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Diabetes

Institución educativa parroquial “Padre Abad”

Proyecto de investigación para brindar información sobre la diabetes en nuestro Perú

MONOGRAFÍA
La diabetes es una enfermedad mortal

AUTORES
Chaupis Sánchez, nataly kiara
Pachas Altamirano, Jorge Leandro aldhair

DOCENTE
Esther Alvarado

Tingo María - Huánuco


2022
INDICE
Introducción

1. Origen
1.1. Primer caso de la diabetes
1.2. Descubrimiento de la insulina
2. Tipos
2.1. Diabetes tipo 1
2.2. Diabetes tipo 2
2.3. Diabetes gestacional
2.4. Diabetes tipo MODY
3. Causa
3.1. Mala alimentación
3.2. Inactividad física
3.3. Genes y antecedentes familiares
3.4. Resistencia a la insulina
3.5. Enfermedades hormonales
3.6. Medicinas
4. Consecuencias
4.1. Daño a los nervios
4.2. Daño renal
4.3. Afecciones a la piel y a la boca
4.4. Daño ocular
Introducción
La diabetes es una enfermedad crónica) en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de
azúcar en la sangre como para comprender la diabetes, es importante entender primero
el proceso normal por medio del cual el alimento se trasforma y es empleado por el cuerpo
para obtener energía, suceden varias cosas cuando se dirige y observa el alimento: un
azúcar llamado glucosa entra en el torrente sanguíneo. La glucosa es una fuente de energía
para el cuerpo. Un órgano llamado páncreas produce la insulina. el papel de la insulina es
trasportar la glucosa del torrente sanguinio asta el musculo la grasa y otras células, donde
puede almacenarce o utilizarce como fuente de energía.
Las personas con diabetes precentan niveles altos de asucar en la sangre debido a que su
cuerpo
ORIGEN
La diabetes era ya conocida antes de la era cristiana. En el manuscrito descubierto por
Ebers en Egipto, en el siglo XV AC, se describen síntomas que parecen corresponder a la
Diabetes.
Al final del siglo I y principios del siglo II Ateneo de Atalía funda en Roma la Escuela de los
pneumáticos. El concepto griego de pneuma (aire, aliento vital) se remonta a la filosofía
de entonces. El neuma se obtiene a través de la respiración y las enfermedades se deben a
algún obstáculo que se presente en el proceso.
ARETEO DE CAPADOCIA, un médico griego que posiblemente estudió en Alejandría y
residente en Roma describe las enfermedades clásicas como la tuberculosis, la difteria y la
epilepsia; para él la Diabetes es una enfermedad fría y húmeda en la que la carne y los
músculos se funden para convertirse en orina. Fue él quien le dio el nombre de Diabetes
que en griego significa Sifón, refiriéndose el síntoma más llamativo por la exagerada
emisión de orina. Él quería decir que el agua entraba y salía sin quedarse en el individuo.
En el siglo II Galeno también se refirió a la diabetes.
En los siglos posteriores no se encuentran en los escritos médicos referencias a esta
enfermedad hasta que, en el siglo XI, Avicena habla con clara precisión de esta afección en
su famoso Canon de la Medicina. Tras un largo intervalo fue Tomás Willis quien, en 1679,
hizo una descripción magistral de la diabetes, quedando desde entonces reconocida por
su sintomatología como entidad clínica. Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la
orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (sabor a miel).

1.1. Primer caso de la diabetes


A partir del siglo XVI comiénza a sucederse descubrimientos médicos, principalmente en
Europa.

Paracelso (1491-1541) escribió que la orina de los diabéticos contenía una sustancia
anormal que quedaba como residuo de color blanco al evaporar la orina, creyendo que se
trataba de sal y atribuyendo la diabetes a una deposición de ésta sobre los riñones
causando la poliuria y la sed de estos enfermos. Sin embargo, la primera referencia en la
literatura occidental de una "orina dulce" en la diabetes se debe a Tomas Willis (1621-
1675) autor de "Cerebri anatome", el mejor tratado de anatomía del cerebro realizado
hasta la fecha. De esta manera, aparece en la medicina occidental un hecho ya conocido
por la medicina oriental más de 1000 años antes. Willis escribió que "antiguamente esta
enfermedad era bastante rara pero en nuestros días, la buena vida y la afición por el vino
hacen que encontremos casos a menudo...". La figura más sobresaliente de la medicina
clínica del siglo XVII fue Tomas Syderham (1624-1689), doctorado en Cambridge quien
hizo que la Medicina volviera a regirse por los principios hipocráticos. Sydenham especuló
que la diabetes era una enfermedad sistémica de la sangre que aparecía por una digestión
defectuosa que hacía que parte del alimento tuviera que ser excretado en la orina.Unos
100 años más tarde, Mathew Dobson (1725-1784) médico inglés de Liverpool hizo por
primera vez estudios en grupos de pacientes. Después de tratar un pequeño grupo de
pacientes Dobson informó que estos pacientes tenían azúcar en la sangre y en la orina y
describió los síntomas de la diabetes. Dobson pensaba que el azúcar se formaba en la
sangre por algún defecto de la digestión limitándose los riñones a eliminar el exceso de
azúcar.

