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TRABAJO DE GEOGRAFÍA Y

MEDIO AMBIENTE

Nombre: Gian Lucca Neirot


Año: 1er año
Tema: Regiones Argentinas
REGIÓN DEL NOROESTE ARGENTINO
INTRODUCCIÓN

La región del Noroeste Argentino (NOA) abarca las


provincias geográficas de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago
del Estero, Catamarca y La Rioja. Cuenta con una superficie
de alrededor de 560.000 km2 y una población de 4.910.000
habitantes, ocupando el 16,7% del territorio nacional y
albergando el 12,24% de su población.
El mosaico de paisajes que presenta la región, cuenta con
variados recursos que han permitido el desarrollo de una
economía mixta, agrícola y ganadera, minera y forestal,
turística e industrial.

La región del NOA, comprende tres subregiones (ambientes) perfectamente diferenciados:

La Puna está formada por un conjunto de mesetas separadas por sierras, generalmente, de origen volcánico. Tiene una
altura media de 3.000 a 3.500 metros sobre el nivel del mar. El sector occidental se caracteriza por los derrames de lava
y por numerosos volcanes de gran altura, actualmente inactivos, como los volcanes Socompa y Azufre.

La Cordillera Oriental, es la continuación de las cordilleras Oriental y Central de Bolivia. Entre cordones montañosos se
encuentran quebradas y valles como la Quebrada de Humahuaca y el valle de Lerma donde se estableció la ciudad de
Salta

Las Sierras Subandinas, se encuentran entre la cordillera Oriental y la llanura chaqueña. Son sierras bajas y paralelas
orientadas en el sentido Nordeste-Sudoeste. La altura máxima es el cerro Ceibal de 2.572 metros.

Estas 3 estructuras se encuentran a distintas alturas sobre el nivel del mar. La altura descendiente de oeste a este de
forma escalonada y las puertas y quebradas erosionadas por los ríos, permiten la comunicación entre los distintos
relieves.
PAISAJES GEOGRÁFICOS HETEROGÉNEOS
Esta región argentina está formada por un conjunto de espacios geográficos
heterogéneos; la desértica Puna, las coloridas quebradas, las Sierras
Subandinas, cubiertas de densa vegetación; y los fértiles valles y planicies
pedemontanas, que constituyen los centros económicos más importantes.
Todos ellos conforman una región con fuertes contrastes físicos, pero de gran
cohesión interna desde el punto de vista cultural porque un alto porcentaje
de su población tiene ascendencia mestiza por compartir el pasado aborigen
y colonial. Las causas principales de los distintos ambientes naturales es la
interrelación entre los diferentes relieves y la variedad de climas.
La Puna
Si bien más arriba en la introducción, vimos a la Puna como subregión, ahora nos adentramos más y la presentamos
como uno de los paisajes heterogéneos del Noroeste Argentino.

La Puna es, una de las áreas más relegadas de nuestro país, no solo por su localización geográfica marginal o periférica,
sino también por las exiguas relaciones con el resto del territorio nacional, debido a su altura media como su extrema
aridez, todo lo cual dificulta el asentamiento de la población, el desarrollo de las actividades económicas y las
comunicaciones.

La población presenta signos de envejecimientos temprano debido al clima árido de la altura con su consiguiente
escasez de oxígeno, a las bruscas oscilaciones terminas diarias de 37°C a 40°C y al fuerte viento del atardecer que afecta
sus rostros. Estas adversidades aumentan durante el invierno con el denominado “viento blanco”, que puede soplar
durante varios días. La vida en la Puna es muy dura, pues a las condiciones climáticas se le adiciona la escasez de agua
potable y la poca provisión de energía eléctrica, a pesar de ser un área apta para el uso de energía solar o eólica.

La minería es la única actividad económica importante, pero a esta se le pueden sumar las producciones como la cría de
llamas con el doble propósito de obtener carne y fibra.

A pesar de tener hermosos paisajes y una increíble luminosidad por la falta de humedad, La Puna no logró consolidar el
desarrollo del turismo por falta de infraestructura y altura, ya que algunos turistas sufren el “apunamiento” o “soroche”
que provoca dolor de cabeza, náuseas y dificultad la desplazarse.

