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ESTUDIOS BÍBLICOS EN COMUNIDAD 1

Lucas Lección 26—Lucas 21


Fe en Tiempos Temibles
¡Memoriza la VERDAD!
“El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.” Lucas 21:33
DÍA 1: LUCAS 21:1-4—El Espíritu Dadivoso
1. ¿Cuál era la diferencia entre las ofrendas de la gente rica y la ofrenda que dio la viuda pobre? Según Jesús, ¿quién
dio la ofrenda más grande, y por qué?

2. Para dar todo lo que tenía, ¿qué crees que la viuda debe haber creído acerca de Dios?

3. ¿Alguna vez has sentido que tu ofrenda era demasiado pequeña como para interesarle a Dios? ¿De qué manera te
alienta el que Jesús haya tomado nota de la mujer?

DÍA 2: LUCAS 21:5-9—Verdad que Perdura


4. ¿Por qué estaban impresionados los oyentes de Jesús con el templo de Herodes? ¿Qué predicción sorprendente hizo
Jesús acerca del edificio que estaban admirando?

5. Jesús les dijo a Sus seguidores que las cosas que parecen permanentes ahora, se desmoronarán después. ¿Cómo debe
afectar las prioridades de la persona, el reconocimiento de esta realidad?

6. Según 21:8-9, ¿qué advertencias hizo Jesús a la gente que tenía preguntas respecto al tiempo de los eventos futuros?
¿Por qué son tan importantes estas instrucciones el día de hoy como lo eran en tiempos de Jesús?

¡Aprende la VERDAD!
Jesús les dio dos mandamientos a Sus seguidores: No se dejen engañar, y no tengan temor. El
engaño nos impide conocer y creer la verdad de Dios. El temor nos impide recordar y confiar en las
promesas de Dios. Pero cuando estamos confiando en la verdad de Dios y tenemos fe en las promesas de
Dios, tenemos un ancla en tiempos de dificultad e incertidumbre. Al enfrentar las luchas de esta semana, pide
a Dios que te dé Su verdad y Su paz en cada situación. Observa qué cambios notas en tu corazón, y prepárate
para comentarlo con tu Grupo Pequeño.

DÍA 3: LUCAS 21:10-19—Fortaleza en las Pruebas


7. Según Lucas 21:10-12, ¿qué pruebas y desastres predijo Jesús? ¿Cómo pudiera proveer oportunidades para testificar,
la respuesta del cristiano a la oposición?

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Lucas – Lección 26 2
8. Repasa Lucas 12:11-12 junto con 21:14-15. ¿Qué prometió Jesús a aquellos que son llamados a defender su fe en
Él?

9. Jesús dijo que aquellos que perseveran en la prueba ganarán su vida (21:19). ¿Qué efecto tiene la perseverancia
sobre nuestro futuro eterno? ¿Qué valor tiene la perseverancia en la vida diaria del cristiano?

DÍA 4: LUCAS 21:20-28—Tiempos Turbulentos


10. Según este pasaje, ¿qué desastres adicionales predijo Jesús?

11. Después de describir los eventos que acarrearían sufrimiento y temor, Jesús les recordó a Sus oyentes que Él vendría
con redención, poder y gloria. ¿Cómo podría afectar, la confianza en la redención, poder y gloria de Dios, la
perspectiva que tiene la persona en tiempos de incertidumbre y angustia?

DÍA 5: LUCAS 21:29-38—Un Llamado a Velar


12. ¿Qué ilustración usó Jesús para informar a sus oyentes que las cosas que Él ahora estaba describiendo en realidad
sucederían? Explica cómo reforzó esta ilustración el argumento de Jesús.

13. Según 21:33, ¿qué cosa aseguró Jesús que permanecería?

14. ¿Cómo afecta el conocimiento de esta verdad, tu perspectiva el día de hoy? ¿Cómo te podría ofrecer esperanza para
el futuro?

15. Según 21:34, ¿contra qué advirtió Jesús a sus oyentes que se cuidaran? ¿Cómo interfieren estas distracciones con
una actitud de vigilancia?

