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UN DINOSAURIO EN

PROBLEMAS

POR: THIAGO DAVID MARCHENA MORALES


H abía una vez un dinosaurio que se llama Max y
era muy inteligente, pero le gustaba comer
demasiado.
Comer era su pasión y nunca le hacía ascos a
nada, comía medio kilo de helado y abundante
carne.

Él todos los días llevaba en su lonchera mucha


comida chatarra y la pasaba comiendo en clase
y no estaba atento a la profesora; su mama al
darse cuenta de lo que ocurría, tuvo una idea
genial pensando en la su salud de su Dino dino.
Al día siguiente coloco mucha
fruta y verdura en su
loncherota, ya en la escuela el
dinosaurio Max se asombró que
no estaba su comida favorita,
dijo:
¡Oh rayos! ¿Qué es esto?,
llorando boto toda su
lonchera, es decir su fruta y verdura; sus
amiguitos se sorprendieron al ver su accionar ,
diciéndole : ¡pero la fruta es rica! ¡NO LA
BOTES DINO DINO!
Y el
dinosaurio Max no salió
al recreo y se quedó
llorando y dijo: ¡Madre
mía, que hambre
tengo!, la profesora al
ver esto le preguntó al
dinosaurio Max: ¿Qué
tienes dinosaurio
hermoso?, Max contestó: profesora, mi mamá
no me envió lonchera. ¡Oh, mi dino dino debes
estar muy hambriento!
Te daré dinero para que compres tu comida
favorita en el quiosco.
Estaba tan contento Max que se olvidó que la
profesora le dijo, que iba a llamar a su mamá.
El dinosaurio Max compro una hamburguesa
triple y su gaseosa de tres litros; diciendo
yumi, yumi, que linda es esta vida.
Sus amigos lo vieron y murmuraron, ¿Cómo es
posible, que haga eso?, los dino dinos corrieron
a decirle a la
profesora lo que
antes había
ocurrido y le
dijeron: ¿Por qué le
dio dinero al dino
MAX?
La profesora con
una sonrisa enorme
les contesto:
porque su mamá hoy, no le envió su lonchera; y
los niños muy disgustados por la mentira del
dino Max, le dijeron: maestra, si trajo
lonchera, solo que la boto a la basura ya que
eran frutas y verduras.
La maestra muy decepcionada de Max, llamó a
su mamá para contarle lo sucedido con el
pequeño Dino dino.
Llegaron a un acuerdo, para que Max no se
enterará de que mamá Dinosaurio sabia toda la
verdad y planearon darle una lección, sin
imaginar lo que iba a ocurrir.
Max no sabía lo que
estaba pasando y
llego feliz a su casa,
sin imaginar que su
mamá sabía lo que
había hecho en la
escuela y más aún
que le había mentido
la profesora.

Aquella tarde Max, comenzó a sentir unos


retorcijones, que se escuchaban por toda la
casa….GRRRRRR,GRRRRR! se sentía mal y le
dolía mucho su panza, pero no quería decirle a
su mamá porque iba a descubrir su mentira,
diciendo: ¡Oh rayos, estoy en problemas!
Su mamá, ya se había dado cuenta lo que le
sucedía a Max, le preguntó ¿Qué tienes, la
fruta no hace mal ni las verduras?; Max, ya no
soportó su dolor de panzota y le dijo a su mamá
la verdad, aunque sabía que iba a recibir su
castigo.
Mamá sé que te mentí y a la profesora también
y sé que estoy en serios problemas, ahora
estoy de acuerdo de que las frutas y verduras
son importantes para estar sanos y crecer
fuertes.
Su mamá con una caricia le dijo: mi pequeño
dinosaurio hoy aprendiste dos lecciones, la
primera a no mentir y la segunda a que debes
comer saludable, por eso debes disculparte con
la profesora y tus amigos, además debes
estudiar un poco y dejar de comer demasiado.

Por eso Max prometió, que de ahora en


adelante iba a sembrar su propia comida y
jamás volvería a mentir.
Al día siguiente en la escuela, le llevo a la
profesora una manzana roja muy brillante y le
pidió perdón, por haber mentido para
satisfacer a su panzota; también les pidió
perdón a sus compañeritos por ser grosero. Sin
imaginar que sus amigos no le guardaban
rencor, sino que estaban preocupados por su
salud.
Dino Max al ver esto, lloro de alegría y con un
gran rujido se fueron a jugar, saltando de
alegría.
Ahora Max siembra sus propias frutas y
verduras, además descubrió que era muy bueno
en las matemáticas y en atletismo. ¡Y colorin
colorado, Max se volvió vegetariano!

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