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En este capítulo vamos a realizar un acercamiento a distintas conceptualizaciones y definiciones en torno a lo que se entiende por derechos reales.
Comenzaremos a comprender cuáles son los derechos enumerados en el Código Civil y analizaremos cuáles son las principales facultades que poseen
los titulares de estos derechos.
Definiciones de derechos reales, doctrinarias y del Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN)
Referencias
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LECCIÓN 1 de 3
Primeramente, es necesario afirmar que el Código Civil (CC) no contenía una definición de derecho real, ni aun en su Libro III, íntegramente dedicado a derechos reales.
Solamente establecía el principio de numerus clausus (o número cerrado, que aún se mantiene en el Código Civil y Comercial de la Nación) y los enumeraba: arts. 2502 y 2503
del CC1.
[1] Arts. 2502 y 2503. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
Sin embargo, producto de la elaboración de diferentes autores expertos en el área, se había logrado extraer algunas definiciones sobre derecho real, a las que nosotros
llamaremos definiciones o conceptualizaciones doctrinarias.
Con la reforma del CC y el CCCN se establece a nivel legislativo una definición de derechos reales en el art. 1882 del Libro IV, a la que llamaremos definición o
[2] Art. 1882. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Es un derecho absoluto, de contenido patrimonial, cuyas normas sustancialmente de orden público, establecen entre una persona (sujeto activo) y una cosa
(objeto) una relación inmediata, que previa publicidad obliga a la sociedad (sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto contrario al mismo (obligación
negativa), naciendo para el caso de violación una acción real y que otorga a sus titulares las ventajas inherentes al ius persequendi y al ius praeferendi. (2006, p.
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un derecho absoluto, porque es oponible3, erga omnes4, es decir a toda la comunidad, en contraposición a los derechos relativos (obligaciones) que son
oponibles a sujetos determinados.
[3] Oponibilidad: conforme a la definición de Capitant (1973), la calidad del derecho o defensa que su titular puede hacer valer contra terceros.
[4] Erga omnes: es una locución latina, que significa "respecto de todos" o "frente a todos", utilizada en derecho para referirse a la aplicabilidad de una norma, un acto
o un contrato. Significa que aquel se aplica a todos los sujetos, en contraposición con las normas inter partes (entre las partes) que solo aplican a aquellas personas que
concurrieron a su celebración. (ver: https://bit.ly/2X2nDwb). Por ejemplo, los derechos reales, objeto de estudio de la presente asignatura, se ubican dentro de esta
categoría; también los llamados derechos inherentes a la personalidad o personalísimos (como el derecho a la vida al honor) y los intelectuales considerados por
algunos, en lo que toca a su aspecto moral, como personalísimos, derechos de familia, en el sentido de que las situaciones jurídicas familiares o los derechos que de
ellas emergen deben ser respetados por todos, aun cuando pueden existir algunas personas directa y determinadamente obligadas, como sucedería, por ejemplo, con la
patria potestad.
de contenido patrimonial, porque cuentan con un valor para su titular.
cuyas normas, sustancialmente de orden público, porque, en buena medida, la organización y conservación de la sociedad reposa sobre las políticas
referentes al derecho de propiedad; basta pensar en los derechos sobre patentes de invención, inmuebles, bienes de dominio público, entre otros.
establecen entre una persona (sujeto activo) y una cosa, cosa en el sentido del art. 2311, antes reseñado5.
[5] Art. 2311. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
una relación inmediata y directa, debido a que el titular está en contacto con la cosa sin precisar de un intermediario (como sí es el caso de los
derechos personales, donde es necesario el accionar del deudor para poner al acreedor en contacto con el objeto de la relación jurídica).
que, previa publicidad, se considera sujeto pasivo de los derechos reales a todos los individuos de la comunidad, pues deben respetar la propiedad ajena.
Es en virtud de ello que los derechos reales se publicitan. Dicha publicidad tendrá diferentes efectos según el bien que se trate; en algunos casos basta la
publicidad posesoria para constituir el derecho (muebles no registrables) y en otros es necesaria la inscripción en los registros pertinentes (caso de los
automotores), temas que desarrollaremos tanto en esta lectura como en las de los siguientes módulos de la materia. En tal sentido, cabe mencionar la nota
al art. 577 del CC6, en la que Vélez Sarsfield afirma que no es posible respetar un derecho que no se conoce, de allí la importancia de la publicidad.
[6] Art. 577. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
obliga a la sociedad (sujeto pasivo) a abstenerse de realizar cualquier acto contrario al mismo, naciendo para el caso de violación, una acción real.
Las acciones reales son tres: reivindicatoria, negatoria y confesoria. Dichas acciones no serán objeto de estudio en este módulo, pero es importante
conocer su existencia.
y que otorga a sus titulares las ventajas del ius persequendi y del ius praeferendi. El ius persequendi y el ius praeferendi serán explicados de manera
detallada en el punto 1.6 de este módulo.
La venta de los terrenos en Mercado Libre salió a la luz gracias a un cruce de denuncias penales entre la Inmobiliaria Fagan (cara visible del loteo) y Javier Lardapide,
integrante de la familia que desde hace algunos años se encuentra al cuidado del campo.
Tras la revelación de esta situación, el secretario legal y técnico del municipio, Sebastián Demicheli, se comunicó con el responsable de la inmobiliaria para solicitarle, en tono
de reproche, que cesara inmediatamente la comercialización.
El funcionario luego declaró que Fagan solo inició un expediente de cuatro fojas; que el mismo no tuvo ningún avance; y que la documentación presentada está incompleta.
Entre los elementos faltantes figuran el estudio hidráulico y la escritura.
El 13 de mayo la subsecretaria de Hábitat y Economía Popular del municipio, Marta Ferraro, se refirió al tema con un post en su Facebook institucional: “Este proyecto de
barrio (Altos de Máximo) no se encuentra aprobado aún ni ha cumplimentado los requisitos necesarios para que se eleve a la provincia para factibilidad, ni al Concejo
Deliberante para su aprobación. Antes de comprar terrenos en cualquier loteo, averiguá si realmente está en regla”.
Más allá de estas expresiones de alerta, no hubo ninguna comunicación oficial del municipio para aclarar la situación del proyecto presentado ante Demicheli.
En medio de este conflicto queda un tema pendiente: ¿quién es el dueño de las 20 hectáreas?
La propiedad en cuestión es la parcela 16 ubicada sobre Pereda y Sierra Grande, aledaña al Frigorífico Máximo Paz y con fondos que dan al barrio Moradas. Tiene 203
587 m2 con un total de 98 m2 edificados y una superficie no utilizable de 2 hectáreas de servidumbre para el paso de las torres de alta tensión.
La parcela fue comprada en 1984 por Agropereda Sociedad Anónima, empresa con sede en Lavalle 465 de Capital Federal. No hubo cambios de titularidad hasta 2018, cuando
fue adquirida por un vecino de la ciudad de Azul, Haroldo Bassi.
Es interesante detenerse unos momentos en los antecedentes de Bassi: en 1999 el juez neuquino Daniel Geloni le dictó la prisión preventiva como presunto integrante
de la “banda de los camiones”, un grupo acusado de robar vehículos en la provincia de Buenos Aires para luego introducirlos y comercializarlos en Neuquén en connivencia con
funcionarios municipales de esa provincia; y una década más tarde la Cámara Criminal N.° 2 de Santa Rosa (La Pampa) lo condenó a siete años de cárcel por el delito de robo
doblemente agravado.
Lo extraño es que Bassi compró la fracción de Máximo Paz en mayo de 2018 y la vendió en septiembre del mismo año. El impuesto inmobiliario de ARBA sigue en la
actualidad a su nombre. En una breve comunicación telefónica con un diario, negó cualquier relación con alguna propiedad de Cañuelas o Máximo Paz; y cuando ese diario le
preguntó si estaba diciendo la verdad o si consideraba que alguien había usado su nombre, cortó. Luego no volvió a atender el teléfono.
Desde septiembre de 2018 los titulares registrales del campo son Juan Pablo Bonardi, Hernán David Myslinski y el arquitecto Matías D´Aniello, quienes lo adquirieron para
desarrollar un emprendimiento inmobiliario.