¡Aplica la VERDAD!
Jesús prometió a Sus seguidores que ellos tendrían la sabiduría y las palabras que necesitaran para
ser testigos de Su Nombre. Él nos ha dado Su Espíritu Santo para guiarnos cuando no sabemos qué
hacer o qué decir. ¿En qué áreas de tu vida necesitas sabiduría? En qué áreas necesitas palabras? Anota
algunas de estas situaciones en las que necesitas que el Espíritu te guíe y te enseñe hoy, y habla con Él acerca
de estas necesidades. Confía en que Él te guiará, inspirará, y capacitará—y prepárate para comentarlo con tu
Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Lucas – Lección 26 3

Lección 26 Comentario
Fe en Tiempos Temibles
Lucas 21
La escena inicial en Lucas 21 procede directamente de los eventos descritos en el capítulo 20. Jesús acababa de
confrontar públicamente a los líderes religiosos. Había condenado su ejercicio externo de la religión, advirtiendo a
Sus oyentes a “cuidarse” de la hipocresía de ellos (Lucas 20:46). Jesús entonces observó a la gente mientras traían
sus ofrendas para Dios al atrio del templo. Muchos de los ricos habían dado cantidades grandes de dinero (Marcos
12:41). Pero Jesús observó a una viuda pobre que silenciosamente depositaba dos pequeñas monedas—y Él señaló
este humilde sacrificio a Sus discípulos. Les dijo que la ofrenda de esta mujer superaba a todas las demás. Él sabía
que representaba todo lo que ella tenía para sobrevivir. Dios conoce nuestras circunstancias y nuestro corazón. Los
sacrificios que hacemos por Él no pasan inadvertidos.

Luego, Lucas registró una conversación que tuvo Jesús con Sus discípulos mientras pasaban tiempo en el Templo
(véase Mateo 24:3). Jesús les contó acerca de los eventos que ocurrirían pronto y los eventos que ocurrirían en el
futuro más distante.

El Templo que había construido Herodes el Grande en Jerusalén era magnífico e inspirador. El historiador, Josefo,
comparó su aspecto con el de una montaña cubierta de nieve, porque reflejaba la luz del sol con tanto fulgor.
Construido con columnas esculpidas de mármol y cedro, y adornado con oro y plata, simbolizaba el poder y el
prestigio del imperio romano.

Comprensiblemente, los oyentes de Jesús estaban muy impresionados con este hermoso edificio. Pero Jesús sabía
que sería destruido tan completamente que ni siquiera una piedra permanecería sobre otra. Él apartó la atención de
ellos de este símbolo temporal de esplendor terrenal. En su lugar, hizo énfasis en la importancia de permanecer
espiritualmente alerta.

Jesús advirtió que vendrían engañadores, diciendo ser el Cristo y engañando a la gente (véase Mateo 24:5, 23).
Advirtió a Sus oyentes que fueran sabios y vigilantes para que no fueran engañados. El apóstol Juan explicó cómo
podemos identificar y evitar a líderes falsos como estos: “todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en
cuerpo humano, es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios” (1 Juan 4:2-3).

Fortaleza en la Prueba
En esta conversación con Sus discípulos, Jesús predijo tiempos espantosos de convulsión política, epidemias
extensas y desastres naturales. Él advirtió que vendría intensa persecución y prueba contra aquellos que creían en
Él. Como lo había hecho en muchas ocasiones anteriores, Jesús habló acerca del costo del discipulado. Aquellos
que Le seguían arriesgarían ser traicionados por familiares y amigos. Enfrentarían oposición y odio. Pudieran ser
llamados a defender su fe ante los adversarios, o incluso a ser muertos por causa del evangelio. Pero, fuera que
murieran como mártires o que murieran muertes naturales, Jesús prometió: “Con vuestra perseverancia ganaréis
vuestras almas.”

Piensa en la importancia de perseverar. La Escritura deja claro que Dios valora y recompensa la
perseverancia de Su pueblo. Los tiempos de persecución son “un llamado a la perseveancia de los
santos” (Apocalipsis 13:10, 14:12). Participar de los sufrimientos de Jesús también nos da la
oportunidad de compartir Su gloria, tanto aquí en la tierra y en la vida venidera (véase Romanos 8:17).
Aquellos que perseveran con Él también reinarán con Él (2 Timoteo 2:12). Pablo describió a Dios como “el Dios
que infunde aliento y perseverancia” (Romanos 15:5). Dios da a Su pueblo todo lo que necesita para sostenerse
fuerte y vencer el miedo.

A pesar de estas pruebas intimidantes, Jesús recalcó que Dios equiparía a Su pueblo para sostenerse firme en
tiempos de prueba. Los alentaba diciéndoles: “No os aterroricéis”. Les dijo a Sus seguidores que estos eventos les
darían la oportunidad de ser testigos para Él. Les prometió darles las palabras y la sabiduría para la hora de su
prueba. Estos versículos hacen eco a Lucas 12:11-12, que registra una instrucción y una promesa similares: “No os
preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir; porque el Espíritu Santo en esa
misma hora os enseñará lo que debéis decir.”
Lucas – Lección 26 4

Jesús procedió a predecir tiempos turbulentos para Jerusalén y para el mundo entero. Muchas de las profecías de
Jesús acerca de la destrucción de Jerusalén se cumplieron durante la vida de sus oyentes. En el año 70 d.C., una
invasión romana bajo el mando de Tito puso sitio a la ciudad y quemó el templo. Los ejércitos de Roma masacraron
a miles de personas y mandaron a miles más a la esclavitud. Algunos eruditos de la Biblia consideran que estas
profecías se cumplirán más ampliamente durante una devastación mundial que vendrá sobre la tierra al final de los
tiempos.

