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Jurisprudencia TSJ de Venezuela

 Jurisprudencia TSJ 2023

Jurisprudencia vinculante sobre el


procedimiento aplicable a las acciones
posesorias en materia agraria
/ Derecho Agrario / Por Super User

tsj.gov.ve, Sala Constitucional

“Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que


fija la interpretación vinculante respecto al procedimiento aplicable a las
acciones posesorias en materia agraria”.

«…lo ajustado a derecho es aplicar a las acciones posesorias en materia agraria el


procedimiento ordinario regulado en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, ya que las
normas contenidas en nuestro Código Civil desarrolladas a través del Código de
Procedimiento Civil, resultan absolutamente incompatibles para dirimir conflictos entre
particulares con ocasión de la actividad agrícola…»
 

«…III CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Como premisa del análisis subsiguiente, esta Sala debe reiterar que, tal y como se
estableció en sentencia Nº 3.067 del 14 de octubre de 2005, caso: “Ernesto Coromoto
Altahona”, el artículo 334 de la Constitución atribuye a todos los jueces de la República la
obligación de asegurar la integridad del Texto Fundamental, siempre dentro del ámbito de
su competencia y conforme a lo previsto en el mismo. Dicho mandato se traduce en el
deber de ejercer, aun de oficio, el control difuso de la constitucionalidad de las leyes o
normas jurídicas, a fin de garantizar la supremacía constitucional y resolver, por esta vía,
las disconformidades que puedan generarse en cualquier proceso, entre normas legales o
sublegales y una o varias disposiciones del Texto Constitucional, debiéndose aplicar
preferentemente, ante tal supuesto, las últimas.

En tal sentido, la revisión de las sentencias definitivamente firmes en las cuales se haya
ejercido el control difuso de la constitucionalidad, conlleva a una mayor protección de la
Constitución e impide la aplicación generalizada de normas inconstitucionales, o bien, la
desaplicación de normas no ajustadas al Texto Fundamental, en perjuicio de la seguridad
jurídica y del orden público constitucional (Cfr. Sentencia de esta Sala Nº 701 del 18 de
abril de 2005, caso: “Wendy Coromoto Galvis Ramos”).
De allí que se plantea para esta Sala dilucidar, si el a quo equivocó el objeto del control
difuso, tomando en consideración que en lo que a dicho control de la constitucionalidad se
refiere, esta Sala reitera que esta modalidad es inherente al sistema de justicia
constitucional y “se ejerce cuando en una causa de cualquier clase que está conociendo el
juez, éste reconoce que una norma jurídica (…), es incompatible con la Constitución.  Caso
en que el juez del proceso, actuando a instancia de parte o de oficio, la desaplica (la
suspende) para el caso concreto que está conociendo, dejando sin efecto la norma en dicha
causa (y sólo en relación a ella), haciendo prevalecer la norma constitucional que la
contraría. No debe confundirse el control difuso, destinado a desaplicar normas jurídicas,
con el poder que tiene cualquier juez como garante de la integridad de la Constitución, de
anular los actos procesales que atenten contra ella o sus principios, ya que en estos casos, el
juzgador cumple con la obligación de aplicar la ley, cuya base es la Constitución (…).
Distinta es la situación del juez que desaplica una norma porque ella colide con la
Constitución, caso en que la confrontación entre ambos dispositivos (el constitucional y el
legal) debe ser clara y precisa. Esto último, conlleva a la pregunta ¿si en ejercicio del
control difuso un juez puede interpretar los principios constitucionales, y en base a ellos,
suspender la aplicación de una norma? (…). Fuera de la Sala Constitucional, debido a las
facultades que le otorga el artículo 335 de la Constitución vigente, con su carácter de
máximo y última intérprete de la Constitución y unificador de su interpretación y
aplicación, no pueden los jueces desaplicar o inaplicar normas, fundándose en principios
constitucionales o interpretaciones motu proprio que de ellas hagan, ya que el artículo 334
comentado no expresa que según los principios constitucionales, se adelante tal control
difuso. Esta es función de los jueces que ejercen el control concentrado, con una modalidad
para el derecho venezolano, cual es que sólo la interpretación constitucional que
jurisdiccionalmente haga esta Sala, es vinculante para cualquier juez, así esté autorizado
para realizar control concentrado” (Cfr. Sentencia de esta Sala Nº 1.851/08).

 
En este sentido, el control difuso es un medio que conlleva en sí un juicio de
inconstitucionalidad de la norma entendida en los efectos lesivos al caso concreto, que
necesariamente requieren de un análisis de ponderación entre el cumplimiento de la
consecuencia jurídica establecida en la disposición a desaplicar y su aproximación con el
posible perjuicio y desnaturalización de un derecho o principio constitucional; ameritando
un examen en relación a la validez de la norma (Cfr. Sentencia de esta Sala Nº 701/09).

 
Siendo ello así, su alcance viene determinado precisamente por el texto constitucional que
da origen a su fundamentación como medio de protección, delimitando la naturaleza de las
normas que se encuentran dentro de su ámbito de regulación, de conformidad con el primer
aparte del artículo 334 de la Constitución “En caso de incompatibilidad entre esta
Constitución y una ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones
constitucionales, correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, aún de oficio, decidir
lo conducente” y, el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que
“Cuando la ley vigente, cuya aplicación se pida, colidiere con alguna disposición
constitucional, los jueces aplicarán ésta con preferencia”.
De ello resulta pues, que uno de los presupuestos para la procedencia del control difuso de
la constitucionalidad, sea la existencia de un proceso en el cual la inconstitucionalidad de la
norma no sea el objeto principal del mismo, como carácter propio del control posterior en
abstracto regulado en el artículo 25.12 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia. Así, se ha destacado que la “revisión sobre el pronunciamiento del control difuso
que ejerce cualquier tribunal de la República, por parte de esta Sala (ex artículo 336.10
constitucional), que se articula con la competencia exclusiva de la Sala para que juzgue la
constitucionalidad de las leyes y demás actos estatales que se dicten en ejecución directa e
inmediata de la Constitución, vía control concentrado, la que permite la afirmación de que
nuestro sistema de Justicia Constitucional es mixto o integrado pues, por una parte, figura
el control difuso y, por la otra, el control concentrado, pero cada uno de estos medios de
control de la constitucionalidad no actúan anárquicamente, sino, por el contrario,
encuentran espacio común en la Sala Constitucional, la cual, tendrá a su cargo el
mantenimiento de la uniformidad de las interpretaciones de los principios y derechos
constitucionales” (Cfr. Sentencia de esta Sala Nº 19/09).

Igualmente, la Sala ha aclarado que “la supremacía constitucional en materia de normas,


jurisdiccionalmente se ejerce mediante el control difuso y el control concentrado; mientras
que las infracciones normativas, o provenientes de actos, hechos u omisiones  que afecten 
o amenacen afectar de manera irreparable la situación  jurídica de una persona, se controlan
mediante el amparo” (Cfr. Sentencia de esta Sala Nº 1.267/01) y, en ese contexto, el juez
que conoce del amparo puede pronunciarse acerca del contenido o aplicación de las normas
constitucionales que desarrollan los derechos fundamentales, revisar la interpretación o
aplicación que de éstas ha realizado la administración pública o los órganos de la
administración de justicia, o establecer si los hechos de los que se deducen las violaciones
constitucionales, constituyen una violación directa de la Constitución.

Ello así, esta Sala considera necesario reiterar respecto a la competencia agraria, que la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela concibió una reforma del marco
institucional del Estado, que traza una redefinición estructural del arquetipo para el
desarrollo de la nación y, particularmente de las competencias del Estado -los órganos del
Poder Público- (Vid. Sentencia de esta Sala Nº 1.444/08), la legislación vigente y la
sociedad, en orden a armonizarlo con los fines que le han sido constitucionalmente
encomendados.

A los fines de resolver el asunto planteado, se aprecia de manera preliminar que de un


análisis de las disposiciones de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en su conjunto
permiten establecer que las acciones posesorias agrarias por perturbación o por despojo,
ejercidas conforme a los supuestos previstos en el numeral 1 del artículo 197 eiusdem
(competencia material de los Juzgados Agrarios), deben ser tramitadas y decididas
conforme al procedimiento ordinario agrario, establecido en los artículos 186 y siguientes
de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, y no por el procedimiento interdictal
preceptuado en los artículos 699 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, ello en
virtud a la autonomía y especialidad del derecho agrario, cuyos principios rectores son de
estricto orden público en razón de los intereses sociales y colectivos tutelados por los
procedimientos previstos en la referida ley especial, la cual ha devenido en el tiempo con
más fuerza como una herramienta para la consecución de la paz social en el campo a través
del establecimiento y perfeccionamiento de instituciones que le son propias, tal como lo es
la posesión agraria.

Incluso, la aplicación preferente de la legislación agraria y por ende del procedimiento


ordinario regulado en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario a casos donde lo debatido sea
la posesión agraria, se deriva no sólo por el análisis legislativo sino también de los
precedentes jurisprudenciales que ha emitido al respecto este Tribunal Supremo de Justicia,
destacando primeramente, el artículo 197 eiusdem, el cual establece expresamente que “Las
controversias que se susciten entre particulares con motivo de las actividades agrarias serán
sustanciadas y decididas por los tribunales de la jurisdicción agraria, conforme al
procedimiento ordinario agrario, el cual se tramitará oralmente, a menos que en otras leyes
se establezcan procedimientos especiales”; así como también, el artículo 208 numerales 1 y
7, al indicar que “Los juzgados de primera instancia agraria conocerán de las demandas
entre particulares que se promuevan con ocasión de la actividad agraria, sobre los
siguientes asuntos: (…) 1. Acciones declarativas, petitorias, reivindicatorias y posesorias en
materia agraria (…). 7. Acciones derivadas de perturbaciones o daños a la propiedad o
posesión agraria”-, lo cual evidencia también la existencia de un foro atrayente con respecto
a la jurisdicción agraria para ventilar conflictos que se produzcan con motivo de dicha
actividad; todo ello, en resguardo del derecho a la tutela judicial efectiva y al debido
proceso, incluyendo dentro de este último el derecho a ser juzgado por el juez natural, los
cuales están garantizados por nuestra Carta Magna.

 
Con respecto al último punto reseñado en el párrafo anterior (foro atrayente), esta Sala
Constitucional en decisión N° 5047 del 15 de diciembre de 2005, indicó que del análisis de
los artículos 197 y 208 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, se desprende que el
legislador ha establecido “en primer lugar un foro atrayente con respecto a la jurisdicción
agraria (artículo 197 eiusdem) para ventilar conflictos que se produzcan entre particulares
con motivo de dicha actividad; y en segundo lugar, atribuyen competencia para conocer y
decidir de determinadas acciones (como las del caso de marras, esto es, acciones derivadas
de perturbaciones o daños a la propiedad o posesión agraria) a los Juzgados de Primera
Instancia Agrarios, dejando en su último ordinal una cláusula abierta para que estos
Juzgados conozcan de ‘(…) todas las acciones y controversias entre particulares
relacionados con la actividad agraria’ (artículo 208 eiusdem)” , lo cual fue ratificado por la
Sala Plena en su fallo N° 200/2007.

