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CICLO ECONÓMICO Y NIVEL DE ACTIVIDAD

El ciclo económico es una pauta recurrente que se observa en los niveles de actividad de
la economía (el PIB), caracterizada por la existencia de fases de crecimiento por encima de
la capacidad de expansión de la economía en el largo plazo, seguidas por períodos en que
el crecimiento resulta inferior al de largo plazo.

Puntos de giro se tratan de los Máximos y Mínimos


Picos cíclicos suceden después de periodos de expansión, a estos se les suele llamar
etapas de auge económico. Cuando el PBI se encuentra en una fase de menor expansión,
se llega a una recesión, donde se caracteriza por la caída del PBI.
Valles cíclicos se alcanza cuando la economía registra el menor crecimiento (o el mayor
decrecimiento).
La duración del ciclo económico es el número de periodos (años, trimestres, meses) entre
dos máximos o dos mínimos consecutivos. Como las fluctuaciones de la actividad
económica distan mucho de ser regulares, la medida de duración suele expresarse como un
valor promedio calculado a partir de la secuencia de “picos” o “valles” observados en el
comportamiento cíclico del PIB.

Amplitud= PIB𝑚í𝑛 𝑡 - PIB𝑚á𝑥 𝑡 − 1

Cuando una economía exhibe ciclos económicos más cortos y más amplios que otra, se
dice que la economía es más volátil. Es decir, la volatilidad se define en función de la
duración y amplitud del ciclo de una variable determinada.
Las fluctuaciones no solo se reflejan en el nivel de actividad (medido a través del PIB) sino
que también se manifiestan en otras variables macroeconómicas, como la inversión, la
inflación, y el desempleo.
Cuando un país presenta un crecimiento muy volátil, se dice que es inestable. Por el
contrario, los países más estables suelen exhibir, en términos generales, menor volatilidad.
Las fluctuaciones de variables como la inversión y el desempleo están estrechamente
asociadas con las fluctuaciones del ciclo económico del PIB. Las fluctuaciones cíclicas de la
inversión tienen el mismo signo que las del nivel de actividad. Variable procíclica carácter
que se manifiesta en la coincidencia entre el perfil de sus fluctuaciones y las del PIB.
En el caso del desempleo, en que se observan fluctuaciones de signo contrario respecto al
ciclo del PIB, se dice que se trata de una variable contracíclica.

FLUCTUACIONES ECONÓMICAS Y CRECIMIENTO A LARGO PLAZO


Los países que exhiben mayor inestabilidad en su crecimiento económico, suelen atravesar
períodos de crisis más frecuentes y profundas que los países más estables.
La estabilidad económica es una situación de baja volatilidad en el crecimiento del PIB (y
de otras variables macroeconómicas), es una característica deseable para un país, ya que
ayuda a alcanzar tasas de crecimiento económico de largo plazo más elevadas y evitar
traumáticos episodios de crisis.

PRINCIPALES FUENTES DE INESTABILIDAD ECONÓMICA


La economía de un determinado país se ve afectada por múltiples factores externos e
internos. Los shocks externos suelen generarse en movimientos bruscos que se producen
en otras economías y en los mercados internacionales. En algunos casos, los shocks
externos tienen origen en factores políticos, en conflictos bélicos o en catástrofes naturales.
Las fluctuaciones del nivel de actividad en otros países pueden tener gran influencia sobre
la evolución económica de un determinado país. A este tipo de acontecimiento se le
denomina shock de demanda externa.
Las variaciones de los precios internacionales de los principales productos de exportación o
de importación de un país pueden tener un impacto sobre el nivel de actividad de su
economía, especialmente en el caso de economías pequeñas y abiertas. Este tipo de
evento es conocido como shock de términos de intercambio.
Se dice que un determinado país tiene un shock favorable de términos de intercambio
cuando el precio promedio de sus exportaciones aumenta más que el precio promedio de
sus importaciones. Por el contrario, un shock desfavorable ocurre cuando los precios de las
importaciones crecen por encima de los precios de las exportaciones.
Existen determinados productos, denominados commodities (Plata, oro, cobre), que suelen
verse afectados por recurrentes cambios en sus precios internacionales.
La estabilidad de una economía puede verse afectada por la ocurrencia de shocks
financieros que tienen lugar en países con los que mantiene estrechos vínculos financieros
y comerciales.
Una clase de acontecimiento financiero que afecta especialmente a las economías más
abiertas al exterior tiene que ver con los shocks sobre las tasas de interés
internacionales, que a veces están asociados también a interrupciones súbitas en los
flujos de capitales. La tasa de interés representa el precio que un país debe pagar cuando
necesita financiamiento.

