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INTRODUCCIÓN

Desde que entendí el significado de nacer del (en Él)


espíritu donde di “A LUZ LA VIDA DE DIOS”, no he dejado
de crecer y madurar; al principio, pasos cortos, cojeando
muchas veces, pero empujada por los vientos de su
Espíritu hacia adelante, notando que a medida que le
busco más y me humillo en su presencia, sus secretos son
revelados a mi corazón y Él se hace más real en mi vida.
Dependiendo de Él más, puedo ver un aceleramiento en mi
madurez y crecimiento, siendo Cristo formado en mí. Sé
que no lo he alcanzado todavía y que no soy perfecta. Pero
hay algo que me he propuesto en mi corazón y es continuar
corriendo la “Carrera del Supremo Llamamiento de
Dios” para alcanzar la meta. Estoy corriendo para
“ganarlo”, por eso me extiendo hacia delante para poder
terminar la carrera, llegar a la meta y terminar el
ministerio que recibí de Jesús.
Este libro de “MEMORIAS” es para cada uno de los
estudiantes que tomaron la Escuela Sobrenatural del
Espíritu, quienes vinieron con hambre y sed de Dios, para
ser saciados. Una a una las clases nos han llevado a
profundidades mayores; pero quiero animarles, que hay
más profundidades a las cuales estamos anhelando ir y que
Dios nos quiere llevar. Él quiere que Su Imagen de Gloria
sea formada para así reflejar y manifestar Su Gloria a
través de nuestras vidas.
Al saber que Jesús es la doctrina del Padre y que en Él
hemos obtenido todo, hemos recibido gracia sobre gracia, y
de su plenitud hemos bebido; solo nos resta quererlo
imitar a Él y ser como Él. Él es la Imagen de Dios, la
Semilla Incorruptible, el Fruto de Vida, la Mente de Dios,
el Reino de Luz y Vida, Él nos Reconcilió, nos trajo Justicia
y Juicio, es el Amor de Dios hecho carne, la única
VERDAD, es el Postrer Adán, quien nos prometió el
Espíritu Santo y, por ende, ahora estamos en la Vid
Verdadera y producimos de su fruto; en su Resurrección
hemos dado a Luz la Vida de él, levantados y sentados en
los lugares celestiales para vivir disfrutando del cielo aquí
en la tierra.
Realmente el centro de nuestro corazón es Cristo y debe
mantenerse como tal. Nuestro corazón es el trono donde Él
estableció su Reino una vez y para siempre, donde Él es el
único Rey, Señor, Amado, Salvador y nuestro todo.
El haber sido Él coronado con Gloria nos da el ejemplo de
que solo en Él podremos lograr las coronas que Él ya tiene
preparadas para nosotros.
El ser diestro en la palabra de Justicia sabiendo que la Ley
de Vida de Vida de Dios reina ahora sobre nosotros, nos
hace ser esclavos de Su Justicia. Viviendo en esa justicia
significa que nuestros vestidos blancos serán más
resplandecientes y las coronas serán puestas sobre
nosotros. Los galardones que Él tiene para nosotros son el
resultado de su obra en nosotros la cual nosotros hemos
creído, no siendo olvidadizos sino siendo hacedores de la
obra para así caminar en el espíritu y terminar en el
espíritu, creyendo que nuestra vida es libre del pecado y de
la muerte por Él haberme dado Su Vida.
Quiero terminar diciéndoles: que guarden todo lo que les
he enseñado, una y otra vez tomen el libro de “Las
Memorias” estúdienlo, medítenlo; cada versículo el
Espíritu Santo lo escribió en nuestras mentes y lo grabó
con fuego en nuestros corazones. No se olviden de quienes
son, que tienen en él y como manifestar su gloria. Lo
lograran si se mantienen en la Ley Perfecta “De La
Libertad”, fijando nuestros ojos en Cristo “autor y
consumador de la fe”, perseverando y caminando en amor
siendo LUZ-VIDA y teniendo una comunión íntima con Él.
Es mi mayor deseo poderlos ver en la fila donde las
vestiduras resplandecen como las de Él, poniendo las
coronas a sus pies, Jesús nos diga: “Bien, buen siervo y
fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu Señor”.
Les bendigo y disfruten los buenos y los malos momentos,
por ese “Sumo Gozo” puesto delante de nosotros, corriendo
la carrera del supremo llamamiento de Dios.

¡LO LOGRARÁN PORQUE DIOS NOS


HIZO APTOS PARA LOGRARLO EN
ÉL!

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