Está en la página 1de 17

GRAMATICA Y LA ARGUMENTACION JURIDICA

TITULO#4 RAZONAMIENTO Y TIPOS DE RAZONAMIENTO

4. RAZONAMIENTO Y TIPOS DE RAZONAMIENTO.- Aquí veremos cómo en derecho podemos


utilizar el razonamiento, para poder argumentar una cuestión que puede ser jurídica. Por ello
veremos qué tipos de razonamientos tenemos y como los debemos utilizar para persuadir o
convencer al jurado o juez.

4.1. RAZONAMIENTO DEDUCTIVO.- Empezaremos por analizar el Razonamiento Deductivo de


la siguiente forma: Componentes, Características, Tipos y Ejemplos.- El razonamiento
deductivo es un tipo de pensamiento lógico en el que se extrae una conclusión particular a
partir de unas premisas generales. Algunos de los filósofos que más han desarrollado el
razonamiento deductivo fueron Aristóteles y Kant.

4.1.1. COMPONENTES.- Para poder extraer una conclusión lógica utilizando el pensamiento
deductivo, tenemos que contar con una serie de elementos. Los más importantes son los
siguientes: argumento, proposición, premisa, conclusión, axioma y reglas de inferencia. A
continuación veremos en qué consiste cada una de estas y que son las siguientes:

 Argumento.- Un argumento es una prueba utilizada para confirmar que algo es


cierto o, por el contrario, para demostrar que se trata de algo falso. Se trata de
un discurso que permite expresar un razonamiento de forma ordenada, de tal
manera que las ideas del mismo puedan ser entendidas de la manera más
sencilla posible.
 Proposición.- Las proposiciones son frases que hablan sobre un hecho
concreto, y de las cuales se puede comprobar fácilmente si son verdaderas o
falsas. Para que esto se cumpla, una proposición debe incluir tan solo una idea
que pueda ser comprobada empíricamente. Por ejemplo: «ahora mismo es de
noche» sería una proposición, porque tan solo contiene una declaración que
no admite ambigüedades. Es decir, o es totalmente cierta o es totalmente
falsa. Dentro de la lógica deductiva, existen dos tipos de proposiciones: las
premisas y la conclusión.
 Premisa.- Una premisa es una proposición a partir de las cuales se extrae una
conclusión lógica. Utilizando el razonamiento deductivo, si las premisas
contienen información correcta, entonces la conclusión será necesariamente
válida. Sin embargo, cabe destacar que en el razonamiento deductivo, uno de
los errores más comunes, es el de tomar como ciertas las premisas que en
realidad no lo son. Así, a pesar de que se siga el método al pie de la letra, la
conclusión será errónea.
 Conclusión.- Se trata de una proposición que se puede deducir directamente a
partir de las premisas. En filosofía y matemáticas, y en las disciplinas en las que
se utiliza el razonamiento deductivo, se trata de la parte que nos aporta la
verdad irrefutable sobre el tema que estamos estudiando.
 Axioma.- Los axiomas son proposiciones (normalmente utilizadas en forma de
premisa) de las que se asume que son evidentemente ciertas. Por eso, al
contrario que para la mayoría de las premisas, no se exige una demostración
previa para afirmar que sean verdad.
 Reglas de inferencia.- Las reglas de inferencia o de transformación son las
herramientas mediante las que se puede extraer una conclusión de las
premisas iniciales. Este elemento es el que más transformaciones ha sufrido a
lo largo de los siglos, con el objetivo de poder utilizar el razonamiento
deductivo cada vez con mayor eficacia. Así, de la lógica simple que utilizaba
Aristóteles, al cambiar las reglas de inferencia se pasó a la lógica formal
propuesta por Kant y otros autores como Hilbert.

4.1.2. CARACTERÍSTICAS.- Por su propia naturaleza, el razonamiento deductivo tiene una serie
de características que se cumplen siempre. A continuación veremos las más importantes:

 Conclusiones verdaderas.- Siempre y cuando las premisas de las que partamos


sean ciertas, y sigamos el proceso del razonamiento deductivo de forma
correcta, las conclusiones que extraigamos son 100 % verdaderas. Es decir, al
contrario que en todos los demás tipos de razonamiento, lo que se deduzca a
partir de este sistema no puede ser rebatido.
 Aparición de falacias.- Cuando el método del razonamiento deductivo se sigue
de forma errónea, aparecen conclusiones que parecen ser ciertas pero no lo
son realmente. En este caso, surgirían las falacias lógicas, conclusiones que
parecen verdaderas pero no son válidas.
 No aporta conocimiento nuevo.- Por su propia naturaleza, el razonamiento
inductivo no nos sirve para generar nuevas ideas o información. Por el
contrario, tan solo puede utilizarse para extraer ideas ocultas dentro de las
premisas, de tal manera que podamos afirmarlas con una total certeza.
 Validez vs. Verdad.- Si se sigue correctamente el procedimiento deductivo, se
considera que una conclusión es válida sin importar si las premisas son ciertas
o no. Por el contrario, para afirmar que una conclusión es verdadera, las
premisas deben serlo también. Por ello podemos encontrarnos casos en los
que una conclusión es válida pero no verdadera.

4.1.3. TIPOS.- Básicamente, existen tres maneras o tres tipos en las que podemos extraer
conclusiones a partir de una o más premisas y son las siguientes: modus ponens,
modus tollens y silogismos.
 Modus Ponens.- El modus ponens, también conocido como afirmación del
antecedente, se aplica a ciertos argumentos formados por dos premisas y una
conclusión. De las dos premisas, la primera es condicional y la segunda es la
confirmación de la primera.
Un ejemplo sería el siguiente: Premisa 1: Si un ángulo tiene 90º, se considera
un ángulo recto. Premisa 2: El ángulo A tiene 90º. Conclusión: A es un ángulo
recto.
 Modus Tollens.- El modus tollens sigue un procedimiento similar al anterior,
pero en este caso la segunda premisa afirma que no se cumple la condición
impuesta en la primera. Por ejemplo: Premisa 1: Si hay fuego, también hay
humo. Premisa 2: No hay humo. Conclusión: No hay fuego.
Por eso El modus tollens se encuentra en la base del método científico, ya que
permite falsar una teoría mediante la experimentación.
 Silogismos.- La última manera en la que se puede realizar un razonamiento
deductivo es mediante un silogismo. Esta herramienta consiste en una premisa
mayor, una premisa menor y una conclusión. Un ejemplo sería el siguiente:
Premisa mayor: Todos los humanos son mortales.
Premisa menor: Pedro es humano.
Conclusión: Pedro es mortal.

