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Trewhela’s School

Departamento de Historia, Cs. Sociales y Filosofía

X Parlamento Estudiantil Por la Paz y Solidaridad 2022

Educación y Sociedad
Pensar en la Escuela del Futuro
Felipe Morales Canales
Profesor de Filosofía, Trewhela’s School

“La educación únicamente podemos contemplarla en una perspectiva de


futuro. Aunque es realizada en el presente siempre dará sus frutos no
hoy, sino en el futuro, en un momento que estará más o menos cerca del
presente”. 1

Pensar la escuela del futuro, requiere un previo acuerdo de conceptos; pues hay demasiados
futuros posibles, infinitas extensiones de tiempo en torno a una realidad que se nos presenta
inconmensurable, resultando demasiado difícil calcular aquello que aún no acontece. ¿De qué
futuro estamos hablando? ¿mañana, una década, un milenio? Y, por otro lado también, frente
a la dicotomía entre conservación y transformación, definir el sentido y esencia de “la escuela”:
¿Cómo ha sido la escuela?, ¿qué es y qué esperamos que sea?
¿Qué implica pensar en la escuela del futuro? Quizás, proyectar un devenir basado en las
categorías del presente, en el círculo de conceptos éticos, políticos, ideológicos y tecnológicos
que constituyen la escuela de hoy. Siendo así, pensar la escuela de futuro podría tener como
resultado solamente mirarse en el espejo. La educación se ha encontrado muchísimas veces
con esta contradicción, al mismo tiempo que pretende formar sujetos para el mañana, lo hace
desde los preceptos del pasado y el presente. En este contexto, afirma (el filósofo e historiador)
Michel Serres:
“Estamos ante jóvenes a los que pretendemos enseñar con lógicas que
datan de una época que ellos ya no reconocen: edificios, patios, aulas,
anfiteatros, campus, bibliotecas, laboratorios, hasta conocimientos...
lógicas que datan de un tiempo y que están adaptadas a una época en que
los hombres y el mundo eran lo que ya no son.”2

Pensar la escuela del futuro no puede eludir la reflexión en torno a la escuela actual, lo que no
implica renunciar a una mirada más indagadora, más responsable respecto del actuar del ser
humano en el mundo. Si hace algunas décadas la educación se esforzaba en alcanzar un mayor
porcentaje de escolarización o en la transmisión de valores cívicos; hoy existen situaciones que
pueden resultar aún más urgentes para el ser humano y su entorno. Una de las principales
reflexiones de la iniciativa de la UNESCO, El Futuro de la Educación, es que:

1
Gimeno Sacristán, Prologo. Pensando en el futuro de la educación: una nueva escuela para el siglo XXII.
Página 10. Edit. Grao. 2012.
2
Serres, MPulgarcita. Fondo de Cultura Económica. p. 26. Fondo de Cultura Económica. 2013.
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Departamento de Historia, Cs. Sociales y Filosofía

“En el momento actual, en el que nos enfrentamos a graves riesgos para el


futuro de la humanidad y la propia vida del planeta, debemos reinventar
urgentemente la educación para que nos ayude a afrontar los retos
comunes”3.
Se trata de pensar hoy para el mañana, constatando la incidencia del ser humano en el mundo
y la capacidad que tiene la escuela para influir en ellos. Entonces, al pensamiento le debe
seguir la acción, pues tal como anuncia la cita inicial: lo que hagamos hoy en educación tendrá
frutos en el mañana. ¿Hasta qué punto somos responsables?
Resulta importante evaluar, ¿qué dimensiones debemos considerar al pensar la escuela de
futuro? Por ejemplo, ¿cómo debemos relacionarnos con la tecnología?, ¿qué paradigmas en
torno a la enseñanza y el aprendizaje serán más eficientes?, ¿qué papel debemos ocupar
estudiantes y profesores?, ¿cómo debemos relacionarnos entre nosotros y nuestro entorno?
¿cómo debemos comenzar a actuar desde ya?
Dentro de este conjunto de reflexiones, quizás una de las cuestiones medulares tiene que ver
con el sentido y esencia de la escuela.
¿Ha sido o es la escuela un espacio donde los individuos desarrollamos y descubrimos nuestro
potencial? ¿Hacia dónde se orienta la escuela; la transformación y creación de nuevos y
mejores paradigmas?
Sobre lo último, la teoría crítica ha sido bastante pesimista, afirmando que la escuela no ha
cumplido con su proyecto clásico e ilustrado (el desarrollo del individuo y el progreso social).
Según autores como Bourdieu, la escuela ha resultado ser un mecanismo de reproducción y
conservación de estructuras sociales.4 Para Foucault, ha sido un dispositivo de vigilancia y
clasificación del sujeto, no muy distinto a las cárceles y manicomios.5 Si es así, la puerta ha
girado hacia el lado contrario del que se esperaba; la uniformidad, la organización de los
espacios, las jerarquías y la sistematización de los saberes han de ser examinados.
Ante la crítica pesimista, con mayor razón, resulta necesario pensar en la escuela del futuro,
pues siempre tenemos la posibilidad de imaginar algo distinto. ¿Realmente la educación, la
escuela en su sentido práctico, ha equivocado el rumbo? Y si es así, ¿cuáles son los cambios
que la escuela necesita? La mera idealización es insuficiente, para esto es preciso pasar a la
acción, salir de la inercia. Osin, un investigador educacional, que también se pregunta sobre la
escuela del futuro, comenta que: la complejidad de la tarea a la que se enfrenta la escuela es
capaz de paralizar la misma voluntad de quienes podrían realizar el cambio.

3
UNESCO. Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación; informe. 2021.
Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000379381_spa
4
Sobre este tema se puede consultar el artículo de Astete, C. Pierre Bourdieu: el poder en el campo de la
educación y la pedagogía. Revista horizonte de la ciencia. 2017.
5
Foucault, M. El Panoptismo. Vigilar y Castigar. Editorial Siglo XXI. 2009.
Trewhela’s School
Departamento de Historia, Cs. Sociales y Filosofía

“El obstáculo más importante para el éxito es la inercia del sistema


educativo. La sensación es que la magnitud de la tarea paraliza a los que
deberían llevarla a cabo, perpetuándose así una situación claramente
insostenible”.6
Es casi evidente que en torno a la escuela del futuro se ha pensado e imaginado bastante, por
eso no es extraño que ahora sea nuestro tema de conversación. La invitación es a seguir
reflexionando y observarnos con una verdadera actitud crítica; asumiendo que la escuela del
futuro tendrá la forma que nosotros le demos. La escuela podría ser aquello que esperamos
que sea; a partir de hoy, tomando decisiones y actuando.

6
Osin, L. La escuela del futuro: ¿cuándo venceremos la inercia? p. 1. Revista Virtual Educac. 2020.

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