Está en la página 1de 8

Escenario:

Al centro una banca donde hay un niño sentado jugando con algún juguete
cualquiera. Vísperas de Nochebuena. En una ciudad como tantas otras,
todo el mundo va y viene de compras. En el centro del escenario se
encuentra a un jovencito vendiendo tarjetas de navidad. El se ve muy
pobre y cansado y cada que habla es interrumpido por ataques de tos que
no lo dejaran a través de las diferentes escenas, en algunos casos deben
ser más intensos que otros. Algunas personas, le compran tarjetas y otras
solo pasan rápido.

1er Escena:
MARTÍN: ¡Tarjetas! ¡Tarjetas de navidad! ¡Tarjetitas para escribir
mensajes! Lleve su tarjetita… ¡Tarjetas!
Un señor pasa muy rápido junto a Martín botando todas sus tarjetas al
suelo.
SEÑOR: ¡Ay niño sale de mi camino!… ¿no ves que voy apurado?
MARTÍN: Disculpe señor… disculpe.
La gente desaparece y Martín queda sólo en escena…
MARTÍN: ¡Tarjetas! ¡Tarjetas de navidad!… (Deja la caja de tarjetas en el
suelo) Estoy tan cansado, me duelen los pies… (Se sienta en una banca y
se toca los pies, luego cuenta las monedas que lleva en el bolsillo, levanta
la cara y se dirige al público)

Hola. Soy Martín y trabajo como vendedor de tarjetas. Él es mi hermanito


Felipe, yo me encargo de el y siempre estamos juntos. El año pasado
tuvimos una pena muy grande. Nuestros padres se marcharon al cielo y yo
tuve que trabajar para cuidar a mi hermanito, perdimos nuestro hogar, por
ahora no tenemos donde vivir, pero mi hermanito y yo siempre estaremos
juntos.

FELIPE: Hermano, hermano… tengo hambre.

MARTÍN: Claro que si hermanito, tengo algo guardado para ti. (Procede a
sacar un paquete bien envuelto al destaparlo es media pieza de un
sándwich y se lo ofrece a Felipe)

¡Toma hermanito! ¡Para ti!

FELIPE: Pero hermano, esa era tu mitad del desayuno que nos regaló esa
buena señora que todos los días pasa por donde vendemos.

MARTÍN: No pasa nada, hermanito. Yo no tengo hambre, además con lo


que he vendido podremos comprar algo delicioso para cenar. ¿Te gustaría?
(El niño solo asiente mientras come)

Termina de comer y vamos a ver los juguetes de las tiendas ¿Quieres? Y


luego podemos jugar un rato en el parque si quieres, para buscar un lugar
donde descansar esta noche.

FELIPE: Quisiera poder dormir en una cama, con una cobija caliente.

MARTIN: Lo se hermanito, te prometo que muy pronto podremos hacerlo,


voy a juntar mucho dinero y voy a comprar una casa para ti y para mi, con
muchos juguetes y donde no nos falte nunca comida.

FELIPE: Woooow… que padre.

MARTIN: Si, ya lo veras. Por ahora apúrate, para que nos vayamos a ver
los juguetes (checa que el niño tenga bien puesto su abrigo) No te nades
quitando el sweater, te podrías enfermar (le da un ataque de tos más
intenso que otras veces y el niño mira con preocupación.)

FELIPE: Que pasa hermano, ¿qué tienes?

(Martín se recupera)

MARTIN: No te preocupes hermanito, estoy bien. Solo es una tos, no pasa


nada. Yo siempre te voy a cuidar.

Termina la escena mientras Martín sale con su hermanito agarrado de la


mano, mientras se escucha música triste de fondo.

2da Escena:

Un matrimonio se acerca hablando mientras en el fondo Martin y Felipe se


encuentran en sus respectivas actividades

PATY: Carlos, en verdad estoy muy triste hemos pasado demasiado tiempo
intentando tener un hijo y no hemos podido, y ahora con los resultados de
los estudios y lo que nos dijo el doctor, no creo que tengamos esperanza de
lograrlo.

CARLOS: No Paty, no te desesperes, confía en Dios… siempre le hemos


pedido por esto y el nos responderá, ya verás.
PATY: No Carlos, no me mal entiendas, no desconfió de Dios, es que creo
que hemos estado pidiendo por algo muy especifico y se nos ha olvidado
que Dios puede respondernos de maneras que a veces no entendemos.

CARLOS: No te estoy entendiendo amor.

PATY: Amor, me refiero a que nosotros le estamos pidiendo a Dios por un


hijo, pero para quedar embarazada y hay otras formas a las que podamos
recurrir. Una en especial.

CARLOS: ¿Te estas refiriendo a la adopción? (Paty asiente) La verdad no lo


había pensado seriamente, pero si me había pasado por la cabeza.

PATY: Mira las señales amor, te dieron ese cambio de puesto, nos
mudamos y la iglesia a la que acudimos tiene una casa hogar con niños
maravillosos, los vemos constantemente, Dios de alguna manera nos trajo
a este lugar, ¿no crees que esta podría ser la manera en la que Dios nos
está respondiendo?

