CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO engendrado a la Iglesia, tu amada esposa.
R. Te alabamos y de damos gracias.
RITOS INICIALES
El sacerdote se dirige con los ministros al lugar preparado para los
novios.
ENTRADA DE LOS NOVIOS. Entra primero el novio, los padres,
testigos, los que tienen los anillos y arras. Después entra la novia
Cuando los novios han llegado a su lugar, el sacerdote los recibe y
los saluda amablemente, haciéndoles saber que la Iglesia comparte
su alegría.
Sacerdote: Hace la señal de la cruz y dice:
Queridos hermanos: Llenos de alegría hemos venido a la casa del
Señor para esta celebración, acompañando a N y N en el día en que
se disponen a celebrar su unión matrimonial. Para ellos este
momento es de singular importancia. Por eso, acompáñenos con
nuestro afecto, amistad y oración fraterna.
Escuchemos atentamente con ellos la Palabra que Dios, que nos va a
dirigir hoy. Después, con la santa Iglesia, invocaremos a Dios Padre,
por Jesucristo, nuestro Señor, para que reciba complacido a estos
hijos suyos que van a contraer matrimonio, los bendiga y les conceda
vivir siempre unidos.
Se hace memoria del bautismo:
Sacerdote: Agradecidos por haber llegado a ser hijos de Dios,
hagamos ahora memoria del bautismo, comienzo de la vida nueva en
la fe, fuente y fundamento de toda vocación.
Dios, nuestro Padre, con la fuerza del Espíritu Santo, reavive en
todos nosotros
el don de aquella primera bendición original para permanecer fieles al
amor al que fuimos llamados.
Después de la invitación inicial, el sacerdote permanece de pie,
recibe el agua bendita que le entregan los ministros y agradece por el
don del bautismo:
Sacerdote: Padre, en el bautismo de tu Hijo Jesús en el río Jordán
has revelado al mundo el amor esponsal por tu pueblo.
R. Te alabamos y de damos gracias.
Sacerdote: Cristo Jesús, de tu costado abierto sobre la cruz has
Sacerdote: Espíritu Santo, fuerza del Padre y del Hijo haz que
resplandezca en N. y N. la vestidura nupcial de la Iglesia.
R. Te alabamos y de damos gracias.
Sacerdote: Dios y Padre nuestro, origen y fuente de la vida, que nos
has hecho renacer en el agua
con la fuerza de tu Espíritu, reaviva en todos nosotros la gracia del
bautismo, y concede a N. y N. un corazón libre y una fe ardiente para
que, interiormente purificados, asuman el don del matrimonio
como un nuevo camino hacia la santidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
R. Amén.
El sacerdote rocía con agua bendita a los novios
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis     1, 26-28. 31
Dios dijo: ́ ́Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza; que domine a los peces del mar, a las aves del cielo,
a los animales domésticos y a todo animal que se arrastran sobre
la tierra. ́ ́Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó.
Hombre y mujer los creo. Los bendijo Dios y les dijo: ́ ́Sean
fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a
los peces del mar, a las aves del cielo y a todo ser viviente que se
mueve sobre la tierra. ́ ́ Vio Dios todo lo que había hecho y lo
encontró muy bueno. Maria
Palabra de Dios.
R. Te alabamos señor
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de
Éfeso     5, 2a. 25-32
Hermanos: Vivan amando, como Cristo, que nos amó y se entregó
por nosotros. Maridos, amen a sus esposas como Cristo amo a su
Iglesia y se entregó por ella para santificarla, purificándola con el
agua y la palabra, pues él quería presentársela a si mismo toda
resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa
e inmaculada. Así los maridos deben amar a sus esposas, como
cuerpos suyos que son. El que ama a su esposa se ama a sí mismo,
pues nadie jamás ha odiado a su propio cuerpo, sino que le da
alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos
miembros de su cuerpo. Por eso abandonará el hombre a su padre y
a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola cosa. Este
en un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. Palabra de
Dios. aracely
R. Te alabamos señor
EVANGELIO
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     19, 3-6
Sacerdote: el señor este con ustedes
Todos responden: y con tu espíritu
Y aconteció que cuando acabó Jesús estas palabras, salió de Galilea
y fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Y le siguió mucha
gente, y los sanó allí. Entonces se acercaron a él los fariseos,
tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su esposa por
cualquier causa? Y él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el
que los hizo al principio, hombre y mujer los hizo, y dijo: Por tanto, el
hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los
dos serán una sola carne? Así que, no son ya más dos, sino una sola
carne; por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.
Palabra del señor
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
El sacerdote, en la homilía, partiendo del texto sagrado, expone el
misterio del Matrimonio cristiano, la dignidad del amor conyugal, la
gracia del sacramento y las obligaciones de los contrayentes
Sacerdote: Hermanos, Dios ha privilegiado la unión del hombre y la
mujer para que reflejara, fuese imagen, del amor que Él nos tiene.
Por tanto, si hubiera que medir la dignidad del amor de los esposos
cristianos, habría que hacerlo con la medida de Dios... que está fuera
de toda medida humana, gracias a su Hijo Jesucristo. Ya lo decía
San Agustín: "La medida del amor es amar sin medida". Jesucristo, la
imagen nítida del Padre, es la medida que vosotros habéis escogido
para vuestro amor. Sed siempre conscientes de ello. Los anillos que
dentro de poco os intercambiaréis, os recordarán siempre que estáis
participando de la alianza que Dios ha establecido con su pueblo,
sellada con un amor que no tiene principio ni fin; como un anillo que
por su forma circular no se puede decir dónde empieza ni dónde
termina.
CELEBRACIÓN DEL MATRIMONIO