Este grupo designó como apoderado legal al abogado cañuelense Mariano Mazzanti, hermano del ex presidente del Concejo Deliberante. Ante un llamado de un diario local,
Mazzanti prefirió no hacer declaraciones. Se limitó a señalar que sus clientes se enteraron por las noticias de la polémica venta de parcelas y que presentarán un escrito ante el
Gobierno municipal, preocupados por la apertura de un expediente para el que no brindaron ninguna conformidad.
Dentro de la situación problemática planteada, puedes observar que hay sujetos que invocan un derechos real y otros que, si bien no son titulares, dicen serlo.
Si tuviésemos que determinar quién es el titular del derecho real, ¿qué elementos tenemos que tener en cuenta?
Teoría clásica
Esta teoría encuentra una diferencia clara entre los derechos reales y personales, basándose en el aspecto interno del derecho: la relación entre la persona y la cosa.
Es la elegida por Vélez Sarsfield en la redacción del Código Civil, siguiendo a Demolombe, a quien cita en la nota al Título IV del Libro III. Expresa el eminente jurista
Demolombe:
Derecho real, es el que crea entre las personas y la cosa una relación directa e inmediata , de tal manera que no se encuentran en ella sino dos elementos, la
persona que es el sujeto activo del derecho, y la cosa que es el objeto… se llama, al contrario, derecho personal, aquel que sólo crea una relación entre la persona
a la cual el derecho pertenece y otra persona que se obliga hacia ella, por razón de una cosa o de un hecho cualquiera, de modo que en esa relación se encuentran
tres elementos, a saber: la persona que es el sujeto activo del derecho (el acreedor), la persona que es el sujeto pasivo (el deudor) y la cosa o el hecho que es el
objeto.
Pothier (1761), otro exponente de esta doctrina, nos explica que los derechos reales son ius in re y los personales ius ad rem, los primeros sobre la cosa y los segundos
sobre una persona para que nos procure la prestación. En el mismo sentido, Aubry y Rau (citados en Musto, 1995) para quienes “hay derecho real cuando una cosa se encuentra
sometida, total o parcialmente al poder de una persona, en virtud de una relación inmediata oponible a toda otra persona” (p. 27).
Algunas teorías no encuentran diferencia entre ambos tipos de derechos, mientras que otras parten de distintos criterios para encontrarlas.
Teorías monistas
Consideran a los derechos reales y personales una misma categoría, dividiéndose entre:
Personalistas u obligacionistas (Planiol, 1932): afirman que todos los derechos son obligacionales. Siguiendo a Kant, subrayan que las relaciones
jurídicas son siempre entre personas (nunca podrían darse entre una persona y una cosa) ya que el derecho (conjunto de reglas que norman la conducta en
sociedad) tiene sentido en tanto haya más de una persona en juego. Estas teorías introducen como novedad el sujeto pasivo comunidad (elemento externo),
cuyos miembros se encuentran obligados al deber de respeto y abstención respecto del titular del derecho real.
Realistas (Rigaud citado en Bonnecase, 1925): funden todos los derechos patrimoniales dentro de la categoría de derechos reales, entendiendo como
única diferencia que, en aquellos derechos que la doctrina clásica llama reales, el objeto es una cosa determinada, mientras que, en los derechos
personales, el objeto es el patrimonio entero del deudor (pues responde con este en caso de incumplimiento).
Los derechos subjetivos se diferencian según el contenido institucional que poseen: si es alto, su violación se rige por el derecho disciplinario impuesto aun sin consentimiento
de los particulares (es el caso de los derechos reales); si es bajo, por normas de carácter estatutario fijadas por las partes (caso de los derechos personales).
ARTÍCULO 1882.- Concepto. El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que
atribuye a su titular las facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código 7.
[7] Art. 1882. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Analicemos el concepto:
Poder jurídico
El concepto de poder proviene del latín ‘posere’, refiriéndose al verbo que indica la capacidad, la facultad o habilidad para llevar a cabo
determinada acción. Por extensión, se ha utilizado también a tener las condiciones para hacerlo, entre las que se encuentran la
disponibilidad material, el tiempo o el lugar físico. (Concepto.de, s.f., https://bit.ly/2X1563w).
Es jurídico cuando el que otorga a un sujeto ese poder es el ordenamiento jurídico, la ley.
De estructura legal: se refiere a que su determinación o clasificación, modos de adquisición, constitución, titularidad, derechos inherentes, etc. se
encuentran contemplados y reglados por ley. Esto lo explica claramente el CCCN en su art. 1884:
Estructura. La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, contenido, adquisición, constitución, modificación,
transmisión, duración y extinción es establecida sólo por la ley. Es nula la configuración de un derecho real no previsto en la ley, o la
modificación de su estructura8.
[8] Art. 1882. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
De ejercicio directo y autónomo: ya analizamos en la definición doctrinaria de referencia que es una relación directa y autónoma. Véase también la nota
de Vélez Sarsfield mencionada.
ARTICULO 1883. Objeto. El derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte material de la cosa que constituye su objeto, por el todo
o por una parte indivisa. El objeto también puede consistir en un bien taxativamente señalado por la ley 9.
[9] Art. 1883. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Propias de los derechos reales (ius preferendi e ius persequendi) que veremos en un capítulo aparte, tema 1.6.
Y las demás previstas: como ser las que comparte con los derechos personales y las que emergen de la protección de los derechos reales.
25.509 (Forestación)11.
[10] Ley 13.512. Propiedad horizontal. (1948).Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/39z5tqX
[11] Ley 25.509. Derecho real de superficie forestal. (2001). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3gfdYu1
El Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) en vigencia agosto de 2015 incorpora nuevos derechos reales que, recalcamos en negrita.
el dominio;
el condominio;
la propiedad horizontal;
el tiempo compartido;
el cementerio privado;
la superficie;
el usufructo;
el uso;
la habitación;
la servidumbre;
la hipoteca;
la anticresis;
la prenda12.
[12] Art. 1887. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Se han incorporado cinco nuevos derechos reales (dos de ellos, la propiedad horizontal y la superficie – pero solamente la forestal –, estaban reglamentados y reconocidos en
leyes complementarias) y se han suprimido los derechos reales de censos y rentas (permitidos solo por cinco años, art 2614 CC 13).
Cada uno de ellos será estudiado detalladamente en las lecturas de los próximos módulos.
El CC no autorizaba el derecho real de superficie, permitiéndose hasta ahora una modalidad llamada derecho real de superficie forestal, que había sido incorporado mediante
Ley 25.509 de Forestación.
[13] Art. 2614. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
[14] Art. 1887. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Derechos reales no enumerados, por lo tanto, prohibidos
Enfiteusis: es el derecho real por el cual el propietario de un inmueble enajena el dominio útil del mismo (facultades de uso y frutos) en forma perpetua o temporaria, a cambio
de una pensión o canon anual, mensual, fijo, variable, entre otros.
Vinculación: se denominaba así a la acción de sujetar un grupo de bienes a un orden sucesorio determinado. El más típico era el mayorazgo, que consistía en elegir un bien o
conjunto de bienes para que fueran heredados por quienes reunían condiciones especificadas en la constitución del vínculo (generalmente, quien heredase un título nobiliario
determinado; podía ser también el primer hijo varón de la familia, o el hijo que siguiera la carrera militar, entre otros). El objetivo de la institución (de origen noble o
aristocrático) era que el conjunto de bienes no fuera dividido entre más de un heredero, pues así se perdía la fuerza de las fortunas familiares; los bienes quedaban entonces
vinculados entre sí.
Otro caso común de vinculación era el de la capellanía. Allí se afectaba (en forma perpetua) un bien al cargo de decir misas por el alma del instituyente. Intervenían tres partes:
el instituyente o fundador, en cuyo beneficio debían decirse las misas; el patrono, quien es la persona que gozaba del bien capellánico (generalmente una orden religiosa o el
obispado) y quien debía pagar al capellán sus servicios; en tercer lugar, el capellán, que es el sacerdote sobre quien pesa la obligación de decir las misas y que tiene derecho a
percibir una renta o pensión.
