 2017, para la Revista Pediátrica Elizalde menciona que muchos autores
dividen el síndrome en tres tipos. El primero es llamado “Savant prodigioso” y engloba a
aquellos autistas que sobresalen por encima del resto gracias a sus habilidades, siempre
puntuando las calificaciones más altas en las pruebas de CI. Los segundos en la
clasificación son los “Savant con talento” quienes al igual que los prodigiosos poseen
muchos talentos, pero en particular estos presentan mucha más discapacidad. Por último, se
encuentran los “Savant de minucias” que también tiene memoria auditiva y visual pero sus
habilidades son muy limitadas. (G. Martino, 2017)

Además de la evidente hipermnesia en estas personas también es importante resaltar otras


habilidades que los caracterizan. Entre ellas se encuentran la hipercalculia que hace
referencia a las capacidades matemáticas que incluyen desde hacer cálculos en cuestión de
segundos hasta resolver secuencias numéricas al instante; las habilidades artísticas son unas
de las más destacadas y engloban campos como la pintura, la escultura, la música y el
dibujo; otra de las habilidades más comunes son las del calendario a perpetuidad que se
caracteriza por el recuerdo y el cálculo inmediato de días, fechas y años como si los
estuviera observando en una proyección, esta capacidad resulta ser inexplicable para
muchos investigadores e incluso para los mismos savant; en adición, se presenta la
hiperlexia que consiste en la adquisición de un lenguaje verbal, específicamente de la ruta
visual, en niños con una edad precoz; es decir, que a una edad menor de 5 años ya están
comenzando a leer sin instrucción ni enseñanza formal previa.

Richman (2002) manifiesta dos subtipos de hiperlexia. El primero comprende la alteración


mencionada en compañía de un trastorno del lenguaje por lo que se dificulta la
comprensión y expresión de éste, también se presentan ecolalias y perseveraciones, aunque
la memoria sigue siendo buena. El segundo subtipo engloba la hiperlexia junto a un
trastorno visuoespacial que muestra un retraso motor, déficit en el aspecto pragmático del
lenguaje, síntomas similares a un Asperger. (G. Martino, 2017)

Teniendo en cuenta todo lo observado ¿de qué manera se puede abordar en el aprendizaje
de los niños con Síndrome de Savant? A pesar de los estudios realizados sobre esta
población, no hay mucha visibilidad llegando al punto de creer que los niños que poseen
esta alteración no existen. Aaron De Armas (2020) exhibe esta problemática en su trabajo
de investigación y del mismo modo, propone la música como una vía metodológica para
mejorar el aprendizaje de los niños savant. En la conclusión se observó como la música
influye positivamente en los niños con TEA y en los Savant, ayudándoles a desarrollar sus
capacidades personales, así como la interacción y comunicación social.

Sin embargo, la música no es considerada en la escuela como un medio de desarrollo sino


como una asignatura dentro de la curricula. Es por eso que, se busca generar conciencia en
las instituciones educativas sobre el uso de esta herramienta e implementarla no solo como
un curso académico, sino que también como un medio de expresión tanto para niños
regulares como para los que presentan limitaciones.
CONCLUSIONES

 Las personas con el síndrome Savant pueden ser autistas, pero no es en todos los
casos.
 El síndrome puede aparecer gracias a una malformación en el cuerpo calloso o en
los hemisferios dentro de la etapa prenatal. Así mismo también puede presentarse
por una lesión cerebral años más tarde.
 Los savant adquieren habilidades increíbles que van desde las artísticas hasta las
matemáticas. Sin embargo, estas solo son memorísticas y metódicas, por tanto,
muchas veces se les puede dificultar realizar actividades de pensamiento crítico,
deductivo o espontáneo.
 Las personas con Savant son consideradas inteligentes, pero muestran deficiencias
en las pruebas que miden el CI obteniendo puntuaciones bajas. Esto se da a causa de
las dificultades que estos poseen en el entendimiento de los mismos test y/o de sus
instrucciones.
 La hiperlexia es una de las habilidades más difíciles de estudiar ya que cuenta con
subtipos que presentan limitaciones en la producción del lenguaje.
 La música es una herramienta metodológica que puede aportar en el aprendizaje de
los niños savant.
BIBLIOGRAFÍA

 Muñoz Yunta, J. A., Ortiz Alonso, T., Amo Usanos, C., Fernández Lucas, A.,
Maestú Unturbe, F., & Palau Baduell, M. (2003). El síndrome de savant o idiot
savant. Revista de Neurología, 36(S1), 157. Recuperado de: El-Sindrome-de-
Savant.-Rev-Neurol-2003.pdf
 Martino, G. (2017). Autismo y fundamentalismo cognitivo: El síndrome Savant.
Revista Pediátrica Elizalde, Vol 8(No 1 y 2), 13–19.
 Botetano, C. (2014). La teoría de los hemisferios cerebrales y el método Botetano.
Revista de Investigación en Psicología, 17(N.o 1), 254–265. Lima – Perú.
 Tárraga, R., & Acosta, G. (todavía no publicado). Síndrome de savant: Entre lo
genial y lo ingenuo. Universidad de Valencia. Recuperado:
https://roderic.uv.es/handle/10550/32347
 C. Egaña (10 de diciembre del 2013). ¿Qué es el síndrome del Savant? CNN
Noticias. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=iRqZuePBlqU
 C. Williams & K. Walker. (2012). Savants (documental). New York: Discovery
Channel & NBC News Productions.

 A. De Armas. (2020). La música en la educación de niños TEA y Síndrome de


Savant. Maestría. Universidad de La Laguna. España. Recuperado de:
https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/20828/La%20musica%20en%20la
%20educacion%20de%20ninos%20TEA%20y%20Sindrome%20de
%20Savant..pdf?sequence=1

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