En 1775 Dobson identificó la presencia de glucosa en la orina. La primera observación en


un diabético fue realizada por Cawley y publicada en el "London Medical Journal" en 1788.
Casi en la misma época el inglés Rollo consiguió mejorías notables con un régimen rico en
proteínas y grasas y limitado en hidratos de carbono. Los primeros trabajos
experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por
Claude Bernard quien descubrió en 1848, el glucógeno hepático y provocó la aparición de
glucosa en la orina excitando los centros bulbares mediante pinchaduras.Algunos años
más tarde otro médico inglés, John Rollo publicó sus observaciones sobre dos casos
diabéticos describiendo muchos de los síntomas y olor a acetona (que confundió con olor
a manzana) y proponiendo una dieta pobre en hidratos de carbono y rica en carne, con
complementos a base de antimonio, opio y digital. Con esta dieta anorética Rollo observó
que se reducía el azúcar en la sangre y consiguió una mejora de la sintomatología en
algunos casos. Fue el primero en acuñar el término de diabetes mellitus para diferenciar la
enfermedad de otras formas de poliuria. También es de esta época la observación de
Thomas Cawley en 1788 de que la diabetes mellitus tenía su origen en el páncreas, "por
ejemplo por la formación de un cálculo".

1.2. Descubrimiento de la insulina

La insulina fue descubierta en el verano 1921 por Sir Frederick Grant Banting como
consecuencia de una serie de experimentos realizados en la cátedra del Prof. Jhon J.R.
MacLeod, profesor de fisiología de la Universidad de Toronto.Banting había mostrado ya
mucho interés por la diabetes y había seguido de cerca los trabajos de Sahfer y otros,
quienes habían observado que la diabetes estaba ocasionada por la carencia de una
proteína originada en las células de los islotes de Langerhans y que habían denominado
insulina. Shafer suponía que la insulina controlaba el metabolismo del azúcar en la sangre
y su eliminación por la orina, de tal forma que su carencia ocasionaba una excreción
urinaria aumentada. Sin embargo, su intentos por suplir esta deficiencia de insulina
administrando a los pacientes diabéticos extractos de páncreas habían fracasado,
probablemente debido a la presencia de enzimas proteolíticas en los extractos
pancreáticos.Dándole vueltas al problema, en 1921, Banting leyó una publicación de un tal
Moses Barón en la que se demostraba que la ligadura del conducto pancreático
ocasionaba la degeneración de las células productoras de la tripsina, mientras que los
islotes de Langerhans permanecían intactas. Banting consiguió convencer a MacLeod para
que, durante las vacaciones de éste le asignara un ayudante y le permitiera utilizar sus
laboratorios. Charles Best, estudiante de Química fue el encargado de aislar la presunta
proteína. En tan solo 9 semanas, luchando contra reloj, Banting y Best ligaron el conducto
pancreático de varios perros y obtuvieron un extracto de páncreas libre de tripsina.
Después, provocaron una diabetes experimental en otros perros, y, una vez desarrollada
la enfermedad, comprobaron que la administración del extracto de páncreas de los
primeros reducía o anulaba la glucosuria de los segundos. Habían descubierto la insulina.
Como consecuencia de este descubrimiento, MacLeod y Banting recibieron en 1923 el
Premio Nobel de Medicina, Banting protestó porque MacLeod compartiera el premio en
lugar de Best, y repartió con este último su parte del Nobel

