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Tecnológico Nacional de México

Instituto Tecnológico Campus Chilpancingo


Área de ciencias económico-administrativas
Programa Académico de ingeniería en gestión empresarial
ENSAYO
“Crecimiento y desarrollo estabilizador en México”
Presentan:
• Aponte Peralta Erick
• Castorena Morales Shaian Kareny
• Flores Ocampo Cesar Edwin
• Leyva Vélez Angie Michelle
• Rosario Díaz Angel Jahir
• Sebastián Santiago Danir Emanuel

Mentor (a):
Maribel Urías Barrientos

Chilpancingo de los Bravo, Gro. A jueves 16 de junio de 2022


ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULOS
I. PERÍODO DE CRECIMIENTO Y 2
DESARROLLO ECONÓMICO DE
1950 A 1970.
1.1 Deuda Externa Bruta y PIB corriente. 3
1.2 Desarrollo Estabilizador. 3
1.3 Salario Mínimo. 4
1.4 PIB 1950- 1970: La sustitución de 4
Importaciones y el crecimiento rápido.
1.5 Inflación. 6
1.6 Empleo, distribución del ingreso y los 6
salarios en México.
1.7 Índices Nacionales de precios al 8
Consumidor/ INPC base 2010= 100.
II. PERÍODO DE CRECIMIENTO Y 9
DESARROLLO ECONÓMICO DE
1970 AL 2000.
2.1 Producto Interno Bruto (PIB). 9
2.2 PIB Pér Capita. 10
2.3 Ingreso Nacional 10
2.4 Desarrollo Económico. 11
2.5 Tasas de Desempleo. 12
2.6 Índice Nacional de Precios al 13
consumidor (INPC).
2.7 Inflación. 13
2.8 Tipo de Cambio. 14
Pág.
CAPÍTULOS
III. PERÍODO DE CRECIMIENTO Y 15
DESARROLLO ECONÓMICO DE
2000 AL 2021.
3.1 Producto Interno Bruto (PIB). 15
3.2 16
3.3 Ingreso Nacional. 17
3.4 Desarrollo Económico. 18
3.5 Disminución del Analfabetismo y 19
Rezago Educativo.
3.6 Inflación. 19
3.7 Tasas de Desempleo. 20
3.8 Índice Nacional de Precio al 21
Consumidor (INPC).
3.9 Tipo de Cambio. 22
IV. CONCLUSIÓN. 23
V. REFERENCIAS. 24
INTRODUCIÓN
El desarrollo estabilizador fue un modelo económico utilizado en México
desde 1940 hasta 1970. Las bases de este modelo radican en buscar la
estabilidad económica para lograr un desarrollo económico continuo la
estabilidad económica se refiere a mantener la economía libre de topes
como inflación, déficit en la balanza de pagos, devaluaciones y demás
variables que logran estabilidad macroeconómica. A partir de 1940
México inició una etapa llamada el milagro mexicano, esta etapa se
caracterizó por ser de un crecimiento sostenido y fue el cambio hacia la
formación de una nación moderna e industrializada.

Antonio Ortiz Mena fue el principal artífice de la política económica a la


que definió de la siguiente manera en su libro "El desarrollo Estabilizador,
Reflexiones sobre una época", publicado por el Fondo de Cultura
Económica: “el esquema de crecimiento que conjuga la creación de un
ahorro voluntario creciente y la adecuada asignación de los recursos de
inversión con el fin de reforzar los efectos estabilizadores de la expansión
económica en vez de los desestabilizadores que conducen a ciclos
recurrentes de inflación-devaluación.” Conforme a esa política se formuló
que “el Estado tiene la responsabilidad, conforme a las leyes básicas de
la nación, de promover y encauzar el desarrollo económico”, con el
propósito de “aumentar los salarios reales” y “mejorar la participación de
los asalariados en el ingreso nacional disponible.”

1
CAPITULO I
PERIODO DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE
1950 A 1970
En 1950 México entró en un periodo de despegue económico y creció rápidamente
durante más de 30 años. El periodo que abarca de 1950 a 1954, se caracterizó por
el constante crecimiento de las industrias, la cantidad de dinero en circulación
aumentó en 17.8 por ciento por año en promedio, mientras que de 1955 a 1970
creció solamente 2.2 por ciento. Es por esto que la inflación en este último periodo
puede atribuirse, en gran medida, a la forma como se financió el déficit del gobierno.
Con el fin de reducir la escasez de recursos financieros se aplicaron políticas que
incrementarían la tasa de interés real (la tasa de interés que se obtiene después de
considerar el aumento de los precios) y el ahorro. También se aplicaron impuestos
moderadamente progresivos (hasta un 10 por ciento) para otros tipos de ingreso
que provenían del ahorro. Estas políticas tenían como meta captar, no únicamente
el ahorro interno, sino también estimular el externo con tasas de interés reales más
elevadas que las internacionales.

Se calcula que entre 1950 y 1967, a precios corrientes (cuando no se han hecho
ajustes por la inflación), la participación de los sueldos y los salarios en el ingreso
nacional o PIB, subió de 25% a 33%. Sin embargo, a precios constantes (después
de corregir el efecto de los precios), la proporción se invierte y la relación desciende
de 34% a 28%. la tercera etapa se situó en la década de 1970, cuando el
agotamiento de la estrategia seguida se hizo más elocuente con el deterioro en
ascenso que sufrieron varios de los principales indicadores productivos,
comerciales y financieros del programa; ese deterioro condujo, finalmente, altérmino
de la industrialización por sustitución de importaciones.

