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HISTORIA DE LA

CORRUPCIÓN EN EL
PERÚ

CAP 6: Asaltos a la democracia, 1963-1989

DOCENTE:ELUTERIO RONALD PAUCAR SUPO


INTEGRANTES:
-HILASACA MAMANI , CARLOS EMILIO STEFANO 2019-103049
-MAMANI QUENTA, ANGELINE NICOLL 2021-129042
-HERRERA CHAMBILLA, DAYANA TIFANNI 2021-129055
-RAMIREZ MENDOZA, SEBASTIAN ANDRE 2021-129028
-LUNA SERRANO, JAIR ANDRE 2021-
129058
-RAMIREZ APAZA, KLAUS IVANOV 2021-129060
-LOPEZ PILCO , ROGER JESUS 2021-129057
Las promesas de Belaúnde
EL CANDIDATO REFORMISTA

JUNIO DEL 1963


Reforma agraria
piloto en el valle
PDC
de La
Convención
GRANDES CONFLICTOS
EL PROBLEMA EL DEBILITAMIENTO Y LA
CON IPC POSICIÓN POLITICAMENTE
DEPENDIENTE DE BELAUNDE

Esta solución unilateral al dilatado el entendimiento implícito entre Belaúnde y los militares
problema con la IPC formaba parte de fracasó sin lograr contener la trayectoria sinuosa y
desestabilizadora del APRA, partido que en el pasado
dogmas nacionalistas desarrollados desde
había intentado repetidamente penetrar e influir entre
1959 por ideólogos de izquierda que la oficialidad militar.
influyeron en las estrategias el respaldo inicial que las fuerzas armadas le brindaron a
intervencionistas «reformistas» del Belaúnde dio a los apristas una justificación histórica
Centro de Altos Estudios Militares para oponerse duramente a su gobierno y a su programa
(CAEM) de reformas urgentemente necesarias.
ACONTECIMIENTOS
La coalición APRA-UNO se opuso a el gobierno de Belaúnde,
obteniendo una mayoría en el congreso.
Eligió a mas ministros militares para ocupar puestos claves de
su gabinete .
Problema de el proyecto de desarrollo en la cuenca del Mantaro,
El escándalo del contrabando

Rutas Internacionales Peruanas S. A. (Ripsa),


perteneciente al área de carga peruana.
protagonizó varios escándalos referente al
contrabando dañaron así la imagen del gobierno
belaundista y de las fuerzas armadas

Una comisión multipartidaria del Congreso,


encabezada por el diputado aprista Vargas Haya,
fue formada para investigar el contrabando que
implicaba a funcionarios del gobierno, a
empresarios civiles y a la policía aduanera.
La intensificación del escándalo de
contrabando se dio cuando el senador
Cornejo Chávez se refirió a un informe
oficial de julio de 1965 . Dicho documento
revelaba que varios ex-oficiales de la
marina habían participado en un extenso
contrabando a bordo de naves de la
Armada Peruana

La Policía de Investigación Peruana (PIP),


también se vio involucrada en los
escándalos de contrabando
«Revolución» militar

Luego del golpe de estado en contra de Belaúnde, las


tropas del ejército confiscaron y saquearon las oficinas y
evidencias documentales de contrabando.
Juan Velasco
Alvarado (1968-1975)

Vargas Haya escribió libro con el fin de publicar


evidencia contra los militares, sin embargo la
policía se encargó de confiscar y destruir su
primera edición por mandado de Velasco A.,
no fue hasta que él dejó la presidencia cuando
Haya publicó la segunda edición.
Vargas Haya sostuvo que los
militares tenían dos objetivos:
enterrar evidencia que los involucra
ellos y a Velasco en el escándalo del
contrabando y evitar que el APRA
llegue al poder.