Censos y rentas. La renta es el contrato por el cual una de las partes se obliga a pagar a la otra un importe periódico; en el caso de que se afecte un inmueble determinado a la
garantía de esta carga, los obligados serán los sucesivos propietarios del mismo y esa renta se denominará censo. Esta es la modalidad que era admitida en el derecho argentino,
aunque solo por cinco años, según el art. 2614 del CC, ya derogado:
Los propietarios de bienes raíces no pueden constituir sobre ellos derechos enfitéuticos, ni imponerles censos ni rentas que se extiendan a mayor término que el
de cinco años, cualquiera sea el fin de la imposición; ni hacer en ellos vinculación alguna 15.
[15] Art. 2614. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
Reservativo: cuando se enajena el dominio y el adquirente se obliga a pagar la renta o pensión quedando afectado el inmueble.
Consignativo: cuando, sin operarse la transmisión de la propiedad, se constituye un censo sobre el inmueble afectando este en garantía (muy similar a la
hipoteca).
Un tercer tipo de censo era el enfitéutico, que es la enfiteusis antes definida y prohibida en nuestra legislación.
Dominio.
Condominio.
Propiedad horizontal.
Conjuntos inmobiliarios.
Usufructo.
SUBMIT
Se denomina ius persequendi a la facultad que tienen los titulares de derechos reales de perseguir la cosa en manos de quien la detente (un tercero), con el fin de ejercer su
derecho. También es llamada facultad reipersecutoria.
Se denomina ius praeferendi aquella facultad emanada del derecho real que hace a la exclusión o prevalencia sobre otro derecho real o personal. Se apoya en el principio qui
prior est tempore potior est iure (primero en el tiempo, mejor en el derecho). Significa que un derecho real correctamente constituido y publicitado tiene preferencia sobre
cualquier otro derecho que se constituya con posterioridad sobre la misma cosa.
ARTÍCULO 1886.- Persecución y preferencia. El derecho real atribuye a su titular la facultad de perseguir la cosa en poder de quien se encuentra, y de hacer
valer su preferencia con respecto a otro derecho real o personal que haya obtenido oponibilidad posteriormente 16.
[16] Art. 1886. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Analicemos este aspecto con un ejemplo: Juan compra un inmueble a Pedro y concurre al registro de la propiedad a inscribir su derecho real de dominio sobre el inmueble. Al
día siguiente, Pablo (quien también compró a Pedro, víctima de una estafa de aquel, que vendió el inmueble a dos personas) concurre a anotar su supuesto derecho de dominio,
siendo rechazada la inscripción en virtud del principio estudiado, pues dos dominios sobre la misma cosa no pueden coexistir. La segunda faceta es una prioridad o prevalencia
temporal. Se dice que primero en tiempo, mejor en derecho lo que básicamente significa: quien primero publicita su derecho, triunfa.
Sería, siguiendo el ejemplo, el caso de que Juan concurre al registro a inscribir el derecho real de dominio sobre el inmueble y se encuentra con que, el día anterior, se anotó un
embargo sobre la vivienda. El embargo triunfa sobre la inscripción del dominio de Juan, pues se ha publicitado primero. En cambio, cuando fijamos la prevalencia de un
derecho personal sobre otro derecho personal, el mecanismo es distinto: allí lo que cuenta es la fecha del contrato que se hace valer entre partes, no la publicidad del derecho
(puesto que el derecho personal no se publicita porque el único obligado ha participado del contrato y a él solo es oponible).
¡Vamos a repasar!
Cuando se presentó la situación problemática al principio, aparte de identificar el derecho real, las relaciones de poder invocadas, ¿es posible comprobar
también que estas dos facultades están presentes a favor de alguno de los protagonistas de la situación?
La respuesta correcta es sí, en los titulares registrales Bonardi, Myslinski y D´Aniello, porque son los últimos titulares de un derecho real y , por ende
poseen las facultades de perseguir la cosa y ser preferidos ante otros pretendientes.
LECCIÓN 2 de 3
Referencias
Bonnecase, J. (1925) Traité théorique et pratique de droit civil: supplément. Paris, Francia: Librairie de la Société du Recueil Sirey.
Ley 25.509. Derecho real de superficie forestal. (2001). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=70786
Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=235975
Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-
109999/109481/texact.htm
Musto, N. (1995) Derechos Reales – Tomo I. Santa Fe, Argentina: Rubinzal-Culzoni editores.
Planiol, M. (1932) Traité élémentaire de Droit Civil. Francia: Librairie Générale de Droit & de Jurisprudence.
LECCIÓN 3 de 3
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En este capítulo vamos a abordar las diferencias entre los derechos reales y los personales, cómo se constituyen, cuál es su finalidad y qué tipo de
regulación legal podemos encontrar en cada caso. También aprenderemos a diferenciar los efectos que se producen entre uno y otro.
Video conceptual
Referencias
LECCIÓN 1 de 3
Esta nueva circunstancia le permite pensar su futuro y animarse a concretar el sueño de su vivienda propia, es por ello que recurre con Amirata Construcciones, una empresa dedic
Después de escuchar la oferta que se le ofrece, analizar la financiación y accede a la compra de un terreno. Interviene la escribana Sartori, quien le explica las condiciones de compra
A partir de la lectura del caso propuesto podemos distinguir cómo funcionan los derechos reales y cuáles son las condiciones de ejercicio de derechos personales y las formalidades estab
En el caso analizado se ofrece una aplicación práctica que permite distinguir en funcionamiento de los derechos reales y personales. Respecto a estas diferencias entre estos se
han propuesto diferentes tipos de clasificaciones, desarrollaremos a continuación algunas de ellas.
Los derechos reales y los derechos personales pueden diferenciarse teniendo en cuenta los siguientes elementos:
Objeto: el objeto de los derechos reales es una cosa individualizada y de existencia actual. En cambio, el de los derechos personales es el hecho del
deudor; de modo tal que no se exige la existencia actual de la cosa a la cual ese hecho deba aplicarse, así como tampoco es necesario que esa cosa esté
individualmente determinada (ejemplo: una obligación que tenga por objeto la entrega de diez litros de leche).
Exclusividad: en la nota al art. 2508 del CC1, Vélez exponía que otra de las diferencias entre derecho real y personal es que resulta imposible que “lo que
me pertenece en el todo pertenezca al mismo tiempo a otro, pero nada impide que la misma cosa que me es debida sea también debida a otro”.
[1] Art. 2508. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
Derecho de preferencia y persecución, del que gozan los derechos reales y no los personales. Luego explicaremos detalladamente este apartado.
Tradición: para los sistemas jurídicos que la conservan, la tradición es otra de las diferencias, ya que el mero consentimiento no basta para adquirir ni
trasmitir ningún derecho real. Lo contrario para los derechos personales.
Oponibilidad: mientras que los derechos reales son oponibles erga omnes, es decir que son absolutos, los derechos personales son oponibles, en
principio, solo al deudor. Ya hemos explicado el significado de los conceptos oponibilidad y erga omnes, por lo que remitimos al alumno a releer estos
conceptos en caso de resultarle necesario.
Prescripción: los derechos reales pueden adquirirse por la posesión continuada, calificada o no por el justo título y la buena fe, durante el término
requerido por la ley. Los derechos personales no se adquieren por prescripción; solo rige, respecto de ellos, la prescripción extintiva.
Abandono: posibilidad que permite al titular del derecho real exonerarse de las cargas que gravan la cosa sobre la que recae el derecho, mediante el acto
unilateral de su renuncia o abandono (art. 1907 del Código Civil y Comercial de la Nación2); facultad de la que carece el titular de un derecho personal.
[2] Art. 1907. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Posesión: los derechos reales se ejercen normalmente por medio de la posesión (salvo, en principio, la hipoteca y las servidumbres activas), que consiste
en el ejercicio de los poderes inherentes a dicho derecho. En cambio, los derechos creditorios nacen para extinguirse mediante el pago.
Defensas legales: los derechos reales se protegen a través de las acciones reales. Los creditorios, por medio de acciones personales que se dirigen solo
contra el deudor.
Transmisibilidad: en épocas remotas, cuando las obligaciones eran consideradas como vínculos estrictamente personales que no podían negociarse ni
activa ni pasivamente, los derechos reales se transferían más o menos con libertad. Hoy esta diferencia se va borrando, puesto que la evolución jurídica
permitió la cesión de los créditos y aun la de las deudas, al paso que el dominio, especialmente el inmobiliario, exige formalidades cada vez más
complejas.
