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Parte 1
Amy era una jovencita de belleza indescriptible, delgada y alta para su edad,
sobresalía de sus compañeras con su cabello rubio dorado y sus grandes ojos
verdes que hacían su rostro aún más bello y sensual, educada en una familia
religiosa al norte de Cataluña, siempre fue consentida como hija única, su
temperamento siempre fue muy fogoso y destilaba sexualidad despertando los
pensamientos más censurables a los amigos de la familia, pero en especial a su
padrino Jaume, hombre maduro de gran rudeza y que había quedado viudo
desde hacía algunos años, muy querido de la familia, que depositaban en él una
confianza a toda prueba, Amy siempre esperaba ansiosa sus visitas pues le
llevaba regalos y la sacaba a pasear, pero sobre todo le encantaban sus platicas
muy adultas y la mirada de deseo que despertaban su coqueteo innato y que la
hacían más irresistible y que también fue el objeto de sus múltiples sueños
eróticos.
Después de empacar algunas cosas, Amy partió con su padrino hacia la finca en
un viaje que la iba a cambiar para siempre.
La finca era muy pequeña, una casa de dos niveles con dos estancias en la
parte superior que compartían un baño.
--Bien Amy, por ahora cenaremos, que es algo tarde y nos meteremos a la
cama que tengo algo de sueño y tú debes descansar.
Amy subió a darse una ducha mientras Jaume preparaba la cena, cuando bajó,
lo dejó boquiabierto, llevaba una camisa que le llegaba un palmo abajo del
pubis notándose que era lo único que llevaba encima.
--Con tanto calor me apeteció ponerme únicamente esto encima, espero que no
te moleste padrino. –Amy se dirigió a Jaume con una sonrisa encantadora y
sentándose en sus piernas le abrazó cariñosamente.
--Caray Amy, estas hecha una mujercita guapísima, supongo que tendrás
muchos enamorados.
--Si, padrino, pero la verdad, se me hacen muy sosos los chicos de mi edad, me
atraen mucho más los hombres maduros…como tú. —le dijo Amy soltando una
carcajada y besándolo casi en la boca.
Jaume se dio cuenta que su ahijada estaba próxima a caer, pero no quería ser
demasiado obvio en sus intenciones.
Durante la cena Amy no dejaba de observar las miradas lascivas que le dirigía
su padrino, procurando abrir un poco la camisa dejando entrever sus pequeños
pero maravillosos senos adolescentes.
Jaume no aguantaba las ganas de tener ese cuerpo núbil en sus brazos lo antes
posible, pero nunca se imaginó lo fácil que esto le sería.
Al terminar de cenar y degustar unas copas de vino, Amy le dio las buenas
noches a su padrino dándole un abrazo y restregando su excitante y juvenil
cuerpo en el cuerpo robusto y sudoroso y le besó casi rosando sus labios, cosa
que excitó de sobremanera a Jaume.
Esa noche Amy no podía conciliar el sueño, se sentía inquieta y atraída hacia su
padrino, no aguantó más, y levantándose se dirigió al dormitorio de Jaume,
todo estaba oscuro y la única iluminación era la luz de la luna que penetraba
por la ventana del pasillo, encontró la puerta abierta y sigilosamente se acercó
a su cama, Jaume, lejos de estar dormido se dio cuenta que sus deseos se
hacían realidad, fingió estar dormido cuando Emy levanto ligeramente la colcha
y se acurrucó a su lado, se percató de que este estaba completamente desnudo
y del fuerte olor a macho que despedía, que lejos de molestarle le causó un
deseo muy profundo de abrazar ese cuerpo fuerte y maduro de hombre de
campo. Jaume se volteó hacia su cara que quedó a escasos centímetros de la
suya.
--Dime mi nena, ¿no puedes dormir?, ¿Quieres que te tome en mis brazos? Le
dijo ardiendo en deseos.
Jaume tomo a la pequeña entre sus brazos mientras ella colocaba su cabeza en
su pecho, mientras sus manitas bajaban hasta encontrar el mástil enhiesto del
padrino.
--Espera querida, yo lo deseo igual que tú, pero debemos tomar precauciones,
mañana tomaras unas pastillas para no quedar embarazada.
--Es que no voy a aguantar, te deseo intensamente, por favor fóllame ahora.
--Te voy a quitar ese ardor sin riesgos querida, ten confianza.
Y diciendo esto comenzó a besarla por todo el cuerpo hasta llegar a su sexo que
estaba completamente encharcado e inundado de pasión, Jaume era un experto
en estos menesteres y su lengua empezó a darle ese placer que tanto buscaba
la chiquilla, pronto encontró el punto de placer y esta no tardó mucho en tener
su primer orgasmo, tomó la cabeza de Jaume entre sus manos y la empujó
hacia ella como si quisiera metérsela completamente en su vagina, Jaume por
otro lado empezó a levantarla de su cadera y bajo su lengua hasta llegar a su
también virginal ojete, metió su lengua saboreando aquel orificio mientras Emy
se retorcía de placer.
Jaume no cesó en sus embestidas hasta que la joven tuvo su segundo orgasmo.
El subió la cara hasta la suya y la besó apasionadamente, Emy sintió el fuerte
olor y sabor de su propio sexo y le hizo sentir todavía con más deseos de tener
a ese hombre dentro de ella y que penetrara en sus entrañas.
--¿Quieres darme placer con tu boquita?, ¿ya has mamado alguna vez el sexo
masculino?
--No, pero lo he visto en algunos videos porno con mis amigas y me hace
mucha ilusión hacerlo contigo, quiero que me enseñes a ser muy buena
mamadora de vergas, ja, ja.
--Amy, si sigues así te voy a llenar la boca de mi leche querida. —Le dijo
Jaume.
--Si, si padrino lléname la boca, que quiero tomarme toda tu leche por favor...
Diciendo esto, la pequeña sintió los estertores del viejo mientras le echaba una
cantidad enorme de semen espeso producto de varios días de ayuno sexual y
que ella tragó con fruición.
Después de esto, los dos quedaron abrazados hasta quedarse dormidos, no sin
antes decirle al oído que esperaba con ansias el día siguiente para sentirlo
dentro por primera vez. Él sonrió y asintió con un beso.
--En lo que regreso puedes dar un paseo por los alrededores con los perros y si
quieres montar un burro, ya sabes en donde se encuentran, aunque en esta
temporada la burra anda en brama y el macho está un poco arisco—
--Creo que será mejor que vaya solo, este es un pueblo chico y si me ven
contigo comprando los anticonceptivos seguro que dará de que hablar—
Cuando salió Jaume, salió a ver a los perros que la saludaron efusivamente
dando brincos y lamiéndole por todos lados, enseguida se encamino al corral en
donde estaban los dos burros que también se acercaron a Amy cariñosamente,
Amy se quedó embelesada viendo la verga del burro que estaba ligeramente
erecta y le produjo que sus deseos sexuales volvieran a la vida, se sentó debajo
de un árbol observando al borrico y pensando si la verga del burro tendría el
mismo sabor que de un hombre y empezó a acariciar su ya húmedo sexo, iba
únicamente con su camisón así que le fue fácil masturbarse soñando despierta
con el cuerpo del padrino y la verga que la llenó de placer la noche anterior,
tuvo un orgasmo inmediato y se quedó dormida. Empezó a soñar que su
padrino la llevaba hacia el corral amarrada de un collar de perro, él iba descalzo
y le ordenaba que limpiara sus pies sucios de haber pisado el lodo y después la
obligaba a hincarse debajo del burro para hacerle mamar la inmensa verga que
apenas cabía en su boca. El sueño hizo que volviera a tener otro orgasmo
despertando al sentir la lengua de uno de los perros lamiendo su juvenil
chochito, ella le dejó, imaginando que era la lengua de su padrino, cuando oyó
los pitidos del auto de Jaume que anunciaban su llegada, salió a su encuentro
rápidamente y lo recibió efusivamente con un abrazo y un beso muy pasional.