CARLOS: La verdad no me había percatado de eso, pero tienes razón, no


me molesta la idea y siempre hemos querido darle nuestro amor a un hijo
nuestro. Este podría ser el camino. Parece que llevas con la idea con
bastante tiempo.

PATY: A decir verdad, incluso he pensado en quien podría ser ese niño.

CARLOS: ¿Ah, ¿sí? Cuéntame.

PATY: Veras, hay un jovencito que vende tarjetas y periódicos con su


hermanito en el parque, su hermanito se llama Felipe, es un niño muy
bueno y amoroso, perdieron a sus padres hace algún tiempo y desde
entonces viven en la calle, el mayor se ocupa del menor, pero pasan
muchas carencias, siempre que puedo les regalo comida, incluso les he
dado ropa de frio para pasar la temporada invernal.

CARLOS: Paty, mi vida y ¿por qué no los has invitado a la casa hogar?

PATY: Ya lo he hecho, muchas veces. Pero si lo hacen los separarían, el


mayor ya no esta en edad de entrar a la casa hogar, lo moverían a otro
lado y las cosas serian complicadas, así que el hermano mayor se niega a
aceptar. Mira ahí están, son ellos.

(Se acercan a donde están Martín y Felipe mientras ellos juegan un rato)
PATY: Hola Martín, hola Felipe como están. Miren, les traje algo.

(Saca un paquete envuelto y se lo da a Martín)

MARTIN: Muchas gracias señora, usted siempre muy amable.

PATY: No tienes que agradecer, lo hago con gusto. Me gustaría poder


hacer más, mira te presento a mi esposo, se llama Carlos; amor ellos son
Martin y Felipe

CARLOS: Mucho gusto Martín, mucho gusto Felipe. Espero que se


encuentre bien. (Se saludan)

PATY: Quería venir a traerles esto y a hacerles una invitación, viene la


cena de navidad y en la casa hogar de nuestra iglesia harán una cena
especial para niños como usted, si gustan pueden asistir, estará muy
bonito.

FELIPE: Siiii, Navidad… vamos.

MARTÍN: Lo siento señora, pero no creo que podamos. Si entramos ahí me


quitaran a mi hermano y ya no podré verlo.

CARLOS: Te prometo que no pasara de esa manera, entendemos tu


preocupación, pero nos gustaría que pasaran una noche especial con otros
niños como ustedes y no aquí en la calle.

FELIPE: Ándale hermanito, vamos. ¿sí?

MARTIN: Lo pensaremos, esta bien. Por ahora tenemos que irnos, me


pagaran por sacar la basura de una tienda de comida y se nos hace tarde.

PATY: Y por cuanto tiempo estarás ocupado, si gustas podemos cuidar a


Felipe un rato aquí en el parque, en lo que trabajas. ¿Te parece la idea? A
nosotros no nos molestaría para nada. ¿Verdad amor?

CARLOS: Por supuesto que no, lo haríamos con gusto.

FELIPE: Si hermanito, quiero seguir jugando. (Martín lo piensa un


momento, tiempo después asiente)

MARTIN: Esta bien, no tardare mucho, prometo estar aquí en menos de


dos horas. Confiare en ustedes.

(Martin se retira del escenario mientras por el lado opuesto Felipe se va con
Carlos y Paty a jugar)
3ra Escena:
Martin y Felipe estarán nuevamente en la banca de la primera escena,
Martín tendrá un juguete sencillo envuelto en sus manos, para esta escena
la tos que sufre Martín debe ser evidentemente mas fuerte, demostrando
que realmente este enfermo.

FELIPE: Hermano, hermano. ¿iremos a la cena de navidad? ¿a la que nos


invitaron esos amables señores?

MARTIN: ¿Te gustaría ir verdad?

FELIPE: Siiii, mucho. ¿Por qué nunca has querido que visitemos esa casa
hogar?

MARTIN: (con cara triste) Porque sería muy difícil que nos dejen estar
juntos hermanito. Pero ¿sabes? Lo he estado pensando mucho y creo que
es una buena opción… yo necesito encontrar un trabajo que me permita
ganar mas dinero y no quisiera descuidarte, ahí podrías jugar con otros
niños y te darían comida tres veces al día. ¿Te gustaría?

FELIPE: No hermano, yo no quiero estar donde no estes tu.

MARTIN: Pero yo no podría estar hermanito, pero te puedo visitar. Nunca


te faltaría donde comer y siempre podrías jugar con amigos, yo te visitaría
y seguramente nunca te faltarían regalos en navidad.

FELIPE: ¿En serio?

MARTIN: Si, claro. Es más, tengo algo para ti. ¿Quieres ver?

FELIPE: Siiiiii

(Martin procede a sacar un paquete que contiene un juguete sencillo


envuelto, que Felipe destapara)

FELIPE: Wow, hermano, muchas gracias. No hubieses gastado, seguro te


costó mucho.