Creación: mientras que el número y la reglamentación de los derechos reales están en principio estrictamente sujetos a la ley –art. 1884 del Código Civil
y Comercial de la Nación 3 (numerus clausus) – para los derechos personales impera el principio de la autonomía de la voluntad 4 (arts. 958, 959, 962, 963,
1709, 2599 y 2651 del Código Civil y Comercial de la Nación 5, que engloban el espíritu del antiguo artículo 1197 del CC: “Las convenciones hechas en
los contratos forman para las partes una regla a la cual deben someterse como a la ley misma” 6).
[3] Art. 1884. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[4] Ossorio (1984) define autonomía de la voluntad como “la potestad que tienen los individuos para regular sus derechos y obligaciones mediante el ejercicio de un
libre albedrío, representada en convenciones o contratos que los obligue como la ley misma y siempre que lo pactado no sea contrario a la ley, a la moral, al orden
público o a las buenas costumbres”.
[5] Arts. 958, 959, 962, 963, 1709, 2599 y 2651. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[6] Art. 1197. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
Para poder comprender con mayor claridad los derechos reales, es importante reconocer cuáles son las diferencias existentes entre estos y los derechos personales. Para ello
analizaremos los diferentes elementos de cada uno en un cuadro comparativo.
Posee dos elementos (sujeto, cosa). Hay tres elementos (acreedor, deudor, prestación).
Exclusividad. No pueden existir dos titulares del mismo derecho real sobre
la misma cosa, por ej.: dos personas no pueden ser titulares del dominio La misma prestación puede deberse a distintos acreedores.
sobre un inmueble.
El titular posee facultades persecutorias (ius persequendi) y de preferencia Los derechos personales surgidos del contrato no tienen efectos sobre
(ius praeferendi) sobre los terceros. tercero.
Se constituyen con título y modo (ya sea modo posesorio o inscriptorio) Basta el título (régimen consensual).
Son derechos absolutos (oponibilidad erga onmnes). Son derechos relativos (solo oponibles al deudor).
Prescripción adquisitiva. El transcurso del tiempo (entre otros requisitos) Prescripción liberatoria. Las deudas dejan de ser exigibles con el transcurso
hace adquirir el derecho real por usucapión. del tiempo, cumplido el plazo de prescripción.
Derecho real Derecho personal
La institución del abandono exonera al titular de las cargas. No se aplica esta institución.
Video conceptual
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LECCIÓN 3 de 3
Referencias
Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?
id=235975
Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-
109999/109481/texact.htm
Ossorio, M. (1984) Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales. Buenos Aires, Argentina: Heliasta.
Constitución de los derechos reales
En esta lectura abordaremos los requisitos necesarios para la constitución de los derechos reales y
determinaremos qué requisitos se deben cumplir. Además, conoceremos cuál es su finalidad y qué tipo
de regulación legal corresponde a cada caso. Es importante destacar los efectos que se producen desde
su conformación.
Referencias
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LECCIÓN 1 de 3
Comenzaremos este apartado refiriéndonos, primeramente, a la forma de creación – en lo atinente al predominio del orden público,
la creación legal de los derechos reales, la distinción entre creación legal y fuentes, y el llamado numerus clausus – para luego
profundizar en la forma de constitución propiamente dicha y, de esta manera, llegar a explicar la teoría del título y del modo.
Este diferente tratamiento se justifica por cuanto el estatuto regulador de los derechos reales tiene una íntima vinculación con la
organización social del país, resultando innegable su trascendencia política y económica.
Siguiendo a Beatriz Areán, pondremos de manifiesto que “el orden público no impera en los derechos reales en forma exclusiva,
sino de manera preponderante” (2003, p.65). Por consiguiente, las normas que los rigen son principalmente de orden público.
Son de orden público las normas que determinan cuáles son los derechos reales y cuál es su tipicidad genérica, así como también las
que se refieren a los elementos que integran la relación jurídica real (sujeto, objeto, causa).
Por excepción, hay algunas que tienen carácter supletorio, por lo que los particulares pueden dejarlas de lado. Por ejemplo, aquella
que deja sin efecto la indivisibilidad de los derechos reales de garantía 1, o la que autoriza al acreedor prendario para servirse de la
cosa2; pero dichos casos exceden los que estudiaremos en esta materia, ya que constituyen casos especiales.
[1] Art. 2191, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[2] Art. 2226, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
De este modo, podemos decir que la incidencia del orden público en el régimen de los derechos reales ocasiona que a las partes les
esté vedado crear otros derechos reales que los establecidos, así como también les está vedado modificarlos.
Sergio y su esposa, ¿podrán acordar con el escribano la compra del departamento acudiendo a su
constitución por medio de otros derechos reales diferentes a las legislados?
Sergio y su esposa no pueden acudir a la formulación particular de derechos reales diferentes a los legislados,
pues estos responden a disposiciones de orden público que los determinan.
Sergio y su esposa pueden acudir a la formulación particular de derechos reales diferentes a los legislados,
pues estos no responden a disposiciones de orden público.
Sergio y su esposa no pueden acudir a la formulación particular de derechos reales diferentes a los legislados,
pues estos responden a disposiciones contractuales establecidas por las partes.
SUBMIT
Regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, su “creación” y constitución legal
El principio, en efecto, está sentado en el artículo 1884 del Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN):
Estructura. La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, contenido, adquisición, constitución,
modificación, transmisión, duración y extinción es establecida solo por la ley. Es nula la configuración de un derecho
Los derechos reales solo pueden ser creados por la ley. Todo contrato o disposición de última voluntad que
constituyese otros derechos reales, o modificase los que por este Código se reconocen, valdrá solo como constitución
Demolombe, decía Vélez Sarsfield en la nota al antiguo artículo 2502 del CC, sostiene extensamente la resolución del artículo,
contra muchos jurisconsultos franceses. Señala el codificador:
El Derecho Romano no reconoce al lado de la propiedad, sino un número pequeño de derechos reales, especialmente
determinados, y era por lo tanto vedada la creación arbitraria de nuevos derechos reales. Más desde la Edad Media
las leyes de casi todos los estados de Europa crearon derechos reales por el arrendamiento perpetuo o por el contrato
de cultura perpetua, y por mil otros medios (citado en Fernández de Carballo, Frontini y Frontini, 1988,
https://bit.ly/306lbXv).
Como se advierte, Vélez Sarsfield argumenta con razones prácticas, como la proliferación de complicaciones y pleitos; económicas,
como el perjuicio en la explotación de los bienes y su desmejoramiento; y político-económicas, como la traba en la libre circulación
de los bienes.
De tal manera, inspirándose en Demolombe y, principalmente, en Freitas, Vélez Sarsfield adoptó el sistema del número cerrado o
numerus clausus, por oposición al sistema de número abierto o numerus apertus, que era el sustentado por la mayoría de la doctrina
francesa de la época.
Es importante añadir que la libre creación de derechos reales tiene consagración legislativa en el Código de Prusia, pero en general
los códigos más modernos, como el alemán, el brasileño y el italiano, han adoptado el sistema del numerus apertus.
“La regulación de los derechos reales en cuanto a sus elementos, contenido, adquisición, constitución, modificación, transmisión,
duración y extinción es establecida solo por la ley”, reza el artículo 1884 CCCN5.
Este es el principio que resulta claro en la solución que se adopta aún en el Código Civil y Comercial de la Nación, Ley 26994.
Conforme a Musto:
la palabra crear está empleada en un sentido abstracto y genérico. La ley no crea derechos reales en un sentido
concreto y particular. Lo que crea la ley es el derecho real típico y lo regula en cuanto a su contenido, forma de
constitución, facultades y deberes de sus titulares, extinción, etc. (1995, p. 105).
En conexión con lo precedentemente expuesto, también existe la expresa prohibición de constitución judicial de los derechos reales.