Jaume la abrazó y le dio las pastillas que tenía que tomar y le dijo que también
había comprado algo para él.
--Lo adoro padrino ya no aguanto más, quiero que me folles ya por favor…
¡Ah! —gimió
Sintiendo su carne un poco dolorida, pero con restos de placer, Amy puso sus
manos instintivamente entre sus muslos, estaba empapada, manchada de un
líquido espeso, de sangre y esperma mezclados con el licor de su placer, en el
fondo de ese dolor que todavía sentía y en el fondo de su angustia, se sentía
loca e infinitamente feliz—¡Soy mujer!—gritaba una voz dentro de ella--¡Tengo
un amante!—y levantándose ágilmente a pesar de la embriaguez que la
nublaba, se abrazó a Jaume, lo abrazó ardientemente durante mucho tiempo,
sumergiendo su lengua joven en la boca seca de su seductor que ponía sus
manos sobre las nalgas frescas de la muchacha.
--Si padrino, soy toda tuya, puedes hacer lo que quieras conmigo—
--Me gustaría entregarte a una horda de hombres y ver cómo te toman por
todos lados—
--Me encanta Amo, Ahora por favor hazme tuya por el culo, quiero que todos
mis agujeros de puta sean tuyos—
Amy dio media vuelta, se tumbó boca abajo con las piernas ligeramente
separadas. ¡Que bonita era! Esas nalgas adolescentes, firmes y llenas, esos
riñones hundidos en una curva con unos adorables hoyuelos, esos largos
muslos… ¡Maravillas esculturales que la mano de Jaume manoseaba y
acariciaba! Se detuvo sobre las tensas nalgas, introdujo con habilidad el dedo
en la hendidura y rozó el pequeño agujero del ojete, mientras su lengua y sus
labios libaban el cuello, detrás de las orejas, y los hombros frágiles. Amy sentía
escalofríos, sentía como se le ponía la carne de gallina. ¡Era fantástico!, tenía
ganas de reír y chillar. Y ese dedo que coqueteaba y halagaba tan bien al
pequeño agujero de la raja de sus nalgas le producía una sensación exquisita,
era como si su pequeña cadera tuviera sed, mientras sin darse cuenta,
instintivamente ofrecía su trasero invitando a otras penetraciones.
--¿Te gusta?
--Quiero que me la metas en el culo, pero antes pégame, pégame en las nalgas
por favor.
--¡Mas fuerte, Amo, más fuerte, ¡hasta que se ponga rojo mi culo! -Le gritó
suplicando.
--¡Te voy a entregar a los peores hombres para que gocen de todas las formas
posibles con tu cuerpo!
--¡Dime que cosas quieres que les haga, ¿quieres que me beba su semen? ¿Sus
orines?
Ella obedeció. Apartó con sus manos las nalgas y el pequeño agujero apareció
completamente abierto, distendido. Jaume entró con un pequeño empujón,
gracias a la gran cantidad de liquido seminal pudo meter hasta la mitad el gran
falo completamente erecto.
Emy separó todavía mas las nalgas, esta vez Jaume logró meter la enorme
verga casi en su totalidad, Jaume estaba fuera de sí, y esta vez empujo con
fuerza y la totalidad del falo desapareció dentro del pequeño agujero.
--No te va a doler más, ya verás, ¡Hay que sufrir antes de disfrutar, es una ley
de la naturaleza!
--¡Te doy por el culo!, ¡Te doy por el culo! Empezó a vociferar Jaume
A pesar del dolor casi insoportable Amy obedeció y gritó esas palabras obscenas
que la embriagaban
Amy sintió como su amo llegaba a la explosión. La verga que tenia adentro se
endureció todavía mas en lo mas profundo de su cuerpo y siguió perforando
mas de prisa, y de pronto se sintió inundada, sacudida por una especie de
diarrea exquisita, sacudida por espasmos mientras Jaume rugía como bestia y le
mordía el hombro. Ella rugió también y se derrumbó todavía empalada por el
sable de su amante.
--Me has hecho daño, pero me has hecho gozar intensamente, ¡Me gustaría que
me hicieses cosas todavía más asquerosas cosas terribles e innombrables! —
--¿acaso no te gustaría?
--Si, me encantaría…
Esto último lo dijo Jaume con una sonrisa maliciosa que hizo estremecer a su
amada.
Amy se despertó con una gran alegría, por fin era mujer y su adorado padrino
se había convertido en el amante que siempre había anhelado. Jaume se
encontraba a su lado, dormido y completamente desnudo sin nada que lo
cubriera, el olor a sexo inundaba la habitación, ella se deslizó sigilosamente
hacia abajo hasta estar a la altura de la verga que tanto placer le había dado, la
observó meticulosamente acercando su bello y juvenil rostro lo más que podía
sin despertar a su amado, aspiró el intenso olor a marisco que despedía y que
exacerbaban sus deseos sexuales, acercó su boca y lamió ligeramente su punta
saboreando los restos de esperma de la reciente eyaculación, no resistió más y
la tomó en su boca, Jaume despertó al sentir como la tierna boca de la niña
amante atrapaba su miembro todavía dormido, empezó a reaccionar con la
mamada y la dejó hacer, Amy se había convertido en una experta mamadora
rápidamente, con el miembro completamente metido empezó a jugar moviendo
su lengua alrededor del glande, ocasionalmente, la sacaba completamente para
lamer los testículos que guardaban el esperma que pronto la alimentarían, y
volvía a meterse la gruesa verga en su boquita de niña, ofreciendo un lúbrico
espectáculo a los ojos del perverso padrino, el cual no tardó mucho en inundarla
con su esperma, tomó su cabeza amorosamente y la atrajo hacia su boca, el
aliento de la niña tenía el olor de su simiente y metió la lengua lujuriosamente
en su paladar para saborear los restos de semen que habían inundado su boca.
--Eres una gran guarra, --le dijo--¿Te gustó beber mis meados? —
--Mejor nos podríamos quedar en la cama—le dijo Amy con una mirada pícara.
--Ahora puedes ponerte ese vestidito tan sexi que tienes, pero no te pongas
bragas, que no las vas a necesitar—
--Mmmm…esto se pone cada vez más interesante…Dime de una vez que iremos
a comprar—Le dijo la chiquilla traviesamente.