2
1.1 Deuda Externa Bruta y PIB corriente
La abundancia de
dólares en el
mercado mundial
hizo que llegara
un gran flujo de
capitales hacia los
países en
desarrollo
calculado en unos
131 000 millones
de dólares, a
precios de 1929.
En el contexto inflacionario ya señalado, la racionalidad económica aconsejaba
pedir dinero prestado para financiar la expansión económica pues la tasa de interés
real era negativa (−11.8% en 1977). Por lo anterior, algunos países de América
Latina decidieron tomar grandes créditos contratados en dólares, a corto plazo y a
una tasa de interés flotan te. Pero esta situación cambió cuando la tasa de interés
real pasó a 16.7% en 1982 producto de la política monetaria restrictiva
implementada por Estados Unidos.

1.2 Desarrollo Estabilizador

El Desarrollo Estabilizador quedó comprendido dentro de las administraciones


presidenciales de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, entre los años de
1959 a 1970. Por el contrario de los sexenios anteriores durante estos doce años,
no se tuvo ninguna devaluación de la moneda nacional y se logró un crecimiento
estable, sin inflación y un notable aumento del poder adquisitivo del salario. Don
Antonio Ortiz Mena que estuvo al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público por dos sexenios consecutivos, fue el creador del proyecto económico en
cuestión, que por lo mismo se asocia plenamente con su nombre y con lo que el
Mundo llamó en aquellos años, el Milagro Mexicano.
1.3 Salario Mínimo

La columna más importante de la tabla anterior es la penúltima, en la cual se


muestra el ascenso continuo del salario mínimo previamente deflactado
(descontado el componente inflacionario), reflejando un crecimiento promedio del
poder adquisitivo del mismo del 5.13% anual. Lo anterior demuestra que, en este
período, el crecimiento económico se reflejó en todos los sectores, incluyendo a los
de menores ingresos.

1.4 PIB 1950-1970: La sustitución de importaciones y el


crecimiento rápido
La acumulación de capital
creció durante el decenio de
los cincuenta, en el cual la
inversión total creció más
rápidamente que el PIB. El
gobierno invirtió en
infraestructura pública: la
industria del petróleo,
carreteras, salud y
educación. En términos de los fondos disponibles para créditos de inversión que
destacó Rostow (1960), vale la pena hacer hincapié en que el sistema financiero
privado nacional fue una fuente limitada de dichos fondos. La siguiente grafica
presenta datos de los créditos privados como porción del PIB de1950 a 2010.

En 1950 no hubo sustitución de importaciones para un gran conjunto de bienes,


debido a que las industrias nacionales ya satisfacían 95% del mercado nacional de
productos como textiles, alimentos, bebidas y tabaco (clasificados como industrias
básicas), calzado y jabón (clasificados como bienes de consumo) y hule, alcohol y
vidrio (clasificados como bienes intermedios). Sin embargo, para otros productos
hubo un grado importante de sustitución de importaciones.
1.5 Inflación

En la gráfica de barras se muestra de qué manera se ha manejado y los porcentajes


de inflación acumulados de cada sexenio. El ranking va de menor a mayor y destaca
el sexenio del presidente Adolfo López Mateos con una inflación acumulada durante
los 6 años de su gobierno del 14%.

1.6 Empleo, distribución del ingreso y los salarios en México

Una condición esencial para elevar los niveles de ingreso y de vida de la población
y abatir los niveles de desigualdad y de pobreza en un país en desarrollo es
promover un patrón de crecimiento con generación de empleo productivo, que logre
sostenerse por un período amplio. Ésta, sin embargo, no ha sido la pauta de la
economía mexicana, donde el motor del crecimiento de los años sesenta y setenta
perdió impulso a principios de los años ochenta y no lo ha podido recuperar

La debilidad en la creación de empleo formal se puede apreciar en el gráfico


siguiente en el que se muestra el número neto de nuevos empleos asalariados
formales creados por década, con base en los registros del IMSS, el ISSSTE y de
PEMEX. En comparación con los 3,9 millones de nuevos empleos formales netos
generados en la década de los ochenta, en el primer decenio de este siglo sólo
pudieron generarse 1,8 millones de nuevos empleos formales.
El rápido crecimiento del sector industrial creó una amplia gama de oportunidades
de empleo en áreas urbanas, lo que permitió el acomodo de una proporción cada
vez mayor de la población en las ciudades. El número de personas que vivían en
áreas urbanas aumentó entre 1940 y 1970 de 4 a 22 millones está población tuvo
oportunidades de empleo de muy diversa naturaleza como revelan las cifras al
cambio en la compasión del empleo por sectores. Esta evolución se observa en el
siguiente cuadro que muestra también el rápido crecimiento del número absoluto de
personas ocupadas.
1.7 Índices Nacionales de Precios al Consumidor/INPC base
2010 =100

El índice de precios al consumidor o índice de precios de consumo (comúnmente


llamado por su sigla IPC) es un índice económico en el que se valoran los precios
de un determinado conjunto de bienes y servicios (conocido como canasta familiar
o Canasta básica de alimentos) determinando sobre la base de la encuesta continua
de presupuestos familiares a continuación se muestran los índices en México del
año 1950 al año 1970.
CAPITULO II