OBJETIVOS Y FUNDAMENTOS DE LAS POLÍTICAS MACROECONÓMICAS


Las políticas macroeconómicas son un componente de la política económica orientado a
dotar de estabilidad y previsibilidad al funcionamiento de la economía. El mantenimiento de
los equilibrios fundamentales y la mitigación de vulnerabilidades presentes y potenciales
son las principales áreas sobre las que pretenden actuar estas políticas. En definitiva, el
objetivo primordial de las políticas macroeconómicas es reducir la amplitud de las
fluctuaciones de corto plazo a las que están sujetas todas las economías de mercado.
AJUSTE AUTOMÁTICO VERSUS POLÍTICAS ACTIVAS
Una política puede calificarse como discrecional si la autoridad encargada de su ejecución
mantiene absoluta libertad para actuar sobre los instrumentos disponibles de acuerdo a su
propio juicio en cualquier circunstancia. Cuando se impone alguna forma de restricción
sobre la acción de las autoridades se habla del establecimiento de una regla. En definitiva,
una regla somete a la autoridad a alguna forma de disciplina, voluntariamente aceptada,
que limita el manejo discrecional de los instrumentos de política económica.

ESTABILIDAD DE PRECIOS Y CONTROL DE LA INFLACIÓN


Cuando la inflación es alta y muy variable, es decir, cuando los precios suben mucho y en
forma muy despareja, se hace muy difícil prever lo que va a pasar en el futuro, lo que
dificulta la toma de decisiones de las personas y de las empresas.
En ambientes inflacionarios la inversión se contrae y se limita la posibilidad de generar
nuevos puestos de trabajo y de producir más bienes y servicios.
La inflación se define como el aumento sostenido y generalizado de los precios de los
bienes y servicios (o del nivel general de precios) de una economía. Este concepto es
dinámico en el sentido que siempre está referido al tiempo. La inflación no es un aumento
transitorio de precios de algún bien, sino que es el aumento permanente del promedio de
los precios de la economía. Tampoco se refiere al precio de un único bien o de unos pocos,
sino que debe ser generalizado.
Nivel de precios: El nivel general de precios se mide mediante índices de precios, es decir,
mediante indicadores del promedio de los precios de los bienes y servicios de una
economía.

ESTABILIZACIÓN DEL NIVEL DE ACTIVIDAD


En etapas de auge económico la política macroeconómica debe moderar el ritmo de
crecimiento de la economía. La inflación reduce la cantidad de bienes y servicios que las
personas pueden adquirir con sus ingresos y, por ende, repercute negativamente sobre el
bienestar de la población. Esta línea argumental permite entender las razones por las que
en etapas de auge económico la política macroeconómica debe moderar el ritmo de
crecimiento de la economía y mantener la inflación en niveles moderados.

LA POLÍTICA FISCAL
POLÍTICA FISCAL Y DEMANDA AGREGADA
La política fiscal comprende el conjunto de medidas relacionadas con la utilización de los
impuestos y el gasto público.
Si el gobierno aumenta los impuestos a las familias (T), éstas tendrán menos ingreso
disponible para gastar (Y-T), lo que provocaría una disminución del consumo de bienes y
servicios (C). Si el gobierno opta por incrementar los impuestos sobre la renta de las
empresas, provocaría una disminución de los beneficios netos, que afectaría la disposición
de las empresas para realizar nuevas inversiones (I). El gobierno podría actuar
directamente sobre el gasto público (G) que es un componente de la demanda agregada
(DA = C+I+G).