En refuerzo de lo expuesto anteriormente, debe resaltarse que recientemente la Sala Plena


del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 33 del 29 de junio de 2010, en un caso
similar al de autos señaló que las acciones posesorias en materia agraria deben tramitarse
conforme al procedimiento ordinario regulado en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario,
cónsono con la aplicación de los principios de especialidad y temporalidad de las normas.

Ello es así, por cuanto la posesión agraria va más allá de los intereses particulares que
rodean la posesión civil, pues sobre la base del interés social y colectivo, persigue proteger
la seguridad agroalimentaria de la República, por lo que la misma es una institución
eminentemente de derecho agrario, cuyo objetivo fundamental va dirigido a la explotación
directa de la tierra con el objeto de favorecer la producción de alimentos, para luego dirimir
el conflicto entre los particulares interpuesto con ocasión de la actividad agraria, tal y como
lo establece el procedimiento ordinario establecido en la mencionada ley especial, cuyo
norte es el respeto y cumplimiento de las garantías constitucionales.

 
Dicha naturaleza fue objeto de estudio y análisis por esta Sala Constitucional mediante fallo
Nº 262/2005, cuando se estableció que la actividad agraria constituye “(…) una actividad
sometida en mayor o menor grado a un régimen estatutario de derecho público que ha sido
objeto de tutela por parte del legislador, no sólo mediante una serie de medidas
relacionadas directamente con el régimen sustantivo de los derechos (vgr., la afectación de
uso y redistribución de las tierras), sino mediante la creación de una jurisdicción
(competencia) especial que permita a los particulares un acceso directo a órganos
jurisdiccionales especializados; que estén en capacidad de atender con criterios técnicos,
tomando en consideración el interés general de asentar las bases del desarrollo rural integral
y sustentable, asegurando la vigencia efectiva de los derechos de protección ambiental y
agroalimentario de la presente y futuras generaciones (Cfr. Artículo 1 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario)”.
 

Efectivamente, la jurisdicción especial agraria es la llamada a amparar los principios


constitucionales previstos en los artículos 2, 26, 49, 305 y 307 y que el legislador concentró
en el artículo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como la consolidación de los
mismos dentro de un estado democrático, social de derecho y de justicia, en la búsqueda de
la profundización de los valores constitucionales de desarrollo sustentable, inherentes a la
seguridad agroalimentaria y a la justa disponibilidad suficiente de alimentos de calidad,
distribución de la riqueza y planificación estratégica, democrática y participativa; así como
la mejora de la calidad de vida de la población campesina, y el logro de un desarrollo
amónico y viable en el contexto de la justicia social que toda actividad agraria persigue.

Esta especialidad en cuanto a la naturaleza e independencia del derecho agrario sobre el


derecho civil, tanto en la materia adjetiva o sustantiva, es el centro de discusión del
presente caso, tal como fue formulado en la la acción de amparo constitucional, posición la
cual no es de novel data, por el contrario la misma tuvo su origen en los estudios del
maestro Giangastone Bolla, a inicios del siglo pasado, considerado el padre de la escuela
clásica del derecho agrario, quien enfáticamente se pronunció sobre la inaplicabilidad de las
disposiciones del derecho civil para resolver situaciones derivadas de la aplicación de las
instituciones propias del derecho agrario, lo cual fue posteriormente reforzado de manera
diferente por el maestro Antonio Carroza, conocido como el padre de la escuela clásica,
quien a comienzos de los años 60, impulsó el tema de la autonomía del derecho agrario, en
la existencia de institutos propios, que lo llevaron a definir el derecho agrario como el
complejo ordenado y sistematizado de los institutos típicos que regulan la materia de la
agricultura, institutos los cuales fueron recogidos directamente por la Ley de Tierras de
Desarrollo Agrario.

 En virtud de ello, como nuevo paradigma en la sociedad venezolana, el ordenamiento


supremo ha levantado el derecho a la seguridad agroalimentaria, establecido en el artículo
305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en los siguientes
términos:

“Artículo 305. El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del
desarrollo rural integral, a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población;
entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y
el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor. La seguridad
alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna,
entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y
acuícola. La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el
desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el Estado dictará las medidas de
orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura,
capacitación de mano de obra y otras que fueran necesarias para alcanzar niveles
estratégicos de autoabastecimiento. Además, promoverá las acciones en el marco de la
economía nacional e internacional para compensar las desventajas propias de la actividad
agrícola (…)”.

Al respecto, debe la Sala aclarar que el Constituyente en el artículo 305 eiusdem cometió
un error, al confundir un término eminentemente sociológico como lo es el de Nación
cuando debe referirse a estructuras político territoriales como Estado o República.

Esta visión integral y por ende sistémica del derecho agrario, se encuentra sometida en
mayor o menor grado a un régimen estatutario de derecho público que ha sido objeto de
tutela por parte del legislador, no sólo mediante una serie de medidas relacionadas
directamente con el régimen sustantivo de los derechos -vgr. La afectación de uso y
redistribución de las tierras-, sino mediante la creación de una jurisdicción especial,
regulada por un derecho adjetivo también especial, que permita a los particulares un acceso
directo a órganos jurisdiccionales especializados; que estén en capacidad de atender con
criterios técnicos, sus necesidades frente a las actividades u omisiones de la
Administración, tomando en consideración el interés general de asentar las bases del
desarrollo rural integral y sustentable, asegurando la vigencia efectiva de los derechos de
protección ambiental y agroalimentario de la presente y futuras generaciones.

Con el referido criterio, se evidencia que “el legislador viene a reforzar la protección
jurídico-constitucional de los particulares a través de normas garantistas de los derechos
amparados por la Constitución, favoreciendo la tutela judicial efectiva y protegiendo para el
presente caso, la vigencia y efectividad del derecho a la seguridad agroalimentaria en pro
del interés general de asentar las bases del desarrollo rural integral y sustentable,
asegurando la vigencia efectiva de los derechos de protección ambiental y agroalimentario
de la presente y futuras generaciones. Todo en el contexto de la actuación eficaz del Poder
Público, donde los órganos y entes del Estado gestionan efectivamente sus competencias,
fomentando la consolidación del principio de paz social, el bien común y la convivencia, en
un medio ambiente armónico” (Cfr. Sentencia de esta Sala N° 962/06).

Por ello, la aplicación del procedimiento ordinario regulado en la Ley de Tierras y


Desarrollo Agrario a las acciones posesorias en materia agraria, si bien se desprende del
contenido expreso de los artículos 186 y 197 numerales 1 y 7 eiusdem, el mismo encuentra
pleno fundamento en las características propias de la competencia agraria, tal como se
desprende de la jurisprudencia vinculante de esta Sala antes mencionada.

Asimismo, la necesidad de atender al contenido del ordenamiento estatutario de derecho


público en materia agraria, ha sido puesto de manifiesto por esta Sala en la sentencia Nº
962/06, según la cual “siendo que a los órganos jurisdiccionales en la materia les
corresponde garantizar la seguridad alimentaria, el legislador no se encuentra limitado en el
establecimiento de las facultades inquisitivas de los mencionados órganos, ni siquiera para
posibilitar una actuación oficiosa que en modo alguno colide con su imparcialidad, sino que
se encuadra en el carácter subjetivo y garantista del procedimiento contencioso
administrativo, donde el juez propende a la salvaguarda de las situaciones jurídicas que en
el ámbito de sus competencias y por mandato constitucional, se encuentra llamado a tutelar,
aun frente a la inactividad particular de invocar la tutela a la seguridad agroalimentaria o
ante la omisión de los órganos administrativos, en privilegiar y desarrollar la producción
agropecuaria interna y proteger la biodiversidad. Con ello, resulta constitucionalmente
legítima la actuación oficiosa de los órganos jurisdiccionales cuando el bien tutelado así lo
amerite y exista disposición legal que lo faculte, como es el caso de la adopción de medidas
que desde el punto de vista material, pudieran calificarse de funciones administrativas,
tomadas en ejercicio de la potestad jurisdiccional para la salvaguarda de la seguridad
agroalimentaria y de la biodiversidad”.

Las anteriores decisiones son un ejemplo, de la lucha plausible que se está generando, para
establecer y confirmar la especialidad y autonomía del derecho agrario; y ello es en
cumplimiento a nuestra propia Constitución, quien como ley de leyes, sentó las bases de
una solida jurisdicción agraria, cuya misión va más allá de un simple control de la legalidad
agraria; por lo cual a los operadores de justicia le es ineludible procurar mantener la
vigencia del texto constitucional, previsto en los artículos 305, 306 y 307, como garantes de
una efectiva aplicación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y demás normativas que
versen sobre la materia.
 
En razón de las anteriores consideraciones, es necesario recalcar que lo ajustado a derecho
es aplicar a las acciones posesorias en materia agraria el procedimiento ordinario regulado
en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, ya que las normas contenidas en nuestro Código
Civil desarrolladas a través del Código de Procedimiento Civil, resultan absolutamente
incompatibles para dirimir conflictos entre particulares con ocasión de la actividad agrícola,
como es el caso de las acciones posesorias agrarias, y ello se hace más patente desde la
promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (2001), pues desde ese instante
contamos en nuestro país con un derecho agrario autónomo y especial, donde además de
muchos otros aspectos de relevancia, se estipuló que en casos de controversias la misma
sería dirimida por la nueva jurisdicción especial agraria, o ante la jurisdicción contencioso
administrativa, según corresponda a la naturaleza de la acción, demanda o recurso; por lo
cual se hace inexplicable que aún existan dudas sobre la aplicación de la normativa especial
agraria, y se siga luchando por defender la autonomía de esta rama del derecho tan especial
y garantista.

Así, resulta ineludible la necesaria abolición de la aplicación del derecho civil, a


instituciones propias del derecho agrario, más aun con la existencia de un cuerpo legal que
lo regula, por lo que la aplicación del procedimiento ordinario regulado en la Ley de Tierras
y Desarrollo Agrario a las acciones posesorias en materia agraria, si bien se desprende del
contenido expreso de los artículos 197 y 208 numerales 1 y 7 eiusdem, el mismo encuentra
pleno fundamento en las características propias de la competencia agraria, tal como se
desprende de la jurisprudencia vinculante de esta Sala antes mencionada (principio de ley
especial y posterior en la materia).

 
De ello resulta pues, que en todos aquellos casos en los cuales no se trate de acciones
posesorias en materia agraria -Cfr. Artículos 197 y 208 numerales 1 y 7 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario-, resulta perfectamente aplicable el procedimiento contenido
en los artículos 699 al 711 del Código de Procedimiento Civil, conforme a las sentencias de
esta Sala Nros. 132/01, 1.717/02, 327/08 y 190/09.
 
Sobre la base de las anteriores consideraciones, esta Sala advierte que en el presente caso,
la desaplicación por control difuso se generó en el marco de un proceso de amparo
constitucional, que verificó una contradicción entre la “Constitución y una ley u otra norma
jurídica” -conforme a las consideraciones antes expuestas-, que obligaba al ejercicio de la
competencia contenida del artículo 334 de la Constitución por parte del a quo, con lo cual
se garantizó una efectiva tutela de los principios de especialidad y autonomía (ya
señalados), así como de la aplicación de la ley posterior en la materia, lo cual se vincula
directamente con la garantía del derecho a la defensa y al debido proceso (Cfr. Sentencia de
esta Sala N° 1205 del 16 de junio de 2006).