PERIODO DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE


1970 AL 2000
2.1 Producto Interno Bruto (PIB)
Aquí se muestra el comportamiento del crecimiento económico en México en el
periodo 1971-1976, medido por el PIB real a precios de 2005. Se observa que la
tasa de crecimiento más baja se registró en el primer año del sexenio analizado, y
la más alta en 1972, siendo de 8.2%; con una tasa promedio anual de 5.96%. La
inflación en 1971 fue de 5.2, 5 en 1972 y 23.74 en 1974, con una tasa promedio
anual, durante el sexenio, de 12.83.
También se
presenta el
comportamiento
de la producción
real en México en
el periodo 1982-
1988, se observa
que los años
1982, 1983 y 1986
presentan
decrecimientos, y
los años restantes
registran crecimientos poco significativos. Se tuvo un crecimiento promedio anual
de 0.22%, por ello, a este sexenio y, en general, a la década de los 80 se le ha
denominado la década perdida.
Podemos observar como la tasa de crecimiento del PIB real de México en el periodo
1994-2000, en 1995 se registra una severa caída de la producción nacional,
relacionado a la crisis cambiaria de finales de 1994, recuperándose en los años
siguientes, siendo 1997 el año de mayor crecimiento. En este sexenio, el
crecimiento económico promedio anual de la economía mexicana fue de 3.51 %,
similar al sexenio anterior.
2.2 PIB Pér Capita
El producto interior bruto de México en 2000 ha crecido un 4,9% respecto a 1999.
Se trata de una tasa 21 décimas mayor que la de 1999, que fue del 2,8%.

En 2000 la cifra del PIB fue de 768.209 M€, con lo que México es la 9ª economía
en el ranking de los 195 países de los que publicamos el PIB. El valor absoluto del
PIB en México creció 204.845 M€ respecto a 1999.

El PIB Per cápita de México en 2000 fue de 7.777 €, 1.998 € mayor que el de 1999, que
fue de 5.779 €.

2.3 Ingreso Nacional


México logró tasas de crecimiento económico elevadas, que promediaron
anualmente 6.6 por ciento, lo que significó un aumento del tres por ciento anual del
producto per cápita del país. De principios de los setenta en adelante, México ha
registrado crisis económicas recurrentes, con una periodicidad casi sexenal, y una
desaceleración pronunciada del crecimiento económico. Entre 1970 y 1994, el
crecimiento del producto del país tuvo una tasa media anual de 3.9 por ciento. Peor
aún, entre 1981 y 1994 esta tasa fue de 1.4 por ciento.

En ese lapso el producto per cápita se redujo en casi siete por ciento. Además, el
estancamiento económico ha ocurrido precisamente cuando, por razones
demográficas y sociales, la demanda por empleos ha crecido a las tasas más
elevadas de la historia.

2.4 Desarrollo Económico


La disminución en el crecimiento de la economía en los primeros años de la década
de 1970 condujo a cambios sustanciales en la política fiscal. Durante la
administración de Luis Echeverría (1971-1976), con el propósito de satisfacer
demandas populares sin modificar la estructura de la producción, el gasto público
se ejerció con demasiada soltura. A partir de 1972, el gasto público creciente se
convierte en el eje de la política económica del gobierno federal, pero con
expansiones y contracciones en el periodo 1972-1976. El déficit público, por exceso
de gasto, fue financiado con crédito externo. Como instrumento de combate a la
pobreza, Luis Echeverría implementó el Programa Integral para el Desarrollo Rural

En 1988 el PIB creció a 1.3 por ciento, las exportaciones no petroleras a 15.2 por
ciento, y la inversión privada a 10.9 por ciento.
Pero, el control de la inflación no se reflejó en un crecimiento sustancial del
producto. La disciplina fiscal era esencial para recuperar y mantener la estabilidad
financiera y de precios, pero también tenía efectos desalentadores sobre la
inversión privada. El gobierno de Salinas, que llegó al poder en 1988, afrontó el
desafío de terminar con ese estancamiento.
La insuficiencia en el crecimiento de la economía durante los últimos años, a pesar
del cambio estructural y de la amplia disponibilidad de ahorro externo, se explica en
gran medida por la evolución que tuvo durante el mismo lapso el ahorro interno. No
hay duda de que, si durante esos años el ahorro interno se hubiese mantenido al
menos estable, se habría tenido un crecimiento más dinámico de la inversión y del
PIB. Sin embargo, entre principios de 1988 y 1994 el ahorro interno disminuyó
sistemáticamente como proporción del PIB, del 22 a menos del 16 por ciento. Dado
que el ahorro público se fortaleció durante el mismo lapso, la caída del ahorro
interno reflejó lo ocurrido en el ahorro privado, que en ese tiempo se contrajo en
más de siete por ciento del PIB.
2.5 Tasas de Desempleo
Según las estadísticas disponibles más recientes, las cuales provienen del Censo
de población de 1970, en ese año la fuerza de trabajo del país estaba constituida
por 13 millones de personas, lo cual representaba el 26.8% del total de la población.
De este total, 5 millones de personas se dedicaban a la agricultura, 2.8 millones al
sector secundario, que incluye las manufacturas, la construcción y la el electricidad,
y 4.2 millones de personas desempeñaban actividades comerciales, de servicios,
de transporte y el gobierno. La mayor cantidad de subempleo y desempleo en
México se da en el sector agropecuario, en el comercio y en los servicios. De los 5
millones de personas en el sector agropecuario, 2 millones se encuentran en las
regiones del Centro, Centro Sur y Pacífico Sur. De tal manera, el problema de la
pobreza en el campo se sitúa principal mente en esas regiones.
2.6 Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)
En esta grafica se
pueden ver las
estadísticas
logradas en el
periodo de 1970-
2000. El índice de
precios al
consumidor se elevó
en precios en el año
1980, pero fue
bajando conforme
pasaban los años
entre 1985-1987. Entre los años de 1990 y 1998 se comenzó a elevar un poco el
índice de precios, para luego poder tener un nivel más estable en el año 2000.