La teoría económica considera que la política fiscal puede ser una herramienta útil para
influir sobre el nivel de actividad económica a corto plazo, suavizando movimientos
transitorios de la demanda agregada.
EL MULTIPLICADOR DE LA DEMANDA AGREGADA
La reducción de impuestos genera un efecto multiplicador sobre la demanda agregada,
que recoge toda la secuencia de aumentos adicionales de la demanda agregada. Lo
contrario sucederá si el gobierno elevara los impuestos.
El efecto multiplicador de la demanda agregada está presente también cuando el gobierno
implementa una política fiscal expansiva aumentando el gasto público.
Si las actividades económicas se encuentran “encadenadas” unas con otras, el gasto
público tendrá efectos que se propagan a otros sectores, generando un efecto amplificado
sobre el nivel de actividad de la economía.
El multiplicador del gasto o de la demanda agregada hace referencia a los aumentos (o
disminuciones) adicionales que experimenta la demanda agregada como consecuencia de
una política fiscal expansiva (o contractiva).

POLÍTICA FISCAL Y ESTABILIZACIÓN


En situaciones extremas, las dificultades financieras pueden impedir el uso de la política
fiscal con fines estabilizadores.
En varios países de América Latina, incluido Uruguay, pueden encontrarse episodios en que
la interrupción del acceso al financiamiento de mercado, obligó a los gobiernos a realizar
drásticos ajustes fiscales, recortando el gasto público y aumentando los impuestos, en
circunstancias en que la economía atravesaba por fases recesivas.

LA POLÍTICA MONETARIA
La política monetaria tiene la capacidad de influir sobre el comportamiento económico en el
corto plazo, afectando la demanda agregada de la economía. En términos sencillos, la
política monetaria refiere al conjunto de acciones adoptadas por el Estado (en particular por
las autoridades monetarias, generalmente representadas por los bancos centrales),
relacionadas con la fijación de la cantidad de dinero de que dispone una economía.
EL DINERO Y SUS PROPIEDADES:
Medio de cambio: debe ser aceptado por los agentes económicos para realizar pagos y
cancelar obligaciones.
Unidad de medida: es imprescindible que sirva para expresar y medir los precios de
bienes, servicios y activos, a efectos de que pueda establecerse un patrón común que
permite la comparación de los valores de los mismos.
Depósito o reserva de valor: debe mantener su valor con el paso del tiempo y, de este
modo, permitir que los individuos realicen compras en el futuro.
Patrón para pagos diferidos: se pueda utilizar para realizar actividades comerciales en
distintos momentos del tiempo, así como prestarlo y pedirlo prestado, realizar pagos
adelantados y financiar compras a plazo.

EL MERCADO MONETARIO
A pesar de que el dinero es un bien de características muy especiales su valor depende de
su oferta y su demanda. La oferta de dinero básicamente se encuentra determinada por el
accionar del Banco Central. La demanda de dinero depende, en cambio, de las preferencias
de los individuos. Si bien existen varios factores que determinan la demanda de dinero, uno
de los principales determinantes es que el dinero puede ser prestado y generar un
rendimiento que se denomina tasa de interés.
POLÍTICA MONETARIA, DEMANDA AGREGADA E INFLACIÓN
Al regular la oferta monetaria (controlando la cantidad de dinero o la tasa de interés), el
gobierno puede influir directamente en una gran cantidad de variables económicas, y en
particular, incidir en la demanda agregada de la economía y la tasa de inflación. Si el país
se encuentra en una fase recesiva, el Banco Central podría aumentar la cantidad de dinero ,
restituyendo así el equilibrio de la economía y evitando que la recesión se profundice.
En el caso contrario, es decir, si la economía atravesara una etapa de expansión
exagerada, el Banco Central podría implementar una política monetaria contractiva
(reduciendo la cantidad de dinero en la economía).
Cuando una economía se encuentra en pleno empleo, se encuentra produciendo al máximo
de su capacidad, dada una determinada dotación de recursos (capital físico, capital
humano, nivel de productividad) existente.

LARGO PLAZO: LA TEORÍA CUANTITATIVA DEL DINERO


Si bien el Banco Central puede aumentar la cantidad de dinero en circulación de forma
indefinida, la gran mayoría de los economistas concuerdan en que en el largo plazo la
expansión monetaria no tiene ningún efecto sobre el nivel de actividad. Esta incapacidad de
la política monetaria para afectar en el largo plazo a las variables reales de la economía (es
decir a aquellas variables expresadas en unidades físicas como el crecimiento del producto
y el empleo) se denomina neutralidad de la política monetaria.
Es importante destacar, no obstante, que si bien en el largo plazo la política monetaria no
tiene efectos sobre las variables reales, sí tiene efectos sobre las variables nominales (es
decir, aquellas variables expresadas en unidades monetarias), como el nivel de precios.
En efecto, de acuerdo con la teoría cuantitativa del dinero, la cantidad de dinero existente
en una economía determina su nivel de precios. Asimismo, la tasa de crecimiento de la
cantidad de dinero determina la tasa de crecimiento de los precios, es decir, la inflación.