4.2. RAZONAMIENTO INDUCTIVO.- El razonamiento inductivo es otra de las bases del método
científico: mediante una serie de experimentos particulares se pueden formular leyes
generales que expliquen un fenómeno. Sin embargo, para ello es necesario el uso de la
estadística, por lo que las conclusiones no tienen por qué ser 100 % verdaderas. Es decir, en el
razonamiento inductivo, podemos encontrarnos casos en los que las premisas sean totalmente
correctas, y aun así las inferencias que hagamos a partir de estas estén equivocadas. Esta es
una de las diferencias principales con el razonamiento deductivo.

Ejemplos: a continuación veremos varios ejemplos de razonamientos deductivos por el cual


verán que a ciencia cierta pueden ser erróneos. Algunos de estos siguen el procedimiento
lógico de la forma correcta del método deductivo, mientras que otros no lo hacen.

 Ejemplo 1: Premisa 1: Todos los perros tienen pelo. – Premisa 2: Juan tiene
pelo. – Conclusión: Juan es un perro.

En este ejemplo, la conclusión no sería ni válida ni cierta, ya que no se puede


deducir directamente de las premisas. En este caso, estaríamos ante una
falacia lógica, por el cual para saber la verdad o conocer si realmente es o no
correcto la conclusión de acuerdo a las premisas, deberíamos utilizar el
método inductivo. Además también el problema aquí es que la primera
premisa solo nos dice que los perros tienen pelo, no que sean las únicas
criaturas que lo tienen. Por lo tanto, se trataría de una oración que aporta
información incompleta.

 Ejemplo 2: Premisa 1: Solo los perros tienen pelo. – Premisa 2: Juan tiene pelo.
– Conclusión: Juan es un perro.

En este caso nos encontramos ante un problema diferente. A pesar de que


ahora la conclusión sí que se puede extraer directamente de las premisas, la
información contenida en la primera de estas es falsa ya que utilizando el
método inductivo demostraremos que la conclusión es totalmente errónea.
Por lo tanto, nos encontraríamos ante una conclusión que tal vez de acuerdo a
una lógica puede ser válida, pero que al fin y al cabo la conclusión no es
verdadera por lo tanto es falsa y errónea.

 Ejemplo 3: Premisa 1: Solo los mamíferos tienen pelo.- Premisa 2: Juan tiene
pelo. – Conclusión: Juan es un mamífero.

Al contrario que en los dos ejemplos anteriores, en este silogismo la conclusión


puede extraerse directamente de la información contenida en las premisas.
Además, esta información es cierta.

4.3 ELEMENTOS DEL SILOGISMO.- Como ya hemos visto anteriormente respecto al


SILOGISMO, este es o trata de establecer las leyes que garantizan que, de la verdad de los
juicios comparados, o premisas, se pueda obtener con garantía de verdad un nuevo juicio
verdadero, o conclusión. Pero ahora veremos cómo sus elementos funcionan dando en si
la estructura del SILOGISMO, para que así podamos entender más a detalle cómo
funciona. De esta forma, el silogismo tiene la siguiente estructura: Premisa Mayor, Premisa
Menor y Conclusión.
De la Premisa mayor y Premisa menor, tenemos que tomar en cuenta que los juicios que
dan origen a las premisas mayor y menor, se relacionan entre si y sus términos unos con
otros para constituir el argumento. De esta manera, el silogismo argumenta estableciendo
la Conclusión como una relación entre dos términos (premisa mayor y premisa menor),
derivada de la comparación de ambos términos con un tercer término.
Ahora tenemos que tomar en cuenta ciertas Reglas para los términos que se cumplen y
que debemos conocerlas y que son:
 El silogismo no puede tener más de tres términos.- Esta regla se limita a
cumplir la estructura misma del silogismo: la comparación de dos términos con
un tercero. Aunque la regla es clara, su aplicación no siempre lo es. Es lo que
algunos llaman silogismo de cuatro patas, ya que se introduce
equivocadamente un cuarto término o quaternio terminorum.

Ejemplo: Consideremos el siguiente silogismo erróneo o incorrecto:

Premisa Mayor.- Los hombres son esencialmente libres.

Premisa Menor.- Las mujeres no son hombres.

Conclusión.- Las mujeres no son libres.

Los términos que aparecen como evidentes son las palabras hombre, libre,
mujer. Pero, a modo de non sequitur (un tipo de error lógico) en la supuesta
premisa mayor se utiliza la palabra hombre en su acepción de especie (Homo
sapiens), mientras que en la supuesta premisa menor del quaternio
terminorum se ha trocado el significado de la palabra hombre utilizando la
acepción de género (hombre como sinónimo de varón). Es decir, se ha incluido
ocultamente un cuarto término, de allí que la conclusión es errónea.

 Los términos no deben tener mayor extensión en la conclusión que en las


premisas.- Por la misma estructura del silogismo; únicamente podremos
obtener conclusiones acerca de lo que hemos comparado en las premisas.
 El término medio no puede entrar en la conclusión.- Por la misma estructura
del silogismo la función del término medio es servir de intermediario, como
término de la comparación. Ejemplo: El axioma matemático citado lo podemos
representar así: (premisa 1).- A = B; (premisa 2).- B = C; (conclusión).- A = C.
Vemos que el papel del término medio es (B) es el de la tercera cantidad, es
decir, es el que ayuda a igualar a los dos extremos. O sea, su oficio de B es de
evidenciar y mostrar la relación que existe entre el término (C) y el (A). Por
tanto, nada tiene que hacer en la conclusión; su verdadero lugar está en las
premisas como antecedente.
 El término medio ha de tomarse en su extensión universal por lo menos en
una de las premisas.- Para que la comparación sea tal, es necesario que el
término medio sea comparado en su totalidad. De otra forma, podría ser
comparado un término con una parte y el otro con la otra, constituyéndose en
realidad entonces un silogismo de cuatro términos y por lo tanto una
conclusión muy probablemente falsa o errónea. (Miremos el ejemplo)
Ejemplo: Consideremos el siguiente silogismo erróneo:
-Premisa Mayor.-Todos los cruceños son bolivianos.
-Premisa Menor.- Algunos bolivianos son paceños.
-Conclusión.- Por tanto, algunos paceños son cruceños.
Lo que evidentemente no es un modo válido, puesto que "bolivianos" en la
premisa mayor al ser predicado de una afirmación, en la premisa menor está
tomado en su extensión una comparación particular.

