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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.


Vicerrector Académico.
Licenciatura en Turismo sección “A”.
Asignatura: Comercialización Internacional I

CIRCUITOS
TURISTICOS
IV

Integrantes:
Guzmán.Greily
CI: 29.664.148

Docente:
Jose.Velasquez

Catia la mar, 26 de septiembre del 2022.


INTRODUCCIÓN

Con esta investigación se quiere le dar a entender


principalmente a la sociedad conservadora que la homofobia es
una manera de discriminación y nadie tiene derecho de hacer
menos a una persona solo por sus preferencias sexual. Para
las personas homosexuales, la homofobia puede suponer una
restricción real de sus libertades, y no solo porque en algunos
países se les nieguen derechos. Incluso en estados liberales,
puede que no se atrevan a mostrar afecto hacia su pareja en
público o que eviten por completo ciertos lugares, por miedo a
la violencia.

Cerca de 70 países castigan con penas de cárcel o castigos


físicos las relaciones entre personas del mismo sexo. En otros,
la homosexualidad es ilegal, sin olvidar los delitos de odio. Por
ello, sigue siendo necesario alzar la voz y reivindicar los
derechos de este colectivo. La discriminación basada en la
orientación sexual/identidad de género coarta la libertad de las
personas, dificulta el desarrollo de emociones y educación
sexual, puede generar problemas de autoestima, ansiedad y
aumentar las posibilidades de depresión y suicidio.

Durante los últimos meses, se han presentado numerosos


desafíos y tensiones políticas y económicas respecto a la
gestión de la migración venezolana, profundizados por la
coyuntura de la Covid-19. Muchos miedos que como sociedad
tenemos ocultos, nos han llevado a culpar a las personas
migrantes de males que nos aquejan como sociedad . La
xenofobia se exacerba si aumenta la masa de desplazados
entre fronteras, sea por razones económicas o expulsados por
conflictos bélicos; y sobre todo si las migraciones
internacionales presionan sobre mercados laborales ya
restringidos en los países receptores
HOMOFOBIA

El término homofobia es una frase relativamente nueva (en el


curso de la historia) y fue introducido por primera vez por el
psicólogo George Weinberg en la década de 1960. Sin
embargo, el concepto de homofobia se remonta a la antigua
Grecia, que es cuando se consideró por primera vez en la
cultura común; En 1973, la Asociación Estadounidense de
Psiquiatría decidió eliminar la homosexualidad como un
trastorno mental diagnosticable. Más tarde, en 1992.

Mientras que la homosexualidad no implica deterioro en el


juicio, la estabilidad, la confiabilidad o las capacidades sociales
o vocacionales generales, la Asociación Estadounidense de
Psiquiatría (APA) hace un llamado a todas las organizaciones
internacionales de salud, organizaciones psiquiátricas y
psiquiatras individuales en otros países para instar a la
derogación en sus propios países de legislación que penaliza
los actos homosexuales por parte de adultos que consienten en
privado. Además, la APA llama a estas organizaciones e
individuos a hacer todo lo posible para disminuir el estigma
relacionado con la homosexualidad donde y cuando sea que
ocurra".

Si bien la homofobia ha evolucionado a lo largo de la historia,


continúa creando un impacto negativo significativo en quienes
son los desafortunados objetivos del desprecio, los prejuicios y
la violencia.

La homofobia es el rechazo constante de personas


heterosexuales a personas que son homosexuales o
bisexuales. Puede manifestarse de varias formas, como, por
ejemplo, la invisibilización de las personas LGTBI o los
crímenes de odio hacia ellos. Y se basa en el pensamiento
errado de que una persona heterosexual es supuestamente
superior a las personas homosexuales o bisexuales. Se dice
que es el miedo, el odio, la incomodidad o la desconfianza
hacia las personas que son lesbianas, gays o bisexuales.
La homofobia se puede tomar de muchas formas diferentes,
incluyendo actitudes y creencias negativas, aversión (rechazo)
o prejuicios contra las personas bisexuales, lesbianas y gays. A
menudo se basa en no comprender de una manera irracional a
las personas. La homofobia de algunas personas puede venir
de creencias religiosas conservadoras. Las personas pueden
tener creencias homofóbicas si se las enseñaron sus padres,
madres y familiares. 