2.7 Inflación

En 1995 el gobierno mexicano abandonó la estrategia de control de la inflación


basada en el ancla nominal del tipo de cambio y adoptó un régimen de tipo de
cambio flexible para
iniciar la transición
hacia un marco de
política monetaria de
metas de inflación y
una estrategia de
crecimiento exportador.
Así, la política
monetaria pasó a ser el
ancla de un objetivo de inflación igual a 3% ± 1%, rango considerado como
estabilidad de precios.
La crisis financiera de 1995 reactivó la inflación y orilló a una devaluación del orden
de 56% al pasar de 4.25 pesos por dólar a 6.50 pesos por dólar entre diciembre y
enero de 1994 y 1995, a otro ajuste de 16% en 1996 al cotizarse el tipo de cambio
en 7.6 pesos por dólar, después viene un ajuste gradual de 6.2% anual para cotizar
a 9.4 pesos por dólar en 2000. En el curso del sexenio el peso mexicano se devaluó
en 120% aproximadamente

El nuevo marco de política monetaria vigente desde principios del siglo XXI ha
logrado abatir la inflación. Sin embargo, la economía mexicana ha registrado tasas
de crecimiento del producto interno bruto (PIB) inferiores (2.5% en promedio desde
1994) a la que en promedio prevaleció (6.5%) durante el periodo del modelo ISI,
entre 1940-1980.

2.8 Tipo de Cambio

Las terribles crisis económicas de 1976 y de 1982 se iniciaron por tener un peso
sobrevaluado, tipo de cambio fijo, inflación fuera de control, estatización de la
economía, alto endeudamiento, fuga de divisas y ausencia de reservas
internacionales.
La crisis de 1994-1995 se inició con graves acontecimientos políticos, tipo decambio
relativamente fijo con bandas de flotación muy estrechas, inflación a la baja,fuga de
capitales y un alto endeudamiento en Tesobonos de corto plazo cuyo pago se
garantizó en dólares, pero sin reservas internacionales para cubrirlos.

Al inicio del sexenio de Ernesto Zedillo se calculó que la sobrevaluación era de sólo
15% y por ello ésa fue la propuesta inicial de incremento del techo de la banda
cambiaria en el programa de gobierno zedillista. Sin embargo, Zedillo decidió en
diciembre de 1994, ante la apremiante situación económica en que se encontraba
el país, devaluar el peso en relación con el dólar en cerca de 35%: pasó de 3.55 a
4.80. Esta devaluación que alcanzó una paridad de 7.50 pesos por dólar en marzo
de 1995, tuvo como lógica consecuencia la explosión de la más severa crisis
económica sufrida por México en la historia económica reciente. Dado que en el
mes de enero de 1995 alcanzó un valor de 5.90 pesos por dólar, en ese momento
su devaluación fue de 89.99% respecto al año anterior.
CAPITULO III

PERIODO DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE


2000 AL 2021
3.1 PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB)

Como se observa en la gráfica el PIB de México con el paso de los años tiene una
tendencia positiva en donde a partir de 1952 sufre un alza notoria.

Centrándonos en el año 2000 el PIB era aproximadamente de 13,000 millones de


pesos subiendo constante mente con el paso de los años hasta el año 2008 en
donde a consecuencia de la crisis suscitada en ese año, el PIB estuvo en 14,500
millones de pesos, teniendo un gran golpe, pues solo en el año anterior el PIB
estaba por encima de los 16,000 millones de pesos

En el periodo comprendido entre los años 2010 y 2018, la economía mexicana


creció a un promedio de 2.8%, sin embargo, debido a la caída en los precios del
petróleo de 2019 y la crisis económica global ocasionada por el COVID-19 en 2020,
la economía se ha visto afectada en los últimos años.

(Desconocido, 22)
En 2020, el primer año de la pandemia, la economía se contrajo (-) 8.4% anual. En
2021, el primer año de reactivación, únicamente creció 5% anual. Por lo que la
estrategia de crecimiento sostenido e incluyente cada día se vuelve más
apremiante, sobre todo en el contexto de guerra que ha tenido implicaciones
adversas en el precio de los alimentos y expectativas de crecimiento global.

3.2 PIB PÉR CAPITA

En el año 2000 el PIB per cápita no superaba los 8000 millones de euros, sin
embargo, fue ganando fuerza y por lo tanto valor, en un ascenso rápido hasta el año
2002 en donde marco un punto y cae en picada por debajo de los 6300 millones de
euros, mostrando una recuperación a finales del 2005, teniendo una recuperación
con un tope de 7400 millones de euros, volviendo a caer drásticamente en 2008
debido a la crisis económica de ese año.

En 2015 presento un pico máximo superando 8700 millones de dólares con un


aumento del 5.3% con respecto a su año anterior, del 2015 a 2019 tuvo cierta
estabilidad e incluso superando los 8900 millones de euros representando una
diferencia del 12.4% con respecto al 2015, sin embargo, en 2020 a cusa de fuerza
mayor el PIB per cápita tuvo una caída del 16.7%, para posteriormente en 2021
mostrar una recuperación.
México tiene un PIB Per cápita trimestral de 2.221 k euros, 249 euros mayor que el
del mismo trimestre del año anterior, que fue de 1.972 euro.

3.3 INGRESO NACIONAL

En la Grafica 1 se observan los resultados obtenidos con el desglose de cuentas


realizado con el objetivo de obtener la estimación del ingreso nacional propuesto. El
primer valor que se requiere para esta medición es el de la producción total realizada
en el interior del país, para lo que se utilizó la variable del PIB nominal a precios
corrientes, ya que no es de interés en esta investigación quitar el efecto de los
precios.