-REGLAS DE LAS PREMISAS.- Como ya vimos ciertas reglas para los términos ahora
veremos las reglas de las premisas y que son:

 De dos premisas negativas no puede obtenerse conclusión alguna.- Dos


premisas negativas no se adaptan a la estructura del silogismo, ya que si
negamos S de M, y P de M, no sabemos qué relación puede haber entre S y P.
Para establecer la relación, por lo menos uno de los términos tiene que
identificarse con M. Por tanto una de las dos premisas tiene que ser afirmativa
siempre para que pueda haber posiblemente una conclusión correcta.
 De dos premisas afirmativas no puede sacarse una conclusión negativa.- En
efecto, si S se identifica con M, y P también se identifica con M, no tiene
sentido establecer una relación negativa con entre S y P. La conclusión será
casi siempre será afirmativa.
 La conclusión siempre sigue la parte más débil.- Se entiende por parte débil a
la negativa frente a la afirmativa, y a la particular frente a la universal. (Veamos
los dos casos separadamente):
 La Conclusión negativa de una premisa afirmativa y la otra negativa.- Si se
afirma una relación entre dos términos (CARLOS le robo a JULIO), pero se niega
la de uno de ellos con otro (JOSE, no le robo a JULIO), siendo JULIO el término
medio, no puede haber más conclusión que negar la relación que pueda haber
entre el primero (CARLOS) y el último (JOSE) siendo uno sujeto y el otro
predicado de la conclusión.

 Conclusión particular de una premisa universal y otra particular (teniendo en


cuenta que dos premisas particulares no puede ser): Como veremos en la
regla siguiente pueden darse dos casos: Que una sea afirmativa y la otra
negativa, o que las dos sean afirmativas.

Dos afirmativas: Al ser ambas afirmativas sus predicados son particulares. El


término de la universal tiene necesariamente que ser el término medio, la
conclusión debe tener un sujeto particular.

Una afirmativa y otra negativa: Tiene que haber dos términos universales.
Uno de ellos tiene que ser el término medio, el otro tiene que ser el predicado
de la conclusión, pues la conclusión tendrá que ser negativa, (caso a) de esta
misma regla). Por tanto el término que queda será el sujeto de la conclusión
con extensión particular.

 De dos premisas particulares: De dos premisas particulares no se puede obtener


una conclusión valida. También tiene dos casos posibles: que una sea afirmativa y
la otra negativa o que ambas sean afirmativas, como por ejemplo:
Ejemplo: Afirmativa y negativa

Algún A es B - Algún A no es C.
Sólo hay un término universal que es el predicado de la negativa, que por tanto
tiene que ser el término medio. La conclusión tendrá que ser negativa (caso a) de
la regla anterior), y por tanto el predicado tendrá que ser universal, y no puede ser
el término medio por tanto no puede haber conclusión.

Ejemplo: Dos afirmativas

Algún A es B - Algún A es C.

Los tres términos son particulares, y por tanto no puede haber término medio con
extensión universal, y por tanto no hay conclusión posible.

4.4. EL SILOGISMO COMO ARGUMENTO DEDUCTIVO.- El silogismo es una forma de


razonamiento lógico deductivo, cuya estructura fija consta de dos proposiciones distintas
actuando como premisas y una tercera como conclusión del razonamiento. Puede
considerarse como una modalidad de razonamiento deductivo, donde dos de las proposiciones
son premisas y la restante funciona como conclusión. El silogismo es una argumentación en la
que, en base a un antecedente que compara dos conceptos con un tercero, permite inferir o
deducir un consecuente.

En otras palabras, se puede decir que el modelo de silogismo está compuesto por tres
proposiciones que incluyen un término medio (el cual es común a la dos premisas y se descarta
en la conclusión) y dos extremos.

Por ende el silogismo deductivo ayuda a realizar una argumentación deductiva jurídica, pero
hay que tomar en cuenta que el razonamiento deductivo es utilizado mayormente en
matemáticas ya que esta es exacta, pero de acuerdo a mi experiencia como a los distintos
autores de obras filosóficas, obras en psicología, y bastantes escritos e investigaciones
jurídicas, tenemos que tomar en cuenta que el silogismo como argumento deductivo en
derecho no siempre es perfecto y exacto, por ello como estudiosos del derecho tenemos que
tomar en cuenta al momento de querer utilizar este método como argumento jurídico que: El
ser humano busca la verdad o su máxima aproximación a esta y a encontrar las soluciones de
algún problema a cualquier manera, y por el principio de “racionalidad restringida” donde
nuestra capacidad de juicio muchas veces es imperfecta y limitada, especialmente en el
ámbito de la justicia, ya que todos buscamos justicia, pero esa justicia en su forma universal es
igual para todos (sanción al que incumpla la ley) pero en su forma particular (depende del acto,
el motivo que ocasiono el delito, los factores y otros aspectos) es muy diferente a la forma
universal, ya que cada uno puede ver el caso y analizarlo de diferente formas, más aún si se
busca encontrar al culpable y autor del delito y/o al autor de la vulneración del derecho.

Por eso el ser humano debe tener a su disposición y saber cuál es la mejor forma de utilizar y
administrar los recursos científicos y filosóficos, para acercarse o encontrar la verdad, pero
sobre todo, para llegar a una justicia real, justicia inclusive para el autor del delito; Por eso es
que el abogado siempre debe buscar la justicia, más allá de la verdad, debe primordialmente
encontrar justicia para todos, ya que la verdad no siempre es absoluta pero si es siempre
relativa, más aun si hablamos respecto a la justicia (palabras del autor Ricardo Rojas).

4.5. EL MÉTODO DEL SILOGISMO DEDUCTIVO EN DERECHO.- En su obra Primeros Analíticos,


Aristóteles definió el silogismo como un razonamiento en el que, establecidas algunas cosas, se
sigue necesariamente otra distinta de ellas, por el mero hecho de estar ambas ligadas. Es decir,
no es posible que dos premisas sean verdaderas y la conclusión sea falsa. Así, en el
razonamiento deductivo, la conclusión se deriva necesariamente de las premisas. Ejemplo
clásico:

 Premisa 1.- Todos los humanos son mortales.


 Premisa 2.- Sócrates es humano.
 Conclusión.- Por lo tanto, Sócrates es mortal.

En la lógica deóntica o lógica jurídica, al hablar de razonamiento deductivo, el cual se compone


por una premisa mayor o premisa normativa y una premisa menor o premisa fáctica, el
panorama es el siguiente: La premisa mayor o normativa está compuesta por el enunciado
normativo. Por ejemplo: ´´Homicidio´´.- El que matare a otro será sancionado con presidio de
cinco a veinte años. Si la víctima del delito resultare ser niña, niño o adolescente, la pena será
de diez a veinticinco años” (Artículo 251° del Código Penal Boliviano).Por otro lado, la premisa
menor o premisa fáctica estará compuesta por una o más afirmaciones respecto de los hechos
del caso, de las cuales se deriva necesariamente la conclusión. Así, el razonamiento deductivo
derivado del ejemplo del artículo 251° del Código Penal, sería el siguiente:

Premisa fáctica 1: Se encontró el cadáver de “A” abandonado en una zona alejada de


la ciudad, con evidentes signos de estrangulamiento.

Premisa fáctica 2: Se encontraron restos de ADN de “B”, a la altura del cuello, en el


cadáver de “A”.