Valles
Los valles son amplios y de suave pendiente, porque fueron rellenados por los sedimientos aportados por los rios.
Constituyen las areas mas densamente pobladas de la region, y en ellos se localizan las ciudades mas importantes como
Salta, en el valle de Lerma, y el San Salvador de Jujuy, en el valle de Jujuy. El clima subtropical y las escasas heladas
favorecen el desarrollo de la agricultura comercial de alta calidad, en la que se emplean metodos intensivos, moderna
tecnologia y riego. Los más conocidos son el Valle de Lerma en Salta, el de Jujuy, los Valles Calchaquíes y Campo Santo.

En lo economico, el valle de Lerma es el mas importante, pero tambien se destacan por su produccion los de Jujuy,
Campo Santo, del rio San Francisco y los valles Calchaquies; allí, se producen cultivos industriales como caña de azucar y
tabaco; también, en un espacio agroindustrial en los Valles Calchaquies favorecidos por las condiciones naturales, se
obtienen excelentes vinos de elevada graduacion alcoholica, como el torrontés.

Quebradas
Se encuentran en la Cordillera Oriental. Son valles angostos y alargados, con terrazas fluviales originadas por la erosion
de los rios. En las terrazas mas elevadas se cultiva forrajes y hortalizas para el consumo local. Las quebradas más
importantes son la de Humahuaca y la Santa María-Guachipas, a estas ultimas las confluyen las quebradas Del Toro y
Calchaquí.

Las quebradas son importantes ya que se utilizan como vias naturales de circulacion, esto es así, porque hacia las
grandes quebradas convergen otras menores, con gran pendiente, que descienden desde la Puna y permiten
comunicación entre ésta y los valles de la Cordillera Oriental. El lecho de las quebradas esta formado por material de
acarreo fluvial, ya que en la estación lluviosa (verano) descienden grandes aluviones de barro y piedras que cortan las
vías de comunicación.

La Quebrada de Humahuaca se encuentra en la provincia de Jujuy, se extiende desde la localidad de Tres Cruces hasta
las cercanias de San Salvador de Jujuy. Esta quebrada está estrechamente relacionada con la historia argentina porque
fue el camino del aborigen en la epoca precolombina, por ella ingresaron los conquistadores provenientes del Alto Perú,
y en los comienzos del siglo XIX fue el ambito donde tuvieron lugar numerosos combates librados en la guerra de la
Independencia y en luchas civiles. Actualmente, es recorrida por la ruta nacional 9. Y sin dudas que su rasgo más
caracteristico es el extraordinario colorido que ofrecen las laderas de los cerros, como los denominados Siete Colores y
Paleta del Pintor, es el resultado de complejos procesos geologicos y de la accion de los agentes externos,
particularmente producto de la erosion causada por las fuertes lluvias estivales. Casi todos los pueblos se encuentran
alineados a la orilla de la ruta, y algunos coinciden con las antiguas estaciones ferroviarias, como las localidades mas
pobladas que son Humahuaca y Tilcara, ambos son centros administrativos, de servicios y con importante actividad
turistica.

La quebrada de Santa María-Guachipas, tiene como rasgo caracteristico ariscas de color rojo vivo, en las cuales el viento
y las escasas lluvias gerenciales tallaron caprichosas formas que semejan torres y castillos; está recorrida por la ruta
nacional nro. 40, que establece la comunicación entre el NO y las Sierras Pampeanas, a través de la prov. de Catamarca.

Valle de Lerma
Sierras Subandinas
Las Sieras subandinas se encuentran al este de la Cordillera Oriental. Sus encadenamientos son bajos y alargados, con
cumbres agudas debido a la intensa erosion de las lluvias y de los rios en un relieve joven que se origino durante el
plegamiento andino. Se tratan de pliegues simples que se continúan en el subsuelo profundo de la llanura chaqueña.

Las sierras estan cubiertas por la selva tucumano-oranense, con arboles de madera valiosa como cedros, nogales y
lapachos. Se crearon los Parques Nacionales Baritú, calilegua y El Rey para proteger este ecosistema que está
desapareciendo por el desmonte impulsado por el valor de las maderas y utilizacion de las tierras para agricultura.

El clima y la altura dan origen a distintos pisos de vegetación:

a) Selvas Pedemontanas, calientes y húmedas con predominancia de especies arbóreas como la “tipa blanca”, el “cebil”,
“pacará”, “tarco”, “jacarandá”, “lapacho rosado”, y “viscote”

b) Selva Montana, templado-cálida y húmeda, dominada por “laurel”, “horcomolle”, “cedros y “nogal criollo”.

c) Bosque Montano, templado (con heladas invernales frecuentes) y húmedo, dominado por “aliso”, “pino del cerro”, y
“nogal”

d) Pastizales de Altura, templado-fríos y subhúmedos, que alternan con manchones de bosque montano y arbustales y, a
mayor altitud, conforman comunidades herbáceas puras.

