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LE CT IO D I V IN A E N GR U P O

Oración o canto inicial


Nos preparamos para acoger la Palabra de Dios. Podemos comenzar con una breve oración de
invocación, un canto o una oración al Espíritu Santo para que abra nuestros corazones. Una
vela encendida u otro símbolo nos recordará la presencia de Cristo resucitado entre nosotros.

Primer paso: lectura atenta del texto (lectio)


La atención se fija en el texto con el deseo de descubrir cuál es el mensaje de fe transmitido a
sus destinatarios a través de él.
1. Lectura: un participante proclama el texto mientras los demás lo escuchan atentamente.
2. Silencio: todos permanecen en silencio cinco minutos, durante los cuales leen de nuevo el
texto ayudados por las notas de su Biblia y por algunos lugares paralelos más significativos.
Cada uno retiene aquello que le ha ayudado más a comprender el sentido original del texto.
3. Compartir: se comparte brevemente lo que se ha entendido y descubierto en la lectura.

Segundo paso: nos dejamos interpelar por el texto (meditatio)


La atención se centra en descubrir cuál es el mensaje del texto para nosotros, en nuestra
situación personal, comunitaria, social...
1. Lectura: de nuevo uno de los participantes lee el texto en voz alta. Los demás escuchan y
siguen en silencio la lectura en su Biblia.
2. Silencio: cada uno lee el texto en silencio durante cinco minutos preguntándose qué es lo
que el Señor quiere decirle a través de este texto, tratando de descubrir su voluntad.
3. Compartir: los participantes comparten lo que han descubierto en el tiempo de silencio; es
importante que cada uno se exprese en primera persona. Luego juntos pueden buscar lo
que el Señor les pide como comunidad cristiana.

Tercer paso: la Palabra nos exige una respuesta (oratio - actio)


Respondemos a la Palabra de Dios a través de una oración, un compromiso personal…
1. Lectura: uno de los participantes lee el texto en voz alta; los demás escuchan atentamente.
2. Silencio: durante cinco minutos cada uno ora personalmente expresando aquello que este
pasaje de la Escritura le hace decirle a Dios. Puede ser una oración de alabanza, de acción
de gracias, de arrepentimiento, de petición, de intercesión, etc. También puede uno
detenerse en un compromiso concreto que ha descubierto con especial claridad al leer este
pasaje concreto.
3. Compartir: Cada uno puede hacer en voz alta una breve oración que sea reflejo de la que ha
hecho en silencio o compartir con los demás el compromiso que ha descubierto.

Oracion o canto conclusivo


El encuentro termina con una oración común (Padrenuestro u otra oración conocida por todos),
con un canto apropiado o un salmo que tenga relación con el texto meditado.

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