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El ciclo económico es una pauta recurrente que se observa en los niveles de actividad de
la economía (el PIB), caracterizada por la existencia de fases de crecimiento por encima de
la capacidad de expansión de la economía en el largo plazo, seguidas por períodos en que
el crecimiento resulta inferior al de largo plazo.
Cuando una economía exhibe ciclos económicos más cortos y más amplios que otra, se
dice que la economía es más volátil. Es decir, la volatilidad se define en función de la
duración y amplitud del ciclo de una variable determinada.
Las fluctuaciones no solo se reflejan en el nivel de actividad (medido a través del PIB) sino
que también se manifiestan en otras variables macroeconómicas, como la inversión, la
inflación, y el desempleo.
Cuando un país presenta un crecimiento muy volátil, se dice que es inestable. Por el
contrario, los países más estables suelen exhibir, en términos generales, menor volatilidad.
Las fluctuaciones de variables como la inversión y el desempleo están estrechamente
asociadas con las fluctuaciones del ciclo económico del PIB. Las fluctuaciones cíclicas de la
inversión tienen el mismo signo que las del nivel de actividad. Variable procíclica carácter
que se manifiesta en la coincidencia entre el perfil de sus fluctuaciones y las del PIB.
En el caso del desempleo, en que se observan fluctuaciones de signo contrario respecto al
ciclo del PIB, se dice que se trata de una variable contracíclica.
LA POLÍTICA FISCAL
POLÍTICA FISCAL Y DEMANDA AGREGADA
La política fiscal comprende el conjunto de medidas relacionadas con la utilización de los
impuestos y el gasto público.
Si el gobierno aumenta los impuestos a las familias (T), éstas tendrán menos ingreso
disponible para gastar (Y-T), lo que provocaría una disminución del consumo de bienes y
servicios (C). Si el gobierno opta por incrementar los impuestos sobre la renta de las
empresas, provocaría una disminución de los beneficios netos, que afectaría la disposición
de las empresas para realizar nuevas inversiones (I). El gobierno podría actuar
directamente sobre el gasto público (G) que es un componente de la demanda agregada
(DA = C+I+G).
La teoría económica considera que la política fiscal puede ser una herramienta útil para
influir sobre el nivel de actividad económica a corto plazo, suavizando movimientos
transitorios de la demanda agregada.
EL MULTIPLICADOR DE LA DEMANDA AGREGADA
La reducción de impuestos genera un efecto multiplicador sobre la demanda agregada,
que recoge toda la secuencia de aumentos adicionales de la demanda agregada. Lo
contrario sucederá si el gobierno elevara los impuestos.
El efecto multiplicador de la demanda agregada está presente también cuando el gobierno
implementa una política fiscal expansiva aumentando el gasto público.
Si las actividades económicas se encuentran “encadenadas” unas con otras, el gasto
público tendrá efectos que se propagan a otros sectores, generando un efecto amplificado
sobre el nivel de actividad de la economía.
El multiplicador del gasto o de la demanda agregada hace referencia a los aumentos (o
disminuciones) adicionales que experimenta la demanda agregada como consecuencia de
una política fiscal expansiva (o contractiva).
LA POLÍTICA MONETARIA
La política monetaria tiene la capacidad de influir sobre el comportamiento económico en el
corto plazo, afectando la demanda agregada de la economía. En términos sencillos, la
política monetaria refiere al conjunto de acciones adoptadas por el Estado (en particular por
las autoridades monetarias, generalmente representadas por los bancos centrales),
relacionadas con la fijación de la cantidad de dinero de que dispone una economía.
EL DINERO Y SUS PROPIEDADES:
Medio de cambio: debe ser aceptado por los agentes económicos para realizar pagos y
cancelar obligaciones.
Unidad de medida: es imprescindible que sirva para expresar y medir los precios de
bienes, servicios y activos, a efectos de que pueda establecerse un patrón común que
permite la comparación de los valores de los mismos.
Depósito o reserva de valor: debe mantener su valor con el paso del tiempo y, de este
modo, permitir que los individuos realicen compras en el futuro.
Patrón para pagos diferidos: se pueda utilizar para realizar actividades comerciales en
distintos momentos del tiempo, así como prestarlo y pedirlo prestado, realizar pagos
adelantados y financiar compras a plazo.