El clima en esta subzona se caracteriza por precipitaciones que oscilan entre los 400 y los 900 mm anuales. La zona se
sitúa por encima de los 500 metros de altitud, aumentando la humedad y disminuyendo la temperatura con el aumento
de altitud. Es muy importante lo que ocurre con las masas de aire húmedo que vienen desde el este, del anticiclón del
Atlántico Sur, ya que cuando llegan a las Sierras subandinas, se elevan, condensan la humedad, precipitan, y luego
siguen como vientos secos. Es por esta causa que la Puna y la Cordillera oriental tienen clima árido.

ECONOMÍA
La región del noroeste argentino se destaca por su agricultura, la misma se especializa en los cultivos subtropicales como
ser:

- Caña de azúcar

- Tabaco
- Horticultura

- Frutas tropicales

En lo que concierne a la actividad industrial, se especializan en el proceso de transformación de productos mineros y


agropecuarios. Entre los recursos minerales se destacan:

- Azufre

- Hierro

- Plata

- Plomo

- Petróleo

- Gas

La cosecha y la elaboración del azúcar dan lugar a un importante impulso como es el caso de la provincia tucumana. Los
cultivos más acentuados en la región son:

- Tabaco

- Porotos
- Caña de azúcar

Debido a las específicas características climáticas sumado a falta de aparición de plagas, la región del noroeste se
caracteriza por su destacada producción de frutos como ser el caso de:

- Mango

- Palta

- Mandarinas

- Naranjas

- Limones

- Pomelos

El cultivo de la vid también cumple un papel fundamental, dando origen a una industria vitivinícola muy acentuada.
Asimismo en esta región podemos obtener productos de una gran calidad como ser:

- Higos

- Nueces

- Aceitunas

- Pasas de uva

La producción vitivinícola de las provincias de Salta y la Rioja han alcanzado un reconocimiento mundial.

En la provincia Salteña, en el Municipio de Cafayate, se encuentran viñedos con cepas tintas como: - Cabernet Sauvignon

- Torrontés Cafayate

- Chardonnay
Vimos como la economía del noroeste argentino es bastante variada, pero estas actividades generan problemas
ambientales. El desmonte de selvas y bosques degrada estos biomas y pone en peligro a distintas especies de plantas y
animales. El monocultivo (especialmente el de la alóctona soja desde los 1990 además de grave y acelerada
deforestación) provoca el agotamiento y la degradación de los suelos.

La economía en los paisajes heterogéneos en el noroeste

La Puna: La actividad productiva predominante es la ganadería extensiva de tipo pastoril, consistente en la cría de
ovinos, caprinos y llamas principalmente, y de mulas, burros y vacunos en menor importancia. La agricultura es una
actividad de subsistencia relegada a pequeños oasis, zonas protegidas con disponibilidad de agua.

Los Valles: Es muy importante la producción de caña de azúcar y tabaco. En los Valles Calchaquíes predomina la
producción de viñedos. Además la citricultura es de importancia, destacándose la producción de limón. Los pequeños
productores combinan cítricos con la producción de hortalizas y en general los venden en el mercado interno. Los
medianos y grandes productores tienen mayor acceso a tecnología y en la diversificación productiva incorporan
legumbres y frutas exóticas (paltas, mangos, guayabas, etc) destinadas a la exportación. Asimismo se destacan poroto y
soja. La horticultura en la zona de los valles está orientada a la obtención de primicias, especialmente de tomates,
legumbres y pimientos. En las zonas de los valles además se producen cultivos aromáticos tales como menta, cúrcuma y
citronella.

Las Sierras Subandinas: En esta zona se destaca la producción de llamas de doble propósito: carne y fibra. El 50% de los
suelos son de aptitud ganadera con diversos tipos de limitaciones y el resto son de aptitud forestal con diversas
restricciones, en general bien provistas de materia orgánica. Las actividades predominantes son la ganadería y la
extracción forestal para leña, carbón y madera. En relación a esta última las principales especies que se utilizan son:
curupay, cedro coya, quina del monte, lapacho rosado, nogal criollo y tipa blanca, etc.

La agricultura
Esta actividad de vieja raigambre en el ámbito del Noroeste, se basa en cultivos industriales de tipos subtropical. El mas
difundido es el de la caña de azúcar. Se realiza en el piedemonte tucumano del Aconquija y en los valles de Lerma y San
Francisco.