--No, nunca, pero me muero de ganas de estar en uno, pero… ¿tú crees que me
dejen entrar? —
--Ja, ja, claro, conmigo no habrá problema, sobre todo que, al que vamos, lo
atiende un conocido mío y es un poco clandestino—
--¡Mira puta! Voy a llevar esto para que te lo pongas cuando salgas conmigo—
--Mi esclava quiere saber cómo se usan estas cosas, ¿Puedes mostrarle por
favor? —
--Bueno, ¿Qué pasa? ¿No tienes un lugar en donde los pueda probar?
--Si, Si…ahí atrás hay un cuarto en donde puede pasar—murmuró con los ojos
desorbitados.
--Entra con él Puta, no te preocupes por el tiempo que te tome, y pórtate bien
que es amigo mío y me da muy buenos precios, yo estaré aquí esperando y
viendo qué más podemos comprar. —
La joven miro a Jaume y con una sonrisa le guiño el ojo y cerró la puerta tras
ellos.
Jaume se quedó esperando e imaginando que tan lejos podría llegar su ahijada,
no cabía en su curiosidad y empezó a imaginar diferentes situaciones, esto, le
causaba una excitación muy morbosa, ya le contaría Amy con lujo de detalles
que pasó en aquel cuarto.
--Quiero que estrenes el fuete conmigo, quiero sentir como azotas mis nalgas—
Le dijo a su amante casi suplicándole.
--¿Quieres que te cuente lo que me hizo el desgraciado ese del sex shop? —
--¡Eres realmente una marrana!, ¡es lo más asqueroso que he oído! —ja, ja.
Tomando el fuete por segunda vez comenzó a azotarla, esta vez con más
ímpetu hasta hacerla casi sangrar, después agarró el dildo y sin ningún reparo
lo metió completamente en el culo de la muchacha,
--¡Méteme la verga, cabrón! —vociferó con los ojos llorosos. --méteme tu verga
mientras tengo el dildo en el culo, ¡quiero sentirme empalada por los dos lados!
Jaume se separó y se puso a cuatro patas, no necesitó decirle nada para que la
muchacha entendiera que lo estaba esperando. Se sacó el falo del culo y se
arrodillo detrás de su amante, le separó las nalgas y metió el rostro entre ellas
lamiendo el ano de su amado metiendo la lengua como si lo estuviera
sodomizando con ella, saboreó largamente los sabores que emanaba y luego
metió el falo lo más profundo que pudo. Jaume gozó por primera vez con la
enculada.
que había empezado a vivir libre para dar rienda suelta a todos aquellos deseos
escondidos. Jaume parecía haber leído su pensamiento y acariciando su sedosa
cabellera le preguntó:
Amy le empezó a relatar de sus experiencias de muy pequeña y que habían sido
especialmente importantes en el descubrimiento de su sexualidad y de sus
vicios, la vez que recibió la azotaina de su padre que la marcó para siempre en
el placer de la flagelación y después, su experiencia en el colegio, cuando le
hicieron entrar a gatas en el cuarto de aseo de los niños y en el cual sintió por
primera vez el deseo de hacer las cosas más asquerosas y que le habían
ocasionado numerosos sueños de sexo con hombres sucios, que la azotaban y
que la obligaban a mamar vergas de indigentes.
--Sí, el día que me dejaste sola… estaba cerca del establo y vi al burro
terriblemente excitado con la verga bien parada buscando a su burra y me
masturbé imaginando que se la estaba mamando y que me bañaba con su lefa-
Jaume se excitó con los relatos de la pequeña y pensó que tendría que
aprovechar esos deseos para cumplir todas sus perversidades.
--En los días que te quedan conmigo te voy a satisfacer todos esos deseos hasta
hoy prohibidos—
--¿De verdad padrino?, ¿Todos esos deseos? Pero quiero que estés conmigo
cuando me entregues a otros hombres, quiero que estés insultándome y
diciendo todas las porquerías que deba hacer y que además si lo deseas, que
participes, aunque sea azotándome mientras ves como gozan a tu puta los
seres más detestables o aun animales si te apetece--
Jaume la miró sonriendo, y con mirada malvada, le dijo que se pusiera el mismo
vestido del sex shop y sin nada abajo.
-- voy a llevarte a un sitio especial—Le dijo, acariciando con los dedos la vulva
completamente anegada de sus jugos de amor.
--¿A dónde quieres que vaya contigo querido Padrino? ¿Conozco esos sitios?
¿Acaso son esos lugares en donde violan a las jovencitas que se portan mal? –le
preguntó poniendo la carita inocente que tanto excitaba a Jaume.
--No tanto, aunque no dudo, por lo caliente que estas, que te gustaría ser
violada hasta por perros—
--Tú sabes que no permiten entrar a jovencitas inocentes y menores como yo—
Le dijo pícaramente.
Amy se sintió satisfecha con lo que le dijo su padrino, aunque sentía mucha
curiosidad por lo que dijo de experimentar.
La sala era pequeña, sucia y decadente como la mayoría de los cines XXX en la
actualidad, estaba obscura, pero se distinguían sin problemas los asientos,
había no más de cuatro o cinco hombres sentados de manera dispersa, eran el
tipo de individuos que frecuentan estos cines en la actualidad, maduros y viejos
jubilados, excepto un jovenzuelo que estaba en una esquina bebiendo un pomo.
Jaume la llevó hasta unos lugares casi en medio de la sala, Amy estaba
emocionada, para ella era una nueva experiencia, se sentía adulta y le resultaba
morboso, se sentía sucia en esos lugares.
La película era de un negro enorme que le estaba metiendo la verga a una
rubia muy menudita, la pequeña estaba fascinada y no quitaba la vista de la
película.
--¿Te ponen caliente las películas de negros con grandes vergas? —Le preguntó
Jaume
Amy le sonrió y le dijo al oído que siempre había ansiado sentir una verga de
esas en el culo y se rio, tomándole de la cara y dándole un beso mientras su
mano bajaba hasta sentir su pene ya en erección a través de su pantalón.
--¿No te preocupa que nos vean?, parece que el viejo que está sentado unas
filas atrás no nos quita la vista de encima —
Jaume se volteó buscando al hombre que había dicho su ahijada que los estaba
observando, entonces, con la mano, le hizo una seña para que se acercara, el
hombre se levantó de inmediato y se sentó a su lado, en el lugar que había
estado sentada Amy, el tipo era medio gordo rondando los cincuenta, el olor a
alcohol y suciedad llegaron hasta el olfato de la nena que alzó la vista sin soltar
la verga de su amante, se la sacó de la boca un instante y le lanzó un beso
provocativamente.
-Aquí el amigo también quiere una mamada, sigue con él y trátalo bien,
demuéstrale lo puta que eres.
En ese inter, Jaume les hizo una señal a los demás hombres que ya se habían
percatado de lo que estaba pasando, para que se acercaran, en unos instantes,
todos estaban rodeando a la pareja, mientras tanto, la lujuriosa jovencita ponía
todo su empeño en satisfacer al hombre que le había designado su amante,
haciendo los sonidos clásicos del chupeteo, lo que excitaba todavía más a los
espectadores que en ese momento hacían caso omiso a la película. Amy sintió
los estertores del gordo anunciando la inminente eyaculación y se metió lo más
profundo que pudo aquella polla anónima preparándose para tragar todo lo que
descargara en su hambrienta boca.