MARTIN: No te preocupes por eso, no podía permitir que mi hermanito no


tuviese un regalo esta navidad. Pero quiero que me prometas algo, quiero
que siempre que veas este juguete te acuerdes de mi, cuando yo no este o
no pueda visitarte, o cuando la vida nos ponga pruebas como cuando
mama murió. Quiero que siempre recuerdes que estoy a tu lado
apoyándote.
Mama siempre nos enseñó que Dios nos cuida, y espero que lo sigas
creyendo, por que a pesar de lo que hemos vivido, nunca nos ha dejado
desamparados. Así que ¿Me lo prometes? ¿siempre recordaras esto?

FELIPE: Si hermano, lo prometo.

MARTIN: Me da mucho gusto oírlo, bien ahora dame un abrazo por que
tienes una cena a la cual asistir.

(Proceden a abrazarse, Martín se debe mostrar muy tristemente porque


sabe que no volverá a ver a su hermano, cuando terminen de abrazarse,
entraran en escena Paty y Carlos)

CARLOS: Hola muchachos, ¿Cómo han estado?

PATY: Espero que estén lisos para asistir a la cena navideña, nos haría
mucha ilusión que asistieran.

FELIPE: Si claro que si vamos. Estoy muy emocionado.

MARTÍN: En realidad solo ira mi hermanito, yo tengo que ir a trabajar


limpiando vajilla en un restaurant, pero quisiera que mi hermano la pase
bien estas fechas. Felipe, ve a jugar un momento con tu regalo, ¿Está bien?

(Felipe asiente y se aleja un poco)

MARTIN: Quisiera hablar con ustedes, se que yo soy mayor para poder
estar en esa casa hogar, y por mucho tiempo me he resistido, pero ceo que
es momento que mi hermano tenga un mejor lugar para estar, se que yo
no puedo estar con él, pero espero poder visitarlo ocasionalmente, y espero
que el pueda encontrar una buena familia que lo quiera mucho. Así que por
eso quisiera encargárselos mucho, yo se que ustedes son buenas personas,
y sé que verán por él.

PATY: Pero Martín, tu puedes visitarlo siempre que quieras, lamento


mucho que por tu edad ya no puedas estar en la casa hogar. Pero puedes ir
a la cena y pasarla con tu hermano, anda, vamos. Además, quiero que
sepas que desde hace tiempo los observo y para nosotros seria un honor si
nos concedieran la oportunidad de adoptar a tu hermano, siempre hemos
pedido a Dios por un hijo, y estoy segura que esta es su respuesta.

CARLOS: Si Martín, mi esposa tiene razón, y si así pasara, con mucha mas
confina podrías visitar a tu hermano, las puertas de nuestra casa siempre
estarán abiertas para ti.
MARTIN: Me alegra mucho oír eso, estoy seguro que mi hermano vivirá
feliz. Se los agradezco mucho.

(Martin tendrá la intensión de seguir hablando, pero será interrumpido por


un ataque de tos más fuerte de lo usual, Felipe vendrá corriendo a donde
está el)

PATY: Martin ¿estas bien?

FELIPE: Hermano, hermano. ¿Qué tienes?

MARTIN: No se preocupen, solo fue un poco de tos.

CARLOS: ¿Estás seguro? Alado de la casa hogar está el dispensario médico


de la iglesia, tal vez el doctor podría revisarte.

MARTIN: No, no se preocupe, solo fue un poco de tos. Estoy bien.

(Se dirige a su hermanito)

Hermanito, es momento que nos despidamos, yo debo ir a trabajar y tu


tienes que ir a pasarlo muy bien en esa cena y jugar y conocer amigos.
Pero te prometo que estarás con personas que te querrán mucho, y que yo
haré todo lo posible pro visitarte. Quiero que te portes bien y que juegues
mucho.

FELIPE: Pero hermano, yo no quiero ir sin ti.

MARTIN: Recuerda lo que te dije y lo que prometiste. Yo siempre te voy a


querer y Dios nunca dejara de cuidarte, además nos veremos muy pronto
ya verás.

FELIPE: ¿Me lo prometes?

MARTIN: (Levantando su mano) Prometido.

(Proceden a abrazarse por última vez y se despiden, Felipe se va con la


pareja mientras le dice adiós a su hermano. Martin se quedará un poco
pensativo dando vueltas hasta que después de un momento se siente en la
banca, se escuchará una voz en off y mientras esta habla Martín se
terminará acostando acurrucado en la banca donde finalmente fallece, un
ángel entrará y lo abrazará mientras se cierra el telón y se escucha de
fondo Noche de Paz o algún otro himno alusivo)
VOZ: Martin sabia que no volvería a ver a su hermano, su salud venia
fracturándose tras algunos años de sacrificio cuidando a su hermano
dejando de lado su propia salud. Camino solo unas horas, y a pesar de
saber lo que se avecinaba no tuvo miedo, porque, a pesar de situación,
confiaba en el amor de Dios, confiaba en que su hermano era feliz, y que él
había hecho todo lo que estaba en sus manos para que él lo fuera. Aun así,
Martín nunca sospecho que no estaba solo, el ángel del señor siempre
estuvo con ellos, y esa noche con el corazón lleno de felicidad por su
hermanito, Martin falleció en los brazos amorosos del padre amante.

También podría gustarte