En este sentido, el artículo 1896 del CCCN expresa: “Prohibición de constitución judicial. El juez no puede constituir un derecho
Dejemos en claro que en una sentencia favorable en un juicio de usucapión (o prescripción adquisitiva del dominio), el juez solo
reconoce o declara titular de un derecho de dominio a una persona que ha poseído, durante un tiempo determinado y de una manera
contemplada por la ley, pero no constituye ni impone la constitución de un derecho real.
[3] Art. 1884, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[4] Art. 2505, Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de http://bit.ly/37UUrK0
[5] Art. 1884, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[6] Art. 1896, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
En resumen, y tal como expresa Mariani de Vidal, “el principio del numerus clausus crea una gran valla a la autonomía de la
voluntad, que, en cambio, juega con amplitud -es claro que no absoluta- en materia de derechos creditorios” (2007, p. 63).
Los particulares no pueden crear otros derechos reales distintos a los establecidos en la ley ni modificar por pactos privados las
normas que los rigen, porque las normas relativas a los derechos reales no son meramente supletorias de la voluntad de las partes
(como en general acontece en lo atinente a los derechos personales), sino que se les imponen en tanto y en cuanto ellas mismas no
dispongan lo contrario.
Todo esto no quiere decir que los derechos reales no puedan tener su origen en un contrato (ejemplos de ello tenemos en los
artículos 2134 y 2135 del CCCN, sobre la constitución de un usufructo, o en el 2171 del CCCN, sobre la elección de la modalidad
de las servidumbres7), incluso algunos de ellos solo pueden nacer por convención, como los derechos reales de garantía (artículo
2208 del CCCN que refiere la “forma del contrato constitutivo de la hipoteca” 8). Recomendamos la lectura de los citados artículos
del CCCN para clarificar estos casos donde el origen del derecho real radica en un contrato o convención. Pero en estos casos
debemos recordar que esa voluntad de las partes se limita a dar a luz el derecho real, siempre que sea uno de los establecidos por la
ley, y sus caracteres y reglamentación estarán predeterminados por ella misma sin que la convención pueda modificarlos.
¿Qué sucede si, pese a lo dicho, se constituye un derecho real no enumerado, es decir, que no consta ni en el Código Civil y
Comercial ni en ninguna otra ley?
La solución viene dada por la segunda parte del artículo 1884 del CCCN: “Es nula la configuración de un derecho real no previsto
Pero, además de establecer cada derecho, la ley le fija a cada uno un contenido y le da un nombre. En este sentido, sistema de
numerus clausus, sistema de creación legal de derechos reales y tipicidad de los derechos reales son expresiones equivalentes.
Como todo derecho implica un beneficio para su titular, cada derecho real queda tipificado mediante la
determinación cualitativa y cuantitativa de esa utilidad: por ejemplo, el dominio es configurado como el
sometimiento de una cosa a la voluntad y acción de una persona; el usufructo, como el derecho de usar y gozar de
una cosa ajena sin alterar su sustancia; la servidumbre, como el derecho a obtener una determinada y específica
utilidad sobre un inmueble (Areán, 2003, p. 67)
[7] Arts. 2134-2135, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[8] Art. 2208 Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[9] Art. 1884, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
Artículo 1888. Derechos reales sobre cosa propia o ajena. Carga o gravamen real. Son derechos reales sobre cosa total o
parcialmente propia: el dominio, el condominio, la propiedad horizontal, los conjuntos inmobiliarios, el tiempo compartido, el
cementerio privado y la superficie si existe propiedad superficiaria. Los restantes derechos reales recaen sobre cosa ajena.
Con relación al dueño de la cosa, los derechos reales sobre cosa ajena constituyen cargas o gravámenes reales. Las cosas se
presumen sin gravamen, excepto prueba en contrario. Toda duda sobre la existencia de un gravamen real, su extensión o el modo de
Los derechos reales sobre la cosa ajena (o gravámenes reales) serían entonces: el usufructo, el uso, la habitación, las servidumbres,
la hipoteca, la anticresis y la prenda.
Artículo 1889. Derechos reales principales y accesorios. Los derechos reales son principales, excepto los accesorios de un crédito
Los conceptos de principalidad y accesoriedad dependen del rol del derecho real, así tenemos que los derechos accesorios dependen
de un crédito al cual acceden, feneciendo en caso de que se extinga el derecho principal (por ejemplo: se paga una deuda
garantizada con una hipoteca y se extingue el derecho real de hipoteca sobre ese inmueble).
Artículo 1890. Derechos reales sobre cosas registrables y no registrables. Los derechos reales recaen sobre cosas registrables
cuando la ley requiere la inscripción de los títulos en el respectivo registro a los efectos que correspondan. Recaen sobre cosas no
registrables, cuando los documentos portantes de derechos sobre su objeto no acceden a un registro a los fines de su inscripción12.
Los derechos reales registrables son, por ejemplo, todos los derechos reales que recaen sobre inmuebles. Deben inscribirse en el
Registro de la Propiedad, aunque también pueden ser registrables y recaer sobre cosas muebles: el dominio y derechos reales sobre
un automóvil o sobre caballos pura sangre de carrera. Los demás derechos reales son no registrables.
[10] Art. 1888, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[11] Art. 1889, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[12] Art. 1890, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
Según su contenido:
–
Recaen sobre la utilidad (no pueden alterar ni menoscabar la sustancia): condominio, propiedad horizontal, tiempo
compartido, cementerio privado, conjuntos inmobiliarios, usufructo, uso, habitación, servidumbres activas.
Recaen sobre el valor (debiendo llevar el bien a pública subasta para cobrar el crédito garantizado): hipoteca, anticresis,
prenda.
Según las facultades de su titular:
–
Facultades plenas: dominio, pues comprende el ius utendi (uso), ius fruendi (frutos) e ius abutendi (disposición).
Según su duración:
–
Perpetuos: duran indefinidamente y no se extinguen por el no ejercicio, se incluyen el dominio, condominio, propiedad
horizontal, tiempo compartido, cementerio privado, conjuntos inmobiliarios, servidumbres reales.
Temporales: el usufructo, uso, habitación y las servidumbres personales tienen como límite la vida del beneficiario; la
hipoteca, prenda y anticresis tienen como límite la duración del derecho creditorio al cual acceden. El tiempo compartido, si
se vence el término en el instrumento o contrato de afectación, puede convertirse en un derecho real temporal.
Este modo puede ser constitutivo (tradición, inscripción de automotores) o declarativo, o sea exigido solamente a los fines de
oponibilidad (para Ossorio (1984), es calidad del derecho o defensa que su titular puede hacer valer contra terceros) a terceros
(registro inmobiliario).
Todo derecho reconoce su origen en un hecho que le sirve de antecedente, de modo que quedan comprendidos dentro del concepto
de “causa de los derechos”, todos los hechos y actos jurídicos que actúan como fuente de los derechos. Circunscribiéndonos a los
derechos reales, podríamos hablar de “hechos y actos jurídicos reales”.
La palabra título está empleada en el sentido de origen o fundamento del derecho y se vincula con la causa fuente o causa eficiente
del mismo.
Toda mutación o desplazamiento patrimonial supone la existencia de una causa eficiente idónea que la determine, llamado hecho o
acto jurídico, o sea un hecho o acto al cual el ordenamiento jurídico le atribuya relevancia para provocar dicha mutación. El
contrato, la disposición de última voluntad y aun la voluntad unilateral pueden adquirir esta relevancia según lo establezca el
ordenamiento positivo.
En lo específicamente atinente a la adquisición derivada de derechos reales entre vivos (tema que abordaremos más acabadamente
en puntos siguientes, cuando nos refiramos a la adquisición originaria y derivada de derechos reales), la tradición debe ir
acompañada por el “título suficiente”.
Una definición sencilla de título suficiente, siguiendo la letra de Mariani de Vidal, es la que sigue:
título suficiente es el acto jurídico munido de las condiciones de fondo (capacidad en el transmitente y en el
adquirente y titularidad del derecho que trasmite en el transmitente) y de forma que en cada caso resulte exigible (en
principio, para las cosas muebles no es necesario el cumplimiento de formalidad específica alguna, salvo el caso de
las cosas muebles registrables) y dotado por la ley de aptitud para transferir derechos reales (satisfarían este recaudo
la compraventa, la donación, el aporte en sociedad, etc.; no lo satisfarían, porque según la ley carecen de fuerza en
orden a la trasmisión de derechos reales, el depósito, la locación, el comodato, etc., ya que ellos dan origen a
derechos personales y no reales) (2006, p. 99).