Amy estaba nerviosa pero emocionada, se estaba haciendo realidad una de sus
fantasías, y el escenario no podía ser mejor, un cine de barrio, decadente y
apestoso, y unos individuos groseros, feos y malolientes tras ella, como buitres
tras su presa. Se sentía la actriz estrella de una peli porno.
--¿Te excita este lugar, preciosa? ¿Esta tan sucio como el que recuerdas de tu
cole? —
--Entraron seguidos de los tres tipos, el aseo tenía una pared con cuatro
urinales y dos casetas para los retretes, Amy se percató que una de las casetas
estaba ocupada, seguramente por alguno de los espectadores que no se había
dado cuenta de todo lo que había pasado en la sala.
--Bien putita, ahora te vas a poner en pelotas para que no ensucies tu vestidito
—
Amy aprovechó para hacerlo de una manera muy sexi, como si estuviera
haciendo un strip tease, cosa que dejó sin aliento a los tipos que ya se habían
sacado sus vergas y empezaban a masturbarse suavemente, cuando la niña
quedó completamente en pelotas, aquellos infelices quedaron boquiabiertos al
ver aquel cuerpo perfecto de la jovencita, era como alguna de las modelos que
veían en las revistas pero mejor aún, y no salían de su estupor de la suerte que
tenían esa tarde, además, se veía que la niña era algo así como una
ninfomaníaca, pues tenía una cara de vicio como nunca habían visto en sus
desgraciadas vidas, y estaba ahí, esperando sumisamente para hacer lo que
quisieran.
Amy se hincó poniendo una cara fingida de asco. En el fondo, ella gozaba
sintiéndose sucia, incluso al hincarse puso a propósito sus manitas sobre los
meados.
--Bueno, ¿Que esperan?, acerquen sus vergas para que la niña escoja quien va
primero a probar su boquita—Les dijo Jaume riendo, mientras él también se
sacaba su miembro erecto del pantalón.
--A ver puta, ¡Demuéstrales a mis amigos lo buena mamadora que eres! -
--¡Vamos pequeña puta!, ¿cuál de estas vergas quieres chupar primero? —Le
dijo Jaume tomándola de la cara y escupiéndole el rostro.
--Ya ven que cochina es la niña, es una golfa y una puta asquerosa—les dijo a
los hombres que estaban como hipnotizados viendo lo sumisa que era la
jovencita.
--¡Eres una cerda! Ja, ja, ¡vamos cabroncetes!, acerquen sus vergas para que
escoja esta puta a quien satisface primero—Les dijo Jaume a los tipos que
seguían estupefactos viendo la sumisión de esa niña bellísima.
Todos se acercaron a la cara de la nena que los esperaba con ansias. Amy se
regodeaba inspeccionando cada cipote detenidamente, subiendo el prepucio y
viendo la cantidad de suciedad que se escondía al descubrir el glande de los
penes no circuncidados y sin ningún aseo. Lo olfateaba detenidamente e incluso
tomaba parte de pasta acumulada en los pliegues y lo probaba ligeramente,
todo esto mostrando una cara de placer y gusto. Cuando todos pasaron la
revisión, Amy le fue señalando el orden a su padrino y este los acomodó a su
alrededor.
Comenzó con un viejo gordo que era el más asqueroso, se hincó delante de él y
le quitó los pantalones y los calzones que estaban bastante sucios y con
manchas de orina y de marrón, los tomó con ambas manos y los llevó a su nariz
olfateándolos profundamente e incluso pasando la lengua por las partes más
sucias, aventó la ropa a un lado y levantándose lentamente, empezó a lamer la
barriga que estaba toda sudada, chupando suavemente sus pezones haciendo
que se retorciera de placer, fue bajando lentamente, siempre lamiendo, hasta
llegar a su verga completamente erecta mientras agarraba sus nalgas con
ambas manos y se las separaba, Él separó las piernas para facilitar el acceso. El
olor a mierda invadió el pequeño cuarto cuando dejó el ojete abierto y a la vista
de los espectadores, con los dedos de una mano empezó a jugar con su ano,
mientras, su boca había llegado a la meta esperada, tomó la verga que estaba
goteando de líquido pre seminal, le subió el prepucio completamente y
descubrió el glande que estaba lleno de una pasta amarillenta y que despedía
un olor fuertísimo y la lengüeteó todo alrededor buscando todos los resquicios
hasta dejarla limpia, mientras tanto, el dedo que tenía en el culo ya se había
introducido totalmente en el mierdoso agujero, lo sacó y lo olió aspirando
lujuriosamente y se lo llevó a la boca mirando de reojo a su padrino mientras lo
chupaba voluptuosamente.
El siguiente era un hombre de unos cuarenta años, con tipo de obrero, rudo y
bastante fornido, la tez curtida por el sol y con una barba espesa que le daba un
aspecto feroz, ya se había quitado toda su ropa mostrando un cipote enorme y
completamente erguido, tenía vellos por todo el cuerpo dándole un aspecto más
imponente.
Amy se acercó a él gateando sobre el suelo sucio y acercó su rostro angelical a
los pies sucios y renegridos de mugre del monstruoso individuo, y sumisamente,
los empezó a lamer como si se tratara de una gatita, aquel tipo grosero dejó
entrever una sonrisa burda y la levantó como si se tratara de un saco de
plumas, la chica le tomó la cara barbuda y le empezó a lamer lascivamente los
pómulos para después llegar a su boca, el bruto aplastó su linda cabecita contra
sus labios metiendo toda la lengua aguardientosa en su boca que ella acogió
con placer, haciendo lo mismo con su lengua. Después, la nena empezó a besar
y lengüetear sus pechos vellosos y fuertes, siguiendo por sus axilas llenas de
sudor, el sabor acido se impregnó en su boca, pero ella siguió bajando y ya
hincada, lamió aquel falo gigantesco no dejando ningún resquicio que su lengua
no probara, levantó su verga y metió en su boca uno a uno sus enormes
testículos, que ya estaban bien cargados de simiente y de vez en vez su lengua
juguetona llegaba al ano del bruto para su deleite.
Amy siguió el mismo ritual que con el hombre anterior para mostrar a su Amo la
cantidad de esperma que había depositado en su boca y lo mucho que le
gustaba ingerirlo.
--A ver putita, quiero que vayas y le des su premio al señor por estar tan
calladito observando—
--Quédese en donde está, no se levante, que la gatita irá gateando para recibir
la lechita que le va a dar, ja, ja. —
--Espera, puta, que ese hombre esta esperando que le limpien el culo—
Esta vez Amy le miró como pidiéndole que le cambiara la orden, pero entonces
Jaume se acercó con el cinturón en sus manos y le azotó las nalgas tan
fuertemente que la hizo gritar. La chica volteó hacia él, esta vez con mirada
sumisa y le dijo:
Amy tal vez estaba esperando esa orden perversa, porque no dudó en separar
ella misma las nalgas y acercando su precioso rostro sacó la lengua y empezó a
lamer el ojete todavía sucio.
--¡Mete bien la lengua, marrana! ¡Déjalo tan limpio por fuera como por dentro!