Igualmente, la Sala advierte que aunado al tiempo transcurrido desde que se dictó la
sentencia objeto de revisión y, dado que efectivamente, el criterio contenido en la misma
respecto al procedimiento aplicable a las acciones posesorias en materia agraria se ajusta al
régimen jurídico adjetivo procesal aplicable, en los términos antes expuestos, esta Sala
sobre la base de la prohibición de reposiciones inútiles contenida en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, resultaría contrario al contenido
del artículo parcialmente transcrito en concordancia con el artículo 257 eiusdem, anular la
el fallo y ordenar la reposición de la causa al estado en que el mencionado Juzgado dicte
nuevo pronunciamiento de mérito, que en definitiva ratificaría las consideraciones
efectuadas por esta Sala y por el propio órgano jurisdiccional.

Así, la Sala advierte que el Juzgado Superior Agrario de la Circunscripción Judicial de los
Estados Zulia y Falcón actuó conforme al ordenamiento jurídico vigente, al señalar como
procedimiento aplicable a las acciones posesorias en materia agraria el procedimiento
ordinario regulado en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario -Cfr. Artículos 197 y 208
numerales 1 y 7, los cuales establecen lo siguiente: “Artículo 197. Las controversias que se
susciten entre particulares con motivo de las actividades agrarias serán sustanciadas y
decididas por los tribunales de la jurisdicción agraria, conforme al procedimiento ordinario
agrario, el cual se tramitará oralmente, a menos que en otras leyes se establezcan
procedimientos especiales” y “Artículo 208. Los juzgados de primera instancia agraria
conocerán de las demandas entre particulares que se promuevan con ocasión de la actividad
agraria, sobre los siguientes asuntos: (…) 1. Acciones declarativas, petitorias,
reivindicatorias y posesorias en materia agraria (…). 7. Acciones derivadas de
perturbaciones o daños a la propiedad o posesión agraria”-. En tal virtud, se declara
conforme a derecho la desaplicación de los artículos 699 al 711 del Código de
Procedimiento Civil, efectuada por la sentencia Nº 223 dictada por el mencionado Juzgado
Superior el 21 de abril de 2009.

Finalmente, dado que del texto de la sentencia objeto de control se desprende que coexisten
criterios de instancia contradictorios respecto al procedimiento aplicable para el trámite de
las acciones posesorias en materia agraria, lo cual atentaría contra los principios de
seguridad jurídica y eficiencia en la administración de justicia, esta Sala ordena la
publicación íntegra del presente fallo en la Gaceta Judicial, así como en la página web de
este Tribunal Supremo de Justicia.

 
IV DECISIÓN
Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por autoridad
de la ley, declara CONFORME A DERECHO la desaplicación efectuada por la sentencia
Nº 223 dictada por el Juzgado Superior Agrario de la Circunscripción Judicial de los
Estados Zulia y Falcón el 21 de abril de 2009, que desaplicó los artículos 699 al 711 del
Código de Procedimiento Civil.
 
Se ORDENA la publicación íntegra del presente fallo en la página web de este Tribunal
Supremo de Justicia, así como en la Gaceta Judicial, en cuyo sumario deberá indicarse lo
siguiente:
 
“Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que fija la
interpretación vinculante respecto al procedimiento aplicable a las acciones posesorias en
materia agraria”.
 

Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, en Caracas, a los 07 días del mes de julio de dos mil once (2011).
Años: 201° de la Independencia y 152° de la Federación.

Ficha:
SALA CONSTITUCIONAL
Magistrada Ponente: LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
Expediente Nº 09-0558
Exp. Nº AA50-T-2009-0558
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/scon/Julio/1080-7711-2011-09-0558.html
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA AGRARIA


DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO BARINAS

Socopó, 07 de marzo de 2018


207º y 158º

EXPEDIENTE №: A-0.256-17

DEMANDANTE: JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad № V-6.590.234.

ABOGADO DE LA PARTE DEMANDANTE: WILMER MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad,


titular de la cédula de identidad № V-11.838.187, debidamente inscrito en el inpreabogado bajo el
№ 156.954.

PARTE DEMANDADA: COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de


identidad № V-6.728.856.

ABOGADO DE LA PARTE DEMANDADA: JHON WILMER CONTRERAS y VICTORIANO RODRIGUEZ


MENDEZ, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad № V-9.337.367 y V-
6.728.856, respectivamente, debidamente inscritos en el Inpreabogado bajo los № 44.282 y
21.916, en su orden.

MOTIVO: PARTICION Y LIQUIDACION DE LA COMUNIDAD CONYUGAL.

SENTENCIA: DEFINITIVA

NARRATIVA

Conoce el presente expediente, contentivo de PARTICIÓN Y LIQUIDACION DE LA COMUNIDAD


CONYUGAL, intentado por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de
edad, titular de la cédula de identidad № V-23.022.486, asistido por el abogado WILMER MENESES
CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad N° V-11.838.187, en
contra de de la ciudadana COROMOTO PEREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad № V-6.728.856, asistida por los abogados en ejercicio JHON WILMER CONTRERAS y
VICTORIANO RODRIGUEZ MENDEZ, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de
identidad Nrs V-9.337.367 y V-6.728.856, respectivamente, debidamente inscritos en el
Inpreabogado bajo los № 44.282 y 21.916, en su orden.

ANTECEDENTES

El 11/05/2017, fue recibido en la Secretaría de este Juzgado escrito de demanda por PARTICIÓN Y
LIQUIDACIÓN DE LA COMUNIDAD CONYUGAL, por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ,
venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-23.022.486, en contra de la
ciudadana COROMOTO PEREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
6.728.856, (Pza. Nº 1 folios 1 al 81).
El 16/05/2017, mediante auto esta Instancia Agraria le dio entrada, a la demanda de PARTICIÓN Y
LIQUIDACIÓN DE LA COMUNIDAD CONYUGAL, bajo el Nº A-0.256-17, nomenclatura particular de
este Juzgado (Pza. Nº 1 folios 82).
El 19/05/2017, esta Instancia Agraria mediante auto admite la demanda de PARTICIÓN Y
LIQUIDACIÓN DE LA COMUNIDAD CONYUGAL. y ordena librar boleta de citación una vez la parte
actora consigne los emolumentos necesario para la realización de la compulsa(Pieza N° 01, Folio
83).
El 30/05/2017, mediante diligencia presentada por el ciudadano José Jesús Dugarte Sánchez,
asistido por el abogado en ejercicios WILMER MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad,
titular de la cédula de identidad № V-11.838.187, debidamente inscrito en el inpreabogado bajo el
№ 156.954, otorga poder Apud-acta al mencionado abogado y consigna los emolumentos para la
realización de las compulsas de citación (Pieza N° 01, folios 84 y 85).
El 05/06/2017, mediante auto esta Instancia Agraria se tuvo como apoderado judicial al abogado
en ejercicios WILMER MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de
Identidad № V-11.838.187, debidamente inscrito en el inpreabogado bajo el № 156.954, de la
parte actora. (Pza. 1 Folio 86).
El 05/06/2017, esta instancia agraria se libro boleta de citación a la parte demandada, (Pza. 1 folio
87)
El 07/06/2017, mediante diligencia presentada por el alguacil de este Juzgado donde consigna
boleta de citación debidamente firmada. (Folios 88 al 89, pza. 1).
El 15/06/2017, se recibió escrito presentado por la ciudadana COROMOTO PEREZ, venezolana,
mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.728.856, representada judicialmente por
los abogados en ejercicios JHON WILMER CONTRERAS y VICTORIANO RODRIGUEZ MENDEZ,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad № V-9.337.367 y V-6.728.856,
respectivamente, debidamente inscritos en el Inpreabogado bajo los № 44.282 y 21.916, en su
orden., dando contestación a la demanda (1ra Pieza Folios 90 al 100).
El 15/06/2017, mediante auto de este juzgado establece que el termino de la distancia fue
reflejado en la boleta de citación establecido un día como termino de la distancia (folio 101 Pza. 1)
El 20/06/2017, mediante diligencia presentada por el abogado en ejercicio WILMER MENESES,
solicitando copias simples, (folio 102, pza 1)
El 21/06/2017, mediante auto de este Juzgado admite la contestación de la demanda y fija
Audiencia Preliminar para el 10/07/2017 ( Pieza 1 Folio103).
El 10/07/2017, se llevó a cabo la celebración de Audiencia Preliminar (Pieza 1 Folios 104 al 105)
El 10/07/2017, esta instancia agraria recibió diligencia presentada por la ciudadana COROMOTO
PEREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.728.856, representada
judicialmente por los ciudadanos abogados en ejercicios JHON WILMER CONTRERAS y
VICTORIANO RODRIGUEZ MENDEZ, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de
identidad № V-9.337.367 y V-6.728.856, respectivamente, debidamente inscritos en el
Inpreabogado bajo los № 44.282 y 21.916, en su orden., donde confiere poder Apud acta a los
precitados abogados ( Pza. 1 folio 106).
El 11/07/2017, mediante auto de este juzgado tiene a abogados en ejercicios JHON WILMER
CONTRERAS y VICTORIANO RODRIGUEZ MENDEZ, venezolanos, mayores de edad, titulares de las
Cédulas de Identidad № V-9.337.367 y V-6.728.856, respectivamente, debidamente inscritos en el
Inpreabogado bajo los № 44.282 y 21.916, téngase como apoderado judiciales de la parte
demandada (folio 107 Pza. 1)
El 17/07/2017, se agrego a la presente causa acta de transcripción de Audiencia Preliminar. (1ra
Pieza Folios 108 al 112).
El 27/07/2017, esta Instancia Agraria mediante auto establece los limites de la controversia y se
fija un lapso de cinco días de despacho para promover pruebas que no hayan sido promovidas en
las fases anteriores del procedimiento, (1ra Pieza Folio 113).
El 02/08/2017, esta instancia recibió escrito presentado por el abogado en ejercicio WILMER
MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
11.838.187, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandante ratificando las
pruebas promovidas (1ra Pieza Folios 114 al 115).
El 04/08/2017, mediante auto de este Juzgado admite las pruebas y fija la apertura de lapso de
evacuación de pruebas (1ra Pieza Folios 116 al 117).
El 11/08/2017, esta instancia recibió diligencia presentada por el abogado en ejercicio WILMER
MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad № V-
11.838.187, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandante, solicitando se
cite al ingeniero José Duque (1ra Pieza, Folio 118).
El 20/09/2017, mediante auto de este Juzgado se admite la prueba de experticia promovida y fija
inspección judicial para el 20/10/2017, al predio denominado “EL PROGRESO”, ubicada en el
sector Guafitas, Crucero Cejas Blancas, Caserío las Parcelas de Capitanejo, Parroquia Briceño
Méndez, Jurisdicción del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas, y orden librar oficios ( Pza.
1 folios 119 al 124).
El 27/09/2017, esta instancia recibió diligencia presentada por el abogado en ejercicio WILMER
MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad № V-
11.838.187, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandante, solicitando se
cite al ingeniero José Duque (1ra Pieza, Folio 125).
El 19/10/2017, esta instancia recibió diligencia presentada por la ciudadana Doris del Carmen
Guerrero Marques, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-11.373.863,
en su condición de contadora publica, aceptando el cargo designado de cargo (folio 126 Pza. 1).
El 19/10/2017, esta instancia agraria mediante auto realiza la juramentación de la experto
designada, (folio 127 al 128 Pza. 1).
El 20/10/2017, este Juzgado se trasladó y constituyó esta instancia agraria y se llevó acabo
inspección judicial sobre el predio denominada “EL PROGRESO”, ubicada en el sector Guafitas,
Crucero Cejas Blancas, Caserío las Parcelas de Capitanejo, Parroquia Briceño Méndez, Jurisdicción
del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas, (folios 129 al 132 Pza. 1)
El 31/10/2017, se recibió informe técnico presentado por la Ingeniero Agroindustrial, Norma
Hernández, practico juramentado en Inspección Judicial del 20/10/2017, realizada al predio “EL
PROGRESO”, ubicada en el sector Guafitas, Crucero Cejas Blancas, Caserío las Parcelas de
Capitanejo, Parroquia Briceño Méndez, Jurisdicción del Municipio Ezequiel Zamora del estado
Barinas y se agregó a los autos del presente expediente (Pieza 1 Folio 133 al 152).
El 06/11/2018, esta instancia recibió diligencia presentada por la ciudadana Doris del Carmen
Guerrero Marques, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-11.373.863,
en su condición de contadora publica, donde solicita una prórroga para consignar avalúo en la
presente causa, de inspección judicial realizada al predio “EL PROGRESO”, ubicada en el sector
Guafitas, Crucero Cejas Blancas, Caserío las Parcelas de Capitanejo, Parroquia Briceño Méndez,
Jurisdicción del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas
El 06/11/2017, esta instancia agraria le otorga un lapso de tres días de despacho a la ciudadana
Doris del Carmen Guerrero Marques, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
Nº V-11.373.863, en su condición de contadora publica, para que consigne el informe técnico
respectivo (folio 154 Pza. 1).
El 07/11/2017, fue recibido por ante este despacho informe de avalúo presentado de inspección
realizada al predio “EL PROGRESO”, ubicada en el sector Guafitas, Crucero Cejas Blancas, Caserío
las Parcelas de Capitanejo, Parroquia Briceño Méndez, Jurisdicción del Municipio Ezequiel Zamora
del estado Barinas, y se agrega a las actuaciones del presente expediente (folio 155 al 188 Pza. 1).
El 15/11/2017, esta instancia recibió diligencia presentada por el abogado en ejercicio WILMER
MENESES CARREÑO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
11.838.187, actuando con el carácter de apoderado judicial de la parte demandante, solicitando se
revise el informe (1ra Pieza Folio 189).
El 21/11/2017, mediante auto de este Juzgado se ordena librar boleta de notifica a la ciudadana
Doris del Carmen Guerrero Marques, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
Nº V-11.373.863, en su condición de contadora publica, para que haga el respectivo ajuste de
precio con lo que respecta al avalúo de los bienes muebles e inmuebles ( Pza. 1 folio 190).
El 22/11/2017, esta instancia agraria recibió informe presentada por la ciudadana Doris del
Carmen Guerrero Marques, Venezolana mayor de edad, titular de la cedula de identidad Nº V-
11.373.863, en su condición de contadora publica, donde consigna informe de avalúo de ajuste de
precio de los bienes muebles e inmuebles, de la comunidad conyugal, antes identificados las
partes en la presente causa, (folios 191 al 198 Pza. 1).
El 11/01/2018, por medio de auto de este Juzgado se fija audiencia probatoria, esta instancia fija
dicho acto jurídico para el 20/02/2018 (folio 199 Pza. 1).
El 20/02/2018, siendo el día y hora fijada para la celebración de la Audiencia Probatoria, y se
evacuaron las testimoniales promovidas, asimismo se dictó la dispositiva oral del fallo. (1ra Pieza
Folios 200 al 223).

