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Esta imagen se usa en un test para demostrar que el ser humano no asigna los sonidos a los
objetos arbitrariamente. El test es el siguiente: imagine que una tribu remota llama a
una de estas dos formas Booba y a la otra Kiki. Trate de adivinar cuál es cuál y
clique en la imagen para valorar su respuesta. Debajo de la respuesta en inglés,
aparece la respuesta en español.
En psicología y ciencia cognitiva, el pensamiento mágico es un raciocinio causal no científico; por
ejemplo, la superstición.
La magia, a diferencia de la ciencia, no distingue la correlación de la causalidad. Por ejemplo, alguien
puede acreditar que una camisa da suerte si vistiéndose con ella ha ganado un torneo deportivo.
Continuará usando la misma camisa y, aunque gane algunas competiciones y pierda otras, continuará
acreditando sus victorias a la "camisa de la suerte". Suele estar basado en prejuicios o
percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo. Quizá por haber sido precondicionado por
otras personas que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías de dichos individuos con esas
percepciones.
Ante percepciones de: espejismos, realidad de los sueños, predicción de comportamientos en micro y
macro entornos... los sentidos del ser humano, pueden carecer de fundamentación objetiva y modelan la
realidad, desde un punto de vista antropomórfico, con recursos filosóficos concomitantes.
Un prejuicio cognitivo (en inglés cognitive bias), predisposiciones cognitivas, es una distorsión
cognitiva, en el modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de estos procesos han sido
verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como
categorías generales de prejuicios.
En psicología, algunos tipos de personalidad, están influidos en mayor o menor grado por el
razonamiento mágico, y ciertas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, pueden tener
conclusiones ideadas a partir del pensamiento mágico, como la telepatía o el control de la mente.
A diferencia de la dimensión cognitiva (percepciones, memoria, atención, inteligencia, creatividad,
lenguaje), al hablar de personalidad se les da preferencia a los procesos emotivos y tendenciales
del individuo, aunque los diferentes factores ejercen una influencia directa entre sí. Los trastornos de
personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las facetas emocionales,
afectivas, motivacionales y de relación social.
Ahora bien, en un caso u otro, dentro de la vida práctica, entre el sujeto que desea una cosa, buena o mala, incitado por
odio o amor y el objeto de su deseo, suele interferirse con frecuencia un tercer elemento que, en unos casos, es
esencialmente mago o hechicero y en otros sacerdote. Uno conjura, el otro normalmente ora y sacrifica. Pero a veces
también, el sacerdote recurre a prácticas mágicas, a conjuros y el mago a oraciones y sacrificios.
Función del pensamiento mágico
Análisis
El pensamiento mágico se fundamenta en creencias cuya estructuración no sigue un patrón racional.
Suele estar basado en percepciones psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido
influenciado por otras personas que conocen o aceptan de algún modo dichas teorías o creencias.
En psiquiatría, varias enfermedades mentales y trastornos de personalidad se caracterizan por asumir
diversos grados de pensamiento mágico. Se utiliza el método científico para remarcar lo endeble y
arbitrario de las convicciones basadas en lo sobrenatural.
El pensamiento mágico y las personas que hacen uso de él, no ponen en duda dichas percepciones; por
tanto, sin una base crítica o tamiz de la realidad, dicho pensamiento puede generar
una pseudociencia «mágica» basada en hipótesis puramente especulativas. De hecho, una idea, no se
acepta como válida si no está fundamentada en hipótesis rigurosas y contrastables, en
cualquier ciencia que se precie de serlo. El método científico está sustentado por dos pilares
fundamentales: el primero es la reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado
experimento en cualquier lugar y por cualquier persona; este pilar se basa, esencialmente, en la
comunicación y difusión de los resultados obtenidos. El segundo pilar es la falsabilidad, es decir, que
toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser falsada.
En el pensamiento mágico, se toman como postulados válidos ciertas creencias fuertemente arraigadas
en el pasado, y sobre éstas se construye un mundo aparentemente racional, siguiendo pautas lógicas
y pseudocientíficas. De este modo, una persona que no haya tamizado previamente dichas ideas o
pensamientos, hasta encontrar sus bases más fundamentales, le puede parecer a simple vista que dichos
pensamientos tienen fundamentos y coherencia científica y, hasta cierto punto, poseen consistencia.
Ejemplos de esto pueden ser las prácticas adivinatorias, como la astrología, la numerología y otra serie
de pseudociencias que aceptan postulados mágicos, arraigados histórica y culturalmente que, para el
hombre creyente, les induce a conclusiones y razonamientos mucho más satisfactorios y, aparentemente,
con más sentido y significado que la propia ciencia.
Se sabe que los sentimientos «colorean» o matizan nuestros procesos mentales. Conocemos muchas
zonas y funciones del cerebro, pero no comprendemos desde un punto de vista científico qué es
la conciencia, ni sabemos cómo el cerebro tiene conciencia de sí mismo. Es todavía un reto. Sólo lo
conocemos desde el punto de vista filosófico. Los científicos, desde varias perspectivas biológicas:
Etología, Neurofisiología, Neuroanatomía, Neurociencia y psicología evolutiva intentan explicar la
conciencia.