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CONTROL DIFUSO

Es la potestad que tiene todo juez de la República, en los asuntos sometidos a


su consideración, de señalar que una norma jurídica de cualquier
categoría, bien legal o sub legal, es incompatible con el texto constitucional,
procediendo dicho juzgador, bien de oficio o a instancia de parte, a desaplicar
y dejar sin efecto legal la señalada norma en el caso concreto, tutelando así la
disposición constitucional que resultaba vulnerada. De igual forma, debe
destacarse que esta desaplicación ocurre respecto a la causa en particular o
caso concreto que esté conociendo el sentenciador, mas no así con efectos
generales, por cuanto ello entrañaría otro tipo de pronunciamiento que
escaparía del ámbito competencial de dicho juzgador.

Artículo 334 de la Constitución:

Todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y


conforme a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación
de asegurar la integridad de la Constitución.

En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma


jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a
los tribunales en cualquier causa, aún de oficio, decidir lo conducente.

Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo


de Justicia como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las leyes
y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en
ejecución directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango de
ley. (Énfasis propio) G.O.E N° 5.453 Extraordinario del 24-03-2000.

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,


mediante sentencia de fecha 26 de junio de 2012, ha precisado lo siguiente
sobre el control difuso:

“Como premisa del análisis subsiguiente, esta Sala debe reiterar que, tal y
como se estableció en sentencia Nº 3.067 del 14 de octubre de 2005,
caso: “Ernesto Coromoto Altahona”, el artículo 334 de la Constitución
atribuye a todos los jueces de la República la obligación de asegurar la
integridad del Texto Fundamental, siempre dentro del ámbito de
su competencia y conforme a lo previsto en el mismo. Dicho mandato se
traduce en el deber de ejercer, aun de oficio, el control difuso de
la constitucionalidad de las leyes o normas jurídicas, a fin de garantizar la
supremacía constitucional y resolver, por esta vía, las disconformidades que
puedan generarse en cualquier proceso, entre normas legales o sublegales y
una o varias disposiciones del Texto Constitucional, debiéndose aplicar
preferentemente, ante tal supuesto, las últimas.

En tal sentido, la revisión de las sentencias definitivamente firmes en las


cuales se haya ejercido el control difuso de la constitucionalidad, conlleva a
una mayor protección de la Constitución e impide la aplicación generalizada
de normas inconstitucionales, o bien, la desaplicación de normas ajustadas al
Texto Fundamental, en perjuicio de la seguridad jurídica y del orden público
constitucional”. (Énfasis propio)

Ver texto completo de la sentencia:

http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/junio/872-26612-2012-09-
0402.HTML

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