ALEGATOS DEL ACCIONANTE

La parte demandante en su demanda expone, que en fecha 30 de abril del año 1987, contrajo
matrimonio con la ciudadana: COROMOTO PEREZ, antes identificada, matrimonio este que se
mantuvo por un lapso de veintinueve años, con once (11) meses, y que en fecha 01 de marzo de
2017, quedo disuelto el vinculo matrimonial, que los unían, es el caso respectado ciudadano juez,
que su excónyuge se ha negado a liquidar de forma amistosa la comunidad conyugal y además
desde la publicación del decreto de disolución del vinculo matrimonial, la ciudadana Coromoto
Pérez, se quedo en posesión y usufructo en forma exclusiva de la mayoría de los bienes de la
comunidad conyugal, los derechos e interese que le correspondía al ciudadano demandante están
en detrimento, y no ha recibido ninguna retribución del derecho que le corresponde en
copropiedad sobre dichos bienes, a pesar de las exigencia de lo hoy aquí demandante se proceda a
la liquidación, de la comunidad común, tal como lo contempla la ley sustantiva civil de la
comunidad.
Por todas lo antes expuesto y las consideración de hecho y derecho anteriormente expuestas, en
su carácter de comunero ocurro a su competente autoridad, para demandar como efecto se hace
en este mismo acto por partición y liquidación de la comunidad conyugal: a la ciudadana:
COROMOTO PEREZ, en su carácter de excónyuge y comunera, con fundamento legal en las normas
legales.

PRUEBAS APORTADAS AL PROCESO POR PARTE DEL DEMANDANTE

1.- Copia fotostática certificada de acta de matrimonio entre los ciudadanos JOSE JESUS DUGARTE
SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.590.234 y
COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.728.856,
emitido por la oficina de Registro Civil de la Alcaldía del Municipio Antonio José de Sucre del
estado Barinas, de fecha 30 Abril del año 1987, marcado con la letra “A” (Pza. 1 Folios 10 al 11)
Observa este juzgador que se trata de Copia fotostática certificada de acta de matrimonio entre
los ciudadanos JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad № V-6.590.234 y COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad № V-6.728.856, emitido por la oficina de Registro Civil de la Alcaldía del Municipio
Antonio José de Sucre del estado Barinas, de fecha 30 Abril del año 1987, documento al cual se le
otorga pleno valor probatorio por cuanto es una tercera categoría de documento público por estar
firmada por un Funcionario Público, de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507
del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

2.- Copia fotostática certificada contentivo de sentencia divorcio de los ciudadanos JOSE JESUS
DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.590.234
y COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
6.728.856, emita por el Juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio
Antonio José de sucre de la Circunscripción Judicial del estado Barinas, de fecha 01 marzo del año
2017, marcado con la letra “B” (Pza. 1 Folios 12 al 16)
Observa este juzgador que se trata Copia fotostática certificada contentivo de sentencia divorcio
de los ciudadanos JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad № V-6.590.234 y COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula
de identidad № V-6.728.856, emita por el Juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas
del Municipio Antonio José de sucre de la Circunscripción Judicial del estado Barinas, de fecha 01
marzo del año 2017, documental que al estar firmado por un funcionario y no ser impugnada por
la contraparte, considera este Juzgado Agrario que es una tercera categoría de documento
público, la cual se valora de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507 del Código
de Procedimiento Civil. Así se decide.

3.- Copia fotostática certificada de documento de compra-venta de unas mejoras y bienhechurías


ente los ciudadanos JULIÁN ODILIO VELAZCO ARIAS, CARMEN ZULAY GONZÁLEZ DE VELAZCO y la
ciudadana COROMOTO PÉREZ DE DUGARTE, venezolanos, mayores de edad, titulares de las
cédulas de identidad Nros V-9.365.626, V-13.871.701, y V-13.871.701, respectivamente,
debidamente autenticado por ante la Notaria Publica de Socopó deL Municipio Antonio José de
Sucre del estado Barinas, anotado abajo el № 50, Tomo 101, de fecha 28/10/2004, marcado con la
letra “C” (Pza. 1 Folios 17 al 20)
Observa este juzgador que se trata de Copia fotostática certificada de documento de compra-
venta de unas mejoras y bienhechurías ente los ciudadanos JULIÁN ODILIO VELAZCO ARIAS,
CARMEN ZULAY GONZÁLEZ DE VELAZCO y la ciudadana COROMOTO PÉREZ DE DUGARTE,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros V-9.365.626, V-
13.871.701, y V-13.871.701, respectivamente, debidamente autenticado por ante la Notaria
Publica de Socopó deL Municipio Antonio José de Sucre del estado Barinas, anotado abajo el №
50, Tomo 101, de fecha 28/10/2004, documental que al estar firmado por un funcionario y no ser
impugnada por la contraparte, considera este Juzgado Agrario que es una tercera categoría de
documento público, la cual se valora de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507
del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

4.- copia certificada de documento de partición y adjudicación amistosa de bienes, debidamente


autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó del estado Barinas, asentada bajo el № 13,
Tomo № 34, de fecha 18/08/2004, marcado con la letra “D” (pza 1, folios 21 al 34
Observa este juzgador que se trata de copia certificada de documento de partición y adjudicación
amistosa de bienes, debidamente autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó del estado
Barinas, asentada bajo el № 13, Tomo № 34, de fecha 18/08/2004, documental que al estar
firmado por un funcionario, considera este Juzgado Agrario que es una tercera categoría de
documento público, la cual se valora de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507
del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

5.- copia simple de certificación de circulación a nombre del ciudadano JOSE JESUS DUGARTE
SANCHEZ, marcado con la letra “E”, (pza 1, folio 35)
Observa este juzgador que se trata de copia simple de certificación de circulación a nombre del
ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, la cual se valora de conformidad con lo establecido en
el artículo 507 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

6.- Original de documento contentivo de inventario de bienes muebles e inmuebles, solicitado por
los ciudadanos JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad № V-6.590.234 y COROMOTO PEREZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad № V-6.728.856, elaborado por el ingeniero José Domingo Duque, inscrito en el Colegio
de Ingeniero de Venezuela bajo el Nº 31.727, marcado con la letra “G”. (pza 1, folios 36 al 75).
Observa este juzgador que se trata Original de documento contentivo de inventario de bienes
muebles e inmuebles, solicitado por los ciudadanos JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano,
mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.590.234 y COROMOTO PEREZ, venezolano,
mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.728.856, elaborado por el ingeniero José
Domingo Duque, inscrito en el Colegio de Ingeniero de Venezuela bajo el Nº 31.727, la cual se
valora de conformidad con lo establecido en el artículo 507 del Código de Procedimiento Civil. Así
se decide.