El título, por sí solo, es usualmente insuficiente para determinar y producir la mutación real. Resulta necesario el
modo.
1 Sentido material, en cuanto a que el mismo cumpla con ciertas condiciones de fondo (capacidad en el transmitente
y en el adquirente; titularidad del derecho que se transmite).
2 Sentido formal, en lo atinente a los requisitos exigidos en cada caso (por ejemplo, la registración de bienes
inmuebles y de ciertos bienes muebles como automotores).
3 En cuanto a la aptitud que le otorga la ley para transferir derechos reales (compraventa donación, aporte en
especie).
En conclusión, podemos decir que los derechos reales se adquieren por título y modo.
Título: alude a la causa fuente de la adquisición del derecho. Responde a la pregunta: ¿cómo vino a ser titular del derecho?
Puede consistir en un hecho jurídico (aprehensión del objeto que no es de nadie), o un acto jurídico (compraventa, constitución de
hipoteca, legado, etc.).
El título material es el negocio contenido dentro del acto jurídico (compraventa, donación).
El título formal es el acto jurídico (escritura, instrumento privado). Uno es contenido y el otro es continente.
El derecho real necesitará de uno u otro modo, según el objeto sobre el cual recaiga.
En el caso de los automotores, el modo es inscriptorio. Previo a la inscripción no se adquiere el dominio; lo mismo sucede con los
caballos pura sangre de carrera. En cambio, el registro de la propiedad inmueble es declarativo y por ello la inscripción solo otorga
oponibilidad; no ayuda a la constitución del derecho ni sanea los títulos.
El modo de adquisición de los inmuebles es la posesión, que se toma a través de la tradición (que es la entrega de la cosa).
En los modos originarios, el derecho se adquiere con independencia de un derecho anterior de otra persona; no hay un antecesor
conocido, de manera que el derecho nace para el titular libre de todas las cargas o limitaciones que pudieran haberlo afectado en
algún momento.
la apropiación;
la especificación o transformación;
la accesión; y
la percepción de frutos.
En los modos derivados, la adquisición se apoya en el derecho de otra persona. Encontramos un titular anterior que pierde el
derecho y un titular actual que, con motivo de la transmisión, lo recibe con todas las cargas, limitaciones y restricciones que lo
afectaban.
El derecho proviene de un antecesor que lo transmite en las mismas condiciones y con las mismas limitaciones que recaían en
cabeza de él. Por ejemplo, si alguien se apropia de un bien mueble sin dueño, lo adquiere en forma originaria y sin limitaciones,
pero, si esa misma cosa estaba prendada y es el dueño quien transfiere el dominio, lo hará con la consiguiente carga real que es el
derecho de prenda.
la tradición;
en cuanto a la prescripción, no hay consenso en la doctrina, pues para algunos es un modo originario y, para otros,
derivado. No obstante, es también un modo de adquirir un derecho real (cf. artículos 1897 y concordantes del
CCCN13).
[13] Arts. 1897 y concordantes, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Cuando decimos modos de adquisición del derecho real, aludimos a la manera en la cual este puede ser adquirido.
Pensemos:
La adquisición de una propiedad de manos de un primer propietario que la transfiere constituye una adquisición orig
La afirmación es verdadera, la adquisición de un derecho de manos de un primer propietario constituye un medio originario, ya que se adq
propietario.
La afirmación es falsa, la adquisición de un derecho de manos de un primer propietario constituye un medio
derivado de la obtención del derecho por medio de la tradición que realiza en anterior dueño.
SUBMIT
Artículo 1892. Título y modos suficientes. La adquisición derivada por actos entre vivos de un derecho real
requiere la concurrencia de título y modo suficientes.
Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la ley, que tiene por
finalidad transmitir o constituir el derecho real.
La tradición posesoria es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales que se ejercen por la posesión.
No es necesaria, cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y este por un acto jurídico pasa el dominio de ella
al que la poseía a su nombre, o cuando el que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de
otro. Tampoco es necesaria cuando el poseedor la transfiere a otro reservándose la tenencia y constituyéndose en
poseedor a nombre del adquirente.
La inscripción registral es modo suficiente para transmitir o constituir derechos reales sobre cosas registrables en los
casos legalmente previstos; y sobre cosas no registrables, cuando el tipo del derecho así lo requiera.
Para que el título y el modo sean suficientes para adquirir un derecho real, sus otorgantes deben ser capaces y estar
legitimados al efecto.
A la adquisición por causa de muerte se le aplican las disposiciones del Libro Quinto14.
En este artículo se refiere con claridad la necesidad de título y modo para adquisición derivada de derechos reales. Además, define
título suficiente y declara como modo suficiente a la tradición posesoria (modo posesorio) y la inscripción registral (modo
inscriptorio).
Publicidad suficiente: la inscripción registral y la posesión son los medios de publicidad suficiente y sirven para oponer un derecho
real ante terceros.
Artículo 1893. Inoponibilidad. La adquisición o transmisión de derechos reales constituidos de conformidad a las
disposiciones de este Código no son oponibles a terceros interesados y de buena fe mientras no tengan publicidad
suficiente.
Si el modo consiste en una inscripción constitutiva, la registración es presupuesto necesario y suficiente para la
oponibilidad del derecho real.
No pueden prevalerse de la falta de publicidad quienes participaron en los actos, ni aquellos que conocían o debían
[14] Art. 1892, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[15] Art. 1893, Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
LECCIÓN 2 de 3
Referencias
Fernández Carballo, A.R., Frontini, E.M.A, Frontini, A.A. (1988). La influencia de la práctica en la evolución de la estructura
de los derechos reales. En Revista Notarial 56(2). Recuperado de
http://escribanos.org.ar/rnotarial/wp-content/uploads/2015/07/RNCba- 57-1989-04-Doctrina.pdf
Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=235975
Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-109999/109481/texact.htm
Musto, N. (1995). Derechos Reales – Tomo I. Santa Fe, Argentina: Rubinzal-Culzoni editores.
Ossorio, M. (1984). Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Buenos Aires, Argentina: Editorial Claridad S.A.
LECCIÓN 3 de 3
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En este capítulo vamos a analizar de los derechos reales, determinar qué requisitos
se deben cumplir, cuál es su finalidad y qué tipo de regulación legal podemos
encontrar en cada caso. Es importante destacar los efectos que se producen desde
su conformación.
Modos de adquisición
Referencias
QUESTION BANKS
LECCIÓN 1 de 3
Modos de adquisición
La necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías llevó a sus dueño a invertir en la colocación de cañerías subterráneas para
Para tener un panorama clarificador sobre los modos de adquisición de los derechos reales, abordaremos el
derecho real por excelencia, que es el derecho real de dominio (enumerado en el art 1887 inc. a del Código
Civil y Comercial de la Nación 1), y sus modos de adquisición. Decimos que se trata del derecho real por
excelencia ya que es el más extenso y posee en sí cualidades definitorias de un derecho real. Ello no obstará
para que, llegado el caso, estudiemos las especificidades de cada derecho real en particular.
Derecho real de dominio. La definición legal de dominio está plasmada en el art. 1941 del Código Civil y
Dominio perfecto. El dominio perfecto es el derecho real que otorga todas las facultades de
usar, gozar y disponer material y jurídicamente de una cosa, dentro de los límites previstos por
Llamamos genéricamente modo de adquisición de los derechos reales a los hechos o actos jurídicos de los
Desde el artículo 1947 al 1963, el CCCN enumera y desarrolla los distintos modos de adquisición del
dominio3, siendo los mismos no taxativos, en continuidad con el espíritu del antiguo art. 2524 del CC:
[1] Art. 1887. Inc. a. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[2] Art. 1941. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[3] Arts. 1947 -1963. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
El dominio se adquiere:
Por la apropiación.
Por la especificación.
Por la accesión.
Por la tradición.
La ley: en los casos en que atribuye la propiedad de una cosa al descubridor de un tesoro (art. 1953 CCCN
La expropiación: por la cual el Estado adquiere el dominio de ciertos bienes, a través de una ley y previa
indemnización.