—le ordeno Jaume soltando una carcajada.
Al terminar, regresó gateando hacia su padrino que le indicó que faltaba uno de
los espectadores y que esperaba su turno.
Era un adolescente con tipo de malviviente que tendría a lo mucho veinte años
y que tal vez, por su juventud, y después del último espectáculo no aguantó
más y cuando se acercaba para ponerse frente a la chica sumisa, eyaculó
copiosamente en el suelo, mezclando su semen con los meados allí
almacenados, todos los demás se rieron burlonamente al ver el fallo y la
inexperiencia del jovenzuelo, mientras, este se ruborizaba con ojos llorosos,
entonces, sucedió algo inusitado, la nena se levantó y tomándolo de la cabeza
lo besó dulcemente en los labios para enseguida bajarle completamente los
pantalones y quitárselos, luego, poniéndose a cuatro patas, le quitó los zapatos
y empezó a lamerle los pies que estaban renegridos de suciedad y empezó a
chupar uno a uno todos sus dedos buscando con la lengua la mugre almacenada
entre ellos, después, con la cara encima de donde había caído aquel cúmulo de
esperma bien espeso, se inclinó hasta poner su boca a centímetros del suelo en
donde estaban todos los grumos flotando sobre los meados y empezó a
lamerlos suavemente saboreando cada centímetro, volteando de vez en cuando
para mirar a su padrino el cual, con cara lujuriosa se masturbaba
frenéticamente.
--¡Métela toda!, ¡Párteme el culo!, ¡Insúltame!, ¡Pégame!, ¡Dime que soy una
puta! —
Jaume se le quedó mirando unos instantes, veía la luz de la lujuria en los ojos
de la niña, eso le despertó aún más, los deseos de verla completamente
pervertida, deseaba que la poseyeran y que le hicieran las cosas más
asquerosas que podía imaginar.
--Si, quiero hacer las marranadas que me órdenes y que goces viéndome como
me degrado—
Como todos los días, Amy despertaba con esa lozanía que la hacia tan bella y
deseada, y abrazando sensualmente a Jaume y siguiendo el ritual mañanero,
tomó su verga aun flácida y la empezó a chupar como solo ella sabia hacerlo,
hasta sentir su semen llenar su boca y tragarlo golosamente después de
saborearlo un rato.
--Y ahora mi Amo… ¿me vas a decir que cosa se te ocurre que hagamos hoy por
la tarde? —
--Va a ser una sorpresa, por lo pronto, quiero que te peines con una trenza
como las chicas que van a la escuela, y después te vistas con un uniforme de tu
colegio que una vez dejaste en mi casa—
--¿Quieres que me vea como una niñita? —Pregunto Amy con una sonrisa
pícara. ¿Y acaso quieres venderme a algunos degenerados que quieran
pervertirme?
--Exactamente, ja, ja, --Rio Jaume diciéndole que le había leído el pensamiento.
Esa tarde, Amy se vistió tal como imaginaba Jaume, como salida de la novela
“Lolita” de Nabokov, y quien, al verla, despertó sus deseos más perversos de
verla mancillada y cometiendo toda clase de atrocidades.
Amy dio la vuelta sobre si misma como hacen las chicas y le dijo:
--¿Qué tal me veo Padrino? ¿Te parezco una nenita buena? —Le dijo Amy con
cara de chica traviesa.
--¿Crees que pagarán mucho por violar a esta chica precoz y libidinosa? —
--A los que voy a ofrecerte no creo que tengan mucho dinero, pero eso es lo
que menos me importa, mientras menos puedan pagar mas morboso será. ¿No
estás de acuerdo? —
--Ja, ja, claro, se me hace más perverso y sucio—Respondió la joven con cara
lujuriosa.
Salieron al poblado del día anterior y llegaron a una zona de tolerancia en donde
pululaban las putas y los malvivientes de todos tipos, especialmente
inmigrantes africanos y sudamericanos, pero también algunos lugareños de la
mas baja ralea y costumbres que se dedicaban a vender marihuana y otras
cosas.
Jaume dio la vuelta en una calle más tranquila y se detuvo frente a tres
individuos que parecían rufianes y que estaban al otro lado de la calle, no
tendrían más de cincuenta años, sucios y con barba de varios días, lo que les
daba un aspecto todavía más repugnante y feroz.
--Espérame aquí, voy a decirles que eres una sobrina mía y si tienen unos euros
te quedarías con ellos unas horas y luego volvería por ti—
--Que tal Jaume, me alegra verte, ¿Qué te trae por estos rumbos? -
Jaume tomándolo por el hombro lo separó del grupo y le dijo en voz queda.
--Mira hermano, necesito unos cincuenta euros o lo que tengas, tengo que
pagar una deuda de juego y tu sabes que esos no esperan—
--O sea, toda una golfilla ja, ja—Le dijo Renato volteando a ver al otro lado de
la calle donde se encontraba Amy.
--Pero Jaume, si parece una chica y además ¡esta preciosa! —Le dijo el hombre
con cara sádica.
--Claro, así como la ves con esa cara angelical, hay una putilla por dentro,
además, la tengo ya bien domesticada, y mira, si no te obedece…
Jaume sacó de una bolsa el fuete con cinco correas, que había comprado en el
sex shop y le dijo dándoselo.
--Como te decía, si no obedece tus ordenes le das duro con esto en las nalgas y
ya veras que mansita se pone y obedece en todo sin reparos—
--ja, ja…se ve que ya la conoces bien, eres un cabrón Jaume, ya verás como la
voy a poner de obediente, ja, ja. Pero como ves, estoy con unos amigos y no se
van a poner muy contentos si los dejo aquí en la calle, acá abajo esta mi
covacha y ahí atenderemos los tres a tu sobrina hasta que regreses—
--Mira jovencita, aquí el señor Renato, que es amigo mío, te va a cuidar un rato
junto con sus amigos mientras hago algunos menesteres, quiero que te portes
bien y sobre todo que le obedezcas en todo lo que te diga, te guste o no te
guste, y si no obedeces ya le he dado la fusta para que te atice en las nalgas.
--No se preocupe tío, me portaré bien y les obedeceré en todo y haré lo que
quieran para que estén contentos—y volteando hacia Renato se puso en
puntillas, pues era un tipo bastante alto, y abrazándolo, le dio un beso en la
mejilla diciéndole:
--Me llamo Amy, muchas gracias por cuidarme mientras regresa mi tío Jaume,
me portaré bien y haré lo que ustedes digan—
--Pues eres muy, jovencita, ya hasta pareces una mujercita con esos pechitos
tan hermosos que tienes, ¿verdad muchachos que parece una jovencita ? —
Preguntó Renato a sus compinches quienes asintieron riendo maliciosamente y
mirándola lujuriosamente.
--No te preocupes Jaume, puedes irte sin cuidado que la cuidaremos muy bien—
Jaume atravesó la calle mientras los tres hombres y Amy bajaban unos
escalones y entraban por una puerta a nivel de sótano, justo atrás de donde
habían estado.