Conclusión: En consecuencia, “B” asesinó a “A” (vía estrangulamiento).

Puede apreciarse que la explicación en este ejemplo deductivo, posee una base científica, la
misma que consiste en la prueba de ADN practicada al sujeto asesinado. Así, teniéndose como
ciertas las premisas fácticas 1 y 2, la verdad de la conclusión se derivaría necesariamente de
ellas. Tal forma de razonamiento, si bien posee un alto grado de fiabilidad, ha sido materia de
múltiples cuestionamientos, uno de los cuales refiere que, si bien estamos ante una conclusión
que se apoya en una base científica, esta no es infalible, ya que lo único demostrable es que
“B” le tocó el cuello a “A”; por lo que no es suficiente contar con un sustento científico. En este
caso se presumiría iuris tantum (Presunción solo de derecho que ordena admitir como probado
en juicio un hecho, mientras no se tenga prueba de lo contrario) que “B” asesinó a “A”.

Otra de las críticas, se encuentra dirigida a explicitar la limitada cantidad de leyes científicas
existentes, aplicables al momento de reconstruir un hecho, sin las cuales sería imposible armar
un razonamiento deductivo. Al respecto, se ha señalado con acierto que, en la actualidad gran
parte de nuestras leyes científicas son probabilísticas y no universales, incluso la prueba de
ADN, aun siendo altamente fiable, es una prueba probabilística.

Adicionalmente, la fiabilidad de los resultados de una prueba científica dependerá: De su


validez, en tanto, no todos los métodos empleados para establecer una ley científica gozan de
consenso o del mismo grado de aceptación en la comunidad científica, y también de su
aceptabilidad en la comunidad científica, es decir, que esta se haya realizado de forma
técnicamente correcta. En tal sentido, si bien el razonamiento deductivo, aplicado al contexto
probatorio, puede otorgar un alto grado de seguridad en la hipótesis explicativa, esta
dependerá de que se cuenten con varias premisas sólidas, lo cual no siempre ocurre, siendo
muchas veces, insuficiente utilizar únicamente este tipo de razonamiento.
4.5.1.- EL RAZONAMIENTO INDUCTIVO EN LA LÓGICA DEÓNTICA O JURÍDICA.- En sentido
estricto, el razonamiento inductivo es aquel que establece una hipótesis o conclusión general,
a partir de hechos particulares. No obstante, en el razonamiento jurídico, este concepto
contiene un matiz: las conclusiones serán respecto al caso concreto, a partir de la observación
de determinados hechos. En otras palabras, a partir de observaciones sobre determinadas
situaciones, se puede establecer una conclusión sobre el caso, basándose fundamentalmente
en premisas razonables o probables, como por ejemplo máximas de la experiencia. Así, un
argumento inductivo es aquel que establece que su conclusión se sigue de las premisas sólo
con cierta probabilidad, siendo esta cuestión de grado y depende de cualquier otra cosa que
sea el caso. En la etapa de apelación se pueden presentar actos de investigación actuados con
posterioridad al auto de prisión preventiva del supuesto autor del delito. Para graficar tal
forma de razonamiento, se utilizará nuevamente el ejemplo anterior:

Hecho: Se encontró el cadáver de “A” abandonado en una zona alejada de la ciudad,


con evidentes signos de estrangulamiento.

Premisa 1: “A” y “B” nunca se llevaron bien.

Premisa 2: “B” amenazó de muerte a “A”.

Conclusión: En consecuencia, “B” estranguló a “A”.

A efectos de diferenciar este tipo de razonamiento, con el razonamiento abductivo, que será
tratado en las posteriores líneas, se puede decir que un razonamiento inductivo es aquel que
se encuentra basado en máximas de la experiencia, entendidas estas como juicios hipotéticos
de contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso, y que si
bien son procedentes de la experiencia, resultan ser independientes de los casos particulares
de cuya observación se ha inducido y que pretenden tener validez para otros nuevos.

Este tipo de razonamiento puede ser de mucha ayuda para elaborar conjeturas, a partir de
hechos particulares; sin embargo, tiene un nivel de credibilidad mucho más bajo que la
deducción, pues la conclusión, producto de una inferencia inductiva, sirve para explicar por
qué se produce un hecho e incluso para aventurar si en el futuro se podría producir, pero no
sirve para averiguar si se produjo o no, realmente un hecho.

4.6. RAZONAMIENTO ABDUCTIVO O CONJETURA SOBRE LOS HECHOS.- Un razonamiento


abductivo, es un tipo de razonamiento que a partir de la descripción de un hecho o fenómeno
ofrece o llega a una hipótesis, la cual explica las posibles razones o motivos del hecho
mediante las premisas obtenidas. Charles Sanders Peirce, la llama una conjetura. Esa conjetura
busca ser, a primera vista, la mejor explicación, o la más probable. Sin embargo, la abducción y
la inferencia a la mejor explicación son dos tipos de razonamientos distintos, aunque existen
autores que lo discuten. El mismo Aristóteles investigó los razonamientos abductivos en sus
Primeros analíticos; Según Aristóteles, los razonamientos abductivos son silogismos en donde
las premisas solo brindan cierto grado de probabilidad a la conclusión.

Pero según Charles S. Peirce, la abducción es algo más que un silogismo: es una de las formas
de razonamiento junto a la deducción y la inducción. Por eso Peirce quien estudió
ampliamente este tipo de razonamiento, da a conocer que la abducción hay que analizarla
partiendo de su importancia para reconstruir casos complejos, los cuales no suelen apoyarse
en premisas infalibles. Para Peirce, existen pocas premisas infalibles que pueden establecerse
de forma perpetua, por eso señala Peirce, que, salvo en el terreno de la matemática y la lógica,
donde las ideas son infalibles y pueden aplicarse métodos deductivos, el resto de ideas son
falibles, es decir, se mueven en el terreno de la hipótesis.

Actualmente, en el razonamiento dirigido a reconstruir los hechos de un caso judicial, es de


suma relevancia tomar en cuenta lo analizado por los autores Giovanni Tuzet y Bonorino
Ramírez, de los cuales se podrían extraer algunas características importantes que subyacen al
concepto de abducción. Una de ellas es que, el razonamiento abductivo permite formular una
primera hipótesis (un supuesto), la cual tiene como objetivo iniciar el proceso cognoscitivo (el
proceso de percibir o descubrir) para luego saber e indicar cuál es la ruta más correcta de
esclarecer el caso a seguir; en virtud de lo cual, es utilizada en la primera fase de la
reconstrucción de los hechos y es capaz de imprimir una dirección decisiva a la investigación.