7.- Copia fotostática certificada de Documento de compra-venta de unas mejoras y bienhechurías


ente los ciudadanos GILBERTO PÉREZ CONTRERAS, BELKIS MARIA DE PÉREZ, y los ciudadanos
RAMÓN ANTONIO DUGARTE RAMÍREZ, JOSÉ GREGORIO DUGARTE MOLINA, venezolanos, mayores
de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros V-9.361.461, V-10.875.461, V-4.830.026 y V-
15.121.171, respectivamente, debidamente autenticado por ante la Notaria Publica de Socopó del
Municipio Antonio José de Sucre del estado Barinas, anotado bajo el № 73, Tomo 04, de fecha
02/01/2004, marcado con la letra “H” (Pza. 1 Folios 76 al 79).
Observa este juzgador que se trata de Copia fotostática certificada de Documento de compra-
venta de unas mejoras y bienhechurías ente los ciudadanos GILBERTO PÉREZ CONTRERAS, BELKIS
MARIA DE PÉREZ, y los ciudadanos RAMÓN ANTONIO DUGARTE RAMÍREZ, JOSÉ GREGORIO
DUGARTE MOLINA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad Nros V-
9.361.461, V-10.875.461, V-4.830.026 y V-15.121.171, respectivamente, debidamente autenticado
por ante la Notaria Publica de Socopó del Municipio Antonio José de Sucre del estado Barinas,
anotado bajo el № 73, Tomo 04, de fecha 02/01/2004, documental que al estar firmado por un
funcionario, considera este Juzgado Agrario que es una tercera categoría de documento público, la
cual se valora de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507 del Código de
Procedimiento Civil. Así se decide.

8.- copias fotostáticas simples de documento de identificación de los ciudadanos DELSY MARCELA
VIVAS MARQUEZ, BERNARDO CORZO MACHUCA y BALOIS VIVAS BELANDRIA, venezolanos,
mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad № V-18.191.657, V-12.207.563 y V-
3.447.130, respectivamente, marcado con la letra “I” (pza 1, folio 80)
Observa este juzgador que se trata de copia simple de documentos de identificación de los
ciudadanos DELSY MARCELA VIVAS MARQUEZ, BERNARDO CORZO MACHUCA y BALOIS VIVAS
BELANDRIA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad № V-18.191.657,
V-12.207.563 y V-3.447.130, respectivamente, valoración que se hace de conformidad con lo
establecido en el artículo 510 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

9.- Original de Constancia de Residencia a favor del ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ,
venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.590.234, emitida por el
Consejo Comunal Josef Antonio Páez sector III, Etapa II, Sector Guafitas Crucero Sejas Blanca, del
Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas, marcado con la letra “J”( Pza. 1 Folio 81)
Observa este juzgador que se trata de Original de Constancia de Residencia a favor del ciudadano
JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad №
V-6.590.234, emitida por el Consejo Comunal Josef Antonio Páez sector III, Etapa II, Sector Guafitas
Crucero Sejas Blanca, del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas, documental que al estar
firmado por un funcionario, considera este Juzgado Agrario que es una tercera categoría de
documento público, la cual se valora de conformidad con lo establecido en los artículos 429 y 507
del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

10.- la parte demandante promovió la prueba de testigos para que rindieran declaraciones los
ciudadanos DELSY MARCELA VIVAS MARQUEZ, BENARDO CORZO MACHUCA y BALOIS VIVAS
BELANDRIA, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de identidad № V-18.191.657,
V-12.207.563 y V-3.447.130 respectivamente, y fueron presentados para su evacuación los
ciudadanos:
10.1.- BALOIS VIVAS BELANDRIA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad №
V-3.447.130, el cual su declaración fue el siguiente:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo su nombre completo, edad y domicilio actual?
Respuesta: BALOIS VIVAS BELANDRIA, edad 76, vecino con la señora Coromoto en las Parcelas de
Capitanejo.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si conoce lo suficientemente de vista, trato y
comunicación a los ciudadanos José Jesús Dugarte y Coromoto Pérez desde hace cuantos años?
Respuesta: más o menos 14 años y de distinguirlo más de 14 años.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si por el conocimiento que dice tener sabe y le consta
que los ciudadanos José Dugarte y Coromoto Pérez vivían bajo matrimonio o que relación tenían?
Respuesta: bajo matrimonio.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si tiene conocimiento que la ciudadana Coromoto Pérez
en compañía de su esposo recibió en condición de herencia la cantidad de 39 hectáreas
aproximadamente parcela denominada El Progreso?
Respuesta: si.
QUINTA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo tiene conocimiento en que condición de habitabilidad y
producción se encontraba la parcela El Progreso al momento de recibirla?
Respuesta: no había sino monte, no había carretera para entrar, no había agua y las cercas
estaban malas.
SEXTA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo que persona trabajó diariamente en arreglo de la finca o
trabajos propios durante el tiempo de estos 14 años?
Respuesta: el señor José, yo no miraba a más nadie y a la señora
SEPTIMA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si en el tiempo de conocer a los ciudadanos José
Dugarte y Coromoto Pérez quien mayormente mantuvo la posesión de dicho predio?
Respuesta: él.
OCTAVA PREGUNTA: ¿Diga el testigo si tiene interés en este juicio?
Respuesta: a Don José no será que no le dejan nada.
Observa este Juzgador que el testigo es conteste en sus afirmaciones sobre los hechos, en razón,
que no entra en contradicción, más sin embargo en la pregunta octava manifestó que a Don José
no será que no le dejan nada, se denota que dicho ciudadano tiene interés de que una de las
partes salga victorioso en el juicio, no se le otorga valor probatorio de conformidad con el artículo
508 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

10.2.- BENARDO CORZO MACHUCA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
№ V-12.207.563, el cual su declaración fue el siguiente:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo su nombre completo, edad y domicilio actual?
Respuesta: BENARDO CORZO MACHUCA, edad 48, por Las Parcelas Capitanejo, por una Parcela
que se llama El Porvenir, Vecino Del Señor Cheo Dugarte, Parcelas De Capitanejo, Sector Ceja
Blanca.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si conoce lo suficientemente de vista, trato y
comunicación a los ciudadanos José Jesús Dugarte y Coromoto Pérez, y si vivían bajo matrimonio o
que relación tenían?
Respuesta: si señor yo los conozco desde hace 12 a 14 años, vivían como matrimonio, cónyuge,
eso no me consta si eran casados pero ahí vivían, el señor Cheo Dugarte y la señora Coromoto
Pérez, 12 a 14 años por ahí.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si tiene conocimiento que la ciudadana Coromoto Pérez
en compañía de su esposo José Jesús Dugarte recibió una parcela de aproximadamente 39
hectáreas hoy denominada día El Progreso?
Respuesta: si tengo conocimiento de que esa parcela la recibieron ellos, eso lo repartieron cuando
el señor estaba vivo, lo recibió el señor Cheo con unos papeles.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si tiene conocimiento en que condición de habitabilidad
y producción se encontraba para el momento de recibirla los ciudadanos arriba mencionados?
Respuesta: esa parcela se encontraba en ese tiempo muy rastrojado, lleno de monte, el señor
Cheo era el que la limpiaba y la ponía en producción.
QUINTA PREGUNTA: ¿Tiene conocimiento el testigo si los cónyuges José Jesús Dugarte y Coromoto
Pérez vivieron en la finca denominada El Progreso o emplearon algún cuidon o encargado para el
mantenimiento de la misma?
Respuesta: si tengo conocimiento que el señor Cheo era el que estaba ahí, en ningún momento vi
encargado.
SEXTA PREGUNTA: ¿Qué diga el testigo si tiene conocimiento quienes de los ciudadanos José Jesús
Dugarte y Coromoto Pérez mantuvo mayormente la posesión y el trabajo propio de la finca?
Respuesta: le repito el señor Cheo era el que siempre se encontraba en esa finca.
En este estado el abogado de la parte demandante, manifiesta es todo ciudadano Juez.
Seguidamente se le concede el derecho de palabra a la representación Judicial de la parte
demandada quien hizo las siguientes repreguntas:
PRIMERA REPREGUNTA: ¿Qué diga el testigo donde vive José Jesús Dugarte?
Respuesta: que yo tenga conocimiento en la parcela esa.
Observa este Juzgador que el testigo es conteste en sus afirmaciones sobre los hechos, en razón
que no entra en contradicción, más sin embargo nada aporta a resolver el presente litigio, no se le
otorga valor probatorio de conformidad con el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil. Así
se decide.

ALEGATOS DE LA PARTE DEMANDADA EN EL ESCRITO DE CONSTESTACION DE LA DEMANDA

La parte demandada en su escrito de contestación de demanda alega que los inmuebles descritos
en el particular Primero del Libelo de la demanda, se adquiero inicialmente con dinero de la
comunidad conyugal, inmueble que cuando se compro no estaban totalmente terminado, ya que
el mismo consistía en una casa de las que adjudica el gobierno, la cual fue ampliada y modificada
con dinero de mi propio peculio personal, es decir con dinero que obtuvo de la venta un inmueble
propio, se hizo la venta a la empresa Italven, según consta documento autenticado por ante la
Notaría Pública de Socopó, inserto bajo el № 92, Tomo 56 de fecha 04/08/2006. bien mueble que
le fue adjudicado en la partición y liquidación de los bienes sucesorales del causante FABRICIANO
PEREZ RAMIREZ, según consta de documento autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó,
en fecha 18/08/2004, asentado bajo el № 13, Tomo 31, es decir que el ciudadano JOSE JESUS
DUGARTE SANCHEZ, solamente aporto un 25% en la compra y culminación del mencionado
inmueble.
Conviene en que a JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ le corresponde el 25% sobre dicho inmueble.
Sobre el conjunto de bienes descritos anteriormente realiza oposición a dicha partición, ya que
esos bienes son propios de mi persona, adquiridos con parte del dinero del inmueble que vendió a
la empresa ITALVEN, tal como consta de documento autenticado por ante la Notaría Pública de
Socopó, en fecha 04/08/2006, asentado bajo el № 92, Tomo 56, bien que le fue adjudicado en la
partición y liquidación de los bienes sucesorales del causante FABRICIANO PEREZ RAMIREZ, tal
como se evidencia en documento autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó en fecha
18/08/2004, asentado bajo el № 13, Tomo 31.
Se opone a la partición del bien mueble indicado en el particular tercero del libelo, ya que fue
adquirido con dinero de su propiedad, es decir con dinero proveniente de la venta del inmueble
que le hizo a ITALVEN, por documento autenticado por ante la notaría Pública de Socopó, en fecha
04/08/2006, asentado bajo el № 92, Tomo 56, que le fue adjudicado en la partición y liquidación
de los sucesorales del causante FABRICIANO PEREZ RAMIREZ tal como se evidencia en documento
autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó en fecha 18/08/2004, asentado bajo el № 13,
Tomo 31.
Alega la parte demandada de autos que el inmueble (predio) no ha tenido ningún aumento de
valor por mejoras hechas con dinero de la comunidad conyugal, o por la industria de los cónyuges
perteneciente a la comunidad, se opone a la partición de la plusvalía que pretende el demandante,
ya que es contrario a derecho, y además el demandante no indicó ninguna mejora hecha con
dinero de la comunidad, o por la industria de los cónyuges, pertenecientes a la comunidad al
mencionado predio.