Cuando entraron en la pocilga, Amy casi se tuvo que tapar la nariz del olor tan
desagradable que había, no había ventana alguna y en el cuarto únicamente
estaba tirado un colchón todo raído, con basura todo alrededor, y en una
esquina, estaba un retrete todo sucio, había algunos almohadones y sillones
viejos en donde se sentaron los tres hombres y Amy se quedó de pie mirándolos
coquetamente y esperando las ordenes de aquellos malvivientes.
--Acá tengo unas barajas, es un juego muy entretenido, el que saque la carta
mayor gana y puede ordenar lo que quiera al que escoja, ¿Qué te parece? —
--Si, me gusta, empecemos—dijo la chiquilla sentándose en cuclillas en medio
de los tres granujas.
Renato sacó las cartas y las repartió, obviamente, era un tahúr consumado y
hacia trampa para que únicamente ganara él o alguno de sus amigos.
--¡Caray, que suerte tienes Blas, tú ganas, ¿Qué ordenas? —Blas era un tipo
flaco con una barba larga y tuerto.
Amy, actuando, puso cara de asombro y les dijo con una vocecita.
--Mira chica, tu aceptaste jugar, ahora hay que obedecer, no lo había dicho pero
el que no obedece recibe unos fuetazos, además no tienes por qué tener
vergüenza puesto que todos nos desnudaremos—Le dijo Renato, agarrando la
fusta que había dejado Jaume y mirándola amenazadoramente.
Amy, fingiendo temor empezó a quitarse la ropa, mientras todos los hombres
hacían lo mismo.
A medida que iba quedando desnuda, todos quedaron pasmados viendo que
tenía el cuerpo de una jovencita y, además, increíblemente bella, todos se
apresuraron en quedar en pelotas mostrando sus horribles cuerpos llenos de
mugre y contaminando todavía más los olores de aquel cuarto, Amy vio aquel
espectáculo y empezó a sentir que su pepita se humedecía de deseo al observar
las vergas erectas de aquellos malvivientes.
--¿Te gusta lo que ves, nenita? ¿No habías visto cosas como esta? —
--Solo había visto la de un amiguito, pero no estaba tan grandota como estas—
Amy se acercó a uno de ellos hincándose para verlo más de cerca y acercó su
carita hasta casi rozarlo con su rostro olisqueándolo por todos lados.
--¡Agárralo putita, para que sientas que dura está! —dijo uno.
--¡Pélalo como plátano para que veas que cabezota guarda el pellejo que tiene,
ja, ja! —dijo otro vulgarmente.
Amy, fingiendo inocencia, tomó aquella sucia verga con su manita y con todo
cuidado acercó la nariz para olfatearlo, mientras todos observaban con lujuria
como Amy empezó a subirle el prepucio suavemente, dejando al descubierto un
glande casi negro y con una gruesa capa de una especie de mantequilla en los
pliegues, el olor fuertísimo a marisco inundó el cuarto. La verga estaba a
reventar sintiendo la manita y aquel rostro virginal a escasos centímetros del
enorme cipote y empezó a fluir por el meato una gota de líquido pre seminal
que la tenia hipnotizada, quien sacó ligeramente la lengua mojándola con él y
volteándose hacia los demás, les dijo haciendo un gesto:
--¡Bueno, ya basta, que vamos a seguir el juego! —dijo Renato que la hacía de
jefe.
Amy sonrió y les dijo que iba a obedecer cualquier cosa que le ordenaran si
perdía, todos se rieron sabiendo que iba a perder. Renato repartió las cartas y
le tocó ganar a otro de sus compinches quien dijo—
---Claro putita, que inocente eres, todas esas pichas que dices, se llaman
vergas y tienen leche que alimentan a las chicas como tú, pero debes chupar
con mucho cuidado sin hacer daño con tus dientes, de lo contario en lugar de
recibir leche recibirás un tortazo, ja, ja. —
--¡Lo haré con mucho cuidado, lo prometo, pero no me peguen! —
Diciendo esto se hincó delante del ganador, le agarró la verga que estaba en
completa erección, y levantándole todo el prepucio, sacó su lengua y empezó a
lamer el glande con especial atención a los pliegues en donde se acumulaba
gran cantidad de esmegma que tomó con la lengua y la mostró orgullosa a
todos antes de tragarla sensualmente. Todos estaban boquiabiertos tras la
demostración voluptuosa de la nena.
--¡Miren, nació mamadora! —Dijo uno de ellos provocando la risa burda de los
demás, y haciendo que Amy sonriera con la verga totalmente dentro de su
boca.
La chica siguió mamando hasta que el tipo empezó con estertores y soltó una
gran cantidad de esperma en la garganta de la joven que tuvo que tragar
rápidamente para no ahogarse, estuvo chupando otro rato hasta dejarla seca y
luego se volteó hacia los demás abriendo la boca y sacando la lengua
orgullosamente para mostrar que se había tragado todo y les dijo:
Los tipos aplaudieron, y Amy se levantó haciendo una caravana y dando gracias
por los aplausos, y luego les dijo:
--No señor, bueno casi, una vez un niño me metió una zanahoria y me sacó
sangre y me asusté—
--¡Ah! entonces ya te rompieron el himen ¿verdad jovencita? —
--¡NO, Por favor, sigamos el juego, métanme la picha por donde quieran, verán
que no lloraré—
Amy corrió hacia el viejo colchón y se acostó doblando las rodillas mostrando su
coño inflamado de deseo y chorreando de sus jugos.
Todos rieron, y Renato con cara de facineroso se adelantó hincándose a sus pies
agarrándose la verga y mostrándosela a la nena quien puso cara de asombro y
le dijo:
--Si, si… ¡Chúpala bien!, ¡Cómeme! ¡Méteme el dedo en mi culito! —le decía
cerrando los ojos.
--Miren, la putita ya esta preparada y bien calentorra ja, ja. —Gritaba uno de
los hombres mientras se masturbaba viendo la calentura de Amy.
--Si, métame la verga y dígame puta, me gusta que me digan puta y otras
groserías—
La joven no espero dos veces y se lanzó con su boquita a lamer ese falo que
tanto le gustaba.
--Ya, ya, no te emociones tanto que me vas a sacar la leche antes de tiempo,
ya está bien lubricada, ahora te vas a montar sobre mi como si fuera tu
caballito—
--¡Aguanta pequeña verás que rico vas a sentir cuando la tengas toda adentro!
—Exclamó el hombre.
--Mmm, ¡Que rico! ¡Sigue, sigue, mete más tu lengua! —Vociferó la joven.
--Mejor metemos otra cosa más grande, je, je. —Rio Blas, quien ya estaba
preparado con su verga también bastante grande apuntando hacia el estrecho
orificio.
--En donde cabe la lengua, cabe la verga ja, ja. —Rio el hombre empezando a
meter su verga en el culo de la jovencita.
--¡Quiero la leche de los tres, quiero que me llenen de leche mi coño, mi culo y
mi boca al mismo tiempo! —
No les faltó mucho para que los tres eyacularan casi al unísono llenando la
fantasía erótica de ella.
--Siiii, sigamos –
--Me encantan los perros, los borricos y todos los animales—Dijo Amy
entusiasmada.