LA POLÍTICA CAMBIARIA
El tipo de cambio es una de las variables clave para una economía abierta. El tipo de
cambio suele expresarse a través del número de unidades de moneda nacional que se debe
pagar para adquirir una unidad de moneda extranjera. Al igual que ocurre con la oferta
monetaria, la política cambiaria es ejercida por el Banco Central. La forma habitual de
ejecutar esta política es mediante la intervención en el mercado de divisas (o mercado de
cambios). Ello suele implicar que la autoridad compra (o vende) moneda nacional a cambio
de moneda extranjera en el mercado, con el propósito de influir sobre la cotización del tipo
de cambio.

REGÍMENES CAMBIARIOS
A la forma en que la autoridad monetaria organiza el funcionamiento del mercado de
cambios se le conoce en la literatura económica con el término de régimen cambiario. La
definición de régimen cambiario de una economía implica definir la modalidad de
intervención del Banco Central en el mercado de divisas.
Los regímenes cambiarios pueden adoptar formas muy diversas, pero en forma muy
simplificada se puede decir que existen dos regímenes de tipo de cambio extremos: el
régimen de tipo de cambio fijo y el de tipo de cambio flexible.
Un régimen de tipo de cambio fijo es aquél en el cual la autoridad monetaria se
compromete a mantener en un determinado nivel el precio de la moneda extranjera en
términos de la moneda local. Por tanto, a ese precio el Banco Central se compromete a
comprar y vender cualquier cantidad de moneda extranjera.
En un régimen de tipo de cambio flexible, el precio de la moneda extranjera se determina
en el mercado a través del libre juego de la oferta y la demanda. En este caso, la autoridad
monetaria no asume ningún compromiso sobre su precio. Por tanto, en el marco de un
régimen de tipo de cambio flexible el Banco Central es capaz (o al menos tiene la
posibilidad) de realizar política monetaria activa.

Flotación pura: El valor de la moneda extranjera se determina libremente en el mercado.


La autoridad monetaria no asume ningún compromiso sobre el mismo.
Flotación sucia o administrada: El valor de la moneda se determina en el mercado, pero
hay intervenciones continuas o esporádicas por parte de la autoridad monetaria en el
mercado de cambios. Las formas y los objetivos de política de esta intervención varían.
Flotación dentro de una banda: Se permite que el tipo de cambio flote libremente dentro
de una banda. El centro de la banda permanece fijo (o se desliza a un determinado ritmo),
ya sea en términos de una moneda o de una canasta de monedas.
Tipo de cambio fijo: El tipo de cambio es fijo y el Banco Central se compromete a vender y
comprar moneda extranjera a ese precio.

LA TRINIDAD IMPOSIBLE

Un país debe elegir un lado del triángulo y renunciar a la esquina opuesta.

En la literatura teórica suele afirmarse que no existe ningún esquema de política monetaria
que permita mantener simultáneamente el tipo de cambio fijo, la libre movilidad internacional
de capitales y la existencia de una política monetaria que permita controlar la cantidad de
dinero. Esta afirmación, conocida como “Principio de la Trinidad Imposible”, implica que la
autoridad monetaria puede conseguir como máximo dos de estos tres objetivos.

TIPO DE CAMBIO, NIVEL DE ACTIVIDAD Y PRECIOS


Las variaciones del tipo de cambio, sean éstas producidas por el manejo de la política
económica o que surjan como resultado de los cambios que ocurren en el entorno
económico, tienen influencia en gran cantidad de variables: en el poder de compra de la
moneda local, en la demanda por bienes importados o domésticos, en los costos de
producción, en la competitividad del país, etc. Es importante notar que las variaciones del
tipo de cambio tienen efectos determinantes sobre los precios de la economía.
Las variaciones en el tipo de cambio también tienen efectos sobre la demanda agregada de
la economía, en tanto alteran los precios relativos de los bienes producidos internamente
respecto a los producidos en el exterior. A su vez, estos impactos sobre la demanda
conducirán a presiones inflacionarias o deflacionarias, según sea el caso.