Se inició una campaña de “moralización” en 1968 para


desprestigiar las instituciones democráticas y exfuncionarios civiles
del gobierno anterior, además atacarlos por supuesta
incompetencia, enriquecimiento ilícito y robo.
Velasco tomó medidas duras para neutralizar las críticas de los
periodistas hacia la integridad de su política,sin embargo perdonó
amistades involucradas en el contrabando.
El gobierno militar asumió poderes legislativos y judiciales. Así
también dominó a la marina y a la fuerza aérea.
Surgió la izquierdista “generación terremoto” de coroneles y
generales, decididos a implementar radicales reformas
estructurales, quienes contaban con civiles de izquierda como
asesores, de los cuales algunos recibieron fondos del
gobierno cubano para deteriorar la democracia peruana e
influyeron en la opinión pública a cambio de diversos bienes.
Se brindaba empleo y favores a quienes compartían su
ideología resaltaba el patronazgo y corrupción. Algunos
personajes beneficiados por dichos favores fueron Vladimiro
Montesinos, León Velarde y el cuñado del presidente Velasco.

Se dieron deformaciones institucionales como la


reestructuración de la organización del estado,
desconfianza hacia el poder judicial, el sector
pesquero y la productividad agrícola se vieron
afectados, ineficiencia en la mayoría de empresas
estatales y obstáculos para la prensa libre en su
lucha contra la injusticia, abusos y corrupción.
Morales no logró cambios
El régimen militar tuvo tanto el significativos durante su gobierno,
poder judicial como a los medios ejerció un poder autoritario. El
de comunicación a su favor, régimen militar dejó legados
limitando así el descubrimiento de dañinos como el descuido del
sus actos de corrupción. El temor desarrollo de la infraestructura y
a represalias calló muchas voces. seguridad, aumento de
Los militares fueron privilegiados contrabando y deudas. Belaunde
con gollerías, la compra de armas volvió al poder en 1980 en un
y materiales del extranjero, lo que contexto de escalada del
trajo consigo el crecimiento terrorimpo y narcotráfico, grandes
Se dieron escándalos por deudas y un dilema hacia el trato
evidente del ingreso ilegal de
malversación en empresas con los militares.
importaciones prohibidas.
estatales, lo que provocó
deudas en el Estado, varios
funcionarios que ocupaban
puestos importantes, a
fueron arrestados, así como
allegados a Velasco cuando
Morales Bermudez asumió
el poder.
Negligencia benigna

El orden democrático inaugurado


en julio de 1980.

Belaúnde fue elegido por una mayoría respetable y


Acción Popular, aliado del PPC, consiguió la mayoría
en el Congreso. Belaúnde prometía una renovación
democrática acompañada por ambiciosos proyectos
públicos, no obstante, los serios problemas que
planteaba una transición incierta y difícil.
Al inicio de su gobierno, Belaúnde no se dedicó a una
campaña de «moralización» ni tampoco inventario las
adversas condiciones financieras, sociales e institucionales
que había heredado. Además, Belaúnde estableció un
acuerdo pragmático con el general Rafael Hoyos Rubio, el
más alto oficial militar que tuvo lazos orgánicos con el ex
régimen de Morales Bermúdez. Este pacto de un modus
vivendi con los militares tuvo serias consecuencias políticas y
económicas en los años siguientes.

Bajo el lema liberal de «trabajar y dejar trabajar» Belaúnde fue


asistido por un equipo de tecnócratas denominado «Dinamo» y
encabezado por Manuel Ulloa, a dio inicio a un intento
inconsistente de liberalizar el comercio, privatizar las empresas
estatales y promover la inversión extranjera. Belaúnde dio
libertad de acción al grupo Dinamo.
La luna de miel del gobierno de Belaúnde había
terminado para finales de 1982. Diversos factores
contribuyeron a la catastrófica erosión de su respaldo
político. La recesión internacional y la contracción
financiera del periodo 1982-1983 ayudaron a la caída de
los precios de las principales exportaciones peruanas y
a una debacle de los términos de intercambio y balanza
de pagos.

