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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES DE

TAMAULIPAS

Ensayo de síndrome de edificio


enfermo

ALUMNA: GARCIA ROBLES REYNA ELIZABETH


MAESTRO: AURORA JULIANA HERNANDEZ ALEJANDRE
MATERIA: ENFERMEIA EN SALUD LABORAL

CD OBREGON SONORA A 06 DE NOVIEMBRE DE 2020


INTRODUCCION
los edificios de oficinas y centros de trabajo de medio mundo cada vez son más
sofisticados en cuanto a su originalidad, diseño y prestaciones. Otros inmuebles
en los que habitamos o trabajamos, sin embargo, adolecen de diversos fallos en
su construcción o de una mala calidad de sus materiales. En cualquiera de los dos
casos, sus habitantes no estamos exentos de padecer el síndrome del edificio
enfermo (SEE)
El síndrome del edificio enfermo (Sick Building Syndrome, en inglés) es el conjunto
de síntomas que provoca un inmueble sobre las personas que habitan o trabajan
en él. Aunque se desconocen las causas concretas que lo producen,
fundamentalmente se atribuye a la contaminación del aire que circula en su
interior. En principio, no se trata de un problema grave que vaya más allá de un
malestar temporal que reduce la capacidad de las vías aéreas de las personas,
pero en casos extremos puede incluso agravar alguna patología.

El síndrome aparece principalmente en edificaciones herméticas que cuentan con


sistemas centralizados de ventilación, sistemas de ventanas que no se abren,
suelos enmoquetados… En este tipo de instalaciones, por ejemplo un bloque de
oficinas, el aire recircula constantemente a través de conductos cargándose de
partículas perjudiciales para nuestra salud y bienestar.

Sin embargo, el síndrome del edificio enfermo no es un problema exclusivo de


edificios cerrados a cal y canto. También se han dado casos en otros inmuebles
con buena ventilación. En términos generales, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) estima que aproximadamente el 30 por ciento de las construcciones
modernas que nos rodean pueden provocar este síndrome en sus ocupantes.

Las molestias más frecuentes causadas por los edificios enfermos tienen que ver
con las vías respiratorias, pero el catálogo de síntomas es muy variado. De hecho,
no es extraño padecer varios de ellos a la vez. Las manifestaciones más
habituales son:

 Síntomas nasales: como irritación de la nariz, mucosidad abundante,


sequedad nasal, congestión, trastorno del olfato o tos.
 Molestias oculares: en este caso, los síntomas son la irritación, cansancio,
escozor y enrojecimiento ocular.
 Dolores de garganta: igualmente, en ocasiones origina irritación,
sequedad, ronquera, inflamación o enrojecimiento de la garganta.
 Alteraciones cutáneas: de nuevo, la irritación y los escozores en la piel
pueden ser consecuencia del síndrome del edificio enfermo.
 Otras manifestaciones son dolores de cabeza, náuseas, vértigos, fatiga
mental o somnolencia, dificultades para concentrarse y alergias
CONCLUSION

Normalmente, al abandonar el edificio en cuestión o al cabo de unos días estos


síntomas suelen desaparecer o aminorarse. De igual manera debemos de
informar a nuestros jefes sobre estos problemas ya que si el 20% del personal
presenta este problema se deben de tomar acciones para prevenirlo.

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