Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Del mismo modo, expuso que los estudios de la ONE muestran que, en los
últimos 20 años, entre el año 2000 y el 2019, la población dominicana
creció a un ritmo promedio de un 1.17% anual.
Análisis del capítulo 5 completo. Página 119.
Cambio climático y desigualdades en el Antropoceno
El clima está en crisis. Los efectos ya son apreciables en forma de
derretimiento de los mantos de hielo, y posibles olas de calor y
tempestades sin precedentes. En ausencia de actuaciones firmes y
colectivas, las repercusiones del cambio climático solo podrán empeorar
con el tiempo. A ellas se unirá toda suerte de calamidades, desde la
disminución del rendimiento de las cosechas hasta el aumento del nivel de
los mares o el posible estallido de conflictos. Como se reconoce en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio
climático, estamos ante un desafío mundial.
Un desafío que, sin embargo, no afectará a todo el mundo por igual; no
del mismo modo, ni al mismo tiempo ni con idéntica intensidad. Los países
y personas más pobres serán los primeros y los más afectados. Algunos
países podrían incluso desaparecer.
Literalmente. De todos los efectos del cambio climático que provocan
desigualdad, quizá el peor sea el que sufrirán las generaciones futuras,
que soportarán la carga del modelo de desarrollo de las generaciones
anteriores, dependiente de los combustibles fósiles.
Explicar el fenómeno migratorio y su impacto de las migraciones
haitianas en la economía dominicana.
El fenómeno migratorio es de dimensión mundial, ni siquiera es europeo.
Y, por tanto, no es un problema solo de España, y menos de una
Comunidad Autónoma. Es en el seno de la Unión Europea donde debe
tratarse, negociarse y donde se deben tomar las medidas, que no son tan
simples como cerrar o no fronteras.
En general, existe un consenso de que el factor determinante de la
migración haitiana hacia el país es la pobreza. El volumen de la migración
no solo se asocia con la distancia, sino con la cantidad de oportunidades y
obstáculos en cada lugar.
La degradación ecológica que ha sufrido Haití desde la década de 1970
aumentó la pobreza y la migración. La tierra fue erosionada por la tala de
árboles para producir carbón y por el cultivo de tierra marginal, lo que
contribuyó a la desaparición de la capa fértil. La erosión ha hecho que
muchas granjas pequeñas sean inviables y vulnerables a sequías e
inundaciones. Al mismo tiempo, el sector manufacturero, que empleaba
en maquiladoras 100,000 personas a principios de la década de 1990,
colapsó en el año 2000 debido a la inestabilidad política, la competencia
regional y el fin de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe promovida por
Estados Unidos (Ferguson, 2003).
La migración haitiana hacia República Dominicana inició durante la
ocupación norteamericana de 1916, cuando los militares estadounidenses
tomaron el control de la economía dominicana para equilibrar el
presupuesto del país y crear proyectos para acelerar el crecimiento
económico (Haggerty, 1989). Una de sus iniciativas fue la importación de
braceros para cultivar caña para la industria azucarera. Al principio, los
trabajadores fueron cocolos, un grupo étnico originario de las Antillas
Mayores, pero tras la desocupación, la mayoría de los braceros era de
origen haitiano (“Un país de migrantes, s.f.).
Los haitianos emigraban a República Dominicana para cumplir trabajo
agrícola bajo un contrato. Los dueños de las haciendas del país notificaban
al gobierno el número de trabajadores que necesitaban para la temporada
y entonces se contactaba al gobierno haitiano para que enviara al país a
los haitianos dispuestos a trabajar (FLACSO, 2004).
Explicar el impacto en el ingreso de la familia dominicana de las
inmigraciones desde el punto de las remesas.
En el caso de la migración haitiana, el evento remesado es frecuente en la
mayoría de los grupos ocupacionales analizados, sin discriminar el nivel de
cualificación de la ocupación; no así en los migrantes de otras
nacionalidades, entre los cuales los ocupados en las categorías que
requieren mayor nivel de competencias son los que presentan altas
probabilidades de enviar remesas.
Los flujos migratorios hacia y desde la República Dominicana constituyen
un fenómeno paradójico. Por un lado, las remesas enviadas por la
diáspora hacia el país, junto con el impulso recibido por la mano de obra
extranjera, son parte de los factores que han potenciado el crecimiento
nacional durante los últimos años30. Sin embargo, es necesario reconocer
que, a pesar del crecimiento económico sostenido, la estructura
productiva dominicana y la calidad del empleo favorecen la generación de
estos flujos migratorios (de entrada y de salida), pues, mientras se acoge
mano de obra extranjera, también existe una marcada tendencia
migratoria de buscar «mejores» oportunidades fuera del país. Emigración
dominicana Al observar el fenómeno de la emigración en términos
económicos, podríamos decir que la República Dominicana exporta parte
de su bono demográfico, ya que más del 63 % de la población migrante en
el año 2013 tenía edades comprendidas entre los 15 y 59 años. Si bien el
interés de generar mayores ingresos nace de lo individual, o inclusive,
muchas veces desde lo familiar32, su impacto incide en el colectivo, es
decir, se generan externalidades positivas como son las remesas familiares
que envían, que constituyen una de las principales fuentes de divisas de la
República Dominicana. No obstante, abordar las limitaciones estructurales
para la generación de empleo de calidad en el país mediante un
desplazamiento hacia actividades de mayor valor agregado y mayor
especialización del trabajo, permitiría por otro lado absorber localmente
el potencial que representa el bono demográfico con el que cuenta
actualmente el país.