--Pues va a venir un amigo mio con su perro para que juegues con el—
Esperó casi una hora, y cuando se estaba levantando para ir a la covacha a ver
que sucedía, vio que salía Amy acompañada de Renato. Se apresuro a cruzar la
calle disculpándose por llegar tarde.
--No sabes cuanto deseo que estemos en casa y que me cuentes todas las cosas
que hiciste con esos malvivientes para después follarte por todos lados mi
preciosa putita—
--Primero necesito una ducha padrino, pues apesto a porqueriza, ja, ja. —
Después de darse una ducha, Amy salió del baño más hermosa que nunca,
Jaume la esperaba desnudo tumbado en la cama. Amy se acostó a su lado,
tenia una luz especial de satisfacción en su mirada y le susurró al oído si quería
que le relatara lo que pasó en la covacha de Renato.
--¿Qué pasa?, ¿eso fue todo? —Preguntó Jaume con cara de duda, sabiendo que
habías más.
--¿De verdad quieres que te cuente todo? —Le dijo la joven con cara de pícara.
Jaume asintió con la cabeza diciéndole:
--¿Me prometes que después de que te diga todo me besaras sin asco? —Le
preguntó la jovencita sonriendo, sabiendo que esto le fascinaría a su amante.
--¡Si! Y hasta le metí un poco la lengua, ¡sabía bien amargo! —Le dijo Amy y
continuó con su relato.
Entonces, Nelson dijo que ya estaba listo, y colocándole unos calcetines en las
patas delanteras para que no me lastimara, lo montó en mi espalda y dirigió su
verga que no cesaba de disparar chorros de liquido lubricante a mi coño que ya
estaba completamente inundado por la calentura que tenía.
¡No te imaginas el deseo que tenía de tener esa verga dentro de mí!
El perro, creo que estaba bien adiestrado en estos menesteres, pues no tardé
en sentir como me estaba penetrando hasta el fondo de mis entrañas haciendo
que me doliera y soltara un grito. Después ya me acostumbré y me empecé a
excitar más y a menearme incitándole a que me penetrara más.
Todos guardaban silencio viendo como gozaba con aquel acto de apareamiento
bestial.
Entonces, el mulato hizo algo que no me esperaba, se puso detrás del perro, y
con la verga bien parada, empezó a metérsela por el culo, yo creo que el animal
estaba acostumbrado, y era medio puto, pues lejos de inquietarse, empezó a
moverse con más intensidad. Yo estaba en el clímax de la lujuria y entonces el
mulato empezó a gritar--¡ME CORRO! ¡ME CORRO! Y sacando su verga del culo
del animal, corrió a pararse frente a mi cara, luego se hincó y me puso la verga
frente a mi boca…no lo vas a creer, ¡estaba llena de mierda!, pero a mi no me
importó, estaba tan excitada que no lo pensé y me la metí en la boca hasta
dentro recibiendo un chorro interminable de esperma que tragué golosamente y
después chupé y chupé hasta dejarla completamente limpia.
--¡Pero que dices!, ¿mamaste una verga toda embarrada de mierda de perro? -
Créeme que al principio me sabía horrible, pero después, hasta quería más.
Luego, Nelson desmontó al perro, que a su vez ya había descargado su semen
en mi vulva y me indicó que me acostara boca arriba, el se arrodilló frente a mi
rostro y descargó una gran meada y bañó mi cara mientras yo abría la boca
para tratar de beber algo del liquido ambarino, luego, sucedió algo que no me
esperaba, llamó al perro y le dio a oler mi cara llena de sus orines, y el perro
alzó la pata y comenzó a mearme en el mismo lugar que lo había hecho su amo,
y el desgraciado mulato me alzó la cara para que abriera la boca y tragara los
meados del perro tal como hice con los suyos.
--Eres la chica más degenerada y perversa que he conocido, pero tal vez por
eso me vuelves loco de deseo—Le dijo Jaume besándola, mientras ella,
tomando su verga completamente erguida de deseo y a punto de estallar y
montándolo a horcajadas la insertó en su vulva sedienta de deseo.
Esa noche hicieron el amor dos veces. Cuando reposaban, Jaume le dijo:
Amy lo miró con cara lujuriosa, le sonrió y lo besó, no hizo falta que le
preguntara nada más.
…continuará.
Mientras soñaba despierta con todas esas imágenes lúbricas con ella como
protagonista, entrecerraba los ojos y empezaba a masturbarse estando
completamente desnuda en la cama esperando que se apareciera su adorado
padrino de un momento a otro.
--Si, padrino, pero este angelito tenía la forma de un burro—Le contestó riendo,
y lo atrajo hacia la cama tendiéndole sus manos, era muy claro que tenía sus
juveniles hormonas alborotadas.
--Dime padrino, ¿Qué es lo que te calentó más de lo que te conté ayer? —Le
preguntó con cara de zorra.
--¿Y cuál otra cosa? —le dijo metiendo su manita en el pantalón y acariciando
su miembro ya húmedo y completamente erguido.
--Cuando mamaste la verga del mulato saliendo del culo del perro—
--Eres una perversa Amy, ¡una puta perra degenerada! —gritó Jaume mientras
lanzaba una copiosa corrida en la boca de la pequeña. La mantuvo así, con la
boca llena de su polla ya satisfecha mientras le decía:
--Hoy hablé con Don Nemesio, es el viejo que tiene una finca cerca de aquí, él y
su mujer son unos pervertidos, a su mujer le encanta ser follada por burros y
caballos, tan es así que tiene el coño tan grande como una vaca, ja, ja, y él lo
disfruta mucho, el hombre es casi un anciano con más de setenta años y es
como 20 años mayor que su mujer, pero el disfruta viéndola follar con los
animales mientras se masturba, una vez los invité a la finca para que su mujer
follara con el burro y el me pidió que trajera a una puta para que follara con el
negro que trabaja para ellos y que les cuida a los animales y que también es
parte esencial de las orgias bestiales pues es el que la hace de mamporrero. Así
que conseguí una puta vieja del muelle para follara con el negro y la pasaron
muy bien. Les conté que mi burra estaba en brama y el burro necesitaba que lo
ayudaran a aliviarse y se entusiasmó mucho, me dijo que vendrían mañana,
que su mujer se pondría muy contenta y que me acordara de la puta para el
negro, le dije que todo estaría preparado.
--¡Padrino!, ¡te acordaste de que me hacía mucha ilusión follar con negros! —Lo
abrazó y le besó con largamente con su boca que conservaba el sabor y olor de
semen.
-- me parece muy excitante idea, me da mucho morbo que crean que soy una
puta que hace de todo, pero a ver, cuéntame más del negro que trabaja con
ellos, ¿Es de esos grandotes y sucios? —
--Eres muy viciosa, querida, ya sabía que te iba a hacer mucha ilusión, con
relación al negro, ya lo verás mañana, pero te anticipo que es enorme, es algo
viejo pero muy fuerte, y tiene una verga que hasta la puta vieja que conseguí
aquella vez se asustó, ja, ja.
--Y, ¿Les vas a decir que soy la puta más asquerosa que contrataste? —
--Diles que soy muy viciosa y que no le hago ascos a nada—Le dijo Amy con
sonrisa cómplice.