PRUEBAS APORTADAS AL PROCESO POR PARTE DE LA DEMANDADA

1.- copia fotostática simple de documento de compra venta entre la ciudadana COROMOTO PEREZ
PEREZ DE DUGARTE, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-6.728.856 y
la comercial ITALVEN S.A., sobre el 50% de un inmueble, constituido por un galpón comercial,
debidamente autenticado por ante la Notaría Pública de Socopó del estado Barinas, asentada bajo
el № 92, Tomo 56, de fecha 04/08/2006, marcado con la letra “A”, (pza 1, folios 92 al 96)
Observa este juzgador que se trata de copia fotostática simple de documento de compra venta
entre la ciudadana COROMOTO PEREZ PEREZ DE DUGARTE, venezolana, mayor de edad, titular de
la cédula de identidad № V-6.728.856 y la comercial ITALVEN S.A., sobre el 50% de un inmueble,
constituido por un galpón comercial, debidamente autenticado por ante la Notaría Pública de
Socopó del estado Barinas, asentada bajo el № 92, Tomo 56, de fecha 04/08/2006, documental
que al estar firmado por un funcionario, considera este Juzgado Agrario que es una tercera
categoría de documento público, la cual se valora de conformidad con lo establecido en los
artículos 429 y 507 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

2.- copias simples de documento de identificación de los ciudadanos MARIA CENEIDA SUAREZ,
LISETH ASUSANA SUAREZ, RAFAEL ANTONIO POLO FARIAS y ANA AMELIA PEREZ DE BERNAL,
venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédula identidad № V-23.013.296, V-12.463.886, V-
11.194.740 y V-12.397.158, respectivamente, marcados con la letra “D” (pza 1, folios 97 al 100)
Observa este juzgador que se trata de copias simples de documento de identificación de los
ciudadanos MARIA CENEIDA SUAREZ, LISETH ASUSANA SUAREZ, RAFAEL ANTONIO POLO FARIAS y
ANA AMELIA PEREZ DE BERNAL, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédula identidad
№ V-23.013.296, V-12.463.886, V-11.194.740 y V-12.397.158, respectivamente, valoración que se
hace de conformidad con lo establecido en el artículo 510 del Código de Procedimiento Civil. Así se
decide.

3.- la parte demandada promovió la prueba de testigos para que rindieran declaraciones los
ciudadanos ANA AMELIA PEREZ DE BERNAL, LISETH ASUSANA SUAREZ, MARIA CENEIDA SUAREZ y
POLO FARIAS RAFAEL ANTONIO venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de
identidad № V-12.397.158, V-12.463.886, V-23.013.296 y V-11.194.740, respectivamente, y fueron
presentados para su evacuación los ciudadanos:

3.1.- MARIA CENEIDA SUAREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
12.397.158, el cual su declaración fue el siguiente:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si conoce a Coromoto Pérez?
Respuesta: si señor, si la conozco.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo por haber dicho que conoce a Coromoto Pérez le
consta que recibió unos bienes por herencia?
Respuesta: si.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si sabe y le consta que entre esos bienes recibió un
galpón frente a radio Premio?
Respuesta: si.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si sabe y le consta que Coromoto Pérez vendió el galpón
ubicado al frente de radio Premio?
Respuesta: si.
QUINTA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si le consta que parte del dinero que recibió por la venta
del galpón Coromoto Pérez lo destinó para comprar un camión 350?
Respuesta: si.
En este estado el abogado de la parte demandada, manifiesta es todo ciudadano Juez.
Seguidamente se le concede el derecho de palabra a la representación Judicial de la parte
demandante quien hizo las siguientes repreguntas:
PRIMERA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo cuantos años tiene de conocer a la ciudadana
Coromoto Pérez y al ciudadano José Dugarte?
Respuesta: a ella la conozco desde que nació y a él cuando se casó con ella.
SEGUNDA REPREGUNTA: ¿Tiene conocimiento la testigo si aparte del galpón que recibió la
ciudadana Coromoto Pérez recibió otro bien, lo puede mencionar?
Respuesta: recibió una finca no se si es en las parcela o creol y recibió ese local.
TERCERA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si por el conocimiento que dice tener que la
ciudadana Coromoto Pérez al momento de vender el galpón a Italven estaba usted presente?
Respuesta: no estaba presente y yo soy vecino de ella y el verdino se entera de todo.
CUARTA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo cual fue el monto de la venta de dicho galpón?
Respuesta: no se.
QUINTA REPREGUNTA: ¿Como explica la testigo el término que utilizó al decir se entera de todo,
cuando no sabe cuanto fue la venta de dicho galpón?
Respuesta: bueno porque supuestamente estaban esperando la plata del galpón para comprar el
camión.
SEXTA REPREGUNTA: ¿Qué explique la testigo que dice tener conocimiento que la plata de la
venta de dicho galpón fue utilizado para comprar el bien mueble (camión) estaba usted presente?
Se ordena reformar la pregunta por la oposición realzada por el abogado representante de la parte
demandada.
SEXTA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si tiene algún interés en este juicio?
Respuesta: el interés mío de ella es que ella gane su propuesta, yo no tengo ningún interés.
Observa este Juzgador que la testigo es conteste en sus afirmaciones sobre los hechos, más sin
embargo en la última repregunta su respuesta fue: que el interés mío de ella es que ella gane su
propuesta, yo no tengo interés; se evidencia que entra en contradicciones, por ende este Juzgado
considera que la testigo nada aporta a resolver el litigio presente, motivo por el cual no se le
otorga valor probatorio de conformidad con el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil. Así
se decide.

3.2.- ANA AMELIA PEREZ DE BERNAL, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad
№ V-12.397.158, el cual su declaración fue el siguiente:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si conoce a Coromoto Pérez?
Respuesta: si la conozco.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si sabe y le consta que Coromoto Pérez recibió unos
bienes por herencia al fallecer su padre?
Respuesta: si.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si sabe y le consta que entre los bienes que recibió
Coromoto Pérez se encontraba un galpón ubicado frente a radio Premio?
Respuesta: si ella tiene ese galpón.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si le consta que Coromoto Pérez vendió el galpón antes
mencionado?
Respuesta: el galpón era para comprar un camión o no se si aun lo tiene.
En este estado el abogado de la parte demandada, manifiesta es todo ciudadano Juez.
Seguidamente se le concede el derecho de palabra a la representación Judicial de la parte
demandante quien hizo las siguientes repreguntas:
PRIMERA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si conoce al ciudadano José Jesús Dugarte?
Respuesta: lo conozco de vista, de tratarlo mucho no, se que es el esposo de ella.
SEGUNDA REPREGUNTA: ¿Sabe la testigo que otro bien recibió la ciudadana Coromoto Pérez, lo
puede mencionar y el sector donde está ubicado?
Respuesta: una parte de una finca, porque yo se que ha todos les dio.
TERCERA REPREGUNTA: ¿sabe la testigo quien cuido y mejoró la finca a la cual usted hace mención
que recibió la ciudadana Coromoto Pérez?
Respuesta: ella creo.
CUARTA REPREGUNTA: ¿Qué interés tiene la testigo en el presente juicio?
Respuesta: yo con ella la conozco de pequeñita, interés con ella ninguno.
Observa este Juzgador que el testigo es conteste en sus afirmaciones sobre los hechos, en razón
que no entra en contradicción, más sin embargo nada aporta a resolver el presente litigio, no se le
otorga valor probatorio de conformidad con el artículo 508 del Código de Procedimiento Civil. Así
se decide.

3.1.- LISETH ASUSANA SUAREZ, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad № V-
12.463.886, el cual su declaración fue el siguiente:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si conoce a Coromoto Pérez?
Respuesta: si, si la conozco.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo por haber dicho que conoce a Coromoto Pérez al
fallecer Fabriciano Pérez recibió varios bienes por herencia de él?
Respuesta: si señor, si recibió.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si sabe y le consta que entre los bienes que recibió hay
un inmueble (galpón) frente a radio Premio?
Respuesta: si, si lo hay.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si le consta que Coromoto Pérez vendió dicho galpón?
Respuesta: si, si lo vendió.
QUINTA PREGUNTA: ¿Qué diga la testigo si tiene conocimiento que parte del dinero de la venta
del galpón antes mencionado, Coromoto Pérez lo destino para comprar otros bienes y mejorar la
casa donde vive?
Respuesta: si señora.
En este estado el abogado de la parte demandada, manifiesta es todo ciudadano Juez.
Seguidamente se le concede el derecho de palabra a la representación Judicial de la parte
demandante quien hizo las siguientes repreguntas:
PRIMERA REPREGUNTA: ¿Qué diga la testigo hace cuantos años conoce usted a la ciudadana
Coromoto Pérez?
Respuesta: desde que tengo uso de razón.
SEGUNDA REPREGUNTA: ¿sabe la testigo cuantos hijos tiene la ciudadana Coromoto Pérez?
Respuesta: tres (3).
TERCERA REPREGUNTA: ¿sabe la testigo quien es el padre de esos tres ciudadanos, hijos de la
ciudadana Coromoto Pérez?
Respuesta: su excónyuge.
CUARTA REPREGUNTA: ¿Tiene conocimiento la testigo si el asiendo principal de la familia de
Coromoto Pérez recibían allí toda la familia?
La representación de la parte demandada hace oposición a la pregunta y se decreta con lugar, se
releva a la testigo de responder la misma.
QUINTA REPREGUNTA: ¿Cómo explica la testigo que el dinero de la venta de dicho galpón este fue
utilizado para la compra del camión?
Se declara sin lugar la pregunta y se ordena reformar la pregunta o realizar una nueva.
SEXTA REPREGUNTA: ¿Por qué dice saber la testigo que el dinero de la venta del galpón este fue
utilizado para comprar el camión, el cual usted hizo mención?
Respuesta: por la afinidad, por la amistad de nuestras familias, entre la señora Coromoto y la mía,
y eso fue un tema que se dio en el momento.
Observa este Juzgador que el testigo es conteste en sus afirmaciones sobre los hechos, en razón
que no entra en contradicción, más sin embargo en su respuesta a la sexta repregunta dice que
por la afinidad, por la amistad de nuestras familias, entre la señora Coromoto y la mía y eso fue un
tema que se dio en el momento, se evidencia que por su respuesta tiene algún vinculo de amistad
con la señora Coromoto y mal podría este Juzgador otorgarle valor probatorio a sus declaraciones,
en consecuencia, no se le otorga valor probatorio de conformidad con el artículo 508 del Código
de Procedimiento Civil. Así se decide.