LOS PLANES DE ESTABILIZACIÓN


Se denomina plan de estabilización al conjunto de medidas de política económica destinado
a reducir la inflación. Existen diversos tipos de planes de estabilización, que básicamente
responden a diferentes interpretaciones acerca de cuál es el origen de la inflación, por lo
que utilizan diferentes instrumentos para abatirla. Según el tipo de medidas o instrumentos
que se utilicen, estos planes se pueden clasificar en dos grandes grupos: planes
ortodoxos y planes heterodoxos.

Planes ortodoxos: Consideran que el origen de la inflación es un fenómeno monetario,


vinculado a un aumento excesivo de la cantidad de dinero. De acuerdo a esta concepción,
el exceso en la cantidad de dinero circulando en la economía lleva a los agentes a aumentar
su gasto en bienes y servicios, lo que eventualmente termina generando presiones al alza
de los precios. De esta forma, los impulsores de los planes ortodoxos sostienen que basta
con aplicar una política monetaria restrictiva (aumentando las tasas de interés o
disminuyendo la cantidad de dinero) para eliminar el exceso de dinero en circulación en la
economía, y así detener las presiones al alza de los precios.

Planes heterodoxos: Interpretan que el origen de la inflación se encuentra en el sector


real, es decir, en el aumento de los costos de producción o en la rigidez de la estructura
productiva. Estos planes buscan amortiguar los efectos recesivos de los planes ortodoxos
compensando los efectos negativos inmediatos sobre la población a través de otras
medidas, como por ejemplo, la fijación de pautas de ajuste de algunos precios (tipo de
cambio, los salarios, las tarifas públicas, etc.). En el corto plazo, estos controles de precios
tienden a asegurar la credibilidad en el plan otorgando cierto margen de tiempo para lograr
los objetivos de inflación planteados. Sin embargo, en una economía de mercado en el largo
plazo ningún gobierno puede imponer y mantener controles sobre tantos precios por lo que
una vez que se logran los objetivos inflacionarios buscados los controles son eliminados.

EL CICLO ECONÓMICO Y LAS POLÍTICAS MACROECONÓMICAS EN


URUGUAY
El PIB per cápita de la economía uruguaya ha crecido entre 1950 y 2015 a una tasa
promedio anual de aproximadamente 1,7%. Si se consideran los últimos 40 años (desde
1975 al presente) la tasa promedio anual es cercana al 2,6%. Los datos promedio, no
obstante, encubren la existencia de ciertos años en que la economía creció más y otros
años en que la economía creció menos.

SHOCKS EXTERNOS E INESTABILIDAD MACROECONÓMICA


A lo largo de las últimas décadas la economía uruguaya ha estado sometida a diversas
fuentes de inestabilidad. Como economía pequeña y abierta ha sido particularmente
vulnerable a los shocks provenientes del exterior. Entre los eventos externos que han tenido
efectos más desestabilizadores ocupan un lugar central los relacionados con los bruscos
cambios registrados en los niveles de actividad de los países de la región.
La variabilidad de los términos de intercambio ha sido tradicionalmente un factor de
inestabilidad para la economía uruguaya. Las fuertes oscilaciones que se han registrado en
los precios internacionales de los productos alimenticios de exportación y las bruscas
alteraciones en los precios internacionales del petróleo y sus derivados han aportado gran
volatilidad a los términos del intercambio de Uruguay y han sido fuente de desequilibrios
importantes en la balanza de pagos.
Los shocks de términos del intercambio afectan al funcionamiento de la economía a través
de múltiples vías. Por un lado, impactan directamente sobre el consumo privado y sobre la
actividad de sectores de exportación y, por otro lado, tienen repercusiones directas sobre la
formación de los precios internos y, por ende, sobre la inflación.

LOS PLANES DE ESTABILIZACIÓN EN URUGUAY


Durante la mayor parte de la historia reciente uruguaya, la política de estabilización se basó
en algún tipo de compromiso del gobierno con el tipo de cambio.