En Tucumán se encuentra alrededor del 70% de la superficie cultivada con caña de azúcar del país. Jujuy participa con el
16% y Salta con el 7%, es decir que en el Noroeste se encuentra más del 90% de la superficie nacional para ese cultivo.
Los rendimientos de caña por hectárea cultivada son muy dispares.

En Tucumán, donde se presentan problemas de heladas, de minifundio (existen numerosas explotaciones con menos de
2 ha) y de escasa difusión del riego, ya que solo un 10% del área cañera dispone de el, los rendimientos promedio son de
40 tn de caña por hectárea. En Jujuy y Salta se cuenta con climas mas apropiados por la casi total ausencia de heladas y
la disponibilidad de riego para casi el 100% de la superficie cultivada, de modo tal que los rendimientos están alrededor
de 76 tn/ha. Similar diferencia se aprecia en los rendimientos de azucar por tonelada de caña. Salta y Jujuy superan
normalmente el 11% mientras que en Tucuman no pasan del 9%. Esto significa rendimientos netos de azucar superiores
a los 8.000 para Salta y Jujuy y de solo 4000 kg/ha para Tucuman.

El bagazo se utiliza como combustible y para la fabricacion de papel, carton y tableros aglomerados; de los restos no
cristalizables en forma de azucar, denominados “miel de caña”, se obtienen alcohol y levaduras.

Se introdujeron nuevos cultivos, como citricos y hortalizas, y se apoyó la diversificacion industrial.

El tabaco es un cultivo de antigua existencia en la zona, se lo encuentra en el sur de Tucuman y en los valles de Lerma y
Jujuy, donde se dan excelentes condiciones ecologicas. Las variedades criollas son reemplazadas por tabacos rubios del
tipo Virginia o Burley, estos cultivos se realizan en pequeñas y mediana explotaciones, y las provincias del NOA ocupan
los primeros lugares en producir este tabaco en el país. El noroeste participa con cerca del 64% de la superficie cultivada
con tabaco en el pais y alrededor del 70% de la produccion nacional.

La vid es un cultivo tradicional en los Valles Calchaquies. El centro productor es Cafayate, donde están instaladas las
grandes bodegas. Los valles Calchaquies tienen condiciones ecologicas excepcionales para su cultivo: alta heliofania y
escasas lluvias, que permiten obtener vinos de elevada graduacion alcoholica. Se cultivan, además, esenciales y
pimientos, destinados a la produccion del pimentón. En los mismos valles se desarrolla la horticultura, orientada a la
obtencion de primicias, especialmente de tomates y pimientos.

La fruticultura se concentra en los valles calidos. Se destacan la produccion de citricos, paltas y bananos. Otro cultivo en
continua expansion es el de las leguminosas, especialmente porotos y garbanzos, de los cuales se registra una
exportacion creciente.

Las transformaciones ocurridas en el espacio agrario del noroeste han impactado a las poblaciones residentes. El campo
se ha vuelto un mercado activo de maquinaria; se expande el espacio organizado y se fomenta la modernización de las
industrias que utilizan la materia prima. La modernización presentativa en la región se cumple en el ámbito azucarero,
en el frente tropical en las Sierras Subandinas y planicies conexas, en algunos valles altos. La ampliación de los cultivos
de caña de azúcar han sido incentivada en los últimos años, con la fabricación del alcohol anhidro; la de la soja en base a
las demandas del mercado interno y sobre todo, del exterior, así como la del poroto y del trigo; en el tabaco por la mejor
ordenación técnica y financiera y últimamente, en los cultivos de bananos y hortalizas. La transformación agraria
fomenta además la dispersión de la población y su reordenamiento: flujos de jornaleros, de terratenientes, de
empresarios agropecuarios que se intensifican y se expanden. La producción agrícola de los años 1979-80 ha sido en los
cultivos industriales, de 12.206.500 toneladas; en cereales y forrajeras 709.900 toneladas; en hortalizas 1.900.000
toneladas, y en frutas 570.000 toneladas.