POSICIONES JURADAS

En el presente juicio fueron estampadas las posiciones juradas, como prueba promovida por la
parte actora y las mismas son del siguiente tenor:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si vivió 29 años de matrimonio con el ciudadano José
Jesús Dugarte?
Respuesta: si
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si en el lapso de 29 años conyugales obtuvieron bienes
gananciales?
Respuesta: no.
TERCERA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si tuvieron hijos dentro de ese matrimonio?
Respuesta: si
CUARTA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si su ex esposo José Dugarte contribuyó a las mejoras y a
la producción del fundo denominado El Progreso?
Respuesta: no.
QUINTA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si su ex esposo José Dugarte firmó la compra del camión
que usted a través de la contestación de la demanda y sus testigos dice haber comprado?
La representación de la parte demandada hace oposición a la pregunta y se declara con lugar
dicha oposición y ordena realizar una nueva pregunta.
SEXTA PREGUNTA: ¿Diga la absolvente si durante el matrimonio sustentado por ustedes los
excónyuge fue usted feliz?
Se releva a la testigo de responder la pregunta.
En este estado el abogado de la parte demandante, manifiesta es todo ciudadano Juez.
Seguidamente el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad, titular de
la cédula de identidad № V-6.590.234, en este estado e impuesto las generalidades que determina
la Ley y previo Juramento pasa absolver recíprocamente las posiciones juradas y lo hace de la
siguiente forma:
PRIMERA PREGUNTA: ¿Qué diga el absolvente como es cierto que Coromoto Pérez recibió un
inmueble galpón ubicado frente a radio Premio por herencia?
Respuesta: si.
SEGUNDA PREGUNTA: ¿Qué diga el absolvente como es cierto que Coromoto Pérez vendió el
galpón que recibió por herencia al frente de radio Premio?
Respuesta: si.
TERCERA PREGUNTA: ¿Qué diga el absolvente como es cierto que con parte del dinero recibido
por Coromoto Pérez por la venta del galpón que recibió por herencia lo destinó para comprar el
vehículo 350 e identificado en el libelo de la demanda?
Respuesta: no.
CUARTA PREGUNTA: ¿Qué diga el absolvente como es cierto que la casa de residencia de que fue
el lugar común de Coromoto Pérez y su persona fue reconstruida o mejorada con el dinero
producto de la venta del galpón a Italven?
Respuesta: no.
Observa este Juzgador que las respuestas proferidas por los absolventes no otorgan con claridad
algún elemento que sea fehaciente para resolver el presente litigio, en consecuencia, este
Juzgador actuando con arreglo a la sana razón y aun conocimiento experimental de las cosas
considera que dichas posiciones juradas no se le otorga valor probatorio, de conformidad con lo
establecido en el artículo 507 del Código de Procedimiento Civil. Así se decide.

DE LA COMPETENCIA

Para pronunciarse este Tribunal respecto a la competencia, es necesario considerar lo establecido


en el artículo 197, numeral 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que establece:
Omissis…”Artículo 197: Los juzgados de primera instancia agraria conocerán de las demandas
entre particulares que se promuevan con ocasión de la actividad agraria, sobre los siguientes
asuntos:
1. Acciones declarativas, petitorias, reivindicatorias y posesorias en materia agraria.
2. Deslinde judicial de predios rurales.
3. Acciones relativas al uso, aprovechamiento, constitución de servidumbres y demás derechos
reales, para fines agrarios.
4. Acciones sucesorales sobre bienes afectos a la actividad agraria.
5. Acciones derivadas del derecho de permanencia.
6. Procedimientos de desocupación o desalojos de fundos.
7. Acciones derivadas de perturbaciones o daños a la propiedad o posesión agraria.
8. Acciones derivadas de contratos agrarios.
9. Acciones de indemnización de daños y perjuicios derivados de la actividad agraria.
10. Acciones originadas con ocasión a la constitución del patrimonio familiar agrario.
11. Acciones derivadas de conflictos suscitados entre sociedades de usuarios, uniones de
prestatarios, cooperativas y demás organizaciones de índole agraria.
12. Acciones derivadas del crédito agrario.
13. Acciones, y controversias surgidas del uso, aprovechamiento, fomento y conservación de los
recursos naturales renovables que determine la ley.
14. Acciones derivadas del uso común de las aguas de regadío y de las organizaciones de usuarios
de las mismas.
15. En general, todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la actividad
agraria.”(Cursivas de este Tribunal)

En este sentido, siendo el presente proceso una PARTICION y LIQUIDACION DE LA COMUNIDAD


CONYUGAL, donde se ve involucrado un predio predestinado a la agro producción, el cual esta
incluido dentro de todas las acciones y controversias entre particulares relacionados con la
actividad agraria, que se rigen por el procedimiento ordinario agrario, procedimiento este
establecido en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, es por lo que este Tribunal resulta
competente para el conocimiento de la misma. Así se establece.

CONSIDERACIONES DE HECHO Y DERECHO PARA DECIDIR

Hecha la síntesis procedimental en los términos señalados, sin necesidad de trasladar in extenso
las actas del proceso e incorporarlas como parte narrativa de la sentencia, se determina que los
límites en que ha quedado planteada la presente controversia, se circunscriben a la pretensión de
la presunta existencia de bienes adquiridos durante la comunidad conyugal, para ser partidos o
liquidados, alegado por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano, mayor de edad,
titular de la cédula de identidad № V-6.590.234, sobre la plusvalía de un predio, un vehículo y una
vivienda familiar, con fundamento en los hechos alegados y en la premisa legal prevista en los
artículos 148 y 768 del Código Civil Vigente y el artículo 197 de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario.
La jurisdicción especial agraria, resulta la máxima garante de salvaguardar los principios
constitucionales previstos en los artículos 2, 26, 49, 305 y 307 que el legislador concentro en el
artículo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como la consolidación de los mismos dentro de
un Estado democrático, social de derecho y de justicia, en la búsqueda de la profundización de los
valores constitucionales de desarrollo sustentable, inherentes a la justa disponibilidad suficiente
de alimentos de calidad, distribución de riquezas y planificación estratégica, democrática y
participativa que toda actividad agraria percibe.
Por tal motivo el rol del Juez o Jueza en materia agraria debe atender la verdadera función de este
operador de justicia en un Estado Social de Derecho y Justicia, siendo en consecuencia el juez un
intérprete con márgenes de actuación limitados a su obediencia al principio de legalidad, en cuyas
decisiones se consideren las consecuencias relativas al caso dependiendo de la justicia y el sentido
común, pero sobre todo por preferencia a principios y valores constitucionales básicos, entonces
las normas jurídicas deben ser aplicadas ateniéndose a la realidad social del tiempo en que han de
ser aplicadas, teniendo indudablemente que forzar el tenor literal de la Ley para adaptarse a las
necesidades y exigencias sociales.
La partición ha señalado el Legislador que es necesaria a los fines de evitar el estancamiento de la
propiedad por cuanto esto sería contrario al orden público y al interés social.
El legislador facilita la partición y además prohíbe el pacto de mantenerse indefinidamente en
comunidad tal como lo prevé el artículo 768 CCV.
Art. 768 CCV A nadie puede obligarse a permanecer en comunidad y siempre puede cualquiera de
los partícipes demandar la partición.
Sin embargo es válido el pacto de que se deba permanecer en comunidad por un tiempo
determinado, no mayor de cinco años .
La autoridad judicial, sin embargo, cuando lo exijan graves y urgentes circunstancias, puede
ordenar la división de la cosa común, aun antes del tiempo convenido.
El procedimiento de partición es aplicable a toda clase de partición bien sea hereditaria, conyugal
o de cualquier otra línea.

CLASES DE PARTICION

1.) La partición judicial contenciosa regida en el Código de Procedimiento Civil en los artículos 777
y siguientes.
2.) Partición judicial no contenciosa establecida en los artículos 1069 y siguientes del Código Civil.
3.) Partición extrajudicial o amistosa establecida en el artículo 1066 del CC y 788 del CPC.

NATURALEZA JURIDICA DE LA PARTICION

En cuanto a esta se puede afirmar que es una acción personal y constitutiva por cuanto tiende a
modificar una situación jurídica preexistente sustituyéndola por una nueva situación.
Efectivamente como consecuencia de la apertura de la sucesión se produce entre los herederos y
con respecto a los bienes del de cujus el acervo hereditario, es decir, un estado de comunidad que
por ser una situación anómala debe desaparecer y esto se logra ciertamente con la partición.
Se discute también si se trata de un titulo traslativo de la propiedad o simplemente declarativo de
la misma. Esto se ha discutido ampliamente en la doctrina tanto nacional como extranjera. Para
los Romanos se trataba de un titulo traslativo de la propiedad, para la doctrina Francesa en el caso
de la partición lo que se produce es un título declarativo de la propiedad. En Venezuela la doctrina
a concluido que lo que se otorga es un titulo traslativo de la Propiedad.
La doctrina reconoce tres tipos de partición como método para extinguir la comunidad sobre
determinados bienes:
a) Partición Judicial Contencioso.
b) Partición Judicial no Contenciosa.
c) Partición Extra-Judicial Amistosa.

La primera deviene de una sentencia dictada al final de un proceso contencioso, promovida por los
trámites de juicio especial; previsto en los artículos 777 y siguiente del Código de Procedimiento
Civil. La partición extra-judicial deviene de un acuerdo de voluntades expresados por los
comuneros sin la intervención contraria ni posterior de los Órganos Jurisdiccional. Se trata de un
verdadero contrato cuya validez entre las partes, se produce con el simple consentimiento
válidamente emitidos por ellos, de acuerdo a lo previsto en los artículos 1140 y 1141 del Código
Civil. Por lo que respecta a la Partición Judicial no contenciosa, se entiende como tal aquella en la
cual las partes recurren ante el Órgano Jurisdiccional a los fines de que el referido órgano reciba el
acuerdo de voluntades y le imparta su aprobación. De modo de que se trate de un simple
contrato, sino de actos sometidos a la convalidación de una decisión verdaderamente
jurisdiccional.
Se da partición judicial no contenciosa, de acuerdo a la doctrina del jurista RICARDO HENRIQUEZ
LA ROCHE en su Código de Procedimiento Civil Comentado Tomo V página 400, sosteniendo lo
siguiente: “….Partición Judicial no Contenciosa: El Código Civil también prevé una partición de
jurisdicción voluntaria. Es decir, una partición amigable con inmediación del Juez, tutelada en el
Código Civil, desde el artículo 1.070 al artículo 1.082. Esta partición la llama DUQUE SÁNCHEZ,
partición judicial no contenciosa.
Nuestro Código Civil, al tratar sobre la disolución y liquidación de la comunidad conyugal, en la
segunda parte, sección segunda, capítulo XI del Título IV, Libro Primero, específicamente en su
artículo 183, dispone que en todo lo relativo a la división de la comunidad que no esté
determinado en ese Capítulo, se observará lo que se establece respecto de la partición.
Ciertamente, entre las normas relativas a la partición, establecidas en nuestro Código de
Procedimiento Civil, el artículo 788, prevé que los interesados pueden proceder amigablemente a
realizar la partición y sólo impone la necesidad de que tal partición sea validada por el Tribunal,
cuando entre los interesados o intervinientes en la misma, hubieren menores, entredichos o
inhabilitados.
Ahora bien, el autor Abdón Sánchez Noguera, en su texto Manual de Procedimientos Especiales
Contenciosos, 2da Edición, página 484, comenta:
“…El estado de la comunidad entre dos o más personas puede surgir por diversas causas…” “…
Puede transmitirse la propiedad de los bienes por actos entre vivos (donación, venta, permuta) o
adquirirse por cualquier otra forma permitida por la ley (prescripción, ocupación, accesión,
comunidad conyugal o concubinaria) y esa adquisición, que generalmente la hace una sola
persona, puede ser hecha también por dos o más personas, como también por una persona
jurídica que, llegado el momento de su extinción por cualquier causa, puede dar lugar como en las
demás situaciones señaladas al surgimiento de una comunidad de bienes…”

“…La partición constituye por ello el instrumento a través del cual, de mutuo acuerdo o mediante
juicio, se hace posible la división de las cosas comunes para adjudicar a cada comunero la porción
de los bienes comunes, conforme a la cuota que a cada uno corresponda en las mismas…”.