[4] Art. 1953. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
A continuación, vamos a ver los modos de adquirir el dominio en particular. Estudiaremos solo aquellos que
Modos originarios
Apropiación
Existe apropiación cuando se aprehende una cosa con ánimo de hacerse dueño de la misma.
ARTÍCULO 1947.- Apropiación. El dominio de las cosas muebles no registrables sin dueño, se
i. las cosas perdidas. Si la cosa es de algún valor, se presume que es perdida, excepto prueba
en contrario;
habitúan a vivir en otro inmueble, pertenecen al dueño de este, si no empleó artificios para
atraerlos;
[5] Art. 1947. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
La aprehensión no se efectúa con ánimo de poseer solamente, sino de ser titular del derecho real.
El adquirente debe tener capacidad (capaces y mayores de diez años), la cosa debe ser mueble no
[6] Art. 1922. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[7] Art. 1947. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
se conservan (elemento objetivo), en virtud de un caso fortuito o una negligencia de su propietario (elemento
subjetivo), lo que excluye el caso de abandono voluntario. La diferencia entre una cosa abandonada y una
Especificación o transformación
La especificación era un modo, en el derecho romano, de adquirir el dominio por el derecho de
gentes. Consistía en crear una especie nueva a partir de una materia prima: obviamente si la
materia prima era propia, el especificador será el dueño de la nueva especie, pero el problema
ocurría cuando la materia prima era ajena. Ejemplos de especificación: hacer vino a partir de
las uvas, hacer carbón a partir de la leña, hacer una estatua a partir del mármol.
personas distintas, originó una polémica entre sabinianos y proculeyanos. Los primeros
sostenían que siendo la nueva especie una modificación de la materia prima anterior,
pues la nueva obra resultaba del trabajo del especificador. Por supuesto, quien adquiría el
dominio, debía pagar al otro, lo que hubiera sido motivo de enriquecimiento sin causa.
Para resolver la cuestión, Justiniano estableció que si la materia prima podía recuperar su
forma anterior, como en el caso de una estatua hecha con bronce, la propiedad volvía al dueño
de la materia prima, pero de lo contrario, por ejemplo una estatua hecha con mármol o el caso
del vino, el propietario sería el especificador. Si la materia prima era en parte ajena y en parte
propia del especificador, este siempre adquiría la propiedad de la nueva especie. De esta
Transformación. Hay adquisición del dominio por transformación si alguien de buena fe con
una cosa ajena, mediante su sola actividad o la incorporación de otra cosa, hace una nueva
con intención de adquirirla, sin que sea posible volverla al estado anterior. En tal caso, solo
Si la transformación se hace de mala fe, el dueño de la materia tiene derecho a ser indemnizado de todo
daño si no prefiere tener la cosa en su nueva forma; en este caso debe pagar al transformador su trabajo o el
mayor valor que haya adquirido la cosa, a su elección.
Si el transformador es de buena fe y la cosa transformada es reversible a su estado anterior, el dueño de la
materia es dueño de la nueva especie; en este caso debe pagar al transformador su trabajo, pero puede
cosa puede optar por reclamar la cosa nueva sin pagar nada al que la hizo, o abdicarla con indemnización del
En este supuesto, una persona es dueña de la materia prima con que otro sujeto elabora un producto; el
legislador debió resolver si la nueva cosa, producto del trabajo del transformador, pertenecía a este o al
dueño de la materia prima. Para resolver los diversos supuestos, el citado artículo tiene en cuenta la buena o
mala fe del especificador y la posibilidad de que la cosa pueda retomar su forma primitiva o no.
[10] Art. 1957. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Accesión
La accesión es un modo de adquirir el dominio que se realiza por efecto de la conjunción de dos cosas: una
principal y otra accesoria, cuando la cosa accesoria sea absorbida por la cosa principal, de tal modo que se
La accesión o el derecho de accesión tiene lugar cuando se unen dos cosas, una principal y otra accesoria,
siendo la condición de propietario de la cosa principal indispensable para adquirir la propiedad por accesión.
El art. 1958 del CCCN contempla la adquisición del dominio por accesión de cosas muebles:
acceden entre sí sin que medie hecho del hombre y no es posible separarlas sin deteriorarlas o
sin gastos excesivos, la cosa nueva pertenece al dueño de la que tenía mayor valor económico
al tiempo de la accesión. Si es imposible determinar qué cosa tenía mayor valor, los
inmuebles y sus distintas hipótesis como: aluvión; cauce del río; avulsión; construcción, siembra y
con aguas durmientes o corrientes que se produce por sedimentación pertenece al dueño del
inmueble. No hay acrecentamiento del dominio de los particulares por aluvión si se provoca
por obra del hombre, a menos que tenga fines meramente defensivos.
Se aplican las normas sobre aluvión tanto a los acrecentamientos producidos por el retiro
ARTÍCULO 1960.- Cauce del río. No constituye aluvión lo depositado por las aguas que se
encuentran comprendidas en los límites del cauce del río determinado por la línea de ribera
ARTÍCULO 1961.- Avulsión. El acrecentamiento del inmueble por la fuerza súbita de las aguas
que produce una adherencia natural pertenece al dueño del inmueble. También le pertenece si
adhiera naturalmente. El dueño del otro inmueble no tiene derecho para exigir su remoción,
siembra o planta con materiales ajenos, los adquiere, pero debe su valor. Si es de mala fe
al dueño del inmueble, quien debe indemnizar el mayor valor adquirido. Si el tercero es de mala
fe, el dueño del inmueble puede exigirle que reponga la cosa al estado anterior a su costa, a
menos que la diferencia de valor sea importante, en cuyo caso debe el valor de los materiales
y el trabajo, si no prefiere abdicar su derecho con indemnización del valor del inmueble y del
materiales ajenos en inmueble ajeno, quien efectúa el trabajo o quien provee los materiales no
tiene acción directa contra el dueño del inmueble, pero puede exigirle lo que deba al tercero.
El dueño del inmueble colindante puede exigir la indemnización del valor de la parte invadida
[11] Art. 1958. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[12] Arts. 1959 - 1963. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación
La accesión implica que una cosa nueva, distinta, inesperadamente se adhiere (natural o artificialmente) a
otra de nuestra propiedad; debemos diferenciar este fenómeno de la propiedad de las cosas accesorias
(como los frutos del árbol), que nos pertenecen como un efecto del dominio de la cosa principal.
Adjunción, mezcla y confusión: este modo de adquisición plantea el supuesto de que dos
cosas muebles se unen formando un solo cuerpo, sin consentimiento de ambos dueños (si
hubiere consenso, daría origen a un condominio sobre el nuevo producido).
Adjunción: unión de dos cosas muebles sin fusionarse. Por ejemplo, un portaequipajes que se
adosa al techo de un auto. En estos casos, generalmente, ambas cosas podrán separarse sin
mayor dificultad.
Mezcla: hay fusión de ambas cosas muebles sólidas y ordinariamente no podrán separarse,
por ejemplo: “A” tiene una tonelada de piedra caliza y se mezcla con una tonelada de piedras
del mismo mineral, pertenecientes a “B”.
Confusión: ídem al anterior, solo que la fusión se lleva a cabo entre cosas líquidas; por
ejemplo, mil litros de gasoil de “A” se confunden con cien litros de gasoil pertenecientes a “B”.
Las posibles soluciones las daban los siguientes artículos del anterior CC:
Art. 2598: No habiendo cosa principal, y siendo las cosas separables la separación se hará a
mezcla, el dueño de la cosa unida sin su voluntad, puede pedir al que hizo la unión o mezcla, el
Art. 2600: Si la confusión o mezcla resulta por un hecho casual, y siendo las cosas
confundidas13.
[13] Arts. 2598 – 2600. Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de http://bit.ly/37UUrK0
Modos derivados
artículos del CCCN que abordan el tema; luego ahondaremos en una explicación detallada de cada uno de
ARTÍCULO 1892.- […] La tradición posesoria es modo suficiente para transmitir o constituir
derechos reales que se ejercen por la posesión. No es necesaria, cuando la cosa es tenida a
nombre del propietario, y este por un acto jurídico pasa el dominio de ella al que la poseía a su
nombre, o cuando el que la poseía a nombre del propietario, principia a poseerla a nombre de
ARTÍCULO 1923.- Modos de adquisición. Las relaciones de poder se adquieren por la tradición.