Puestos de pie, todos, incluso los novios, y situados los testigos a
uno y otro lado, el sacerdote se dirige a los novios con estas
palabras:
Sacerdote:
Queridos N. y N.: Ustedes vinieron a la casa de Dios para que el
Señor consagre el amor que se profesan, en presencia del ministro
de la Iglesia y ante la comunidad cristiana.
Ustedes ya están consagrados por el Bautismo. Ahora, Cristo, a de
bendecir ese amor, los enriquecerá y fortalecerá por medio del
sacramento del Matrimonio, para que puedan ser mutuamente fieles y
asumir las responsabilidades propias de la vida matrimonial. Les pido
a ustedes que expresen ahora con sinceridad su propósito delante de
toda la Iglesia.
INTERROGATORIO ANTES DEL CONSENTIMIENTO
El sacerdote interroga a los novios sobre su libertad, su fidelidad y
sobre la procreación y educación de los hijos, y a cada pregunta ellos
responden.
Sacerdote: N. y N. ¿Vienen a contraer matrimonio con entera
libertad?
Los novios responden: Sí
Sacerdote: ¿Se comprometen a amarse y guardarse mutua fidelidad
durante toda la vida?
Los novios responden: Sí
Sacerdote: ¿Están dispuesto a recibir responsablemente los hijos,
fruto de su amor, y a educarlos en la fe de Cristo?
Los novios responden: Sí
MANIFESTACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
Sacerdote: Manifiesten entonces la decisión de contraer matrimonio
estrechándose las manos, mirándose uno al otro, y expresen ante
Dios y su Iglesia el consentimiento matrimonial.
Los contrayentes se estrechan las manos y expresan su
consentimiento
El novio se dirige a la novia con estas palabras:
Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa,
y prometo serte fiel
tanto en la prosperidad como en la adversidad,
en la salud como en la enfermedad,
amándote y respetándote durante toda mi vida.
La novia se dirige al novio con estas palabras:
Yo, N., te recibo a ti, N., como esposo,
y prometo serte fiel
tanto en la prosperidad como en la adversidad,
en la salud como en la enfermedad,
amándote y respetándote durante toda mi vida.
CONFIRMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
El sacerdote que recibe el consentimiento extendiendo las manos
sobre las manos unidas de los esposos:
Sacerdote: El Señor confirme el consentimiento que han manifestado
delante de la Iglesia, y realice en ustedes lo que su bendición les
promete. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido.
Todos responden:
Amén
Sacerdote: Bendigamos al Señor.
Todos responden: Amén.
Todos se sientan, y el esposo levanta el velo con el que la esposa
cubre su rostro.
BENDICIÓN Y ENTREGA DE LOS ANILLOS Y ARRAS
Sacerdote: El Señor bendiga estos anillos, que se entregarán el uno
al otro, como signo de amor y de fidelidad. Por Jesucristo nuestro
señor
R. Amén.
Los anillos son rociados con agua bendita y son entregados a los
esposos.
El esposo coloca el anillo en el dedo anular de la esposa, diciendo:
N., recibe este anillo como signo de mi amor y fidelidad.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Del mismo modo, la esposa coloca el anillo en el dedo anular del
esposo, diciendo:
N., recibe este anillo como signo de mi amor y fidelidad.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Sacerdote: El Señor bendiga estas arras, que Gabriela y Rivaldo se
entregarán y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes
Las arras son rociados con agua bendita y son entregados a los
esposos.
El esposo toma las arras y teniéndolas entre las manos juntas las
entrega a la esposa quien las recibe con las dos manos debajo de las
de su esposo, diciendo:
Esposo: N., recibe también estas arras como prenda de la bendición
de Dios y del cuidado que tendré de que no falte lo necesario en
nuestro hogar.
Esposa: Yo las recibo en señal del cuidado que tendré de que todo se
aproveche en nuestro hogar
Entonces toda la comunidad puede entonar un himno o canto de
alabanza.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Luego se hace, en la forma acostumbra, la oración universal
Invitado o padres: Queridos hermanos, conscientes del don especial
de gracia y caridad, mediante el cual Dios ha querido hacer perfecto y
consagrar el amor de nuestros hermanos N. y N. encomendémoslos
al Señor. Jannet
Invitado o padres: Para que estos fieles cristianos N. y N.,
unidos ahora en la santidad del Matrimonio,
puedan gozar de la salud y de la salvación eterna.
Oremos. Jannet
R. Escúchanos, Señor.
Invitado o padres: Para que el Señor bendiga la unión de estos
esposos que Él derrame su gracia,
como santificó las bodas de Caná. y a quienes unió con una alianza santa,
Oremos. Lucia los confirme en el amor recíproco.
R. Escúchanos, Señor. Después, el sacerdote con las manos extendidas sobre los esposos,
Invitado o padres: Para que el Espíritu Santo prosigue diciendo:
renueve la gracia del sacramento del Matrimonio
en todos los esposos aquí presentes. Sacerdote: Dios nuestro,
Oremos. Lucia que con tu poder hiciste todas las cosas de la nada,
R. Escúchanos, Señor. desde el principio todo lo ordenaste,
Concluye la celebración: haciendo al hombre a tu imagen,
Sacerdote: Infunde, Señor, el Espíritu de tu amor en N. y N., le diste al varón la ayuda inseparable de la mujer,
para que sean un solo corazón y una sola alma; para que ya no fueran dos, sino una sola carne
que nada separe a estos esposos que Tú has unido, y enseñaste que nunca será lícito separar
y, colmados de tu bendición, nada los aflija. lo que Tú has querido unir para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén. Dios y Padre, que unes al varón y a la mujer
LITURGIA EUCARÍSTICA y concedes a esta unión, establecida desde el principio,
la única bendición que no fue abolida
En la preparación de los dones, ofrenda del pan y el vino al altar.
por la pena del pecado original,
En la plegaria eucarística se hace conmemoración de los nuevos
ni por la sentencia del diluvio.
esposos, se les da el pan y el vino los esposos oran de rodillas.