Las personas homofóbicas pueden usar insultos o un lenguaje


grosero cuando hablan de las personas lesbianas y gays. Las
personas bifóbicas pueden decirles a las personas bisexuales
que "solo quieren llamar la atención" o que son infieles por
naturaleza. En sus formas más extremas, la homofobia y la
bifobia pueden hacer que las personas hagan bullying, abusen
y usen la violencia contra las personas lesbianas, gays y
bisexuales.

Algunas personas LGBTQ experimentan discriminación basada


en su orientación sexual o identidad de género. Esto puede
ser discriminación de las instituciones religiosas, empresas o
de nuestro gobierno. Algunos ejemplos de esto son no permitir
que las parejas del mismo sexo se casen,
ser despedidos legalmente solo por ser LGBTQ o no poder vivir
en ciertos lugares.

Las personas LGBTQ y sus aliados han luchado por la igualdad


de derechos y continúan haciéndolo, especialmente para el
matrimonio, el empleo, la vivienda y la igualdad en los servicios
de salud, y la protección frente a los crímenes de odio y
violencia contra las personas LGBTQ por ser quienes son.

Los discursos de odio sobre orientación sexual se dan en todo


el mundo fomentando la intolerancia, la discriminación y la
violencia hacia el colectivo LGTBI. También en España. Según
el último informe del Ministerio del Interior, confeccionado por la
Oficina Nacional de Lucha Contra los Delitos de Odio, las
infracciones de odio por orientación sexual e identidad de
género suponen la tercera causa del total de delitos de odio.
XENOFOBIA

El término xenofobia proviene del concepto griego compuesto


por xénos (“extranjero”) y phóbos (“miedo”). La xenofobia, por
lo tanto, hace referencia al odio, recelo, hostilidad y rechazo
hacia los extranjeros. La palabra también suele utilizarse en
forma extendida con la fobia hacia los grupos étnicos diferentes
o hacia las personas cuya fisonomía social, cultural y política se
desconoce.

Puede decirse que este tipo de discriminación se basa en


distintos prejuicios históricos, religiosos, culturales y
nacionales, que llevan al xenófobo a justificar la segregación
entre distintos grupos étnicos con el fin de no perder la
identidad propia. Por otra parte, muchas veces se suma un
prejuicio económico que considera a los inmigrantes como una
competencia por los recursos disponibles en una nación.

Por tal motivo, la crisis económica y social que sufrieron


muchos países a finales del siglo XX fue el punto de partida
para una manifestación agresiva de la xenofobia, que se vio
reflejada desde las pancartas y los discursos hasta los actos
de violencia de todo tipo. Los medios de comunicación, por
su parte, suelen colaborar con el desarrollo de la xenofobia al
presentar las costumbres y culturas extranjeras como
dimensiones extrañas y ajenas a la identidad nacional. Ceder
ante la xenofobia no es sólo rechazar al extranjero, que de por
sí no es poca cosa, sino herir profundamente a millones de
personas que han abandonado sus países de origen por
diferentes razones, muchas veces por necesidad, a millones de
niños que se crían en ciudades donde se habla un idioma
diferente, se viste diferente, donde los rasgos son
inevitablemente diferentes y todo esto los convierte en foco de
burlas y maltrato.
Muchas veces la xenofobia se apoya en esta protección
absurda de valores y costumbres del pasado, que en el
presente no deberían mantenerse, simplemente por el hecho
de que no se pierdan. En pocas palabras, la actitud de muchos
pueblos puede resumirse en el dicho mejor malo conocido que
bueno por conocer. Son muchas las tradiciones deleznables
que persisten gracias a esta forma obtusa de pensar.

La xenofobia es una ideología que consiste en el rechazo de


las identidades culturales que son diferentes a la propia. Al
margen de su consideración ética, la xenofobia también es un
delito en numerosos Estados. La Comunidad Europea aprobó,
en septiembre del 2008, una Directiva contra el racismo y la
xenofobia, teniendo los Estadios miembros un plazo de dos
años para adaptar sus legislaciones a esta ley con el objetivo
principal de proteger y defender los derechos humanos de los
extranjeros.