No es necesaria la tradición, cuando la cosa es tenida a nombre del propietario, y este pasa la
posesión a quien la tenía a su nombre, o cuando el que la poseía a nombre del propietario,
principia a poseerla a nombre de otro, quien la adquiere desde que el tenedor queda notificado
el apoderamiento de la cosa.
ARTÍCULO 1924.- Tradición. Hay tradición cuando una parte entrega una cosa a otra que la
recibe. Debe consistir en la realización de actos materiales de, por lo menos, una de las partes,
que otorguen un poder de hecho sobre la cosa, los que no se suplen, con relación a terceros,
por la mera declaración del que entrega de darla a quien la recibe, o de este de recibirla14.
[14] Arts. 1892, 1923, 1924. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación
excepto las servidumbres, que se adquieren con el primer uso, y la hipoteca; que desarrollaremos en los
próximos módulos.
El origen de la tradición se remonta al derecho romano, donde la traditio era una de las tres maneras de
adquirir la propiedad de una cosa. Los requisitos eran: la cosa debía ser nec mancipi; el negocio jurídico por
el cual se trasmitía debía ser una justa causa, es decir, una causa reconocida por el derecho civil de los
ciudadanos romanos; la adquisición debía efectivizarse por la entrega material de la cosa. En la etapa del
derecho romano justinianeo, las otras dos modalidades de adquisición (mancipatio e in iure cessio)
desaparecen, quedando la traditio como única forma de traspasar la propiedad de una cosa.
El sistema francés era, en un principio, el del derecho romano; sin embargo, poco a poco la tradición como
acto material se fue reemplazando con una cláusula inserta en los contratos donde las partes manifestaban
el traspaso de la posesión; con el tiempo, la cláusula se entendió implícita y con ello el sistema pasó a ser
consensualista, pues el dominio se entendía traspasado con el mero contrato, sin ser necesario realizar
actos materiales para perfeccionarlo. Con esto, el sistema se atemperó severamente y las dificultades no
tardaron en surgir; por ejemplo, se vendía el mismo inmueble a varias personas. Vélez Sarsfield formula una
dura crítica a este sistema en la nota al art. 577 del antiguo Código Civil, cuya atenta lectura recomendamos.
Entiende el codificador que todos los sujetos de la comunidad están obligados a respetar el nuevo derecho
real constituido y, para que esto sea posible, es menester que puedan llegar a conocer su existencia, lo que
Constituir el derecho real. Luego de celebrado el negocio jurídico que fuere (título) y efectuada
la tradición (modo), el derecho real queda constituido.
Dar publicidad a este traspaso del derecho (publicidad posesoria).
En resumen:
Quien trasmite el derecho real debe ser titular (ya sea que actúe por sí o por apoderado).
Transmitente y adquirente deben ser personas capaces (o, en su defecto, contar con representación). Al ser un acto jurídico bila
El negocio o causa fuente en virtud de la cual se lleva a cabo la tradición debe tener título suficiente.
Nos focalizaremos ahora en aclarar el concepto de título suficiente y algunos términos relacionados.
Título suficiente: es el acto jurídico debidamente revestido de las formas y los requisitos de fondo que exige
la normativa y, además, el apto o idóneo para transmitir el derecho de que se trata. Veamos qué ordena el
CCCN:
ARTÍCULO 1892.- Título y modos suficientes. La adquisición derivada por actos entre vivos de un
Se entiende por título suficiente el acto jurídico revestido de las formas establecidas por la ley, que
Correlativos y concordantes son estos artículos del CCCN: el art. 1425 reza “Efecto del contrato. El
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[16] Art. 1425. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
La escritura pública es el título suficiente para adquirir (modificar o extinguir) derechos reales sobre
ARTÍCULO 1017.- Escritura pública. Deben ser otorgados por escritura pública:
a. los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos
Quedan exceptuados los casos en que el acto es realizado mediante subasta proveniente de
b. los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;
c. todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública;
d. los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben ser otorgados
en escritura pública17.
[17] Art. 1017. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Ejemplos: para transmitir el dominio de un inmueble, el título suficiente es la escritura pública y no el boleto
de compraventa o un contrato verbal, pues estos últimos no reúnen las formas exigidas por el art. 1017 del
CCCN. A su vez, una hipoteca sobre un bien mueble no es título suficiente pues no es el negocio idóneo para
ese tipo de acto (para consignar un bien mueble como garantía es necesario constituir una prenda).
Tampoco es título suficiente el otorgado por persona incapaz o inhabilitada para el acto de que se trate, por
no reunir una condición de fondo (capacidad). En suma, título suficiente es el que reúne todas las
El justo título para la prescripción adquisitiva es el que tiene por finalidad transmitir un derecho
real principal que se ejerce por la posesión, revestido de las formas exigidas para su validez,
Esto quiere decir que, de los elementos de la relación jurídica sujeto-objeto-causa, hay una falla en el primero
de ellos (el sujeto). Puede ser que la persona que trasmite no tenga capacidad para hacerlo (como en el
caso de un menor), o que le falte legitimidad (por no ser titular del derecho sino un poseedor). Este es el
[18] Art. 1902. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Título putativo:
puede conocer que carece de derecho, es decir, cuando por un error de hecho esencial y
El poseedor que por error excusable está convencido de que su título es título suficiente, pero en realidad no
lo es porque:
No existe título. Tal el caso del heredero aparente que ignora que el testamento por el cual hubo la cosa fue
toma posesión de un lote que no es el propio sino del vecino por estar mal ubicados los mojones. Este título
[19] Art. 1918. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
[20] Art. 1898. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
Boleto de compraventa: es aquel por el cual se busca trasmitir el dominio sobre un inmueble, pero no reviste
la forma de instrumento público exigida por el art. 1017 CCCN (escritura pública o escritura traslativa de
dominio, como también se le llama a dicho instrumento) y por ello vale como promesa de celebrar escritura
traslativa de dominio.
Los siguientes artículos del CCCN dan prioridad o preferencia al comprador de buena fe con boleto de
compraventa y hacen al boleto oponible en la quiebra o concurso del vendedor a fin de obtener, de parte del
tiene prioridad sobre el de terceros que hayan trabado cautelares sobre el inmueble vendido si:
b. el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del precio con anterioridad a la
traba de la cautelar;
veinticinco por ciento del precio. El juez debe disponer que se otorgue la respectiva escritura
pública. El comprador puede cumplir sus obligaciones en el plazo convenido. En caso de que la
prestación a cargo del comprador sea a plazo, debe constituirse hipoteca en primer grado
[21] Arts. 1170, 1171. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación
Prescripción
No hay consenso en la doctrina, pues para algunos es un modo originario y, para otros, derivado. Pero
podemos definirla como un medio de adquirir un derecho o liberarse de una obligación por el transcurso del
tiempo. Tanto los derechos reales como los derechos personales se adquieren y pierden por prescripción.
“La prescripción adquisitiva es un derecho que le permite al poseedor de un inmueble consolidar una
situación de hecho, que es la posesión continua durante el tiempo fijado por la ley, adquiriendo la propiedad
cual el poseedor de una cosa adquiere un derecho real sobre ella, mediante la posesión
En cambio,
la prescripción liberatoria se utiliza para repeler una acción por vía de excepción, por el solo
hecho de que el actor no ha usado esa acción durante cierto lapso, o de ejercer el derecho que
[22] Art. 1897. Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
LECCIÓN 2 de 3
Referencias
Bonfante, P. (1979) Instituciones de Derecho Romano, traducción de la octava edición italiana por Bacci, Luis
Ley 340. Código Civil de Argentina. (1871). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http:// servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/105000-109999/109481/texact.htm
Ley 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http:// servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=235975
LECCIÓN 3 de 3
Derechos reales
–
En esta lectura se han definido los derechos reales y se ha resaltado su enumeración taxativa, ya que hay derechos reales
no reconocidos por la ley y otros prohibidos. Los derechos reales son únicamente los enumerados por el Código Civil y
Comercial de la Nación.