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4 cosas que debe saber un confirmado

¿Qué es lo que debe cree?


La Santísima Trinidad es una, confesamos un solo Dios en tres personas, cada una de
ellas es enteramente Dios: «El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que
es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios
por naturaleza.» (CIC 253). Tienen la misma naturaleza y divinidad. El Padre, primera
persona, es el Creador de todas las cosas y de manera especial del ser humano,
hecho a su imagen y semejanza;
Jesús, es el Hijo, segunda persona, encarnado por amor a nosotros, para dar
cumplimiento a la obra redentora, liberándonos del pecado y dándonos la vida eterna;
y el Espíritu Santo, tercera persona, donde el Padre y el Hijo, se hacen presentes en
nuestra vida a través de Él, iluminándonos, santificándonos y ayudándonos con sus
dones, para alcanzar la vida eterna.
Presencia de la Santísima Trinidad
1. En el Bautismo
Por la gracia del bautismo «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19),
somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, aquí en la tierra,
y después de la muerte, en la vida eterna.
2. En la Señal de la Cruz
En ella estamos recordando el misterio de la Santísima Trinidad:
En el nombre del Padre: colocando la mano sobre la cabeza, donde está el cerebro
que controla nuestro cuerpo, simboliza que Dios es la fuente de nuestra vida.
Del Hijo: nuestra mano la ponemos en el corazón, que simboliza el amor. Aludiendo a
Jesucristo quien se entregó por amor, para liberarnos del pecado y conducirnos a la
vida eterna.
Y del Espíritu Santo: nuestra mano va sobre cada hombro, recordando que Él nos
ayuda a cargar con nuestra vida dándonos su luz y su gracia.
3. En la Eucaristía
En la Eucaristía se da su presencia en los siguientes momentos:
Comenzamos la misa con la oración inicial: «En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo».
Epíclesis consagratoria: éste es el momento de la ofrenda, donde se pide al Padre que
envíe su Espíritu Santo para la conversión del pan y del vino, en el Cuerpo y la Sangre
del Señor.
Doxología final: éste es el momento en el que el sacerdote toma el Cuerpo y la Sangre
de Jesús presentándolo a Dios, diciendo: «Por Cristo, con Él y en Él, a ti Dios Padre
Omnipotente, en la Unidad del Espíritu Santo…».
Bendición final: se bendice al pueblo de Dios en el nombre de la Santísima Trinidad.
En el credo nos resume las verdades de la fe
El Credo está dividido en tres partes:
La primera parte habla de Dios Padre y de la obra de la Creación.
La segunda parte habla de Dios Hijo y de la Redención de los hombres.
La tercera parte habla de Dios Espíritu Santo y de nuestra santificación.
Estas tres partes contienen doce artículos que abarcan las principales verdades en las
que creemos los católicos. Estos doce artículos son:

1. Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra.

2. Jesucristo, Hijo único de Dios.

3. Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nacido de María la
Virgen.

4. Jesús fue crucificado, muerto y sepultado.

5. Jesús descendió a los infiernos y al tercer día resucitó.

6. Jesús subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre.

7. Jesús vendrá a juzgar a vivos muertos.

8. El Espíritu Santo.

9. La Iglesia una, santa, católica y apostólica y la comunión de los santos.

10. El perdón de los pecados.

11. La resurrección de los muertos.

12. La vida eterna.

¿Que debe cumplir?


los mandamientos, 3 amar a dios y 7 al prójimo (analizar que manda y que prohíbe)
Amarás a Dios por sobre todas las cosas
El primer mandamiento consiste en poner toda la fe, la confianza y el amor en el Dios
único, así como también aceptar la autoridad y guía de Dios sobre la propia vida. Dios
ha de ser el principio y el fin de la existencia. Esto incluye no adorar ni rendir culto a
ningún ídolo, ya sea material o simbólico.
No tomarás el Nombre de Dios en vano.
Debemos pronunciar el nombre de Dios con gran respeto y veneración para casos
serios e importantes. la ley de Dios nos prohíbe jurar sin grave necesidad, o con
mentira, o pronunciar el nombre de Dios sin respeto o reverencia
La gravedad de esto reside en que, cuando un creyente usa el nombre de Dios en
vano, sus malas acciones desacreditan la reputación de Dios, y pueden llevar a los
demás a renegar de Él.

Santificarás las fiestas en nombre de Dios.


nos manda a oír misa entera todos los domingos y no trabajar en el día del
Señor, este mandamiento nos indica que debemos asistir a misa todos los domingos y
todos aquellos días señalados en el calendario litúrgico como fiestas obligatorias a
menos que nos encontremos enfermos, al ir a misa debemos hacerlo con alegría y
devoción.
Las personas no respetamos ya estos días sino por lo contrario lo tomamos como
unas vacaciones y nos olvidamos de Dios. Sabiendo que cuando nos llegue la muerte
vamos a ser juzgados y ya va a ser muy tarde y nos daremos cuenta que debimos
haber respetado los días y fiestas de guardar.