Al PIB nominal se le restó la depreciación, ya que es un valor económico


que, pese a ser no derogable y no tener una salida de efectivo real, los
dueños de ciertos activos pierden a través del tiempo por el uso, desgaste u
obsolescencia de estos. (Vaca Medina, 2016)

Se observa un crecimiento promedio de casi 17% anual, casi lo doble del


crecimiento de la producción interna. Se observa una tendencia al alza de estos
egresos, salvo el periodo de 2008 a 2010, momento de la crisis financiera mundial.
Después de este periodo, vuelve otra vez a la tendencia creciente, pero con más
fuerza, con un incremento promedio anual de casi 50% entre 2011 y 2013.
De 2000 al 2021, el promedio anual de incremento de la producción total se
estima fue de 2,2%, cifra tremendamente reducida si se compara con la
obtenida entre los años anteriores, que fue de aproximadamente de 6,6%.
Al no crecer a tasas elevadas y sostenidas, el desarrollo se posterga y se
vuelve difícil generar empleos e ingresos, lo que se traduce en un menor
bienestar para la población. El reto consiste en generar crecimiento
económico, pero antes deben entenderse adecuadamente sus causas.
(Sánchez Juárez, 2021)

3.4 DESARROLLO ECONÓMICO

Todario (1983), citado por Gómez(2010), señala que el desarrollo económico de un


país debe comprenderse como un proceso mediante el cual debe haber cambios en
las estructuras sociales, que incluyen a la población y las instituciones nacionales,
procurar acelerar la economía, eliminar la desigualdad y erradicarla pobreza en su
totalidad.

Análisis de Resultados

Se realizo una encuesta a una población de personas de la cuales, según los


resultados, la percepción que tienen los encuestados sobre el desarrollo económico
en México en negativo.
Del 100% de los encuestados el 53.6% cree y percibe que el avance en el desarrollo
económico es nulo, el 37.3% que es regular, el 8.2% que es significativo y el 1.8%
cree que es espectacular.

3.5 DISMINUCIÓN DEL ANALFABETISMO Y REZAGO EDUCATIVO

En los últimos 30 años, el analfabetismo entre la población de 15 años y más ha


disminuido; en el caso de las mujeres este indicador bajó de 15 a 6 % y en los
hombres de 10 a 4 por ciento.

En la siguiente gráfica ver que el mayor porcentaje de población analfabeta se


encuentra entre las personas de 75 años y más de edad.

3.6 INFLACIÓN

En la gráfica se puede observas que a principios de los 00s la tasa de inflación era
de aproximadamente de 8.63% y venia cayendo con respecto al año anterior cuando
era del 12.32%, entre los años del 2001 a 2007 la tasa en promedio se mantuvo
entre el 4 y 5%, hasta 2008 donde a causa de la crisis económica la inflación subió
a 6.53%, para posteriormente estabilizarse y caer a 2.53% en 2009, y registrando
su valor más bajo en 2015 con 2.13%

En el año 2017, la tasa de inflación promedio de México registró su punto más alto
en el último lustro, al colocarse por encima del 6%. Se prevé que la tasa de inflación
alcance un 6,8% en 2022, aunque se estima que la misma permanezca
relativamente estable, en alrededor del 3%, a partir de 2023.

3.7 TASAS DE DESEMPLEO

El porcentaje de desocupación abierta no es un indicador muy preciso del estado


del mercado de trabajo en México. Hay indicadores de la ENOE que permiten
apreciar mejor esto. En el mismo cuadro 2 se muestra la Tasa de Ocupación Parcial
y Desocupación, que considera en su cálculo como desocupadas a las personas
que no tuvieron ninguna actividad o que, si la tuvieron no fue más de 15 horas
durante la semana de referencia. Del año 2000 a 2010, la población desocupada
más la parcialmente ocupada pasó de 7.2 a 12% de la PEA. Esto significa que en
2010, 5.5 millones de personas estuvieron desempleadas o bien trabajaron menos
de 15 horas a la semana. El desempleo ha afectado en mayor medida a los jóvenes.

La falta de empleo ha sido, por muchos años, el problema social más grave
de México. La carencia de empleo es una de las expresiones más agudas de
la pobreza. Este fenómeno de escasez de empleo, aunado a las diferencias
salariales de México con Estados Unidos explica, en gran medida, el
fenómeno migratorio de mano de obra mexicana a ese país. La oleada
migratoria, aunque no puede considerarse un fenómeno nuevo, ha adquirido
mayores proporciones y algunas características diferentes a las de las
anteriores (Díaz, 2020)

3.8 ÍNDICE NACIONAL DE PRECIOS AL CONSUMIDOR (INPC)

El índice de precios al consumidor o índice de precios de consumo (comúnmente


llamado por su sigla IPC) es un índice económico en el que se valoran los precios
de un determinado conjunto de bienes y servicios (conocido como canasta familiar
o Canasta básica de alimentos) determinando sobre la base de la encuesta continua
de presupuestos familiares (también llamada encuesta de gastos de los hogares),
que una cantidad de consumidores adquiere de manera regular, y la variación con
respecto del precio de cada uno, respecto de una muestra anterior.

La incidencia se refiere a la contribución en puntos porcentuales de cada


componente del INPC a la inflación general. Ésta se calcula utilizando los
ponderadores de cada subíndice, así como los precios relativos y sus respectivas
variaciones. En ciertos casos, la suma de los componentes de algún grupo de
subíndices puede tener alguna discrepancia por efectos de redondeo. Incluye
alimentos procesados, bebidas y tabaco, no incluye productos agropecuarios.
Incluye vivienda propia, renta de vivienda, servicio doméstico y otros servicios para
el hogar. Incluye loncherías, fondas y taquerías, restaurantes y similares, servicio
de telefonía móvil, mantenimiento de automóvil, consulta médica, servicios turísticos
en paquete, entre otros.

