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2. Confesar los pecados mortales al menos una vez cada año, y en peligro de
muerte, y si se ha de comulgar.
3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia.
SACRAMENTOS
1. Bautismo
2. Confirmación
A través del óleo llamado «sagrado Crisma» somos conformados, con el poder del
Espíritu, a Jesucristo, quien es el único auténtico «ungido», el «Mesías», el Santo de
Dios. El término «Confirmación» nos recuerda luego que este sacramento aporta un
crecimiento de la gracia bautismal: nos une más firmemente a Cristo; conduce a su
realización nuestro vínculo con la Iglesia; nos concede una fuerza especial del
Espíritu Santo para difundir y defender la fe, para confesar el nombre de Cristo y para
no avergonzarnos nunca de su cruz.
3. Eucaristía
4. Penitencia y Reconciliación
El sacramento de la Unción de los enfermos, que nos permite tocar con la mano la
compasión de Dios por el hombre. Antiguamente se le llamaba «Extrema unción»,
porque se entendía como un consuelo espiritual en la inminencia de la muerte.
Hablar, en cambio, de «Unción de los enfermos» nos ayuda a ampliar la mirada a la
experiencia de la enfermedad y del sufrimiento, en el horizonte de la misericordia de
Dios.
6. Orden sacerdotal
7. Matrimonio
Este sacramento nos conduce al corazón del designio de Dios, que es un designio de
alianza con su pueblo, con todos nosotros, un designio de comunión. Al inicio del
libro del Génesis, el primer libro de la Biblia, como coronación del relato de la
creación se dice: «Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón
y mujer los creó… Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su
mujer y serán los dos una sola carne» (Gn 1, 27; 2, 24).
1. Consejo
Al mismo tiempo, nos conduce cada vez más a dirigir nuestra mirada interior
hacia Jesús, como modelo de nuestro modo de actuar y de relacionarnos con Dios
Padre y con los hermanos.
2. Entendimiento
Está estrechamente relacionado con la fe. Cuando el Espíritu Santo habita en nuestro
corazón e ilumina nuestra mente, nos hace crecer día a día en la comprensión de lo
que el Señor ha dicho y ha realizado. Comprender las enseñanzas de Jesús,
comprender el Evangelio, comprender la Palabra de Dios.
3. Sabiduría
5. Ciencia
6. Piedad
Este don no significa tener compasión de alguien, es decir, tener piedad por el
prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo con
Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y que nos mantiene firmes, en
comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y tormentosos.
Se trata de una relación vivida con el corazón: es nuestra amistad con Dios, que nos
dona Jesús, una amistad que cambia nuestra vida y nos llena de entusiasmo, de
alegría.
7. Temor de Dios
No consiste en tener miedo de Dios: sabemos bien que Dios es Padre, y que nos ama
y quiere nuestra salvación, y siempre perdona; por lo cual no hay motivo para tener
miedo de Él.
Si Dios ve que la Creación es una cosa buena, es algo hermoso, también nosotros
debemos asumir esta actitud. He aquí el don de ciencia que nos hace ver esta belleza;
alabemos a Dios, démosle gracias por habernos dado tanta belleza.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de
todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes
de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre;
por quien todas las cosas fueron hechas;
que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación
descendió del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo (cf. Filioque),
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.
Reconozco que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados,
espero la resurrección de la carne
y la vida del mundo futuro.
Amén.