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Personajes:
Padre
Hijo menor
Hijo mayor
Criado 1
Criados
Amigo
Amiga
Amigos
Hombre
tenderos
ACTO # 1
Narrador: Había un hombre que tenía dos hijos. Ambos vivían con él en la casa de sus padres. Su padre
había hecho una gran fortuna y gracias a su esfuerzo los jóvenes contaban con una gran herencia.
Hijo menor: Padre, dame la parte de mi fortuna, la herencia que me pertenece. Quiero independizarme
y buscar mi propio destino, en otro pueblo, en otro lugar.
Narrador: entonces el padre tomo en cuenta la solicitud de su hijo y decidió dividir la propiedad y darle
su parte al hijo menor.
Padre: hijo, realice los trámites necesarios y aquí está tu parte de la herencia que me pediste. Todo lo
que te pertenece está en este dinero. (Padre le da el dinero en una bolsa, a su hijo)
Hijo: (la recibe, la toma en sus manos y se pone muy feliz)…Bueno, Padre, es hora que decida por mi
mismo mi destino, hoy mismo, me iré a otro lugar, ya no viviré contigo.
Padre: (con los ojos llorosos, asiente con la cabeza y lo deja ir)
Hijo: (feliz…sale cantando y festejando…llama a su amigos y les cuenta que ya no estará más con su
familia, se irá lejos a disfrutar de todo lo que merece)
Cierra el telón
ACTO # 2
Narrador: Se va caminando… por un camino y le salen al encuentro unos amigos que le dicen que lo
acompañan. Se suben a una carreta y se van muy lejos.
Hijo menor: bueno amigos, el primer lugar al que quiero ir a hospedarme al mejor hotel y más caro que
encuentre, y los invito a comer, vamos vengan. Pueden comer y beber lo que quieren.
Narrador: así estuvo por muchos días, semanas y meses hasta que un día, sus amigos le dijeron:
Amigo: oye, ya no nos invitas como antes, es más, debes en todos lo lugares y ya ni quieren aceptarnos
en ningún lugar porque no les pagas.
Amiga: eres muy mal amigo, sabes que, mejor aquí nos conocimos.
Narrador: Pronto perdió todo el dinero que le había dado su padre, lo gastó en diversiones, en el juego,
y por si fuera poco sobrevino una hambruna en aquel país, la cosecha fue escasa, no había agua, los
animales morían, el pobre chico empezó a padecer necesidad, pero su orgullo le impedía volver con su
padre.
(Aparece el hijo menor enfrente de una casa, toca la puerta y un hombre abre)
Hijo menor: (tocando la puerta) Te lo ruego, dame algo, no tengo nada que comer.
Narrador: en ese momento recuerda, que cuando vivía en casa de su padre, era tan feliz.
Hijo menor: Si, estoy dispuesto a trabajar en cuidar los cerdos. (se agarra el estómago y empieza a sentir
dolor por el hambre)
Hijo menor: (caminando hacia los cerdos) veía las algarrobas con que alimentaba a los cerdos, y tuvo
deseos de comer. Tengo tanta hambre, que me comería todas estas algarrobas.
Narrador: En ese momento, volvió a recordar. Cuánta abundancia hay en la casa de mi padre, si yo fuera
su jornalero, comería mucho mejor, de lo que estoy comiendo ahora.
Hijo menor: En casa de mi Padre tienen pan en abundancia y yo muriéndome de hambre aquí. Volveré a
casa de mi Padre. (Cara de arrepentido y de tristeza, por lo que tenía en casa de su padre)
Narrador: en ese momento, dejó todo, y emprendió el viaje de retorno a casa. Ya no era el hijo rico de su
padre, sino ahora, era un hombre pobre y sin fortuna.
Cierra el telón
ACTO # 3
Narrador:
Su padre quien desde que su hijo se había ido de su lado, lloraba por su hijo, salía a cierta hora del día a
observar el camino y esperaba a alguien que quizás no volvería. Pero, él sabía que en algún momento,
volvería a verlo.
Cuando de repente volvió su vista al camino y vio que caminaba alguien hacia su casa, por su caminar,
dedujo que era su hijo, el que se había ido y volvía de nuevo a casa.
Hijo menor: (arrodillado y llorando, lamentaba con todo su corazón haberse ido.)
Padre, no merezco ser llamado tu hijo, trátame como uno de tus jornaleros.
Narrador: el padre ya no permite que hablara más, lo abraza y le dice que nunca dejó de pensar en él y
de interceder por él.
Padre; vengan, aquí está mi hijo, él vuelve a casa y necesita un vestido nuevo, necesita bañarse y
prepararse para la fiesta de bienvenida.
Padre; Rápido rápido, traigan el ternero más grande, preparen un banquete, porque mi hijo que estaba
muerto y ha resucitado. Llamen a sus amigos, que vengan todos.
Narrador: Se preparó una fiesta, el hijo menor fue ataviado por su padre, todos estaban felices y
celebraban el regreso de aquel que se había ido, el que estaba muerto y ha resucitado. Llamaron a los
amigos, y todos vinieron.
Pero, en ese momento apareció el hijo mayor que venía de una jornada larga de trabajo.
Hijo mayor: (intrigado) qué es esa fiesta, mi padre, no me dijo que estaba organizando alguna fiesta.
Padre: Pasa hijo, ven, tu hermano ha vuelto y estamos celebrando. El hijo que creía muerto, ha
resucitado y ahora está a nuestro lado.
Se abrazan y se reconcilian. Hay felicidad y regocijo porque la familia vuelve a estar unida.
FIN
Unas piadosas mujeres fueron al sepulcro de Jesús muy temprano. El anuncio de la resurrección
convierte su tristeza en alegría. Jesús está vivo y nosotros vivimos en Él para siempre. La resurrección de
Cristo inaugura para la humanidad una renovada primavera de esperanza.
Ángel
Apóstoles Christian,
Narrador César