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FUERA DE CARTA

JAVIER GOMÁ

Vas lento

E
esta guía en mente he organizado mi vida: he hecho elecciones
profesionales que favorecen la lealtad a la vocación, desarro-
llado rutinas a su servicio, esquivado novedades que me des-
viaban de mi plan literario (devorador de las mejores horas
l titular de la entrevista rezaba así: “Lo único que me im- del día), he tenido paciencia.
porta es la gloria literaria”. Ante exabrupto tan intolerable “Vas lento, Javier”, me dijo tiempo ha uno que hubiera que-
muchos pensarán que llamé al periódico para quejarme por rido que mi carrera literaria progresara con mayor rapidez. Des-
la torpe manipulación de la que había sido víctima. No podía: de entonces, mi sentimiento de lentitud no ha hecho más
reproducía exactamente mis palabras. que aumentar. Hay que reconocer que mi unidad de medida
Si me preguntasen cómo ha cambiado mi visión del mundo es muy modesta: un párrafo al día. Y no siempre se da bien la
de mis quince años a esta parte, más de cuarenta años después, jornada. Pero cuando se da, no hay en el mundo felicidad com-
contestaría que apenas nada, pues siempre me lo representé parable a la de irse a descansar con la clara conciencia de ha-
más o menos como acabó siendo, ahorrándome las consabi- ber arrebatado a la nada un buen párrafo, uno con esa firmeza
das decepciones. Menos en un punto: muy de roca. En esos instantes dichosos se sien-
consciente del carácter efímero de las cosas, te uno libre, independiente, poseedor de una
que un día son y al otro dejan de serlo, siem- NO HAY EN EL MUNDO resistencia invencible. Pero otras veces tan-
pre me ha parecido de lo más natural inda- ta morosidad pesa demasiado: como ir sen-
FELICIDAD COMPARABLE A
gar lo que permanece entre tanta fugacidad tado en un viejo carromato tirado por bueyes
inexorable, la roca que resiste la brava co- LA DE IRSE A DESCANSAR y que bólidos de alta gama lo adelanten por
rriente del arroyo. Y me sigue pareciendo. La derecha e izquierda dejando detrás una mo-
diferencia estriba en que siendo chaval creía CON LA CLARA CONCIENCIA lesta polvareda. Toca entonces seguir aguan-
de buena fe que esta pasión por lo que dura tando y desterrar del pensamiento las inú-
la tenía todo el mundo y con la edad he com- DE HABER ARREBATADO A tiles comparaciones. Y no recurrir a esa
probado que se trata de una manía más bien LA NADA UN BUEN PÁRRAFO aceleración de velocidad que proporciona
mía que hace de mí, aún por madurar, un ina- la ruidosa defensa de causas públicas, da-
daptado irredento. dora de momentánea notoriedad al autor a
Lo reconozco, mi deseo constante en la vida ha sido y es trueque de marchitar su obra. Estoy persuadido de que la
tocar terreno firme, no sujeto a la ley de la caducidad universal. mayor causa políticosocial que existe es un libro incitante y
Muy pronto encontré en la literatura mi mejor cómplice para todavía vivo diez, cincuenta, cien años después de compuesto,
esta desmesura. Scripta manent, decían los latinos. Y esto es lo además de que el lector del futuro no es de peor condición que
que significa gloria literaria tal cual la interpreto: componer una el del presente.
obra que, por dar forma a la dignidad invariable de lo huma- Quien practica la paciencia, por lento que vaya, llega lejos.
no, merece permanecer en la memoria de la gente. Nada que Un buen párrafo al día durante un año, dos o tres da como re-
ver con la fama de mi nombre, que a nadie le interesa porque sultado un buen libro: la devoción con que ha sido imaginado
ni a mí mismo me importa mucho: aceptaría de buen grado y escrito merece llamarse amor, un sentimiento de tal intensi-
el anonimato de una obra mía a la que se promete éxito pla- dad que puede con todo y se sobrepone a todo. El enamora-
netario si estuviera seguro de que fuera digna de perdurar. Con do siente que sus obras de amor no deberían morir jamás. G

16 EL CULTURAL 4-11-2022

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