TIPOS
2.1. Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune crónica que se caracteriza porque el
páncreas pierde la capacidad de generar insulina, la hormona que regula la hiperglucemia.
Por este motivo, las personas con diabetes tipo 1 requerirán la administración de insulina a
diario de por vida. Entre el 5% y el 10% de las personas con diabetes en el mundo padecen
este tipo de la enfermedad.
Los motivos detrás de esta respuesta autoinmune aún no se conocen del todo. Parece que
existe cierto componente genético en la predisposición a desarrollarla, pero también puede
que sea necesario un componente ambiental para que se desencadene la reacción inmune
que acabará destruyendo las células beta de los islotes de Langerhans, que son las regiones
del páncreas encargadas de producir las hormonas que regularán la cantidad de glucosa en
la sangre.
El debut de la diabetes tipo 1 se suele producir a edades tempranas, durante la infancia o la
adolescencia, por lo que esta enfermedad también se conoce como diabetes infantil o
infanto-juvenil. En algunos casos minoritarios la reacción autoinmune puede producirse ya
en la edad adulta, lo que dificulta su diagnóstico; existen pruebas específicas para evaluar la
capacidad de producción de insulina del páncreas o si se ha producido una reacción
autoinmune contra la hormona.

2.2. Diabetes tipo 2


La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes mellitus, siendo hasta 10 veces más
frecuente que la diabetes tipo 1. La característica principal de esta enfermedad crónica es la
presencia de unos niveles de glucosa en sangre elevados debido a la resistencia del
organismo ante la insulina, lo que hace que aunque esta hormona esté presente en la
circulación, las células no puedan utilizarla adecuadamente para introducir el azúcar en su
interior
Las principales causas de la resistencia a la insulina son la falta de actividad física y la
acumulación de tejido adiposo, por lo que el exceso de peso y el sedentarismo parecen ser
los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. El 80% de las
personas con diabetes tipo 2 tiene sobrepeso en el momento del diagnóstico. Otro factor de
riesgo importante es la edad; la incidencia de la diabetes tipo 2 aumenta con el paso de los
años, por lo que hace tiempo esta enfermedad se consideraba como uno de los trastornos
asociados al envejecimiento, pero la creciente epidemia de obesidad está teniendo como
consecuencia que la diabetes tipo 2 se presente en personas jóvenes e incluso niños.
Los síntomas pueden ser en ocasiones menos marcados que en otro tipo de diabetes, por lo
que la situación de hiperglucemia puede mantenerse de forma crónica, elevando el riesgo
de padecer complicaciones en los ojos, riñones, los nervios o el corazón. En la mayoría de
los casos diagnosticados de diabetes tipo 2 el tratamiento consistirá en un cambio de estilo
de vida, controlando la alimentación para reducir la ingesta de alimentos hipercalóricos y
en concreto azúcares libres, así como incrementando el nivel de actividad física. Este
tratamiento será suficiente para mantener controlados los niveles de glucemia la mayor
parte de las veces, aunque el médico podrá recetar también algún medicamento oral que
ayude a reducir la hiperglucemia o a sensibilizar el cuerpo a la acción de la insulina. En
algunos casos, las personas con diabetes tipo 2 pueden llegar a requerir inyecciones de
insulina.

2.3. Diabetes gestacional


La diabetes gestacional es un tipo de diabetes muy parecida a la diabetes tipo 2, pero que
afecta a mujeres embarazadas que no padecen esta patología. El embarazo supone un
gran esfuerzo metabólico para el cuerpo de la madre, lo que en ocasiones puede conllevar
a que este genere cierta resistencia a la insulina. Como resultado, el páncreas tiene que
producir más insulina para lograr que la glucosa penetre al interior de las células y se
reduzca su acumulación en la sangre y, en ocasiones, este órgano es incapaz de secretar la
suficiente cantidad de hormona, por lo que se eleva la glucemia.
Los niveles elevados de glucosa en la sangre de la madre se transmiten a través de la
placenta a la sangre del feto, por lo que la hiperglucemia afecta a ambos y puede tener
consecuencias para la salud tanto de la mujer gestante como del futuro bebé. La madre
con diabetes gestacional tiene más riesgo de desarrollar preeclampsia, que se caracteriza
por una presión arterial excesivamente alta y que puede dañar a los riñones. El feto, por
su parte, crecerá más de lo habitual debido a la superabundancia de nutrientes, por lo que
su peso podrá superar los 4 kilogramos al nacer (macrosomía), lo que aparte de aumentar
el riesgo de complicaciones durante el parto, aumenta su propio riesgo de padecer
sobrepeso en edades posteriores.
La diabetes gestacional suele aparecer durante el segundo y tercer trimestres de la
gestación y se diagnostica mediante un análisis de los niveles de glucosa en sangre,
alrededor de las semanas 24 a 28 del embarazo, ya que los síntomas suelen ser leves y
confundirse con los cambios fisiológicos habituales propios de la gestación. Lo habitual es
que la diabetes gestacional remita tras el parto, aunque tanto la madre como el niño
tendrán un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante.

