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CUENTO NAVIDEÑO: PEQUEÑO UN BURRITO PARA NAVIDAD

PERSONAJES:

*PEQUEÑO

*NIÑO

*PAPÁ

*SEÑORA

*MERCADER

*JOSÉ

*MARÍA

NARRADOR: Ésta es la historia de un pequeño burrito llamado Pequeño, el cual no era grande, ni
tan fuerte como los demás burritos que había donde él vivía, pues como su nombre lo dice, era
muy pequeño.

NIÑO: Pequeño, ya es hora de levantarte, no quiero que mi papá te vea aun acostado.

(El pequeño burrito se levanta, y el niño lo acaricia)

NIÑO: Vamos levántate, es hora de trabajar.

(El niño se acerca y le da de comer a pequeño y a los demás burros; en ese momento entra en
escena el papá.)}

PAPÁ: Hijo, ¿ya están listos los burros? Ya es hora de trabajar.

NIÑO: Sí papá, ya están listos.

NARRADOR: Padre e hijo, y los burritos salen de su casa para recoger leña, la cual la utilizan para
venderla en el pueblo y ganar con ello algunas monedas. Los demás burros trabajan con ánimo y
pueden cargar muchos kilos de leña, por otro lado Pequeño, que ya es un poco viejo, no logra
cargar mucho. Después de algunas horas de trabajo, caminan regreso a casa.

(De regreso a casa, a Pequeño le cuesta cargar la leña, cae varias veces al no poder caminar con
tanto peso)

PAPÁ: Hijo, creo que Pequeño ya es demasiado viejo para trabajar. Mañana iré al pueblo y lo
venderé.

NIÑO: No papá, no puedes venderlo, él es mi amigo.

PAPÁ: Debes entender, tengo que venderlo, el ya no nos sirve para trabajar. Me darán por él una
moneda de plata.

NIÑO: Está bien, pero déjame ser yo quien lo lleve.

NARRADOR: A la mañana siguiente, el niño se levanta muy temprano para realizar la tarea que le
ha encomendado su padre, vender a su Pequeño burro.
NIÑO: Amigo, Pequeño, levántate es hora de ir al pueblo. Pero no te preocupes, no te venderé a
cualquier persona, te venderé a alguien que te quiera y te cuide como te mereces.

NARRADOR: Así pues, que los dos emprenden camino hacia el pueblo, con la esperanza de
encontrar a una buena persona a quien vender a su amado burrito. Tan pronto llegan al pueblo, se
encuentran con una señora que tiene un puesto en el mercado.

SEÑORA: Hola niño, ¿a qué has venido al pueblo?

NIÑO: He venido a vender a mi pequeño burro.

SEÑORA: Jajajajaja, nadie va a querer a un burro tan viejo como ese. Pero bueno, conozco una
persona que quizá te ayude a venderlo, es el mercader del pueblo. Camina todo derecho por esta
calle y al final de ella podrás encontrarlo.

NARRADOR: El niño y pequeño caminan por todo el mercado, buscando al mercader para que le
ayude a vender su burrito.

MERCADER: ¡Pásele, pásele! Aquí tenemos los mejores precios, pásele.

NIÑO: Señor, quisiera vender mi burrito, ¿usted podría ayudarme?

MERCADER: Jajajajajaj, claro que no, nadie compraría a éste burro feo y viejo que ya no sirve para
nada, jajajajajajaja.

(Pequeño se enoja y le da una fuerte patada al mercader, que lo tira al piso)

NIÑO: No se burle de mi burro, el aún es muy fuerte, tan fuerte que merece estar en el establo de
un rey.

NARRADOR: El niño se retira muy molesto, y a la vez triste porque aún no ha podido vender su
burrito. Así que recorre puesto por puesto por todo el mercado sin tener éxito. Muy triste, se
sienta en un rincón y comienza a llorar. En ese momento se acerca un hombre el cual se ve
interesado por comprar Pequeño.

JOSÉ: Hola hijo, ¿eres tú el dueño de éste burro?

NIÑO: Sí señor.

JOSÉ: ¿quieres venderlo? Solo puedo ofrecerte una moneda de plata, sé que es poco pero es todo
lo que tengo.

NIÑO: Eso es suficiente, solo quiero que lo cuide mucho.

JOSÉ: No te preocupes, te prometo que lo cuidaré. Lo necesito para que lleve a mi esposa a Belén.

NARRADOR: El niño y Pequeño se despiden; el burrito se ve feliz pues su nuevo dueño parece
buena persona y ha prometido cuidarlo.

JOSÉ: Muy bien pequeño burrito, es hora de que lleves a mi esposa María a Belén. Vamos, sigamos
el camino que nos guía la estrella.

NARRADOR: Es así, como José, María y Pequeño, emprenden el camino hacia Belén donde se dice
nacerá el niño Dios, el niño Jesús.

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