Jesús predijo disturbios en los cielos y agitación sobre la tierra. No explicó el momento exacto de estos eventos.
Más bien, instó a Sus oyentes a permanecer alertas y vigilantes. Dijo que Él vendría en las nubes con poder y
gloria. Llamó a Su pueblo a esperar ansiosamente la redención que Él traería.

Un Llamado a Ser Vigilantes


Pedro fue uno de los discípulos que escuchó estas palabras de primera mano cuando Jesús las pronunció. Años
más tarde, en su carta a los primeros cristianos, les advertiría que “el día del Señor vendrá como un ladrón.
En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso… los cielos serán destruidos por el fuego,
y los elementos se derretirán con el calor de las llamas” (2 Pedro 3:10, 12). Pero en lugar de concentrarse
sobre la devastación que predijo, instó a sus lectores a vivir intencionalmente, alertas y listos para la aparición
de Jesús. El pueblo de Jesús aguarda la promesa de “un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la
justicia” (2 Pedro 3:13).

Jesús usó la imagen de una higuera para describir esta actitud de alerta. Así como las hojas de un árbol son
una señal de que viene el verano, los eventos que Jesús había predicho mostrarían que el reino de Dios estaba
por llegar. Aun frente a un aumento en los desastres y las pruebas, podemos encontrar aliento al saber que
cada evento nos acerca más al día en el que Jesús hará que todas las cosas sean nuevas.

“El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán,” declaró Jesús. Él dejó claro que los más grandes
logros humanos y la arquitectura más hermosa no resistirían la prueba del tiempo. Los reinos más poderosos
del mundo con el tiempo se borrarán de la memoria. Hasta el cielo y la tierra mismos, dijo Jesús, están
destinados a perecer algún día. Pero el carácter inmutable y la verdad de Dios permanecerán confiables y
constantes.

Por eso Jesús ordenó a Sus seguidores que estuvieran “velando en todo tiempo.” Ellos—y nosotros—no
debemos estar preocupados por las tentaciones y los afanes de esta vida. Él les dijo que oraran pidiendo
fuerzas para escapar de las pruebas que Él había predicho, y presentarse delante de Él. A través de todo el
Nuevo Testamento, podemos ver que Dios puede obrar, tanto cuando su pueblo está disperso como resultado
de la persecución, como cuando permanecen. El creyente puede orar pidiendo ser librado, pero también
pueden mostrar que Dios lo sostendrá a través de cualquier oposición al que no pueda escapar. Sea que nos
quedemos y suframos o que huyamos a la paz y seguridad, lo que es más importante es permanecer firmes y
ser fieles a Jesús.

Piensa en “estar en pie delante del Hijo del Hombre.” La Escritura tiene mucho qué decir acerca de
la importancia de estar en pie—estar en pie como siervos aprobados por Dios (Romanos 14:4), estar
en pie justificados ante el tribunal de Dios (Romanos 14:10), estar firmes en la fe (1 Corintios
16:13), estar firmes contra las acechanzas de Satanás (Efesios 6:11), estar firmes, unidos con otros
creyentes (Filipenses 1:27), y permanecer seguros de la voluntad de Dios (Colosenses 4:12). Dios quiere
guardarnos sin caída y darnos la fortaleza para permanecer firmes.

¡Personaliza la VERDAD!
Jesús dio instucciones detalladas a Sus seguidores cuando enfrentaban tiempos difíciles. Les
advirtió que no fueran engañados. Les dijo que no tuvieran miedo. Los motivó a pedirle a Él la
ayuda que necesitaran. Les advirtió que evitaran distracciones. Y les dijo que permanecieran vigilantes,
esperando ansiosamente Su redención. Cada una de estas órdenes está arraigada en nuestra relación con Jesús.
Daniel 11:32 nos dice: “Los que conozcan a su Dios se le opondrán con firmeza.” Cuando conocemos a
Jesús, tenemos paz. Reconocemos lo que realmente importa. Y con expectación y gozo esperamos verle. Pide
a Jesús que profundice la relacion que comparten, para que puedas permanecer firme y actuar por Él.

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