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Lee:
“¡Mirad cuan bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre
la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como
el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión; Porqué allí envía Jehová bendición y vida
eterna”. Sal. 133:1-3
¿Qué cosa es bueno y delicioso?
Enfocándonos:
En la biblia encontramos muchas metáforas en relación a la iglesia, pero la metáfora del cuerpo es apropiada
en este momento para entender la importancia y necesidad de la UNIDAD. Cristo es cabeza de la iglesia y la
iglesia, es el cuerpo de Cristo; y el cuerpo está conformado por un conjunto de miembros que tienen
diferentes funciones, y la actividad de cada función debe estar armoniosamente coordinada por las directivas
que vienen de la cabeza para un sano equilibrio. El vínculo que une a los miembros que forman parte del
cuerpo, no es una ideología, no es a través del vínculo filial o de sangre, no es el vínculo económico, social,
cultural o académico; ni siquiera, el vínculo altruista o filantrópico; sino, el vínculo del Espíritu Santo.
Hay dos cosas importantes que no debemos perder de vista en la vida y ministerio de nuestro Señor
Jesucristo. En la etapa final de su vida aquí en la tierra, hay una cosa que carga el corazón de nuestro Señor,
y lo expresa a través de su ORACIÓN DE INTERCESIÓN por sus discípulos, y por aquellos que iban a creer
por el testimonio de ellos, y así, sucesivamente, llegando hasta nosotros, y, también oró en aquel momento,
por aquellos que creerían a través de nuestro testimonio y predicación del evangelio. Esto lo hizo en privado,
con su Padre.
¿Puedes imaginarte, que en su oración del capítulo 17 de Juan, el Señor oró por ti?
Después de orar a su Padre pidiendo, y anhelando que el evangelio sea predicado a través de nuestras vidas,
momentos antes de ascender para regresar al cielo con su Padre, en esa oportunidad, los desafía a sus
discípulos a través de la gran comisión. “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, ID y
haced discípulos a todas las naciones; bautizándolos en ell nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mt. 28:18-20
¿Cuál es la relación que existe entre la ORACIÓN DE INTERCESIÓN Y LA GRAN COMISIÓN?
La Gran Comisión una sucesión de obediencia: El modelo y ejemplo para el cumplimiento de la Gran
Comisión, lo encontramos en la persona de Jesús, quien nos dice el apóstol Juan: “Cómo tú me enviaste al
mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la verdad”. El Padre desde la eternidad, envía al Hijo al mundo; el Hijo, en obediencia al
Padre, cumple la misión, para lo cual vino a este mundo, y muere en la cruz por nuestros pecados; luego el
Hijo, comisiona a sus discípulos a la predicación del evangelio y discipulado de los nuevos creyentes. En esta
cadena de sucesiones, está el principio de la obediencia a la VERDAD que viene del Hijo al Padre, y de los
discípulos a Jesús. El Señor Jesús, en su oración dijo: Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad Jn.
17:17
¿Por qué una vida de obediencia a Dios te aparta de una vida de pecado?
El efecto de la oración de Jesús, en la conversión de nuestras vidas: Es maravilloso y a la vez
sorprendente la eficacia de la oración de Jesús. Santiago, el hermano de Jesús, dijo: “La oración eficaz del
justo puede mucho”. La oración del justo es eficaz, cuando está en sintonía con la voluntad de Dios y en
obediencia a la Palabra de Dios. El apóstol Juan nos habla de la oración de Jesús: “Más no ruego solamente
por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. En conclusión, la eficacia de la
oración de Jesús, son nuestras propias vidas convertidas, que hemos creído en él, y por supuesto, la vida de
aquellos, que creerán en Jesús, por causa de nuestras vidas de obediencia, al cumplimiento de la Gran
Comisión.
¿El que hagas caso omiso a la GRAN COMISIÓN, hará que pierda eficacia la oración de Jesús?
El efecto de la unidad en la vida de la iglesia para testimonio al mundo: Hasta aquí, seguramente, ya
nos hemos dado cuenta de la importancia de la UNIDAD en la vida de la iglesia, por dos razones: En
primer lugar, porque es ejemplo y modelo de unidad, entre el Padre y el Hijo; y, en segundo lugar,
por el beneficio de la unidad, en la vida de la iglesia, para testimonio del mundo. Pero es muy
importante, detenernos en la oración de Jesús: “Más no ruego solamente por éstos, sino también por
los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en
mí y yo en ti, que también ellos sean uno en vosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en
ellos, y tú en mí, para que seas perfecto en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste,
y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”. Aquí vemos que Jesús ora, por la
unidad de la iglesia, para un gran impacto en nuestra sociedad a través de la predicación del
evangelio.
¿Cuál sería tu responsabilidad, si estuvieras en conflicto con algún hermano que no te permite tener
una comunicación fluida y transparente?
¿Por qué crees que un conflicto, entre dos hermanos, deben solucionarse de manera inmediata?
¿Qué decisión tomarías si sabes que tu hermano, tiene algo contra ti? ¿Porqué?