Entonces, es por eso que también se parte del hecho cierto o conclusión con la que se cuenta,
hacia las premisas explicativas. Es decir, se recolectan datos e información, y luego se formulan
hipótesis al respecto. En tal sentido, suele llamarse a este tipo de razonamiento “inferencia a la
mejor explicación”, en donde, si bien se trata de una inferencia hipotética, de la cual no podría
afirmarse necesariamente la verdad de su conclusión, no se puede renunciar a ella, ya que
ante casos complejos, siempre es necesaria abordar los hechos partiendo de hipótesis
explicativas más aun con datos y pruebas con base científicas que puedan ayudar a resolver el
caso en concreto de forma más rápida y más precisa.

Ahora, si bien en un razonamiento abductivo se exploran varias hipótesis, estas deben ir más
allá de las simples conjeturas que surgen al examinar los primeros datos. Aquí debe tenerse en
cuenta lo señalado por Bonorino, quien citando a Bunge, señala que debe ponerse especial
cuidado en evitar el llamado “anclaje” de las primeras impresiones del caso, lo cual puede
traer falencias en el razonamiento; Dicho en otras palabras, hay que tener cuidado en el
anclaje o en querer quedarnos en las primeras hipótesis y conjeturas, ya que nos puede llevar
a no querer soltarnos de las primeras impresiones y de nuestro primer razonamiento
conclusivo, y por ende eso no nos permite abrir nuestra mente y razonamiento para otras
nuevas hipótesis que pueden aparecer después de los primeros datos, pruebas científicas así
como también de las primeras conjeturas e impresiones.

Así, cualquier conjetura basada en primeras impresiones y prejuicios, deberá descartarse, a


efectos de construir un razonamiento, lo más objetivo posible. Aquí, se podría evidenciar una
clara diferencia con el razonamiento inductivo, en tanto, este se basa en experiencias previas
para aplicar la misma lógica en un caso particular, el cual encuentra sustento en las máximas
de la experiencia. Sin embargo, en el razonamiento abductivo, las máximas de la experiencia
constituyen una forma más de formular una posible hipótesis dentro de todas existentes y no
es un signo exclusivo del razonamiento abductivo.

De lo dicho hasta aquí, podría decirse que, el razonamiento abductivo, es un proceso


destinado a prestar especial relevancia a los indicios y elementos disponibles en el lugar de los
hechos o demás fuentes disponibles que permitan reconstruir la historia de lo sucedido, lo cual
no siempre es tomado en cuenta por el investigador. Y a partir de ahí, elaborar la hipótesis que
mejor explique los hechos del caso. Entonces, dentro del proceso de abducción, refiere
Bonorino, podrá apelarse a analogías, inferencias estadísticas, deducciones, inferencias
confirmatorias, lo cual servirá para la fase de reconstrucción. Así, se define el siguiente
procedimiento posible:

I. Observación/datos disponibles
II. Formulación de un problema

III. Hipótesis que resuelve el problema

IV. Búsqueda de nueva información

V. Confirmación o refutación de la hipótesis/respuesta

VI. Repetición de los pasos I-III las veces que resulte necesario

VII. Aceptación como afirmación verdadera una de las hipótesis/respuestas

En esa línea, cuando se tiene un hecho de especial dificultad probatoria, debe iniciarse la fase
de investigación, observando los hechos base, o datos disponibles y luego elaborar posibles
hipótesis, las cuales irán siendo reafirmadas o descartadas a lo largo del proceso abductivo,
añadiéndose a lo largo de este información adicional que resulte relevante para el caso.

4.7. LA ANALOGÍA.- Analogía, palabra que viene del griego αναλογíα (que deriva de la unión
de la palabra ana que en latín significa (sobre o contra) y que en griego le dan el significado de
‘reiteración o comparación’ y también proviene de la palabra logos que quiere decir ‘estudio’),
en otras palabras contemporáneas analogía significa comparación o relación entre varias
cosas, razones o conceptos; Comparar o relacionar dos o más seres u objetos a través de la
razón, señalando características generales y particulares comunes que permiten justificar la
existencia de una propiedad en uno, a partir de la existencia de dicha propiedad en los otros.

En el aspecto lógico, permite comparar un objeto con otros, en sus semejanzas y en sus
diferencias. Una analogía permite la deducción de un término desconocido a partir del análisis
de la relación que se establece entre dos términos desconocidos. La analogía posibilita una vía
inductiva de argumentar. Nos permite intentar representar un pensamiento o experiencia
respecto a un objeto a través de una comparación de distintas dinámicas o situaciones; dando
a entender que éstas comparten similitudes.

4.7.1.- USO EN DISTINTOS CAMPOS.- Podemos distinguir que la analogía se puede utilizar en
diferentes campos de las diferentes ciencias, por ejemplo:

 Psicología.- En la psicología del aprendizaje por experiencia, la imitación convertida en


reglas de conducta supone la confianza inductiva de que actuando de la misma forma
en situaciones análogas se obtendrá el mismo resultado, si éste es satisfactorio.
 Sociología.- En Sociología el proceso de enculturación consiste en la valoración de
situaciones análogas para establecer la moral y las reglas de conducta en la aceptación
de los roles y normas sociales. La propaganda y la moda explotan enormemente la
tendencia a la imitación generando modelos a los que compararse uno mismo, como
garantía del éxito y la estima social.
 Artesanía.- La artesanía y la técnica encuentran su fundamento en que, actuando de la
misma forma, en situaciones análogas, siguiendo las mismas reglas, la acción alcanzará
como resultado el fin que se busca.
 Medicina.- En la medicina se entiende que por analogía si una persona toma un
remedio o se inyecta una vacuna contra un virus, se entiende que por la analogía ese
mismo medio de cura o de prevención en la salud de una persona, servirá o tendrá el
mismo resultado en otras personas.
 Derecho.- En Derecho, la analogía constituye el fundamento de poder considerar casos
semejantes mediante una cuidadosa comparación de un caso legal con otro caso
mismo o muy parecido que el primero. Tal es el fundamento de la jurisprudencia, para
que así la autoridad pueda resolver el caso con la misma uniformidad del primer caso .

4.7.2.- ANALOGIA EN LA GRAMATICA.- Para la gramática, la analogía constituye las relaciones


de semejanza, formas que presentan los elementos lingüísticos cuyas funciones son iguales o
coincidentes entre sí. Por ejemplo, una de las analogías entre la palabra ser y estar es que
ambos son verbos. En este sentido, las analogías en la gramática, también llamadas analogías
verbales, se dividen en dos tipos: las analogías simétricas y asimétricas.