Después se les da a los que hicieron la confirmación o la primera Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles, La paz del Señor esté
comunión siempre con ustedes.
Entonces, los esposos y los presentes se desean mutuamente la paz
Todos oran en silencio durante breves momentos. como signo de unidad y caridad.

El lazo lo colocan los padrinos. Este representa la unión de los CONCLUSIÓN DE LA CELEBRACIÓN

novios y la idea de que para que el matrimonio funcione, se necesita
que los dos lo sostengan. Al final de la celebración el sacerdote bendice a los esposos y al
pueblo
El sacerdote, con las manos juntas, invita a los presentes a la oración
con estas u otras palabras: El sacerdote con las manos entendidas sobre los esposos, dice:
Sacerdote: Dios, Padre eterno,
Sacerdote: Queridos hermanos, los conserve unidos en el amor,
oremos al Padre y que la paz de Cristo habite en ustedes
para que bendiga a estos hermanos nuestros y permanezca siempre en su hogar.
que se han unido en Cristo; R. Amén.
 7. Invitada (ofrenda)
Sean ustedes benditos en sus hijos,
que encuentren ayuda en sus amigos
y vivan en paz con todos.
R. Amén.

Que en el mundo sean testigos del amor de Dios,

y que los pobres y afligidos
sean objeto de la bondad de ustedes,
para que ellos los reciban un día
en las mansiones eternas de Dios.
R. Amén.
Terminada la Misa, los testigos y el sacerdote firman el acta de
Matrimonio. El acto de firmar puede hacerse en la sacristía o en
presencia del pueblo, pero no debe hacerse sobre el altar.

NECESITAMOS:

1. Anillos yo
2. Arras todos
3. Cadena o lazo Jannet
4. Pan y vino Lucia
5. Agua bendita Del baño
6. Libro (cuaderno) para la firma del acta matrimonial Todos
7. Velas Maria
8. Flores Aracely
9. Copa Rivas

Personajes:

1. Padre
2. Novio
3. Novia
4. Padrinos (2)
5. Narradora
6. Monaguillo