3.9 TIPO DE CAMBIO

La inflación en México
es mayor que en
U.S.A., solamente en
2014 fue más de 5
veces mayor, durante
2015 fue casi 3 veces
mayor y durante 2016
resultó todavía 62%
arriba. En 2017
resultó 3.16 veces
mayor que la de
Estados Unidos, en 2018, fue 2.5 veces mayor y en 2020 fue 2.3 veces mayor.
Lo ideal sería que la inflación de México fuera igual o muy cercana a la de USA,
pero mientras eso no suceda el tipo de cambio se tiene que ajustar. En cierto modo
es mucho mejor que se mueva de acuerdo a la oferta y la demanda y no que se
sostenga a la fuerza un tipo de cambio que sobrevalué en exceso al peso. Sin
embargo, hasta diciembre 31 de 2019 el tipo de cambio de equilibrio, en base al año
de 1970, fue de $16.18 por dólar y ese sería el tipo de cambio que debiera regir, (en
esa fecha) en condiciones ideales y en base al diferencial deinflaciones, entre
ambos países.
CRISIS ESTRUCTURAL DE LA ECONOMIA DE MÉXICO
El 2008 pasará a la historia económica de México como el año de inicio de la tercera
gran crisis del México contemporáneo. Desde la década de 1980, la economía del
país ha sufrido tres caídas estrepitosas: en 1982, en 1995 y en la actualidad, y todo
parece indicar que ésta será más destructiva que las anteriores. Un rasgo a destacar
en la recurrencia de la crisis de la economía del país es que rebasó su carácter
eminentemente económico y ahora es también una crisis política y social, en virtud
de que se suma el deterioro de las condiciones de vida de la población. En efecto,
entre 1982 y 2008, el ritmo de crecimiento promedio anual del Producto Interno
Bruto (pib) ha sido 3.3% en promedio, ritmo socialmente insuficiente y que contrasta
con el crecimiento de 6.7% de la economía en el periodo de 1960-1981.1 Este bajo
dinamismo de la economía se ha acompañado del deterioro de las instituciones
públicas, lo que ha provocado una enorme desigualdad en la distribución del ingreso
y, por consiguiente, en el acceso a niveles mínimos de bienestar de la población
nacional. Durante 2008, las principales variables macroeconómicas tuvieron
comportamientos preocupantes: inflación, 6.5% (la más alta desde 2000);
desempleo, 4.47% (en noviembre); pib anual, 1.8% (dato preli-minar); depreciación
del tipo de cambio, 31%; además, creciente déficit comercial, cierre de empresas
(con efectos negativos en los proveedores) y caída de las remesas y de los precios
del petróleo (50.6 dólares en noviembre, contra 131.6 dólares en julio). Estos
indicadores contradicen claramente el discurso oficial, con o sin alternancia
partidista, en el sentido de que la economía mexicana es sólida y estable. El
deterioro de las condiciones de seguridad social, la pobreza y el desempleo son
algunas manifestaciones de la preocupante situación económica, política y social
que vive el país. Por tanto, la crisis que se desató a mediados de 2008 es estructural,
pues su origen está enraizado en un modelo económico que ha profundizado la
desigualdad y la exclusión social desde principios de la década de 1980 y cuyos
rasgos básicos no se han modificado desde entonces.
El presente ensayo busca contribuir en el debate que ha rondado en los círculos
académicos y empresariales de México en los últimos años: ¿por qué la economía
nacional no crece a los ritmos socialmente necesarios?, ¿su magro desempeño es
resultado de las políticas que el gobierno ha impulsado o está determinado
únicamente por factores externos? El análisis que presentamos se ubica en el
manejo de la política macroeconómica y, en general, en el diseño y ejecución de las
políticas públicas del gobierno federal. Pretendemos poner énfasis en el periodo que
inicia con la crisis de la década de 1980. Ahora bien, analizar las causas del bajo
dinamismo de la economía pasa por el contexto político que ha prevalecido en
México en los últimos años. En ese sentido, el texto aborda de manera tangencial
la actuación de los principales grupos de poder que han influido en la orientación de
las políticas económicas en los últimos años. La estructura del trabajo es la
siguiente. En los siguientes tres apartados abordamos de forma directa las
principales políticas impulsadas y sus resultados; allí buscamos explicar por qué el
actual enfoque de política económica no sólo es equivocado, sino que además se
ha impulsado, en tiempo y forma, erróneamente. En la cuarta sección analizamos
el contexto político del periodo de estudio. Finalmente, en las conclusiones
reflexionamos sobre la trayectoria económica y las perspectivas de nuestro país.

Política macroeconómica y desempeño económico


El cuadro 1 resume algunas de las principales variables macroeconómicas de
México desde el sexenio de Miguel de la Madrid hasta la administración actual.
Como se puede observar, desde el inicio de la década de 1980 el crecimiento
económico ha sido asimétrico. En particular, durante dicho sexenio se presentan los
peores resultados del desempeño económico en materia de caída en la producción
e inestabilidad macroeconómica: el pib prácticamente no creció, 0.23%, la inflación
fue la más alta de la historia económica de México con un promedio anual de 94.6%
y la devaluación del peso respecto al dólar acumuló 2194 por ciento.
La crisis de principio de la década de 1980 enterró el modelo de sustitución de
importaciones que durante más de 20 años tuvo vigencia en México.2 El argumento
principal del diseño e impulso de este modelo económico fue el fortalecimiento del
mercado interno, objetivo que se logró gracias a que la estrategia seguida se basó
en un Estado fuerte que diseñaba políticas industriales, salariales y cambiarias. En
nuestra opinión, apuntar los rasgos esenciales del modelo sustitutivo de
importaciones y de la crisis resultante es importante porque éstos pasaron a
convertirse en los “fantasmas” de los gobiernos posteriores, en los errores que no
quieren volver a cometer: déficit en el presupuesto público, alta inflación y tipo de
cambio descontrolado ya se han vuelto las variables macro más vigiladas por los
sucesivos gobiernos. Sin embargo, estos objetivos han subordinado otras variables
importantes de la actividad económica nacional como el crecimiento del producto
interno y los salarios.