4.7.2.1.- Analogías simétricas y asimétricas.- Las analogías simétricas son intercambiables al


ser equivalentes (son parecidas o similares), en cambio, los términos de las analogías
asimétricas se relacionan pero no indican semejanza, de las cuales vamos a distinguir y a
enunciar las siguientes:

 Tipos de analogías simétricas.- Dentro de las analogías simétricas tenemos: analogías


de sinonimia, analogías por complementariedad y por ultimo analogías cogenéricas.
De las cuales detallamos a continuación:
a) Analogías de sinonimia: Comparten las mismas características como, por
ejemplo, luz y lámpara.
b) Analogías por complementariedad: Son objetos vinculados en una función
como, por ejemplo, cama y descanso.
c) Analogías cogenéricas: Pertenecen a la misma clase o categoría como, por
ejemplo, novela y cuento.
 Tipos de analogías asimétricas.- Entre las analogías asimétricas podemos contar las
siguientes:
a) Analogías de oposición: Términos opuestos como, por ejemplo, analogía y
diferencia.
b) Analogías de intensidad: El grado énfasis o potencia como, por ejemplo,
disgusto y odio.
c) Analogías inclusivas: Se da una relación entre el todo y un componente del
conjunto. Esta categoría se divide por: género-especie como, por ejemplo,
canino y perro; todo-parte, por ejemplo, computadora y placa madre.
d) Analogías por ubicación: Se relacionan por el lugar en que se encuentran
como, por ejemplo, avión y aeropuerto.
e) Analogías de secuencialidad: Son etapas diferentes de un mismo ciclo como,
por ejemplo, niñez y adolescencia.
f) Analogías por función: Se asocian por una labor o tarea como, por ejemplo,
cocinero y cocinar.
g) Analogías por reciprocidad: Uno condiciona la existencia del otro como, por
ejemplo, madre e hijo.
h) Analogías por producto: Es uno que genera al otro como, por ejemplo,
panadero y pan.
i) Analogías por medio y/o instrumento: Herramienta o herramientas que se le
atribuye a un agente como, por ejemplo, astrónomo y telescopio.
j) Analogías por característica: Es cuando indica un atributo del objeto como,
por ejemplo, sol y calor.

4.7.3.- ANALOGÍA EN RETÓRICA.- En la retórica, la analogía designa un recurso literario


mediante el cual se establecen relaciones de similitud entre dos elementos, conceptos o ideas,
con la finalidad de ofrecer una perspectiva novedosa del asunto en cuestión que le permita al
lector comprenderlo desde otros ángulos. Por ejemplo: Batman es a Robin lo que Sancho es al
Quijote; el agua es a las plantas

4.7.4.- ANALOGÍA EN GEOGRAFÍA.- En geografía, la analogía se emplea para establecer


semejanzas y disparidades entre distintos hechos y fenómenos que ocurren en diferentes
lugares del planeta. En este sentido, se puede aplicar el principio de analogía para comparar el
mar Caribe con el mar Meridional de China, o la selva Amazónica con la selva Lacandona, o tal
vez los efectos respiratorios o cardiovasculares respecto a una persona referente a la altura de
la ciudad de La Paz con la altura de la ciudad de Quito en Ecuador. Como resultado de este
proceso de estudio, obtenemos características generales y específicas de cada uno de los
lugares, lo cual nos permite conocer mejor sus peculiaridades.

4.8. LAS FALACIAS. TIPOS DE FALACIAS. SOFISMAS.- Empezaremos este punto y


primeramente empezaremos por descubrir el significado de la palabra FALACIA.

4.8.1.- LAS FALACIAS.- Una falacia (del latín fallacia que significa ´´engaño´´) es un argumento
que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir
o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o
ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe
poner mucha atención para detectarlas. El estudio de las falacias se remonta por lo menos
hasta la época de Aristóteles, quien en sus refutaciones sofísticas identificó y clasificó trece
clases de falacias. Desde entonces se han agregado a la lista cientos de otras falacias y se han
propuesto varios sistemas de clasificación. Es muy importante estudiar Las falacias ya que son
de interés no solo para la lógica, sino también para la política, la retórica, el derecho, la ciencia,
la religión, el periodismo, la mercadotecnia, el cine y, en general, cualquier área en la cual la
argumentación y la persuasión sean de especial relevancia.

Que un argumento sea falaz no implica que sus premisas o su conclusión sean falsas ni que
sean verdaderas. Un argumento puede tener premisas y conclusión verdaderas y aun así ser
falaz. Lo que hace falaz a un argumento es la invalidez del argumento en sí.

4.8.2.- LOS TIPOS DE FALACIAS O SUS CLASIFICACIONES.- A lo largo de los siglos, se han
propuesto varias maneras de clasificar las falacias, pero todavía no se llega a una clasificación
definitiva. En esta sección se exponen algunas de las clasificaciones más influyentes.

La primera clasificación fue la de Aristóteles, quien dividió en dos grupos a las trece falacias
que identificó: las que dependen del lenguaje y las que no. En el primer grupo puso las seis
falacias que dependen de ambigüedades, anfibologías, combinaciones de palabras, divisiones
de palabras, acento y formas de expresión. En el segundo grupo puso las siete falacias que no
dependen del lenguaje, entre ellas los accidentes, la falacia de las muchas preguntas, la
petición de principio y la afirmación del consecuente.

Otra clasificación conocida es entre falacias formales e informales. Las primeras son aquellas
cuya invalidez se puede demostrar mediante métodos formales, tales como la afirmación del
consecuente y la negación del antecedente. Las segundas son aquellas cuya invalidez depende
del contenido de los argumentos o de la intención del que argumenta, por ejemplo la falacia
del hombre de paja o los argumentos ´´ad hominem´´ (se funda en las opiniones o actos de la
persona misma a quien se dirige, para confundirla o tratar de convencerla).

Aún otra clasificación es entre falacias deductivas e inductivas. Las falacias deductivas son
aquellas que pretenden validez deductiva, aunque no lo logren, como por ejemplo la
afirmación del consecuente. Las falacias inductivas son aquellas que solo pretenden dar apoyo
inductivo a la conclusión, aunque tampoco lo logren, como por ejemplo la generalización
apresurada.

 Falacias formales.- Las falacias formales son aquellas cuyo error reside en la forma o
estructura de los argumentos. Algunos ejemplos conocidos de falacias formales son:
a. Afirmación del consecuente: Un ejemplo de esta falacia podría ser: Si María
estudia, entonces aprobará el examen. María aprobó el examen. Por lo tanto,
María estudió.

Esta falacia resulta evidente cuando advertimos que puede haber muchas
otras razones de por qué María aprobó el examen. Por ejemplo, pudo haber
copiado, o quizá tuvo suerte, o quizá aprobó gracias a lo que recordaba de lo
que escuchó en clase, etc. En tanto esta es una falacia formal, el error en este
argumento reside en la forma del mismo, y no en el ejemplo particular de
María y su examen.

b. Generalización apresurada: En esta falacia, se intenta concluir una proposición


general a partir de un número relativamente pequeño de casos particulares.
Por ejemplo: Todas las personas altas que conozco son rápidas. Por lo tanto,
todas las personas altas son rápidas.