La participación del Noroeste en la producción nacional ha sido en los cultivos industriales: del 46% del algodón; el 97%
de la caña de azúcar; el 100% de mandioca; el 99% del tabaco rubio y el 8% de soja. En cereales y forrajeras la
participación ha sido la siguiente: el 16% de alfalfa; de arroz el 40% ; maíz 31,3% y sorgo el 6%. En hortalizas y frutas y
mencionando solo las mas importantes, participa en la producción de porotos secos con el 97% ; con el 60 a 69% en
batata, zapallo, melones, pimiento; mientras que aportan el 100% de la producción de banano, el 91% de limón, el 75%
de naranjas y el 70% de pomelo.

La mineria
La región Noroeste de la Argentina (NOA) aporta el 48,2% del valor agregado en la producción minería nacional total,
comprendiendo las provinvcias de Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Por lo tanto, es la
región que más actividad y valor agregado presenta dentro de esa industria.

El Noroeste cuenta con importantes recursos mineros. La cuenca petrolifera Salteña o de Gondwana está relacionada
con las Sierras Subandinas.

El petroleo y el gas se encuentran a gran profundidad, siempre a mas de 3.000 metros. La explotacion se inicio en 1926
en Tartagal. A partir de 1951, con el descubrimiento de los yacimientos de Campo Durán, la produccion registra un gran
incremento y, en 1969, se acentua con los yacimientos de Caimancito, en Jujuy.

El hierro tiene una gran importancia en la economia del Noroeste. Los yacimientos de Zapla se explotan en dos
horizontes: 9 de Octubre y Puesto Viejo.

En Salta se encuentran los yacimientos de Unchiné, aun sin explotacion. En esta provincia, se obtiene urania en la mina
Don Otto

Los minerales de plomo, plata y cinc, se extraen del yacimiento El Aguilar, en Jujuy, situado a 5.000 m de altura. El
mineral extraído es triturado y procesado en una planta de concentracion mediante flotación, obteniendose los
concentrados de cinc, plomo y plata. El plomo y la plata, son exportados.
En la Puna, se extrae estaño y plata de la mina Pirquitas y, además, se explotan boratos, destinados a las industrias de la
ceramica, vidrio y farmaceutica.

En la Puna, se encuentran las mayores reservas mundiales de sales de litio, mineral que es considerado como el
combustible del futuro, pues produce energia por fusion de sus atomos, la energía producida así es de alto rendimiento
y no es contaminante.

En la Puna, los cursos de agua temporarios transportan gran cantidad de sales en disolución, provenientes del lavado de
rocas volcánicas, que se acumilan en el fondo de las depresiones y originan los salares y las salinas. La produccion de
boratos, extraidos de los salares se reactivo a partir de 1995 con la planta de Loma Blanca en el departamento de
Susques y constituye el principal salar y planta donde se desarrolla el primer paso de la industralizacion, el
procesamiento termine en Palpalá. La mayor parte es exportada a Brasil y la Union Europea, el resto queda en la
Argentina y es utilizada para la industria de la ceramica y para la obtencion de boratos refinados y acido borico. En la
salinas se obtienen sales de cloruro de sodio aptas para el consumo humano.

El turismo
El Noroeste encierra numerosos atractivos paisajisticos y culturales.

Los primeros van desde la austeridad imponente de la Puna y la cordillera Oriental hasta la magnificiencia de la selva
subtropical serrana. Las zonas mas visitadas son las quebradas de Humahuaca, Santa María-Guachipas y los Valles
Calchaquíes, por su colorido y morfología.

Allí además, se encuentran pequeños pueblos en los que parece haberse detenido el siglo XVII, y en los cuales se
conservan edificios historicos, generalmente religiosos, como las iglesias de Tilcara, San Carlos, Cachi, Tumbaya y Yavi.
Las distintas conmemoriacione religiosas dan lugar a festividades de gran contenido folklorico.
Mencion especial merece el acceso a San Antonio de los Cobres, mediante el ex ferrocarril General Belgrano, que
asciende por la quebrada del Toro; su trazado ferroviario debió superar una de las más grandes dificultades topograficas
del mundo. Esto se confirma si tenemos en cuenta las obras que hubo que realizar a partir de la ciudad de Salta: 33
puentes, 13 viaductos, 11 tuneles, 2 rulos y 2 zig-zags. En la actualidad, con las mejores vuales, los valles subtropicales se
incorporan a las corrientes turisticas.

En el Noroeste tambien se encuentran los Parques Nacionales de Baritú y Finca El Rey, en Salta, de dificil acceso.
En las quebradas se hallan numerosos restos de pueblos prehispanicos motivo de importantes estudios arqueologicos,
antropologicos y restauraciones, como los pucaráes de Tilcara, Tolombón y Santa Rosa de Tastil.