EL MERCADO MONETARIO
A pesar de que el dinero es un bien de características muy especiales su valor depende de
su oferta y su demanda. La oferta de dinero básicamente se encuentra determinada por el
accionar del Banco Central. La demanda de dinero depende, en cambio, de las preferencias
de los individuos. Si bien existen varios factores que determinan la demanda de dinero, uno
de los principales determinantes es que el dinero puede ser prestado y generar un
rendimiento que se denomina tasa de interés.
POLÍTICA MONETARIA, DEMANDA AGREGADA E INFLACIÓN
Al regular la oferta monetaria (controlando la cantidad de dinero o la tasa de interés), el
gobierno puede influir directamente en una gran cantidad de variables económicas, y en
particular, incidir en la demanda agregada de la economía y la tasa de inflación. Si el país
se encuentra en una fase recesiva, el Banco Central podría aumentar la cantidad de dinero ,
restituyendo así el equilibrio de la economía y evitando que la recesión se profundice.
En el caso contrario, es decir, si la economía atravesara una etapa de expansión
exagerada, el Banco Central podría implementar una política monetaria contractiva
(reduciendo la cantidad de dinero en la economía).
Cuando una economía se encuentra en pleno empleo, se encuentra produciendo al máximo
de su capacidad, dada una determinada dotación de recursos (capital físico, capital
humano, nivel de productividad) existente.
LA POLÍTICA CAMBIARIA
El tipo de cambio es una de las variables clave para una economía abierta. El tipo de
cambio suele expresarse a través del número de unidades de moneda nacional que se debe
pagar para adquirir una unidad de moneda extranjera. Al igual que ocurre con la oferta
monetaria, la política cambiaria es ejercida por el Banco Central. La forma habitual de
ejecutar esta política es mediante la intervención en el mercado de divisas (o mercado de
cambios). Ello suele implicar que la autoridad compra (o vende) moneda nacional a cambio
de moneda extranjera en el mercado, con el propósito de influir sobre la cotización del tipo
de cambio.
REGÍMENES CAMBIARIOS
A la forma en que la autoridad monetaria organiza el funcionamiento del mercado de
cambios se le conoce en la literatura económica con el término de régimen cambiario. La
definición de régimen cambiario de una economía implica definir la modalidad de
intervención del Banco Central en el mercado de divisas.
Los regímenes cambiarios pueden adoptar formas muy diversas, pero en forma muy
simplificada se puede decir que existen dos regímenes de tipo de cambio extremos: el
régimen de tipo de cambio fijo y el de tipo de cambio flexible.
Un régimen de tipo de cambio fijo es aquél en el cual la autoridad monetaria se
compromete a mantener en un determinado nivel el precio de la moneda extranjera en
términos de la moneda local. Por tanto, a ese precio el Banco Central se compromete a
comprar y vender cualquier cantidad de moneda extranjera.
En un régimen de tipo de cambio flexible, el precio de la moneda extranjera se determina
en el mercado a través del libre juego de la oferta y la demanda. En este caso, la autoridad
monetaria no asume ningún compromiso sobre su precio. Por tanto, en el marco de un
régimen de tipo de cambio flexible el Banco Central es capaz (o al menos tiene la
posibilidad) de realizar política monetaria activa.
LA TRINIDAD IMPOSIBLE
En la literatura teórica suele afirmarse que no existe ningún esquema de política monetaria
que permita mantener simultáneamente el tipo de cambio fijo, la libre movilidad internacional
de capitales y la existencia de una política monetaria que permita controlar la cantidad de
dinero. Esta afirmación, conocida como “Principio de la Trinidad Imposible”, implica que la
autoridad monetaria puede conseguir como máximo dos de estos tres objetivos.
RESUMEN
Todas las economías muestran fluctuaciones en la actividad económica. Estas responden a
la sucesión de períodos de auge económico, seguidos de algunos años de recesión.
La economía uruguaya ha sido más volátil y más inestable que las economías
desarrolladas. Esto significa que, en general, Uruguay ha atravesado por períodos de crisis
económica con más frecuencia y mayor profundidad que los países desarrollados.
Para acercarse al objetivo de estabilización, los gobiernos disponen de la política fiscal, la
política monetaria y la cambiaria. Cada una de estas políticas posee diferentes instrumentos
y presenta restricciones diversas, ligadas al tipo de economía de que se trate y a la
situación coyuntural que atraviesa el país.
En Uruguay, los principales instrumentos que se han empleado con fines de estabilización
macroeconómica han sido las políticas monetaria y cambiaria. En la mayor parte de los
casos, el uso de estas políticas estuvo orientado a lograr la estabilidad de precios.