Entretanto, Sendero Luminoso intensificó sus violentos ataques y


asesinatos. no se controló en esta temprana y crucial fase debido, en
gran medida, a la ineficiencia y corrupción de las unidades de la
policía de investigaciones dirigidas por notorios generales, quienes
fueron vinculados al cártel narcotraficante de Reynaldo Rodríguez
López (alias «El Padrino»).En lugar de pacificar la región, los militares
exacerbaron la violencia y cometieron abusos contra los derechos
humanos.
Los desafíos planteados por Sendero Luminoso y el
creciente narcotráfico minaron las debilitadas
instituciones democráticas y el imperio de la ley. Los
partidos políticos se vieron expuestos a la influencia
de narcotraficantes que buscaban generar influencia
política

El poder judicial fue una de las instituciones


centrales que más sufrió con el asalto insurgente
y el narcotráfico

La creciente cantidad de presos que esperaban ser juzgados y la


percepción de que los jueces estaban parcializados o sobornados
por terroristas y traficantes detenidos exacerbaron el cinismo con
respecto al poder judicial.
En 1980, el acaudalado narcotraficante Guillermo Cárdenas Dávila,
alias «Mosca Loca», asombró a todos con su audaz promesa de
pagar la deuda externa peruana si se le permitía operar con
tranquilidad.
Al final, la víctima principal de los malos manejos,
la corrupción y la incompetencia de la negligencia
benigna del segundo régimen belaundista fue la
mismísima democracia liberal.

Los problemas económicos exacerbaron esta


tendencia. Más aún, la creciente percepción de
la incompetencia de la democracia liberal para
resolver problemas urgentes inclinó la balanza
a favor de posturas populistas y del
intervencionismo estatal del joven candidato
aprista Alan García Pérez, quien prometió
honestidad y medidas urgentes para superar la
crisis
Los medios de Alan García
La toma de mando de García Pérez en
julio de 1985 se recibió con grandes
expectativas. García, de treinta y seis
años, confiaba más bien en la vieja
escuela populista radical, opuesta a la
postura moderada en retirada. Con el
respaldo del viejo dirigente partidario
Armando Villanueva, García desplazó a
las facciones rivales surgidas tras la
muerte de Haya en 1979, consolidó la
autoridad partidaria y se convirtió en
secretario general del APRA y su
candidato presidencial en 1984 y 1985.
Vargas Haya, diputado elegido por el APRA en 1985
y presidente de la Cámara de diputados en 1988,
discrepaba con los procedimientos de la dirigencia
de su partido en varios aspectos, sobre todo en lo
que él consideraba como el perdón de la
corrupción del gobierno anterior.
A Vargas Haya le tomó varios años denunciar
públicamente los males de su partido y, finalmente,
renunciar a su antigua militancia aprista

Inicialmente, el presidente había logrado mantener un


importante respaldo público y la colaboración de
influyentes grupos de élite gracias a su carisma
personal y a sus sigilosas transacciones políticas y
económicas. Pronto se hizo evidente que García
buscaba manipular el manejo económico para
conseguir resultados políticos.
García, además, elevó los salarios, lanzó un
ambicioso programa de empleo y prometió reducir el
gasto militar.
García había pensado depender
más de las fuerzas policiales
bajo la autoridad de su ministro
del Interior, al tiempo que
limitaba el poder inflado de los
militares en cuestiones del
gasto en adquisición de armas y
represión de la subversión.

Durante los primeros años de gobierno,


los medios de comunicación tuvieron una
actitud benigna con García. Además,
García contaba con el respaldo de
propietarios claves de los medios, como
su cercano amigo y asesor Héctor
Delgado Parker, copropietario de la red
de TV más importante de la época. La
República también simpatizaban con
García.
Sin embargo, las revelaciones y
descubrimientos más importantes de malos
manejos y corrupción tuvieron lugar después
de que García dejará el mando en julio de
1990. Ellas comenzaron con las
investigaciones parlamentarias. Una nueva
generación de políticos anticorrupción —los
diputados Fernando Olivera, Lourdes Flores
y Pedro