Economia de subsistencia
Ya vimos los principales motores de la economia del noroeste argentino, pero ahora nos toca poner en contexto una
problemática evidente de la region, y son las practicas de una economia de subsistencia en la sociedad.

Tres áreas muestran la importancia del pequeño productor como grupo social: la Puna y sus bordes, la Quebrada de
Humahuaca, y los Valles Calchaquíes. En estas zonas, la población rural, compuesta por pequeños productores, conserva
una economía de subsistencia, donde alternan el trabajo en sus parcelas - cultivadas con hortalizas, flores, vegetales
frescos o papas y quinoa- con la ganadería nómada y el trabajo asalariado en la zafra azucarera. Gran parte de estos
pueblos, en especial los de la Puna, quedaron prácticamente deshabitados por la emigración de sus pobladores. Este
sector campesino buscó modernizarse, aunque con fuertes limitaciones debido a la complejidad de los sistemas de
industrialización y comercialización.

Emprendimientos turísticos, la explotación petrolera y la actividad minera conviven en este contexto, entremezclándose
lo tradicional y lo moderno, de modo que la Región presenta profundos contrastes y desequilibrios sociales, económicos
y territoriales.
En la Puna, el aumento del desempleo por el cierre o la reduccion de personal en las minas, hace que los varones,
principalmente los jóvenes, emigren por varios meses a los valles o al piedemonte tucumano como “trabajadores
golondrinas” para las cosechas. Las mujeres y los niños se edican al pastoreo de llamas, vicuñas, ovejas y cabras, con
cuya lana, hilan y tejen en rudimentarios telares para producir sus ponchos y mantas.

En la Quebrada de Humahuaca se pueden encontrar muchos casos en donde las familias realizan cultivos de subsistencia
como maíz, trigo y cebada, y además, cuentan con algunas cabezas de ganado ovino y caprino.

Para combatir esta historica problemática en el NOA, se formaron organizaciones de pequeños productores a lo largo y
ancho de la region, como por ejemplo: Cooperativa Campo Herrera, MOCASE o Cauqueva

Para interiorizar un poco más el tema de la economía de subsitencia que se da en el noroeste de la Argentina, dejo el
link de este excelente texto explicativo sobre el tema: file:///F:/usuarios/alumno/Descargas/13402-
Texto%20del%20art%C3%ADculo-35752-1-10-20160217.pdf
Mapa de trabajadores por cuenta propia en la región, generalmente trabajadores de la poblacion agricola.
Mapa de la Agricultura Familiar
Pobreza y grandes contrastes en el nivel de desarrollo alcanzado economico y social
El deterioro generalizado de la situación en el ámbito rural lleva a que un número cada vez mayor de jóvenes acosados
por la falta de oportunidades, emigre de sus lugares de origen a los centros metropolitanos en busca de nuevas
alternativas de inserción. Al ser los centros urbanos argentinos incapaces de absorber la mano de obra migrante se
generan bolsones de pobreza y aumentan los índices de desigualdad en la región. Al mismo tiempo, las regiones
expulsoras de mano de obra van quedando desiertas por la falta de proyectos productivos y poblaciones estables,
generando los llamados “pueblos fantasmas”

Esta particular distribución de la población del Noroeste puede explicarse en parte por el hecho de que una vez
superado el estado de una economía de subsistencia, el espacio humanizado se ha organizado en base a economías mas
evolucionadas con estructuras socio-profesionales mas complejas, generando un mosaico de paisajes, como ser los
gestados en torno a la actividad azucarera, al tabaco, a los cultivos mixtos, a las hortalizas, al banano, etc., consecuencia
de la diversidad de condiciones naturales, de las mayores o menores supervivencias y modalidades prehispánicas e
hispánicas, de transformaciones de los circuitos comerciales de carácter regional, nacional e internacional, causas que
determinaron no solo las desiguales presiones demográficas, sino también el desigual desarrollo económico de cada
paisaje. Además del crecimiento de la población regional y en su particular distribución, se debe consignar la acelerada
urbanización de la misma, aunque con desiguales intensidades en distintas zonas de la región, fenómeno poco positivo,
ya que incide en la macrocefalia de las ciudades capitales de provincia y en la intensificación del éxodo rural, a raíz de la
concientización de esa población a ciertas ventajas de la vida ciudadana .La dinámica interna y externa de la población
se sensibiliza a esta situación. El Noroeste se urbaniza mas de lo conveniente, rompiéndose el equilibrio que debe existir
entre la población productora de ambos sectores.

