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La noción de sistema se remonta a los filósofos griegos y quizás mucho mas atrás,
pero en la actualidad se relaciona con las investigaciones realizadas por el biólogo
Ludwig Von Bertalanffy en el transcurso del siglo XX, sobre lo que este denomina
Teoría General de Sistemas. Esta fue planteada para modelar sistemas de
diversas áreas disciplinares, como un esfuerzo de colaboración entre múltiples
disciplinas. Se espera que la Teoría General de Sistemas ayude al desarrollo de la
ciencia, mejorando la comunicación e identificando isomorfismos y llevando éstos
de un ámbito a otro, en un intento de unificar el conocimiento científico,
favoreciendo el progreso del trabajo interdisciplinario logrando una mayor
integración y unidad en la ciencia. (Bertoglio y Johansen, 1982).
Los limites separan lo que es o están en el sistema, de aquello que queda fuera de
él, es decir, su entorno. Estos limites son establecidos por el observador y no son
necesariamente físicos, sin embargo, deben ser bien definidos, aunque muchas
veces son difíciles de establecer. El entorno aporta las entradas y salidas que el
sistema necesita para su funcionamiento. (Bertoglio y Johansen, 1982)
La Teoría de los sistemas por su parte está vinculada entre otras, con la Teoría de
la Comunicación, cuyo elemento general es la información. Esta teoría se centra
en los fenómenos comunicativos y su relación con los objetos de referencia de los
que se ocupa la comunicación, centrándose en la capacidad de los seres vivos
para intercambiar información. Para que esta se produzca se necesita de un
emisor, un mensaje y un receptor. Esta trata de explicar, entre otras cosas, como
los individuos se comunican, su necesidad de comunicar lo que piensa y siente.
(Bertalanffy,1976)
Ahora que hemos definido la Teoría General de Sistemas y los elementos que la
conforman, podemos determinar que un establecimiento educacional es un
sistema en sí mismo, pues posee características que en ella se mencionan. Entre
ellas se puede destacar, que sus elementos componentes se relacionan entre sí,
dinámicamente en el tiempo, es decir, han ido evolucionando activamente en el
tiempo, generando en su interior modos de comportamiento que van consolidando
su identidad. Una escuela con el correr de los años va construyendo su propia
cultura escolar, la que se va organizando a partir de los ideales y principios de
quienes la fundaron, pero dando cabida a que los grupos humanos que la han ido
conformando y la habitan, se sientan parte, dando como resultado, un amalgama
que incluye además, la cultura de los habitantes del barrio y de la comuna en la
que se encuentra.
Estas instituciones van siendo modelada por las interacciones entre los distintos
grupos que en ella conviven, creando en ellos, sentido de pertenencia y a su vez
estableciendo orientaciones para actuar mancomunadamente y bajo patrones
coherentes, que vayan en concordancia y apuntando al logro de sus propósitos,
los que se encuentran definidos en su misión y su declaración de principios
educativos.
Los sistemas dinámicos como una organización escolar tienen un propósito que
determina su conducta, esta conducta está orientada al logro de ciertos fines, a
esto se le ha llamado conducta teleológica, y es la conducta encargada de ir
moldeando la estructura y los procesos al interior de la organización.
La terapia sistémica entonces es el camino para tomar las medidas que permitirán
a la institución como sistema, lograr los objetivos propuestos superando las
posibles dificultades presentadas por las perturbaciones que puedan existir en el
sistema. Desde el punto de vista de la intervención de un sistema organizacional,
la confianza tiene mucha relevancia, siendo algo que debe tener en cuenta una
intervención de terapia sistémica, entre otras cosas. La confianza, en la teoría de
sistemas sociales complejos, es un mecanismo de reducción de complejidad,
asimismo, las posibilidades futuras se expanden con las decisiones de
planificación producidas desde la confianza, entendiendo esta como un elemento
producido por el sistema. Sin embargo, los sistemas educativos por su
complejidad hacen difícil aislar con exactitud los factores que inciden en un
determinado individuo, por ejemplo, que un estudiante logre los objetivos
educativos esperados para obtener buenos resultados académicos, lo que muchas
veces incide en la confianza que los grupos puedan tener en la intervención
terapéutica (Pereda, 2008).
Es así, que la Teoría general de Sistemas es un modelo que nos permite dar una
mirada integral y completa de la realidad de una institución escolar, siendo la
terapia sistémica la vía para ayudarla a cumplir en cierta medida sus objetivos,
posibilitando una mejor toma de decisiones como institución. Se transforma en un
desafío no imposible de cumplir el mejorar la calidad de vida de los individuos que
la integran, explorando en las diferentes técnicas y modalidades de intervención
que ofrece la terapia sistémica.
REFERENCIAS