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CASO N° 3

Juan Pérez ha sido condenado a veinte años de pena restrictiva de la libertad por el
delito de terrorismo. Ha cumplido los primeros tres años en el penal de Piedras
Gordas en Lima. Sin embargo, como consecuencia de algunos incidentes ocurridos
entre los internos del pabellón en el que se encuentra este sentenciado, el INPE ha
decidido su traslado, por razones de seguridad, al establecimiento penitenciario de
Ynamayo, en Puno. Frente a ello, la familia de Juan pérez ha decidido interponer un
proceso constitucional con la finalidad de revertir tal situación y pueda ser trasladado
a un centro penitenciario a menor altura sobre el nivel del mar; bajo el argumento
que la salud del recluso se encontraría resquebrajada por tal cambio de altitud.

ANÁLISIS DEL CASO:

En el presente caso, se interpone una Acción de Hábeas corpus correctivo, a favor


de Juan Pérez, un recluso que ha sido condenado a veinte años de pena restrictiva
de libertad y hasta el momento ha cumplido con los primeros tres años, sin embargo,
se han sucitado algunos incidentes, que generaron su traslado, al establecimiento
penitenciario de Ynamayo, en Puno, por razones de seguridad. Por tal motivo, la
familia de Juan, decidio interponer una acción de hábeas corpus correctivo, debido a
que se veía afectada su salud. Ya que, el hábeas corpus correctivo, constituye un
mecanismo procesal idóneo para la defensa de los derechos fundamentales de los
reclusos. Este es usado cuando se producen actos de agravamiento ilegal o
arbitrario respecto a las formas o condiciones en que se cumplen las penas
privativas de la libertad. Por lo tanto, su fin es resguardar a las personas que se
encuentran recluidas en un establecimiento penitenciario. En síntesis, se estableció
el hábeas corpus correctivo por presunta vulneración del derecho a la salud.

El artículo 200, de la Constitución establece que la Acción de Hábeas Corpus,


procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos.

El Código Procesal Constitucional, en su artículo 33, inciso 20, preveé el


denominado hábeas corpus correctivo el cual busca tutelar el derecho del detenido o
recluso a no ser objeto de un tratamiento carente de razonabilidad y
proporcionalidad respecto de la forma y condiciones en que cumple la pena que le
fue impuesta.

El Tribunal Constitucional tiene establecido que la administración penitenciaria


imparte asistencia de salud al favorecido, corroborándose que sobre la salud del
favorecido no exista ningún riesgo real e inminente que ponga en peligro su vida.

Por lo tanto, este tipo de Hábeas Corpus procede ante actos u omisiones que
comporten violación o amenaza del derecho a la vida, a la salud, a la integridad
física y, de manera muy significativa, del derecho al trato digno y a no ser objeto de
penas o tratos inhumanos o degradantes, y del derecho a la visita familiar, cuando
se ha determinado cumplir un mandato de detención o de pena.

Por ello, la administración penitenciaria asume la responsabilidad de la salud de las


personas que se encuentran recluidas en un establecimiento penitenciario.

En el caso materia de este expediente, la familia demandante pretendía el traslado


de Juan Pérez a un centro penitenciario, que sea de menor altura sobre el nivel del
mar, lo cual sería lo adecuado para su estado de salud, ya que el centro
penitenciario donde fue trasladado afectaba gravemente a su bienestar, alegándose
la vulneración de su derecho a la salud.

DERECHO A LA SALUD

El artículo 7 de la Constitución establece que todos tienen derecho a la protección


de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el deber de
contribuir a su promoción y defensa. Además, precisa que las personas con
deficiencias físicas o mentales tienen derecho al respeto de su dignidad y a un
régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad. En tanto que en el
artículo 9 de la Carta Magna se menciona que el Estado determina la política de
salud. Esto atendiendo a que el Poder Ejecutivo norma y supervisa su aplicación, y
es responsable de diseñarla y conducirla en forma plural y descentralizadora para
facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud, precisa el TC.

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