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Daniel Fitzpatrick, un niño de 13 años, se suicidó después de sufrir acoso escolar por parte de sus compañeros. Antes de morir, escribió una carta desgarradora describiendo cómo rogó a los maestros que lo ayudaran, pero fueron ignorados. Sólo una maestra trató de ayudarlo, a quien dedicó parte de su carta de despedida. Daniel tomó la fatal decisión de quitarse la vida debido a la falta de protección de la escuela católica a la que asistía, a pesar de advert
Daniel Fitzpatrick, un niño de 13 años, se suicidó después de sufrir acoso escolar por parte de sus compañeros. Antes de morir, escribió una carta desgarradora describiendo cómo rogó a los maestros que lo ayudaran, pero fueron ignorados. Sólo una maestra trató de ayudarlo, a quien dedicó parte de su carta de despedida. Daniel tomó la fatal decisión de quitarse la vida debido a la falta de protección de la escuela católica a la que asistía, a pesar de advert
Daniel Fitzpatrick, un niño de 13 años, se suicidó después de sufrir acoso escolar por parte de sus compañeros. Antes de morir, escribió una carta desgarradora describiendo cómo rogó a los maestros que lo ayudaran, pero fueron ignorados. Sólo una maestra trató de ayudarlo, a quien dedicó parte de su carta de despedida. Daniel tomó la fatal decisión de quitarse la vida debido a la falta de protección de la escuela católica a la que asistía, a pesar de advert
Daniel Fitzpatrick sufría acoso por parte de sus compañeros y pese a que alertó a sus profesores del hecho, nunca hicieron nada por ayudarlo.
El pasado jueves 11 de agosto Daniel Fitzpatrick, de tan sólo 13
años, decidió poner fin a su sufrimiento y un mes antes de quitarse la vida escribió una desgarradora carta en la que relataba su historia de acoso.
Fue su propia hermana quien halló al pequeño, ahorcado con una
correa, en la azotea del edificio donde vivía con su familia en Staten Island, Nueva York. Sus padres encontraron la nota suicida de su hijo en la que relataba cómo habían transcurrido los hechos.
Incluso, el pequeño señala que “rogó y suplicó” al personal escolar,
pero ignoraron sus quejas. Sólo hubo una profesora, la señorita D’Álora, quien intentó remediar el sufrimiento sin mucho éxito, y a la que el joven le dedica algunas líneas en su carta de despedida.
Daniel explicó que tomó la fatal determinación ante la
desprotección por parte de la de las autoridades del Holy Angels Catholic Academy, escuela situada en Brooklyn, a las que les había advertido del acoso constante que sufría por parte de sus compañeros.
El padre del pequeño utilizó también su cuenta en Facebook para
dar las gracias por los mensajes de apoyo y cariño recibidos en los últimos días, aunque no sin antes lanzar un contundente mensaje a los progenitores de “los chicos que atormentaron” a su hijo Daniel.
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