Honrarás a tu padre y a tu madre.


manda no solo al respeto de los hijos
con sus padres y abuelos, sino también al respeto de los
padres para con sus hijos, también indica que los alumnos
deben tratar con respeto a sus maestros y a estos de igual forma
a sus alumnos y así mismo de los patrones a los empleados
y recíprocamente

Este principio puede aplicarse también a los demás lazos familiares, así como en la
relación de respeto con maestros y otras figuras de autoridad que comparten
generosamente sus enseñanzas.

No matarás.
La vida se considera un don sagrado otorgado por Dios, y en ese sentido, solo Dios
tiene el derecho de quitarla. Este mandamiento es un principio cívico fundamental
del judaísmo y del cristianismo. El asesinato y la violencia están condenados por
ley. No hay excepciones. El que mata, viola el principio sagrado de la vida.

No cometerás actos impuros.


Se consideran actos impuros el adulterio, la infidelidad, la violación, el estupro y otros
actos de lujuria que comprometan la integridad moral o física de las personas.
El sentido de esta ley es promover el ejercicio de una sexualidad digna mediante el
control de los impulsos carnales, el respeto al otro y la santificación del matrimonio. De
este modo, se fomenta la fidelidad conyugal, el dominio propio y la salud sexual.

No robarás.

Este mandamiento prohíbe robar o hacer


daño a los bienes ajenos.
Es decir, prohíbe el acto exterior de apropiarse
de los bienes ajenos y al mismo tiempo, exige las virtudes de
justicia, caridad y templanza

No darás falso testimonio ni mentirás.


prohíbe la mentira, especialmente cuando se trata de una calumnia contra el prójimo.
La mentira tiene el poder de destruir moral y materialmente a las personas, y sus
consecuencias pueden llegar a ser irreparables.

No consentirás pensamientos ni deseos impuros.


es no admitir o estimular deliberadamente pensamientos que violan los valores de
castidad, respeto por el otro y fidelidad conyugal. Consentir en ello, es decir, alimentar
pensamientos impuros conscientemente aumenta el riesgo de causar daño a otros y a
uno mismo.

No codiciarás los bienes ajenos.


El décimo y último mandamiento se puede resumir en lo siguiente: no envidiarás. Es
decir, no desearás los bienes que tienen los demás. En la espiritualidad judeocristiana,
se entiende que la codicia es la puerta de entrada para el robo, el asesinato y la
incontinencia carnal. Por ende, este mandamiento pretende promover el valor del
trabajo, la fraternidad y la fidelidad
Los 5 mandamientos de la Iglesia católica
Además de los diez mandamientos, la Iglesia católica contempla cinco mandamientos
sobre los deberes rituales mínimos que deben observar sus fieles. Estos
mandamientos son:
Ir a misa los domingos y fiestas de guardar.
Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte o antes
de comulgar.
Comulgar en la pascua de resurrección.
Ayunar en los días establecidos por la Iglesia.
Ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales.
¿Que debe recibir?
Sacramentos de iniciación: son aquellos que introducen a las personas en la fe
cristiana y las reafirma en el seguimiento del evangelio. Se incluyen el bautismo, la
eucaristía y la confirmación.
Bautizo

el bautismo es un sacramento de iniciación en el cual el contrayente recibe el


Espíritu Santo, inicia el seguimiento del evangelio y se integra a la Iglesia. El
ministro suele ser un obispo, sacerdote o diácono representa la purificación del
pecado original y convierte al bautizado en templo vivo de Dios.
Eucaristía

La eucaristía consiste en el memorial de la vida, pasión, muerte y resurrección de


Jesús, por medio del ofrecimiento (consagración) del pan y el vino a Dios

La eucaristía es el sacramento por excelencia del catolicismo, ya que resume toda


la fe cristiana.

Confirmación

La confirmación es un sacramento de iniciación que consiste en la renovación de


las promesas bautismales. simboliza la reafirmación de la fe y del compromiso
cristiano, acrecentados por los dones del Espíritu Santo: sabiduría, inteligencia,
consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

Sacramentos de servicio y misión: son aquellos que expresan una vocación o un


proyecto de vida. Se incluyen el matrimonio y el orden sacerdotal.
Sacramentos de curación: son aquellos que transmiten la presencia consoladora de
Dios en el sufrimiento y la sanidad física y espiritual. Incluye la reconciliación y la
unción de los enfermos.

¿Que pedir?
oración de Jesús (padre nuestro)

santificar el nombre de dios

se santifica su nombre cuando uno compromete la vida entera por él,


cuando nuestra vida está en función de Dios, hasta el punto de que en
ocasiones la santificación del nombre nos puede llevar a entregar la vida por
Dios.

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