El límite entre una generalización apresurada y un razonamiento inductivo


puede ser muy delgado, y encontrar un criterio para distinguir entre uno y otro
es parte del problema de la inducción.

 Falacias informales.- Las falacias informales son aquellas cuya falta está en algo
distinto a la forma o estructura de los argumentos. Esto resulta más claro con algunos
ejemplos:
a) Falacia ad hominem: se llama falacia ad hominem a todo argumento que, en
vez de atacar la posición y las afirmaciones del interlocutor, ataca al
interlocutor mismo. La estrategia consiste en descalificar la posición del
interlocutor, al descalificar a su defensor. Por ejemplo, si alguien argumenta:
«Usted dice que robar está mal, pero usted también lo hace», está
cometiendo una falacia ad hominem (en particular, una falacia tu quoque ´´ Se
denomina tu quoque al argumento que consiste en rechazar un razonamiento,
o considerarlo falso, alegando la inconsistencia de quien lo propone´´), pues
pretende refutar la proposición «robar está mal» mediante un ataque al
proponente. Si un ladrón dice que robar está mal, quizás sea muy hipócrita de
su parte, pero eso no afecta en nada a la verdad o la falsedad de la proposición
en sí.
b) Falacia ad verecundiam: Se llama falacia ad verecundiam a aquel argumento
que apela a la autoridad o al prestigio de alguien o de algo a fin de defender
una conclusión, pero sin aportar razones que la justifiquen.
c) Falacia ad ignorantiam: Podemos llamar falacia ad ignorantiam al argumento
que defiende la verdad o falsedad de una proposición porque no se ha podido
demostrar lo contrario.
d) Falacia ad baculum: Se denomina falacia ad baculum a todo argumento que
defiende una proposición basándose en la fuerza o en la amenaza.
e) Falacia circular: Se llama falacia circular a todo argumento que defiende una
conclusión que se verifica recíprocamente con la premisa, es decir que justifica
la veracidad de la premisa con la de la conclusión y viceversa, cometiendo
circularidad.
f) Falacia del hombre de paja: Sucede cuando, para rebatir los argumentos de un
interlocutor, se distorsiona su posición y luego se refuta esa versión
modificada. Así, lo que se refuta no es la posición del interlocutor, sino una
distinta que en general es más fácil de atacar. Tómese por ejemplo el siguiente
diálogo:

Persona A: Sin duda estarás de acuerdo en que Islandia tiene el sistema


legal más justo y el gobierno más organizado.

Persona B: Si Islandia es el mejor país del mundo, eso sólo significa que las
opciones son muy pocas y muy pobres.

En este diálogo, la persona B puso en la boca de la persona A algo que ésta no


dijo: que Islandia sea el mejor país del mundo. Luego atacó esa posición, como
si fuera la de la persona A.

- OTROS TIPOS DE FALACIAS, COMO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA


POLÍTICA.- Las falacias se usan frecuentemente en artículos de opinión como en los
medios de comunicación y en la política. Por ejemplo cuando un político le dice a otro
«No tienes la autoridad moral para decir que tu gobierno no es corrupto», puede estar
queriendo decir dos cosas: primero usar un ejemplo de la falacia del ataque personal o
(falacia ad hominem), esto es, afirmar que X es falso atacando a la persona que le
afirmó, en lugar de dirigirse a la veracidad de X en otras palabras debió dirigirse si es
falso o verdadero lo que este dijo y tratar de refutarlo.

No ocuparse de la validez de X, sino hacer una crítica moral al interlocutor (y de hecho


es posible que el político que fue atacado mediante esa acusación esté de acuerdo con
la afirmación). En este último caso, la falacia consiste en evadir el tema, dando solo
una opinión, no relevante, sobre la moralidad del otro. Es difícil, por ello, distinguir
falacias lógicas, ya que dependen del contexto. Otro ejemplo, muy extendido es el
recurso al argumentum ad verecundiam o falacia de la autoridad. Un ejemplo clásico
es el ipse dixit (‘él mismo lo dijo’) utilizado en la Antigüedad para conservar intacto el
pensamiento de Pitágoras. Un ejemplo más moderno es el uso de famosos en
anuncios: un producto que deberías comprar/usar/apoyar solo porque es tu famoso
favorito lo hace.

Una referencia a una autoridad siempre es una falacia lógica, aunque puede ser un
argumento racional si, por ejemplo, es una referencia a un experto en el área
mencionada. En este caso, este experto debe reconocerse como tal y ambas partes
deben estar de acuerdo que su testimonio es adecuado a las circunstancias. Esta forma
de argumentación es común en ambientes legales.

Otra falacia muy usada en entornos políticos es el argumentum ad populum, también


llamado sofisma populista. Esta falacia es una variedad de la falacia ad verecundiam
(recordemos que falacia ad verecundian es un argumento de autoridad y que consiste
en defender algo como verdadero porque quien es citado en el argumento tiene
autoridad en la materia); La Falacia Argumentun ad Populum consiste en atribuir la
opinión propia a la opinión de la mayoría y deducir de ahí que si la mayoría piensa eso
es que debe ser cierto. En cualquier caso muchas veces la propia premisa de que la
mayoría piense eso puede ser falsa o cuando menos dudosa ya que, en muchos casos,
dicha afirmación no puede ser probada más que con algún tipo de encuesta que no se
ha realizado. En caso de ser cierto tampoco se justifica el razonamiento porque la
mayoría piense eso. Se basa en una falsa intuición de que el pueblo tiene autoridad:
«tanta gente no puede estar equivocada». Se suele oír en frases del tipo «todo el
mundo sabe que...», o «...que es lo que la sociedad desea», así como «la mayoría de
los bolivianos sabe que...».

Por definición, los razonamientos que contienen falacias lógicas no son válidos, pero
muchas veces pueden ser (re) formulados de modo que cumplan un modo de
razonamiento válido. El desafío del interlocutor es encontrar la premisa falsa, esto es,
aquella que hace que la conclusión no sea firme.

4.8.3.- SOFISMAS.- La palabra sofisma viene (del griego antiguo deriva de las palabras sophia y
sophos, que significan "sabiduría" o "sabio") desde los tiempos de Homero, y se utilizó
originalmente para describir la experiencia en un conocimiento o profesión particular. Sin
embargo, gradualmente, la palabra también llegó a denotar sabiduría general y especialmente
sabiduría sobre asuntos humanos (por ejemplo, política, ética). Este fue el significado atribuido
a los Siete Sabios griegos de los siglos VII y VI a. C. (como Solón y Tales de Mileto), y este fue el
significado que apareció en las historias de Heródoto. Platón dice que los sofistas no están
interesados en obtener la solución correcta, sino que solo quieren que todos los oyentes estén
de acuerdo con ellos. Entonces se conoce como sofista al experto en retórica que, en la
Antigua Grecia, se dedicaba a la enseñanza del sentido de las palabras. El concepto se entendió
de diversas formas a lo largo de la historia. Muchas veces, el sofista era considerado un sabio
que, gracias a sus conocimientos, podía educar a la gente.

