La economía del gobierno del Gral. Alfredo Stroessner
La dictadura militar de Alfredo Stroessner, también denominada Stronato, fue el régimen dictatorial establecido en Paraguay durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, en el que durante un período de prácticamente 34 años y 172 días -entre el 15 de agosto de 1954 y el 3 de febrero de 1989- Paraguay fue gobernado por el General de Ejército Alfredo Stroessner. La construcción de la represa de ITAUPU produjo un tremendo auge económico, ya que miles de paraguayos que nunca antes habían tenido un trabajo regular fueron a trabajar en la enorme represa. Desde 1973 (cuando comenzó la construcción) hasta 1982 (cuando finalizó), el producto interno bruto creció más del 8 por ciento anual, el doble de la tasa de la década anterior y superior a las tasas de crecimiento en la mayoría de los demás países de América Latina. Los ingresos en divisas por ventas de electricidad a Brasil se dispararon, y la fuerza laboral paraguaya recientemente empleada estimuló la demanda interna, lo que provocó una rápida expansión en el sector agrícola. Los últimos años antes de la caída de la dictadura se caracterizaron por un crecimiento del PIB fluctuante y apenas superior a la tasa de crecimiento de la población. A la inestabilidad económica se sumó la presión inflacionaria y una deuda externa que obligó a varios gobiernos de la transición democrática a implementar restricciones fiscales para cumplir con los acreedores. La economía se sustentó en la producción y exportación de pocos rubros exportables y estuvo marcada por una fuerte informalidad laboral y el contrabando. Estas mismas características persisten en las décadas siguientes e inclusive el modelo se profundiza. Los servicios gubernamentales muestran un paulatino incremento dando cuenta del mayor peso del Estado. La reducción de los efectos expansivos de la construcción de la represa de Itaipú, junto con la baja generación de empleo en el sector rural, impulsaron procesos migratorios internos y hacia el exterior que prosiguieron luego de la caída de la dictadura. Las mujeres estuvieron particularmente afectadas, ya que debieron salir a buscar mejores oportunidades fuera de su entorno de vida, migrando tanto dentro del país como hacia el exterior o permaneciendo en el campo en situación de desventaja. Con una población mayoritariamente rural hasta 1992, olvidada en algunos casos y reprimida en otros, las oportunidades económicas fueron limitadas. Sin industrias ni gran actividad comercial, el sector urbano tampoco ofrecía mayores oportunidades para la población en edad de trabajar. El acceso al empleo público era parte de la estrecha relación gobierno-Partido Colorado, con lo cual incorporarse a las filas del servicio civil requería contactos personales e incluso afiliación al partido señalado. 19A la incapacidad del crecimiento económico para generar los empleos e ingresos necesarios a la población en edad de trabajar, se agregan muy contadas o casi inexistentes políticas públicas tendientes a mejorar el bienestar. La escasa prioridad otorgada a la política social se refleja en las bajas recaudaciones tributarias y la inequidad de la estructura de los impuestos. Así lo señalaba Fletschner al estudiar la estructura tributaria de la época: “el impacto social de estos impuestos indirectos es considerablemente negativo, ya que por lo regular gravan artículos de consumo y a menudo los de consumo popular, siendo los estratos de menores ingresos los que cargan con una proporción desmesuradamente grande de los tributos”. Los bajos niveles de recaudación impositiva, a pesar de contar con tasas impositivas relativamente altas, se debían fundamentalmente a la evasión, tolerada como el “precio de la paz” derivado de pactos políticos y económicos para mantenerse en el poder. Esto derivó en una alta dependencia del endeudamiento externo. Clara de Iturbe, citando a Birch, Quintana y Arce, señala que: “gran parte de las inversiones públicas en infraestructura tuvieron financiamiento externo, ya sea en la forma de créditos o de cooperación internacional y los contratos generalmente se canalizaban hacia empresas de construcción afines al gobierno” La deuda externa creció de $ 23 millones en 1960 a $ 115 millones en 1973”. El siguiente cuadro da cuenta, en términos comparativos, del bajo nivel de inversión social en Paraguay con respecto a los países vecinos al iniciar la transición democrática. En 1990, los países vecinos invertían unas 20 veces más. En salud y protección social, Paraguay invertía US$ 17 dólares anuales por persona, lo cual implica menos de US$ 2 dólares al mes. Gasto social anual de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay por habitante en 1990 En dólares a precios constantes de 2005 Paraguay Argentina Brasil Uruguay Total 38 632 706 64 Educación 17 120 159 100 Salud 3 143 144 112 Protección 14 313 360 424 Vivienda 4 56 42 13 La posibilidad de expandir la frontera agrícola sobre las áreas boscosas empezó a agotarse, por lo que en los años de transición este avance se centró sobre tierras campesinas e indígenas profundizando los conflictos por la tierra.