Al día siguiente llegó la pareja de viejos acompañados como siempre del negro
que fueron recibidos por Jaume quien los llevó de inmediato al establo en donde
estaba la pareja de burros.
--¡Que preciosidad de animales tenéis Jaume!, nos la vamos a pasar muy bien,
¿Y en donde está la puta para Xenón?, ya viene muy caliente el pobre hombre,
je, je. No ha visto hembra alguna desde hace varias semanas—
--Voy por ella, no se vaya a sorprender por su juventud, es una putilla jovencita
pero muy viciosa y no pone peros a nada que se le ordene, y si se pone necia le
dan unos fuetazos—
--Justamente viene llegando Don Nemesio, ¡Amy!, acércate puta, que te quiero
presentar a nuestros vecinos, Don Nemesio y su mujer Doña Mercedes y su
trabajador Xenón, vas a ser su esclava sexual este día, ¿De acuerdo? —
--Pero Jaume, ¡si es una belleza esta puta!, te ha de haber costado una fortuna
convencerla que viniera, supongo que ya le habrás explicado todo lo que
hacemos acá, ja, ja, Xenón estará muy contento de comerse este pastelito—
Dijo Don Nemesio viendo al negro que en ese momento estaba montando un
banquillo debajo del burro que estaba ya amarrado.
Los tres invitados y Jaume se desnudaron y Amy no se quedó atrás dejando
estupefactos al viejo Nemesio y su mujer al ver el cuerpo escultural y
adolescente de la chica.
Amy se dirigió hacia el negro, y al llegar frente a él, empezó a besar el torso
desnudo lleno de sudor, langüeteando como si fuera una gatita las secreciones
olorosas del negro, se hincó tomando la gran verga y trató de metérsela en la
boca sin lograrlo, así que se conformó con pelársela y meterse una parte del
enorme glande cubierto de la mantequilla a la que tanto se había aficionado la
pequeña. El negro cerró los ojos y tomó a la chica por la cabeza tratando de
meter más su estaca en la pequeña boca, pero sin suerte, así que le dijo que se
pusiera en cuatro para follarla, Jaume, previendo que no la fuera a lastimar le
untó un poco de grasa en su pequeña almeja, Xenón ya no aguantaba, así que
la invistió de un golpe haciéndola gritar mientras Nemesio y su mujer aplaudían
y le gritaban improperios.
Entonces, Nemesio se acercó con una jarra y le hizo la señal al negro que
separara al burro, al hacerlo salió una gran cantidad de un esperma denso,
amarillento y oloroso que fue depositado en la jarra. Amy, al salir la verga de la
vagina de Mercedes, se lanzó y empezó a chupar la verga del animal que
todavía lanzaba algunos chorros de semen y después de recoger el esperma que
pudo, pegó su boca al coño dilatadísimo de la mujer y empezó a beber todo el
semen remanente.
Amy, sumisamente acercó su cara al culo sucio del viejo y sin ninguna señal de
asco pegó su boca al ojete y empezó a meter su lengua lo más que podía
mientras el viejo gritaba:
--Eres una marrana, pequeña puta, ahora le toca a Xenón darte por el culo, que
es lo que más le gusta je, je, ¿Verdad Xenón? —dijo dirigiéndose al negro el
cual ya había tomado a la joven por el culo haciéndola ponerse en cuatro patas
apoyando sus codos en la tierra.
El negro increíblemente logró meter toda la verga dentro del culo de la pequeña
mientras Mercedes y Nemesio miraban lujuriosamente aquel acoplamiento
desproporcionado. Xenón aceleró su acometida mientras la jovencita en estado
de éxtasis gritaba:
Amy se sintió rebosada de semen y felicidad. Cuando el negro sacó la verga del
culo de la pequeña, este quedó tan dilatado que cabría una botella dentro,
Mercedes al ver el culo de la joven exclamó:
--¡Miren todos ja, ja, tiene el culo que cabría mi brazo entero!, ahora, no te
atrevas a levantarte, te ves muy bien así en cuatro patas como la perra que
eres, tan bien, que se antoja darle unos azotes a esas nalguitas tan apetitosa
ja, ja, ¿no te parece querido que se merece unos cuantos azotes esta pequeña
puta? —Le dijo Mercedes a Nemesio
--¡No te atrevas a levantarte todavía putita, hay que aprovechar ese agujero,
¡Xenón!¡Trae al perro!, que esta perra lo que necesita es otro macho que la
encule ja, ja. —
Amy quedó en cuatro mientras el negro iba a su vehículo y sacaba un perro que
habían traído exprofeso, era un perro enorme casi un gran danés. Cuando lo vio
Amy, no pudo contener un grito de susto.
--Ahora te vas a sentir como toda una perra, ja, ja—Le dijo Mercedes.
Xenón se acercó con el enorme perro agarrado de una correa, el can se acercó
a olisquear el coño de la joven que estaba inundado de secreciones sexuales
que lo excitaban y empezó a empitonarse. El negro le colocó unos calcetines
gruesos en las patas y lo acercó a la cara de la chicuela.
Xenón jaló al perro y le saco la verga entre las patas traseras dejándolo justo
abajo del ojete del animal y lo acercó a la boca de la niña que también se había
calentado ante la vista del enorme pito que aventaba chorros de líquido baboso
y ambarino.
Amy abrió la boca y recibió la verga canina, tratando de metérsela lo más que
podía hasta que le dieron arcadas provocando las risotadas de Mercedes y
Nemesio. Estuvo chupando la verga y recibiendo los chisguetes del líquido pre
seminal por un rato, mientras tanto, Mercedes se acostó debajo de la chica en
posición de 69 con su boca debajo del coño de Amy y empezó a lamerlo
excitando todavía más a la pequeña. Entonces a una orden de Nemesio, el
negro separó al perro de la boca de la pequeña Amy y lo llevó a la parte de
atrás de su cuerpo, el perro, que estaba entrenado en estos menesteres,
inmediatamente se montó en la joven tratando de aparearla, Xenón con mucha
experiencia agarró el cipote de la bestia y lo metió en el culo de la chica, no sin
trabajo, pues el ojete de la niña era muy estrecho para las dimensiones de la
verga del animal, pero fue entrando poco a poco, gracias a la destreza del negro
y a las labores de la lengua de Mercedes, mientras, Amy gemía de dolor y
placer hasta que el perro logró penetrar completamente. Nemesio gritaba como
poseído: ¡Que le meta la bola! ¡Xenón haz que le meta la bola en el culo!, El
negro le dio un empujón al perro que quedó completamente pegado a la
chicuela quien gemía de dolor y placer. Entonces cuando ya estaban
completamente apareados el can se dio la vuelta quedando culo con culo. La
visión de aquel coito bestial hizo que, tanto Nemesio como Jaume, se
masturbaran frenéticamente.
--¡Estoy feliz!, te quiero mucho padrino, has hecho realidad todos mis deseos
más morbosos y mucho más de los que imaginaba—
Al día siguiente Jaume llevó a su ahijada con sus padres, quienes al verla
rebozando de felicidad se deshicieron en agradecimientos hacia él.
Amy se despidió con un abrazo y un beso pidiéndole que la llevara con él en las
siguientes vacaciones.