Desde el inicio de la década de 1980, la conducción oficial de la economía mexicana


utilizó la crisis de la deuda y sus causas como argumentos poderosos para imponer
un nuevo modelo económico neoliberal.3 Las reformas impulsadas durante esos
años giraron en torno a tres ejes: 1) la apertura comercial, que implicó la disminución
de las barreras arancelarias y no arancelarias; 2) la reforma financiera, que permitió
mayores flujos de capital, aunque principalmente especulativo; y 3) un nuevo papel
del Estado en la actividad económica, que implicó la venta de empresas estatales.
Durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, estos objetivos implicaban
controlar variables fundamentales como las mencionadas previamente. El pib
promedió 3.7%, el más alto de los cinco gobiernos en estudio, esto como resultado
de las expectativas favorables que generó la firma del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (tlcan), efecto que por cierto se erosionó rápidamente. En ese
sexenio se logró abatir la inflación promedio, 23.3%, y reducir el descontrol en el
tipo de cambio.
Cabe agregar en este aspecto que también el tipo de cambio se redujo como efecto
de la política contractiva del sexenio de Miguel de la Madrid, cuyos resultados se
vieron reflejados en el de Salinas. Uno de los problemas que éste heredó al sexenio
de Ernesto Zedillo fue el endeudamiento interno por la vía de los tesobonos, cuyos
rendimientos, al pagarse en dólares, estaban indexados al tipo de cambio. Otro
problema heredado fue el control en el tipo de cambio, cuyo mecanismo consistía
en establecer bandas de flotación que se movían en función de las presiones que
existieran en el mercado cambiario.

Muchos analistas criticaron a Salinas de Gortari porque en los dos últimos años de
su gobierno se negó a fijar una paridad cambiaria más realista que tomara en
consideración la sobrevaluación del peso que, claramente, restaba competitividad a
las exportaciones mexicanas. El contexto político que prevaleció durante el gobierno
de Salinas fue muy importante ya que influyó de manera determinante en las
decisiones en materia de política económica. En ese gobierno se estaba negociando
la firma del tlcan además de que se buscaba la inclusión de México en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde).
En consecuencia, era objetivo clave de ese gobierno mostrar al mundo un país
estable, moderno, que representara un mercado seguro para las inversiones
extranjeras –directa y de cartera. El sexenio de Salinas terminó de manera
turbulenta: el asesinato del candidato presidencial del Partido Revolucionario
Institucional (pri), Luis Donaldo Colosio, marcó el rumbo político y económico de
México en los años posteriores. El magnicidio obligó a ese partido político a un
cambio abrupto para designar a Ernesto Zedillo como su candidato. Éste ganó la
elección y tomó posesión el 1 de diciembre de 1994
El enrarecido ambiente político de finales de 1994 complicó el inicio del gobierno de
Zedillo, que no pudo contener las presiones sobre el tipo de cambio. La devaluación
desde diciembre de ese año devino inflación, y México se encontró de nuevo en
crisis económica durante 1995 y los años subsiguientes. La inflación que en 1994
había terminado en 7%, en 2005 llegó a 52%. Sin embargo, con la política de poca
variación del tipo de cambio que el gobierno decidió a partir de 1996, la inflación
declinó rápidamente para promediar durante ese sexenio 22%. No obstante, la
dirección de la política seguida afectó el desempeño de otros indicadores de la
actividad económica del país. A manera de ejemplo, la decisión de mantener la
sobrevaluación del peso ante el dólar, aunque coadyuvó a disminuir los ritmos de la
inflación, repercutió desfavorablemente sobre la inversión y el producto del país. El
PIB promedió un crecimiento de sólo 2.8% durante todo ese sexenio.

La nueva década trajo consigo el fin de la hegemonía del pri en la presidencia de la