Los principales cargos presentados contra


García en 1991 incluían el enriquecimiento
ilícito como funcionario, debido a ingresos no
declarados de dudoso origen y probables
ganancias ilegales provenientes de su
participación directa en los casos de los
aviones mirage y el BCCI. Altos
exfuncionarios, entre ellos Mantilla, el último
ministro del Interior de García, también
enfrentaron cargos.
Juicio Frustrado
El 16 de agosto de 1990, a lo largo de una de las primeras sesiones de la nueva legislatura tras el fin
del primer régimen de García, se aprobó una moción multipartidaria en la cámara de diputados para
generar una comisión particular que investigara las transacciones locales y extranjeras de García a lo
largo de su mandato. expresidente y producía pruebas suficientes para dudar de la honestidad
administrativa de García, el expresidente perdería su inmunidad parlamentaria e va a ir a juicio por
«enriquecimiento ilícito». investigue las finanzas de García era un mero formalismo, puesto que el
conocimiento del apra y Fujimori podría de forma sencilla haber detenido toda acción parlamentaria.
La investigación sobre los ingresos de García fue
liderada por Fernando olivera, tenaz diputado que
representaba a un nuevo partido, el frente
independiente Moralizador (fiM), que había
competido en las elecciones de 1990 bajo la
bandera de la lucha contra la corrupción.

La comisión especial estaba asimismo integrada


por tres otros prometedores abogados y miembros
de la minoría opositora: Lourdes Flores, Pedro
Cateriano y Fausto Alvarado. La comisión olivera,
como se la llamó, tuvo un encargo limitado:
encontrar evidencias creíbles para presentar a la
cámara de diputados la posibilidad de establecer
cargos formales contra García.
Las declaraciones completas del impuesto a la
renta de García y otras fuentes financieras fueron
difíciles de obtener, debido a que los altos
funcionarios del nuevo gobierno de Fujimori no
colaboraban. Sin embargo, la comisión reunió
datos interrogando a testigos y contratando a dos
agencias privadas de detectives: Kroll de Nueva
York y Larc de Miami.

Además, la investigación del caso de los Mirage reveló que


lejos de haber sido una transacción ventajosa para el
Estado peruano, como afirmaba García, el gobierno había
perdido un ingreso potencial según los contratos originales,
si gobierno revendido los con una del precio de las modo,
una haber a funcionarios peruanos para beneficiarse con la
reventa que el gobierno desistió comisión las que sin
embargo, los representantes del gobierno francés del
presidente François Mitterrand declararon que no hubo
ninguna irregularidad en la compra peruana.
La investigación parlamentaria y el proceso judicial
del caso Mantilla revelaron adicionalmente, los
acuerdos que hiciera como ministro y viceministro del
interior en el periodo 1985-1990 con el traficante de
armas israelí Zvi Sudit y sus asociados. Este último
evitó una pena de prisión declarando tanto contra
Montesinos como contra Mantilla.

Dos compañías incorporadas en las islas vírgenes británicas


pertenecientes a Mantilla y su hermano, donde movieron mas de
6 millones de dólares en la sucursal de Miami del Union Bank de
Suiza (UBS), cuentas habían sido abiertas en 1990 con
depósitos del Israeli Discount Bank. La mayoría de las
transferencias provenía de las cuentas de Mantilla en el UBS,
usando el modo swift que protege la identidad del receptor. Los
fondos extranjeros se canalizaron al Perú a través de una serie
de bancos peruanos. Mantilla fue finalmente, en septiembre de
2006, dijo haber seguido órdenes en un video emitido
públicamente.
Persistencia de los patrones de corrupción

El APRA demostró que su legendaria disciplina interna, con sus


astutos abogados y sus conexiones internacionales podían ser
usados una y otra vez para acceder y mantenerse en el poder.

Desde la década de 1960 hasta 1980 los asaltos a la


democracia revelaron las débiles bases institucionales, las
reformas incompletas y los crecientes problemas sociales
desde la década de 1950. Pese a la voluntad de avanzar
con una reforma honesta, el primer gobierno de Belaúnde y
su partido estuvieron sujetos a una creciente influencia
militar y a la corrupción en las adquisiciones de las
instituciones armadas, que se permitió e ignoro debido a
favores políticos contraídos en el pasado con el alto mando
de las fuerzas militares.
Belaúnde enfrentó una corrupción de alto vuelo
relacionado con el contrabando, que involucró a
miembros de su propio partido, empresarios
privados y oficiales militares. Estos escándalos
de contrabandos anularon el poco prestigio del
primer régimen belaundista y resultaron en altos
costos de corrupción, bajo la forma de rentas
perdidas del sector público y sobornos para los
funcionarios

FERNANDO BELAUNDE
TERRY (1912-2002)

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