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APRENDO A COMER VERDURAS

Luciana era una niña muy alegre, vivía con sus

padres, mama y papa.

La mama de Luciana preparaba la comida mas

deliciosa, con ricas verduras, pero a Luciana no le

gustaba comerlos, a ella le encantaba comer muchos

dulces, ella decía que los dulces son más deliciosos que las verduras,

aunque ella nunca los había probado.

Un día Luciana despertó con un dolor de estómago, ayyy..!!! Empezaba

a quejarse de dolor, empezó a llorar, su mama muy preocupada llevo a

Luciana al hospital. En el hospital un doctor reviso a Luciana y le dijo que

comer dulces le hace daño, que debe comer deliciosas verduras para estar

sana, no enfermar y que le ayudaría a crecer.

Desde ese día Luciana empezó a comer comida con deliciosas verduras, se dio

cuenta lo ricas que son y que no tenía mal sabor como ella pensaba y fue así que

Luciana no volvió enfermar y creció sana y fuerte.

FIN

Autor: Paola Andrea Zurita Claros


TRABAJANDO EN EQUIPO
Había una vez en un bosque muy lejano a orillas de un lago, vivía una hermosa

familia de conejos, compuesta por la mama coneja, papa conejo y 3 conejitas, Sofí

la mayor, Rosi la del medio y la pequeña Samy.

Cada día las 3 hermanas conejitas salían por el bosque a jugar, saltar, cantar y

bailar. De pronto les dio mucha hambre, todas gritaron ¡mama tenemos hambre!,

la mama coneja empezó a poner las zanahorias sobre la mesa, pero Samy al ser

la más pequeña solo comió uno, porque sus hermanas se comieron todo, ñam

ñam frente a ella, Samy se puso triste, pero le surgió una brillante idea y dijo:

¡mañana iré a sembrar una zanahoria y será tan grande que me la comeré yo

sola!.

Al día siguiente Samy fue a sembrar una pequeña semilla de zanahoria,

Muy feliz cada día le regaba agua para que crezca muy grande.

Pasaron los días, y la zanahoria estuvo lista para poder comerla. Samy se

levantó muy temprano, ¡ohohoh! empezó a bostezar, estiro sus manitas

derecha a izquierda, se alisto y corrió a sacar su zanahoria. ¡Jummm!

¡Jummm! Empezó a jalar, pero por más esfuerzo que hacia no lograba

sacarlo y se puso a llorar ¡waaaa. waaaa… no puedoooo!, pero de

repente tuvo una idea, decidió llamar a sus hermanas para poder ayudarla.
Nuevamente ¡jummm! ¡jummm! Empezaron a jalar las 3 hermanas, pero por más

Esfuerzo que hacían no pudieron sacarla, las 3 hermanas pensaron y pensaron y

dijeron: ¡llamemos a nuestros papas, para poder sacarla!. Al llamar a sus padres

empezaron todos juntos a jalar a la cuenta de tres: unooo… dossss…. y tresss…

¡jummm! ¡jummm! jalaron y jalaron, pusieron todo su esfuerzo y la zanahoria salio

al fin y todos cayeron al suelo ¡pummmm! la zanahoria era muy grande y Samy

empezó a saltar de alegría ¡Yupiii.. ! entonces Samy, decidió compartir la

zanahoria junto a su familia por haberla ayudado.

La familia de conejitos comieron ñam ñam.. muy felices y Samy aprendió, a

trabajar en equipo, buscar ayuda y a compartir cuando todos ayudan.

Colorín colorado el cuento a acabado.

Autor: Paola Andrea Zurita Claros

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