República. Vicente Fox ganó la elección de 2000 con una amplia mayoría. En
general, el “gobierno del cambio” de Vicente Fox secaracterizó por continuar los
principios fundamentales que se siguieron desde los gobiernos de Miguel de la
Madrid hasta Zedillo: 1) impulso a la iniciativa privada como el principal promotor del
crecimiento económico; 2) continuar con la apertura de la economía del país y
establecer nuevos acuerdos comerciales y buscar, con ello, mayor ingreso de
inversión extranjera directa (ied); y 3) disminuir aún más la participación económica
del Estado bajo el principio de que la iniciativa privada es más eficiente que el
Estado en las actividades productivas. Las expectativas que despertó el sexenio de
Vicente Fox no se reflejaron en la economía. El pib continuó con su tendencia
descendente como resultado del manejo de la política monetaria y fiscal. Además
de la sobrevaluación del tipo de cambio, se siguió insistiendo en mantener un saldo
fiscal equilibrado, provocando, entre otros resultados, que el bajo nivel del gasto
público no ayudara a reactivar el crecimiento económico. Así, el objetivo de abatir
la tasa de inflación se logró, pero a costa de paralizar el crecimiento del pib. El tipo
de cambio promedió una devaluación de 13.7%, y el PIB registró un raquítico
promedio anual de 1.8 por ciento.
El éxito más publicitado del gobierno de Fox fue la captación de ied. Entre 2001 y
2006, la economía mexicana recibió 134895 millones de dólares de ied, y la
afluencia de este tipo de inversión, sumada a la captación de divisas por turismo,
petróleo y remesas, fue un factor que permitió, en la lógica de la conducción
económica del país, mantener la apreciación del peso ante el dólar. Vale la pena
agregar en este espacio que uno de los saldos negativos del gobierno de Fox fue el
manejo que hizo de los recursos petroleros. En el transcurso de ese sexenio, el
precio de la mezcla mexicana aumentó, llegando a 53.3 dólares por barril en 2006.
El aumento de los precios de exportación de los hidrocarburos y la mayor
explotación de petróleo dieron como resultado que los ingresos petroleros
aumentaran. Entre 2000 y 2005, los ingresos por la venta externa de petróleo se
duplicaron al pasar de 327000 millones de dólares a 777000 (Moreno, 2006). Entre
otras posibles consideraciones, éste fue un elemento que pospuso la reforma fiscal.
Como sucedió en la administración de Zedillo, el sexenio de Felipe Calderón se
inició con un contexto político complicado. La elección del 2 de julio de 2006 fue
muy competida, y el resultado no dejó satisfechos a muchos electores. El conflicto
poselectoral dificultó el accionar político del gobierno federal en turno, que ha tenido
que enfrentar un Congreso de la Unión dividido.
El primer año de Calderón se inició con un crecimiento del pib de 3.3% que, sin
embargo, se vio abruptamente afectado en 2008 y sobre todo en 2009. En el
segundo semestre de 2008, la economía mundial se descompuso; el epicentro de
la nueva crisis se gestó en Estados Unidos. En 2008, la economía del país creció
1.4%; sin embargo, los efectos de la crisis se resintieron durante 2009, en cuyo
primer trimestre la caída porcentual del pib fue de 8% y en el segundo de 10.3%, es
decir, la peor caída de la actividad económica de la historia económica reciente en
México. Los cinco gobiernos representados en el cuadro 1 han impulsado una
política macroeconómica muy similar: desregulación de la economía, apertura
comercial indiscriminada, énfasis en la atracción de inversión extranjera, contención
salarial, uso de políticas monetarias contractivas como mecanismo antiinflacionario
y abandono de políticas industriales activas. En el sexenio de Miguel de la Madrid
se inició este modelo económico, que se ha sostenido durante cinco gobiernos, con
todo y la alternancia del Partido Acción Nacional (pan) en sustitución del pri en el
poder.
Como resultado del magro desempeño económico, el pib per cápita de México ha
mostrado, igualmente, un bajo ritmo de crecimiento: entre 1982 y 2008 registró un
crecimiento promedio anual de 2%. Según la ocde, en el periodo de 1983-2003,
países con antecedentes económicos parecidos a los de México aumentaron su pib
per cápita; por ejemplo, Corea del Sur en 3.4%, y Hong Kong y Chile en 2.1%;
mientras que, en contraste, en México el pib per cápita creció sólo 1.1 veces.4 En
términos generales, éste ha sido el desempeño de la economía mexicana durante
los últimos 26 años, producto de políticas que han privilegiado en el contexto de la
estabilidad macroeconómica: el abatimiento de la inflación, un bajo déficit público y
la estabilidad cambiaria. Para ello se ha impulsado una política monetaria de
contracción de la oferta de dinero, con lo cual el Banco de México ha controlado la
tasa de inflación e incidido en la tasa de interés interna. No obstante, esa política
está equivocada porque sus resultados afectan de forma negativa la demanda
efectiva y provocan ritmos de crecimiento insuficientes para absorber a la creciente
población que cada año ingresa a la población económicamente activa (pea). Una
política más adecuada podría contener la oferta monetaria, pero al mismo tiempo
expandir la demanda efectiva mediante aumentos en los salarios reales y el manejo
prudente del gasto público.5 Impulsar esta política requiere una estrecha
coordinación entre el Banco de México y las secretarías de Hacienda y Economía,
tarea de coordinación que le compete al Poder Ejecutivo.
CONCLUSIÓN
Entre las décadas de 1940 y 1970 la economía mexicana experimentó un
largo proceso de industrialización por sustitución de importaciones (isi) en el
cual destacó la amplia protección del Estado para la actividad industrial
nacional. El avance principal del proceso fue la producción doméstica de los
bienes de consumo durables dirigida esencialmente al mercado interno. Dos
resultados relevantes de la isi fueron el registro de ritmos altos de
crecimiento económico y la mejoría del bienestar social en el país. Cabe
agregar, no obstante, que pese a la conformación de un mercado interno en
ascenso, la isi descuidó actividades cardinales para el desarrollo de la
producción nacional. Ello conformó, al término de la década de 1970, un
panorama de desequilibrios productivos, comerciales y financieros difícil de
resolver con la lógica del programa en turno. Esta crisis hizo oficial una
nueva propuesta para la conducción económica del país, al pasar a una
política de franca apertura hacia el exterior y a la desregulación de la
actividad económica interna (ayd). Desde 1988, aproximadamente, este
programa ha destacado el propósito de la estabilidad macroeconómica del
país, pero descuidando otros indicadores relevantes, como el crecimiento y
el bienestar social.

Desde una panorámica general, podemos identificar el estrangulamiento


externo del programa primario-exportador por medio de ciertos
desequilibrios de la economía del país que se acentuaron al término del
proceso. Por ejemplo, al finalizar la década de 1920, la actividad industrial
aportaba sólo 17% del pib de lpaís, y el peso de los bienes intermedios y de
capital era determinante en las importaciones (67%); mientras que, por el
lado de las exportaciones, la producción primaria contribuyó, por lo menos,
con 82% del valor total exportado ante sólo 0.3% del aporte de las
manufacturas (cuadro1). Estos datos indicaban el pobre avance de la
actividad industrial durante esa etapa de la historia económica del país

(Villarreal,2000).
REFERENCIAS
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