De lo que puede concluir este juzgador, adoptando plenamente el criterio expuesto, que el
presente asunto puede tramitarse tal como así fue solicitado, por el procedimiento de liquidación
establecido en el Código de Procedimiento Civil.
En el caso bajo análisis, estamos en presencia de una acción por “Partición y Liquidación de la
Comunidad Conyugal” ejercida por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano
mayor de edad titular de la cedula de identidad Nº V- 6.590.234 contra su ex-cónyuge, ciudadana
COROMOTO PEREZ, venezolana mayor de edad con cedula de identidad NºV- 6.728.856 alegando
que ha tratado de gestionar la liquidación amigable de los bienes de la comunidad conyugal, pero
todas sus actuaciones han resultado infructuosas.
Con respecto a la actuación de la parte demandada, se observa de actas que presentó escrito de
contestación a la demanda en fecha quince (15) Junio de 2.017, mediante el cual se opone de
manera formal a la partición en los términos planteados por el demandante, por cuanto manifiesta
que la mayoría de esos bienes los adquirió mediante recursos que obtuvo por venta de un
inmueble el cual identifica, bien este que le fue adjudicado en la partición y liquidación de los
bienes sucesorales del causante FABRICIANO PEREZ RAMIREZ, y en cuanto al bien inmueble
descrito en el particular cuarto de la demanda interpuesta en su contra, consistente de un predio
denominado “EL PROGRESO” manifestando que este bien lo adquirió por herencia de los bienes
sucesorales del mismo causante señalado anteriormente
Asimismo, en cuanto a la plusvalía generada por los bienes muebles e inmuebles, sobre lo cual el
artículo 163 del Código-Civil-señala:
Artículo 163: ejusdem, “El aumento de valor por mejoras hechas en los bienes propios de los
cónyuges, con dinero de la comunidad, o por industria de los cónyuges, pertenece a la
comunidad.”

En el caso bajo estudio; tal como detalladamente se expuso anteriormente, existe una masa de
bienes que son propios de la demandada, que sería sobre los que pudiera proceder la plusvalía,
pero observa el Tribunal que el legislador en el citado artículo 163 ejusdem, se refiere al “…
aumento de valor por mejoras hechas en los bienes propios de los cónyuges,…”.
En efecto el artículo 163 ejusdem, prevé la situación en que el bien propio adquiera mayor valor
por las mejoras hechas con bienes gananciales, en cuyo caso el legislador reconoce y consagra un
derecho de crédito a cargo del cónyuge propietario y en beneficio de la comunidad conyugal y, por
vía refleja, del otro cónyuge, quien en definitiva tendrá derecho de percibir el cincuenta por ciento
del valor de la mejora realizada, sin que ello implique la trasmisión de derechos de propiedad
sobre dicho bien, por cuanto el propósito es lograr el equilibrio e impedir la configuración de un
enriquecimiento sin causa.
De tal manera, revisadas como fueron las actas procesales se constató que la parte demandante
en ningún momento demostró que hubiere ejecutado mejoras a los bienes propios de su ex
cónyuge, por lo que ante la ausencia de prueba que demuestre la realización de mejoras a dichos
bienes, éste Tribunal conforme al artículo 506 del Código de Procedimiento Civil, que señala que
las partes tienen la carga de probar sus respectivas afirmaciones de hecho y tomando en
consideración que el Juez debe fundar su decisión en base a lo alegado y probado en autos; tal
como lo preceptúa el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil y con sujeción al criterio
jurisprudencial antes expuesto, declara sin lugar la solicitud de plusvalía. Así se decide.
Así las cosas, al tratarse el presente juicio de una demanda de Partición de la comunidad conyugal,
se deben resaltar lo establecido en el artículo 148 del Código Civil:
Entre marido y mujer, si no hubiere convención en contrario, son comunes, de por mitad, las
ganancias o beneficios que se obtengan durante el matrimonio.
Asimismo, estipula el artículo 149 del Código Civil:
Esta comunidad de los bienes gananciales comienza precisamente el día de la celebración del
matrimonio; cualquiera estipulación contraria será nula.
De esta manera, establece el artículo 173 Código Civil:
La comunidad de bienes en el matrimonio se extingue por el hecho de disolverse éste o cuando se
le declare nulo. En este último caso, el cónyuge que hubiere obrado con mala fe no tendrá parte
en los gananciales.
De tal forma, la comunidad conyugal se regula por efectos del artículo 148 del Código Civil, que
dispone la partición por mitad de las ganancias o beneficios que se obtengan durante el
matrimonio, y que comienza precisamente el día de la celebración del matrimonio (artículo 149
del Código Civil), y fenece por muerte de uno de los cónyuges, por la nulidad del matrimonio y por
el divorcio.
En el caso bajo análisis, el Divorcio es la causa del fenecimiento de la comunidad que se pretende
liquidar, quedando demostrada esa cesación por la sentencia de divorcio producida en copia que
cursa en los (folios del 12 al 16 y vto de la presente pieza); lo que quiere decir que los bienes
gananciales son los que les corresponden a ambos cónyuges por derecho, es decir, en el caso en
estudio, los bienes adquiridos desde el treinta de abril de 1987 fecha cuando unieron sus vidas en
vínculo matrimonial, hasta el día primero de Marzo de 2017, cuando queda firme la sentencia que
lo disuelve.
En tal sentido, la parte actora demostró en actas con medios probatorios fehacientes, en primer
lugar, la comunidad conyugal que existió entre las partes intervinientes en el presente litigio,
asimismo, demostró la existencia de los bienes que la integran, y que estos fueron adquiridos
dentro de la vigencia del vínculo matrimonial que mantuvo con la ciudadana COROMOTO PEREZ,
no obstante no pudo demostrar las mejoras que supuestamente sufrió el predio señalado en el
particular cuarto del escrito de demanda presentado, durante la unión matrimonial, ni mucho
menos que estas fueran realizadas con su concurso hasta la disolución del vínculo, toda vez que
los medios de defensa ejercidos y las pruebas aportadas a las actas, resultaron totalmente
ineficaces para demostrar las circunstancias expuestas
En este mismo orden de ideas fue demostrada por la demandada en el escrito de contestación a la
demanda y por las pruebas aportadas al proceso, que estas forman parte de los bienes adquiridos
por ella de los bienes sucesorales del causante FABRICIANO PEREZ RAMIREZ. Así se decide.
En conclusión, demostrada como fue en autos la existencia de la comunidad conyugal invocada
quedando entendido que dicha liquidación debe versar sobre el derecho de cada cónyuge a
percibir de los bienes que la integran, el cincuenta (50%) por ciento del valor de cada uno de ellos,
por disposición expresa del artículo 148 del Código Civil, se debe dejar establecido que según lo
reclamado y demostrado en actas los bienes a liquidar constituyen los siguientes:
1- Un bien inmueble consistente en una casa para habitación familiar ubicada en la calle 36 y 37,
casa N 13-8, etapa II, sector Ana Campos, Socopó, Parroquia Ticoporo, Municipio Antonio José de
Sucre del estado Barinas.
2- Un conjunto de bienes muebles propios del hogar como lo son: Juego de Sala, Comedor de
madera, línea blanca (cocina, nevera, aires acondicionados en dormitorios, lavadora, camas de
madera, cortinas en las ventanas), estos bienes se encuentran dentro de la vivienda principal antes
señalada.
3- Un vehículo usado marca Ford, modelo 350, placa A41BS7V, año1986, color Blanco. Serial de
carrocería AJF3GB43583, Tipo camión de carga
En consecuencia, este órgano jurisdiccional de conformidad con lo establecido en el Artículo 768
del Código Civil, en concordancia con los Artículos 777 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, considera que lo ajustado a Derecho es declarar CON LUGAR la presente demanda que por
Partición de la Comunidad Conyugal incoado por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ en
contra de la ciudadana COROMOTO PEREZ¸ plenamente identificados. Así se decide.
En virtud de lo decidido en el cuerpo de la presente sentencia, considera este sentenciador que lo
procedente en este caso, es la designación de partidor, de conformidad con el artículo 778 del
Código de Procedimiento Civil, en concordancia con los artículos 148, 149 y 183 del Código Civil.
Así se decide.
Una vez dispuesto lo anterior y por lo apreciado por este jurisdiscente, en las pruebas
documentales y testificales evacuadas, este Tribunal pasa a dictar el presente fallo.

DISPOSITIVA

En merito de los razonamientos antes expuestos, este Juzgado Tercero de Primera Instancia
Agraria de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, administrando justicia en nombre de la
Republica Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, dicta el dispositivo oral del fallo en
los siguientes términos:
PRIMERO: Se declara competente para conocer el presente asunto
SEGUNDO: Se declara Sin Lugar la plusvalía del bien propio de la demandada ciudadana
COROMOTO PEREZ ya identificada anteriormente, consistente en un fundo Agropecuario
denominado el Progreso con un conjunto de mejoras y bienhechurías existentes sobre una
extensión de treinta y nueve hectáreas con nueve mil ochenta y seis metros cuadrados (39 has con
9086 mts2) ubicado en el asentamiento campesino Capitanejo, también denominado parcelas de
Capitanejo, sector Guafitas crucero ceja Blanca, jurisdicción de la Parroquia Pedro Briceño Méndez
del Municipio Ezequiel Zamora del estado Barinas
TERCERO: CON LUGAR la demanda de Partición y Liquidación de la Comunidad Conyugal, incoada
por el ciudadano JOSE JESUS DUGARTE SANCHEZ, venezolano mayor de edad titular de la cedula
de identidad Nº V-6.590.234 contra su ex-cónyuge, ciudadana COROMOTO PEREZ, venezolana
mayor de edad con cedula de identidad Nº V- 6.728.856 y en consecuencia acuerda: que los bienes
a liquidar en partes iguales de la comunidad conyugal son los siguientes:
1- Un bien inmueble consistente en una casa para habitación familiar ubicada en la calle 36 y 37,
casa N 13-8, etapa II, sector Ana Campos, Socopó, Parroquia Ticoporo, Municipio Antonio José de
Sucre del estado Barinas.
2- Un conjunto de bienes muebles propios del hogar como lo son: Juego de Sala, Comedor de
madera, línea blanca (cocina, nevera, aires acondicionados en dormitorios, lavadora, camas de
madera, cortinas en las ventanas), estos bienes se encuentran dentro de la vivienda principal antes
señalada.
3- Un vehículo usado marca Ford, modelo 350, placa A41BS7V, año 1986, color Blanco. Serial de
carrocería AJF3GB43583, Tipo camión de carga
CUARTO: No se condena en costas por la naturaleza del presente fallo
Publíquese, regístrese y déjese copia certificada por Secretaría de conformidad con lo establecido
en los artículos 247 y 248 del Código de Procedimiento Civil y a los fines de los Ordinales 3° y 9° del
artículo 92 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Tribunal Tercero de Primera Instancia Agraria
de la Circunscripción Judicial del Estado Barinas, a los siete días del mes de marzo del año dos mil
dieciocho. Años: 207° de la Independencia y 158° de la Federación.

El Juez,

Abg. Orlando José Contreras López.


El Secretario

Abg. Fernando Díaz


En esta misma fecha (07/03/2018), siendo las diez de la mañana (10:00a.m) se publicó y registro la
anterior decisión. Conste.

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