Plan heterodoxo de 1968: Se puede destacar la utilización de sistemas de tipo de cambio


fijo complementados con políticas de ingresos (por ejemplo, congelamiento de precios y
salarios), implementadas estas últimas con grado diverso de generalidad. Inicialmente, los
resultados de los planes fueron favorables en lo que refiere al descenso de la inflación,
registrándose mejoras temporarias en materia de crecimiento económico y aumentos en el
gasto de consumo de la población. Por variadas razones, la prolongación en el tiempo de
estas políticas determinó que los países abandonaran sus compromisos cambiarios. Como
consecuencia, en todos los casos, la cotización del dólar aumentó en forma abrupta y
significativa, lo que derivó en nuevos repuntes de la inflación.
Dado el fracaso de estos planes de estabilización, y en un contexto de rebrote de la
inflación, a fines de la década de los 70 se ensayaron nuevos planes de estabilización en
los países del Cono Sur.
Plan de estabilización de 1978: Las autoridades decidieron establecer un sistema de
fijación del tipo de cambio que consistió en preanunciar la pauta de devaluación de la
moneda nacional respecto al dólar. Este formato de política cambiaria fue conocido como
“tablita”. El sistema implementado incluía una pauta devaluatoria descendente, anunciada
con varios meses de antelación. La aplicación de estos planes implicó una lenta caída del
ritmo inflacionario, un fuerte incremento de la actividad económica, una apreciación real de
la moneda nacional y un deterioro importante del saldo de la balanza comercial.
Bandas de flotación de 1991: Se inició un nuevo plan de estabilización en Uruguay. Esta
vez, el Banco Central de Uruguay comenzó a operar con una banda cambiaria, decidiendo,
nuevamente, controlar la evolución del tipo de cambio. En este régimen cambiario se
permitía al tipo de cambio variar libremente dentro de la banda, pero si éste tocaba el techo
o el piso de la misma la autoridad monetaria intervenía para mantenerlo dentro de ella.
Nuevamente, el plan de estabilización tenía por objetivo reducir la inflación, que por
entonces se encontraba en niveles muy altos (cercana al 130% anual).
En síntesis, durante las últimas décadas del siglo XX, la política macroeconómica en
Uruguay estuvo caracterizada por la aplicación de sucesivos planes de estabilización
sustentados en alguna variante del régimen de tipo de cambio fijo. En el marco de estas
experiencias, las políticas macroeconómicas fueron utilizadas, casi exclusivamente, para
combatir la inflación y prestaron escasa atención a otros objetivos, como ser la suavización
de los ciclos de actividad económica.

LA NUEVA POLÍTICA MONETARIA


La experiencia de Uruguay, y también la de muchos otros países, ilustra acerca de las
dificultades prácticas que tienen los regímenes de tipo de cambio fijo. En el contexto de
profundización de la integración financiera internacional los movimientos de capitales se han
vuelto más volátiles y crecientemente importantes, por lo que el mantenimiento de
regímenes de tipo de cambio fijo requiere de niveles muy elevados de reservas
internacionales. Sea por razones prácticas o por el creciente predominio de otras
perspectivas teóricas, la tendencia que se observa a nivel internacional es hacia la adopción
de distintas clases de regímenes de tipo de cambio flexible.

RESUMEN
Todas las economías muestran fluctuaciones en la actividad económica. Estas responden a
la sucesión de períodos de auge económico, seguidos de algunos años de recesión.
La economía uruguaya ha sido más volátil y más inestable que las economías
desarrolladas. Esto significa que, en general, Uruguay ha atravesado por períodos de crisis
económica con más frecuencia y mayor profundidad que los países desarrollados.
Para acercarse al objetivo de estabilización, los gobiernos disponen de la política fiscal, la
política monetaria y la cambiaria. Cada una de estas políticas posee diferentes instrumentos
y presenta restricciones diversas, ligadas al tipo de economía de que se trate y a la
situación coyuntural que atraviesa el país.
En Uruguay, los principales instrumentos que se han empleado con fines de estabilización
macroeconómica han sido las políticas monetaria y cambiaria. En la mayor parte de los
casos, el uso de estas políticas estuvo orientado a lograr la estabilidad de precios.

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