2.4. Diabetes tipo MODY


La diabetes tipo MODY es uno de los tipos menos comunes de diabetes y recibe esta
denominación por sus siglas en inglés Maturity-Onset Diabetes of the Young. También es
conocida como la diabetes del adulto de inicio juvenil. La MODY está incluida en la
diabetes de tipo monogénica, entre las que también se clasifica la diabetes mellitus
neonatal.
A diferencia de la diabetes tipo 1 y tipo 2, cuyo origen se debe a múltiples genes y factores
medioambientales, entre otros, la MODY se debe a una única mutación genética en el gen
autosómico dominante, que produce una alteración en la capacidad de generación de
insulina a través del páncreas. Los primeros síntomas de esta patología se manifiestan de
forma general antes de los 25 años y no tienen ninguna relación con el estilo de vida, peso
o grupo étnico de las personas.
Debido a esta mutación genética, es un tipo de diabetes muy poco frecuente, ya que se
estima que solo entre el 1% y el 5 % de los casos de diabetes se deben a la diabetes
monogénica. No obstante, es posible que, por su rareza, muchas personas estén sin
diagnosticar.
Causas
3.1 la mala alimentación
La diabetes es una condición en la que el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no
puede usarla adecuadamente, lo que origina que la glucosa en sangre se eleve por encima
de valores deseados. La alimentación es importante para controlar la diabetes, prevenir
complicaciones por completo.
El cuerpo necesita insulina para regular los niveles de azúcar, o glucosa, en la sangre y usar
este azúcar para alimentar las células del cuerpo. Sin suficiente insulina, el cuerpo no puede
procesar la glucosa, que proviene de los carbohidratos en la dieta.
Cuando se acumulan altos niveles de glucosa en la sangre, con el tiempo, estos pueden
dañar los órganos del cuerpo a medida que la sangre circula. Además, las células del cuerpo
no tendrán suficiente energía, ya que, sin la insulina, la glucosa no puede ingresar a las
células.
Comer de manera realmente saludable es una forma importante de controlar los niveles de
azúcar en la sangre. Una persona con un diagnóstico de diabetes debe reconsiderar su dieta.
Esto puede parecer desalentador, pero, al tomar decisiones inteligentes, es posible que las
personas con diabetes disfruten de sus comidas favoritas, incluidas las llamadas “comidas
trampa”, de vez en cuando y con moderación.

3.2. inactividad física


Si usted tiene diabetes, la actividad física hace que su cuerpo sea más sensible a la insulina
(la hormona que permite que las células del cuerpo usen el azúcar en la sangre para
producir energía), lo cual ayuda a manejar la diabetes. La actividad física también ayuda a
controlar los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de tener enfermedad cardiaca
y daño en los nervios.
Algunos beneficios adicionales incluyen:
 Mantener un peso saludable
 Bajar de peso, si lo necesita
 Sentirse más feliz
 Dormir mejor
 Mejorar la memoria
 Controlar la presión arterial
 Reducir el colesterol LDL (“malo”) y aumentar el colesterol HDL (“bueno”)

3.3. genes y antecedentes familiares


En el interior del núcleo de casi todas las células de nuestro cuerpo se encuentran 23
pares de cromosomas (46 en total: 23 del padre y 23 de la madre), estructuras donde se
encuentran los genes. De esta forma se heredan no sólo rasgos físicos de los padres, sino
también enfermedades genéticas o la susceptibilidad para desarrollarlas.
Las personas con un padre diabético tienen alrededor de 40% de posibilidad de desarrollar
la enfermedad, mientras que el riesgo aumenta al 70% si ambos padres son diabéticos.
Gracias al impulso de la investigación genética y a los aportes del Proyecto Genoma
Humano, hoy se conocen alrededor de 40 genes asociados a la diabetes tipo 2.

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