Pero nosotros estamos estudiando la palabra SOFISMA y no así la palabra SOFISTA, lo cual nos
lleva a decir de acuerdo s diferentes estudios que el significado de la palabra SOFISMA es
cualquier argumentación adulterada que se usa para defender una falacia (algo que puede
resultar falso). Una falacia es una declaración, noción, creencia, razonamiento o argumento
basado en una deducción falsa, errónea o inválida. Ejemplo de Sofisma: La ciencia no puede
explicarlo todo por ser humana

4.8.3.1.- TIPOS DE SOFISMAS.- Existe una alta gama de clasificaciones para los sofismas, pues
aún no se ha llegado a un consenso. Pero Aristóteles, los diferenció identificando los que
resultan del lenguaje o lingüísticos, con los que no resultan de este o son extralingüísticos.

 Resultantes del lenguaje.- Son los siguientes:


a) Equivocación: Es aquel razonamiento que puede tener un doble significado.
Ejemplo: La palabra “Copa” puede referirse a un vaso con pie que se utiliza
para beber o un conjunto de ramas y hojas de un árbol.
b) Anfibología: En dos premisas con término común se considera que se
mantiene constante la suposición, cuando en realidad varía. Ejemplo: “El libro
de Laura”. Puede pensarse que Laura es la autora o es la dueña del libro.
c) Falsa conjunción: Composición errónea de una frase debido a la carencia de
signos de puntuación. Ejemplo: “Caminé hacia la mesa (,) me senté y tomé el
teléfono”.
d) Falsa disyunción: Error debido a la falta de separación de términos. Ejemplo:
“Siete es igual a tres y a cuatro”. “Siete es igual a tres y cuatro”.
e) Falsa acentuación: Se comete principalmente por escrito. Se debe a que dos
palabras, cuya pronunciación es diferente, se escriben de la misma manera.
Ocurre principalmente en las lenguas que no hacen uso del acento ortográfico.
Ejemplo “Caminó / Camino (hacia allá)”,
f) Falsa forma de expresión: Se produce cuando un argumento no se apoya en
una semejanza relevante o que olvida diferencias que impiden la conclusión.
Ejemplo: “Ana y Pedro son niños pequeños. Si Ana es revoltosa, entonces
pedro también”.
 No resultantes del lenguaje.- Son las que mencionaremos a continuación:
a) Falacia del consecuente: Se comete cuando se cree que la afirmación del
consecuente de una implicación verdadera conlleva la afirmación del
antecedente y cuando se admite que de la negación del antecedente se sigue
la del consecuente. “Cuando llueve, el río crece”. “Como el río creció, entonces
ha llovido o está lloviendo”.
b) La petición de principio: Ocurre cuando se pretende argumentar partiendo de
una proposición y concluyendo en esa proposición misma, cuando la identidad
de premisa y conclusión está enmascarada. Lo que se quiere presentar como
conclusión se sigue necesariamente de lo que se ha ofrecido como premisas,
pues la conclusión es lo mismo que una de las premisas. El error no consiste en
razonar incorrectamente, sino en no razonar. La petición de principio, petitio
principii o fe de origen, es una falacia que ocurre cuando la conclusión se
incluye en las premisas de un razonamiento. Ejemplo: En un debate sobre el
aborto se dice algo como esto: «El aborto es un acto injustificado de dar
muerte a una persona»; «Matar a una persona es un asesinato» y «Un
asesinato es ilegal»; «Por tanto, el aborto debería ser ilegal».
c) El sofisma de la falsa causa o falacia de la causa cuestionable: Se produce
principalmente al hacer prueba por reducción al absurdo. La falacia se comete
cuando una de esas proposiciones, sin ser empleada luego para extraer la
contradicción, se niega al final, como si de ella dependiera la contradicción.
Debido a que dos fenómenos han ocurrido a la vez o en secuencia se ha
asumido que uno es causa del otro. Se ha establecido la relación de causalidad
basándose sólo en la coincidencia de los acontecimientos, cuando en realidad
pueden estar en juego otros factores. Es una falacia lógica porque la
causalidad no tiene porqué depender de la correlación. Por ejemplo: Me tomé
un refresco y me empezó a doler la cabeza. ? El refresco provoca dolor de
cabeza?
d) Ignorancia del asunto: Puede pasar por la contradicción que plantea el
oponente. Suele estar presente en discusiones diarias. Ejemplo: “las vacunas
no son buenas, pues a algunas personas les produce malestar”.
e) Falsa ecuación del sujeto y el accidente: Supone tomar una propiedad
accidental como esencial, lo que conduce a errores por generalización.
Ejemplo: “Cortar a una persona con un cuchillo es un crimen. Los cirujanos
cortan personas con cuchillos”.
f) Confusión de lo relativo con lo absoluto: Ocurre cuando de un sentido
restringido se extrae una premisa universal. Ejemplo: “Está permitido conducir,
luego está permitido conducir a todas la edades”.
g) Círculo vicioso: Es una variante de la petición del anterior, pero en este caso se
oculta el procedimiento o se usan palabras que lo disimulan. Ejemplo: “Lo
castigaron porque hizo algo malo”; “y si hizo algo malo está bien que lo
castigaran”.
h) Confusión de la causa con lo que no es causa: Es relacionar como causa y
efecto cosas que nada tienen que ver entre sí. Ejemplo: Observo que cuando el
cielo se oscurece, llueve. Entonces que el cielo esté oscuro hace que llueva.
i) Non sequitur (no sigue o no concuerda una afirmación con la causa y el
efecto de la misma).- Falacia en que las razones dadas para sostener una
afirmación son irrelevantes o no relacionadas con el asunto. Ejemplo «Tengo
miedo al agua, así que mi deporte será el automovilismo» y como «Me gusta
conducir, por eso me compro un Toyota».

4.8.4.- DIFERENCIA ENTRE FALACIA Y SOFISMA.- Aunque es frecuente ver como se utiliza el
término falacia y sofisma como sinónimos, sin embargo, existe una pequeña o gran diferencia
entre estos dos conceptos. Una falacia es un razonamiento incorrecto pero con apariencia de
razonamiento correcto. Es un argumento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser
convincente.

Mientras, el sofisma es un razonamiento aparentemente verdadero con el propósito de


engañar. La diferencia es netamente de orden psicológico, más no de carácter lógico, porque
ambas son un argumento falso. A los sofismas se les suele identificar con la falacia lógica pues
es un modo o patrón de razonamiento que siempre conduce a un argumento incorrecto.
Además, en ocasiones esto puede ser una manipulación deliberada.

También podría gustarte