En el presente, la población no emigra de la región como en otras épocas, sino que los movimientos poblacionales se
producen mayoritariamente hacia los centros urbanos más grandes o las ciudades capitales de las provincias que la
componen. En Jujuy, donde la producción de azúcar se realiza en grandes explotaciones, la reorientación del proceso de
producción dio como resultado una alta desocupación y una acelerada migración a las áreas urbanas. Entre 1991 y 2001
es interesante observar la existencia de una cierta “municipalización”, que se traduce en mayores transferencias para
asistencia social y planes de vivienda que terminan haciendo que el poblador rural se arraigue en los centros urbanos. A
este proceso se le suma la oferta laboral y los “beneficios” ofrecidos por las empresas mineras. En cuanto a la situación
de vivienda y necesidades de la población todo el NOA presenta porcentajes altos de NBI1 si se los compara con el
promedio nacional que se ubica en 17,7% en el 2001, según estadísticas del INDEC. Teniendo en cuenta indicadores de la
población agrícola para evaluar el grado de diversificación económica y el peso del agro en el conjunto de las
ocupaciones departamentales, apenas seis son los departamentos en los cuales la población agrícola supera el 50,6%).
Siguiendo a la misma fuente los trabajadores asalariados son muy importantes en todo el NOA, ya que constituyen la
mayoría de la estructura social con el 63% de la población inserta en la rama agrícola. La población agrícola asalariada se
encuentra ubicada en zonas con desarrollo agroindustrial tradicional (azúcar, tabaco, cítricos), así como también se
vincula a cultivos nuevos como la soja (INTA, 2010). Del total de hogares con integrantes de comunidades de pueblos
originarios casi el 24% presenta NBI. La degradación del medio ambiente, el empobrecimiento de los suelos, la escasez
de agua, la asistencia médica insuficiente, la carencia de medios de transporte y comunicación y los servicios educativos
deficitarios, se suman al incremento de las tensiones por el reconocimiento de sus derechos a la propiedad de la tierra,
que los enfrentan a los ganaderos y agricultores criollos, y hacen la convivencia insostenible en muchos casos.
Mapa de la proporción de la población con N.B.I
Gran cohesión cultural
Los modos de vida del poblador, sus costumbres, creencias y ritos, el culto a la madre tierra “la pachamama”, sus formas
de ocupación y explotación del territorio, y economía de pastoreo y agrícola; su música, comidas y artesanías, y su saber
construir basado en el conocimiento de una tecnología ancestral.
Hoy, los poblados rurales, sobre todo los de la puna, alejados de las influencias de la “modernidad”, de las nuevas
tecnologías de comunicación e intercambio comercial, de la industrialización y de la tecnología de nuevos materiales,
con degradadas rutas de comunicación y marginados de las economías nacionales y provinciales, han conservado casi
íntegramente sus caracteres originales, llegando a presentar relativas innovaciones en las técnicas y modos de construir.
En este marco se favoreció la conservación de la herencia cultural en sus distintas manifestaciones.

Pero esta realidad ha comenzado a experimentar cambios en los últimos años; por un lado, el sentir del hombre urbano
que prejuzgó a la tecnología de tierra como precaria, marginal y que motivó en el poblador el rechazo de este material
“antiguo” por otros modernos y, por otra parte, la búsqueda de revalorización y reconocimiento de un pasado cultural y
de una vida más tranquila en convivencia con el paisaje natural, están provocando una intensificación del turismo y de
su infraestructura -viviendas de vacaciones, hostales, restaurantes y locales de comercio, etc. Como consecuencia se
está generando una transformación del paisaje arquitectónico vernáculo, cuyo resultado es variable. De las muchas
nuevas construcciones, algunas son imitaciones de arquitectura colonial y otras no tienen nada que ver con la
arquitectura del sitio. Asimismo, cuando se remodela y se construyen edificios con tierra, generalmente se interviene sin
tener el suficiente conocimiento tecnológico del material, sin considerar sus cualidades y sus limitaciones. Se está
afectando, en muchos casos, poblados con más de 200 años de historia y de arquitectura.

El Noroeste Argentino, históricamente, asiento de los pueblos agro-cerámicos, fue por su posición geográfica el lugar de
paso e intercambio económico y cultural, entre sus pobladores y las altas culturas andinas del norte -Bolivia y Perú-.
Antes de la llegada de los españoles, a mediados del siglo XVI, fue la región más poblada y de mayor desarrollo cultural.
Formó parte del imperio de los incas y sin duda su influencia dejó su impronta en la región; prueba de ello son los
vestigios encontrados en la puna, valles y quebrada.