Una observación importante es que la xenofobia debe


estudiarse como un fenómeno eminentemente social, cultural,
no jurídico, lo que quiere decir que atiende a la reacción fóbica
de grupos sociales ante la presencia de otros que no
comparten su origen, y que las leyes no son más que el reflejo
de esa fobia cultural y no a la inversa. La xenofobia es el
rechazo expresado a través de prejuicios en contra de todo
aquél extranjero, teniendo en cuenta que los prejuicios son
convicciones sin fundamento, con desconocimiento de los
hechos, que desencadenan fácilmente la discriminación.

De todos es conocido que el tema de la discriminación


ciertamente no se reduce al asunto de los extranjeros. Existe
discriminación racial, de sexo, de edad, etc., pero algo que vale
la pena señalar es que el extranjero, además de ser víctima
potencial de prejuicios por su lugar de origen, lo puede ser
también por su condición social.
REFLEXION DE HOMOFOBIA Y XENOFOBIA

Recientemente ha aumentado el uso de estereotipos


discriminatorios xenófobos dentro de la retórica pública, en los
discursos de autoridades que aluden a la criminalización de la
migración en el país. Los problemas sociales y económicos que
ya estaban marcando la pauta para América Latina en los
últimos años, se han intensificado por la pandemia y la
creciente polarización detonada por discursos excluyentes.

El miedo y la incertidumbre en medio de esta pandemia sin


precedentes es comprensible, pero este miedo no puede
justificar la xenofobia. Las actitudes discriminatorias provocan
que parte de la población migrante que está en condiciones de
vulnerabilidad no acceda de manera adecuada a sus derechos
y posibilidades de desarrollo personal, social y económico
dentro de esta difícil coyuntura mundial.

Por otro lado, denegar el derecho a casarse, basándose en el


sexo de sus parejas, viola los derechos a la no discriminación,
a la igualdad ante la ley y a casarse y formar una familia.

La discriminación por orientación sexual conlleva otra serie de


violaciones de derechos humanos en varios campos como en
su vida sexual, educación, empleo o salud física y mental y
atención médica. En países como Letonia, Lituania, Bulgaria,
Croacia, Serbia, Hungría, Moldavia o Rusia es frecuente la
vulneración del derecho a la libertad de expresión y reunión.
Además, hay países donde la homosexualidad no está penada
legalmente, pero en los que las personas LGBTI sufren de
forma diaria discriminación y crímenes de odio. Estos discursos
homófobos, bífobos y tránsfobos llegan de la mano de cargos
políticos, religiosos y medios de comunicación.
CONCLUSIÓN

En sus formas más extremas, la homofobia y la


xenofobia pueden hacer que las personas hagan bullying,
abusen y usen la violencia contra las personas lesbianas, gays
y bisexuales. Algunas personas LGBTQ experimentan
discriminación basada en su orientación sexual o identidad de
género. En algunos casos, líderes gubernamentales y altos
funcionarios han alentado directa o indirectamente los crímenes
de odio o las muestras de racismo y xenofobia mediante el uso
de una retórica antichina. Varios partidos y grupos políticos, en
países como Estados Unidos, el Reino
Unido, Italia, España, Grecia, Francia y Alemania también han
aprovechado la crisis del COVID-19 para impulsar teorías de
conspiración contra inmigrantes, a favor de la supremacía
blanca, ultranacionalistas, antisemitas y xenófobas que
demonizan a refugiados, extranjeros, personas destacadas y
líderes políticos. El racismo y la discriminación racial, la
xenofobia y la intolerancia relacionada ocurren todos de forma
diaria, obstaculizando el progreso de millones de personas en
todo el mundo. Desde la adopción de la Declaración Universal
de Derechos Humanos (1948) y la Convención Internacional
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
Racial (1965), las Naciones Unidas ha hecho de la lucha contra
el racismo una cuestión prioritaria. Se han conseguido muchos
avances, pero aún queda mucho por hacer.

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