La arquitectura del siglo XVII y XVIII fue el resultado de un proceso de aculturación en el que interactuaron tres factores
fundamentales: el poblador nativo con su saber hacer; el español con su saber arquitectónico y el medio natural en
donde se desarrolló. Como en toda América, la expresión arquitectónica en el NOA tuvo influencia de las
manifestaciones predominantes en Europa, pero fue la cultura constructiva tradicional de los pueblos autóctonos la que
marcó el desarrollo y la expresión características de las construcciones en los poblados y en las áreas rurales de la
región. La tierra, la piedra y la madera fueron los recursos utilizados en su materialización durante los primeros períodos
históricos de la Argentina; materiales y técnicas constructivas elementales que dieron apropiada respuesta, formal y
constructiva, a las condicionantes del medio: viento, sol, lluvias, y sismos; como así también a una realidad contextual,
social y económica. En efecto, el conocimiento de la tecnología de construcción con tierra que fue determinante en la
configuración y materialización de la arquitectura definió una identidad propia, cuya simplicidad y pureza volumétrica,
derivadas de la sencillez de la técnica empleada, estamparon la calidad y cualidad de la arquitectura popular. Las
construcciones ejemplares con tierra de carácter patrimonial, que datan de los siglos XVIII y XIX, y que perduran en las
provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, son básicamente las iglesias, las viviendas de los cascos de haciendas y
los innumerables conjuntos residenciales en centros poblados que constituyen el rico bagaje de la arquitectura
vernácula. La tecnología de la tierra, genera como resultante una construcción simple, de muros anchos, de baja altura y
techos planos, en armonía con el entorno. La iglesia, de volúmenes puros y fachadas simples, que se caracteriza por su
unidad, puede estar a escala del poblado, pero por su emplazamiento, su volumetría, la altura de sus torres-
campanarios y a veces el color de sus muros, marcan la monumentalidad del edificio destacándose sobre la silueta del
pueblo.
En este marco, el NOA se destaca tanto por su valor histórico como por su paisaje natural y cultural, donde los pueblos
con su arquitectura y la vida del hombre del campo, definen su identidad. Uno de los valores que surge como principal
referente en la región es el patrimonio arquitectónico: los pueblos con sus calles, casas e iglesias, y el elemento
contenedor de la arquitectura, el espacio natural. El poblado, incorporado a la geografía y al paisaje, se constituye en el
lugar de pertenencia física, social, económica y cultural del hombre rural

Los habitantes nativos de la Puna son los kollas o collas, herederos de viejas costumbres prehispánicas. Hoy en día se los
llama "coyas". Antes de la conquista española, Jujuy pertenecía al área de influencia cultural del incario, por lo que sus
rasgos culturales guardan similitudes con los de Bolivia y Perú. En Jujuy habitaban los indios omaguacas, constructores
de pucarcas (refugios contra invasores), como el de Tilcara. En la actualidad la lengua quechua se conserva junto al
español. Gran número de habitantes son bilingües. Numerosas expresiones de los indígenas del Noroeste se han
incorporado al habla del país como vocablos corrientes. Así ocurre con las palabras changa (trabajo esporádico) poncho,
poroto, y chancha.

Han conservado actividades tradicionales, formas de vida rudimentarias, por lo que quedan sin centros de gravedad
complementarios que lo puedan incorporar a la economía regional, quedando por lo tanto marginadas y, en
consecuencia, la influencia de la región se ejerce a través de la absorción de mano de obra, como sucede en el Este de la
planicie salteña, con los indios Matacos, Tobas, Charotes, Chiriguanos, que arriban y regresan en sincronización con la
zafra azucarera (hoy excepcionalmente); la recolección del tabaco y del poroto, de modo tal que no se incorporaran
permanentemente al trabajo; o el caso de los "coyas" bolivianos, cuya área ocupacional llega hasta el sur de la provincia
de Salta y en los últimos años hasta la misma provincia de Tucumán y que, en un 15% , quedan incorporados a la
población residente en ella: o en la zona Sur de la región que provee de mano de obra las áreas más desarrolladas del
noroeste o de otras regiones vecinas, y, en fin, las migraciones internas en la región incorporados al trabajo industrial,
elemento ordenador y civilizador de las áreas de cultivos industriales.

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